Negocios en París [Noah Evans ]

por **Calypso N. Jones** Dom Sep 02, 2012 12:50 pm

Filas de edificios se levantaban delante suya, imponentes. Ya habría pasado mediodía y el sol empezaba a bajar por el oeste que coincidía perfectamente con la orientación de la calle. Calypso paseaba tan tranquila por la calle, ignorando el hecho de que estuviera plagado de gente en aquellas horas. Era sábado y lo normal era que por las tardes de los fines de semana las parejas, familias etc. bajaban a esa zona para pasar la tarde y hacer unas compras. Pero la intención de Calypso aparte de comprar algunos refrigerios para la noche, era localizar un buen sitio para asentarse y abrir una tienda de herbolaría y remedios caseros barra encubrimiento para tienda de hechicería y suministros para brujos y gitanos. Buscaba un lugar visible, para no levantar sospechas, pero retirado; precisamente lo que no quería era que todo el día entrasen y saliesen personas de so tienda y no parar en todo el día. Calypso como buena Jamaicana, era de un estilo más relajado y pausado, quería algo como en su tienda de Nueva Orleans. Los recuerdos la inundaron y se acordó de la tienda… de Sam… de los policías cerdos que la habían obligado a exiliarse a Europa.

De pronto, dejo sus pensamientos vengativos a un lado y se fijo en una tiendecita bastante interesante que vio en una calle perpendicular a la que estaba actualmente. Calypso se acerco, y para su sorpresa estaba abandonada y podía ser trasferida a cualquiera que se propusiera ponerla en mantenimiento, la verdad el interior no parecía en muy buen estado, pero podría arréglaselas. De repente alguien se cruzo en su camino, directamente chocaron. Calypso se retiro un poco y miro al individuo con severidad, pero después se dio cuenta que quizás había estado demasiado tiempo planada allí delante de la tienda. Pero lo que más le sorprendió de aquel tipo era su aura, que noto en el choque, era algo salvaje, no sabía describirlo… Pero primero era lo primero.
-¡Uy! discúlpame, a veces me embobo y me quedo estática, perdóname haberme interpuesto en tu camino - dijo con un tono medianamente cordial.

por **Noah Evans** Dom Sep 02, 2012 1:23 pm

Era un tira y afloja que se repetía diariamente cuando el sol empezaba a ponerse: yo quería aprovechar las horas de oscuridad para dar un paseo por la cuidad y madre insistía en que me quedase en el bosque, donde ella podría mantenerme a salvo de las garras de cualquiera que quisiera hacerme daño. Entendía que estuviese asustada después de lo que había pasado con padre años atrás, pero yo ya no era un bebé indefenso, y pelearía con zarpas y dientes antes de correr el mismo destino que había corrido mi progenitor. Por otro lado, aunque el bosque era mi hogar, me gustaba perderme por las calles de París, dejando que mis sentidos disfrutasen de los cientos de estímulos que allí se podían encontrar.
Así que como siempre, y tras discutir durante una media hora, dejé a mi madre a salvo en nuestra cabaña del bosque y yo partí hacia el centro de París.

Rápidamente me perdí entre la gente, moviéndome siempre por lugares no demasiado concurridos, callejones y callejuelas más o menos siniestras. Finalmente volví a desembocar en un calle con bastantes personas. No pude evitar distraerme mirando, ya no solo a la gente, si no también los diferentes edificios, algunos animales cayejeros (y otros animales que no lo eran tanto) y diversos detalles que iban llamando mi atención.
De repente, el choque de un cuerpo contra el mío me devolvió a la realidad. Por fortuna para ella, la velocidad de mis pasos en ese preciso momento no era demasiado alta, por lo que el choque no fue demasiado violento.

—Discúlpadme vos a mí. No miraba por donde iba y no me di cuenta de que estabáis parada hasta que nuestro choque fue inminente—respondí a sus palabras de manera educada, dedicándole una pequeña sonrisa. Me llevé una de las manos detrás del cuello, rascándome la piel de la nuca, no porque verdaderamente me picase, si no más como una manía que tenía desde niño—¿Os habéis hecho daño?—añadí.

Puede que nunca hubiese ido al colegio, pero mi madre había hecho un buen trabajo criándome y enseñándome modales. Que los usara siempre o no era otra cosa.

por **Calypso N. Jones** Lun Sep 03, 2012 5:10 pm

Calypso no estaba muy segura de lo que había percibido cuando había colisionado con ese chico, era un aura salvaje, algo libre y puro. Pero el hecho que se rascara detrás, en la nuca, mientras se disculpaba le dio una pista definitiva, pero no podía precipitarse en sus conclusiones e investigar algo más a base de preguntas, pero debía ser cautelosa.

- Tranquilo, no hace falta que exageres, soy una mujer dura – dijo mientras soltaba una risita bastante falsa – teniendo en cuenta mi historial de torpeza eso no ha sido mucho. La verdad es que, era propensa a chocarse con gente por la calle ya que iba embobada mirando las nubes o sumergida en sus pensamientos. Pero tenía que entablar una conversación con ese chico para saber más; aparte de solitaria y torpe, a veces Calypso era muy curiosa con lo que respectaba a las auras que le resultaban extrañas o fuera de lugar.

De repente noto una presencia conocida detrás suya, se giro olvidando un poco al chico y miro a ver quién era… resulto ser su viejo mensajero Hermes, la verdad la estampa de ese cuervo sin ojo posado en una casa delante suyo era un poco terrorífica. Noto que el chico se giraba y miraba también en la dirección de Hermes. – Te gustan los animales - le dijo – a mi me apasionan las aves; me encontré este en los bosques germánicos con una ala rota… Este me debe una gorda – dijo entre risas. Esperaba la respuesta del chico mientras se preguntaba que hacia allí su macabra mascota.

por **Noah Evans** Mar Sep 04, 2012 1:24 pm

Me relajé por completo al ver que se encontraba en perfecto estado. No me consideraba una persona violenta en absoluto (aunque tampoco era un santo, eso estaba más que claro) por lo que no me habría perdonado mí mismo haberle hecho daño a esta mujer de una manera tan tonta como podía ser un simple choque por la calle. Solté una pequeña risa ante sus palabras, de la misma manera que ella lo había hecho, aunque no sé por qué me daba en la nariz que ambos estábamos tratando simplemente de ser cortés el uno con el otro.

Por otro lado, y al fijarme más detenidamente, no pude evitar percatarme de la peculiar indumentaria de la mujer. Tampoco es que fuera tan llamativa, ya que si fuese así todo el mundo se giraría para mirarla al pasar por su lado, pero definitivamente no seguía los canones de la moda parisina. Era exótica, envuelta en un aura de misterio que se hacía bastante atrayente para mí.

Fue entonces cuando me di cuenta de que a pesar de que seguía mirando en mi dirección, sus ojos habían dejado de estar concentrados en mi persona. Giré la cabeza, tratando de localizar lo que había llamado su atención. ¿La fachada del edificio? ¿El hombre de barriga enorme? ¿El niño pelirrojo y con la cara llena de pecas, tal vez? Hasta que mis ojos localizaron la presencia de un cuervo negro. Al escuchar sus palabras no pude evitar sonreir.

—Los animales son aliados fieles—hablé. No tenía duda alguna de aquello, ya que yo mismo había podido ser testigo de ese hecho cuando en alguna ocasión había ayudado a alguno de los perros callejeros de la ciudad convertido en mi forma canina—Estoy seguro de que nuestro amigo emplumado le ha sabido devolver el favor con creces—eran muchas las ocasiones en las que me sentía más identificado con los animales que con los humanos, así que era habitual que sintiese la necesidad de defenderlos.

El hecho de que el cuervo fuese de su propiedad no hizo más que aumentar mi curiosidad por esta mujer tan inquietante.

por **Calypso N. Jones** Mar Sep 04, 2012 3:34 pm

La respuesta del chico no le extraño, pero tampoco le dio mucha información respecto a su condición. Pero paso a otro tema: que hacia allí su mascota. Quizás tendría algo que decirle, un mensaje por ejemplo; o simplemente casualidad. Dudaba mucho de la segunda opción, era muy raro que su cuervo se metiera tan al centro de la ciudad, normalmente estaría cazando torpemente animales en el bosque o haciéndoles compañía a los muertos en algún cementerio.

Se fijo que el chico también la había registrado mirándola de arriba abajo: acaso sospechaba algo. A veces podía parecer evidente que era una bruja pero intentaba disimularlo tanto como podía. Quizás la aparición de su mensajero hubiera despertado sospechas de que no era una simple humana que pasaba por allí. Decidió que era ahora de salir de dudas y con un ligero silbido llamo al cuervo. Este, majestuoso alzo el vuelo y avanzo hasta finalmente posarse sobre la mano de su compañera de viajes, si de alguna manera podía calificar su relación con ese animal; también habían tenido suerte de que en ese callejón apartado no se fijaría nadie en su presencia. Justo al posarse sobre su mano le dio un trozo de carne y le acaricio un poco el pico, su mensajero le había traído una notita en sus garras, la leería después, fuera del alcance de ese chico y se la guardo en la bolsa. – Por cierto, me llamo Calypso – dijo sin apartar la mirada del ave – Ah… Y este es Hermes, saluda hombre – entonces el pájaro hizo una leve reverencia a modo de saludo. Entonces decidió seguir la conversación, sin ni siquiera esperar la respuesta de su interlocutor – Y tú, ¿Eres fiel con los que te rodean? – dijo a modo de pregunta trascendental. Esperaba la respuesta impaciente con Hermes expectante en su mano.

por **Noah Evans** Vie Sep 07, 2012 4:48 am

A medida que iban pasando los minutos, mis sentidos fueron acostumbrándose a la presencia de Calypso, permitiéndome explorar más a fondo los pequeños matices que me habían llamado la atención desde el primer momento.
Más allá de su apariencia, lo que finalmente terminó captando mi interés fue el olor. No porque fuese desagradable, no me malinterpretéis, si no por la cantidad de aromas exóticos que desprendía. Ciertas hierbas cuya esencia no se detectaba habitualmente en la gente, y muchos otros olores que nunca había tenido la oportunidad de olisquear hasta este momento.

Intenté no ser muy obvio en mis labores de investigación, ya que supuse que cualquier mujer en el mundo, por muy misteriosa que fuese, no dudaría ni dos segundos antes de propinarme una fuerte cachetada si se percataban de que un desconocido las estaba oliendo.

—Yo soy Noah—me presenté finalmente. No pude evitar sonreir levemente al ver la pequeña reverencia que me dedicaba el cuervo. Sin lugar a dudas, un ave fuera de lo común—Un placer conocerte a ti también, Hermes—puede que cualquier otra persona hubiera pensado que no tenía sentido hablarle a un pájaro o a cualquier otro animal, pero ese no era mi caso.

Tardé unos segundos en responder a su última cuestión, ya que no era una pregunta que me hiciesen muy habitualmente. ¿Estaría esperando a que yo contestase con alguna elección de palabras o frases en concreto?

—Lo soy—dije finalmente, afirmando sin dejar lugar a dudas—No me gusta pecar de soberbia, pero cuando alguien demuestra que es merecedor de mi confianza y fidelidad, no hay mejor aliado que mi persona—añadí, alzando levemente el mentón. Siempre me dejaba guiar por mi instinto antes de actuar, por lo que rara vez hacía cosas sin estar conforme con ellas—¿Podriáis vos decir lo mismo?—inquirí.

por **Calypso N. Jones** Dom Sep 09, 2012 12:53 pm

No fue la pregunta lo que le sorprendió, sino la reacción de Hermes al haber entendido la pregunta. Empezó a dar graznidos, pero no de forma violenta, sino como una gran risa irónica. Creo que lo había captado completamente, y que ese animal ya me conocía lo bastante para intuir, o como en ese caso reaccionar como lo habría hecho normalmente, sino hubiera estado de buen humor – Perdónale, a veces este tipo de respuestas le parecen… poco habituales –dijo mientras sacudía la mano para calmar al cuervo – la verdad no estamos hechos del mismo palo – dijo – pero digamos que la mayoría de mis intenciones no son malas respecto a la gente de a pie-.

Pero pronto se dio cuenta de algo que le serviría para romper finalmente el hielo y para asegures finalmente de quién era ese chico. De repente le dio a Noah – es una mezcla de Artemisa, Mirra y madreselva – dijo, mientras Noah se quedaba con cara de circunstancia – A veces nos conocemos mejor por la nariz ¿No es así? – dijo mientras le tocaba amistosamente el tabique nasal. Sabía que eso la llevaría a la verdad sobre Noah, pero primero también tenía que descubrirse ella, para darle un mínimo de margen al chico – Tranquilo no soy una santa – dijo – sigamos que no estaba buscando una tienda para solo hacer remedios caseros- puso una mirada de complicidad- sino también para ayudar a los míos a tener suministros. A esas alturas no sabía que le estaría pasando por la cabeza al chico, pero la verdad su cara era un mapa.

por **Noah Evans** Dom Sep 09, 2012 5:15 pm

Definitivamente, Calypso era una persona curiosa. No encontré otra palabra mejor para definirla. Por otro lado, Hermes me confirmaba, por si me quedaba alguna duda de aquello, que era un animal muy especial. Por un momento incluso llegué a plantearme que fuese uno de los de mi especie y yo lo hubiera pasado por alto, ya que sus gestos eran casi humanos.
Por otro lado, y contra todo pronóstico, sus palabras me hicieron confiar algo más en ella. Cualquier otra persona en su lugar habría respondido de una manera afirmativa a mi pregunta, sin embargo ella no había tenido problema alguno en reconocer abiertamente que su personalidad era un poco más oscura que la mía. Y bueno, según mi criterio, ese detalle era algo que la honraba bastante.

Fruncí el ceño cuando me tocó la nariz, para a continuación no poder evitar hacer un gesto bastante perruno al arrugarla, como si acabara de olisquear algo.
Al escuchar sus palabras estaba más que claro que lo había hecho todo a propósito para tratar de desenmascararme. Sin embargo, ella había sido la primera en dar el paso, así que, a pesar del pánico que producía en mí la idea de ser descubierto, sabía que en esta ocasión estaba a salvo. A fin de cuentas, si yo caía en manos de cazadores o inquisidores, ella caería inevitablemente conmigo.

—Si entre vuestros suministros tuviéseis alguna solución para las pulgas me haríais muy feliz—dije finalmente, claramente bromeando, pero correspondiendo esa mirada cómplice que Calypso me había dedicado. Había sido bastante sutil, pero si ella sabía leer entre líneas, acababa de confirmarle mi naturaleza sobre natural. Le dediqué una pequeña sonrisa pícara antes de volver a hablar—Por otro lado, y si me permitís la observación, creo que es un poco arriesgado abrir una tienda de ese tipo en pleno de centro de París—sabía de la existencia de algunas personas como ella, pero siempre se mantenían en las sombras para no ser descubiertos al practicar sus artes—Arrasarían con todo rápidamente en caso de que os descubrieran

por **Calypso N. Jones** Lun Sep 10, 2012 8:54 am

Calypso dejo entrever una sonrisa, había dado en el clavo, Noah era un cambia formas. Seguramente su forma animal seria un perro, por el comentario de las pulgas. Calypso tan solo se había topado con otro cambia formas en su vida, y el encuentro no fue muy amistoso, ya que en los pantanos de Nueva Orleans solo hay cambia formas de cocodrilos y no es muy agradable toparse con ellos. Pero bueno le pareció bástate encantador el tal Noah, pero fue la segunda pegunta la que desencadeno una serie de recuerdos que había dejado atrás.
-No de momento no me puesto con la pócimas – dijo con una media sonrisa – Y como he dicho antes no soy una princesita indefensa que necesita ayuda – dijoo irónicamente – Ya he pasado antes por esto, jovencito, por eso estoy aquí, por eso estaba mirando esta tienda para ver si la podría restaurar y empezar de nuevo.

El tono de Calypso se oscureció un poco, al recordar su súbita escapada de los agentes de la ley que la intentaron acusar de bruja y que luego descubriría que eran cazadores. - Normalmente los cazadores te buscan en la sombras, así que si montas una inofensiva tienda de remedios caseros nadie sospecha nada – dijo – a demás siempre hay suficiente espacio en la trastienda para la carga mas “comprometida”- dijo guiñando el ojo. La verdad no estaba dispuesta a huir por los pelos como la última vez, esta vez lucharía por su derecho a tener una vida propia. – Por cierto…- dijo para no tener que dar explicaciones – ¿a qué te dedicas? – esa pregunta le salió por que si, ya que no sabía cómo eludir aquello.

por **Noah Evans** Lun Sep 10, 2012 5:40 pm

Tenía gracia que me llamase jovencito, ya que aunque por mi apariencia y mi forma de ver la vida no fuese más que un adolescente, lo cierto que es que ya llevaba bastantes años en este mundo. Sin embargo, estaba más que acostumbrado a que la gente desconociera ese detalle, e incluso me agradaba que me tratasen cual simple muchacho.
Le dediqué una pequeña sonrisa, ocultando mis recuerdos más amargos, ya que Calypso no se podía hacer una idea de lo mucho que la entendía. Mi padre había muerto por culpa de un cazador, obligándonos a mi madre y a mi a abandonar nuestro hogar para instalarnos en un lugar más seguro. Nadie mejor que yo para entender el significado de sus palabras.

—Pensándolo bien es una buena estrategia—tras reflexionar durante unos breves segundos no me quedó otra que darle la razón, ya que aunque arriesgado, el plan era ciertamente inteligente—Ellos piensan que estamos demasiado atemorizados como para pasearnos alegremente a plena luz del día—y en mi caso concreto, debía decir que era verdad, aunque más que por mí, por mi pobre madre que se subía por las paredes de la angustia cada vez que yo abandonaba el bosque.

No pude evitar toser un par de veces ante su última cuestión, soltando una risilla nerviosa entre dientes. ¿Que a qué me dedicaba? Eso si que era un gran misterio. Con ciertos matices, digamos que podía englobarme en el gremio de los amantes de lo ajeno, aunque para nada podía compararme con un vulgar ladrón.

—Digamos que soy buscador de tesoros y objetos valiosos—contesté finalmente, dibujando una expresión traviesa en mi rostro—La gente pierde cosas y yo me encargo de recogerlas—mi naturaleza como cambia formas me había impedido intentar aspirar a algo más. No me sentía cómodo entre humanos ni confiaba en ellos, así que nunca había intentado conseguir un empleo y ser uno más de la sociedad—También realizo pequeños encargos para los gitanos cuando se presenta la ocasión.

por **Calypso N. Jones** Sáb Sep 15, 2012 11:39 am

Después de formularle aquella pregunta, no se detuvo delante suyo para escuchar la respuesta, sino que, de repente, le pico la curiosidad por ver que había dentro de la tienda abandonada de la que estaba pensando hacer su negocio. Así que rodeo a Noah mientras él le contestaba y se dirigió a la puerta tapiada. La respuesta del chico, por otra parte, no la escandalizo, sabía perfectamente lo que quería decir.- mientras no las pierda yo, entonces podrás continuar tranquilamente tu vida – dijo mientras tiraba de los tablones que tapiaban la puerta, estaban bien agarrados los jodidos. Esperaba que nadie que pasara pensara lo que no era, pero la curiosidad la corroía. – Pero no te quedes mirando, ¡ayúdame!- dijo a Noah, que parecía haber quedado un poco aturdido por ver a Calypso intentar entrar en la el negocio.

Los dos tiraron con todas sus fuerzas, pero no había manera, así que Calypso decidió recurrir al plan B. – Apártate – dijo a Noah, mientras se sacaba un bote de vidrio de la bolsa. Acto seguido la estrello contra la madera, vaporizándola al instante; le encantaba hacer pócimas acidas. Seguidamente entro dentro, no estaba tan mal como pensaba, parecía que tenía dos escaleras: una para arriba y otra para abajo. “Una trastienda”, pensó, sería perfecta para sus trapicheos. Se fijo que Noah se había quedado fuera con cara de circunstancia – Entra hombre – le dijo alargando la mano en gesto de que se le acercara.

Miro a si alrededor, hasta tenia mostrador y todo hecho, pero seguro que necesitaba de una restauración para mejorar un poco su imagen. Bueno, eso la mantendría entretenida unos días, a demás, aun tenía que encargar los permisos y la materia prima entes de empezar, podría restaurarlo mientras tanto. De pronto se dirigió a Noah – Y no te gustaría cambiar la vida del ladrón por algo mas… digamos “honrado”- dijo – es más, ¿te gustaría trabajar para mí? aunque esta tienda pueda parecer un recurso para los humanos, el sótano puede ser un buen lugar para ayudar a los brujos -. Sabía que no podría pagarle mucho, pero también podría hacerlo en especias, además sería un buen de tener un perro centinela para cuando ella no estuviera en la tienda, literalmente.

por **Noah Evans** Mar Sep 18, 2012 4:20 pm

Comencé a seguirla con la mirada, intrigado, ya que no había terminado de hablar cuando ella había comenzado a moverse, dejándome prácticamente con la palabra en la boca. A los pocos segundos la intriga se convirtió en desconcierto al ver cómo empezaba a tirar de los tablones que cubrían la entrada del viejo edificio.
Cuando Calypso me llamó tardé unos segundos en reaccionar, pero cuando lo hice me acerqué rápidamente hasta ella dando un par de zancadas largas. Agarré firmemente los tablones y comencé a tirar de ellos con todas mis fuerzas, sintiendo como los músculos de mis brazos y mi torso se tensaban por el esfuerzo. Sin embargo, por mucha fuerza bruta que tuviese, las tablas estaban bien sujetas a la puerta, resistiéndose a ser arrancadas.
Había que pensar en algo más efectivo y rápido si queríamos deshacernos del dichoso impedimento sin levantar las sospechas de los viandantes.

Antes de que tuviese tiempo de decir nada en voz alta, Calypso me ordenó que me apartase, solo para a continuación rociar los tablones con un líquido que los deshizo en cuestión de segundos. Literalmente. La madera desapareció frente a mis ojos como por arte de magia, víctima del corrosivo potingue.
Me había quedado parado en el sitio, alucinando ante lo que un simple brebaje podía llegar a hacer, hasta que la voz de Calypso volvió a traerme de vuelta a la realidad.

—¿Queréis que trabaje para vos?—pregunté, visiblemente sorprendido. Por supuesto idiota, ¿si no por qué razón te lo habría ofrecido? Escaneé el lugar brevemente con la mirada. A pesar de su deplorable aspecto, lo cierto era que el local era un lugar amplio, capaz de albergar perfectamente un negocio si se realizaban las reformas necesarias—Aunque me siento muy halagado por vuestra oferta debo decir que tengo mis dudas... Honestamente, mis conocimientos sobre pócimas y demás artefactos mágicos son bastante pobres—confesé. Aunque siempre había sido muy cercano a brujos y gitanos, nunca había encontrado el momento de aprender algo sobre sus habilidades—Por otro lado, me encantaría poder ser de ayuda a otros como nosotros

por **Calypso N. Jones** Sáb Sep 22, 2012 5:53 pm

La respuesta le hizo reflexionar, realmente era buena idea poner a vender pociones a un chico que no tenía ni idea de el tema. Si no tenia cuidado podría vender la pócima o ungüento equivocad, provocando un montón de quejas. Calypso, se masajeó las sienes y se apoyo contra el mostrador para pensarlo mejor. Pero, ¿Quién era ella para decir eso?, también había sido una aprendiz, también ella no sabía nada cuando empezó, también la cago varias veces con sus primeras pociones. No podía negarle a ese chico una vida mejor, imagínate que le cogieran robando o descubrieran su condición: muerte por iniciación seguro.
Y por primera vez en mucho tiempo, Calypso se sintió identificada con alguien. Era una sensación muy rara para ella, pero sentía como si esa chica de 18 años que llego a América como esclava y hizo de todo para llegar a ser alguien de provecho estuviera allí, delante suyo. Intentado buscarse una manera mejor de vivir que servir a los ricos o ser una persona sumisa a servicio de algún burgués autócrata. – Nadie nace aprendiendo – dijo Calypso – evidentemente no te puedo enseñar magia, porque no lo tienes en tu sangre – expresó – pero al menos puedo enseñarte a no dar a una persona que tiene dolores de cabeza un ungüento para los pies – Calypso sonrió.

Tampoco estaba segura de si había pillado lo de el negocio ilegal que iba a montar, como suministros para brujos y gitanos que no podían hacer esos trapicheos a plena luz del día, decidió dejarse claro – Esto no es un trabajo seguro, Noah – dijo – no puedes de los agentes de la ley que vendrán de incognito, ni los propuso clientes – Después de decir esto, pensó que quizás debería también enseñarle como diferenciar a esta gente aunque a veces era bastante obvio. - ¿Qué me dices? Te subes a bordo de este velero de hierro .

por **Noah Evans** Lun Sep 24, 2012 10:12 am

Cuando ella se quedó en silencio, pensativa, me dieron ganas de golpearme la cabeza contra los restos de los tablones de la puerta, sabiendo que por culpa de mi bocaza acababa de perder una oportunidad para trabajar de manera honrada. Gracias a mis palabras ella se habría dado cuenta de la estupidez que había hecho al ofrecerme el empleo y retractaría su oferta para buscar a alguien más cualificado.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, Calypso mantuvo su ofrecimiento, sorprendiéndome cuando además me ofreció la posibilidad de convertirme en una especia de aprendiz, dentro de mis posibilidades, claro.

Una sonrisa conforme e ilusionada se dibujó en mi rostro. No sabía si los demás habrían tenido la misma reacción si hubiesen estado en mi lugar, pero yo, personalmente, estaba completamente entusiasmado por la idea de formar parte de la tienda. Futura tienda.

—Puedes contar conmigo, sin duda alguna—respondí con tono convencido, dándole firmeza a mis palabras. No me asustaba tener que hacerle frente a nuestros enemigos comunes, ya que llevaba practicamente toda mi vida haciéndolo, desde la fatídica noche en la que aquel cazador había acabado con la vida de mi pobre padre—Haré lo que esté en mi mano para asegurarme de que este velero siga navegando sin zozobrar.

Extendí mi mano en su dirección. Firme, sin temblores ni reticencias, con la intención de hacer tangible nuestro acuerdo y demostrar mi compromiso con el incipiente negocio.

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