Donovan Loch

Nombre CompletoClase
Donovan LochMedia

EdadNacionalidad
50 añosIrlandés

RazaSexualidad
LicántropoHeterosexual

Donovan es una persona normal y corriente con sus pros y sus contras. Es más bien tirando hacia lo serio y callado pero solo en ocasiones, no se calla nada en lo más mínimo si es que lo que tiene que decir es algo relevante u importante. No suele meterse en problemas a menos que diga algo que piensa y sea importante y realmente puede buscarse grandes problemas… No es el tipo de hombre que esté sonriendo y riendo en todo momento pero si es cierto que le gusta picar a quién le llama la atención y ver sus reacciones, ya sean buenas o malas, normalmente es lo segundo, pero poco le importa.
No le gusta que le molesten cuando está trabajando a no ser que sea algo que se le necesite urgentemente.
Es un hombre fiel a sus ideales, su raza y a las personas. Cuando apuesta por alguien es porque está seguro de que esa persona realmente lo vale, es buena persona y merecedor de su fidelidad, no cabe duda que si él confia en esa persona podrá ser de buena confianza para cualquier persona, pues no confia en demasiadas.
Le encanta pasar su tiempo libre en el campo, echado al sol rodeado de animales preparados para la carne que él manejará en pocos días o quizás no. Es tranquilo y dificil de romper su estética de tranquilidad. No le gusta que las cosas se hagan rápido pues entonces todo se hace mal.
Le gusta vivir la vida tal y como es, es feliz con lo que tiene y nada más, no pide o intenta tener algo sabe que no podría permitirse nunca. No persigue tener más de lo que tiene, con ello se conferma y le sobra.
Ante el amor es más bien posesivo y bastante celoso, como tiene pensamientos de la época, piensa que una mujer es para tener hijos, que pasen su vida junto al hombre que les ame y les cuide mientras el hombre lleva el dinero al hogar con arduo trabajo.

Donovan nació en Irlanda, país de fantasía y seres fantáticos, donde la música tiene vida propia y la noche es el día para los sobrenaturales. Nació en una familia sencilla con un pequeño puesto de carne y que con el cual podían vivir más o menos, pagando la renta y comiendo todos los días casi sin problemas, aunque viajaron a París cuando él era muy chico, a pesar de ello siguió dedicándose a lo mismo, la carne. No tuvo una vida ni muy difícil ni muy fácil, fue carnicero a muy poca edad, pues fue a la escuela hasta aprender lo más básico y luego comenzó a trabajar sin descando, trabajando la carne día a día y sirviendo a sus clientes. Hacía encargos de carne para los nobles de la zona e iba y venía en cuanto se le pedía el pedido, de inmediato lo preparaba y corría.
Trabajaba duro, dormía lo necesario y entre esos quehaceres totalmente diarios y monótonos, conocío a una de sus clientas que de vez en cuando iba a comprarle carne pues vivía exactamente al lado de su casa, cerca de donde tenía su puesto. Al final descubrió también que eran vecinos, puerta con puerta, esa chica a la que tanto le llamó la atención vivía tan cerca de él que ni siquiera se había percatado de ello. No es que se fijara demasiado en quién tenía viviendo al lado, no era de gustos cotillas era más de vive y deja vivir.
Pero desde que la vio no pudo dejar de esperar a volver a verla tanto cerca de su casa como por su tienda de carne.
Una noche la pillo saliendo en dirección al bosque, pensó que era totalmente raro que una mujer saliera en esa dirección sola y de noche, pues era peligroso. La siguió aunque para cuando quiso encontrarla no pudo, asique estuvo vigilandola cada noche, descubriendo que se reunía con un grupos de personas igualmente armados que ella, no sabía si irían a atacar algo o... hacer algún ritual. Estuvo muy atento muchas veces y lo que hacían era dar vueltas por el bosque como si estuvieran vigilando algo... como si vigilaran algo peligroso, no se veían guardias pero relamente lo eran ¿Qué eran? No lo sabía, indagó pero no recabó ninguna información demasiado importante como para entender lo que hacían realmente.
De vez en cuando la veía con un hombre que la acompañaba por la noche aunque de día nunca la veía con ella... ¿sería que.... un amante? No lo creía realmente pero siempre se le veía esa idea a la mente y tenía tanta envidia del hombre que muchas veces pensaba en él, estando de la misma manera que aquel hombre tan misterioso.
Una noche de luna llena, parecían más extrovertidos, se movían de un lado para otro, en un momento perdió de vista a la mujer que cada día le gustaba más. La buscó pero no la encontraba, de repente la vio de nuevo con aqul hombre y sin querer se resvaló e hizo un fuerte sonido al hacer crugir. Llamó la atención del grupo de compañeros de la mujer y fueron hacia ella, hacia donde ellos dos se encontraban, sus miradas cambiaron a horror y preocupación automáticamente. El grupo de compañeros llegó al lugar y precisamente apareció como un grupo de lobos, aunque no podían ser... porque eran tan... anormales. Pero sus orejas y su cola, incluso su pelaje, dientes y aquellos ojos relucientes lo tenian. Todos empezarón a atacar y luchar. Los ojos de Donovan seguían en todo momento a la mujer que en uno de sus movimientos ante la poca luz, disparó una flecha al hombre junto con el que había estado incluso antes de conocerla. Ante la sorpresa de Donovan, aquel hombre se deshizo como en polvo, se deshizo como si fuera quemado o quebrantado como un plato de porcelana y luego desecho en polvo ¿Cómo? Ni lo sabía ni lo quería saber, automáticamente corrió hacia su casa, pero algo le mordió por el costado y aunque gritó pues empezaba a tirar de su propia carne, nadie le escuchó, la bestia paró en pocos segundos que se le hicieron amargos y eternos, la criatura se fue corriendo como huyendo y él ante su situación no corrió pero si andó rápido ante el miedo y la angustia de que alguien le cogiera.
Llegó a su casa y curandose con simples gasas y agua, se acostó ante el cansancio y el dolor en el costado que no se le atenuaba. Al día siguiente, en la mañana se levantó totalmente... perfecto, al parecer se le había ido aquel fallito que tenía en la vista al no poder ver a lo lejos, ahora veía incluso mejor de lo que veía cuando estaba bien. Poco a poco se dio cuenta de que había cambiado, se miró la herida por si tenía que limpiarla y allí ya no había nada, solo sangre que manchaba la gasa, pero no nada más. Cargando la mercancía observó que no pesaba nada, era más fuerte, más veloz... No sabía exactamente lo que le estaba ocurriendo pero en cierta manera dejó de lado a la joven, aunque no del todo... la seguía vigilando...

- Sabe manejar los cuchillos tirandolos en la distancia por su trabajo.
- Le gusta la lluvia y los olores que trae luego de ello.
- Es introvertido más bien.
-Le gustan los perros ahora que él... lo es en parte.
- Odia los gatos.

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