AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Micaela Serena Everett Dubois.
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Micaela Serena Everett Dubois.
Datos Personales:
-Nombre y apellidos del personaje:
Micaela Serena Everett Dubois
-Sobrenombre:
Mic, Mica, Ela, Pequeña Mic.
-Raza:
Humana.
-Edad:
9 años.
-Actividad:
Estudia, puesto a que solo tiene 10 años.
-Nacionalidad:
Canadá.
-Orientación sexual:
Heterosexual.
-Estado civil:
Soltera.
Descripción física y psicológica:
-Descripción física:
Cabellos castaños, normalmente lisos, pero siempre con algún tipo de adorno en ellos. Sus ojos son almendrados color verdosos y profundos, adornados con pestañas largas y ennegrecidas. Sus labios son pequeños y rosaditos, siempre acentuados con una bella sonrisa para mostrárselo a todos aquellos que son amigos y allegados, de los suyos. En conjunto, su rostro es redondo pero su color de piel tilda mucho a alejarse de la palidez, sino más bien ronda cercano a un cole medio normal. Si demasiado morena ni demasiado blanquecina. El cuerpo es delgado y plano, aun sin desarrollar en todo su conjunto, aunque está en ello y poco a poco se está convirtiendo en una mujercita bienavenida, pobre de aquel que le diga lo contrario. Su altura no es otra que un 1.50 y su peso es de 44 Kl. Cómo dato sin revelar, hay que mencionar que tiene una marca de nacimiento con forma de flecha cercano al vientre, es bastante pequeña, y también tiene tres lunares con cuyo conjunto triangular en el yugular, la parte trasera de su cuello. Aunque normalmente este último poco se ve ya sea por sus cabellos sueltos o por un sueter bien subido. Otro dato a mencionar es su odio inverosímil al color rosa, ni ella misma sabe el porque, pero simplemente no le gusta por lo que jamás la veremos vestida de dicho color.
-Descripción psicológica:
Se le podría haber considerado la hija perfecta. Siempre tranquila y bastante obediente, como a todos los niños le gustaba divertirse y jugar de vez en cuando pero siempre manteniendo la cordura de llegar a tiempo a casa para ayudar a mama con las cosas de la casa. Odia profundamente el pimiento y el color rosa es su martirio personificado, pero esos son detalles que apenas cuentan en su personalidad. Solía ser jovial y alegre, siempre con una sonrisa dibujada en los labios para todo aquel que le fuera conocido y amigo. Sin duda también destacaba por su inteligencia, nada sobrenatural viniendo de una niña de nueve años pero solo un poco por encima de lo normal por su deleite con la lectura y dándole rienda suelta a su imaginación.
Sin embargo la muerte de Carlotta –su madre- cambio por completo su personalidad, sus sentimientos y emociones. Ahora es una niña mucho más cacera que antes, sale de vez en cuando como todos, pero cuando lo hace es capaz de permanecer horas y horas a las afueras sin pronunciarse con nadie y sin decir donde ha estado. Es mucho más callada y silenciosa, piensa demasiado las cosas antes de manifestarse o acatar alguna orden directa. Su encierro solo ha provocado que su temor por los lugares oscuros y cerrados se fomente más y más, siendo esta la única cosa que la ata a su inocencia, por llamarlo de alguna forma.
Permanece horas en silencio, callada y enmudecida. Ya sea leyendo algún libro, caminando sin más o manteniendo la mirada fija en cualquier objeto. Desde la muerte de su madre y el retorno de Elora a Canadá no ha hecho otra cosa que mantenerse de esa forma, según los psicólogos ''se ha encerrado en su propia mente, en su mundo perfecto, y no saldrá de él tan fácilmente''. No es rencorosa, nunca lo ha sido y jamás lo será. Sin embargo tiene que admitir que hasta cierto punto se cree culpable de lo ocurrido pues si hubiera sido mayor hubiera impedido la muerte de su madre.
Culpa hasta cierto punto a su padre –actualmente en paradero desconocido- y en menor medida a Elora. Al primero por abandonarlas, por ser el primero en dejarlas a un lado y a la segunda por no estar presente y llevar su día a día como si nada hubiera pasado. Sabe que lo necesita, pero aún así a veces no puede evitar sentirse mal con ella y por ello. Habla a solas, escribe a solas, juega a solas y poco a poco cae, continua cayendo y se va perdiendo. Todo ello, a solas. Porque ya hace mucho tiempo que dejo de ser una niña frágil e inocente, ahora es tan triste y melancólica como aquella tonalidad que florece cada día, el atardecer.
Historia y familia:
-Historia:
La historia comenzó hace poco más de 25 años. Nadie sabía que la historia cambiaria de la noche a la mañana y que un mero accidente automovilístico haría que un forastero se integrara en la vida y en la leyenda del pueblo alejado en Canadá. Él un antropólogo forense que procedía de la ciudad más cercana tras haber realizado uno de sus trabajos en una exposición, quizás cabe a destacar que nunca se le dio bien orientarse, tal vez sea esa la razón por la cual confundió el camino. En vez de continuar la trayectoria directa al aeropuerto más cercano, su vehículo se desvió a los alrededores de un pueblo de Canadá. Fue ahí, cuando la fuerte lluvia golpeaba el capo del coche y la oscuridad hacia la visión nula, cuando algo golpeo la parte delantera.
Un accidente. Bajo del coche a toda prisa pensando en que podría haber atropellado a algún cervatillo, sin embargo en lugar de encontrarse alguna bestia de dos cuernos se encontró a si mismo con una de las mujeres más hermosas que jamás había visto a lo largo de su vida. Ella, Carlotta Everett. Por suerte solo fue un toque, y más bien las heridas que tenía la joven procedían de un accidente anterior al suyo, en aquel momento no cuestiono ninguna de sus palabras y siguió sus indicaciones para llevarla al pueblo más cercano, su hogar, Canadá.
El tiempo pasó, ella se recupero de sus heridas y se enamoraron, la más clásica de las historias de amor. Pasaron tres años hasta que sucedió el primero de los acontecimientos que marcaron su vida, en nacimiento de su primogénita, Elora I. Everett. Posteriormente todo siguió desarrollándose como siempre, todo era un remanso de paz y tranquilidad donde nada extraño o fuera de lo normal ocurría nunca, o eso pensaban ellos mismos también. Doce años después, el segundo y último acontecimiento importante en marcarles ocurrió, el nacimiento de su segunda hija, Micaela Everett. Y a partir de ahí, la historia se desajusta totalmente.
Justo cuando Micaela tenía dos años.
Un vampiro pareció seguir la pista de Carlotta y no dudo en atacar la vivienda en la que habitaba la familia, su secreto había sido descubierto por aquella persona que más amaba en el mundo, Él, Cortland Dubois. El divorció y su posterior desaparición del mapa fueron dos pautas que sin duda se comprendían perfectamente, no quería saber nada de cosas misteriosas y leyendas dormidas, quizás se le podría considerar como racista, pero poco le importo a Carlotta en aquel momento, ahora se tenía que encargar de sus dos hijas, las únicas que verdaderamente le importaban.
Los años continuaron pasando, sucediéndose el uno con el otro. Ni ese asesino ni ningún otro volvió a molestar y aquel asesino del pasado había sido asesinado por Cortland con su escopeta, todo fuera por proteger a su familia pensó cuando apretó el gatillo. Elora creció y se formo, recibiendo una beca para estudiar a las a fueras del pequeño pueblo por lo que pasaron varios años en los que Carlotta y Micaela habitaron solas en la vivienda familiar. Si, se le podría considerar vivienda familiar aunque la familia estuviera un poco desestructurada. No fue hasta hace pocas semanas atrás cuando la vida de está peculiar familia volvió a girar 180º haciéndoles perder a otro de los pilares que lo fundamentaban, Carlotta.
Quizás fuera por la falta de contactos, o tal vez por la extrañeza que fuera la desaparición de un compañero, el caso es que ellos volvieron a aparecer en las marismas de los alrededores. Elora estaba a salvo, no estaba en el pueblo, pero Micaela si lo estaba y apenas tiene 10 años por lo que Carlotta no lo dudo ni un solo instante o la oculto en el zulo de la residencia, aislándola y protegiéndola de cualquier peligro que se produjera. No se sabe exactamente cuando tiempo paso, pero fue el suficiente como para que Micaela se atreviera a salir y encontrará el cuerpo sin vida de su madre en el salón de la casa. El asesino había apresado a su presa y no solo eso, sino que también la había eliminado.
Los servicios sociales dieron por asistencia que se habría tratado de un ladrón y no hicieron más preguntas al respeto, Carlotta fue enterrada y se llamo a Elora para que se encargue de la pequeña, haciéndola retornar a Canadá.
Ambas se mudaron a París, dejando todo atrás en busca de una nueva vida.
Elora tenía una amiga muy cercana de la realeza, y esta les dejó un lugar en su casa. Murió, y al ver a la pequeña Micaela que quedaría sin casa, y al notar que no tenía familiares, les dejó todo.
-Familia:
● Padre: Cortland Dubois
● Madre: Carlotta Everett
● Hermana Mayor: Elora Everett, quien se encarga de ella.
● Tíos: André Saunière, policia de origen francés y Suzanne Everett, profesora de educación de origen nativo. Ambos fallecidos.
● Primo: Dorian Saunière Everett.
Otros Datos:
-Nivel de adquisitivo:
Alto.
-Enfermedades:
-
-Antecedentes:
-
-Manías o Trastornos:
● Escaquearse de los deberes de vez en cuando, algo obvio teniendo en cuenta si edad.
● Salir a pasear sin decirle a nadie a donde va y eso que es capaz de estar fuera horas y horas pero nada, nunca dice nada.
● Hacersela de adulta madura con los mayores, aunque en realidad no deja de ser una niña en fases de desarrollo.
-Fobias:
Tiene miedo a los lugares cerrados, puede que sea algo infantil pero ahí está la cosa.
Anécdota, una vez se quedo encerrada durante horas en un cuarto oscuro, cuando las puertas se abrieron se encontraron a la pequeña –que en ese entonces tenía siete años- en un rincón del hueco abrazandose a si misma y envuelta en una llantina. Sin embargo las paredes del cuarto estaban marcados por sus uñas y desgarros. Estuvo dos meses con las muñecas vendadas.
-Gustos:
● Le gusta la lectura, suele coger el primer libro que encuentre y no lo suelta hasta haberlo terminado por completo, alejándose de todo y de todos para dejarse llevar pos el mundo de la imaginación y de los sueños.
● Los peluches, puede que sea algo infantil pero siempre termina por comprarse uno o ganárselo en las ferias e incluso a modo de regalos, en su habitación hay un amplio abanico de ellos aunque por su puesto ella tiene un favorito, como todo el mundo.
● Comida basura, otro clásico de los niños.
-Extra:
Religión:
Católica.
Habilidades:
La habilidad de ser solitaria, no le preocupa estar sola puesto a que estuvo así mucho tiempo.
Mira muy detalladamente a las personas, lo que le dio la habilidad para percibir quien es humano y quien no.
Mascotas:
● Tiene por mascota a Barry un cachorro de chowchow de apenas seis meses.
Idiomas:
Inglés, francés, español.
Estudios:
Los comunes de niños de 10 años.
-Nombre y apellidos del personaje:
Micaela Serena Everett Dubois
-Sobrenombre:
Mic, Mica, Ela, Pequeña Mic.
-Raza:
Humana.
-Edad:
9 años.
-Actividad:
Estudia, puesto a que solo tiene 10 años.
-Nacionalidad:
Canadá.
-Orientación sexual:
Heterosexual.
-Estado civil:
Soltera.
Descripción física y psicológica:
-Descripción física:
Cabellos castaños, normalmente lisos, pero siempre con algún tipo de adorno en ellos. Sus ojos son almendrados color verdosos y profundos, adornados con pestañas largas y ennegrecidas. Sus labios son pequeños y rosaditos, siempre acentuados con una bella sonrisa para mostrárselo a todos aquellos que son amigos y allegados, de los suyos. En conjunto, su rostro es redondo pero su color de piel tilda mucho a alejarse de la palidez, sino más bien ronda cercano a un cole medio normal. Si demasiado morena ni demasiado blanquecina. El cuerpo es delgado y plano, aun sin desarrollar en todo su conjunto, aunque está en ello y poco a poco se está convirtiendo en una mujercita bienavenida, pobre de aquel que le diga lo contrario. Su altura no es otra que un 1.50 y su peso es de 44 Kl. Cómo dato sin revelar, hay que mencionar que tiene una marca de nacimiento con forma de flecha cercano al vientre, es bastante pequeña, y también tiene tres lunares con cuyo conjunto triangular en el yugular, la parte trasera de su cuello. Aunque normalmente este último poco se ve ya sea por sus cabellos sueltos o por un sueter bien subido. Otro dato a mencionar es su odio inverosímil al color rosa, ni ella misma sabe el porque, pero simplemente no le gusta por lo que jamás la veremos vestida de dicho color.
-Descripción psicológica:
Se le podría haber considerado la hija perfecta. Siempre tranquila y bastante obediente, como a todos los niños le gustaba divertirse y jugar de vez en cuando pero siempre manteniendo la cordura de llegar a tiempo a casa para ayudar a mama con las cosas de la casa. Odia profundamente el pimiento y el color rosa es su martirio personificado, pero esos son detalles que apenas cuentan en su personalidad. Solía ser jovial y alegre, siempre con una sonrisa dibujada en los labios para todo aquel que le fuera conocido y amigo. Sin duda también destacaba por su inteligencia, nada sobrenatural viniendo de una niña de nueve años pero solo un poco por encima de lo normal por su deleite con la lectura y dándole rienda suelta a su imaginación.
Sin embargo la muerte de Carlotta –su madre- cambio por completo su personalidad, sus sentimientos y emociones. Ahora es una niña mucho más cacera que antes, sale de vez en cuando como todos, pero cuando lo hace es capaz de permanecer horas y horas a las afueras sin pronunciarse con nadie y sin decir donde ha estado. Es mucho más callada y silenciosa, piensa demasiado las cosas antes de manifestarse o acatar alguna orden directa. Su encierro solo ha provocado que su temor por los lugares oscuros y cerrados se fomente más y más, siendo esta la única cosa que la ata a su inocencia, por llamarlo de alguna forma.
Permanece horas en silencio, callada y enmudecida. Ya sea leyendo algún libro, caminando sin más o manteniendo la mirada fija en cualquier objeto. Desde la muerte de su madre y el retorno de Elora a Canadá no ha hecho otra cosa que mantenerse de esa forma, según los psicólogos ''se ha encerrado en su propia mente, en su mundo perfecto, y no saldrá de él tan fácilmente''. No es rencorosa, nunca lo ha sido y jamás lo será. Sin embargo tiene que admitir que hasta cierto punto se cree culpable de lo ocurrido pues si hubiera sido mayor hubiera impedido la muerte de su madre.
Culpa hasta cierto punto a su padre –actualmente en paradero desconocido- y en menor medida a Elora. Al primero por abandonarlas, por ser el primero en dejarlas a un lado y a la segunda por no estar presente y llevar su día a día como si nada hubiera pasado. Sabe que lo necesita, pero aún así a veces no puede evitar sentirse mal con ella y por ello. Habla a solas, escribe a solas, juega a solas y poco a poco cae, continua cayendo y se va perdiendo. Todo ello, a solas. Porque ya hace mucho tiempo que dejo de ser una niña frágil e inocente, ahora es tan triste y melancólica como aquella tonalidad que florece cada día, el atardecer.
Historia y familia:
-Historia:
La historia comenzó hace poco más de 25 años. Nadie sabía que la historia cambiaria de la noche a la mañana y que un mero accidente automovilístico haría que un forastero se integrara en la vida y en la leyenda del pueblo alejado en Canadá. Él un antropólogo forense que procedía de la ciudad más cercana tras haber realizado uno de sus trabajos en una exposición, quizás cabe a destacar que nunca se le dio bien orientarse, tal vez sea esa la razón por la cual confundió el camino. En vez de continuar la trayectoria directa al aeropuerto más cercano, su vehículo se desvió a los alrededores de un pueblo de Canadá. Fue ahí, cuando la fuerte lluvia golpeaba el capo del coche y la oscuridad hacia la visión nula, cuando algo golpeo la parte delantera.
Un accidente. Bajo del coche a toda prisa pensando en que podría haber atropellado a algún cervatillo, sin embargo en lugar de encontrarse alguna bestia de dos cuernos se encontró a si mismo con una de las mujeres más hermosas que jamás había visto a lo largo de su vida. Ella, Carlotta Everett. Por suerte solo fue un toque, y más bien las heridas que tenía la joven procedían de un accidente anterior al suyo, en aquel momento no cuestiono ninguna de sus palabras y siguió sus indicaciones para llevarla al pueblo más cercano, su hogar, Canadá.
El tiempo pasó, ella se recupero de sus heridas y se enamoraron, la más clásica de las historias de amor. Pasaron tres años hasta que sucedió el primero de los acontecimientos que marcaron su vida, en nacimiento de su primogénita, Elora I. Everett. Posteriormente todo siguió desarrollándose como siempre, todo era un remanso de paz y tranquilidad donde nada extraño o fuera de lo normal ocurría nunca, o eso pensaban ellos mismos también. Doce años después, el segundo y último acontecimiento importante en marcarles ocurrió, el nacimiento de su segunda hija, Micaela Everett. Y a partir de ahí, la historia se desajusta totalmente.
Justo cuando Micaela tenía dos años.
Un vampiro pareció seguir la pista de Carlotta y no dudo en atacar la vivienda en la que habitaba la familia, su secreto había sido descubierto por aquella persona que más amaba en el mundo, Él, Cortland Dubois. El divorció y su posterior desaparición del mapa fueron dos pautas que sin duda se comprendían perfectamente, no quería saber nada de cosas misteriosas y leyendas dormidas, quizás se le podría considerar como racista, pero poco le importo a Carlotta en aquel momento, ahora se tenía que encargar de sus dos hijas, las únicas que verdaderamente le importaban.
Los años continuaron pasando, sucediéndose el uno con el otro. Ni ese asesino ni ningún otro volvió a molestar y aquel asesino del pasado había sido asesinado por Cortland con su escopeta, todo fuera por proteger a su familia pensó cuando apretó el gatillo. Elora creció y se formo, recibiendo una beca para estudiar a las a fueras del pequeño pueblo por lo que pasaron varios años en los que Carlotta y Micaela habitaron solas en la vivienda familiar. Si, se le podría considerar vivienda familiar aunque la familia estuviera un poco desestructurada. No fue hasta hace pocas semanas atrás cuando la vida de está peculiar familia volvió a girar 180º haciéndoles perder a otro de los pilares que lo fundamentaban, Carlotta.
Quizás fuera por la falta de contactos, o tal vez por la extrañeza que fuera la desaparición de un compañero, el caso es que ellos volvieron a aparecer en las marismas de los alrededores. Elora estaba a salvo, no estaba en el pueblo, pero Micaela si lo estaba y apenas tiene 10 años por lo que Carlotta no lo dudo ni un solo instante o la oculto en el zulo de la residencia, aislándola y protegiéndola de cualquier peligro que se produjera. No se sabe exactamente cuando tiempo paso, pero fue el suficiente como para que Micaela se atreviera a salir y encontrará el cuerpo sin vida de su madre en el salón de la casa. El asesino había apresado a su presa y no solo eso, sino que también la había eliminado.
Los servicios sociales dieron por asistencia que se habría tratado de un ladrón y no hicieron más preguntas al respeto, Carlotta fue enterrada y se llamo a Elora para que se encargue de la pequeña, haciéndola retornar a Canadá.
Ambas se mudaron a París, dejando todo atrás en busca de una nueva vida.
Elora tenía una amiga muy cercana de la realeza, y esta les dejó un lugar en su casa. Murió, y al ver a la pequeña Micaela que quedaría sin casa, y al notar que no tenía familiares, les dejó todo.
-Familia:
● Padre: Cortland Dubois
● Madre: Carlotta Everett
● Hermana Mayor: Elora Everett, quien se encarga de ella.
● Tíos: André Saunière, policia de origen francés y Suzanne Everett, profesora de educación de origen nativo. Ambos fallecidos.
● Primo: Dorian Saunière Everett.
Otros Datos:
-Nivel de adquisitivo:
Alto.
-Enfermedades:
-
-Antecedentes:
-
-Manías o Trastornos:
● Escaquearse de los deberes de vez en cuando, algo obvio teniendo en cuenta si edad.
● Salir a pasear sin decirle a nadie a donde va y eso que es capaz de estar fuera horas y horas pero nada, nunca dice nada.
● Hacersela de adulta madura con los mayores, aunque en realidad no deja de ser una niña en fases de desarrollo.
-Fobias:
Tiene miedo a los lugares cerrados, puede que sea algo infantil pero ahí está la cosa.
Anécdota, una vez se quedo encerrada durante horas en un cuarto oscuro, cuando las puertas se abrieron se encontraron a la pequeña –que en ese entonces tenía siete años- en un rincón del hueco abrazandose a si misma y envuelta en una llantina. Sin embargo las paredes del cuarto estaban marcados por sus uñas y desgarros. Estuvo dos meses con las muñecas vendadas.
-Gustos:
● Le gusta la lectura, suele coger el primer libro que encuentre y no lo suelta hasta haberlo terminado por completo, alejándose de todo y de todos para dejarse llevar pos el mundo de la imaginación y de los sueños.
● Los peluches, puede que sea algo infantil pero siempre termina por comprarse uno o ganárselo en las ferias e incluso a modo de regalos, en su habitación hay un amplio abanico de ellos aunque por su puesto ella tiene un favorito, como todo el mundo.
● Comida basura, otro clásico de los niños.
-Extra:
Religión:
Católica.
Habilidades:
La habilidad de ser solitaria, no le preocupa estar sola puesto a que estuvo así mucho tiempo.
Mira muy detalladamente a las personas, lo que le dio la habilidad para percibir quien es humano y quien no.
Mascotas:
● Tiene por mascota a Barry un cachorro de chowchow de apenas seis meses.
Idiomas:
Inglés, francés, español.
Estudios:
Los comunes de niños de 10 años.
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Nigel Quartermane- Vampiro/Realeza [Admin]
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