Rilian Dragoromir Korsákova Bouvier

Nombre del Personaje: Rilian Dragoromir Korsákova Bouvier.

Edad: 19 años, y en esta época ya es toda una solterona!

Especie: Homo sapiens sapiens Var. curiosus dementis.

Tipo, Clase Social o Cargo: Clase alta por herencia, pero en verdad tiene lo que se ha robado de su padre. Viene de Rusia, su familia materna era parte de las primeras expediciones francesas que llegaron por aquellas tierras y ahora ha regresado al hogar de sus antepasados en busca de respuestas a su insaciable curiosidad.

Orientación Sexual: Heterosexual.

Lugar de Origen: Nació en una de las colonias originarias de San Petersburgo, en Rusia, pero sus tataratataratatarabuelos son de Calais, Francia, y Rilian es la genuina imagen de su tataratataratatarabuela Elizabetha, curiosamente siente que conoce a Calais de toda su vida.

Habilidad/Poder: Simplemente que es una persona muy culta y con gran espíritu aventurero, aunque podría decirse que tiene una habilidad muy especial para meterse en problemas.

Es una mujer por donde se le mire, aun cuando su padre haya intentado criarla como un niño. Es alta y delgada, da apariencia de fragilidad, pero la verdad es que es su cuerpo es tan resistente como dura su cabeza.
Su cabellera es dorada como el oro y sus ojos de una peculiar tonalidad grisácea. Posee cejas muy bien definidas, aunque no pobladas. Le encantaría tener el trasero más gordo pero ya se aburrió de comer calabazas sin obtener resultado. Sus labios carnosos y sus mejillas risueñas, es también bastante flexible y podría decirse que se ejercita por sí sola en su hiperactividad.
Posee el intestino más rápido del Oeste, y una marca de nacimiento en el omoplato izquierdo con forma de lo que podría ser una libélula aplastada, pero ella insiste en que es un ave fénix.
Sus dedos siempre están manchados con tinta y le gustaría vestir más acorde con las chicas de clase, pero generalmente termina haciéndolo como una campesina y a veces como hombre, y es que le fastidia que la ropa de “princesas” sea tan incómoda.

Curiosa, inquieta, caprichosa y testaruda, esos son los cuatro adjetivos que mejor le describen, aunque también es una charlatana de primera y sumamente imaginativa. Sus primeros años de vida los pasó como un verdadero niñito, debido a que su padre se negaba a la posibilidad de que su descendencia no fuese capaz de conservar el apellido y la administración de su fortuna familiar. Aprendió de pequeña a dar de patadas en las canillas, montar caballos a piernas abiertas y a jugar a las canicas, pero los cambios hormonales y la curiosidad innata, vinieron a ser más fuertes que la tozudez de su padre, aunque para entonces el árbol ya estaba un poco un torcido y hay ciertas cosas, como su forma de vestir que aun repercuten en la dama que intenta ser.
Siempre ha sentido gran pasión por la mitología y el estudio de las culturas antiguas, adora creer que las criaturas fantásticas existen, le encantaría ser una bruja de aquellas que vuelan en escoba, o tal vez un licántropo para correr veloz por los bosques, o una vampiresa cuya longevidad le permita conocer más allá de lo imaginable. Sueña y sueña, y no discrimina a nadie, quisiera ser todo y a la vez nada pues se sabe un poco cobarde.
Le gusta creer que es un poco coqueta, que podría ser incluso una femme fatale, pero la verdad es que los hombres le aburren tan rápido como un libro de seres mágicos pase ante sus ojos. Si bien es cierto, se ha criado como la mantenida hija única de una de familia de bien, lucha con todas sus fuerzas por lograr su propia independencia sin tener que casarse con un hombre que prosiga con el negocio familiar, por eso ha visto en Francia la esperanza de la revolución femenina y también la fuente de nuevas investigaciones tanto en lo desconocido como en su pasado familiar, para lograr la inspiración de sus queridos cuentos.
Es sumamente orgullosa y posee una lengua muy hábil, además de una mente despierta y sagaz, así que mucho cuidado con creerla una doncella debilucha porque realmente te podrías equivocar.

Erase una vez, en un lugar muy muy lejano, exactamente en una de las colonias rusas de inmigrantes franceses, donde nació Rilian Dragoromir, un nombre sin duda estaba destinado para un hijo varón, un primogénito y único heredero del principal patriarca de dicha colonia. Todas las vestimentas celestes, todos los juguetes de azul, todas las cintas de color cielo; era así como se dio la bienvenida a la menos esperada de las señoritas, y el señor Korsakova parecía quedarse sin su heredero ¡Pero NO! Un Korsakova jamás se rendía, pues siempre su segundo nombre sería Perseverancia.
Fue así, con esa tozudez, insensatez o quizás ambas juntas, que el hombre comenzó a difundir la historia de su hijo había perdido su aparato reproductor, junto con el cordón umbilical, por una negligencia médica de la partera, a la que evidentemente expulsarían de la colonia. El señor Korsakova repitió tantas veces esa historia, que terminó convenciéndose a sí mismo y también a su “hijo”, quien sin coso o con coso, seguiría siendo a sus ojos, el más hombre de todos. Y así fue como Rilian creció creyendo que realmente era un muchacho, pero obviamente una mentira como aquella no podría durar para siempre, pues un hombre bien educado como “él” lo era, debía ir a la escuela con los otros muchachos, que luego de cierta edad ya comenzaban a diferenciarse de las damas ya no sólo por su aparato reproductor. Fue entonces, ya casi a la edad de doce años y gracias a una de las maestras que no podía creer lo que el señor Korsakova había hecho, que Rilian se realizó todas las pruebas suficientes para que ella misma se convenciera de su sexualidad.
Jamás podría decirse aquello ocasionó algún trauma para ella, pues de algo en su interior le aseguraba de que siempre lo había sabido, pero padre e hija, cada quien con el carácter más fuerte, comenzaron a armar desde ese momento, una verdadera batalla campal; él para convencerle de que mejor le siguiese la corriente y se quedara como hombre, y ella, quien vestida de rosa... con pantalones, pero rosa al fin y al cabo, le demostraba que tan femenina podría llegar a ser.
Los años pasaron, y su padre con la ya asumida sexualidad de su hija, comenzó entonces a buscarle marido, un buen esposo a quien pudiese tratar como el hijo que nunca tuvo, pero Rilian por su parte, enfrascada en su mundo de fantasía y seres extraordinarios que alguna vez conocería, no escatimaba en artimaña alguna para deshacerse de ellos. De adolescente que siempre sintió haber nacido para algo más que ser una sumisa esposa, que siempre soñó en ir en busca de la verdad que sentía cada vez más cercana respecto a la existencia de esos seres sobrenaturales con los que soñaba, esos de fábulas y cuentos, muy diferentes a los aterradores personajes con los que en realidad podría encontrar, así como también deseaba encontrar los verdaderos orígenes de su familia, en ese lugar en donde había nacido aquella mujer de quien era el vivo retrato, su amada y jamás conocida tataratataratatarabuela Elizabetha.
Así pues, huyó justo un día antes de su matrimonio y embarcó hacia Francia en un barco mercante, llevando consigo todo el dinero que pudo robar de la caja fuerte de su padre, pues desde un mes que había comenzado a preparar fríamente aquella repentina huída. Así que hela aquí, buscando sus verdaderos sueños en una tierra lejana y desconocida, aunque no tanto.

# Es cuentista, aunque aún no ha publicado ningún libro.
# Le fascinan los caballos.
# Su flor favorita es la flor de loto.
# Adora la literatura mágica.
# El chocolate amargo realmente le provoca orgasmos... o al menos algo parecido.
# Es sumamente expresiva.
# Muy sensible a los malos olores.
# No duda en responder una ofensa.
# Cree saber como defenderse.
# Su deseo frustrado es poder usar tacones por más de diez minutos.