Nightmare [Privado]

-Estoy aburrido -fue lo que dijo tras haber caminado durante un rato detrás de ella -Si no lo dices, jamás lo hubiese notado- fue la contestación, llena de ironía de la mujer que le vio de reojo. Ella finalmente se detuvo en cuanto estuvieron entre los callejones, sin tanta gente de por medio y bostezó. Qué pasaba con eso? En plena noche y ella haciendo eso. Sai se acercó sentándose sobre unas cajas de madera sin fijarse en el lugar o lo desastroso que podía ser.

-Vamos a algún sitio, Sai... o escogemos a alguien y le molestamos... te llevo al burdel y veo lo que haces para entretenerme - Se estaba desesperando, últimamente Sai estaba apagado y eso dsembocaba en que al pasar tiempo juntos, ella también se aburría. Normalmente él se iba a conseguir un amante ocasional y ella se quedaba por su lado, así que lo que dijo solo era por ver la cara de desaprobación de Sai al proponerlo. Sonrió viendo que lo que vio en su rostro no le decepcionó.

Ella había mantenido a Sai porque además de ser lo suficientemente fuerte para seguirle el paso y sobrevivir, era la única de sus creaciones, aparte del otro vampiro que andaba por París, que había sobrevivido a la época en la que los cazadores le seguían. Las probabilidades de que un neófito sobreviviera eran vagas, alguien como ella sin embargo, no era fácil de asesinar.

Los milenios que pesaban sobre ella, le hacían a veces temibles para alguien tan joven a su lado, tal como Sai lo veía, era alguien de temer, incluso si la mayoría de las veces se preocupaba poco o casi nada sobre ningún asunto. Si había problemas, le enviaba por delante, no le había visto pelear o siquiera hacer un verdadero esfuerzo contra algún cazador o algún enemigo potencial. Él no sabía a qué se debía, pero conforme pasaba el tiempo, parecía que los problemas no llegaban a ellos, tal vez era la presencia de alguien tan antiguo incluso si no se notaba a simple vista.

Él era el que tenía que arriegar su cuello si se veían en algún lío, pero en un par de ocasiones en las que casi lo habían matado, ella simplemente se puso de pie y dijo algo de que no iba a permitir que alguien más lo eliminase. Más de una vez, cuando le veía en dificultades hacía algo mínimo, pero salvándole de ciertas cosas. Sai sabía que por esa razón el tenía cierta libertad de movimiento, pero también debía cumplirle sus caprichos muchas veces, era un trato y como tal había sus condiciones. Pero Ethevi en su mayoría le dejaba hacer lo que le daba la gana así que era un pacto que no le traía problemas.

Un sonido le hizo girarse -Ethevi... -susurró, aunque sabía que seguramente ella lo habría notado antes que él, incluso si parecía que no le importaba en lo más mínimo el intentar hacer algo. Ella se movió saliendo de donde estaban, él le siguio hasta que pudo ponerse a su lado y ver lo que observaba, o más bien, a la persona que observaba. Podía percibir su naturaleza a esa distancia.

La joven vampiresa caminaba despreocupadamente por las calles parisinas mirando sin prestar mucha atención a lo que pasaba a su alrededor, estaba algo aburrida mas no tanto como su gemela quien no emitía mas que sonidos de fastidio en su cabeza o al menos eso hizo por algún rato antes de cansarse a sabiendas que la "santurrona" de su hermana no pensaba ir a ningún lugar interesante para divertirla por lo que no le quedo mas que entretenerse con los recuerdos del pasado pues mas que eso no le quedaba al estar atrapada en esa mente compartida en la que desde hace mas de 20 años habitaba, mientras que la controladora del cuerpo en ese momento era otra y no ella.

- Me aburro - murmuro vario tiempo después la castaña antes de resoplar sin dejar de caminar sin rumbo fijo, a esas horas no había mucha gente deambulando en las calles pues la mayoría estaría resguardándose en sus hogares con sus familias o en burdeles buscando el calor y el entretenimiento de las cortesanas que trabajaban en dichos lugares y que la hacía recordar el tiempo en el que ella compartió el techo con ellas aun cuando nunca se entrego a ninguno de sus clientes pues después de todo nunca fue mas que una bailarina y tal vez fue eso lo que la ayudo a recuperar lo suyo y llegar al lugar donde estaba como baronesa española.

En definitiva no estaba mas que caminando sin rumbo fijo como por inercia pues ni sus pensamientos estaban en el camino que había recorrido ni en las casas y locales que había llegado a pasar en ese momento y hubiera seguido así si no hubiera notando la presencia de dos vampiros, mas no estaba segura de donde estaban pues después de todo aun era muy joven y no dominaba realmente sus poderes ni instintos vampiricos, no por ahora.

FdR: Disculpa el retraso y el corto post es que he estado muy ocupada con cosas de la U

Sai observó a Ethevi ladear el rostro y su mirada siguió un camino hacia aquella única presencia que parecía sobrenatural. A veces, su creadora se entretenía de maneras que sinceramente él no entendía. Pero en ocasiones, no podía más que seguir el hilo de lo que sucedía. Si bien el refería ir y pasar un buen rato con cualquier chica hermosa con la que se cruzasen sus pasos, a veces no quería esforzarse. Y en raras ocasiones, no tenía ganas de buscar algún entretenimiento para la noche.

-Parece no ubicarnos- Dijo la mujer y le jalo como si fuese lo más viable de hacer acercándose más, a la que distinguieron un momento después como una atractiva vampiresa, o eso pensó el varón mientras ella sonreía de medio lado mirándole casi diciéndole que se acercaran. El encogió los hombros –Buenas Noches- Por una vez a Sai le pareció que la voz de Ethevi sonaba diferente a la del resto, era difícil cuadrar y además creer que llevaba tanto tiempo sobre la tierra. No era importante, habían visto caer seres casi tan antiguos… bueno, el había apenas sido creado cuando vio que mataban a uno. Pensó que estarían en peligro, pero con ella, sinceramente, se había dado cuenta que a pesar de las apariencias, verla enojada era algo que a nadie le deseaba.

Aquellos ojos pardos, que cambiaban de color ante las luces o su estado de ánimo, esa piel, que si observabas con detenimiento, incluso para un vampiro como él, resultaba demasiado lisa, demasiado perfecta, era como si vieras una muñeca, una que no podría mover las expresiones de su rostro, eso le parecía cuando sus ojos brillaban en furia. Pero eso solo había sucedido una vez, y había alcanzado a ver lo que era tenerla como enemiga. Por eso estaba con ella, por el trato ímplicito que habían hecho cuando le transformase. Ella estaba aburrida, el estaba harto de su vida. La inmortalidad había sonado bien y jamás se había arrepentido, Eternamente detenido en ese cuerpo joven y que jamás envejecería.

Sai podía parecer distraído cuando estaba con ella, dos mil años se decían fácil, pero ciertamente no los había sobrevivido solo a expensas de ella. Era por eso que con verle, podía notarlo, lo joven que era esa la vampiresa frente a ellos. Pero si Ethevi se había acercado no era por eso. Y él, sonrió de aquella forma encantadora. No quería intentar una conquista, no porque ella no le llamase, sino porque había aprendido que frente a Ethevi era más un juego en el que ella buscaría burlarse y sinceramente, como ya le conocía, le era una tarea realmente fácil. No quería darle ese gusto, por ahora. Sus pasos se hicieron más pesados cuando se acercó, como haciéndolos más audibles, porque a veces se movían con tanta ligereza que un humano no podría sentirlo, escucharlos o anticiparse a ellos.

Ella, llevaba tan poco tiempo al parecer, que incluso él podía sentir aún aquella sensación, como la que provoca un ser humano. Podía ver en la textura y el color de su piel. Por la forma en la que se movía y esa mirada, sus ojos, la forma en que se veían, contrario a los de Ethevi, aún parecían poseer vida. Y sin duda, eso le atraía.

Off:No hay problema.... yo también me he tardado un poco y sé lo que es so, así que no te preocupes. Responde cuando puedas =)

“Percibes de donde provienen la presencia de esa pareja de vampiros” cuestiono mentalmente la joven a su hermana quien hasta ese instante estaba medio ignorándola por lo aburrida que se encontraba en esos momentos dado el paseo poco interesante de su gemela “No la verdad no estoy segura solo sé que se están aproximando así que no te preocupes si tu no los encuentran ellos si te encontraran a ti, además parecen ser bastante mayores que nosotras” respondió la joven tranquilamente pues suponía que lo más que podría pasar es que las cosas se pusieran interesantes con la llegada de los vampiros que andaban cerca de ellas.

Tal y como su hermana menciono ambos vampiros se aproximaron a donde estaba ella, eran uno vampiros mayores, la chica parecía ser mayor al joven o al menos esa fue la impresión que tuve a primera vista cuando los observo - Buenas noches - respondió con cortesía intentando que no se notara la típica incomodidad que solía tener con otros vampiros dado lo que la llevo a convertirse en una y el hecho de que al ser tan joven y poco experimentada con sus poderes la hicieran lucir algo vulnerable ante los mayores con más conocimientos que ella, algo que obviamente ocultaría con su porte seguro aun cuando no fuese lo que realmente sintiera.

“Ay hermanita si tan incómoda te sientes entre ambos vampiros yo puedo tomar el control por ti, a lo menor algo interesante llega a pasar” menciono mentalmente una burlesca Anthea esperando que esta le cediera el control o por el contrario le respondiera de la misma manera más estaba segura de que ninguna de las dos pasaría, Venus no la trataría mal ni la dejaría salirse con la suya así que solo espero a ver que pasaba como la simple espectadora que era en ese momento. “Sabes que eso no pasara, ahora estoy yo y puedo resolver las cosas sola” pensó con toda la inseguridad que sentía por dentro más no demostraba ante los vampiros frente a ella “Lo que digas hermanita aunque tu inseguridad dice todo lo contrario... Pero bueno dudo que tengas algo de que preocuparte, al menos no por el momento, ya que ellos no lucen como si te fueran a morder o algo así, no por ahora... Si pasa algo o tienes miedo llámame y con gusto cambiamos y me hago cargo de la situación por ti” respondió finalmente Anthea antes de marcharse a otro lado de la mente de ambas pero no sin antes reírse mal intencionadamente de su gemela, quien quedo al frente y sola frente ambos vampiros a la espera de descubrir que es lo que estos deseaban de ella o con ella.

La vampiresa ladeó el rostro divertida ante la escena, como si fuese algo que no le sorprendiera y tal vez era de esa manera. Ni una pizca de sorpresa, contrario a él que al ver la figurilla frente a él pareció curioso y en espera. El color de sus ojos le pareció extraño por un momento ignorando como lucirían los de ellos a la joven que ante ellos parecía firme y lo habría creído de no ser por las palabras de su creadora al dar solo un paso más hacia ella -No te haremos nada - Dijo como si de verdad fuese de las que planean o piensan de antemano la obra que se representa en la oscuridad de la noche eterna.

-O es que la hermosa pequeña, desea huir de nosotros tan pronto como aparecemos bajo el manto de esta luna que nos gobierna? - Sai sonrió de esa forma en la que normalmente nada se le negaba. Una sonrisa podía abrir las puertas fuesen a lo más hermoso o lo más horrendo, pero lo adecuado en tus palabras podía llevarte muy lejos.

Ese era, el carácter que perdía en momentos de aburrimiento su creación más duradera, la que había mantenido su cercanía a ella sin pasar los límites que ellos mismos impusieron en sus tiempos, en el que ella ya era una existencia añeja y el un humano con la vida en las venas.

Quien tenía frente a ella le recordaba una existencia anterior a esa, mucho anterior, en la que el mundo se movía a un ritmo y con diferentes reglas -Al menos nada que te sorprenda... Dejarás que dos seres como nosotros te lleven esta noche?- Su sonrisa y un acuerdo sin palabras que se desataba entre ambos. Pocas veces ese mudo acuerdo salía a la luz, pero en noches en las que uno caía en el aburrimiento y la otra en la consignia de sacarle de ello, nacía una combinación que rara vez se veía, dispuesto todo a recuperar un equilibrio que no lo era.

-Si te preocupa el daño que alguien como yo pueda entregarte, no debes preocuparte... no haré nada, no deseo tu muerte - Sonrió como quien no intentara dejar en claro que no aceptaría que se escabullese entre sombras que no servían de nada para ojos como los suyos, que ya no podían temer a nada, salvo a aburrirse de su misma existencia. Irrumpir en la mente, comunicarse con el otro, sus habilidades estaban combinadas, era por ello que incluso para escapar de inquisidores o quien quisiera despojarles de todo, podían arreglárselas sin tener siquiera que verse directamente. Dos milenios les valían para ser una mancuerna que en cuanto encontrasen un objetivo lo cumplieran, así tuviesen que retorcer los hilos de los acontecimientos que ante ellos se abrían y permanecían.

-Queremos compañía y si alguien como tu está dispuesta a brindarmela lo agradecería - El joven se acercó sin que su maestra diese un indicio siquiera de hacer lo mismo. Tomó aquella mano sintiendo ese calr aún humano. Tan lejos de la frialdad y la sensación de la piel propia y la de la vampiresa a sus espaldas, la suavidad aún permanecía, el calor y el olor casi tan parecidos a cualquiera de sus presas, no siempre a las cuales por su sangre perseguía.

La joven vampiresa enarco una ceja al escuchar las palabras de la otra vampiresa, como es que esta sabía que ella no confiaba en ella y en sus intenciones, será que se habrá descuidado y delatado con sus acciones pensó la pequeña vampiresa algo angustiada principalmente porque pudiera leer la mente como ella lo hacía y notar lo incomoda que estaba por lo que expreso en su conversación mental con su hermana o tal vez pudiera leer sus pensamientos por lo que se mantuvo igual exteriormente mientras que mentalmente luchaba por mantener una conducta impasible y mantener sus emociones a raya para que estas no la traicionaran en el peor momento.

- Y ¿Porque lo expresa así? Madame. Como si temiera que me hiciera algo, no lo siento muy normal o ¿Es que acaso se dirige así ante todas las nuevas personas que llega a conocer? - pregunto con aparente calma y tranquilidad mientras sacaba y abría un fino abanico que llevaba con ella para empezar a abanicar su cara aunque más que todo lo usaba para tapar parte de ella tras el mismo, dejando ver nada más y nada menos que sus ojos de distinto color.

- ¿Será que los vampiros de hoy no pueden estar con otro sin tener la absurda impresión de ser más poderosos e imponentes que los otros por lo que creen que el solitario recién llegado huira? - pregunto mientras hacía una mala imitación de su gemela con su despreocupaba forma ser y su total arrogancia la cual realmente no le sentaba nada bien y no la hacía ver más que como una fanfarrona asustadiza que solo buscaba hacerse la bravucona para salir de la situación.

“Yo puedo sacarte del problema” resonó una voz en su cabeza la cual claramente ignoro pues no se dejaría vencer tan fácilmente por esos vampiros y mucho menos por su otra alma, la de su hermana, esta sería a la ultima que dejaría vencer pues esto sería mostrarse frágil y vulnerable ante ella lo cual en definitiva no llegaría a acarrear nada bueno en el futuro.

Una nueva pregunta fue formulada en la extraña conversación, esta vez de boca de la vampiresa quien no la dejo responder a la misma ya que antes de que la joven baronesa pudiera decir palabra alguna añadió una segunda frase en la que le expresaba no querer lastimarla lo que la hizo soltar una leve y sarcástica carcajada interna, ya que externamente seguía manteniendo esa máscara de serenidad que hace momentos atrás había creado - ¿Por qué consideras que temo a ti, no es muy arrogante expresar las cosas así? Oh y lo de ir con ustedes creo que dependería del ¿Por qué quieren que los acompañe? - menciono con esa actitud tan típica en su melliza pero tan rara en ella que lucía algo forzada a decir verdad.

La respuesta no tardó mucho en llegar de la boca del vampiro que estaba con la vampiresa, según ellos solo querían compañía, más ella realmente no se podía fiar de sus intenciones, después de todo eran un par de vampiros con los que hablaba y no era algo que realmente le agradara, en especial si tenía que pasar más tiempo con ellos, pues dado los años que parecían llevarle a ella estaba segura de que estos no la dejarían marchar fácilmente, razón por la que no le quedo más que aceptar el trato con su gemela cediéndole su lugar algo que no era muy grato pues estaba segura que esto le daría más poder sobre ella algo que realmente no quería pero aun menos quería tratar con vampiros en ese momento.

La heterocromia se invirtió haciendo que el ojo que anteriormente estaba verde se volviera gris y el gris verde, la actitud también cambio y el lenguaje corporal aun más mostrando a una chica aun más segura de sí misma, atrevida y sensual. Ya no era Venus quien estaba a cargo, ahora era Anthea a quien tenían al frente esos vampiros. Miro de reojo la mano que sostenía el vampiro y la aparto antes de cerrar el abanico y levemente golpearlo contra su mano libre, la que anteriormente sostenía el vampiro - Podría acompañarlos, más tengo una gran duda. ¿Qué hay de interesante en la compañía de una completa extraña, en especial habiendo tantos lugares de diversión en toda Francia? - pregunto con una media sonrisa estaba claro que tal vez si los acompañara más antes quería conocer un poco de sus intenciones o al menos el nombre de esos vampiros.

Ethevi se le quedó viendo, la sonrisa aún estaba sobre sus labios pero su expresión cambio ligeramente al estarle escuchando. Por su lado Sai solo arqueó una ceja. Era conveniente estarjuntos porque sus habilidades se complementaban, pero por ley tenían no hacer un esfuerzo innecesario. Ninguno de los dos hablaba salvo de lo que veían en ella -¿Quién más hablaría de esa forma, ¿aparte de un animalilo asustado? – Sai le miró notando el tono que ella estaba usando, había dicho que no le haría nada y en su mirada aún veía que no lo haría, pero sus palabras le habían hecho dudarlo.

Sai no dijo mucho porque parecía que él salía medianamente sobrando en aquellas palabras. Lo que sabía es que Ethevi se lo estaba tomando de una forma extraña, sería porque la actitud de la jovencita le parecía tal vez algo que pudiese divertirla. Demasiado, se dijo a sí mismo. Era como cuando él le hablaba y le decía que era demasiado impertinente. Pero lo que lo descolocó fue la risa clara que se escuchó de su creadora –No pongas palabras en la boca de otros ¿No me temes? Eso está bien, pero deberías cerrar esa boquita tuya y no provocar a alguien como yo – Sonrió de forma encantadora, pero a Sai esos gestos le parecían más tétricos que los que debían serlo.

El joven viró los ojos mientras tanto –Estas hablando demasiado pequeña… Esta bien que le digas ciertas cosas, pero hay un límite que estás a punto de cruzar si dices cosas como esa – le sonrió y le hizo un guiño. Ethevi no es que fuese a sentirse provocada fácilmente, pero si quería asustarla, bien podía hacerlo. Un ser tan antiguo como ella podía emitir esa agobiante aura que a él le molestaba. En los dos mil años que había estado medianamente con ella nunca la había visto enfadarse y aún no lo estaba, lo cual era una ventaja de alguna manera. Pero eso no le impedía hacer algunas cosas. Probablemente eso que había dicho en un inicio había sido la causa de que ella se portara así, aunque realmente dudaba que intentara hacer algo, Ethevi solía hacer eso solo con el fin de ver las reacciones de otros.

-Soy arrogante porque puedo serlo… -Dijo dejando de ver a la jovenzuela -¿No eres acaso tu la arrogante al hablar de esa manera? – De los dos probablemente el mayor riesgo era ella. Porque solo por diversión o entretenimiento podía hacer cosas más siniestras. Pero entonces al regresar la vista a la joven frente a ellos, Ethevi arqueó una ceja, incluso si una persona puede cambiar de actitud o su aura puede modificarse por momentos, el color de sus ojos era cosa aparte. Sai tardó un momento en darse cuenta en que centraba la mirada.

-Yo puedo contestar a eso- dijo él acercándose un poco – No son los lugares, si no las personas las que hacen todo interesante – Había escuchado a Ethevi decir algo como eso y era porque las primeras veces que le acompañó preguntaba cosas como esa a veces. Ethevi solo sonrió ante esas palabras, al parecer las había dicho más de una vez como para que su vástago vampírico las repitiera –Hay lugares que son impresionantes por sí solos, pero no he visto ninguno así por estos rumbos…- Tal vez París no le había mostrado lo mejor de sí, aunque sí habían visto muchas cosas desde que llegaran. Pero se entretenían o interesaban con la misma facilidad con la que se aburrían o perdían el interés en las cosas.

Venus estaba por responder a la pregunta de la vampiresa sin embargo las palabras de su hermana se lo impidieron "A veces es mejor callar hermanita en especial si tus palabras no hacen mas que demostrar tu verdadero sentir, en este caso de tener miedo. Realmente no te están ayudando solo perjudicando así que..." Dejo la frase a medias antes de volver a desaparecer entre los pensamientos, temores, recuerdos y sentimientos de la castaña, solo apareciendo de vez en cuando para molestarla y nada mas algo que claramente Venus notaba mas sabía que tenía razón en vez de defenderse estaba cavando su propia tumba lo que la hizo morderse el labio sin decir nada mas de momento.

No es que se sintiera intimidada, bueno tal vez si y no sabía como salir de la situación sin meterse en mas problemas, al parecer el intentar ser como su hermana no servía a ella no le quedaba nada bien el ser así como ella, definitivamente eran tan opuestas como el día y la noche y ella no podía hacer las cosas de su hermana lo contrario que pasaba con ella lo que le daba algo de envidia en momento como este que estaba en problemas y no sabía como responderlos ni sabía que palabras eran las mas correctas y solo estaba logrando que los vampiros esos se pudiera molestar algo que no le convenía, no ahora.

"Anthea te necesito" dijo internamente a su hermana arrepintiéndose casi al instante por la imagen de su hermana viéndola burlonamente que se dibujo en su rostro, haciéndola bajar la mirada pues sabía que esto era una victoria para ella y que no la dejaría olvidar esto y mas bien lo usaría a su favor lo cual no era del todo de su gusto "¿Me necesitas? Es bueno que lo admitas de vez en cuando hermana" dijo la voz en su cabeza burlona y mal intencionadamente antes de añadir "Vete por ahí yo me encargaré de esto" dijo antes de hacerse con el control del cuerpo. De poder verse o ejemplificarse lo que pasaba entre las dos en la mente seguro se veía a Anthea empujando o hundiendo en el mar de recuerdos a su hermana mientras ella tomaba el control absoluto de la mente o algo así.

Ella había conocido muchos lugares en su corta vida y sabía cuanta razón había en las palabras del vampiro por lo que sonrió de lado - Creo que tiene razón señor, yo he viajando por muchos lugares diferentes y con la simple compañía de una persona interesante hasta el lugar mas monótono se puede volver algo fascinante - respondió mientras evaluaba un poco a las personas que tenía ante ella - También tengo que estar de acuerdo con usted, señorita. En el poco tiempo que llego aquí tampoco he llegado a ver nada lo suficiente interesante - se encogió de hombros como restandole importancia al asunto pues así como ellos fácilmente perdían el interés de las cosas ella era igual y París no era un lugar del todo interesante, al menos por ahora.

Ethevi hizo un ligero gesto que Sai no notó en cuanto la chica alzó el rostro de nuevo. abía arqueado una ceja apenas notablemente y se acercó un poco más, viendo directamente aquellos ojos -He de decir que llegamos hace poco, pero incluso diciendo eso y que nos hayamos cruzado con un par de persnas que puedo decir fueron interesantes a su modo... tu eres un caso distinto y singular - Dijo antes de sonreír y casi rodearla regresando por donde estaba su pupilo -umm... ¿Quieres acompañarnos entonces?- Preguntó caminando con bastante ligereza, casi sin tocar el suelo bajo sus pies.

Sai le vio de forma desaprobatoria por su aparente cambio d ehumor, que en realidad no lo era, solo que ella era un poco extraña a veces cuando el no notaba algo que ella si -Puede que te aburras con nosotros, puede que no, tu sabrás si quieres venir y averiguarlo o ir por tu lado - él le dirigió una media sonrisa, medio en una insinuación. De estar solo probablemente le hubiese abordado de una forma totalmente diferente.

Habían empezado de una forma extraña, pero Sai era el más despreocupado de los dos, ella a veces daba atisbos de un carácter, que aunque no era tan común ver en ella, existía, y el había sido testigo un par de veces. Tenía su ego y su orgullo bastante alto. Pero tal como dijese, había una razón en ello. Ethevi no era una simple vampiresa como las que él había conocido. Su carácter era extraño cuando le conocías, decía cosas que muchos considerarían incorretas, trataba a sus creaciones como juguetes o mascotas, Sai, entre todos, era el único que había durado a su lado, probablemente el único de los que había tenido que poseía fuerza suficiente para protegerla, solo para que ella no moviese un dedo en caso de un enfrentamiento. Y cualquiera se preguntaría por qué, si ella pensaba y le trataba de ese modo, estaba con ella.

Tan fácil como que a él no le importaba. Y porque era más que conveniente. Nadie más podría portegerlo a él de alguien más poderoso y tampoco probablemente, conocería a un vampiro antiguo que quisiera darle su sangre. Sai le dirigió una mirada a la joven, podía, de verdad, sentir la crcanía de ella con la de los vivos, su muerte, no llevaba tanto como la de ellos. Joven, suficiente para sentir esa humanidad aún en su piel y sus gestos. Le sonrió esperando por su respuesta -¿Desde cuándo estás en París? Tal vez, si lo deseas, podemos ir a un lugar que prefieras, para que no creas que somos totalmente arbitrarios - Solamente buscaban con qué pasar el rato, tan simple como eso.