AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Olor a primavera (Owen)
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Olor a primavera (Owen)
Había sido un duro día de trabajo en la chocolatería. Los sábados y los domingos el local solía rebosar de gente en busca de un momento de tranquilidad acompañado del dulce placer de degustar diferentes cacaos. Sabía que quizás debería haber ido directa a casa, a descansar, de hecho, su madre no aprobaba sus salidas nocturnas y solitarias. No entendía el miedo que podía sentir su progenitora hacia la gente de París, ella hasta el momento no había vivido ninguna mala experiencia como para guardar ese temor dentro. Por lo tanto, allí estaba Friné, sola, junto a la laguna la cual reflejaba la sombra de la luna creciente de aquella noche. Estaba sentada bajo un árbol, mirando hacia el agua cristalina. Era una noche primaveral, y una brisa suave agitaba su cabello. En sus manos reposaba un libro, "La vida es sueño", última obra adquirida para su biblioteca.
Respiró profundamente. El aire traía aromas de flores primaverales y hierbas silvestres. Se levantó, dejando al pie del árbol sus zapatos y aquella obra de teatro. No había nadie por allí que pudiera verla así que se sentía cómoda y tranquila, sin la usual presión de como comportarse correctamente frente a los demás. Se alzó un poco el vestido, a media espinilla con ambas manos para que este no se mojase y comenzó a caminar hasta la orilla. Cuando el agua fría rozó sus pies, liberó un suspiro de satisfacción. Siempre le había encantado sentir el agua, aunque no fuera el de un mar mediterráneo como fue el de su infancia. Alejando esos pensamientos, salpicó con su pie hacia más adentro de la laguna, donde las gotitas cayeron formando ondas en la superficie. Volvió a repetirlo y cerró los ojos, parecía el sonido de la lluvia.
Con valentía, se alzó un poco más el vestido, hasta dejarlo a la altura de sus rodillas y caminó algo más adentro, pero no lo suficiente para mojar la tela. Debía de ser cautelosa si no quería ganarse un resfriado o una buena bronca de su madre.
-Podría quedarme así siempre-susurró para si misma, pensando en que la próxima vez que fuera por allí llevaría consigo a Dafne, pues a su perrita aquel lugar le habría encantado. Quizás comenzara a visitar aquel lugar más a menudo.
Respiró profundamente. El aire traía aromas de flores primaverales y hierbas silvestres. Se levantó, dejando al pie del árbol sus zapatos y aquella obra de teatro. No había nadie por allí que pudiera verla así que se sentía cómoda y tranquila, sin la usual presión de como comportarse correctamente frente a los demás. Se alzó un poco el vestido, a media espinilla con ambas manos para que este no se mojase y comenzó a caminar hasta la orilla. Cuando el agua fría rozó sus pies, liberó un suspiro de satisfacción. Siempre le había encantado sentir el agua, aunque no fuera el de un mar mediterráneo como fue el de su infancia. Alejando esos pensamientos, salpicó con su pie hacia más adentro de la laguna, donde las gotitas cayeron formando ondas en la superficie. Volvió a repetirlo y cerró los ojos, parecía el sonido de la lluvia.
Con valentía, se alzó un poco más el vestido, hasta dejarlo a la altura de sus rodillas y caminó algo más adentro, pero no lo suficiente para mojar la tela. Debía de ser cautelosa si no quería ganarse un resfriado o una buena bronca de su madre.
-Podría quedarme así siempre-susurró para si misma, pensando en que la próxima vez que fuera por allí llevaría consigo a Dafne, pues a su perrita aquel lugar le habría encantado. Quizás comenzara a visitar aquel lugar más a menudo.
Friné Simon- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 15/10/2012
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Re: Olor a primavera (Owen)
Quien decia que los sueños eran solo cuando se cerraban los ojos. La vida era como un pequeño regalo que se extendia por todo lo que era un horizonte. Volvia de nuevo hacia Paris, me habia recibido ya tantas veces que seguramente los olores ya habian hasta cambiado de mi ultima vez. Habia vuelto por un sueño... pero cualquiera que supiera mis intenciones al volver de nuevo, me tomarian por loco, solo por un sueño. Que vision habia sido esa de un vampiro nomada pero mas bien era libre e iba donde me apetecia, las diferentes ciudades me habian recibido tambien bastante bien y las extrañaria pero nada como volver a donde habia conseguido todo desde un principio. Disfrutaba del aroma de los diferentes arboles, animales, incluso impregnando algo mas que solo eso.
La vida nunca habia sido demasiado buena pero lo que era el latir de un corazon hacia demasiado tiempo que no lo conocia de buena forma. Todo lo de alli me recordaba a un pasado que queria olvidar, demasiados siglos en soledad y vagando como si fuera un alma en pena pero siempre con una sonrisa en los labios. A pesar de que mi propio caracter ni lo conociera dejaba que saliera todo como queria hacerlo. Diversion, como todo joven que se precie aunque sin perder la madurez cuando debia de tenerla. Era demasiado lo que se podia llegar a esperar a alguien pero contenia mi interior en varias ocaciones. Que mas me importaba lo que pudiera pasar siempre y cuando mi propia alma fuera libre aunque se decia que no teniamos para mi es como si la tuviera.
En aquel sendero parecia no moverse nadie mas que los mismos animales de la noche que hacian una dulce melodia para acompañar mis pasos, asi digamos que no estaba tan solo mientras pensaba en otras cosas que quizas me era mejor olvidar pero no podia. Podia escuchar el viento entre las hojas de los arboles, viendo como mecia sus ramas como en una danza. Sonreia tontamente mientras mis ojos azules brillaban con la luz de las estrellas y se reflejaba el movimiento de las hojas. Un aroma llego a mi, habia un ser humano por los alrededores, baje la mirada hacia el sendero y me desvie entre los arboles para aproximarme hasta donde seguia el aroma, me detuve entre el espesor pudiendo ver como se iluminaba aquel lago y se reflejaba la luz en el rostro de la joven de cabellos largos que balanceaba con el viento. Sonrei ligeramente a penas quedandome alli.
Pense en aproximarme pero quizas la asustaria, lo bueno era hacerme pasar por un joven no mas seguramente asi no temeria tanto. Pero preferia prevenir apoyando mi cuerpo en el tronco del arbol cruzadno lso brazos para tener una postura comoda asegurandome de que estaba alli sola aunque no encontraba otro aroma. No entendia que hacia una joven por alli a esas horas y mas sola. Me hice presente saliendo de mi escondite y con una pequeña sonrisa.- Buenas noches señorita.- saludaba mientras me acercaba en pequeños pasos sin llegar aun a estar cerca.- Señorita se encuentra bien? No deberia de andar a estas horas por aqui... es peligroso.- anuncie aunque lo mas seguro que ella misma se diera cuenta.
Podia ver mucho mejor su rostro y era muy hermoso, llamaba bastante la atencion, sus ojos misteriosos que incitaba a dejar algo mas que la curiosidad o en si averiguar que podia ocultar tras ellos, unos labios carnosos y rojizos como la misma sangre, calidez en sus mejillas que se hacia denotar en todo momento.- Perdone mi entrometimiento y mi mala educacion, me llamo Owen Kuypers.- se inclino ligeramente en una reverencia, tomo su mano besando el dorso suavemente. Lentamente dejo deslizarse su mano para apartarse un poco mas y dejarle espacio ante el acercamiento de esa forma podia ser algo agresivo a la vision de otra persona.-Que la ha traido a estas horas señorita?.- pregunte curioso, aunque bien sabia que la curiosidad traia sus consecuencias. La luz que estaba en su rostro hacia parecer que tuviera rostro de muñeca en si de porcelana por la finidad de su rostro, demasiado delicada como para romperse con un solo roce, como el mas finisimo cristal.
La vida nunca habia sido demasiado buena pero lo que era el latir de un corazon hacia demasiado tiempo que no lo conocia de buena forma. Todo lo de alli me recordaba a un pasado que queria olvidar, demasiados siglos en soledad y vagando como si fuera un alma en pena pero siempre con una sonrisa en los labios. A pesar de que mi propio caracter ni lo conociera dejaba que saliera todo como queria hacerlo. Diversion, como todo joven que se precie aunque sin perder la madurez cuando debia de tenerla. Era demasiado lo que se podia llegar a esperar a alguien pero contenia mi interior en varias ocaciones. Que mas me importaba lo que pudiera pasar siempre y cuando mi propia alma fuera libre aunque se decia que no teniamos para mi es como si la tuviera.
En aquel sendero parecia no moverse nadie mas que los mismos animales de la noche que hacian una dulce melodia para acompañar mis pasos, asi digamos que no estaba tan solo mientras pensaba en otras cosas que quizas me era mejor olvidar pero no podia. Podia escuchar el viento entre las hojas de los arboles, viendo como mecia sus ramas como en una danza. Sonreia tontamente mientras mis ojos azules brillaban con la luz de las estrellas y se reflejaba el movimiento de las hojas. Un aroma llego a mi, habia un ser humano por los alrededores, baje la mirada hacia el sendero y me desvie entre los arboles para aproximarme hasta donde seguia el aroma, me detuve entre el espesor pudiendo ver como se iluminaba aquel lago y se reflejaba la luz en el rostro de la joven de cabellos largos que balanceaba con el viento. Sonrei ligeramente a penas quedandome alli.
Pense en aproximarme pero quizas la asustaria, lo bueno era hacerme pasar por un joven no mas seguramente asi no temeria tanto. Pero preferia prevenir apoyando mi cuerpo en el tronco del arbol cruzadno lso brazos para tener una postura comoda asegurandome de que estaba alli sola aunque no encontraba otro aroma. No entendia que hacia una joven por alli a esas horas y mas sola. Me hice presente saliendo de mi escondite y con una pequeña sonrisa.- Buenas noches señorita.- saludaba mientras me acercaba en pequeños pasos sin llegar aun a estar cerca.- Señorita se encuentra bien? No deberia de andar a estas horas por aqui... es peligroso.- anuncie aunque lo mas seguro que ella misma se diera cuenta.
Podia ver mucho mejor su rostro y era muy hermoso, llamaba bastante la atencion, sus ojos misteriosos que incitaba a dejar algo mas que la curiosidad o en si averiguar que podia ocultar tras ellos, unos labios carnosos y rojizos como la misma sangre, calidez en sus mejillas que se hacia denotar en todo momento.- Perdone mi entrometimiento y mi mala educacion, me llamo Owen Kuypers.- se inclino ligeramente en una reverencia, tomo su mano besando el dorso suavemente. Lentamente dejo deslizarse su mano para apartarse un poco mas y dejarle espacio ante el acercamiento de esa forma podia ser algo agresivo a la vision de otra persona.-Que la ha traido a estas horas señorita?.- pregunte curioso, aunque bien sabia que la curiosidad traia sus consecuencias. La luz que estaba en su rostro hacia parecer que tuviera rostro de muñeca en si de porcelana por la finidad de su rostro, demasiado delicada como para romperse con un solo roce, como el mas finisimo cristal.
Robert O. Kuypers- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 06/10/2011
Re: Olor a primavera (Owen)
Friné pensaba en todo lo ocurrido con su padre, en el odio y el rencor que intentaba guardar hacia este por lo que les había hecho a su madre y, en cierto modo, también a ella, cuando de pronto fue interrumpida por una voz seguida de un ruido de pasos acercándose. Era la voz de un hombre. La joven, dio un pequeño respingo al pensar que la había estado observando con el vestido levantado. Sin pensar en que este acabaría mojado, lo dejó caer de sus manos. Notaba como el agua ascendía por este mientras el desconocido continuaba hablando. No lo entendió muy bien, necesitó asimilar la información y calmar un poco su corazón antes de comprender sus palabras. Observó que debía de tener más o menos su edad y que, su comentario, lejos de resultar agresivo, denotaba extrañeza con dejes de preocupación.
Cuando su cuerpo por fin respondió, la chica hizo una educada reverencia, sin apartar sus ojos de los de aquel hombre. Nunca lo había visto por París, de haber sido así, recordaría aquellos profundos y cristalinos ojos,de un azul profundo, cálidos a la vez que intimidantes. Sonrojada, retiró su mirada junto con su mano, intentando salir de la orilla de la laguna con un poco de dignidad.
-Mi...mi nombre es Friné-dijo situándose a su lado. Notaba como la brisa ahora era mucho mas fresca al encontrarse parte de sus vestimentas húmedas. Se estremeció sin quererlo cuando otro soplo de aire llegó hasta ellos-Solo disfrutaba del lugar y de la noche,monsieur-musitó algo más tranquila, tras respirar profundamente para coger algo de aliento.
Caminó hasta sus pertenencias, sentándose bajo el pie del árbol para volver a ponerse los zapatos. Ahora sus pies estaban recubiertos de tierra y algunas briznas de hierba, aunque no le importó. Con cuidado, se calzó uno de sus pies y, mientras apretaba los cordones de sus botines, miró de nuevo al chico con algo más de valor.
-¿Y a usted qué lo ha traído a estos lares?- preguntó mientras lo observaba detenidamente. Sus ojos se deslizaron descarados por toda la figura del muchacho. Era más alto que ella, poseía un cuerpo esculpido, sus manos eran grandes y su rostro...por raro que pudiera sonar, era dulce a la par que masculino. Friné esbozó una tímida sonrisa al verse descubierta por los ojos del chico y desvió la mirada hacia sus zapatos, mientras continuaba calzándose.
Cuando terminó, quiso ponerse en pie pero, le costaba de sobremanera subida en aquellos zapatos con cierto tacón. Pensó que lo había conseguido pero, por desgracia, perdió la estabilidad cayendo de culo sobre el verdegoso suelo. Lo bueno es que al menos el lugar en el que había caído era blando, lo malo...que aquel joven tan atractivo la había visto hacer alarde de toda su torpeza. Friné se sonrojó más aún y quería esconder la cara entre la tela de su vestido pero aquello solo la haría quedar peor, si eso era posible.
-¿Podría ayudarme, señor Owen?-pidió con una dulce y avergonzada voz, esperando un gesto de amabilidad de su parte.
Cuando su cuerpo por fin respondió, la chica hizo una educada reverencia, sin apartar sus ojos de los de aquel hombre. Nunca lo había visto por París, de haber sido así, recordaría aquellos profundos y cristalinos ojos,de un azul profundo, cálidos a la vez que intimidantes. Sonrojada, retiró su mirada junto con su mano, intentando salir de la orilla de la laguna con un poco de dignidad.
-Mi...mi nombre es Friné-dijo situándose a su lado. Notaba como la brisa ahora era mucho mas fresca al encontrarse parte de sus vestimentas húmedas. Se estremeció sin quererlo cuando otro soplo de aire llegó hasta ellos-Solo disfrutaba del lugar y de la noche,monsieur-musitó algo más tranquila, tras respirar profundamente para coger algo de aliento.
Caminó hasta sus pertenencias, sentándose bajo el pie del árbol para volver a ponerse los zapatos. Ahora sus pies estaban recubiertos de tierra y algunas briznas de hierba, aunque no le importó. Con cuidado, se calzó uno de sus pies y, mientras apretaba los cordones de sus botines, miró de nuevo al chico con algo más de valor.
-¿Y a usted qué lo ha traído a estos lares?- preguntó mientras lo observaba detenidamente. Sus ojos se deslizaron descarados por toda la figura del muchacho. Era más alto que ella, poseía un cuerpo esculpido, sus manos eran grandes y su rostro...por raro que pudiera sonar, era dulce a la par que masculino. Friné esbozó una tímida sonrisa al verse descubierta por los ojos del chico y desvió la mirada hacia sus zapatos, mientras continuaba calzándose.
Cuando terminó, quiso ponerse en pie pero, le costaba de sobremanera subida en aquellos zapatos con cierto tacón. Pensó que lo había conseguido pero, por desgracia, perdió la estabilidad cayendo de culo sobre el verdegoso suelo. Lo bueno es que al menos el lugar en el que había caído era blando, lo malo...que aquel joven tan atractivo la había visto hacer alarde de toda su torpeza. Friné se sonrojó más aún y quería esconder la cara entre la tela de su vestido pero aquello solo la haría quedar peor, si eso era posible.
-¿Podría ayudarme, señor Owen?-pidió con una dulce y avergonzada voz, esperando un gesto de amabilidad de su parte.
Friné Simon- Humano Clase Media
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Re: Olor a primavera (Owen)
A pesar de haber estado algo alejada de ella podia escuchar sus pensamientos sobre su padre pero preferi no centrarme en ese aspecto ya que no era cosa mia las discursiones de familia o lo que hubiera pasado. El bombeo de su corazon se hizo mas notorio en ese tiempo que latia con tanta intensidad que mi imaginacion volaba solo con imaginar como la sangre recorria su cuerpo y el fluir, sin darme cuenta mi mirada se fijo automaticamente su cuello por el bombeo de la arteria que hizo arder mi garganta en ese momento. Alce mi mano hasta mi garganta carraspeando un poco ante la sensacion del momento, tenia que recobrar la compostura y mas sin dar ningun motivo para que ella se asustara. Por ahora parecia lo suficientemente tranquila cuando ya estuve alli.
Trague gruesamente volviendo a tomar algo de serenidad para mi mismo, podia ver como se habia mojado su vestido el cual toco el agua, esperaba que no fuera por mi culpa, pero se le notaba que tenia algo de frio, era una de las partes buenas o malas segun como se viera de ser vampiro que uno mismo no lo sentia. Quizas fuera algunas de las ventajas pero se echaban demasiadas cosas en faltas que un humano siempre conseguia y mantenia latente. Sonrei ligeramente .- Un placer Frine... Nombre curioso y hermoso a la vez. No se suele escuchar nombres asi la verdad, especial... pero la propietaria lo es?.- rio ligeramente.- se me olvidaba que uno mismo nunca se ve asi, siempre se ven las partes malas y son los demas lo que ven lo especiales que somos.- escuche con atencion como solo habia ido alli a disfrutar de la noche pero quizas ella desconocia lo que se ocultaba en las noches y en otras noches precisas.- La esta disfrutando bien señorita? Debe de tener cuidado ya que en las noches suelen salir lo peor de la existencia.- sabia que hasta yo mismo me estaba incluyendo en mis palabras pero ahora mismo al ser desconocido no se daria cuenta.
Mi mirada la siguio hasta bajo el arbol donde mantenia sus cosas y viendo como se calzaba a pesar de tener restos en sus pies pero lo mas prudente era que se los cubriera o podria caer enferma. No eran pocas las personas que habia visto enfermar de forma grave pero en su corazon daba a notar la fortaleza que tenia. Me agache dejando las rodillas flexionadas fijandome en como se calzaba y mantenia una conversacion conmigo, me gusto demasiado el rojizo de sus mejillas y viendo como se alternaba con su piel intermedia. Volvi a incorporarme retirando mi abrigo sobre mis hombros, dejando ver que cubria unas ropas bastante sencillas ya que no me gustaba ir muy cargado en ningun momento. Lo mejor que habia era mas ligero para no estar una vida en llegar a un lugar.
Sonrei ante su pregunta, despues de todo habia una historia tras el porque me encontraba alli y eso tenia que saberlo o era mejor solo la idea simple de volver .- Vuelta de viaje, un poco de aire no viene nada mal no?.- sonrei ligeramente mirando hacia los arboles.- Conoci este lugar hace mucho y bueno volvi de nuevo despues de irme en bsuca de mi mismo, supongo que algo magico tiene esta ciudad que te hace volver a ella .- rei a penas pero era como si lo hiciera par ami mismo. Me aparte un poco para dejarle un espacio cuando ya termino de colocarse los zapatos, me hizo algo de gracia sus dedos al aire pero no lo iba a comentar y se pudiera ofender en ese momento.- Un paseo nocturno siempre sienta bien, ademas ayuda a muchas cosas.- me encogi de hombros restandole importancia.
Observe como ella misma se iba poniendo en pie pero fue un gracil gesto que con la misma se volvio a sentar cayendo de culo, se me escapo una risotada pero enseguida la contuve.- perdon.- me disculpe aun mordiendome el labio inferior para que no me saliera imaginandome una y otra vez como se habia caido.- supongo que esto conlleva a una sentencia por haberme reido.- me aproxime a ella cuando pidio mi ayuda, tome su mano y la otra la coloque en su cintura incoporandola con cuidado. Su cuerpo quedo algo cerca del mio y asi tambien podia sentir su respiracion y como subia y bajaba su torso ante el gesto involuntario.- Esta bien?.- pregunte refiriendome a su caida.- Por favor llamame Owen solo, eso de señor queda demasiado antiguo para mi.- sonrei ligeramente.- ya mi abuelo esta enterrado.- su propio nombre radicaba en su abuelo quien se parecia tanto y por ello le habian otorgado su nombre. Rei mirandola.- sabe tiene buena caida, tendre que pedirle que en cuanto pueda me enseñe.- era inevitable no nombrar su caida pero aun asi carraspee poniendome algo mas serio.- Y usted es de Paris? o ha venido por algun motivo?.- era muy joven y no me sonaba de haberla visto por Paris cuando habia estado en él tanto tiempo.
Trague gruesamente volviendo a tomar algo de serenidad para mi mismo, podia ver como se habia mojado su vestido el cual toco el agua, esperaba que no fuera por mi culpa, pero se le notaba que tenia algo de frio, era una de las partes buenas o malas segun como se viera de ser vampiro que uno mismo no lo sentia. Quizas fuera algunas de las ventajas pero se echaban demasiadas cosas en faltas que un humano siempre conseguia y mantenia latente. Sonrei ligeramente .- Un placer Frine... Nombre curioso y hermoso a la vez. No se suele escuchar nombres asi la verdad, especial... pero la propietaria lo es?.- rio ligeramente.- se me olvidaba que uno mismo nunca se ve asi, siempre se ven las partes malas y son los demas lo que ven lo especiales que somos.- escuche con atencion como solo habia ido alli a disfrutar de la noche pero quizas ella desconocia lo que se ocultaba en las noches y en otras noches precisas.- La esta disfrutando bien señorita? Debe de tener cuidado ya que en las noches suelen salir lo peor de la existencia.- sabia que hasta yo mismo me estaba incluyendo en mis palabras pero ahora mismo al ser desconocido no se daria cuenta.
Mi mirada la siguio hasta bajo el arbol donde mantenia sus cosas y viendo como se calzaba a pesar de tener restos en sus pies pero lo mas prudente era que se los cubriera o podria caer enferma. No eran pocas las personas que habia visto enfermar de forma grave pero en su corazon daba a notar la fortaleza que tenia. Me agache dejando las rodillas flexionadas fijandome en como se calzaba y mantenia una conversacion conmigo, me gusto demasiado el rojizo de sus mejillas y viendo como se alternaba con su piel intermedia. Volvi a incorporarme retirando mi abrigo sobre mis hombros, dejando ver que cubria unas ropas bastante sencillas ya que no me gustaba ir muy cargado en ningun momento. Lo mejor que habia era mas ligero para no estar una vida en llegar a un lugar.
Sonrei ante su pregunta, despues de todo habia una historia tras el porque me encontraba alli y eso tenia que saberlo o era mejor solo la idea simple de volver .- Vuelta de viaje, un poco de aire no viene nada mal no?.- sonrei ligeramente mirando hacia los arboles.- Conoci este lugar hace mucho y bueno volvi de nuevo despues de irme en bsuca de mi mismo, supongo que algo magico tiene esta ciudad que te hace volver a ella .- rei a penas pero era como si lo hiciera par ami mismo. Me aparte un poco para dejarle un espacio cuando ya termino de colocarse los zapatos, me hizo algo de gracia sus dedos al aire pero no lo iba a comentar y se pudiera ofender en ese momento.- Un paseo nocturno siempre sienta bien, ademas ayuda a muchas cosas.- me encogi de hombros restandole importancia.
Observe como ella misma se iba poniendo en pie pero fue un gracil gesto que con la misma se volvio a sentar cayendo de culo, se me escapo una risotada pero enseguida la contuve.- perdon.- me disculpe aun mordiendome el labio inferior para que no me saliera imaginandome una y otra vez como se habia caido.- supongo que esto conlleva a una sentencia por haberme reido.- me aproxime a ella cuando pidio mi ayuda, tome su mano y la otra la coloque en su cintura incoporandola con cuidado. Su cuerpo quedo algo cerca del mio y asi tambien podia sentir su respiracion y como subia y bajaba su torso ante el gesto involuntario.- Esta bien?.- pregunte refiriendome a su caida.- Por favor llamame Owen solo, eso de señor queda demasiado antiguo para mi.- sonrei ligeramente.- ya mi abuelo esta enterrado.- su propio nombre radicaba en su abuelo quien se parecia tanto y por ello le habian otorgado su nombre. Rei mirandola.- sabe tiene buena caida, tendre que pedirle que en cuanto pueda me enseñe.- era inevitable no nombrar su caida pero aun asi carraspee poniendome algo mas serio.- Y usted es de Paris? o ha venido por algun motivo?.- era muy joven y no me sonaba de haberla visto por Paris cuando habia estado en él tanto tiempo.
Robert O. Kuypers- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 06/10/2011
Re: Olor a primavera (Owen)
Friné no pudo evitar reír ante aquel comentario. Sí, estaba tan acostumbrada a caerse desde pequeña que ya hasta desprendía cierta gracilidad al hacerlo. Cuando quedó incorporada, analizó cada una de sus palabras con atención, intentando ordenar la información y retenerla en su cabeza. Era un parisino, viajero, de vuelta a sus raíces, que opinaba como ella en lo referente a la nocturnidad y sabía bromear. La joven sonrió al ver como cada vez le gustaba más aquel chico, quizás podrían hacerse buenos amigos, y recorrer juntos lugares recónditos de París por los que ella nunca se había adentrado, a pesar de ser más de aquel lugar que de su tierra natal. Tardó en reparar en aquella cercanía que había entre ellos. Lo había estado mirando a los ojos fijamente y no se había dado cuenta de que sus rostros quedaban realmente cerca. Su corazón comenzó a latir con una mayor rapidez y su respiración delataba su nerviosismo. Con las mejillas sonrosadas retrocedió un paso, escuchando su pregunta mientras sentía aún su mano apoyada en su cintura aunque esta ya se hubiera retirado de su piel.
¿Cómo iba a explicar que era mestiza de un francés y una griega, residente desde los tres años en Francia? Pensó que aquello era demasiada información para un desconocido por lo que buscó algo más sencillo e indiferente que decirle, lo que acompañó con un encogimiento leve de hombros.
-Se podría decir que soy de aquí aunque no nacía aquí, señ...Owen-sentenció con una sonrisa mientras se sacudía la falda del vestido esperando no haberlo manchado con la caída.-Y cuando gusteis os enseño el arte de caer, ah gracias por ayudarme a levantar- bromeó mientras se agachaba con cuidado a tomar su libro del suelo.
Casi se olvidaba de su nuevo libro y era algo que no se habría perdonado. Le había costado encontrar una librería en la que vendieran esa obra de la literatura hispánica, pero había oído a alguien en la chocolatería hablando sobre ella y su argumento, acaparando toda su atención. Si de por si le gustaba leer, más algo recomendado de una persona a otra, aunque no hubiera sido a ella. De cualquier forma, a su madre le había dicho que un amigo le habló de ella, ya que escuchar conversaciones ajenas no estaba bien.
-¿Os gusta leer?- preguntó al incorporarse tras carraspear ligeramente. Probablemente aquel frío no le haría nada bien a su garganta. -¿Conoceis esta obra? La adquirí ayer- dijo alargando la mano para mostrarle la portada del libro. Era sencilla y simplemente ponía el titulo de la obra en cursiva negrita. Estaba en francés traducida pues su dominio de español no era muy bueno, a pesar de intentar aprender -La vida es sueño- chapurreó en español -Es un gran titulo ¿no crees?
Esbozó una aniñada sonrisa esperando su respuesta. Si no había tocado demasiados libros en su vida, lo sabría y era algo que Friné en cierto modo, daba por supuesto. Entre los placeres de los hombres no estaba el leer, pocos de ellos disfrutaban de un buen libro tanto como de una mujer. La mayoría prefería beber y acostarse con cortesanas.
¿Cómo iba a explicar que era mestiza de un francés y una griega, residente desde los tres años en Francia? Pensó que aquello era demasiada información para un desconocido por lo que buscó algo más sencillo e indiferente que decirle, lo que acompañó con un encogimiento leve de hombros.
-Se podría decir que soy de aquí aunque no nacía aquí, señ...Owen-sentenció con una sonrisa mientras se sacudía la falda del vestido esperando no haberlo manchado con la caída.-Y cuando gusteis os enseño el arte de caer, ah gracias por ayudarme a levantar- bromeó mientras se agachaba con cuidado a tomar su libro del suelo.
Casi se olvidaba de su nuevo libro y era algo que no se habría perdonado. Le había costado encontrar una librería en la que vendieran esa obra de la literatura hispánica, pero había oído a alguien en la chocolatería hablando sobre ella y su argumento, acaparando toda su atención. Si de por si le gustaba leer, más algo recomendado de una persona a otra, aunque no hubiera sido a ella. De cualquier forma, a su madre le había dicho que un amigo le habló de ella, ya que escuchar conversaciones ajenas no estaba bien.
-¿Os gusta leer?- preguntó al incorporarse tras carraspear ligeramente. Probablemente aquel frío no le haría nada bien a su garganta. -¿Conoceis esta obra? La adquirí ayer- dijo alargando la mano para mostrarle la portada del libro. Era sencilla y simplemente ponía el titulo de la obra en cursiva negrita. Estaba en francés traducida pues su dominio de español no era muy bueno, a pesar de intentar aprender -La vida es sueño- chapurreó en español -Es un gran titulo ¿no crees?
Esbozó una aniñada sonrisa esperando su respuesta. Si no había tocado demasiados libros en su vida, lo sabría y era algo que Friné en cierto modo, daba por supuesto. Entre los placeres de los hombres no estaba el leer, pocos de ellos disfrutaban de un buen libro tanto como de una mujer. La mayoría prefería beber y acostarse con cortesanas.
Friné Simon- Humano Clase Media
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