¡Un loco anda suelto! {Evarne}

por **Rosard Hatter** Jue Jun 14, 2012 1:42 pm

¡Rojo, verde y azul! ¡Rojo, verde y azul! eso es lo que se tenía que poner en aquella pamela de la mujer que andaba delante de mí... como se no taba que no había comprado el gorro en mi tienda, no le habría dejado salir con esa monstruosidad. Pensé seriamente en arrebatarlo de su cabeza y pisotearlo en mitad de la calle, es más, estaba a punto de saltar para agarrar uno de los extremos del enorme gorro cuando un hombre se interpuso en mi camino, por lo cual le di un fuerte pisotón en el pie derecho y se puso a saltar agarrándose la zona afectada de forma muy graciosa. Me quedé mirando un poco este espectáculo por lo cual cuando quise volverme la mujer de la pamela horrenda había desaparecido.

Di vueltas sobre mi mismo como el loco que era hasta que me convencí que había perdido la oportunidad de hacer un bien por la humanidad deshaciéndome de ese maldito gorro. Una vez convencido yo mismo, por mi mismo y para mi mismo me dirigí al parque cercano, después de todo era un gato y a los gatos y animales salvajes les gustaba los lugares donde había naturaleza. Parecía un caballero aún con mi estrafalario pelo teñido de un poco de rojo y mi ropa extraña, pero nadie se atrevería a decir nada porque la tela se veía de buena calidad y mi bastón de ébano y cristal sería la envidia de cualquier noble o adinerado del lugar. Todo eso había sido idea de Alexander, yo solo lo llevaba porque podía golpear a la gente con él.

Pensando en las múltiples formas de utilizar mi bastón como objeto arrojadizo me interné en los caminos que había en el gran parque, no seguía los caminos tradicionales, no me gustaba la gente, seguro que acababa tirandole el bastón a alguien y Alexander me regañaría. Caminaba silbando una rara melodía con el gorro calado hasta los ojos y moviendo el bastón dando vuelta entre mis dedos.

por **Evarne Lacuna** Vie Jun 15, 2012 5:05 am

Me duele, me duele muchísimo. Puede sentir como la sangre brota por mi brazo mientras corro lejos de aquel horrible lugar en el que estoy encerrada, pero estoy corriendo demasiados riesgos, como se entere de que me he escapado a pasear no será solo un arañazo en el brazo, sino algo muchísimo peor, como adelantar lo que tiene pensado hacerme el día de mi cumpleaños.

Puedo notar como las lágrimas cubren mi rostro, pero no me gusta, yo no quiero ser así, no quiero ser tan débil ni estar tan indefensa... Pero yo no soy una guerrera como papá, soy una señorita, como siempre quiso mi madre que fuera y me comportara, jamás he querido decepcionarla, lo que no se es si lo estará si en algún momento consiguen encontrarme y rescatarme. Mamá... ¿estarás preocupada? Seguro que me estaban buscando por todas partes, lo sabía.

De repente algo en mi camino me hace caer al suelo, lastimando mi rodilla. Genial, como ella se entere sabrá que he salido de casa y volverá a pegarme... Tengo miedo. Es entonces cuando alzó mis ojos, los cuales deben estar completamente rojos, y comtemplo el lugar en el que me encuentro. Un parque, jamás he pasado por esta parte de la ciudad, ¡pero se ven flores! Cuando pueda levantarme iré...

por **Rosard Hatter** Sáb Jun 16, 2012 10:14 am

Hacía apenas unos segundo estaba apunto de trepara por los árboles para sentarme sobre una rama y pensar en los diseños de mis próximos gorros... Quizás uno con encaje negro y seda blanca, con un pequeño velo hasta la mitad de la nariz de croché, quedaría precioso para una viuda joven, a la vez innovador y glamuroso sin romper los esquemas para las viudas demasiado... o quizás podía hacer uno pequeño y discreto, colorido... cuando me quise dar cuenta estaba ya sobre la rama, escondido entre las ramas donde nadie podía verme.

De repente alguien se calló debajo de mi, me asomé entre las hojas y pude vislumbrar a una chica, más bien parecía una niña, pelirroja y que parece verdaderamente asustada. Puede que esté loco, lo reconozco, lo estoy, pero los niños siempre consiguen que pueda controlarme y algo de cordura se esconda en mi cabeza y el caos tome un poco de orden.

- ¿Estás bien? - pregunté sacando mi cabeza entre las ramas y mirándola... seguramente se había hecho daño.

Bajé de un salto de mi rama y aterricé con agilidad a su lado, después de todo era un gato. Me arrodillé a su lado y la miré... seguramente se había hecho daño en una de sus piernas, los niños siempre se rozaban las rodillas. Sin pensarlo, como casi todo lo que hacía, la cogí en brazos, apenas pesaba, y la llevé hasta un árbol caído cercano dejándola sentada con sumo cuidado sentada.

- ¿Donde te duele?- volví a preguntar con una sonrisa y mirándola a los ojos.

por **Evarne Lacuna** Sáb Jun 16, 2012 5:01 pm

Entre el brazo y la rodilla... Hoy realmente no es mi día. Seguro que se entera de que me he escapado, y ahora mismo ni siquiera la visión de las flores consigue calmar mi miedo. Me quedo aquí sentada, simplemente pensando en todo lo que puede ocurrir cuando alguien sale de arriba del árbol y del susto me hace pegar un grito. ¿Q-Quién puede estar ahí arriba? Mis ojos casi ni se lo creen.

Mis ojos llorosos le miran con asombro e incredulidad cuando baja de un salto al suelo, arrodillándose a mi lado. ¿Cómo lo ha hecho? Y... Me pongo roja como un tomate, puedo notar. ¡¿Por qué me ha cogido en brazos?! ¡Si no me conoce de nada! Me deja sentada y le contemplo, aún ruborizada por ese comportamiento tan extraño.

-El brazo y la rodilla...-mi voz es un susurro, aun sigo sorprendida por la aparición repentina del chico. Tampoco será mucho más mayor que yo, quizá tendrá veinte años. Ahora que lo pienso, en cuanto vea el brazo sabrá que me lo ha hecho alguien y no ha sido la caída, pero es lo que más me duele.- ¿C-cómo has...?-no se como preguntarle, así que simplemente señalo el árbol, refiriéndome a su salto.- H-ha sido co-como si fueras un gato.

por **Rosard Hatter** Lun Jun 18, 2012 10:22 am

- Déjame ver – dije mientras agarraba su brazo, había visto demasiadas veces esas marcas en mí mismo como para no reconocerlas pero lo dejé pasar, después de todo si ella no quería decir nada era su problema.

Parpadeé un momento mientras la miraba y después al árbol, la verdad es que no había resultado nada de difícil, después de todo los felinos eramos ágiles. La miré después a los ojos y sonreí de forma adorable, la verdad es que no me resultaba para nada difícil confesar lo que era... lo había hecho muchas veces y casi que todas terminaban en pelea, no había nada mejor que una buena pelea si señor...

- Pues lo he hecho porque soy un gato.

Respondí mientras sonreía y me transformaba brevemente en Ocelote para volver a convertirme en humano y empezar a sacar de la chaqueta unos pequeños botes y vendas para empezar a curar las heridas, la verdad es que no importaba demasiado... Alexander siempre metía algo para cuando en mis fases neuróticas me lastimaba, era normal que tuviera ese arsenal de curas en mis bolsillos.

- ¿Que haces aquí sola pequeña? Si te haces daño no pueden ayudarte si andas por estos senderos tan apartados... solo hay locos como yo- ríe por su propia broma.

por **Evarne Lacuna** Lun Jun 18, 2012 12:30 pm

Este hombre... Es un poco extraño, pero no me parece malo. No, no es alguien malo, sino no estaría intentando ayudarme, aunque si es un tanto brusco. Mi rubor vuelve a aparecer en cuanto agarra mi brazo y lo mira. Seguro que se ha dado cuenta de que esto no me lo he hecho en la caída, y si me pregunta ¿qué debo decirle? Aunque... Se queda mirando el árbol para luego volver la vista a mi, aunque yo en estos momentos solo me fijo en su sonrisa.

-¿C-como vas a ser un...?-no pueden salirme las palabras cuando estoy viendo delante de mi como cambia de forma, volviéndose más pequeño y... ¡Realmente adorable! Puedo notar como una sonrisa surca mis labios y le miro con un brillo en los ojos, ilusionada por lo que acababa de ver.

Iba a decirle que lo repitiera, pero justo preguntó algo que me hizo callar y que perdiera la sonrisa. Es cierto que viniendo por aquí nadie puede ayudarme si me hago daño, pero en el lugar donde vivo muchísimo menos... Esto es más seguro. ¿Por qué voy a tener miedo a aquello que puede librarme de mi peor pesadilla? Que lo tengo, soy una miedica, pero no hay ni punto de comparación.

-Huir...-mi respuesta es un susurro mientras miro el suelo con tristeza.- Lo que dices es falso; Según tu, por aquí solo hay locos que no me ayudarían, pero tu has saltado del árbol para socorrerme.

por **Rosard Hatter** Mar Jun 26, 2012 9:49 am

Empecé a curar sus heridas lentamente mientras silbaba una melodía inconexa y extraña, apenas tardé en tenerla totalmente atendida unos minutos, las heridas no eran graves pero si algo dolorosas así que apliqué algo de pomada calmante en las zonas y las cubrí con vendas que siempre llevaba encima... no sabía porque iba a salir y a lo mejor acaba necesitandolas, había llegado a la conclusión de que mis heridas eran parte de mí, después de todo era un loco... y además impulsivo.

- Pero yo soy un loco señorita, y los locos siempre son peligrosos aunque parezcan tranquilos- le advertí mientras terminaba de guardar las cosas de nuevo en su sitio.

Suspirando miré a mi alrededor y me puse en pie, si este lugar estaba lejos de todo y esto era un problema, no podía dejar a una niña sola allí. Sólo había una regla que a pesar de mi locura siempre cumplía y es que ante los niños no haría nada que pudiera asustarlos... y parecía que mi forma de Ocelote no le había desagradado así que la miré de nuevo.

- Me convertiré en gato uno momento, para poder orientarme, deme unos segundos- dije justo antes de transformarme en Ocelote y empezar a olisquear mi alrededor en busca de algún aroma que me sugiriera civilización.

por **Evarne Lacuna** Mar Jun 26, 2012 3:18 pm

Mis ojos le miran con atención, curioseando y buscando diferencias en él. No parece de mi cultura, tiene los ojos rasgados... ¿De dónde es? La verdad prefiero no preguntar mientras me está curando y silbando algo que jamás he escuchado. No entiendo porque me está ayudando si dice que es un loco y, a la vez, peligroso. No, yo no lo veo peligroso.

-Bueno, no eres más peligroso que le lugar donde vivo, así que... -me encojo de hombros y le miro con una dulce sonrisa, realmente agradecida por haber curado.- Muchas gracias.

¿En gato? ¿Se va a transformar en lo de antes? No tardo mucho en ver fascinada como cambia de forma y mis ojos brillan al verle en esa forma de felino. ¡Se ve tan mono! Me lo quedo mirando con una enorme sonrisa en los labios, pero no puedo resistirlo y acabo cogiéndole en brazos, poniéndolo en mi regazo para acariciarle.

-¡Eres precioso! ¡Que mono!

por **Rosard Hatter** Lun Jul 02, 2012 9:31 am

- No tiene porque darme las gracias, después de todo no hice gran cosa - dije quitandole importancia antes de transformarme en Ocelote.

En la forma más pequeña de gato que tenía era mucho más fino mi olfato, aunque normalmente ya solía ser más fino que el de los humanos, y gracias a él supe que el camino central no estaba lejos, podía oler el pelaje de los caballos que tiraban de los carros claramente. Cuando estaba a punto de volver a mi forma original para decírselo a la chica sintió unas manos finas y femeninas que lo alzaban y lo dejaban lentamente sobre unas rodillas confortables.

Alcé mi cabeza felina hacia ella y me dejé acariciar mientras lentamente me iba relajando y empezaba a ronronear mientras me hacia una bolita sobre sus rodillas. Cuando dijo que era precioso me puse en pie y me restregué contra ella demostrándole que estaba contento con eso y después alcé mi cabeza de nuevo para juntar mis ojos azules con los suyos... no entendía para nada a esa humana... pero ¿quien era yo para comprender a nadie cuando no me comprendía a mí mismo.

por **Evarne Lacuna** Lun Jul 02, 2012 9:31 pm

¡Ah! ¡Que monada! Está ronroneando y haciéndose una bolita en mis piernas. Es un ser adorable, como un gatito, pero parece más salvaje. La verdad es que los animales son mi punto débil, me encantan y no puedo resistir la tentación de quedarme con ellos durante horas. Transmiten una paz y un cariño... justo el cariño que yo necesito en estos momentos. Después de un año atrapada en aquel lugar desconocido, lo noto en estos momentos como una necesidad extraña.

-Mis padres siempre me decían que había que agradecer a las personas los buenos gestos que tuvieran conmigo. Decían que una buena duquesa sabía siempre cuando dar las gracias, y tu me has curado, es un buen motivo para agradecer.- Mi sonrisa es dulce cuando veo sus ojos azules, parece una criatura tan dulce e indefensa... Y lo curioso, es que realmente no lo es. Es un hombre grande y fuerte, no parece indefenso en su forma humana para nada.

La verdad es que no lo pienso mucho cuando lo cojo entre mis brazos, abrazándolo contra mi y dándole un besito en su cabeza. Me siento mal, pero los animales hacen que me sienta a gusto, aunque sepa de ante mano que es una persona. Cierro los ojos, intentando no pensar en lo que me ha llevado hasta allí, pero quiero volver a casa y cada vez está más cerca mi cumpleaños.

por **Rosard Hatter** Miér Jul 04, 2012 9:15 am

Estar en mi forma de Ocelote era agradable en ese momento por lo que me mantuve tranquilo y calmado para darle gusto a la chica. Escuché tranquilamente y suspiré interiormente, ella había tenido buenos padres al parecer, pero por alguna razón no parecía estar en el sitio adecuado en este momento. Me puse en pie en sus piernas y le lamí tiernamente la cara con mi lengua áspera de gato para darle ánimos, no sabía porque pero quería ayudarla... bueno, era un loco, todo se podía esperar de mí así que simplemente me dejaba llevar por mis impulsos, sobre todo porque no podía reprimirlos de ninguna manera.

De repente escuché que se acercaba algo a donde nos encontramos, moví mis orejas buscando la procedencia y me giré hacia los matorrales. De entre ellos apareció un perro callejero de gran tamaño y con malas pulgas, salté de las piernas y mientras gruñía dejaba que mi cuerpo se transformara en una pantera grande, el rugido fue transformándose con mi cuerpo. Dí un paso amenazante hacia él y al momento este se escapó quejándose aún cuando no le había tocado... resoplé y moví mi cabeza de felino mucho más grande.

Me volví a ver si había asustado de alguna manera a la niña que me acompañaba, esperando de todo corazón no haberlo hecho, después de todo para mi los niños eran sagrados.

por **Evarne Lacuna** Jue Jul 05, 2012 8:45 am

Mi risa se acentua, incluso río cuando noto aquellas lamitas en la mejilla, como si estuviera mimándome. ¿Tanto se nota que estoy triste? Supongo que si... Un año entero separada de mi familia y abusada de aquella manera, no dejaba muchos rastros de felicidad. Pero, no me queiro derrumbar. Cuando estoy fuera soy libre de no pensar en aquellas cosas, sino de ser yo misma, de volver a ser la niña de hace un año.

Justo cuando voy a volver a agradecerle, algo aperece de entre los matarroles, un perro enorme que parece enfadado. Y un perrito enfadado... Me tenso de inmediato, pensando hacia que dirección debo correr, pero el gatito sale de mi brazos convirtiéndose en algo mucho más grande. ¡Vaya! Le miro con la boca abierta, sorprendida de veras por el cambio repentino y ya no me importa el perro. Mis ojos se centran en los suyos durante unos minutos, asumiendo lo que estoy viendo y sonríendo de repente encantada. ¡Que hermosura! Jamás había visto un animal salvaje, ¡uno de los grandes felinos! Era realmente precioso.

-Nunca había visto una pantera-me acerco con tranquilidad, pues aunque parezca un animal salvaje ya se que es un hombre que no va a hacerme daño. Me agacho y acaricio su cuello con ambas manos.-¿Te transformas en humano? Podríamos dar un paseo antes de que tenga que volver

por **Rosard Hatter** Sáb Jul 07, 2012 11:02 am

No esperaba la repentina alegría que pareció dominar a la niña que había encontrado, normalemente los que me veían cambiar se asustaban o intentaban escapar... no me abrazaban y acariciaban con mimo diciéndome que era hermoso. Cuando me acarició el cuello no pude más que ronronear de gusto, ese era mi punto débil y en mi forma de gato era mucho más sensitiva que siendo humano, desde luego esa pequeña humana tenía unas manos mágicas.

Cuando me pidió que me transformara en humano asentí y agarré la ropa con mis fauces arrastrándolas hacia unos arbustos tupidos y cercanos donde ella no pudiera verme. Cuando uno cambiaba el cuerpo la ropa o acababa hecha trizas con el suelo esparcida... gracias a que había sido la primera, podía haberla escandalizado demasiado si hubiera salido desnudo de la nada. Una vez oculto volví a mi forma humana y me vestí con rapidez, aún estaba colocando mi chaqueta cuando salí de nuevo con el pelo revuelto y lleno de hojas.

- ¿Ensucié mucho la ropa? - pregunté mientras la señalaba y empezaba a revolverme más el pelo dejando que las hojas cayeran pero dándome un aspecto mucho más cómico-, la ropa estuvo en el suelo y Alex me va a matar- susurré con un gruñido antes de mirarla dándome cuenta de repente de que estaba allí- ¿entonces quieres dar un paseo?- de repente me quedé serio mirándola-... tu pelo parece que va a arder en cualquier momento... ¿está caliente? -alarga la mano para tocar un mechón.

por **Evarne Lacuna** Dom Jul 08, 2012 7:42 am

Le miro con curiosidad cuando coge su ropa y se aleja con ella. Curioso, la gente así, al transformarse, no lo hace con la ropa, eso quiere decir que... Me pongo roja de inmediato e intento pensar en otra cosa. He oído hablar de estos seres extraños que pueden convertirse en animales, mi madre intentó enseñarme sobre ellos varias veces, desde niña me los había nombrado. Lo que no sabía era el motivo del interés en ellos... Suspiro, pensando que ahora mismo ya da igual aquello. Está en el pasado y no se si volveré a saber de mi familia.

Alzo los ojos al escuchar una voz de hombre y tapo mi boca cuando veo como le caen las hojas del pelo, intento contener la risa que gana la batalla por completo. ¡Pero se ve muy cómico y no puedo evitar reírme! Aunque dice cosas que no entiendo, ¿quién será ese Alex que nombra? ¿Y por qué iba a matarle por ensuciar su ropa?

-Perdona-digo aún divertida- No está tan sucia...-Me levanto con un poco de dificultad, ya que aún me duele la rodilla del golpe, pero menos que antes.- Si me gustaría dar un paseo, llevo aquí un año y no conozco a nadie...-no quiero pensar en cosas tristes, ahora estoy a gusto... ¿Qué hace? Observo como alarga la mano y mis mejillas se encienden inevitablemente cuando toca un mechón de mi pelo. Aunque, lo que dice me hace gracia. ¿Cómo va a arder mi pelo?- ¿Co-como va a arder? -miro al suelo , dejando que lo toque si quiere. No se porque me he puesto nerviosa de repente.

por **Rosard Hatter** Miér Jul 18, 2012 8:52 am

Miré mi traje e hice una mueca, tenía algunas manchas de tierra en la camisa, la chaqueta tenía un pequeño raspón y los pantalones estaba algo manchados también, pero nada que no se pudiera arreglar. Encogiéndome de hombros volví a centrarme en ella, después de todo tenía la impresión de que no era más que una niña asustada... y a mi siempre me había gustado ayudar a los niños aunque al mío no pudiera hacerlo. Al pensar en esto se me hizo un nudo en la garganta pero lo aparté de mi cabeza moviendola como un perro para sacarme las últimas hojas de encima.

- ¿Como no va a calentar tu pelo?- dije mientras entrelazaba mis dedos con su melena sin pensarlo, como casi todo-, yo noto su calor, después de todo es del color del fuego, tiene que calentar- aseguro como si tuviera toda la razón del mundo y fuera muy lógico lo que digo.

Con una sonrisa en mis labios me di cuenta de que no tenía mi sombrero, soy un sombrerero, sin sombrero no soy nada. Así que recordé que estaría en lo alto del árbol, me colgué de una rama sin pensar y me alcé para buscar entre las hojas mi sombrero preferido y calarlo en mi cabeza. Me dejé caer de nuevo al suelo y lo golpeé ne la parte delantera para que se fuera hacia atrás y dejara a la vista mis ojos. Ese era un sombrero estupendo, yo mismo lo había diseñado y era de los primeros que se habían puesto bajo mi aguja, así que le tenía algo de cariño. Después agarré el bastón que estaba tirado por el suelo y me dirigí a la chica indicándole que se agarrar a mi brazo.

- Así te resultará más fácil caminar, por cierto, mi nombre es Hatter, Rosard Hatter, y tengo una sombrerería que está tomando prestigio en estos días... me agradaría verla por allí

por **Evarne Lacuna** Miér Jul 18, 2012 2:10 pm

Por unos instantes parece triste. ¿Por qué está triste? Le miré sin comprender, preguntándome que es lo que está pasando en estos instantes por su cabeza, pero se que no debo preguntar. A veces, el dolor de un mismo, es mejor mantenerlo bien adentro. No se puede contar a un recién conocido, ¿no? Aunque, en mi caso, las cosas son bien distintas. Si no cuento lo que me ocurre a alguien que acabo de conocer, ¿a quien lo haré? Después de todo, no los podré ver más veces a no ser que coincida con otras de mis escapadas...

Le miro a los ojos, aun más ruborizada que antes, al notar como entreleza sus dedos en mi pelo. Lo que dice no tiene sentido, aunque me hace sentir extraña y ponerme aún más roja. Siempre he sido tímida, pero es la primera vez que tengo a un hombre tan cerca y la primera vez que alguien me toca de aquella forma extraña. No estoy acostumbrada a este comportamiento.

-El color no significa que caliente.- sonrío levemente. Este hombre me cae bien, aunque a veces dice cosas extrañas. Le contemplo cuando se aleja y cuando salta a por su sombrero. No puedo dejar de mirarlo. Es... Diferente, ¡pero me gusta!- ¡Es bonito! ¿Puedo ponérmelo? -le miro con un brillo en los ojos, hace mucho tiempo tenía hermosos sombreros en mi armario, pero ahora...- Yo soy Evarne Lacuna, un gusto señor Hatter.-En Grecia o en el sacro imperio romano, mi nombre sería conocido, pero en París no lo tengo del todo claro. Le hago una leve reverencia, haciendo una mueca por el dolor de rodilla.- Ay...-me cojo a su brazo como dice e intento olvidarme de ello. Será lo mejor...- ¿Puedo llamarle Rosard? Cuando vivía en Grecia tenía muchos sombreros, ojalá pudiera ir a su tienda.- mi sonrisa es soñadora, pensando en que, si estuviera libre podría ir y comprarme alguno. Si son tan bonito como el que tiene puesto, ¡seguro que sería divertido!

por **Rosard Hatter** Jue Jul 19, 2012 9:39 am

- Pues yo lo noto caliente - refunfuñé mientras sacaba suavemente mis dedos de su melena, con cuidado de no tirar de ella.

Cuando preguntó si podía ponerse mi sombrero sonreí y lo dejé con cuidado sobre su cabeza, le quedaba algo grande y sonreí al verla con él. Mirandolo mejor... a ella no le quedaba bien ese tipo ce sombrero, uno más pequeño, con colores suaves, quizás incluso blanco... el blanco sería como poner una rosa blanca entre llamas, sería hermoso. Con esta idea en mi cabeza empecé a darle forma al sombrero perfecto para su cabeza y la miré preocupado cuando se quejó por su rodilla.

- Puedes hacerlo, puedes llamarme como quieras- dije mientras miraba hacia arriba pensativo-, ese sombrero no es el perfecto para ti, pero creo que si que tengo uno que quedaría hermoso, los colores claros son los que vienen bien para ti- comenté mientras llevaba uno de sus mechones tras su oreja.

La guié unos pasos por el sendero y después giré hacia uno que nos llevaría a la zona donde la demás gente estaba paseando. Con mucho cuidado vigilaba sus movimientos por si se tropezaba poder agarrarla.

- Te regalaré un sombrero para que puedas presumir de él... después de todo nadie hace mejores sombreros que yo.

por **Evarne Lacuna** Vie Ago 10, 2012 7:36 am

Mi sonrisa se ensancha notablemente al notar como pone su sombrero en mi cabeza. ¡Casi ni veo! No puedo evitar reírme mientras llevo las manos a el y volviéndome para contemplar a la persona que me acompaña de forma divertida. Estoy segura de que me veo ridícula, me viene enorme y es como si fuera a quitarme la visión si lo suelto, pero así me resulta divertido y sigue siendo bonito. Aunque claro, le queda mejor a Rosard que a mi.

-¿Me queda bien?-no puedo evitar reírme más. Seguro que no. Entonces empieza a hablar sobre un sombrero y le miro con una enorme curiosidad. ¿Colores claros? Si, normalmente me vestía con esos tonos, como un azul celeste... Me encanta ese color. Me ruburizo al notar como pone un mechón de pelo tras mi oreja y bajo la mirada al suelo. Me siento... extraña.

Sigo caminando a su lado, pensando en la cantidad de cosas que he perdido y dejado tras de mí en Grecia. Sería divertido haberle conocido allí, donde podría volver a verlo y comprarle los sombreros, que, con seguridad, serán todos muy hermosos. Pero en la situación en la que estoy, probablemente ni siquiera vuelva a hablar con él. Un leve suspiro sale de mis labios y le mira con una triste sonrisa. Ojalá todo fuera diferente.

-¡Sería genial que me regala un sombrero! Pero... ¿Cómo volveremos a vernos? Siempre que salgo del lugar donde estoy encerrada es porque me escapo. Dudo que volvamos a encontrarnos, París es muy grande...

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