Primavera prematura - [Vanvollehoven]

por **Leire Mallarme** Jue Ene 21, 2016 5:22 pm

Si no tuviéramos invierno, la primavera no nos resultaría tan hermosa; si no tuviéramos tiempos de desasosiego, la prosperidad no nos resultaría tan bienvenida – Anne Bradstreet

Puso su oído en el pequeño pecho del ave, y escuchó casi como un leve aleteo, la vida no lo abandonaba aún, mas seguramente, no pasaría de aquella mañana. Las temperaturas seguían siendo muy bajas, lo que provocaba que aquellos seres murieran a la vista de los transeúntes que impávidos, pasaban a su lado, como si ello fueran inmortales. Aquella actitud, lograba que el carácter de Pilar se volviera oscuro. Mas era necesario que su animo fuera dulce y alegre para que su don funcionara, así, acercando el pequeño pajarito a su mejilla lo acarició, cerrando sus ojos y concentrándose en aquel pequeño cuerpecito casi congelado.

Una cálida sensación se expandió por sus manos, era su propia aura que se dirigía hacia el ave, así, el don Vigoris se volcó en se simple ser. Sus labios besaron la diminuta frente, y si como todo se tratase de un acto de magia, el alado ser comenzó a moverse para luego exigir su liberación y partir, buscando nuevos horizontes, - vuela, vuela lejos, a lugares mas cálidos, en los que puedas vivir sin peligros - caviló, mientras sonreía y volvía a colocarse sus manoplas de lana. Al terminar de colocárselas, sonrió, satisfecha de su buena acción. Tal vez algún hechicero podría reprenderla por usar sus habilidades a la vista de todos, ¿pero acaso ese no era el mejor modo de que pensaran que solo se trataba de una artimaña? Inspiró profundamente mientras se arrebujaba en su abrigo y recordaba las innumerables veces que usara aquel don, desde que lo descubriera, cuando apenas tenía cuatro años.

El sol comenzaba a derretir el manto de nieve que hacía días, decoraba la ciudad de París, con un dejo navideño, que tras pasar varias semanas de aquellas fechas, solo ansiaba que la tan esperada primavera, apareciera a la vuelta de la esquina. Pasó junto a un parterre y las flores apenas decoradas por pimpollos que parecían sufrir la inclemencia del clima, fueron abriéndose como si un calor invisible las fuera rodeando. Se sonrió cuando unas mujeres exclamaron el prodigio que hacia el sol, tan solo tocar con sus rayos las corolas de las flore, - Una primavera prematura -, se dijo para si, - la melodía de la vida que deséa gritar, aún, entre la muerte -.

por **Alexis VanVollehoven** Mar Feb 02, 2016 3:45 pm

Había conocido a muchos brujos a lo largo de aquellos años. No había tratado con muchos a manera de conocerlos, pero había visto sin duda alguna un patrón que seguían. Todos buscaban algo aún más profundo en las redes de la magia. Hacía poco él había perdido el rumbo, pero las cosas estaban mejorando. Aún no sabía lo que debía hacer, lo que siempre había pensado empezaba a cambiar en su mente y aquellos fantasmas que le acompañaban ahora ya no le aconsejaban como antes, parecían haberse decidido a ver cómo iban las cosas sin intervenir.

Caminaba por las calles tratando de dejar la mente en blanco, simplemente porque ante las circunstancias ahora pensaba en cosas que antes le parecían carentes de sentido. Habría sido impensable para él saber que su vida podría dar un giro de esa manera. Mientras avanzaba distraídamente la vio. A aquella mujer y el ave en sus manos. Se había detenido en medio del camino, observando en aquella dirección, notando lo que ella hacía. Si, se había sorprendido en más de un sentido. Y cuando vio a la pequeña creatura volar lejos de allí la siguió con la mirada. Para cuando la regresó a la responsable de ello, la mujer ya caminaba alejándose. Rápidamente, sin pensarlo, se dirigió hacia ella. Sabía que debía tener cuidado, pero siempre olvidaba esas cosas en los momentos precisos.

Aquella habilidad hasta ahora no la había observado de cerca. Él no la poseía, se había especializado en cosas totalmente distintas. Así que le atraía, cuando ella pasó haciendo irradiar aquellas flores, ya estaba cerca, lo suficiente para escuchar lo que decía.

No pudo evitar sonreír. Una primavera prematura. Había tantas cosas contra las que podía compararlo. -Te he visto hacer eso -Dijo sin más, sin presentarse sin advertir de su acercamiento a la persona a la que hablaba. Pero en sus facciones no había una amenaza, extrañamente sonreía, cual niño acaba de ver algo que le gusta. Alexis podía ser bastante infantil en ocasiones, era joven, pero a pesar de lo que había pasado en su vida, a veces simplemente era así, sin preocupaciones.

por **Leire Mallarme** Mar Mar 08, 2016 4:59 pm

No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.
(Alejandro Dumas)

Se había detenido un instante a contemplar aquella flor que de marchita, se veía ahora lozana, tierna, recién nacida. Sonreía feliz, pues a pesar de haber padecido tanta maldad, por parte de los enemigos de su familia, conservaba la necesidad en el alma de hacer el bien. Pero eso era peligroso, pues la podía dejar en evidencia ante algún inquisidor. Fue entonces que aquella frase llegó con la contundencia de un espadazo en su espalda, tensando cada uno de sus músculos, -Te he visto - resonaron las palabras en su cabeza, la piel erizada, el rostro modado con la blancura de una pieza de mármol, mantuvo la serenidad, aunque su mandíbula mostraba un cierto rastro de la presión que ejercía. La bruja giró su torso con una lentitud pasmosa, tanto así que cualquiera de los transeúntes hubiera pensado que el tiempo se había detenido. La mirada centellante de la hechicera buscó al responsable de su angustia, -¿Qué has dicho? – su voz resonó serena, pero a la vez cargada de advertencias, el tono de su voz era lúgubre, como el de las campanas al tañido de difunto.

El viento hizo danzar un mechón de su cabello que se había desprendido de su peinado, sus labios rojos cual grana se mantenían sin un mínimo atisbo de sonrisa. Era lógico que luego de tanto sufrimiento, la mujer fuera cautelosa con los extraños, en especial con aquellos que sin conocerla, le dejaban en evidencia frente a tal acto sobrenatural, como el uso de su poder Vigoris. Sus ojos recorrieron el cuerpo del joven, lo primero que comprobó fue que no llevaba armas, parecía un muchacho sencillo, sus manos no parecían las de un hombre de trabajo, un labriego, sino la de un señorito de ciudad, quien no tiene mucha experiencia con los peligros de la vida, y menos con los que atañen a esos con los que debe lidiar seres como ellos, los hechiceros, fáciles presas para cualquier inquisidor avezado en la cacería de sobrenaturales. Entrecerró sus ojos, y una suave mueca de disgusto se formó en sus labios, -¿acaso no sabes que es peligroso interferir en la acción de los extraños? - , Dio dos pasos hacia el hechicero, con su poder de posesión entró a ese cuerpo, - deberías tener cuidado, no todos los brujos somos apacibles… de no estar en un buen día… tu corazón podría haber estallado en mil pedazos – tan rápido como había entrado a ese cuerpo, el espíritu de la bruja volvió al suyo que había quedado a punto de caer, pero aquella posesión solo había durado breves segundos, casi milésimas. Mas estuvo segura que habían sido suficiente para dar una advertencia al fisgón. Sus ojos siguieron clavado en los ajenos, con su ceño fruncido, - creo en verdad que no está seguro de lo que ha contemplado… ¿verdad? – sonrió con malicia.

por **Alexis VanVollehoven** Mar Mar 08, 2016 6:58 pm

La sonrisa se borró de sus labios al notar la expresión en ella, conocía esa mirada, probablemente él habría mirado así a otros muchísimas veces antes. Su propia mirada se oscureció ligeramente, como si algo en él captara el peligro en el que podría estar.

-Te he visto... con el ave... -Respondió bajo, como evitando que su voz fuese audible para quienes pasaban descuidadamente cerca de ellos. Y es que no podía retractarse, no cuando ella parecía haber saltado a la defensiva al verle ahí. Podía verlo en su aura y aunque buscó reaccionar a lo que vendría, lo cierto es que el descuido era inevitable, cuando quiso darse cuenta ella había hecho aquel truco.

Solo fue un momento, y cuando salió de su cuerpo y lo recuperó, aspiró todo el aire que pudo, la sensación no era placentera. Le observó arqueando una ceja, esta vez visiblemente molesto -Y si tu supieras cómo no llamar la atención, sabrías que atacar a alguien de esa manera podría ser contraproducente. Y yo no he hecho nada como intervenir en lo que haces... ¡Estás loca! -No alzó la voz, la mantuvo a un tono decente aunque eso le había costado más trabajo que cualquier otra cosa.

Si ella no le hubiese dejado ir aquellos dos fantasmas habrían aparecido, estaban cerca, podía percibirlos, vigilándole como siempre. Eran su seguro, cualquier cosa que pasara, ellos harían lo suyo, ese era el trato. Alexis caminó maldiciéndose por haberse sentido mínimamente atraído por el poder de la mujer histérica que tenía delante, así que simplemente decidió marcharse -Si hubiese sido un inquisidor habrías muerto aquí mismo -Murmuró al pasar a su lado. Porsu lado él no hacía demostraciones públicas de ningún tipo, no al menos a sabiendas, la atmokinesis era algo que poseía y no controlaba en obsoluto, eso era un arma de doble filo, como una alarma dando su localización, así que intentó mantener la calma para que nada delatara su presencia.

Aquella mujer parecía creerse la gran cosa, pero él no iba a intentar dialogar con ella después de eso. No era paciente, había tenido una vida difícil, pero nunca había sido del tipo sumiso, por ello se había metido en muchos problemas y no había salido muy bien parado de algunos. Bufó y siguió caminando. Le había dicho aquello último solo por enojo, pero no era del todo erróneo hasta donde podía pensar.

por **Leire Mallarme** Mar Mar 08, 2016 9:20 pm

Su mirada cambió levemente, su enojo se había desvanecido, y tras la explicación que el joven le daba, supo que había sobreactuado la situación. Esa dualidad que la embargaba todo el tiempo, le llevaba a comportarse de maneras erráticas y por mas indebidas. Bajó la mirada como cuando de pequeña la regañaban, - no, pensé que alguien pudiera prestar atención a lo que hice con el pequeño gorrión – dejó que todo el aire saliera de sus pulmones, intentando encontrar algo de calma y despejar su mente para poder decir frases coherentes. Levantó la vista y le observó, era lógico que estuviera ofuscado, ella también lo estaría, si un desconocido se tomara la libertad de meterse en su cuerpo, aunque hubieran sido unos segundos. Negó con la cabeza, lentamente, mientras él pasaba a su lado, - lo siento – dijo con un dejo de voz entristecida. No supo que hacer, porque por un lado, ella se había sentido invadida, y por el otro su comportamiento era por mas incivilizado, y hubiera sido lógico, si aquel hechicero le pagaba con la misma moneda.

Lo siguió, en silencio, recordando cada una de las palabras que dijera, en especial aquello referente a los inquisidores. ¿Acaso él tendría algún dato? ¿Estarían los inquisidores por hacer una redada en la ciudad de Paris? Un recuerdo tras otro, vino a matar su tranquilidad. Debía sacarse las dudas o en verdad se volvería loca. Si lo vivido en los Pirineos, volvía repetirse, ella necesitaba estar preparada. Claro ahora ya no le quedaban seres queridos por quienes sufrir si les ocurrida alguna desgracia, todos habían perecidos asesinados aquella fatídica noche.

Continuó siguiéndole, hasta que la pregunta surgió de sus labios como consecuencia de aquel sentimiento de angustia e intranquilidad, - ¿Por qué hablas de los inquisidores? ¿Tienes alguna información que pueda ser de utilidad para poner a salvo hechiceros que no poseen un conocimiento adecuado de sus poderes? –, sus palabras salieron de sus labios casi susurradas, para que ninguno de los escasos transeúntes pudiera escucharlas. Pilar no sabía si él se detendría, si la perdonaría o la dejaría hablando sola, pero debía intentarlos. Se mordió los labios al no obtener respuesta a su pregunta. Apresuró sus pasos para darle alcance, estiró su mano, hasta rozar el abrigo del hechicero, - en verdad lo siento mucho, no suelo comportarme así, sé que no es una excusa, pero… hace tiempo que no hablo con extraños… ni tampoco con conocidos… ba… con nadie, por eso no supe cómo reaccionar… en verdad… lo siento – dijo con la voz entristecida por la angustia y la culpabilidad. Se detuvo, lo dejaría ir, si eso era lo que quería, ya le había pedido perdón, pero su comportamiento había sido inmensamente desagradable y entendería si él decidía pasar de ella.

por **Alexis VanVollehoven** Miér Mar 09, 2016 2:31 am

Alexis caminó sabiendo que ella le seguía, no hizo caso, a pesar de que se disculpaba, pero ciertamente sus ánimos fueron cambiando, el enojo se esfumó. La miró de reojo justo antes que ella le detuviese. Su mirada había cambiado por completo y mentiría si dijese que eso no le sorprendía, era como ver a una persona completamente distinta. Su expresión se suavizó, dejando de fruncir el ceño.

-No sé nada de ello, aunque hay alguien que me informaría si fuese a haber algo así -Si, las travesías le habán llevado a tener que ver con cierta persona que parecía estar bien informada de todo lo que acontecía, la última vez que le había visto le había asegurado que si era necesario o si le veía en peligro por alguna razón, iría directamente hacia él. Eso incluía cualquier movimiento de inquisidores a gran escala.

Suspiró pesadamente, ahora que estaba más tranquilo le observó detenidamente -¿Por qué te preocupa tanto?- Era diferente que simplemente la precaución que tenía cualquiera de ellos, por mucho al menos era observador en cuanto a reacciones, había vivido en la calle, poder leer medianamente a las personas servía bastante bien, aunque desde hacía un tiempo tenía un lugar tranquilo y más de o que hubiese creído tendría en toda su vida.

-¿Cómo es que eso es normal para tí? Seguro que has interactuado con otros, siempre sucede, incluso sin planearlo - O eso creía él -Bueno, tampoco soy la mejor persona... no te juzgaré por ello, aunque me ha molestado en un primer momento, ahora pareces una persona completamente diferente -Lo había dicho finalmente, pero no podía simplemente quedarse con la idea.

Le causaba un poco de intriga aquella mujer, algo que aunque sucedía, no lo hacía de esa manera -Es muy interesante... lo que hiciste antes -Dijo como señalando con un movimiento el lugar del que venían -Nunca había visto algo así de cerca -admitió intentando hacer una especie de plática -Si no es así, ¿cómo es que sueles comportarte normalmente? -Preguntó recargándose en la pared de uno de los edificios.

por **Leire Mallarme** Vie Mayo 06, 2016 7:49 pm

Decir que le sorprendió, como reaccionara el muchacho, sería decir poco, ya que demostraba que era un ser bastante ingenuo, ¿acaso no sabía que las personas podían mentir o hacerse las victimas, instando a los demás a que confiaran en ellas, para luego hacer lo que estuviera en su antojo? no, seguramente no, o tal vez ella era tan buena en sus disfraces que no se había percatado que podía ser tierna como una paloma y peligrosa como una serpiente. Mas algo en ella le hizo tomar una decisión, tomaría como protegido al chaval, no permitiría que nadie le hiciese daño y si se daba la oportunidad, le haría ver que no era propicio andar hablando con extraños.

Sonrió, complacida por su decisión y porque el jovencito le daba la oportunidad de relacionarse con alguien, luego de tanto tiempo de ostracismo. Se acercó unos paso mas, - ¿a caso los inquisidores no son tus enemigos? claro que me preocupan, no todos los... de nuestra condición, suelen tener tanta suerte al toparse con ellos - le recalcó, mirando disimuladamente a su alrededor.

Enarcó una ceja, - ¿que es normal para mi? ¿no hablar mucho con las personas? pues, si vivieras lo que a mi me pasó, estoy segura que no te detendrías a charlar tan abiertamente con una extraña- sonrió de constado, con una sonrisa cargada de picarda. Cuando le comenzó a referir sobre el poder vigoris ella le miró a los ojos, en verdad que era un joven demasiado bueno, o por lo menos así se mostraba. - ¿te refieres a lo del pajarillo? -, le preguntó, intentando no hablar en un tono de voz que pudiera ser captado por un hombre que pasaba muy cerca de ellos. Al volver a quedar solos en la acera, ella asintió con un suave movimiento de cabeza, - si, es un don muy... agradable... puro - dijo mientras reflexionaba en ello. Aunque entendía porqué el joven era fascinado por tal prodigio, para ella mucho mas interesante constituía su don de posesión, no existía nada mas excitante que acaparar el cuerpo de otro y dominarle cual una marioneta, pero por supuesto que ese sentimiento, no se lo pensaba compartir, prefería hacer varios trucos de feria, esos que con poca cosa podían maravillar al alma pura de un niño.

-Pues si me dices como te llamas, y aceptas acompañarme a tomar un chocolate con churros, prometo explicarte como pude hacer ese portento - Le sonrió y guiño un ojo.

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