AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Sorpresas de Primavera || Melonee
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Sorpresas de Primavera || Melonee
por Mara Kennie D'Argouges Miér Feb 12, 2014 12:27 am
“De ti depende y de mí que entre los dos siga siendo ayer noche, hoy por la mañana.”
— Joaquín Sabina
— Joaquín Sabina
La noche aparecía con lindas tonadas que perdían su color cada vez más, con una rapidez increíble, mientras en una grande mansión, no tan grande como la que había estado acostumbrada, pero aun así, acogedora, una pequeña niña de piel pálida y ojos hermosos se levantaba de su lecho. Muchos dirían que sería porque había tenido un mal sueño y buscaría a sus padres, pero la realidad es que estaba sola, miro a los lados y se encontraba en una habitación en donde las paredes de color pastel que daban la sensación de estar en el cielo. Ella suspiro largamente levantándose hasta llegar a la puerta, en donde estaba una hermosa dama, una sirvienta esperando que llegara para vestirla.
La mujer sabía quiénes eran, pero como buena empleada, no decía nada sobre ello, solamente se mantenía en silencio y cumplía todos los caprichos de sus amos. La paga era buena, no se quejaría, con ella había llegado a tener una vida mejor, sus hijos vivían mejor y eso era lo único que importaba, ella ya era mayor, aun no llegaba a los 40, pero estaba por ellos, su esposo había muerto y debía esforzarse el doble. Vistió a Mara con un hermoso vestido marrón claro con detalles en un marrón más oscuro, le puso unas zapatillas cómodas, pues estaría en casa.
Ella parecía inquieta mientras la mujer le acomodaba sus trapos que tocaban su piel pálida, no pudo mas, había terminado de morder su labio para abrirlos y preguntar — ¿Trajo lo que comento, hace unos días?— pregunto ansiosa. La mujer le miro curiosa para luego recordar de lo que estaba hablando y asintió débilmente. El señor Benlovio se había ido como siempre al amanecer, dejándola a ella a cargo, pero antes había dejado una sorpresa a Mara.
Ya no podía mas, apenas sintió el último mechón arreglado salió saltando de su habitación para caminar en esos largos pasillos hasta llegar a una puerta grande, en donde estaba su sala de juego. Cuando lo abrió se podían ver muchos peluches de felpa de diferentes tamaños; osos de todos los colores, perros y otros animales. Muy alto estaban algunas cuantas muñecas de porcelana, pero estas no le gustaban mucho. Había otros juguetes de la era y algunos antiguos, pero a ella no le interesaba nada de eso, miro hacia un rincón y la encontró, una niña, un poco más pequeña que ella, sonrió suavemente para acercarse. La mujer ya había quedado en la puerta mirándola atentamente.
—Espero que papa no te haya asustado mucho— dijo ella mientras su cabecita buscaba mirarla mejor, pero parecía muy escondida. No quería asustarla, le gustaba jugar con niños, pues era uno de sus pasatiempos, por eso, en ocasiones, para evitar que saliera, su padre le traía una persona para jugar en la casa, pero aquella niña sería algo diferente, aunque Benvolio no se lo había dicho aun, esa era una sorpresa que le daría más tarde —Me llamo mara…—dijo sentándose en el piso muy cerca de ella. Mientras detallaba cierta similitud en su color de cabello, se parecían, podría pasar como hermanas fácilmente, eso sería divertido, tener una hermana, cuando llegara su padre, le pediría una bella hermana, con quien podría jugar, mientras se conformaría con aquella huerfanita que le había traído para que jugara un rato con ella.
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Re: Sorpresas de Primavera || Melonee
por Invitado Dom Feb 16, 2014 1:38 am
Nunca confíes en la sombra de quien te sonríe
-Melonee-
-Melonee-
Sucia, muy sucia y lastimada así había quedado después de que me enfrenté a un inquisidor condenado, un lycan obvio que este es más fuerte que una con mayor agilidad y sobre todo en tamaño, no se va a comparar a un cachorro de lobo con un verdadero lycan una gran diferencia y sobre todo un enorme distancia de habilidades; el enfrentamiento se dio en los bosques de la ciudad allá a lo lejos, según lo que había escuchado estaban todavía tras los sobrevivientes de la manda Talbot según ellos tenían una lista de quienes eran los integrantes y faltaba una pequeña loba cambiante y ese lycan fue tras de mi como hombre lobo que era podría encontrarme fácilmente y así fue.
El cielo negro, la noche llegando y mi muerte como tal, de mi boca la sangre salía a borbotones con cada golpe de aquel animal, no pude contener mi transformación de cachorra volviéndome humana nuevamente, tirada contra un árbol descansando comencé a sonreír contemplando el cielo y las estrellas –linda noche para morir- no me importaba nada ya había perdido a mi último padre y familia (un gran número de personas murieron y una murió por salvarme) las lágrimas salían de mis ojos que se cerraban por el dolor y le cansancio de haber mordido las piernas de ese maldito, antes de morir escuché.
BOOM
El sonido de un arma de fuego, asumí que me disparó, no sentía nada, no? Espera, algo se movía lo sentía iba como sobre un caballo, acurrucada al pecho de alguien, no se quien era traté de abrir los ojos pero perdí el conocimiento.
AL DÍA SIGUIENTE
Abro mis ojos estoy vendada y bañada es un pequeño cuarto con aroma…maldición conozco este aroma es de los orfanatos, traté de levantarme pero alguien me lo impidió, su sonrisa no me daba confianza y la verdad me daba hasta miedo, su nombre me dijo pero no le tomé atención estaba percibiendo su aroma de inquisidor, solo me dijo algo de “quiero que hagas algo para mi que sé que te gustará” con esas palabras me dejó al cuidado de la monja diciendo que unos días cuando este mejor iría por mí que me vistieran acorde a la ocasión y me peinaran muy bien y ahí pasé toda una semana recuperándome.
DESPUÉS DE UNA SEMANA
El cuerpo ya no me duele y puedo moverme más a conciencia, ya no tengo que estar en esa cama postrada viendo pasar las horas, aquel hombre regresó y me alistaron, un baño rápido y el vestido café con zapatitos cafés y un abriguito café claro, el cabello todo recogido con una trenza y unas flores parecía más una muñeca; fuimos a ver a aquel hombre a la puerta del orfanato que sonreía, en un carruaje fuimos a su casa, me condujo a una habitación llena de juguetes, ver cada uno de esos muñecos y muñecas me hizo ver a mi como una de ellas, una muñeca para sus hijas quizás, me enfadé tanto que me fui a sentar a la esquina mirando a la pared cruzada de brazos con la idea en la cabeza de “no soy una maldita mascota”
Entra una niña, no la veo, mi enojo me hace querer evitarla hasta que oigo su nombre –Hola me llamo…- decirle mi nombre sería buena idea, suspiro –Sabes que importa mi nombre si al final solo quieres que sea tu maldita muñeca y listo, y luego me mataran como todos los inquisidores buscan de mí, matarme- me tiró al suelo a recostarme con los ojos cerrados cansada de huir y ver tantas muertes a mi alrededor –dile a tu padre que ya te aburriste de mí y que acabe pronto con mi vida- la extorsión, sabía que no me dejaría atrapar, si la niña iba por su padre abriría la ventana y me escaparía por ahí como un cachorro de perro y huir de nuevo por las calles.
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Re: Sorpresas de Primavera || Melonee
por Mara Kennie D'Argouges Vie Mar 14, 2014 6:11 am
! Que descortés ! Pensaba Mara mirándola algo sorprendida, se notaba que no había tenido la refinada educación que ella había recibido por aquellos largos años, trato de calmar sus expresiones, manteniendo serena, mientras mantenía la distancia de aquella jovencita, que parecía más una salvaje que una dama, tal vez su padre la había sacado de alguna madriguera y no había pensado mucho en su procedencia. La misma Mara venia de una procedencia casi parecida, rescatada hace mucho tiempo por una pareja de vampiros, cuando estaba a punto de perturbar su inocencia, de ellos ya no hablaba, tampoco de sus padres humanos, solamente le gustaba ver el presente, sin mirar mucho hacia tras, hacia su pasado, pues este le hacía sentir tan melancólica, que sentía que se enfermaba de tristeza, al recordar toda la gente que la amo, pero que momentáneamente, por alguna u otra razón, desapareció de su vista. Ahora eran solamente fantasmas que perturbaba la mente de la pequeña Kennie.
— Creo que padre tiene un talón de Aquiles hoy en día — susurro para ella misma, detallando las finas vestimentas que traía, estas no era comunes, como las de las demás niñas, que alguna vez pudieron pasar por las manos de Mara, ellas, siempre huérfanas, abandonadas, enfermas de alguna padecimiento terminal, no vestían de forma tan lujosa como ella, su padre siempre las mantenía limpias y lindas, pero se aseguraba que su belleza y pulcritud no sobrepasara a la de Mara, pues sabía bien, que podría hacer un berrinche si alguna de las nenas, vestía mejor que ella. — No me gustan las muñecas, por cierto, prefiero los peluches esponjosos y de felpa. ¿No has sentido que una muñeca de porcelana, puede tener atrapada un alma dentro de ella? Dan algo de miedo — las consideraba paganas, peligrosas, si la mirabas mucho, podían robarte el alma, tu corazón.
— Yo también fui perseguida por inquisidores, alguna vez, pero ahora estoy más tranquila, tengo alguien que me cuida, muy bien — dijo muy orgullosa — Tal vez se deba, porque un inquisidor me cuida. ¿Ironice no? — rio suavemente recordando los primeros días de su encuentro, prefería morir de hambre en el orfanato antes de volver a verlo, pero volvió como prometió y aunque eso la lleno de esperanza, su relación no mejoro, si no, después de mucho tiempo, luego de que Mara entendió, que lo único que él deseaba era protegerla, a cualquier costo, hasta su vida misma — El no esta, vuelve dentro de poco, creo que fue por algo de comida, bueno de verdadera comida, Nana se pondrá muy contenta cuando se entere de que tendrá que cocinar, adora hacerlo, pero siempre hace pequeña porciones, para ella, he leído que amaría poder hacerlo para alguien más, su orgullo se agrandaría mucho mas — hablaba tan convencionalmente, sin importarle mucho que la joven cambiante se haya acostado y pareciera que no le prestara atención, casi ninguna de las niñas que llegaba a sus manos, se volvían amigables, pero al menos esta no lloraba, ella podía hablar hasta que se cansara de hacerlo.
— Creo que padre tiene un talón de Aquiles hoy en día — susurro para ella misma, detallando las finas vestimentas que traía, estas no era comunes, como las de las demás niñas, que alguna vez pudieron pasar por las manos de Mara, ellas, siempre huérfanas, abandonadas, enfermas de alguna padecimiento terminal, no vestían de forma tan lujosa como ella, su padre siempre las mantenía limpias y lindas, pero se aseguraba que su belleza y pulcritud no sobrepasara a la de Mara, pues sabía bien, que podría hacer un berrinche si alguna de las nenas, vestía mejor que ella. — No me gustan las muñecas, por cierto, prefiero los peluches esponjosos y de felpa. ¿No has sentido que una muñeca de porcelana, puede tener atrapada un alma dentro de ella? Dan algo de miedo — las consideraba paganas, peligrosas, si la mirabas mucho, podían robarte el alma, tu corazón.
— Yo también fui perseguida por inquisidores, alguna vez, pero ahora estoy más tranquila, tengo alguien que me cuida, muy bien — dijo muy orgullosa — Tal vez se deba, porque un inquisidor me cuida. ¿Ironice no? — rio suavemente recordando los primeros días de su encuentro, prefería morir de hambre en el orfanato antes de volver a verlo, pero volvió como prometió y aunque eso la lleno de esperanza, su relación no mejoro, si no, después de mucho tiempo, luego de que Mara entendió, que lo único que él deseaba era protegerla, a cualquier costo, hasta su vida misma — El no esta, vuelve dentro de poco, creo que fue por algo de comida, bueno de verdadera comida, Nana se pondrá muy contenta cuando se entere de que tendrá que cocinar, adora hacerlo, pero siempre hace pequeña porciones, para ella, he leído que amaría poder hacerlo para alguien más, su orgullo se agrandaría mucho mas — hablaba tan convencionalmente, sin importarle mucho que la joven cambiante se haya acostado y pareciera que no le prestara atención, casi ninguna de las niñas que llegaba a sus manos, se volvían amigables, pero al menos esta no lloraba, ella podía hablar hasta que se cansara de hacerlo.
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Re: Sorpresas de Primavera || Melonee
por Invitado Dom Mar 16, 2014 5:58 pm
Al filo de los hechos, la guillotina cae, rodando cabezas, la gente vitorea.
Melonee
Melonee
La mente viajaba y viajaba a lugares lejanos que parecían ser de años atrás, de hace miles de miles de años, una villa, una manada como familia y un padre con su hija regañándole porque no quiere aprender algún oficio en la comunidad donde viven pero aun así consintiendo sus extraños caprichos sobre “evolución económica”, provocan una sonrisa en mis labios, al recordar las palabras de mi padre “No, no debes extorsionar, debes hacer tus labores para eso eres mi hija una joven noble que no roba ni estafa a las personas, si no ¿Qué dirán de mí? ¿Qué pensaran de que te he enseñado? No eres una niña, eres una…” su mirada y su sonrisa porque a pesar de tener una edad mayor, el sabía que todos pensaban que era una niña de 8 años.
Entre risas las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas y mis costados del rostro, los ojos permanecían cerrados y escuchaba a la pequeña vampira, su aroma era de una muerta, no tenía aroma propio solo el de cadáveres –No solo a las muñecas de porcelanas les arrancan las almas, también a los pequeños a los que la muerte les acompaña cada vez que son felices, porque los hijos de la muerte no pueden ser felices- un suspiro alcé la diestra limpiando las gotas de lágrimas que corrían por el rostro –Tú fuiste perseguida, a algunos los siguen persiguiendo por ser hija de los demonios de la luna, hijos de Gaia que ellos desearon arrasar, por mi culpa murió una mujer importante y su familia me cuido por ella, pero también recibían varias amenazas, su cabeza de familia las quemaba y la mujer lobo solo reía, se burlaban de la muerte, no podía estar con más muerte, luego mis semejantes, queriendo ayudarme pero tampoco les quise poner en riesgo, si los inquisidores quieren a la última hija de los Talbot, pues no se detendrán hasta tenerla, la ironía radica en que el que te salvó algo va a pedir, nada en esta vida es gratis, siempre hay algo detrás de todo, así que si él te salvó, que dice que él me salvaría, no les creo, no les creo- esa última palabra la repetí bajando el tono de la voz hasta casi desaparecer ya no tenía ganas de nada, la risa se había ido de mi cuerpo, las batallas acaban con todo a su paso, y en ese momento ni la extorsión y el chantaje me servía.
-A todo esto no me has dicho que quieren de mí, si no te gustan las muñecas, ¿para qué demonios estoy aquí?- masculló sin importarme si me ven como una maleducada o grosera, solo quería respuestas –No quiero tener que divertirte, ya estoy cansada, así que dime ¿qué quieres? Porque eso de “comer” no me lo trago así de fácil, los de tu especia, no te ofendas, pero siempre dan algo para recibir el doble, no se puede fiar de ellos para nada ya que generalmente piden la lealtad o la vida de aquellos desdichados, y lamento indicarte a ti y a tus bastardos padres inquisidores que mi vida ya es de otro, si quieren un espectáculo como la antigua roma de gladiadores, entonces llama a la maldita iglesia y miren el show- soltó una risa sarcástica levantándose del suelo mirando por la ventana abriéndola para dejar entrar el aire del jardín, un aire nocturno primaveral con el olor de las rosas y los capullos vertiendo sus néctares y sabores por toda la basta tierra.
-Qué lindo sería vivir como un árbol fuerte y sin preocupaciones, sobre un jardín privado, siendo refugio de muchos, ¿quieres un truco?, vamos al jardín- suspira con una sonrisa de esas de “oculto algo bajo la manga y bajo el vestido que me da una ventaja sobrenatural”
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Re: Sorpresas de Primavera || Melonee
por Mara Kennie D'Argouges Lun Jun 02, 2014 11:15 pm
Las dos se parecían, habían sufrido mucho, aun eran jóvenes aunque sus cuerpo mostraba una juventud mas prematura, había vivido tanto que doblaba su edad verdadera Mara solamente la escuchaba, no mostraba mucho interés en lo que decía, ella no sabía lo que hacia la cambiante en ese lugar tampoco la esperaba, sentía algo de celos al pensar que Benvolio podría traer a vivir a otra jovencita a esa mansión— Te digo que no se, papa en ocasiones se cree un buen samaritano — se alzo los hombros, mientras se disponía a alejarse de ella, era mejor ignorar a la fierita que aun parecía un cachorro alejado entorno.
— ¿Quieres salir? — pregunto de forma burlona, como si tratara a un nene. La curiosidad parecía llenarla ¿Cuál es ese truco que quería mostrarle? Se mostraba desinteresada aunque por dentro quería saber lo que tramaba. Suspiro largamente, mientras entrecerraba sus ojos frunciendo levemente su ceño, sabía que Benvolio la regañaría por esto. — Esta bien — dijo mientras iba a la puerta y la abría, la miro en la ventana y con su mano le dio una señal para que viniera.
Eran pasillos largos y sombríos, algunas velas esparcidas por lugares estratégicos, la verdad es que no necesitaban mucha luz, sus ojos se acoplaban bien a la oscuridad, lo hacían por los pocos humanos que habitaban allí. Mara apresuraba a Melonee mientras los pasos de las dos niñas ni se sentían por la mansión, al final llegaron a la puerta trasera, donde estaba la cocina, y llegaron a un gran patio arreglado, en donde las flores comenzaban a esparcir su aroma.
— Aquí estamos… ¿Qué truco tienes bajo tus mangas? — pregunto sonriendo levemente mientras sus pasos se adentraban aun mas en aquel patio grande y extenso, la luna estaba en lo alto, deba un poco de luz, bañaba a las flores dándole un toque especial.
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Re: Sorpresas de Primavera || Melonee
por Invitado Sáb Jun 21, 2014 6:49 pm
Caminar por los pasillos eran con la cabeza agachada sin mirar a nadie, no tenía ganas ni sentido de nada es más no tenía ni vida ya, todo era gris en mi vida dolor y agonía por perder todo lo que amaba, y era porque si yo no debía ser feliz y si lo era se me castigaba con la muerte de los que me hacían feliz, siempre ha sido así y siempre lo será eso jamás cambiará porque la suerte una vez marcada no se borra fácilmente.
“Todo lo que está destinado no se burla porque siempre nos alcanza” las últimas palabras de mis allegados, una lágrima surca por mis mejillas al caminar por ese lugar, no le prestó atención en nada de cómo es incluso aquella niña vampira, para mí es como si nadie existiera ya, solo la nada.
El viento tocó mi piel pero no lo sentí como en aquellos días, parecía que ya nada podría hacerme temblar, el jardín era como todo los jardines son, todos aquellos lugares de la clase alta haciendo gala del poder económico y social que ostenta, y más entre una familia de inquisidores que servían a la iglesia, ellos, aunque no mataron a mis padres, trabajan para los que enviaron a matarlos y por ende pronto estarían tras el cabo suelto que se les escapó.
Solté las cuerdas que sujetaban mis cabellos cada adorno que se había colocado quedando las finas hebras castañas volar al viento, cerré los ojos pensando en que me transformaría, debía ser rápida y sobre todo muy ágil para salir de ahí y volver a mi hogar ¿cuál hogar? Todo está en cenizas, quizás lo pueda reconstruir. Avanzo hasta uno de los rosales muy cerca a las pequeñas rejas negras que lindaban el jardín de ellos con la de los vecinos, miré por todos lados alguna forma de escapar y ahí la ve entre las rosas un oportunidad al ser, un cachorro de lobo.
Los huesos comienzan a sonar fuerte, el crujido trae el dolor –No te muevas- murmuro entre los dolores de la transformación hasta que el vestido va quedando muy holgado y de la nada un cachorro de lobo aparece a la presencia de la niña, le ladro y corro entre los arbustos de aquellas plantas pasando entre las rejas con algo de dificultad, los ladridos hacia la casa con un mensaje.
“No pertenezco aquí, ni como juguete, ni mascota menos como parte de una farsas, tus padres mataron a los míos y eso jamás lo perdonaré”
Marcho rumbo a las calles a perderme en la calle para volver a la soledad de mi hogar.
“Todo lo que está destinado no se burla porque siempre nos alcanza” las últimas palabras de mis allegados, una lágrima surca por mis mejillas al caminar por ese lugar, no le prestó atención en nada de cómo es incluso aquella niña vampira, para mí es como si nadie existiera ya, solo la nada.
El viento tocó mi piel pero no lo sentí como en aquellos días, parecía que ya nada podría hacerme temblar, el jardín era como todo los jardines son, todos aquellos lugares de la clase alta haciendo gala del poder económico y social que ostenta, y más entre una familia de inquisidores que servían a la iglesia, ellos, aunque no mataron a mis padres, trabajan para los que enviaron a matarlos y por ende pronto estarían tras el cabo suelto que se les escapó.
Solté las cuerdas que sujetaban mis cabellos cada adorno que se había colocado quedando las finas hebras castañas volar al viento, cerré los ojos pensando en que me transformaría, debía ser rápida y sobre todo muy ágil para salir de ahí y volver a mi hogar ¿cuál hogar? Todo está en cenizas, quizás lo pueda reconstruir. Avanzo hasta uno de los rosales muy cerca a las pequeñas rejas negras que lindaban el jardín de ellos con la de los vecinos, miré por todos lados alguna forma de escapar y ahí la ve entre las rosas un oportunidad al ser, un cachorro de lobo.
Los huesos comienzan a sonar fuerte, el crujido trae el dolor –No te muevas- murmuro entre los dolores de la transformación hasta que el vestido va quedando muy holgado y de la nada un cachorro de lobo aparece a la presencia de la niña, le ladro y corro entre los arbustos de aquellas plantas pasando entre las rejas con algo de dificultad, los ladridos hacia la casa con un mensaje.
“No pertenezco aquí, ni como juguete, ni mascota menos como parte de una farsas, tus padres mataron a los míos y eso jamás lo perdonaré”
Marcho rumbo a las calles a perderme en la calle para volver a la soledad de mi hogar.
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Re: Sorpresas de Primavera || Melonee
por Mara Kennie D'Argouges Mar Jul 01, 2014 7:47 pm
La luna era su niñera en ese momento, la oscuridad las abrazaba a las dos, uniéndolas en el mismo lugar, pero separándolas al mismo tiempo, abriendo una gran brecha entre ellas, un abismo oscuro y al parecer sin fondo. Mara se preguntaba cual había sido las razones las cuales Benvolio había traído aquella cambiante hasta su mansión, trataba de buscarle una lógica sin encontrar alguna que no conllevara al convivir como una más de la familia junto con la jovencita.
Se había dedicado a mirar los pasos de la cambiante, parecía no ser un ser totalmente peligroso, hasta la pensó una pequeña cachorra que no duraría mucho en el mundo en que venía, se preguntaba cómo podía ser tan fuerte teniendo poderes tan simples, mientras que ella era tan frágil siendo aun más fuerte que ella. Entrecerró sus ojos, envidiándola un poco por su capacidad de sobrevivir, aunque no la ponía en un altar, Mara también había sufrido, caído tanto que ya no recordaba los malos momentos, porque siempre volvió a levantarse sin importa que sucediera.
Un crujido hizo que abriera los ojos, noto que las ropas habían quedado en el suelo y una pequeña bola de pelo buscaba escabullirse entre los barrotes del patio — ¿Qué intentas hacer? — pregunto sorprendida, trato de sujetarla de las patas, pero el escurridizo animal ya había pasado los barrotes y corría libre hacia nuevamente un mundo incierto, la mano de la pequeña vampiro quedo en el aire, con nada en ellas.
¿Había sido lo mejor? No lo sabía, sujeto los barrotes con fuerza, tal que pudo sentir como cedían a ella, pero los soltó y se hecho para atrás —¡Como quieras! ¡Lárgate!— grito sintiendo leves gimoteos salir dentro de ella, aunque no sabía porque sentía tristeza dentro de ella — De todos modos… siempre hacen lo mismo… ya estoy acostumbrada a estar sola — susurro abrazándose a sí misma, mientras comenzaba a caminar hacia aquella gran mansión.
Se había dedicado a mirar los pasos de la cambiante, parecía no ser un ser totalmente peligroso, hasta la pensó una pequeña cachorra que no duraría mucho en el mundo en que venía, se preguntaba cómo podía ser tan fuerte teniendo poderes tan simples, mientras que ella era tan frágil siendo aun más fuerte que ella. Entrecerró sus ojos, envidiándola un poco por su capacidad de sobrevivir, aunque no la ponía en un altar, Mara también había sufrido, caído tanto que ya no recordaba los malos momentos, porque siempre volvió a levantarse sin importa que sucediera.
Un crujido hizo que abriera los ojos, noto que las ropas habían quedado en el suelo y una pequeña bola de pelo buscaba escabullirse entre los barrotes del patio — ¿Qué intentas hacer? — pregunto sorprendida, trato de sujetarla de las patas, pero el escurridizo animal ya había pasado los barrotes y corría libre hacia nuevamente un mundo incierto, la mano de la pequeña vampiro quedo en el aire, con nada en ellas.
¿Había sido lo mejor? No lo sabía, sujeto los barrotes con fuerza, tal que pudo sentir como cedían a ella, pero los soltó y se hecho para atrás —¡Como quieras! ¡Lárgate!— grito sintiendo leves gimoteos salir dentro de ella, aunque no sabía porque sentía tristeza dentro de ella — De todos modos… siempre hacen lo mismo… ya estoy acostumbrada a estar sola — susurro abrazándose a sí misma, mientras comenzaba a caminar hacia aquella gran mansión.
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