Lyra M. Scutt

-Nombre del Personaje:

Lyra Marize Scutt

-Edad:

19 aparentes, su edad real es de 150 años humanos

-Especie:

Vampira

-Tipo, Clase Social o Cargo:

De clase social alta

-Orientación Sexual:

Bisexual

-Lugar de Origen:

Milán

-Habilidad/Poder:

A parte de los rasgos básicos de los vampiros Lyra también posee la habilidad de la persuasión, la sanación acelerada que le permite recuperarse rápidamente de cualquier tipo de herida usualmente letal para un humano y por último la clarividencia, aunque esta última es una habilidad que no está por completo desarrollada en ella y que usualmente se da por atisbos en algunos momentos, no tiene completo control sobre ella y por lo tanto suele no mencionarlo.

-Descripción Física:

Lo llamativo de la apariencia de esta mujer no es su palidez que logra hacer parecer su piel casi de porcelana, ni las finas líneas de su cuerpo curvilíneo oculto debajo de la ropa de seda y las prendas interiores, ni siquiera la exquisitez de su voz usualmente suave y aterciopelada como el canto de una sirena, no, lo que encandila de Lyra no es nada de eso sino sus ojos, ese par de hermosos orbes de un color entre verde esmeralda y azul que son sin duda lo primero que vez en su rostro, la profundidad de su mirada es única así como la forma algunas veces burlesca con la que la fija en los demás, la gracia de su rostro, la forma de los pómulos altos, la nariz perfilada, fina y altanera acompañada de un par de labios ligeramente gruesos, de un color carmín que deslumbra en su pálido rostro coronan el encanto de un rostro naturalmente bello, a primera vista salta a la obviedad que es bonita, aunque no a todos los gustos es innegable que tiene su atractivo.

Fuera de esto, el fino talle de su cintura se hace notar de inmediato debido a la forma de los vestidos siempre a la moda que suele llevar puestos, unos guantes de color blanco suelen ser usualmente el acompañamiento de un par de manos finas, de dedos largos que, sin duda, con algo de entrenamiento, hubieran sido perfectos para el piano, es alta, de complexión esbelta y porte elegante, aunque sin duda tiene cierto aire de pedantería en sus gestos que suele incomodar a varias personas. De pelo largo con un color castaño oscuro o negro, dependiendo de la concesión del color que se tenga.

-Descripción Psicológica:

Uff que cosa más compleja, Lyra es una mujer que siempre ha estado un poco adelantada a la época en cuestión, inteligente y sutil, con la suficiente cabeza como para saber cuándo dar la razón y cuando parecer una completa ignorante, por supuesto no lo sabe todo de todo el mundo, pero su tendencia a observar a las personas la ha hecho buena para deducir el porqué o como de las cosas, es cuidadosa, recelosa de sus secretos y con una diestra disposición a evitar que nada de lo que oculte salga a la luz nunca. Es una mujer de bajos placeres que se encarga de ocultar bastante bien bajo un manto de prendas de seda y satín, ligeramente burlesca, con un sentido del humor algo tergiversado por el tiempo, puede ser sarcástica e irónica pero suele ocultar estas cosas para placer propio y a veces, solo cuando es tan divertido que no puede evitarlo, entonces lo deja salir.

Es cierto que es una mujer inescrupulosa a la hora de perdonar puesto que no sabe exactamente cómo hacerlo, puede perdonar, pero nunca olvida, y siempre está atenta a lo que pueda llegar a hacerte, es vengativa, no da cabida a una traición ni mucho menos a un rechazo. Vanidosa sin duda alguna, acostumbrada a escuchar los elogios y galanterías de los hombres ha hecho que su ego creciera en dimensiones a veces insospechadas, a pesar de esto es una mujer de carácter fuerte, que tiene la terrible tendencia a irritarse con una gran facilidad, gesto que muestra con un fruncimiento de las cejas o de los labios. Coqueta, por supuesto, ninguna mujer que sepa que es bella puede dejar de serlo, más aún cuando es una mujer de clase alta de la que se han levantado tantos rumores como de ella.

Testaruda, es la clase de personas que no puede evitar ser necia, nunca ha sabido abandonar un punto de vista del todo y suele defender con efusividad su punto sin llegar sin embargo nunca al extremo de perder la elegancia nata de su persona. Es una mujer con cabeza para los negocios, a pesar de que nadie sabe con exactitud de donde viene su fortuna ni cómo es que una dama como ella no posea un marido o prometido, se ha ganado el odio de muchas mujeres a las que ella suele sonreír con gesto desdeñoso y seguir su camino. Nunca ha sido una mujer especialmente impulsiva, pero a veces sus bajos instintos responden ante la visión de una presa especialmente apetitosa, nunca ha demostrado abiertamente una necesidad de sangre al grado de saltar al cuello de su víctima, por el contrario, le gusta el juego, incluso podría decirse que en cierta forma disfruta de la cacería, independientemente de su la presa es ella o un humano, le gusta el juego, el coqueteo, las frases que puedan ser dichas entre líneas y que todo el mundo entienda pero nadie comente. Por donde pase debe de dejarse bien en claro que estuvo allí, ya sea por su aroma perfumado como por las cosas que deja al aire, le gusta que hablen de ella, ser el centro de atención, bueno o malo no es importante mientras sea ella lo que se discuta. Poco le importa lo que los puritanos piensen de su modo de operar puesto que, a fin de cuentas, es una dama, condecorada como Lady en algún momento, y por tanto, sea o no agradable, suelen tratarla con el respeto del cargo.

Por lo demás Lyra es una mujer compleja, posesiva y egocéntrica, incluso egoísta, su vanidad no da espacio a concebir que la gente no la note, y cuando eso pasa suele enfurecerse interiormente bastante, no es caritativa ni mucho menos, es un ser que todo lo quiere para si mismo en compensación por las carencias que tuvo durante su vida de humana, aún así y contradictoriamente es una mujer de sentimientos intensos, cuando ama, es capaz de entregarse por completo a sí misma y a todo lo que posee, su talón de Aquiles es precisamente esa intensidad que puede llegar a ser autodestructiva. Se puede decir que pocas personas le importan, pero quienes lo hacen, gozan de unos privilegios de su parte que difícilmente alguien creería que han venido desde la bipolar mujer de deslumbrante sonrisa.

-Historia:

Lyra nació en un Milán ocupado por fuerzas extranjeras y que aparentemente siempre se mantenía en constantes guerras, sobre el año 1650 más o menos y bajo la ocupación Española por parte del rey Carlos V, lo interesante de este detalle es que fue una época histórica que pasó a la prosperidad en la memoria de todos los Milaneses de esta y otras generaciones a futuro, hija de una familia de clase media que podía permitirse más de un lujo gracias a sus contactos con la corona en aquel momento reinante sobre la colonia, nadie sabía exactamente como la madre de estas tres jóvenes había conseguido asentarse tan bien como amiga de la corona, y sin embargo era un rumor recurrente decir que probablemente estas muchachas de tan alta educación tenían a bien servir como concubinas para ello, por supuesto esto algo que una niña recién nacida como lo era Lyra en ese momento encontrara imposible saber, y creció así, entre el lujo de una casa que constantemente era visitada por personas de alto rango y las presentaciones que servían de bien a esto.

Lyra fue educada por las institutrices más fieles, estrictas y preparadas de Milan con lo que aprendió todo lo que para esa época era bien visto que una jovencita supiera y rápidamente consiguió reprimir los impulsos que para su época se veían poco galantes, muy poco de dama y más de vagabunda y de sin vergüenza, sin embargo, la chispa de vida que había en ese momento en la jovencita era muy difícil de controlar y modelar, por lo que a veces, a veces se la veía de un momento a otro llevar a cabo la acción más extraña o dejar salir el comentario menos adecuado para el momento en que se encontraban. Vanidosa, curiosa y a veces impertinente, con un ego demasiado subido a la cabeza Lyra a veces se envalentonaba a sí misma y coqueteaba con los hombres bajo la desaprobación de su madre, y sin embargo fue precisamente ese tipo de comportamiento lo que la llevó una noche, a sus 15 años a entablar una afable conversación con uno de los caballeros de la corte real de España, en ese momento aún ocupante de Milán. De aquella conversación surgió una invitación a bailar, una amable petición para poder visitarla mientras estuviera allí y posteriormente, con el paso de los días, el benévolo porte a recibirlo de la madre y las atenciones de la bella muchacha milanesa, finalmente un concubinato que colocaba a Lyra como la amante de aquel poderoso hombre y por consiguiente en una situación bastante favorable en cuanto a economía se refiere.

Durante esa época para ella todo fue pomposidad y lujo, muy lejos de cualquier carencia que pudiera tener con relación a las familias pobres, Lyra era consciente de su lugar en la sociedad y por consiguiente de su fortuna y suerte, a los 15 años ya era igual que sus hermanas y no por eso menos bella, con la curiosidad de la edad Lyra nunca permitió que se dijese de ella absolutamente nada desvergonzado, pero los rumores sobre sus amoríos clandestinos con otros muchachos, sobre sus ciertas inclinaciones e incluso, sobre sus métodos para evitar concebir un hijo se extendían por todo el territorio, eran tantos y tan absurdos que a veces se dudaba tan abiertamente de su veracidad como si se dijese que se había visto un vampiro en plena luz del día.

Por supuesto no todo fue viento en popa, y para la primavera de su decimo séptimo cumpleaños Lyra recibió dos noticias que terminaron por cambiar su vida de manera drástica, su benefactor había sido muerto durante un duelo de honor en circunstancias que ella desconoce incluso ahora, y se encontraba esperando, desde hacía dos meses un hijo de dicho hombre, entonces la situación empeoró cuando el rumor del fallecimiento y embarazo se extendió y hubo de trasladar a la joven, en su estado, a una pequeña estancia apartada de todos con un par de criados. Durante 9 meses Lyra estuvo lejos, según dicen, viajando, mientras que la realidad la situaba en una casita, cuidando de un bebé que al nacer fue arrebatado de sus brazos y entregado a otra familia, así pues, Lyra, ignorante de todo durante 9 meses, con el cansancio del alumbramiento regresó a casa, pero ya nada era como antes.

Su casa, su amada vivienda en la que había residido hasta hacía solo 9 meses se encontraba en un estado terrible, parecía que a pesar de que todo mundo lo ocultaba, una terrible peste había empezado a atacar a los lugareños, y era fácil observar aquello por los guardias que se apostaban en las casas de los enfermos, sin embargo, lo terrible de su situación fue sin duda que su madre hubiera caído presa de aquella pestilencia y hubiese muerto sin que ella supiera nada unos meses antes de su alumbramiento. Lyra encontró una casa ya no completamente inmaculada, y unas hermanas que solo esperaban por ella para marchar lejos de Milán, con temor de ser atacadas también por aquel mal. Durante su traslado a Francia y posterior vivienda en este país la vida de Lyra fue cada vez más lamentable, con 18 años, un hijo del que no sabía nada, y viviendo de una manera tan terriblemente deshonrosa que su madre estaría revolcándose en su tumba encontramos a la antes cortesana prostituyéndose como si se tratara de una vulgar mujer de la calle, viviendo en una casa en donde usualmente ella y sus hermanas recibían las visitas de aquellos “caballeros”, siempre eran recibidas por supuesto, a donde fueran, adornadas con las prendas lujosas de moda era difícil que, a pesar de esto, no fueran vistas en bailes, los rumores de su profesión corrían, pero nadie podía decir abiertamente haberlas visto y por tanto, y siendo aún protegidas de la corona Española, era un pecado dejarlas fuera.

Durante un año Lyra vivió vendiendo su amor al mejor portador, saliendo y cuidando de una casa, a menudo dedicaba un pensamiento a su hijo que para esa época contaría con un año, y sin embargo las noches con hombres ajenos a ella, los días de sonrisas falsas la habían endurecido terriblemente, ya no tenía la presión de una madre sino de una época que no la comprendía del todo, y Lyra fiel a su temperamento nunca dejó de ser una mujer bella y elegante, con cierta picardía y atrevimiento que su profesión de mujer fácil terminó por hacer cada vez más arraiga en ella, todavía hoy, cuando lo piensa, es muy fácil para ella llegar a la conclusión de que posiblemente eso fuera lo que atrajo a su vampiro creador, y por tanto, lo que la marcó para siempre. La noche en que Lyra “murió” llovía, y ella había sido llamada a las recamaras de un “caballero” que se veía imposibilitado de salir, aún ahora, para ella es difícil saber cómo pasó, en qué momento la conversación terminó en la cama y como es que se sucedieron la mordida, el ser drenada hasta casi la muerte y luego el dulce sabor de la sangre en sus labios.

Solo sabe que despertó la noche siguiente, con una sed terrible, y era de noche. A partir de ese momento fue educada en su nueva naturaleza, ya no podía ver a sus hermanas, y tenía que dejar parís nuevamente, su destino, junto al del vampiro que la creó y tomó como compañera fue Londres, un lugar pestilente, de clima horrible y frío y lleno de personas que le parecían terriblemente extrañas como ella exótica. Allí vivió durante los siguientes 50 años, moviéndose de casa en casa, durante la noche, atribuyéndose a sí misma y a su “hermano” una enfermedad inventada que le impedía salir a la luz del sol por riesgo a chamuscar su piel demasiado sensible, vivieron en la opulencia, en el despilfarro de una fortuna que el vampiro siempre lograba doblar, y en un constante estado de frenesí, sangre y relaciones nocturnas satisfactorias hasta que llegó el momento de marchar. El viaje en barco era siempre lo más riesgoso, y cuando Lyra despertó en su féretro, en una casa situada en Paris, y descubrió que estaba sola, lo entendió mejor que nunca. Nunca supo que había pasado con su creador, y sin embargo le buscó hasta que se quedó sin lugares donde meter las narices, entonces volvió a vivir por su cuenta, en una ciudad luminosa, de bailes nocturnos y belleza casi mágica.

Lyra quedó prendada de Paris esa noche, sin embargo no podía vivir solo de la fortuna que tenía, con su carácter derrochador la acabaría demasiado pronto para una vida inmortal, entonces fue cuando reclutó una serie de chicas, les dio una casa, vestidos, maquillaje, y solicitó la mitad de las ganancias como pago por el alquiler de la casa y lo gastable; Lyra creó su propio Burdel, uno que hasta hoy sigue prosperando, sin que nadie sepa del todo a quien pertenecen aquellas mujeres que a pesar de no estar atadas, son verdaderas esclavas de su jefe. Los rumores dicen que la bella señorita Scutt, Lady de la corte real de Paris gracias a sus servicios al rey debe de haber ganado mucho prostituyéndose a sí misma durante sus primeros años como para que su sucesora, la única hija mujer pudiera gozar de aquel noble título también, algunos dicen que es extraño el que con el título se herede el nombre, la realidad por supuesto es otra que los ciudadanos de un Paris de 1800 no son capaces de imaginar, o de al menos desentrañar.

-Datos Extras:

Aún hay muchos cabos sueltos en esta historia, cosas que la dama ha escondido en un rincón de su mente y que absolutamente nadie conoce, sin embargo no por eso son menos ciertas, la brecha de tiempo en la historia es algo que solo ella puede llenar. Por lo demás lleva un pequeño anillo con una piedra de azabache en memoria de los fallecidos.