Una ramera como muchas otras {Scarlett Bouvier}

Nombre del personaje:
SCARLETT BOUVIER

Edad:
31 años

Especie:
Humano

Tipo y nivel social:
Cortesana – Clase media

Sexualidad:
Bisexual

Lugar de origen:
Paris, Francia

Habilidad/Poder:
¿Ser una de las putas más cotizadas de Paris y matarte de placer es una habilidad?
Yo creo que sí. Una vez probándola, el edén será estoico a comparación de la seda en su piel y el sabor de sus labios.

Descripción física:
Mide aproximadamente 1.75m, sus piernas son bastante largas y estilizadas. Su cintura aunque no es la mejor de todas siempre te dejará con ganas de tocarla, sentirla, aprisionarla con los brazos. Sus pechos son redondos, perfectos, comestibles. Por el tamaño no hay que preocuparse, tienen el apropiado para ser una ramera y cobrar por lo que se ve o lo que se hace. Sus hombros se encuentran a la altura de sus caderas lo cual hace tener un cuerpo envidiable. Sus ojos, sus malditos y celestes pupilas, son la encarnación de las tentaciones. Sus labios en forma de media luna, pueden arrastrarte al infierno. Su cabello largo, ondeado y color miel es la maraña perfecta para que te dejes caer en su red. Ven y piérdete en su cuerpo, desearás que el tiempo a su lado no termine jamás.

Spoiler:

Descripción psicológica:
No hablemos de que es una perra, total cualquiera con el sentido erróneo de un juicio puede serlo. Podría pasar como una mujer, arrogante, socarrona, petulante, egocéntrica y demás. Cada quien juzgará lo que es pero nadie, realmente nadie se dará cuenta de lo que Scarlett es. Un puta sin sentimientos, tan fría que fácilmente se tacharía como una maldita frígida. Ella fingirá los orgasmos en tu cama y en la de cualquier otro farsante que se sienta tan pudiente como para hacerla berrear. Es bien sabido que el oficio de las prostitutas es complacer a sus clientes pero ella no tiene que hacerlo pues los imbéciles que la siguen, solo buscan presumir que ya se la follaron. Calculadora, hostil y directa, no esperes una mentira a base de maquillaje para que no te duela una verdad, Scarlett dirá las cosas como tienen que ser y no teme de una reacción lastimera de tu parte, la verdad es que no le interesas. ¿Quieres herirle? Físicamente puedes, sentirá el dolor en su piel y acunará la agonía tras su garganta, no la escucharás gritar. Si lo que pretendías era torturarla de una forma psicológica, mejor búscate otro títere con ella no podrás. No habla con nadie acerca de su pasado, lo cual la hace más fuerte, tal vez más vulnerable, depende del día en el que se encuentre. Cada mes, tres días de cada maldito y estúpido mes, se pone terriblemente insoportable, es peor que un licántropo en luna llena (Sí, menstruación).

¿Qué es lo que buscas en una puta? Scarlett se acopla a tus expectativas, no sabrás que papel desempeña realmente, de esta forma no se identifica en lo absoluto su verdadera esencia ¿Quieres insultarla? ¿Quieres ofenderla en el acto? Esta es la ramera indicada para eso ¿Buscas sexo salvaje? Puedes morderla, arañarla, patearla, en donde tú quieras a excepción del rostro y sus pechos, es lo que enseña, es lo que vende. Te seducirá, te corromperá, ella es la tentación en la que siempre habías querido caer, el incubo que no tiene poder o influjo sobre tu mente pero sí sobre su cuerpo, más sobre esa parte de ti que pide, implora y ruega por Scarlett. Cuando la depravación es lo único en tu vida, cuando es la promiscuidad la única forma de afecto que conoces, puedes perderte en las ramas del infierno, es allí precisamente en donde esta ramera vive día con día, noche tras noche. Solo ella sabe quien es realmente y lo que en verdad le importa, solo existe una persona de la cual se preocupa y por la que lo hace todo ¿Quieres comprenderla? Jáh! Maldito infeliz, para saber que es lo que oculta necesitas ser ella, ser Scarlett Bouvier.

Historia:

-¡oh, Scarlett!-
-Decir mi nombre no me hará sentir lo mismo que tú-

Hija de Antonieta y Pierre, la madre una prostituta que nunca debió dar a luz y el padre, un maldito infeliz que explota a las mujeres de su taberna (Burdel). Scarlett no tuvo otro destino mejor que el de convertirse en una maldita callejera o en continuar con los pasos de su madre. ¡Son inteligentes! Adivinaron, se volvió una ramera. Me hubiese gustado escribir que fue educada con el amor de una familia, para su terrible desgracia no fue así. Lo único que consideraba como amor eran las caricias impúdicas que le ofrecían los caballeros que la miraban jugando en las esquinas del prostíbulo. Siempre enredaban sus cabellos dorados entre sus dedos, relamiéndose los labios, saboreándose la piel de la pequeña infeliz. Aunque muchos la deseaban tener en su cama, Pierre jamás les permitió tocarla, había una cuota especial que pagar por quitarle la virginidad a una de las muchachas. Sin saberlo, ni quererlo Scarlett se convirtió en la obsesión de su propio padre, pero este aún esperaba a que ella se le entregara, no pretendía abusar de ella, no… estaba tan cansado de tener sexo con la puta de su madre que lo único que quería era probar algo diferente. Pasaron los años y Scarlett cumplió 10 años, buena edad para disfrutar de la infancia, correr, pensar, soñar, divagar… ¿follar?

Encerrada en el burdel perdía el tiempo, observando como es que los hombres se encerraban en las habitaciones con esas mujeres a las que admiraba por su belleza, también con su madre. Suspiraba, añoraba tanto saber que era lo que ocurría tras la puerta y conocer las razones de esos extraños ruidos. Pierre siempre la apartaba de la vista de los clientes. Había de todo tipo de hombres, desde pedófilos, hasta zoofilicos. Pero ella quería comprender lo que le era prohibido, una noche se escapo de la habitación en donde Pierre la encerraba, miro a su madre entrar con otro hombre, besándose, acariciándose… casi desnudos. Le pareció muy extraño, no se limito en asomarse por la cerradura, lo que vio, le atrofio la mente de tal modo que a la noche siguiente continuo mirando por el pequeño agujero en la cerradura. El instinto primitivo de su cuerpo le sugirió una idea completamente repugnante, pero la idiota que iba a saber de lo que estaba mal o lo que estaba bien. Corrió a sus aposentos y se desnudo, paso su mano por el par de pechos en crecimiento que tenía, acaricio su abdomen, se admiro en el espejo. No tenía lo que esas pomposas mujeres, no tenía lo que su madre vendía al mejor postor, se enfado… Desnuda, con su piel pálida, sus glúteos pequeños, sus piernas tersas, llego hasta la “oficina” de Pierre. No se molesto en tocar antes de entrar, ella simplemente atravesó la puerta, sus pliegues lucían tan apetecibles que al ver su desnudez Pierre perdió los estribos que tanto había guardado. Sí, la deseaba más que a la ramera de su madre y a esta ya le había perdido el sabor después de que Scarlett nació. La putilla se refugio en los brazos de ese hombre, le pregunto por qué ella no tenía los pechos que su madre, las piernas tan torneadas, los glúteos más levantados… Este lo único que respondió fue un “Eres más hermosa así”

La acaricio con impúdicas intenciones, la quería follar, necesitaba hacerla suya. La muy imbécil cedió ante lo que en su entrepierna se estaba dejando ver. Entre besos, caricias, embestidas y sucios detalles que es preferible omitir, Scarlett dejo de ser una niña. También se devaluó. Una vez que su virginidad se esfumo, aparentemente también el interés que Pierre deposito en ella. Inicia su vida de puta. Pece a ser una niña, hacía su trabajo tan bien que los hombres preferían pagar el doble de dinero por meterse con ella antes que estar con alguna otra ramera. Todas, sin importar el costo eran marcadas como vil ganado con una pequeña insignia en su tobillo, una maldita quemadura con un PV entrelazado, Scarlett no fue la excepción. Obtuvo su marca de puta a los 12 años, cuando y era toda una profesional, para este entonces había desarrollado lo que tanto añoro desde pequeña, unos pechos firmes, unos glúteos hermosos y una cintura delgada. Su belleza no se demacro durante este tiempo, por el contrario, incremento proporcional a su experiencia. No soporto mucho tiempo antes de las demás la odiaran, inclusive su madre –nunca la quiso pero tampoco la odiaba como ahora- pero ella era la consentida y ¿Qué pasa cuando alguien es así? Sí, se crea un monstruo. Lastima Scarlett, tu destino era aún más que simples fornicaciones al caer la noche. A sus 13 años queda embarazada, una mujer que puta tiene que abortar la cría que lleva dentro o de lo contrario su valor cae al piso. Pero ella no deseaba asesinar al fruto de su vientre. Pierre trato de hacer que lo escupiera, pero no logro persuadirla. Intento arrancárselo de su vientre y en un movimiento fallido ella lo mato. Escapo del burdel, huyo hacia las lejanías de París, busco refugio en las calles pero nada le era suficiente ¿Cuándo dejo de ser la chica especial?

Nunca imagino que el único lugar que le abriría las puertas sería el convento. Pasaron siete meses antes de que esta llegara a él, siete meses en los que se mato de hambre por la falta de dinero, tiempo en el que la gente le miraba y esos hombres que alguna vez la tuvieron en su cama, se burlaban de ella como la vil puta que era. Un día tropezó con una piedra, cayo sobre su abdomen y se golpeo en la cabeza. Para cuando despertó ya se encontraba dentro del convento, las hermanas la atendieron como a una de las suyas, después de todo si había bondad en la tierra. Lo primero que hizo fue preguntar por su hijo, las hermanas le informaron de su estado, se encontraba bastante débil. A punto de morir.

-No, no pasé por todo esto para que él muera-
-Dime niña, si sobrevive… ¿Cómo es que lo criarás tú sola?-
-De eso me preocupo después, por ahora quiero que se recupere-
-Piénsalo bien, es mejor si muere-

Pese a todo pronostico, su hijo sobrevivió. Pero tras tenerlo en sus brazos una semana se dio cuenta que aquella monja tenía la razón. Ella jamás podría sacarlo adelante, por lo cual, con el dolor de su alma lo dio en adopción. Las hermanas conocían a una pareja ideal para educar a ese chiquillo o al menos en apariencia así lo eran. Así pues, la puta decidió que sería lo mejor, sin embargo, nunca dejo de mantenerlo vigilado. Regreso a su profesión en otro burdel, menos cotizado que el de Pierre, pero que sin duda alguna le daba suficientes ganancias para mantenerse viva. Su hijo jamás se enteraría que su verdadera madre es una puta, muy probablemente sepa que es adoptado, quizá no, ella no lo decide. Pero lo que sí, es que no le dirá nunca que es su madre. Paso el tiempo, el burdel prospero, podría asegurar que fue por ella, o quizá las demás perras que había en la camada trabajaban bien, cualquiera que fuese la razón. El prostíbulo se lleno de fama, pero lo más impactante en este lugar es que se comentaba que había una puta que no sentía nada, por más que se la follaran, por más grande que la tuviesen, independientemente de todo, esa ramera no sentía nada. Y los hombres que acudían hasta allí la buscaban, con la estúpida idea de que ellos la harían sentir lo que los demás no podían. Así duro los siguientes años de su vida, hasta que los hombres se cansaron de esperar un gemido de sus labios y la apartaron de su festín. Ella necesitaba el dinero, fría, sin sentimientos más que para su hijo, comenzó a fingir los orgasmos con el primer pendejo que se encontró. Se corrió la voz y ahora la buscan por el simple hecho y marca de hombría que dice “Si otro cabrón pudo ¿Por qué yo no?” Sólo es cuestión de enfoques, sea para lo que sea, ella siempre llama la atención.

Datos Extra:
-En único hombre en su vida es su hijo-
-Aún tiene la maldita marca de Pierre en su tobillo-
-Sigue siendo una de las mejores en la cama, pese a su frigidez-
-Ambiciona el dinero, para ofrecerle a su hijo algo, si es que este se llega a enterar de quien es-
-Se enredo con un clan de vampiros, es la muñeca, es un títere, pero si le pagan ¡Que mejor!-