Michaella Kozlova

por **Michaella Kozlova** Jue Jun 28, 2012 12:06 pm

Nombre del Personaje
Michaella Kozlova
Edad
18 años
Especie
Humano / Humano
Tipo, Clase Social o Cargo
Realeza - Baronesa de Rusia
Orientación Sexual
Heterosexual
Lugar de Origen
Nóvgorod, Rusia

Descripción Física

Físicamente es la perfecta combinación entre su madre, de quien reniega, y de su padre que nunca conoció. De no tener el cabello tan largo, usar faldas y tener unas cuantas curvas menudas, la confundirían a menudo con un chico. De complexión atlética por vivir escapando, trepando, corriendo, saltando. Delgada porque la comida no abunda en su vida. Un poco más alta que la media normal en las mujeres lo que provoca que encorve los hombros y camine como si se avergonzara de su estatura. Cabello de fuego en la cabeza, ojos que puedes mirar embelesado olvidándote de que detrás de ese par de océanos azules y cristalinos, hay una mujer espiándote y una constelación de pecas ubicada en su cara. En el centro una nariz que no es la favorita de su dueña por ser ancha y nada fina y un poco más abajo, un par de labios gruesos y rosas que hacen que cuando la mires, no sepas muy bien qué te llama más la atención. Todo resalta sobre su piel blanca lechosa y se complementa con la expresión de enojo y desaprobación constante que ha aprendido a llevar desde muy chiquita. El cabello lo lleva siempre suelto, ondulado, peinado al capricho del viento. Las ropas holgadas y de colores opacos para no llamar la atención demasiado. Ya suficiente con parecer que tiene la cabeza envuelta en llamas.

Descripción Psicológica

Es un poco difícil pero no es una mala persona, los animalitos le derriten el corazón mientras que ciertas personas sacan lo peor de ella. Es una niña con cuerpo de mujer que se niega a crecer y a madurar porque le han pintado el panorama de adulto bastante desagradable. Puedes verla más trepada en la rama de un árbol leyendo que acompañando a su madre a misa por mucho que la última se lo ruegue o amenace. Sabe utilizar una espada, o más bien un palo de madera y aunque no tiene idea de cómo usar un arco, se las apaña muy bien con su propia mano y una piedra. No cree en Dios y no va a la Iglesia, tiene muy firme la creencia de que la única que va a cuidar de ella será ella misma y no espera nada de nadie porque sabe que la gente tiende a decepcionar. Odia las injusticias contra los más débiles y está más que dispuesta a pelearse con una madre enojada que golpea a su hijo a la mitad de la calle. Siempre lleva una expresión de enojo y desconfía enormemente de la gente que apenas conoce pero si logras ganarte su confianza, tal vez, sólo tal vez puedas ver que es una niña gential, amable y divertida.

Historia

Erase una vez en Rusia una princesa con quien el universo parecía querer jugar. Una princesa rara que no era hija de un rey, no vivía en un palacio, no tenía mucho dinero, tampoco posería un montón de vestidos hermosos para cambiarse todos los dias. Esta princesa era hija de una campesina y el hombre del que se enamoró. Oh si. El amor es una constante grande para que esta historia suceda. Sólo bastó un encuentro. El se quiso desentender y fingir demencia ante el asunto, quiso hacer oidos sordos y argumentar que esa niña podía ser hija de básicamente cualquier hombre en el mundo entero que hubiera tenido la desdicha de encontrarse con la campesina. Nadie hizo el esfuerzo por hacerlo entrar en razón pero cuando una niña pelirroja y pecosa fue a buscarlo diciendo que su madre había muerto y que estaba sola, no pudo resistirse a ser un padre por primera vez en la vida. Al final padre e hija fueron inseparables hasta la muerte del primero.

Pero esta historia todavía no comienza, la pelirroja pecosa que ahora tenía un padre no es la protagonista que nos reúne a todos aquí. Michaella, en estos momentos, ni siquiera es una idea concebida en la mente de su madre, ni de su padre. No desesperen, ya llego a la parte interesante.

La pelirroja pecosa ahora con padre se llamaba Anna. Un nombre simple para una mujer simple, otra princesa sin reino, sin dinero, sin vestidos y sin madre. La princesa que tenía un padre, una cabaña, una vaca y un corazón ingenuo. Todos los días se levantaba muy temprano, ordeñaba la única vaca que les daba de comer y llevaba a vender la poca leche que vendía al mercado. Y luego regresaba caminando e iba a cuidar a su padre que ya estaba enfermo y débil. Era una vida simple y ella estaba conforme, no aspiraba a nada más y hasta ese momento, el universo, el mismo que había jugado con su madre, parecía haberse olvidado de ella.

Pero en toda vida de una princesa, en todo cuento de hadas siempre hay un príncipe, y un ogro malvado y en este cuento los dos fueron interpretados por la misma persona, el mismo hombre. Un par de ojos grises que miraban a la princesa todos los días, mientras hacía el mismo recorrido de ida y de regreso. Una mente que divagaba cuando los ojos iban detrás del cabello de fuego y las ropas humildes, una piel que le quemaba mañana, tarde y noche por querer tenerla. Y fue un príncipe cuando la conoció, cuando la cortejó y se ganó no sólo su confianza sino su corazón. Fue un príncipe cuando le llevaba flores, cuando no le dijo que nunca podrían casarse, cuando le robaba besos a la luz de la luna. Era un lobo disfrazado de cordero que se quitaría el disfraz cuando por fin hubiera obtenido lo que quería. Y cuando obtuvo lo que quería, desapareció. Y el universo volvió a hacer de las suyas. Y es así como llegamos a Michaella.

De nombre Michaella, por significar "La que se parece a Dios". De apellido Kozlova por una madre soltera y un abuelo enfermo. Otra princesa pelirroja sin reino, sin dinero, y al parecer sin suerte. Una niña que estaba destinada a repetir la misma historia que su madre a quien detestaba y de su abuela a quien no conoció. Mejor conocida en el barrio donde vivía como la "Cazadora de Gatos", al menos hasta que decidió que cazar gatos no le dejaba más que una mascota resentida que luego escapaba y un montón de arañazos por todo el cuerpo. Luego consiguió otro hobbie: Trepar por las paredes. Y luego otro: Armar torneos de "espadas" con los niños del pueblo. Pronto era conocida como la pelirroja que causaba más problemas de los que solucionaba. Andaba por todos lados con las ropas sucias y hechas girones, heridas en las rodillas, el cabello al viento y un montón de cosas inservibles en los bolsillos. Su madre la regañaba, tal vez porque sabía que por sus venas corría sangre "azul" y tenía que aprender a comportarse como la gente por si un día su padre venía por ella, se lo dijo mil veces hasta que la niña de diez años, harta de tanta diatriba, se cortó el brazo con un cuchillo y le enseñó la sangre roja que caía por su brazo.

"Roja. ¿Lo ves?"

Comenzó a tener pretendientes cuando llegó a los 13 años, que si el hijo del vecino, que si el primo del carnicero, que si aquel muchacho que iba siempre a caballo paseando por el campo pero ella no se daba cuenta o los ignoraba muy bien, prefería retarlos a una carrera, a una pelea, prefería olvidarse de ellos. Sabe de la maldición que tiene su familia, o más bien que se inventó cuando supo su historia, sabe que un ogro vendrá por ella disfrazado de príncipe azul, pero está preparada para ello. No le va a costar tan poco trabajo hacerla caer.

Datos Extras

- Todavía no tiene idea de que ella es Baronesa de Rusia. Vive en el anonimato en algún lugarcillo de su ciudad natal sin enterarse de nada más que su padre fue alguien importante ahí.

- Sufre de alergias recurrentes cuando se pone nerviosa y cuando no sabe qué hacer, se le llena el cuello de ronchas rojas que le dan comezón y arden mucho.

No se me ocurre otro dato extra ¬¬U

por Invitado Jue Jun 28, 2012 3:32 pm

FICHA ACEPTADA
Bienvenida a Victorian Vampires

Michaella Kozlova

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Re: Michaella Kozlova