Portia Allston-Wilde

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN FÍSICA

Portia lleva plasmado en cada recoveco de su persona la herencia puramente escocesa de su familia, erradicando cualquier duda en que la inmortal es oriunda de los territorios conformantes a las comúnmente llamadas “Tierras Altas”.
Una piel pálida lisa y que solamente toma aspecto vivaz cuando su dueña se alimenta destacan automáticamente a quien se atreva a poner vista en ella. El segundo rasgo envolvente serían sus penetrantes ópalos azules, tan despejados como el cielo veraniego y a su vez tan profundos como el océano menos explorado. Poseedores de una exquisita forma rasgada, pocas son las personas que no se perderían momentánea o eternamente en la mirada de aquella dama de palabras medidas y movimientos delicados.
Una larga cabellera oscura como la misma noche corona de forma majestuosa el retrato de la condenada, enmarcando el tono de la piel de Portia así como el color propio de sus ojos, haciendo de aquel juego enigmático y atrapante de colores una ensamblaje perfecto para la contemplación de los curiosos, siempre encantada con aquella belleza etérea y secretamente letal al mismo tiempo.

La vestimenta de la vampiresa es acorde a lo que debe ser frente a la sociedad; una mujer distinguida y de clase alta de la que verdad poco y nada se sabe, pues siempre un halo de misterio envuelve a la morocha, quien no pierde mucho tiempo en relacionarse con los humanos, salvo que desee algo de ellos… Algo más que su sangre.
Su peculiar altura y delgadez en cierta forma parecen reafirmar la sensación de elegancia y distinción en la escocesa, quien generalmente no suele pasar desapercibida. Y eso va mucho más allá de su incorporada habilidad sobrenatural para atraer a sus presas.

Cuando es momento de salir de caza por las noches, los atuendos se tornan considerablemente más cómodos no por ello menos refinados, la elegancia para Portia es esencial en todo momento, incluso cuando sus ropajes fuesen a ser manchados por la sangre tibia de sus victimas.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Muchos podrían creer que siete siglos de existencia llevarían a conformar una mente perfecta, repleta de conocimientos en donde los errores no tuviesen espacio en absoluto, pues tantas experiencias de vida, tantos bosquejos mal hechos solo pueden desbocar en una obra perfecta, sin falencia alguna. Pero la realidad dicta que el asunto es no es tan así como se expone, es más, Portia ha podido comprobar a lo largo de su existencia terrenal que mientras una pizca de humanidad exista dentro de la esencia de un inmortal, este jamás verá la perfección en sus actos ¿Por qué? Porque el acto más humanos de todos es errar.
Así que con cierto apego a la poca humanidad que reside aún en su interior, la escocesa ha aprendido a no desligarse de esa forma de sentir -que a su manera de ver las cosas- es lo que le ha hecho soportar el transcurso del tiempo frente a sus ojos, con las perdidas y cambios que esto involucra. Solo una mente con un dejo de humanidad podría tolerar el peso que implica vivir por siempre, contemplando desde un altar especial como las épocas se desmoronan, como las sociedades mueren y nacen cíclicamente, como la Tierra se corrompe cada día mas…

Portia es una dama que no le teme a la muerte, pues tanto en su nueva vida como en aquella que dejo atrás al ser convertida ha sabido tener contacto con el plano que va más allá de la existencia física. Aun reminiscente de sus días como bruja nigromante, resguarda en su mente todos y cada uno de los hechizos que aprendió durante su vida mortal y cuales comparte con personas que a su peculiar visión sean merecedores de tal privilegio, de tal dulce maldición.
Cuando el sentimiento de temor se pierde, nace la necesidad de explorar, de conocer en profundidad y eso es a lo que se ha dedicado Portia en todo este tiempo. La inmortal nutre su mente de conocimientos como sus faringes de sangre cuando se alimenta de sus victimas. El tener consciencia de todo lo que le rodea no puede darle más que sino el poder para enfrentarse a todo lo que desea sin la chance de salir perdiendo. Es por eso mismo que la condenada jamás mostrara titubeo alguno a la hora de enfrentarse a sus obstáculos, los que a su edad ve como torres de naipes, simple de derrumbar con un delicado soplido.

Inteligente. Elegante e inteligente ¿Acaso una dama podría tener armas mas letales que esas? Sí, un par de colmillos afilados, una serie de habilidades tormentosas para la mente de sus presas y una sed de sangre que solo tanto tiempo de vida pueden llegar a enseñar cómo controlarse. Portia es consciente de su lado mas instintivo y salvaje, ese que nace a la hora de ingerir el elixir que la mantiene con vida y solo el aprendizaje propio del trascurso temporal le ha enseñado a controlar su lado vampírico ante toda situación, ante todo lugar. Es su mente protocolar y reservada la que no permitiría jamás un bochorno innecesario frente a otros, menos en estas instancias donde los vampiros son vistos como monstruos que la Iglesia debe exterminar. Sonríe cada vez que recuerda como en épocas pasadas los seres como ella eran hasta alabados por ciertos grupos de la sociedad a cambio de su protección, a cambio de su sagrada y preciada sangre, la que se dice puede sanar muchas dolencias humanas a nivel físico.

¿Pero existe un lado oscuro en esta dama de etiqueta y estudios majestuosos? Claro, así como los humanos poseen su lado oculto, impregnado en vileza los seres de la noche también conocen de ese recoveco malicioso y perverso residente en toda persona. Portia no ve a la muerte como castigo para aquellos que no tolera, no, ella busca la “muerte en vida” de sus enemigos. Generalmente gusta de torturarlos psicológicamente, hacerlos sufrir de ese modo que para ella no tiene cura alguna ¿Cómo? Arrebatándoles lo que más adoran en este mundo, haciéndoles la idea de que jamás lo tendrán de nuevo, o simplemente borrándoles completamente todo rastro de memoria gracias a sus longevas habilidades como inmortal.

Portia es una inmortal donde residen todos los sentimientos humanos y sobrenaturales al mismo tiempo, salvo que es su mente la encargada de optar por cual faceta dejar al descubierto según la ocasión.

HISTORIA

Portia llegó al mundo en el siglo XII, en una tormentosa y típica noche de invierno en las tierras altas de Edimburgo. Segunda hija del matrimonio conformado por Henry Wilde y Amanda Allston, ambos trabajadores de la tierra y sus cultivos, abocaron sus atenciones junto al pequeño Elliot de ocho años a que la niña no sufriera los contratiempos característicos de la gélida estación que la humilde familia venia confrontando con firmeza.
Creciendo en un ambiente natural, la pequeña Porty –como solían denominarla sus familiares- demostró gran apego hacia la fauna y flora de su querida tierra natal, gustando de pasar horas con los animales de la granja anexa a su hogar y que era propiedad de sus abuelos maternos, ancianos dedicados a la cría y venta de cerdos.
Pese a la sencillez con la que la familia vivía nada les faltaba, e incluso su madre era la encargada de hacerse un tiempo a diario para enseñarle a leer y escribir a la niña, fomentando así el lado intelectual de aquella infante de hermosos ojos azules y oscuros cabellos lacios.

Con la adolescencia, Portia vio partir a su hermano, quien había contraído nupcias con la hija de una familia amiga a la suya, embarcándose ambos jóvenes en un extenso viaje tras la decisión de buscar una mejor vida fuera del país. Aunque la noticia apeno a los conformantes de la familia, los deberes del hogar y otras responsabilidades no dejaran mucho espacio la el sentir propio de la tristeza. La vida continuaba y había que hacerle frente a los sucesos que se presentaban. Aquella mentalidad era propia de la familia paterna de Portia y no tardó en ser añadida a todos aquellos que rodeaban al firme y honrado señor Wilde.

Con una edad suficiente como para observar al mundo desde otras perspectivas, Portia se aboco en prestar mucha atención a las historias y consejos de su abuela materna, una anciana muy instruida y que parecía tener una sabiduría infinita. La fascinación de la adolescente para con la mujer era tan obvia que con el pasar del tiempo y aunque sus hogares estuviesen a escasos metros de distancia, la muchacha se mudo a vivir con sus abuelos.
Ante aquel gesto de amor y confianza el secreto de la familia materna le fue finalmente revelado a la jovencita. Un linaje inimaginable de hechiceras se ocultaba bajo el humilde apellido Allston. Incrédula por lo que ahora sabia, la damisela solo demostró mayor interés y curiosidad por saber todo lo posible acerca de aquellas mujeres que a lo largo de su existencia habían afinado sus habilidades especiales para el bien de las sociedades, que pese a su buen obrar siempre terminaban por perseguirles con el fin de entregarles un destino fatal. Por esa misma razón Amanda, su madre y Portia eran las únicas tres mujeres del linaje Allston que podían continuar con tal legado. El peso de la responsabilidad caía ahora sobre los hombros de una joven que comenzaba a dudar de si aquellas enseñanzas traerían consigo el mismo destino que otras de sus antepasados.

El tiempo transcurrió, trayéndole a Portia conocimientos excepcionales de los que poca gente sería capaz de imaginar. La muchacha demostraba ante su madre y abuela gran capacidad a la hora de adquirir, de nutrirse con aquellas enseñanzas milenarias. Pócimas, hechizos de sanación y más eran ejecutados con destreza perfecta; no había duda alguna que el destino de Portia era el de ser una gran mujer que escondía tras su inteligencia a una bruja sumamente poderosa.
Finalmente los días de curiosidad, de necesidad de expansión arribaron a la mente de la damisela, llevándola a los sectores oscuros existentes en el mundo de la magia. Envuelta en la incertidumbre de si hacerse o no con tales conocimientos, Portia cayó en las redes del contacto con seres del mas allá a través de la disciplina nigromántica. Las dos mujeres restantes de la familia advirtieron a la más joven de los peligros que el trato con seres no vivos podrían ocasionarle, pero ante la gran destreza de la muchacha al contacto con almas errantes creyeron que todo estaría bien, Portia era una chica prudente y seguramente por si misma se daría cuenta hasta donde avanzar. Pero lamentablemente no fue así. Años después, tras ya encontrarse comprometida con un buen hombre que sus padres le habían presentado, Portia decidió salir una noche guiada por un espíritu que conocía hace tiempo y que ahora le prometía llevarle a un sitio donde la recompensa a sus conocimientos seria entregada. Curiosa como la que más, la mujer no dudo un instante en ir tras la huella de su acompañante fantasmal. Y la sorpresa no tardó en hacerse presente; ante sus ojos un hombre enigmático, de poco hablar pero de una belleza descomunal se reveló como aquel que le entregaría el trofeo del conocimiento más grande, mismo que solo puede venir de la mano de la eternidad. Sin comprender mucho de lo que el caballero hablaba, Portia no tardó mucho en caer encantada bajo las habilidades de quien sin dudarlo mucho acabó con la vida mortal de la escocesa para luego transformarla en uno de los de su clase.

De una noche para otra, Portia había perdido su vida y su familia, pues ya no podría regresar nunca mas con ellos, no siendo lo que era ahora. Por otra parte y sin entenderlo, tendría frente a su persona el paso del tiempo como algo secundario, su vida jamás acabaría y podría hacerse con todos los conocimientos que siempre había anhelado ¿Ese era el precio a pagar por tal deseo? No lo sabía, pero siguiendo los dichos de su padre, no tenia más que enfrentar lo que ante su vida se había manifestado. Ahora era una vampiresa y debía acostumbrarse a vivir eternamente como tal.
El paso de los años, de las décadas, de los siglos fue amoldando a Portia hasta convertirse en lo que es hoy en día; una mujer con un gusto exquisito y que solo irradia elegancia y conocimientos, factores que le han hecho ganar un sitio respetado en todas las sociedades en las que ha existido. Pese a viajar por el mundo jamás abandono a Escocia por completo, pues lleva a su tierra natal en el corazón, como una de las pocas cosas que la hacen sentir humana cuando es necesario. Curiosamente se encargó de crear un linaje de brujos, a los que ha ido entrenando y traspasando sus conocimientos nigrománticos a través de las generaciones. Se rumorea que los últimos en recibir tal obsequio han sido humanos de sangre azul. Así es, la inmortal se ha encargado de que la realeza de las tierras altas lleve como secreto el don de la hechicería que ella misma les ha ofrecido ¿A cambio de algo? A cambio de todo y nada a la vez, solo Portia sabe la finalidad de sus misteriosas acciones.

DATOS EXTRA

_Amante de la música, toca el piano majestuosamente.

_Viaja constantemente ¿Sus destinos? Edimburgo y Paris los mas frecuentes.

_Es creadora de dos vampiros, a los que trata como sus hijos.

_Conoce varios idiomas, para ser exactos, seis.

_Tiene un gusto particular a la hora de alimentarse, buscando cambiaformas para saciar su sed.

_Por adoración a su familia materna, ha decidido cambiar el orden de sus apellidos a la hora de presentarse ante otros.

gracias a αgusτınα• de sourcecode