The Silence and the Nightmare [Asagi]

por **Alexis VanVollehoven** Sáb Abr 25, 2015 12:36 am

Incluso si su recién aparecido hermano parecía querer hacerse cargo de sus cosas, lo cierto es que había otras que le eran desconocidas, como esas tierras. Era de noche, por lo que los trabajadores no deberían estar. Aunque le había encargado a alguien se hiciera cargo en su ausencia, usando un par de trucos, por supuesto, para que todo saliese bien, necesitaba ver con sus propios ojos que esto aún se mantenía, que aún existía.

Esto le proveía cierta calma y ahora empezaba a recuperar el ritmo. Ya no se sentía como antes. Había dejado que la distancia y el tiempo le alejaran momentáneamente de todo. Pero lo cierto es que desde el inicio tenía que salir de ahí. Sus razones no habían sido solo la depresión. Y no es que hubiese sentido solo tristeza, era más la desesperación y la frustración.

Esta noche la luna iluminaba el camino. La luz blanquecina le dejaba ver lo que había a su alrededor. Se había salido de su hogar sustituto porque sentía que debía hacerlo. Era demasiado, que de repente un sujeto apareciera y dijese tener lazos de sangre contigo. No había respuestas, solo más interrogantes. Al menos había dejado de intentar conocer una verdad que al parecer no quería llegar a él.

El tiempo realmente ayudaba, pero no te hacía olvidar. Suspiró y caminó alrededor de la casa. Quería y a la vez no quería entrar en ella. No era lo mismo sin su dueño habitándola. Decidió regresar sobre sus pasos. Estaba lejos y estaba cansado, lo mejor sería dormir.

por **Asagi Dunkelheit** Dom Abr 26, 2015 2:59 am

¿Cuánto tiempo ya había transcurrido? La calma en la que se veía envuelto parecía la que cualquiera envidiaría pero a él le inquietaba al punto de llevarle al límite y su patetismo no dejaba de hacerse evidente. ¿Había dejado de ser aquel vampiro imponente? Se estaba dejando vencer por tan poco que sentía repulsión de sí mismo. Koizumi seguía en el mismo agujero sin poder escapar y verle cada noche a su lado y saber que jamás le recuperaría acaparaba mas de la mitad de sus pensamientos, buscaba una forma de regresarle, cumplía de forma obligada cada capricho incluso le mentía al decirle que le amaba cuando en realidad tenía ese hueco en el pecho que no paraba de abrirse.

Salió de la mansión dejando a Kei con el mayordomo. No había necesidad de explicar algo porque en realidad no lo hacía y no es que tuviese algo en mente. Se colocó el abrigo negro perfectamente y avanzó por las calles parisinas notando a las personas pero con un mínimo interés. El cielo comenzaba a teñirse de un azul marino que pocas veces había visto. Su mirada se clavó en aquel firmamento dejándose guiar lentamente sin rumbo alguno como siguiendo el rastro del viento. Su mirada parecía perdida, su rostro denotaba una seriedad tan extraña ¿Cuándo había sido la última vez que había sonreído? No tenía gesto alguno y eso comenzaba a preocuparle como si el retroceso hubiese sido demasiado.

Y entonces noto que había avanzado mas de la cuenta. No estaba perdido, sabía perfectamente en que zona estaba sin embargo el que estuviese distraído y haber llegado tan lejos le alerto. Sonrío y cerró los parpados por un segundo mientras veía el firmamento y dejaba que el viento acariciase su nieva piel y ese olor llegó inundando sus fosas nasales. Un humano, no, no cualquiera. Se dijo mientras avanzaba un poco mas. Observó a lo lejos aquella figura masculina y su sonrisa se agrando. Algo pasaba por su cabeza, le vio bien de pies a cabeza mientras se acercaba. Era solo un niño, distraído, lleno de pensamientos, aturdido pero nada tonto. Se echó los cabellos hacía atrás para despejar un poco su rostro y camino en dirección del muchacho hasta que se detuvo frente a él cortándole el paso, no se inclinó ni hizo movimiento alguno pero si bajo la mirada para clavarla en la ajena.

Sacó una de sus manos del abrigo y pasó su dedo suavemente sobre su mejilla para quitarle una pequeña mancha de tierra. –Acompáñame. –Ordenó con esa voz imponente que usaba a veces. No dejó de verle pero sabía que el brujo no era tonto. ¿Se resistiría a él? siendo honestos simplemente quería enterrarle los colmillos pues hacía tanto no se alimentaba de alguien que le gustara sin embargo aquella escena se le hizo tan familiar. Ya había sucedió esto antes pero con alguien diferente ¿Qué pasaría si lleva a ese pequeño a casa? Sonrío de forma cínica frente a él dejando ver sus colmillos mientras el plan se armaba en su cabeza.

por **Alexis VanVollehoven** Dom Abr 26, 2015 3:14 am

No sintió la figura que se acercó a él, no al menos hasta que le tuvo frente a frente y sintió la frialdad de su piel. Y ese leve roce le hizo recordar que los encuentros con vampiros nunca terminaban bien. Aguantó la respiración por un par de segundos, sorprendido y sin captar aquella orden que había llegado a sus oídos.

Cuando pudo reaccionar dio un manotazo alejando la mano del vampiro. Frunció el ceño y dio un paso atrás. Hubiese preferido darse la vuelta e irse, pero sus sentidos estaban alerta, no iba a hacer algo estúpido. Sabía cómo podían moverse y la fuerza que poseían. Huir, necesitaba huir sin que lo persiguiera. Empezó a recitar en latín, un hechizo para paralizarlo, mientras sus ojos se clavaban en los azules, que parecían casi irreales. Y por un segundo se detuvo. Había algo en su expresión que le hizo sentir escalofríos y querer correr como lo haría cualquier otra persona, por muy inútil que pudiese resultar.

No podía leer sus pensamientos, pero parecía estar irritado, molesto, y él bien sabía que los seres como él, con esa clase de mirada no buscaban nada bueno. Se repitió que debía continuar o estaría en peligro. Tal vez invocar a los fantasmas era lo mejor, pero ¿qué podrían hacer ellos contra él? Sus pensamientos divagaron apenas un par de segundos, pero era suficiente para quien estaba frente a él.

por **Asagi Dunkelheit** Dom Abr 26, 2015 3:47 am

Aquel manotazo no le extraño pues cualquiera en su lugar hubiese reaccionado así al ver que un extraño se tomaba semejantes libertades. No sonrío esta vez, se quedó quieto mirando como retrocedía, justo como un conejito o eso se le había figurado. La mirada dura solo le provocaba cosquillas y unas ganas de reír como nunca. Se hubiese burlado de él pero no lo hizo solo por respeto. Y entonces lo escuchó.

‘Brujos’ repitió para sus adentros cuando escuchó todo ese parloteó que provoco un gesto de molestia en él. Frunció el ceño y sus ojos denotaban aquel enojo. No dijo nada pero rápidamente se quitó la bufanda que llevaba encima para usarla como mordaza y apretarla bien fuerte sobre entre esos labios. –Aún no es momento de suplicar. –Soltó una pequeña risa y se colocó tras de él para amarrarle las manos con lo que sobraba de la tela. Volvió para enfrentar su mirada y le sonrío mientras se inclinaba sobre su cuello y lamía aquella vena asomándose, resaltaba con fuerza que aquello solo le tentaba y los latidos de su corazón era como escuchar el coro de los ángeles. Pasó su brazo sobre sus hombros y comenzó a guiar sus pasos pues viéndolo de esa forma no había demasiada distancia para encontrarse con el jardín.

Quizás eso podría funcionar, no lo sabía pero aquel chiquillo le sería de ayuda aunque tuviese que destrozarlo, eran tan frágiles que eso le sorprendía. Aquel no caminaba rápido y se detuvo para volver a enfrentar esa mirada llena de pánico y de un ‘enojo’ falso. Sonrío antes de tomarle de las piernas y echarlo a su hombro para llevarlo así hasta la mansión. No le importaba su nombre, si tenía familia o si alguien le esperaba pues finalmente lo mataría y para él no tenía valor alguno, estaba acostumbrado a ello ¿Qué mas daba usarles para sus propios fines?

por **Alexis VanVollehoven** Dom Abr 26, 2015 4:00 am

No es que no hubiese intentado evitar que le amordazara y le atara. Había forcejeado con él en ese instante, había puesto todas sus fuerzas en ello, pero había sido inútil, como un ser indefenso, ahora estaba atado y no podía hablar, lo que le dejaba solo su propia fuerza para intentar huir. Su acercamiento le dejo de piedra, se sintió horriblemente asustado, debía ser porque nunca había terminado bien estar cerca, pero esta vez sentía el peligro incluso a su alrededor. Su corazón latía deprisa, incapaz de estar tranquilo en semejante situación.

Y trató de escapar incluso así, pero mientras el vampiro le hacía avanzar con él, trato de mantenerse firmemente clavado en el suelo y aún así fue arrastrado varios metros, hasta que al parecer su idea no le había agradado a quien estaba con él.

Trató de hablar, quejándose, produciendo unos sonido ahogados contra la bufanda, sintiendo la tela sobre sus manos fuertemente atada. Y el piso dejó de estar bajo sus pies, intentó patear, propinarle algún golpe al estar en sus hombros. Y se dio cuenta de que el pánico lo estaba dominando. Eso estaba mal, pero se sentía tan a merced de aquel sujeto que no podía evitarlo. Quería gritarle, pero todo lo que se escuchaba era su voz ahogándose sin llegar a formar palabras.

Se maldijo por no haber sido capaz de terminar el conjuro cuando había tenido oportunidad, se maldijo por haberse dejado dominar por el miedo, pero no iba a rendirse tan fácilmente, incluso si todo parecía en su contra, solo le restaba luchar con lo poco que le quedaba. También se recriminó por haber escapado de la casa de su hermano sin haber avisado, no notaría su falta hasta la mañana siguiente y probablemente para entonces sería tarde. Pero qué estupidez, no era como si esperar que alguien le ayudara, aquel había sido un pensamiento inútil.

"Suéltame!" Gritaba en su mente, forcejeando con aquellas ataduras sin importar si se hacía daño en las muñecas.

por **Asagi Dunkelheit** Dom Abr 26, 2015 4:48 am

El conejo ahora se había convertido en un pez fuera del agua. Sus pies se movían con fuerza haciéndole posible que aquello, tomo con fuerzas sus piernas evitando que se moviera mas. en pocos segundos estarían en aquella mansión pero quiso hacer aquello lento, escuchaba los latidos de su corazón acelerarse y el sonido de la noche acompañándolos junto a esos quejidos ahogados sobre la tela. Se sentía tan diferente y tan extraño a su vez.

Observó la entrada del jardín, era primavera ¿tan rápido? Cruzó con lentitud el lugar queriendo disfrutar una vez mas de su hermosura, las flores sobre todo el lugar con sus grandes botones presumiendo ‘felicidad’ sonrío recordando algunos momentos nostálgicos pero ¿de qué servían? Sonrío y siguió viendo cada rincón con cuidado a pesar de escuchar las suplicas en la mente de aquel brujo pero solo las ignoro ¿no era mas fácil? Aspiró el aroma de la tierra húmeda que caracterizaba el anochecer.

Prosiguió hasta salir del lugar, era suyo finalmente, se había adueñado del lugar pero incluso si lo había hecho por aquel ya no importaba porque ni siquiera tendría valor o importancia a esas astutas. Varios metros después de salir del jardín se quedó de pie en la salida visualizando a lo lejos la mansión. Entraría por atrás. Si, sabía exactamente qué hacer. En cuestión de segundo estaba frente a esa puerta al hacer uso de sus habilidades. Quería hacerlo rápido al menos al principio. Empujó con cuidado y entro de forma lenta y natural aunque no le importaba si aquel le escuchaba. Se movió por la mansión buscando la entrada a aquel lugar. El sótano, aquel lugar llenó de rarezas. Sonrío y bajó las escaleras con lentitud, tomo al brujo y le arrojó al suelo como si fuese un costal de papas y nada mas. mientras se movía buscando lo necesario.

por **Alexis VanVollehoven** Dom Abr 26, 2015 4:59 am

Toda lucha parecía inútil, su fuerza era sobrehumana como bien ya sabía. Y ni cuenta se dio, salvo por los jardines que se extendían a su alrededor un momento después, solo entonces notó en dónde estaba, no por mucho, cuando se quiso dar cuenta aquel hombre le llevaba al interior de una mansión que él no había visto en ningún momento.

Forcejeó aún, hasta que le dejó caer, lo que le hizo quejarse y removerse en el suelo buscando aún zafarse de aquella tela que le impedía moverse. Estaba apretado, no sabía cómo lo había atado y le costaba moverse.

como le hubiese gustado tener algo que pudiese ayudarle, normalmente lo tenía consigo pero los pasados días le habían sacado de su normalidad. Y tras un momento, cuando intentó arrastrarse en el piso, notó que había estantes y cosas en ese lugar, cosas que hubiese preferido no ver en ese momento, y realmente intentó ignorarlas. No podía hablar y aunque hubiese podido, seguramente en algún momento no iba sino a deshacerse del orgullo que le quedaba si continuaba así. Por ahora, su mente dudó que sol quisiese alimentarse de él, y esa idea no le tranquilizaba para nada.

por **Kei Koizumi** Dom Abr 26, 2015 5:05 am

Había escuchado el ruido de las puertas abrirse. Asíq ue se dirigió hacia dnde escuchaba los ruidos. Y bajó a la primera planta, notando y dejándose llevar por los pasos que acababan de entrar Sin embargo, cuando estuvo frente al camino que llevaba al sótano se detuvo. Tal vez no lo recordaba, pero su cuerpo se tensó y le hizo quedarse quieto un momento, con una sensación desagradable en su interior que no supo como descifrar.

finalmente dio un paso y bajó las escaleras, asomándose, buscando a aquella persona. Esa persona que parecía estar ligada a lo que no podía recordar, y quiso acercarse pero fue entonces que notó el lator de un corazón. Su percepción aún le sorprendía un poco y bajó la mirada viendo al muchacho. Se quedó quieto una vez que pisó el suelo plano y la escena le dejó desconcertado -¿Que haces? -Preguntó extrañado en más de un sentido.

Vio el lugar, distrayéndose, notando la misma familiaridad pero acompañada de algo que no podía describir. Miedo? Tal vez.

por **Asagi Dunkelheit** Lun Abr 27, 2015 12:12 am

Sus orbes se desviaron del muchacho para mirar el techo, aún estaban aquellas cadenas con las que una vez mantuvo a Kei atado pero hacerlo ahora con algo mas frágil se le hacía tentador. Buscó con que amordazarlo, deseaba usar algo mas pero solo comenzó a llenar la mesa de objetos que llamaban su atención. Podía escuchar los acelerados latidos del humano como si fueran los de un ratón y le causaba gracia.

En cuanto escuchó los pasos y aquella voz volteó algo sorprendido. Verle ahí de pie era como ver a un niño curioso aunque ya habían estado ahí antes. Ignorando al humano un momento se acercó a él y deslizó un par de dedos por su mejilla hasta tomar su barbilla alzarla un poco y sonreír justo antes de darle un beso suave. –Solo traje la cena. –Susurró con un tono mas simple y bajo mientras le soltaba y se dirigía donde el muchacho, le sonrío y tomo su rostro dedicándole una suave sonrisa que hasta parecía amable mientras desataba sus manos. Tras el humano se encontraban las cadenas y solo tiro de ellas rápidamente para poner cada grillete en las muñecas de él. Le observó fijamente viendo la estructura y que podía suspender al muchacho pero el problema ahora estaban en esos pies, seguramente le daría por escapar y patear, sonrío sin ver a su compañero que seguramente estaría ahí viendo aquello y jaló las cadenas del suelo para poner los grilletes en sus tobillos.

Eres hermoso. –Le dijo en un tono amable y casi amoroso como si estuviese viendo a Kei, como si aquel fuera el ser que tanto amaba, rebelde y con esa mirada llena de pánico pero aguerrida. Sus manos se deslizaron sobre aquel cuello subiendo por su nuca mientras recargaba su frente contra la ajena clavándose en esos ojos también azules pero de un tono diferente. Sonrío al desatar la tela con la que le tenía amordazado y a penas la soltó besó sus labios reclamándolos con unas ansias extrañas aunque el otro no le respondiera.

por **Alexis VanVollehoven** Lun Abr 27, 2015 12:31 am

Vio a la persona que apareció solo de rejo y por un segundo. Pensó en pedir ayuda pero no creía que la situación pudiese mejorar con alguien que había estado en ese lugar y parecía conocer a este sujeto psicótico. Y más lo pensó cuando le vio acercarse a él y decirle lo de la cena. Genial, él era la cena, eso sonaba tan motivador.

No se dejó guiar por las expresiones en su rostro, sabía que no había pizca de amabilidad en esa persona. Y cuando le desató no tuvo tiempo ni de un respiro. Jadeó al notar el metal contra sus muñecas. Jaló sus manos solo para comprobar lo pesadas que eran las cadenas y escuchar el ruido que producían cuando intentó zafarse, dstrayéndose lo suficiente de su captor.

Vio al más bajo de los dos acercarse -¿Qué planeas hacer? -Escuchó, su voz era diferente y volteó a verlo solo para tener que regresar su atención cuando la mordaza ya no estaba en sus labios, quiso gritar pero aquel beso que le atrapó solo hizo dejarle sin aliento y su miedo incrementó con aquel par de palabras. No era tonto, se había encontrado con muchas personas diferentes y podía reconocer una cosa de otra. Le mordió los labios en cuanto pudo. Lo hizo con fuerza y le miró con enfado más que notorio. No quería simplemente dejarse llevar por alguien como él, que creía tenerlo a su completa disposición.

Si había creído tener mala suerte, ahora sin duda se dijo que había algo mal con su persona, atrayendo algo así a su camino. Miró con desesperación y una suplica a aquel que estaba con ellos y pareció recibirla, porque vio su mano posarse en el hombro del vampiro que lo había arrastrado hasta ahí, como diciéndole que era suficiente.

por **Asagi Dunkelheit** Lun Abr 27, 2015 1:20 am

No podía realmente sentir ese beso de ninguna forma y apenas había percibido aquella mordida pero ni siquiera dolía o tenía intensidad para él. Se separó un poco al notar la mano de su compañero y volteó a verle mientras dejaba al hechicero ahí y no es que pudiera hacer mucho, era un simple humano sin habilidades por mas que rezara en cualquier lengua pues por proteger a Koizumi había tomado muchas medidas y algunas mas desesperadas que otras. Se removió buscando encender los candelabros que ahí se encontraban mientras clavaba la mirada en Kei, una mirada no muy amable.

No creo que amarrarte sea buena idea. –Se sentó un momento en la mesa y tomo un cuchillo pasando la hoja sobre la llama de la vela. Se quedó viendo a su compañero y se movió para ver al chiquillo. Puso sus manos sobre su camisa y la rasgo con una facilidad increíble. Observó su pecho no tan pálido y aspiro su aroma al estar tan cerca de su cuello. Deslizó sus fríos dedos sobre la piel desnuda y clavo sus ojos en los ajenos. – Grita, pide ayuda… pídesela a él. –Murmuró viendo de reojo a Koizumi mientras desabrochaba con lentitud aquellos pantalones. Sentía una libido extraña como si aquello le fuese tan familiar. La forma en la que le veía el hechicero solo le incitaba a mas y sabía que cuando le escuchar gemir, gritar o algo similar sería peor.

Escuchaba el sonido de las cadenas cuando se movía pero no le importaba, si fuese realmente cruel simplemente le sacaría el corazón para poder alimentarse y bañarse de aquella sangre joven pero en realidad deseaba disfrutar de aquello importándole poco si Koizumi le detenía pues no le importaba, le quería de espectador haciendo eso mas excitante además esa persona frente a él no era quién tenía un mínimo de autoridad en sus acciones.

por **Alexis VanVollehoven** Lun Abr 27, 2015 1:43 am

Kei se acercó de nueva cuenta -¿Qué intentas? - La desesperación en el muchacho le despertaba un sentimiento confuso y extraño que no le dejaba en paz. No debería importarle, pero también estaba mareado, el palpitar del chico le taladraba los sentidos. No había estado tan cerca de un corazón que latiera tan deprisa desde que llegaran a Paris.

Aexis se removió y soltó un gemido ahogado por el susto cuando desgarró la camisa -Déjame en paz.. - Ordenó como si realmente pudiese hacerlo, estaba en total desventaja -Y su tacto le hizo sentir un escalofrío recorriéndole la espalda. Vio al otro y no quiso rogar, porque la forma en que lo había dicho Asagi le había producido esa idea de que no funcionará para nada.

-Detente - Kei se había acercado de nuevo, poniendo su mano sobre la de Asagi. La idea le resultaba demasiado desesperanzadora, no quería ver que le hiciera algo, su propio ser parecía retorcerse al ver al joven en esa situación -Basta... - Se aferró a la mano de Asagi, esperando al menos que le escuchara, pero él mismo no se sentía con ningún derecho de hacerlo.

Alexis tomó aire al verles, algo no le gustaba en toda esa escena, y no tenía que ver con él, pero parecía estar siendo arrastrado por ello. Pronunció en voz baja un conjuro de invocación, pero no tardó en darse cuenta que no funcionaba. Apretó los labios. Ahora no era sino el humano sin nada de sí mismo que lo pudiese salvar. Cómo odiaba eso. Movió bruscamente las manos en un momento de desesperación, solo escuchando el resonar metálico de las cadenas. Forzó sus manos intentando sacarlas, pero los grilletes estaban muy justos.

por **Asagi Dunkelheit** Lun Abr 27, 2015 2:13 am

No respondió de nueva cuenta pues no deseaba contar sus planes en voz alta ahora que tenía a la presa. Buscó una silla que estaba ahí cerca y llevó a Kei sentándole ahí. Se inclinó para estar a la altura de él. –Escucha Kei, este lugar guarda recuerdos de nosotros haciendo algo como esto. –Mintió mientras buscaba algo entre la mesa tomando de nuevo aquel cuchillo y se acercó a su compañero. No quería escucharle mas o verle intervenir de esa forma torpe simplemente estropeaba sus planes y alentaba el proceso. –Solo debes ver sin interrumpir, por favor.-Lamió su oído mientras acariciaba su mejilla y se separaba de forma lenta. Al darle la espalda solo viró los ojos fastidiado por su actitud pero después se concentró en aquel chiquillo.

¿Qué intentas hacer? –Tomó el cuchillo y lo deslizo por su torso hasta los pantalones comenzando a rasgarlos con la punta viendo su piel. Vio pequeños hilillos de sangre sobre la piel y después arrojo el objeto para quitarle lo que quedaba de las prendas con las manos. Vio su ropa interior y no dudo ni un segundo y se la arranco dejándole completamente desnudo. –Sigue rezando porque de nada servirá. –Deslizó su lengua sobre sus piernas lamiendo la sangre.

Se colocó tras de él y comenzó a acariciar su espalda mientras veía fijamente los ojos de Kei, no quería que dejase de ver ni que perdiera un segundo. ¿Aquello podría servir? Las dudas aún estaban en su cabeza. Deslizó sus manos sobre la silueta masculina pasando por su torso con cuidado acariciando sus tetillas mientras lamía su cuello.

por **Alexis VanVollehoven** Lun Abr 27, 2015 2:26 am

Kei se dejó guiar, y se sentó dócilmente. Sintió los movimientos ajenos con a misma intensidad y no se movió de su lugar, no porque no quisiera, aquella mirada le había paralizado de alguna manera. Y la imagen frente a él solo aumentaba esa sensación que le hizo aferrar sus manos en el asiento. Era como un hechizo, aunque hubiese querido, no pudo apartar la vista de aquellas manos sobre la piel viva y joven.

Alexis sin embargo, se desesperó aún más al verle regresar y el cuchillo le alteró los nervios como no había hecho situación alguna antes. Sintió los cortes pero con la adrenalina corriendo por su cuerpo, pasó a ser lo de menos. Eso debía ser una pasadilla, pero la sensación clara de sus ropas siendo desgarradas, la calidez de las gotitas de sangre que se deslizaban por su propia piel, y la sensación de escalofrío recorriéndole la espalda cuando él lamió esta le hicieron sentirse asustado, asustado como no creía poder sentirse. Se movió tan bruscamente como se lo permitieron las cadenas, no quería sentir el asqueroso tacto, la lengua de aquel hombre. No quería pasar por esto, y podía sentir aquella otra mirada y cerró los ojos con fuerza, deseando que al abrirlos nada estuviese como antes. Una idea bastante ingenua -Ya basta ... -Su voz se quebró al decirlo. Era como un niño indefenso. Rogar no funcionaría, lo sabía de antemano -Basta! - Y jaló sus manos con toda la fuerza que pudo, sintiendo el metal lastimar sus muñecas. Esto era sin duda una pesadilla. Sentía en su cabeza el palpitar de su propio corazón. Si tan solo pudiese hacer algo para evitar que aquello continuara, lo habría dado todo.

por **Asagi Dunkelheit** Lun Abr 27, 2015 3:09 am

La voz del hechicero sonaba tan sensual, su miedo y la forma en la que se quebraba cada vez que suplicaba. Escuchaba su corazón y se atrevió a verle pensando que quizás perdería el conocimiento. ¿Daba tanto miedo morir? Sonrío viendo a Koizumi mientras soltaba al muchacho para buscar algo mas en aquella mesa. Tomo uno de los frascos viendo las pequeñas sanguijuelas. Sonrío al tomar un par y las acaricio como si fuesen algo precioso, las mostro al humano y las coloco con cuidado sobre cada una de sus tetillas cuidando de que se quedaran bien fijas en ellas. Olvidaba que era un humano, olvidaba esa fragilidad y solo podía ver el miedo en sus pupilas. -¿Cómo te llamas? –Susurró sobre sus labios jalando el inferior mientras su mano se deslizaba sobre aquel miembro en reposo deseaba ponerlo duro y sabía que aquellas caricias le harían reaccionar.

Le soltó un momento para tomar un pequeño látigo que normalmente usaban para los caballos y se colocó tras de él la agito un par de veces escuchando ese sonido característico al cortar el aire y dio un par de golpes ‘suaves’ sobre aquellas nalgas. Observó fijamente a Koizumi quien parecía perdido en lo que hacía como si fuese una marioneta y no lo iba a negar aquello comenzaba a preocuparle. Regresó su mirada al chiquillo paseándose por su cuello al rozarle con los colmillos, aparto esos cabellos y busco aquella vena en su cuello abrió la boca y sus colmillos fueron enterrándose poco a poco mientras tomaba sus nalgas y enterraba en ellas sus garras, deseaba tanto tomar su sangre, deseaba sentir la palpitación de su corazón en su cuerpo, jadeó al sentir como entraban con facilidad perforándole la piel por un instante cerró los ojos olvidándose de todo, sus caderas se pegaron a las nalgas de Alexis comenzando a moverse de una forma insinuante al estar mordiéndole.

por **Alexis VanVollehoven** Lun Abr 27, 2015 3:28 am

Le vi moverse pero su tranquilidad fue nula al verle volver con aquellas cosas. Su rostro debió ponerlo en evidencia e intentó retroceder cuando las acercó a sus tetillas, sintiendo la punzada de dolor cuando estas se pegaron a su piel. Soltó un quejido y suspiró tras un momento, cundo el dolor se atenuó.

Pasó duro cuando le preguntó su nombre y no le contestó, de hecho ni siquiera hizo el intento, la voz no le salía. Y tampoco quería darle su nombre a alguien como él, refería morderse la lengua y ahogarse con ella.

Kei observaba y parecía impasible, pero sintió algo en su interior, romoviéndose y se dio cuenta de que esto no le gustaba. Vio a Asagi tomar el látigo y cuando dio el primer azote cerró los ojos, solo escuchando el sonido del segundo. Y lo que le obligó a abrir los ojos fue la vocecilla del chico -No, basta... -decía mientras él veía aquellos colmillos clavarse sobre la piel, Alexis soltó un jadeo, no solo por la herida que abrieron aquellos dientes en su cuello, sino por aquellas manos que se clavaron en sus glúteos y la desesperación se reflejó en sus ojos, aquellas lágrimas arremolinándose en ellos le nubló la mirada.

Kei quiso gritar, decirle que se detuviese pero las palabras se quedaron atoradas en su garganta, sintió náuseas y quiso salir corriendo pero todo el cuerpo le temblaba. El olor a sangre lo paralizó haciéndole sentir que perdería el conocimiento.

Alexis gimoteó algo mientras sentía cómo absorbía su sangre. Se movió un poco, queriendo luchar pero al moverse, aquellas manos aprisionaban de tal forma su piel que desistió de hacerlo. Cerró los ojos y las lágrimas cayeron por sus mejillas. Sentía el cuerpo duro y frío moverse contra é y le causó repugnancia.

por **Asagi Dunkelheit** Mar Abr 28, 2015 12:48 am

El sabor de su sangre le hizo enloquecer, si ya lo estaba entonces su nivel rebasaba lo permitido. Cálida y llena de angustia, el sabor era increíble, hacía tanto tiempo que no tomaba sangre de un humano que se había olvidado del placer que representaba aquello recorría su paladar haciéndole excitar. Soltó finalmente su piel y se separó de su cuello sintiendo que un hilillo de sangre escurría hasta la clavícula del muchacho pero no hizo nada por limpiarlo salvo lamer un poco las heridas sabía que si seguía alimentándose de él perdería la poca cordura que tenía y le mataría de inmediato además podía observar a un Kei demasiado afectado y sabía que la sangre del muchacho le paralizaría por completo.

Se separó un poco para ver sus nalgas. Había maltratado demasiado la piel, deslizó uno de sus dedos sobre las heridas para lamer la sangre mientras tomaba de nuevo el látigo y golpeaba sus nalgas mas fuerte que la primera vez y aunque debía medir sus fuerzas no lo hizo. Escuchó el llanto del muchacho, podía olfatear el salado de sus lágrimas pero eso le llenaba de excitación mas que de lastima pues se había cansado de las estúpidas lágrimas en el rostro de alguien, ese olor lleno de patetismo le causo gracia. Se movió de nuevo para poder verle de frente, no, no quedaba nada des ese hermoso muchacho, le tomó de los cabellos tirando de estos para poder bien su rostro.

Se inclinó besando sus labios una vez mas, temblaba, lo podía sentir, su cuerpo, sus labios, su corazón todo en él temblaba y no podía mas que soltar una pequeña risa irónica. Se dirigió a la mesa una vez mas y se sirvió una copa de vino mientras veía de reojo a Koizumi, dio pequeños sorbos viéndole afectado y estático. Quiso decir algo pero ¿Qué podría decir? Era cruel, un monstro si así lo deseaban ver.

Con la copa en mano se acercó a Alexis de nueva cuenta y pasó la copa sobre sus labios, le tomó de los cabellos echando para atrás su rostro y vertió el contenido en su boca para después dejarla caer viendo como se hacía trizas bajo los pies del brujo. Suspiró y sus manos se deslizaron suavemente sobre su torso viendo sus tetillas ya hinchadas pero no hizo nada por ayudarle quería verle sufrir un poco mas. Tomó el miembro del humano entre sus manos manipulándolo como si fuese cualquier cosa. Apretándole con fuerza y tirando de él como si deseara arrancárselo mientras veía fijamente sus ojos. –Eres lo mas hermoso que he visto. –Susurró con una sonrisa amable.

por **Alexis VanVollehoven** Dom Mayo 03, 2015 10:41 pm

La sensación era abrumadora, todo pareció pasar a segundo plano, podía sentir sobre su piel el calor de sus labios, probablemente la calidez de su propia sangre, fluyendo desde sus venas. Jadeó incapaz de escapar de él. Un momento en el que no supo bien qué sucedía, salvo que el otro ya no estaba sobre él. Y entonces el sonido de su propia piel siendo azotada le hizo removerse, el escozor sobre las heridas le hizo arquearse, tratando de huir de aquello, inútilmente. Cerró los ojos con fuerza, temblando mientras la sensación disminuía.

Le vio de reojo mientras bebía, tratando de calmarse aunque no había nada en esta completa situación que pudiese hacerlo. Vio al otro vampiro y notó que se aferraba a su asiento y había volteado la vista. No sabía qué sucedía ahí, tampoco es que le importara, a menos de que aquello fuese a dejarle libre. Sintió las manos ajenas y tuvo que tragar el vino a la fuerza, haciéndole toser. Sus manos jugaban con su miembro y su voz solo le hizo sentir repulsión. No estaba tocándole como si esas palabras fuesen mínimamente ciertas.

Y Jaló con fuerza, como diciéndole que aquello no podía contenerlo. Pero al infierno que podían. Y recitó los hechizos que le venían a la mente, pero no veía reacción alguna en el otro. Algo estaba mal, y si eso no funcionaba, no tenía algo más que ofrecer en resistencia.

No quería morir, es ya lo sabía con certeza, o se hubiese dejado llevar y no estaría ahí en un momento como ese. Después de todo lo que había pasado estaba seguro a esas alturas. Y se preguntó si era así cómo terminaría todo, sin poder haber podido hacer más por su propia existencia. Y siguió recitando aquello, tratando de al menos de invocar al par de fantasmas. No debía haberse ido sin ellos, podrían haber ayudado, de una forma u otra.

Y desvariaba entre esos pensamientos pero el aliento de aquella persona, la sensación de sus manos sobre su piel le hacían regresar a la realidad, no dejándole escapar ni por un segundo. Su respiración se había acelerado desde hacía un momento, y las palabras en latín salían de sus labios como si fuesen un mantra protector, aunque claramente esta vez no parecían estar cobrando efecto. Incluso a él mismo le pareció no tenían ningún sentido, pero continuo haciéndolo, si por mínima que fuese había una oportunidad, la tomaría sin dudar.

por **Asagi Dunkelheit** Mar Mayo 12, 2015 12:40 am

Comenzó a reírse al escucharlo, sus rezos en latín le provocaban cosquillas. Se quedó viendo a Kei de reojo pero no se acercó ni siquiera le dirigió la palabra para él ese no era ‘su amado’ y lo que aquella persona le dijera en realidad no le importaba aunque podía ver esa confusión en su rostro y el pánico. Cuestionándose si aquello funcionaría prosiguió con el muchacho. –Tus oraciones no serán jamás escuchadas. –Removió una de las mesas que estaban ahí para ponerla tras el muchacho, camino lentamente para disminuir la tensión en las cadenas y darle un poco mas de libertad pero en realidad solo le acostó en la mesa, observó las cadenas en el techo y las bajó para ponerlas sobre sus tobillos zafando las otras del suelo, lo quería así, abierto de piernas. Sonrío de nueva cuenta al verle. –Por culpa de aquel vampiro esta mansión está protegida de cualquier magia o hechizos o esa porquería que estas recitando. –Se alejó un momento para regresar con un collarín de metal cuando regresó se lo puso casi subiéndose sobre el cuerpo del humano. Tiró de él acercando su rostro para robarle un beso ‘suave’ y después le soltó. Observó las sanguijuelas quitándolas de aquellas tetillas solo para aplastarlas contra su abdomen viendo como reventaban y la sangre escurría sobre su tersa piel.

Jaló una silla sentándose frente a él viéndole de esa forma con las piernas ahora suspendidas en el aire y acostado de esa forma. Observó su cavidad y sonrío. No podía creerlo, eso era suerte o era lo que pensaba. –El muchacho es virgen, Kei. –Se movió a donde estaba el otro y tomó su rostro de la barbilla y le besó con calma para después hablar sobre sus labios. – ¿Recuerdas tu primera vez? Fue conmigo, ah, lo olvidaba, no tienes nada en esa estúpida cabeza tuya. –Le soltó bruscamente y se concentró en las cosas que tenía en la mesa.

Por un momento pensó que sería interesante si metía todo su puño en aquella cavidad pero quería torturarlo, quería verlo retorcerse, tomo una de las velas que ahí se encontraban y se acercó a él. Tiro del collarín para verle fijamente y dejó caer la parafina en la piel del brujo, sonrío dándose cuenta que eso no sería demasiado. Apagó la vela viendo el grosor de esta y en sus facciones un malicioso gesto se dibujó. Deslizó su lengua sobre su cuello mientras acercaba la vela a aquella cavidad empujándola con lentitud pues quería disfrutar de ese sonido cuando el objeto se abriera paso a fuerzas sobre aquellas paredes.

por **Alexis VanVollehoven** Sáb Jun 20, 2015 1:28 am

Cerró los ojos con fuerza. Maldita fuera su suerte ¿Qué había en él que no podía evitar verse atrapado en situaciones que no eran nada buenas para sí mismo? Estaba maldito, no por un hechizo, su existencia parecía estarlo y renegó internamente. Una mansión protegida con magia justo para que gente como él no pudiese usar sus artimañas, eso significaba que no podía pedir ayuda. Si los fantasmas supiesen donde estaba, ya hubiesen ido por él, seguramente justo ahor estaban intentando localizarlo sin éxito, si había protección, quería decir que también probablemente le habían borrado del mapa. Y fue cuando sintió cómo le recostaba. Mentiría si dijese que no le causaba temor, de hecho, sentía un cosquilleo que reconocía como una latente desesperación.

Soltó un ligero gemido al sentir la punzada de dolor cuando quitó los animalejos y el golpe sobre su piel, seguido de la sensación cálida de su sangre derramándose.

Apretó los dientes mientras el otro se movía hacia esa otra persona que estaba ahí, quieta y con aquel rostro de pánico, un rostro que apenas podía ver ahora. Pero la calma no duró mucho, tras un momento sintió el calor de la cera haciéndole moverse bruscamente como intentando escapar de ella. Solo la primera vez sintió el calor quemándole, después no pareció tan intenso, el rostro del vampiro le advirtió que eso no haría sino ponerse peor.

Y esa sonrisa no se borró mientras acercaba la vela a sus nalgas, abriéndose paso entre ellas para introducir el objeto a la fuerza. Jadeó y se removió buscando alejarse cuando sintió cómo le penetraba, obligándole a soltar un quejido, entraba en él, pero sin la preparación adecuada la sensación le hizo retorcerse y echó la cabeza atras cerrando los ojos con fuerza intentando no gritar.

Y por extraño que fuese lo único que pudo pensar fue en su hermano. No le conocía demasiado, pero fue la única persona que pudo evocar. Sabía que no iba a salvarle, pero casi deseo que fuese de esa manera, lástima que las cosas estuviesen tan en contra. Balbuceó pidiendo y rogando que no hiciera más. No quería dejarse llevar, pero era un ser humano normal, si le seguía llevando y causándole daño, se quebraría en algún momento. Y dejando fuera su orgullo, lo único que quería era salir vivo y en una sol pieza de ser posible.

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