AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Estrategia y pociones (Privado)
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Estrategia y pociones (Privado)
En París no había muchos lugares seguros. Si lo piensas bien había pocos lugares en los que puedas ocultarte sin correr el riesgo de meterte en problemas, o de encontrarte con algo que no se debe encontrar, o con alguna cosa que es demasiado peligrosa. Tanto humanos como sobrenaturales son peligrosos. Había tantas cosas que podría hacer incluso una lista.
La biblioteca no era una excepción. Pero había horas en las que podías meterte a hacer uno de tus experimentos sin que nadie te pillara. No había más que confundir un poco al bibliotecario y entonces...¡bingo! Puedes convertir la biblioteca en tu pequeño laboratorio portátil, lo cual es muy útil cuando aún no te has comprado tu casita y tienes tus pociones y tu investigación. Y la biblioteca era una fuente inagotables de información, había cosas que no se contaban en mis otros libros.
Por eso había escogido la biblioteca aquel día para hacer unas cuantas pociones. Tenía un pequeño caldero en el que preparaba lo necesario. Era muy pequeñito por lo que no tenía más que colocarlo encima de la mesa para meter todo lo necesario. Sólo tenía que procurar que no explotase. Entonces sí que habría problemas. Pero no parecía muy probable.
Por lo que, en aquellos momentos, a aquellas horas de la noche, estaba allí sin nadie en la biblioteca, con un bibliotecario dormidito en su casita y mirando uno de mis libros a la luz de una poción luminosa que sostenía con mucho cuidado. Mi pelo caía aún blanco, como en la fiesta a la que había acudido hacía poco, aunque pronto me lo pondría de color magenta, y un vestido negro, para confundirme con la noche oscura.
Además, tampoco había acudido aquella noche por casualidad. No, por casualidad no.
La biblioteca no era una excepción. Pero había horas en las que podías meterte a hacer uno de tus experimentos sin que nadie te pillara. No había más que confundir un poco al bibliotecario y entonces...¡bingo! Puedes convertir la biblioteca en tu pequeño laboratorio portátil, lo cual es muy útil cuando aún no te has comprado tu casita y tienes tus pociones y tu investigación. Y la biblioteca era una fuente inagotables de información, había cosas que no se contaban en mis otros libros.
Por eso había escogido la biblioteca aquel día para hacer unas cuantas pociones. Tenía un pequeño caldero en el que preparaba lo necesario. Era muy pequeñito por lo que no tenía más que colocarlo encima de la mesa para meter todo lo necesario. Sólo tenía que procurar que no explotase. Entonces sí que habría problemas. Pero no parecía muy probable.
Por lo que, en aquellos momentos, a aquellas horas de la noche, estaba allí sin nadie en la biblioteca, con un bibliotecario dormidito en su casita y mirando uno de mis libros a la luz de una poción luminosa que sostenía con mucho cuidado. Mi pelo caía aún blanco, como en la fiesta a la que había acudido hacía poco, aunque pronto me lo pondría de color magenta, y un vestido negro, para confundirme con la noche oscura.
Además, tampoco había acudido aquella noche por casualidad. No, por casualidad no.
Anneliese Wasenbell- Hechicero/Realeza
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Fecha de inscripción : 07/10/2012
Re: Estrategia y pociones (Privado)
-¡Ay!- su pie acababa de tropezar con otro libro, tirado en el suelo. Sabía que debían ocultarse. Después de los inquisidores en su fiesta, no deseaba ninguna sorpresa extraña. Pero... ¡neccesitaba una vela!.
Siguiendo sus pasos hacia el foco de luz, podía ver cómo ésta creaba una gigante sobre una persona con un libro en sus manos. Tapo su boca sabiendo que la sombra pertenecía a su pequeña amiga, la señorita Wasenbell. Ella había aceptado ayudarla con sus pociones en su loca idea.
Iba a ser hombre por un día, bueno... a tener voz masculina, y un disfraz de caballero. De resto seguiría siendo ella. Era necesario para eludir a los inquisidores y poder buscar información de sus padres.
Llegando al lugar de encuentro dijo las palabras claves- Pirata hacia el mar Caribe- Sí, las palabras eran el resumen de su ascendencia familiar, todos los varones fueron temibles piratas. Aunque las palabras eran absurdas, no podía gritar Bruja busca poción ¿verdad?.
Siguiendo sus pasos hacia el foco de luz, podía ver cómo ésta creaba una gigante sobre una persona con un libro en sus manos. Tapo su boca sabiendo que la sombra pertenecía a su pequeña amiga, la señorita Wasenbell. Ella había aceptado ayudarla con sus pociones en su loca idea.
Iba a ser hombre por un día, bueno... a tener voz masculina, y un disfraz de caballero. De resto seguiría siendo ella. Era necesario para eludir a los inquisidores y poder buscar información de sus padres.
Llegando al lugar de encuentro dijo las palabras claves- Pirata hacia el mar Caribe- Sí, las palabras eran el resumen de su ascendencia familiar, todos los varones fueron temibles piratas. Aunque las palabras eran absurdas, no podía gritar Bruja busca poción ¿verdad?.
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 07/10/2012
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Re: Estrategia y pociones (Privado)
Una voz rompió el silencio de la noche. No tardé en reconocer esa voz. La de Ruslana, la anfitriona de la fiesta que se había terminado convirtiendo en una pelea entre varios lados opuestos de...llamémoslo ideales. Pensar en los traidores que acudieron para reventar la fiesta hace que la sangre me hierva. Aunque claro, yo también la lié bastante cuando me enfadé con ellos.
Sonreí ampliamente cuando oí la contraseña. Era ella. La saludé alegremente cuando finalmente llegó.
-¡Bon nuit!-exclamé varias octavas más altas de lo habitual en un francés con un claro acento inglés que aún no había perdido. Mi francés era así..ya no cometía fallos de palabras, lo hablaba a la perfección, pero con un fuerte acento aún. Me llevé la boca a las manos, ¿cómo podía haber cometido semejante imprudencia? Bueno, tampoco es que fuera algo tan imprudente. Mientras no se gritase...el único que podría descubrirnos allí se estaba pegando una buena siestecita en aquellos momentos.
-¡La poción está casi hecha!-dije entonces echándole otra de las hierbas al caldero.Le había prometido mi ayuda en aquella pequeña locura. Una poción que le diera voz masculina. Una poción fácil para mí, pero que tardaba su tiempo en hacerse. Debían de quedarse unos diez minutos más o menos, y ya se había llevado sus buenas dos horitas cociéndose en mi pequeño caldero.-Incluso le he echado un poco de menta para que sepa bien. Las pociones de este tipo no suelen tener un sabor demasiado dulce...todo lo que tenga que ver con los hombres no suele ser demasiado dulce, la verdad.-comenté entonces moviendo la mano de un lado para otro.
-¿Qué tal? ¿Te ha llevado mucho tiempo llegar?-le comenté mientras removía un poco el caldero y volvía a mirarla, sonriendo alegremente. Que me moría de curiosidad de interrogarla un poco más acerca de lo que pensaba hacer. Me había contado algo más o menos, pero no había entrado en muchos detalles. Quizás se lo preguntara luego.
Sonreí ampliamente cuando oí la contraseña. Era ella. La saludé alegremente cuando finalmente llegó.
-¡Bon nuit!-exclamé varias octavas más altas de lo habitual en un francés con un claro acento inglés que aún no había perdido. Mi francés era así..ya no cometía fallos de palabras, lo hablaba a la perfección, pero con un fuerte acento aún. Me llevé la boca a las manos, ¿cómo podía haber cometido semejante imprudencia? Bueno, tampoco es que fuera algo tan imprudente. Mientras no se gritase...el único que podría descubrirnos allí se estaba pegando una buena siestecita en aquellos momentos.
-¡La poción está casi hecha!-dije entonces echándole otra de las hierbas al caldero.Le había prometido mi ayuda en aquella pequeña locura. Una poción que le diera voz masculina. Una poción fácil para mí, pero que tardaba su tiempo en hacerse. Debían de quedarse unos diez minutos más o menos, y ya se había llevado sus buenas dos horitas cociéndose en mi pequeño caldero.-Incluso le he echado un poco de menta para que sepa bien. Las pociones de este tipo no suelen tener un sabor demasiado dulce...todo lo que tenga que ver con los hombres no suele ser demasiado dulce, la verdad.-comenté entonces moviendo la mano de un lado para otro.
-¿Qué tal? ¿Te ha llevado mucho tiempo llegar?-le comenté mientras removía un poco el caldero y volvía a mirarla, sonriendo alegremente. Que me moría de curiosidad de interrogarla un poco más acerca de lo que pensaba hacer. Me había contado algo más o menos, pero no había entrado en muchos detalles. Quizás se lo preguntara luego.
Anneliese Wasenbell- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 07/10/2012
Re: Estrategia y pociones (Privado)
Tapando mi boca con la mano, intenté silenciar mi risa. Aquella pequeña era adorablemente divertida.
- Tienes razón, los hombres son todo menos dulce- viendo como agitaba el contenido del pequeño caldero suspiré con envidia- ¡Ojalá pudiera hacer eso!. Me haría mucha falta ahora que tengo una pelea abierta con los inquisidores.
Recordando la fiesta anterior que por poco acaba con una lucha entre mis amigos y los inquisidores temblé, había estado a punto de perder a Zafi, cuando esta se entregó voluntariamente, ocupando su lugar.
- Gracias por tu ayuda señorita Wasenbell. Sabiendo que hay inquisidores tras mis pasos es muy valiente ofreciéndose a tomar parte de esta locura. He tenido que fingir estar enferma para llegar aquí, pero no ha sido un trayecto muy largo, gracias a Dios.- miré mi muñeca con la marca roja de la mano de Salazar. Cada vez que recordaba a ese hombre le hervía la sangre. ¡Todo había sido culpa suya!.
Sacudiendo su cabeza le sonrió- Deberíamos agradecer que el bibliotecario adore dormir en horas laborables, o jamás habríamos podido hacer esto.- Sonriendo de nuevo observé como sus ojos brillaban traviesamente.- Tenias razón, jamás un inquisidor hubiese buscado un laboratorio aquí. ¡Mon Dieu, ni yo lo hubiese hecho!- rió feliz de saber que en unas horas se adentraría en una nueva aventura.
- Tienes razón, los hombres son todo menos dulce- viendo como agitaba el contenido del pequeño caldero suspiré con envidia- ¡Ojalá pudiera hacer eso!. Me haría mucha falta ahora que tengo una pelea abierta con los inquisidores.
Recordando la fiesta anterior que por poco acaba con una lucha entre mis amigos y los inquisidores temblé, había estado a punto de perder a Zafi, cuando esta se entregó voluntariamente, ocupando su lugar.
- Gracias por tu ayuda señorita Wasenbell. Sabiendo que hay inquisidores tras mis pasos es muy valiente ofreciéndose a tomar parte de esta locura. He tenido que fingir estar enferma para llegar aquí, pero no ha sido un trayecto muy largo, gracias a Dios.- miré mi muñeca con la marca roja de la mano de Salazar. Cada vez que recordaba a ese hombre le hervía la sangre. ¡Todo había sido culpa suya!.
Sacudiendo su cabeza le sonrió- Deberíamos agradecer que el bibliotecario adore dormir en horas laborables, o jamás habríamos podido hacer esto.- Sonriendo de nuevo observé como sus ojos brillaban traviesamente.- Tenias razón, jamás un inquisidor hubiese buscado un laboratorio aquí. ¡Mon Dieu, ni yo lo hubiese hecho!- rió feliz de saber que en unas horas se adentraría en una nueva aventura.
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 07/10/2012
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Re: Estrategia y pociones (Privado)
Escuché lo que Ruslana me contaba con esa curiosidad que tanto me caracterizaba. Había que ver lo que tenían que hacer algunas mujeres de clase alta para poder llegar de un sitio a otro, incluso las que éramos brujas. Yo no había tenido muchos problemas para ir de un lado para otro incluso cuando vivía con mi familia...aunque eso tenía que agradecerlo al hecho de tener una familia bastante liberal, en parte porque ellos también iban de un lado para otro, sobre todo mi hermana mayor. Y ella...bueno, mejor no pensar mucho en ello.
Cuando suspiró con cierta envidia sonreí. Más que nada por el entendimiento. A mí se me daban fatal otros aspectos de la brujería. Y lo que se me daba mal solía acabar en...bueno, en una explosión.
-En lo que se refiere a esos traidores hay toda clase de cosas que se pueden hacer para...quitarlos de enmedio. Y eso abarca muchas cosas-dije con un tono travieso, recordando algunas de las cosas que había hecho para librarme de algunos inquisidores. Ojo, librarme, no matarlos.
Jamás había matado a nadie.
Luego me agradeció lo que había hecho. ¿Cómo no iba a hacerlo? No iba a dejarla en la estacada.
-No es nada...he hecho cosas aún más peligrosas. Esto es muy fácil. -comenté con una pequeña carcajada mientras le echaba un vistazo al caldero. Ya quedaban menos minutos para que estuviese lista. -Además, lo de la fiesta no estuvo bien. Esos traidores se pasaron. ¿A quién se le ocurre interrumpir una fiesta de esa forma? No tienen consideración, no, no, no la tienen-dije refiriéndome a los inquisidoress.
Le eché algo más de menta mientras ladeaba la cabeza y volvía a mirar a mi nueva amiga:
-Es un sitio muy agradable para crear pociones...con toda esta información...algunos libros contienen información bastante interesantes, dudo que incluso el mismo bibliotecario los conociera.
El motivo por el que los libros habrían llegado hasta allí, y a otras bibliotecas, era tan curioso que a punto estuve de echarme a reír cuando pensé en ello. Es más, incluso iba a comentárselo a Ruslana. Pero entonces se me ocurrió otra cosa...
¿Le preguntaría sobre aquello? Tenía que hacerlo, si es que me moría de curiosidad, la verdad.
Cuando suspiró con cierta envidia sonreí. Más que nada por el entendimiento. A mí se me daban fatal otros aspectos de la brujería. Y lo que se me daba mal solía acabar en...bueno, en una explosión.
-En lo que se refiere a esos traidores hay toda clase de cosas que se pueden hacer para...quitarlos de enmedio. Y eso abarca muchas cosas-dije con un tono travieso, recordando algunas de las cosas que había hecho para librarme de algunos inquisidores. Ojo, librarme, no matarlos.
Jamás había matado a nadie.
Luego me agradeció lo que había hecho. ¿Cómo no iba a hacerlo? No iba a dejarla en la estacada.
-No es nada...he hecho cosas aún más peligrosas. Esto es muy fácil. -comenté con una pequeña carcajada mientras le echaba un vistazo al caldero. Ya quedaban menos minutos para que estuviese lista. -Además, lo de la fiesta no estuvo bien. Esos traidores se pasaron. ¿A quién se le ocurre interrumpir una fiesta de esa forma? No tienen consideración, no, no, no la tienen-dije refiriéndome a los inquisidoress.
Le eché algo más de menta mientras ladeaba la cabeza y volvía a mirar a mi nueva amiga:
-Es un sitio muy agradable para crear pociones...con toda esta información...algunos libros contienen información bastante interesantes, dudo que incluso el mismo bibliotecario los conociera.
El motivo por el que los libros habrían llegado hasta allí, y a otras bibliotecas, era tan curioso que a punto estuve de echarme a reír cuando pensé en ello. Es más, incluso iba a comentárselo a Ruslana. Pero entonces se me ocurrió otra cosa...
¿Le preguntaría sobre aquello? Tenía que hacerlo, si es que me moría de curiosidad, la verdad.
Anneliese Wasenbell- Hechicero/Realeza
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Fecha de inscripción : 07/10/2012
Re: Estrategia y pociones (Privado)
Asintió ante las sabias palabras de ella. Habían muchas cosas que dejaban al alcance de todos, que eran realmente interesantes para un brujo. Aunque sospechaba que era más, un movimiento estrategico por parte de los inquisidores, que un mero descuido de un funcionario, como el pobre bibliotecario.
- Tened cuidado cuando busquéis en estos libros. Los inquisidores no son todos inteligentes, pero lamentablemente, hay algunos que al carecer de músculo, tienen la necesidad de expandir su mente. Y esos, querida, son los peores.- le dijo guiñándole un ojo. Hacia tiempo que había observado el sentimiento de curiosidad en ella. Y ahora era tan brillante que parecía que le hacía señas.
Riéndose le dijo: creo pequeña que tenéis algunas preguntas que hacerme. Sois libre de hacer las que deseéis, serán respondidas con sinceridad todas ellas. Os considero mi amiga, incluso despertáis en mi un sentimiento de protección. Sé que extrañáis a alguien y yo siento debilidad siempre por los corazones dañados.- sacudí mi cabeza, pensando en el brujo de mi fiesta- Por poneros un ejemplo: ¿recordáis al brujo de mi fiesta, aquel hombre por cuyas acciones casi acabamos todos con un tiro en el cuerpo?. Bien, pues yo sé que tiene una pequeña parte buena en su interior, y que está destinado a ser un buen hombre. ¿y qué hago yo?. Le ofrezco mi ayuda sin esperar nada a cambio.- Sonreí sacudiendo mi cabeza- Soy demasiado buena e inocente para mi propio bien chèrie, pero eso no impide que siga ofreciendo mi ayuda a los demás.- Tomando una de sus manos susurré:- Si deseáis algo, protección, un hogar, una amiga, o confidente soy toda vuestra. Aunque seré sincera siempre. No me gustan las mentiras, ya hay demasiadas realizadas por los demás.
- Tened cuidado cuando busquéis en estos libros. Los inquisidores no son todos inteligentes, pero lamentablemente, hay algunos que al carecer de músculo, tienen la necesidad de expandir su mente. Y esos, querida, son los peores.- le dijo guiñándole un ojo. Hacia tiempo que había observado el sentimiento de curiosidad en ella. Y ahora era tan brillante que parecía que le hacía señas.
Riéndose le dijo: creo pequeña que tenéis algunas preguntas que hacerme. Sois libre de hacer las que deseéis, serán respondidas con sinceridad todas ellas. Os considero mi amiga, incluso despertáis en mi un sentimiento de protección. Sé que extrañáis a alguien y yo siento debilidad siempre por los corazones dañados.- sacudí mi cabeza, pensando en el brujo de mi fiesta- Por poneros un ejemplo: ¿recordáis al brujo de mi fiesta, aquel hombre por cuyas acciones casi acabamos todos con un tiro en el cuerpo?. Bien, pues yo sé que tiene una pequeña parte buena en su interior, y que está destinado a ser un buen hombre. ¿y qué hago yo?. Le ofrezco mi ayuda sin esperar nada a cambio.- Sonreí sacudiendo mi cabeza- Soy demasiado buena e inocente para mi propio bien chèrie, pero eso no impide que siga ofreciendo mi ayuda a los demás.- Tomando una de sus manos susurré:- Si deseáis algo, protección, un hogar, una amiga, o confidente soy toda vuestra. Aunque seré sincera siempre. No me gustan las mentiras, ya hay demasiadas realizadas por los demás.
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 07/10/2012
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Re: Estrategia y pociones (Privado)
Me eché a reír cuando dijo eso de que los inquisidores que carecían de músculo necesitaban..."expandir su mente". Esa necesidad de compensar una cosa con otra...cuando las cosas resultaban más fáciles en realidad. Es más, la gente se cree que la vida es complicada. Pero en realidad no hay tanta complicación en la vida. Unos pocos mecanismos sencillos pueden abrirte la puerta a todas partes. O al menos el camino hacia ello.
Luego escuché lo siguiente que dijo, con atención, y no pude evitar sonreír encantada. La sinceridad era algo que apreciaba mucho. Es que veréis, es cuando no encuentras agua en el desierto o oro en aquel lugar del mundo dónde actualmente muchos se matan por una migaja de oro. Algo que se ve en tan pocas partes...que cuando encuentras un poco es algo que aprecias sobremanera.
Sí. Sin duda Ruslana me caía bien. Jamás podría pensar mal de ella. Sería algo técnicamente imposible.
Entonces, mientras le echaba un último y cuidadoso vistazo al caldero, al que ya le quedaba casi nada para terminar, dije, con la mano en el caldero para que me avisara (no fuera que se me pasara el tiempo y se me quemara)
-Sois buena...muy buena-y es que además tenía valor. Algo que muy pocas almas buenas tienen.-y sois valiente. Creo que pensar alguna vez mal de vos será imposible. Completamente imposible-tenía por costumbre decir lo que pensaba y ahora más que nunca-Es algo que no se encuentra muy a menudo. Es más...algo que se encuentra casi nunca.
Luego pensé en el hombre de la fiesta. Aquel que casi provoca una masacre en la fiesta por su borrachera-¿Cómo podéis ver eso? ¿Lo que hay en su corazón? Porque supongo que será ahí dónde se ven esas cosas. A veces es tan difícil ver lo bueno que hay en la gente...-podría ser porque tuviera la habilidad de la premonición. O simplemente porque fuera una persona perspicaz. Entonces sí que era posible verlo.
-La inocencia. ¿Qué es eso? Supongo que yo también soy inocente, pero a veces se me confunde un poco el concepto. Hay muchas cosas que se dicen respecto a lo que debe de ser la inocencia, pero es lo que caracteriza también la bondad, si ves algo bueno en el corazón de alguien, entonces es que tiene que haberlo...algo de lo que tirar-el brujo de la fiesta lo tendría. Tenía que tenerlo. En cierto modo se tendría que poder ver, si alguien se había dado cuenta.
Luego volví a mirar el caldero.
-Casi está...-canturreé.
Luego escuché lo siguiente que dijo, con atención, y no pude evitar sonreír encantada. La sinceridad era algo que apreciaba mucho. Es que veréis, es cuando no encuentras agua en el desierto o oro en aquel lugar del mundo dónde actualmente muchos se matan por una migaja de oro. Algo que se ve en tan pocas partes...que cuando encuentras un poco es algo que aprecias sobremanera.
Sí. Sin duda Ruslana me caía bien. Jamás podría pensar mal de ella. Sería algo técnicamente imposible.
Entonces, mientras le echaba un último y cuidadoso vistazo al caldero, al que ya le quedaba casi nada para terminar, dije, con la mano en el caldero para que me avisara (no fuera que se me pasara el tiempo y se me quemara)
-Sois buena...muy buena-y es que además tenía valor. Algo que muy pocas almas buenas tienen.-y sois valiente. Creo que pensar alguna vez mal de vos será imposible. Completamente imposible-tenía por costumbre decir lo que pensaba y ahora más que nunca-Es algo que no se encuentra muy a menudo. Es más...algo que se encuentra casi nunca.
Luego pensé en el hombre de la fiesta. Aquel que casi provoca una masacre en la fiesta por su borrachera-¿Cómo podéis ver eso? ¿Lo que hay en su corazón? Porque supongo que será ahí dónde se ven esas cosas. A veces es tan difícil ver lo bueno que hay en la gente...-podría ser porque tuviera la habilidad de la premonición. O simplemente porque fuera una persona perspicaz. Entonces sí que era posible verlo.
-La inocencia. ¿Qué es eso? Supongo que yo también soy inocente, pero a veces se me confunde un poco el concepto. Hay muchas cosas que se dicen respecto a lo que debe de ser la inocencia, pero es lo que caracteriza también la bondad, si ves algo bueno en el corazón de alguien, entonces es que tiene que haberlo...algo de lo que tirar-el brujo de la fiesta lo tendría. Tenía que tenerlo. En cierto modo se tendría que poder ver, si alguien se había dado cuenta.
Luego volví a mirar el caldero.
-Casi está...-canturreé.
Anneliese Wasenbell- Hechicero/Realeza
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Fecha de inscripción : 07/10/2012
Re: Estrategia y pociones (Privado)
Sonreí a la pequeña bruja. En ella había tanta inocencia, que aunque no supiera lo que era el concepto en sí, portaba dicha palabra orgullosamente. A pesar de su juventud, sabía mucho sobre la magia, así que supuse que su familia compartía sus habilidades.
- Verás pequeña, yo soy una bruja empática. Puedo saber que sienten los demás, los conozca o no. Pero.... hay algunos casos en los que no sólo "veo" los sentimientos, sino que establezco una conexión única en la que yo misma puedo sentir lo mismo que la otra persona.- Sentí como la curiosidad volvía a brillar, junto con la alegría y diversión- Soy algo extraño, porque a pesar de que los inquisidores me llaman engendro o demonio, yo jamás mataría a nadie. Nunca vendería a un amigo o dejaría que su vida corriese peligro por mí. En cambio, ellos que son humanos, y actúan por... "gracia divina", si podemos denominarlo así, realizan gestos tan atroces contra inocentes, que dejarían llorando al mismísimo Jesús.
Sacudí mi cabeza, pensando enfurecida, cuantas personas habían sufrido en manos de esos asesinos- Algunos, pequeña, no sienten nada que no sea dolor físico o pasión. Están medio muertos por dentro y sólo encuentran realización al matar a otros.- la miré con ojos serios y tristes- pero en el fondo me dan lástima, porque pagan un precio muy alto por sus crímenes. Ellos jamás conocerán lo que es un alma pura, el amor incondicional de una amistad, o el cariño sincero. Para ser un inquisidor, han tenido que matar una parte esencial de ellos mismos. ¿No es eso, a fin de cuentas, lo mismo que entregar tu alma al demonio por poder?.- Reí irónicamente- Cazador y presa comparten la misma pena, señorita Wasenbell.
- Verás pequeña, yo soy una bruja empática. Puedo saber que sienten los demás, los conozca o no. Pero.... hay algunos casos en los que no sólo "veo" los sentimientos, sino que establezco una conexión única en la que yo misma puedo sentir lo mismo que la otra persona.- Sentí como la curiosidad volvía a brillar, junto con la alegría y diversión- Soy algo extraño, porque a pesar de que los inquisidores me llaman engendro o demonio, yo jamás mataría a nadie. Nunca vendería a un amigo o dejaría que su vida corriese peligro por mí. En cambio, ellos que son humanos, y actúan por... "gracia divina", si podemos denominarlo así, realizan gestos tan atroces contra inocentes, que dejarían llorando al mismísimo Jesús.
Sacudí mi cabeza, pensando enfurecida, cuantas personas habían sufrido en manos de esos asesinos- Algunos, pequeña, no sienten nada que no sea dolor físico o pasión. Están medio muertos por dentro y sólo encuentran realización al matar a otros.- la miré con ojos serios y tristes- pero en el fondo me dan lástima, porque pagan un precio muy alto por sus crímenes. Ellos jamás conocerán lo que es un alma pura, el amor incondicional de una amistad, o el cariño sincero. Para ser un inquisidor, han tenido que matar una parte esencial de ellos mismos. ¿No es eso, a fin de cuentas, lo mismo que entregar tu alma al demonio por poder?.- Reí irónicamente- Cazador y presa comparten la misma pena, señorita Wasenbell.
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Re: Estrategia y pociones (Privado)
La escuché mientras hablaba de los inquisidores y de la empatía. Empatía, ¿qué era eso? Había oído hablar de ese poder, es más, mi abuela también lo tenía. Decía que era algo tremendamente valioso. La empatía servía para saber lo que sentían los demás. Identificarse con ellos. Al menos eso fue lo que entendí entonces y lo que entendí ahora. Cuantito que oía cada una de sus palabras comprendía que la empatía era algo muy valioso. Tan valioso que era escaso. Es muy difícil ponerse en el lugar de los demás. Demasiado difícil. Con un poco de imaginación puedes tener un poco de eso, o de bondad.
Pero la mayor parte de las ocasiones.
-Qué triste. A lo mejor ni siquiera creen en lo que defienden y buscan sólo eso. La sangre de quiénes ellos creen malvados. Sería divertido que un día fuera una y les acusara de ateísmo...sería divertido ver su reacción-Un día le había dicho lo mismo a mi hermano y se había pasado varios días sin hablarme, pero yo me había partido de risa con su reacción. Vale, no soy atea, más bien soy agnóstica, creo que hay algo tras la muerte, sólo que no sé lo que es.
Luego volví a mirar la poción, que estaba ya lista. Bueno, me pasé un minuto por lo que me apresuré a apagar el fuego antes de provocar un incendio. Con esas pociones nunca se sabía. Cómo lo dejaras más tiempo de lo debido...
-A veces creo que son como los vampiros...pero los vampiros suelen admitir que son demonios. Las cosas claras. Están muertos y ya está-iba diciendo mientras cogía un frasco y lo llenaba con la poción en cuestión. Era un frasco de cuarto de litro, lo que daba para una hora más o menos.-Entregar el alma al demonio por poder...sería divertido que alguien les dijera eso un día. A lo mejor el demonio está entre ellos si es que ése existe-reí con cierta ironía al pensar en eso.-En fin...esto ya está-le entregué el frasco-Prueba un poco, a ver si funciona...tengo el antídoto preparado por si acaso, pero vamos, que por lo general los efectos se pasan solos cuando se acaba el tiempo. Un cuarto de litro una hora, medio litro dos...y el resto para más tiempo.-dije mientras comenzaba a guardarlo en varios frascos con la misma parsimonia de siempre.
Pero la mayor parte de las ocasiones.
-Qué triste. A lo mejor ni siquiera creen en lo que defienden y buscan sólo eso. La sangre de quiénes ellos creen malvados. Sería divertido que un día fuera una y les acusara de ateísmo...sería divertido ver su reacción-Un día le había dicho lo mismo a mi hermano y se había pasado varios días sin hablarme, pero yo me había partido de risa con su reacción. Vale, no soy atea, más bien soy agnóstica, creo que hay algo tras la muerte, sólo que no sé lo que es.
Luego volví a mirar la poción, que estaba ya lista. Bueno, me pasé un minuto por lo que me apresuré a apagar el fuego antes de provocar un incendio. Con esas pociones nunca se sabía. Cómo lo dejaras más tiempo de lo debido...
-A veces creo que son como los vampiros...pero los vampiros suelen admitir que son demonios. Las cosas claras. Están muertos y ya está-iba diciendo mientras cogía un frasco y lo llenaba con la poción en cuestión. Era un frasco de cuarto de litro, lo que daba para una hora más o menos.-Entregar el alma al demonio por poder...sería divertido que alguien les dijera eso un día. A lo mejor el demonio está entre ellos si es que ése existe-reí con cierta ironía al pensar en eso.-En fin...esto ya está-le entregué el frasco-Prueba un poco, a ver si funciona...tengo el antídoto preparado por si acaso, pero vamos, que por lo general los efectos se pasan solos cuando se acaba el tiempo. Un cuarto de litro una hora, medio litro dos...y el resto para más tiempo.-dije mientras comenzaba a guardarlo en varios frascos con la misma parsimonia de siempre.
Anneliese Wasenbell- Hechicero/Realeza
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Re: Estrategia y pociones (Privado)
Escuché atenta las palabras que decía la señorita Wasenbell. El sentimiento de curiosidad comenzaba a difuminarse, mientras que el de la felicidad fluía en ondas a su alrededor. Reí divertida cuando decía que sería curioso observar la reacción de los inquisidores cuando fueran acusados de ateísmo. Cubrieno mi boca para poder evitar que mi risa provocase que el bibliotecario despertase, observé, feliz, el rostro juvenil e inocente de ella. Cada vez que iba a decir algo divertido pero que haría que las damas de la alta sociedad exclamaran horrorizadas, su boca se curvaba en una sonrisa peligrosa. En esos momentos parecía un duende travieso. Era adorable.
Prestando atención a las instrucciones de las pócimas medité si sería necesario una hora o más.
- Creo que será adecuado tomar dos botes para evitar cambiar mi aspecto delante de testigos. Cambiaré aquí mismo mis ropas para evitar gastar más tiempo del necesario.- Suspiré reuniendo valor para la locura que iba a hacer. - Gracias, señorita Wasenbell, le debo un favor.
Tomando dos de los botitos que había rellenado, miré el color verdoso de su contenido sin poder evitar hacer una mueca de asco. Realmente espero que sepa a menta. Escuché la risa baja de ella al observar mi cara. Cuando la miré ella disimuló seguir rellenando los botes, al parecer iba a tener la posibilidad de tener más excursiones nocturnas como un hombre.
¡Apresúrate, las tabernas no estarán abiertas toda la noche!, me dije. Hice una mueca, mientras abría uno de los botes y pensaba, Es ahora o nunca Ruslana, ya verás como no sabe tan mal. Tapándome la nariz y cerrando fuertemente mis ojos vertí el contenido de los dos botes rápidamente en mi boca, y tragué de golpe el brebaje.
Un mareo provocó que callera de rodillas. El sabor de mi boca era de menta rancia, agradecía que la señorita Wasenbell hubiera añadido bastante menta como para que no supiera tan mal, sino estaba segura e que habría vomitado en ese mismo momento.
Sus ojos empezaron a llorar por la picazón de su garganta, mientras sentía cómo la fisionomía de su cuerpo cambiaba. Sus hombros se ensanchaban un poco. Sus piernas engrosaban, volviéndose más masculinas, y su corpiño reventó al aplanarse su pecho y ensancharse su torso. El dolor que cubría sus miembros era similar a la quemazón de un calambre.
Escuchaba en el fondo la voz preocupada de la señorita Wasenbell, mientras se acercaba presurosa a prestarle ayuda. Sus manos suaves y pequeñas recorrieron su rostro mientras decía en un suave susurro:
- Increíble, sois hermoso. Parecéis un joven, pero al mismo tiempo, una mujer. - Ella rió divertida acariciando su rostro.
- Fiug... Será mejor que me tome el bote la próxima vez cuando no lleve un traje, o terminaré arruinando todo mi vestuario.- Asustada se llevó la mano a la garganta, una voz grave y sensual había manado de ella. Se sentía extraña, como si un hombre hablase por ella.
Se levantó y le dijo a la señorita Wasenbell que se diera la vuelta para poder cambiarse. Quitándose el vestido y el corsé, arruinados por su transformación, se rió al ver que en realidad sus piernas y torso no habían cambiado mucho, ella con suerte pasaría como un joven de la alta clase atlético, pero larguirucho, sin músculos exageradoos. Colocandose unos pantalones oscuros, junto con los calcetines y botas de cuero, se acercó a la ventana de la biblioteca para observar su rostro.
Tocando su reflejo en el cristal de la ventana, vio como la luna moldeaba la imagen de su rostro. Las líneas de su mándíbula eran masculinas y fuertemente marcadas. Cómo si estas quisieran advertir que sus decisiones debían ser cumplidaas, y pobre de quienes no lo hicieran. No tenía nuez, y su piel y cabellos seguían siendo femeninos por su cremosidad y finura. Atándose el pelo con una cinta de cuero, y dejándose un par de mechones sueltos, decidió que su aspecto era similar al de un Ruso.
No era una transformación perfecta, sino que ésta disimulaba su aspecto lo suficiente como para pasar por un hombre. Teniendo en cuenta el pocco tiemp que había tenido para prepararlo, el producto final era asombroso.
Terminando de vestirse, se colocó la camisa, el chaleco y la chaqueta. Tomando el reloj de cadena de su abuelo, y un sombrero que ocultaba la mitad de su rostro, ella decidió que era realmente llamativo. Si hubiese sido un hombre de verdad, habría podido romper algún que otro corazón.
Se giró sobre sí misma, sonriendo traviesamente a la señorita Wasenbell, quién a pesar de haberse dado la vuelta al principio, se volvió a voltear para observar su aspecto final.
- ¡Ah, chèrie!, ¿qué hace una bella señorita como usted en un lugar como este?- alzando una ceja e imitando el papel de un muchacho de alta clase continuó con su papel- ¿Podría ofrecerle ayuda, madame?, creo que ha... perdido a cierta amiga hace poco tiempo- dije riendo suavemente mientras recogía los restos de mi vestido y corsé.
Prestando atención a las instrucciones de las pócimas medité si sería necesario una hora o más.
- Creo que será adecuado tomar dos botes para evitar cambiar mi aspecto delante de testigos. Cambiaré aquí mismo mis ropas para evitar gastar más tiempo del necesario.- Suspiré reuniendo valor para la locura que iba a hacer. - Gracias, señorita Wasenbell, le debo un favor.
Tomando dos de los botitos que había rellenado, miré el color verdoso de su contenido sin poder evitar hacer una mueca de asco. Realmente espero que sepa a menta. Escuché la risa baja de ella al observar mi cara. Cuando la miré ella disimuló seguir rellenando los botes, al parecer iba a tener la posibilidad de tener más excursiones nocturnas como un hombre.
¡Apresúrate, las tabernas no estarán abiertas toda la noche!, me dije. Hice una mueca, mientras abría uno de los botes y pensaba, Es ahora o nunca Ruslana, ya verás como no sabe tan mal. Tapándome la nariz y cerrando fuertemente mis ojos vertí el contenido de los dos botes rápidamente en mi boca, y tragué de golpe el brebaje.
Un mareo provocó que callera de rodillas. El sabor de mi boca era de menta rancia, agradecía que la señorita Wasenbell hubiera añadido bastante menta como para que no supiera tan mal, sino estaba segura e que habría vomitado en ese mismo momento.
Sus ojos empezaron a llorar por la picazón de su garganta, mientras sentía cómo la fisionomía de su cuerpo cambiaba. Sus hombros se ensanchaban un poco. Sus piernas engrosaban, volviéndose más masculinas, y su corpiño reventó al aplanarse su pecho y ensancharse su torso. El dolor que cubría sus miembros era similar a la quemazón de un calambre.
Escuchaba en el fondo la voz preocupada de la señorita Wasenbell, mientras se acercaba presurosa a prestarle ayuda. Sus manos suaves y pequeñas recorrieron su rostro mientras decía en un suave susurro:
- Increíble, sois hermoso. Parecéis un joven, pero al mismo tiempo, una mujer. - Ella rió divertida acariciando su rostro.
- Fiug... Será mejor que me tome el bote la próxima vez cuando no lleve un traje, o terminaré arruinando todo mi vestuario.- Asustada se llevó la mano a la garganta, una voz grave y sensual había manado de ella. Se sentía extraña, como si un hombre hablase por ella.
Se levantó y le dijo a la señorita Wasenbell que se diera la vuelta para poder cambiarse. Quitándose el vestido y el corsé, arruinados por su transformación, se rió al ver que en realidad sus piernas y torso no habían cambiado mucho, ella con suerte pasaría como un joven de la alta clase atlético, pero larguirucho, sin músculos exageradoos. Colocandose unos pantalones oscuros, junto con los calcetines y botas de cuero, se acercó a la ventana de la biblioteca para observar su rostro.
Tocando su reflejo en el cristal de la ventana, vio como la luna moldeaba la imagen de su rostro. Las líneas de su mándíbula eran masculinas y fuertemente marcadas. Cómo si estas quisieran advertir que sus decisiones debían ser cumplidaas, y pobre de quienes no lo hicieran. No tenía nuez, y su piel y cabellos seguían siendo femeninos por su cremosidad y finura. Atándose el pelo con una cinta de cuero, y dejándose un par de mechones sueltos, decidió que su aspecto era similar al de un Ruso.
No era una transformación perfecta, sino que ésta disimulaba su aspecto lo suficiente como para pasar por un hombre. Teniendo en cuenta el pocco tiemp que había tenido para prepararlo, el producto final era asombroso.
Terminando de vestirse, se colocó la camisa, el chaleco y la chaqueta. Tomando el reloj de cadena de su abuelo, y un sombrero que ocultaba la mitad de su rostro, ella decidió que era realmente llamativo. Si hubiese sido un hombre de verdad, habría podido romper algún que otro corazón.
Se giró sobre sí misma, sonriendo traviesamente a la señorita Wasenbell, quién a pesar de haberse dado la vuelta al principio, se volvió a voltear para observar su aspecto final.
- ¡Ah, chèrie!, ¿qué hace una bella señorita como usted en un lugar como este?- alzando una ceja e imitando el papel de un muchacho de alta clase continuó con su papel- ¿Podría ofrecerle ayuda, madame?, creo que ha... perdido a cierta amiga hace poco tiempo- dije riendo suavemente mientras recogía los restos de mi vestido y corsé.
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Re: Estrategia y pociones (Privado)
La escuché decir lo que había dicho y sonreí. Aparté dos botes mientras seguía fingiendo que guardaba otros más por si acaso, aunque en realidad la mayoría estaban metiditos en otra bolsa, por lo que prácticamente estaba limpiando el caldero. Había que enfriarlo un poco antes de guardarlo. Como se caiga o como te lo vea el cochero es un poco engorroso, porque luego tienes que dar explicaciones, y eso hace que te entren ganas de lanzarle el caldero en la cabeza al cochero. Y recibir un golpe en la cabeza por parte de un caldero de ese tamaño duele...y mucho.
Mientras tanto miraba un poco a Ruslana, con curiosidad, mientras se preparaba para beber aquella poción. No debía ser fácil, y más cuando el sabor...en aquellos momentos agradecí haberle añadido la menta.
La curiosidad aumentó cuando comenzaron los cambios. La poción no estaba enfocada para un cambio radical en el aspecto físico, al menos dependiendo de qué tipo de cuerpo, pero hizo efecto con una rapidez que me sorprendió incluso a mí misma. Era algo bastante interesante de vez.
Pero también preocupante. Temía que hubiera tenido problemas, o que hubiera tenido algún efecto secundario. Con cierto aire preocupado, me acerqué hacia dónde estaba ella.
Con lentitud. Y pude ver que el efecto de la poción parecía perfecto. Parecía un varón joven...o más bien un muchacho de aires andróginos. Le acaricié suavemente el rostro, en parte para cercioramente de que no había nada malo y en parte para...asimilarlo. Reí divertida mientras le acariciaba el rostro. De veras parecía un joven hermoso.
Luego me aparté cuando ella me lo dijo, para que pudiera cambiarse, dándo la vuelta y pensando rápidamente en algunas de las cosas que habían pasado. Desde luego aquello le iba a servir para pasar por hombre. Sin duda alguna. Un hombre joven, muy joven, un muchacho algo mayor que yo, pero un hombre de todos modos y eso era lo que se buscaba con aquella poción.
Entonces ladeé la cabeza, contemplando el modo en el que asimilaba su transformación, durante un buen rato. Debía de ser difícil. Menos mal que no duraba mucho, pero desde luego iba a dar el pego.
Luego se giró y habló tratando de imitar la galantería de un caballero. Reí divertida y dije:
-Creo que mi amiga se ha ido de viaje...volverá en un par de horas-dije divertida siguiendo la broma. Observé cómo recogía los restos del vestido y dije luego...-Perfecto...¡ha salido todo tan perfecto!-esto lo dije en un tono alegre...como victorioso.
Mientras tanto miraba un poco a Ruslana, con curiosidad, mientras se preparaba para beber aquella poción. No debía ser fácil, y más cuando el sabor...en aquellos momentos agradecí haberle añadido la menta.
La curiosidad aumentó cuando comenzaron los cambios. La poción no estaba enfocada para un cambio radical en el aspecto físico, al menos dependiendo de qué tipo de cuerpo, pero hizo efecto con una rapidez que me sorprendió incluso a mí misma. Era algo bastante interesante de vez.
Pero también preocupante. Temía que hubiera tenido problemas, o que hubiera tenido algún efecto secundario. Con cierto aire preocupado, me acerqué hacia dónde estaba ella.
Con lentitud. Y pude ver que el efecto de la poción parecía perfecto. Parecía un varón joven...o más bien un muchacho de aires andróginos. Le acaricié suavemente el rostro, en parte para cercioramente de que no había nada malo y en parte para...asimilarlo. Reí divertida mientras le acariciaba el rostro. De veras parecía un joven hermoso.
Luego me aparté cuando ella me lo dijo, para que pudiera cambiarse, dándo la vuelta y pensando rápidamente en algunas de las cosas que habían pasado. Desde luego aquello le iba a servir para pasar por hombre. Sin duda alguna. Un hombre joven, muy joven, un muchacho algo mayor que yo, pero un hombre de todos modos y eso era lo que se buscaba con aquella poción.
Entonces ladeé la cabeza, contemplando el modo en el que asimilaba su transformación, durante un buen rato. Debía de ser difícil. Menos mal que no duraba mucho, pero desde luego iba a dar el pego.
Luego se giró y habló tratando de imitar la galantería de un caballero. Reí divertida y dije:
-Creo que mi amiga se ha ido de viaje...volverá en un par de horas-dije divertida siguiendo la broma. Observé cómo recogía los restos del vestido y dije luego...-Perfecto...¡ha salido todo tan perfecto!-esto lo dije en un tono alegre...como victorioso.
Anneliese Wasenbell- Hechicero/Realeza
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Re: Estrategia y pociones (Privado)
Sonriendo a la señorita Wasenbell con cierta picardía, le dije:
- Oh madame, jamás pensaría que esas palabras salieran de vuestra boca. Vos también sois increíble.- Guiñándole un ojo, la ayudé a recoger todos los elementos que había utilizado para elaborar el asqueroso mejunje.
Me sentía muy extraña, verme como un hombre, aunque no hubiesen sido cambios muy radicales, había sido un golpe duro. Suspiré ruidosamente, mientras que rezaba por no encontrarme con nadie conocido aquella noche. Sería vergonzoso encontrarse con alguien que pudiera reconocerla, pues a pesar de sus pequeños cambios, sus maneras y comportamiento seguían siendo los mismos.
Observando a la pequeña joven que me había ayudado, no pude evitar sentirme dichosa de tenerla como aliada. Sus habilidades eran expléndidas, jamás había visto a nadie con tanto talento en materia de pociones, y eso que aún era bastante joven. Dentro de unos pocos años, sería poderosa. Muy poderosa.
- Señorita Wasenbell, creo que por mucho que le repita mi agradecimiento, jamás llegaré a pagarle completamente lo que ha hecho por mí.- fijando mi seria mirada en ella, le dije con fervor- Tiene mi palabra de que cuenta con mi protección y respaldo. Si hay algo que pueda ofrecerle, se lo daré con gusto. Es una hábil hechicera, Anneliese, probablemente dentro de un par de años podrá elaborar actos maravillosos.
Tomando una buena parte de las cosas que había utilizado las ordené para poderlas llevar, y que ella cargara lo menos posible.
- ¿Tiene un carruaje que la pueda transportar a su hogar, chèrie?, ¿o desea que le dé un pequeño paseo en el mío?- Le sonreí, cogiendo aquellos ingredientes que había ordenado.
****
Hola¡¡, como he visto que casi hemos terminado, he votado tus post antes de que lo cerremos y se me olvide hacerlo. Por cierto, me ha gustado bastante cómo ha quedado la historia ^^
- Oh madame, jamás pensaría que esas palabras salieran de vuestra boca. Vos también sois increíble.- Guiñándole un ojo, la ayudé a recoger todos los elementos que había utilizado para elaborar el asqueroso mejunje.
Me sentía muy extraña, verme como un hombre, aunque no hubiesen sido cambios muy radicales, había sido un golpe duro. Suspiré ruidosamente, mientras que rezaba por no encontrarme con nadie conocido aquella noche. Sería vergonzoso encontrarse con alguien que pudiera reconocerla, pues a pesar de sus pequeños cambios, sus maneras y comportamiento seguían siendo los mismos.
Observando a la pequeña joven que me había ayudado, no pude evitar sentirme dichosa de tenerla como aliada. Sus habilidades eran expléndidas, jamás había visto a nadie con tanto talento en materia de pociones, y eso que aún era bastante joven. Dentro de unos pocos años, sería poderosa. Muy poderosa.
- Señorita Wasenbell, creo que por mucho que le repita mi agradecimiento, jamás llegaré a pagarle completamente lo que ha hecho por mí.- fijando mi seria mirada en ella, le dije con fervor- Tiene mi palabra de que cuenta con mi protección y respaldo. Si hay algo que pueda ofrecerle, se lo daré con gusto. Es una hábil hechicera, Anneliese, probablemente dentro de un par de años podrá elaborar actos maravillosos.
Tomando una buena parte de las cosas que había utilizado las ordené para poderlas llevar, y que ella cargara lo menos posible.
- ¿Tiene un carruaje que la pueda transportar a su hogar, chèrie?, ¿o desea que le dé un pequeño paseo en el mío?- Le sonreí, cogiendo aquellos ingredientes que había ordenado.
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Hola¡¡, como he visto que casi hemos terminado, he votado tus post antes de que lo cerremos y se me olvide hacerlo. Por cierto, me ha gustado bastante cómo ha quedado la historia ^^
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Re: Estrategia y pociones (Privado)
Mientras ella me ayudaba a recoger las cosas que había usado para hacer mi poción, pensaba. Pensaba en muchas cosas mientras tanto. Esos pensamientos bailaban en mi cabeza de forma desordenada, como lo hacen siempre, formando cadenas amontonadas que tengo que desamontonar para encontrarles un sentido lógico...o simplemente ordenado, porque todos mis pensamientos suelen ser bastantes lógicos por lo general. Al menos en mi opinión.
Pensaba, por ejemplo, en lo que haría después de que saliéramos de allí. Lo más sensato sería volver al hotel. Sí, al hotel en el que estaba alojada mientras escogía una casita en París (casita...eeeh, eeeeh, ejem), durante las dos semanas o el mes que me quedaba antes de mudarme de allí de forma definitiva. Pero pensaba más y me daba cuenta de que no tenía muchas ganas de volver aún al hotel, de que aún quedaba mucho de noche.
Quizás fuera al centro de la ciudad...
No, no era buena idea. Porque acababa de darme cuenta de que cerca del hotel estaba aquel gatito callejero que me había seguido aquella misma mañana. Quería recogerlo y quedármelo durante un tiempo. Eso me llevaría un ratito aquella noche.
-¡Ohhh, gracias!-dije cambiando de pensamiento rápidamente, pues acababa de escuchar lo que mi amiga acababa de decir, y la verdad es que me emociaba. Los ojos me brillaban y todos-¡Para mí ha sido todo un placer hacer algo así! Con tener su amistad me sentiré pagada.-asentí con la cabeza tres veces, con una sonrisa llena de alegría.
Luego habló de llevarme al hotel-Hummm...no, no tengo carruaje, y no lo tendré hasta dentro de un par de semanas...sí, será mejor que demos un pequeño paseo-dije. Era lo más sensato. Solía sobornar a los cocheros para que me llevaran en sus carruajes. Pero ya que alguien me podía llevar de vuelta a casa, no debía hacer eso de sobornar...no aquella noche.
Le di las dos pociones que debía usar para cuando se acabara el efecto de la poción, si su plan duraba más de lo esperado.
Pensaba, por ejemplo, en lo que haría después de que saliéramos de allí. Lo más sensato sería volver al hotel. Sí, al hotel en el que estaba alojada mientras escogía una casita en París (casita...eeeh, eeeeh, ejem), durante las dos semanas o el mes que me quedaba antes de mudarme de allí de forma definitiva. Pero pensaba más y me daba cuenta de que no tenía muchas ganas de volver aún al hotel, de que aún quedaba mucho de noche.
Quizás fuera al centro de la ciudad...
No, no era buena idea. Porque acababa de darme cuenta de que cerca del hotel estaba aquel gatito callejero que me había seguido aquella misma mañana. Quería recogerlo y quedármelo durante un tiempo. Eso me llevaría un ratito aquella noche.
-¡Ohhh, gracias!-dije cambiando de pensamiento rápidamente, pues acababa de escuchar lo que mi amiga acababa de decir, y la verdad es que me emociaba. Los ojos me brillaban y todos-¡Para mí ha sido todo un placer hacer algo así! Con tener su amistad me sentiré pagada.-asentí con la cabeza tres veces, con una sonrisa llena de alegría.
Luego habló de llevarme al hotel-Hummm...no, no tengo carruaje, y no lo tendré hasta dentro de un par de semanas...sí, será mejor que demos un pequeño paseo-dije. Era lo más sensato. Solía sobornar a los cocheros para que me llevaran en sus carruajes. Pero ya que alguien me podía llevar de vuelta a casa, no debía hacer eso de sobornar...no aquella noche.
Le di las dos pociones que debía usar para cuando se acabara el efecto de la poción, si su plan duraba más de lo esperado.
Anneliese Wasenbell- Hechicero/Realeza
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Re: Estrategia y pociones (Privado)
En cuanto escuché la dirección a la que deseaba ir, fruncí ligeramente el ceño. ¿Un hotel?. ¿Sería que aquella jovencita no tenía una casa en París?. Sintiendo preocupación por aquella joven que se había convertido en poco tiempo en mi aliada y amiga, decidí ofrecerle mi hogar como refugio.
- Señorita Wasenbell, sé que no nos conocemos desde hace mucho tiempo, pero no creo que sea correcto saber que se está hospedando en un hotel, y que yo no intente, si quiera ofrecerle mi hogar. ¿Le gustaría residir temporalmente en la Mansión del Mar?. Obviamente, podrá invitar a sus familiares, y tendrá total libertad en mi casa. Creo que... podrá "cocinar" libremente sin necesidad de buscar refugios por París. No siempre es seguro, ya debe saberlo.- Mirándola con preocupación, le tomé la mano con suavidad para ayudarla a subir al carruaje. Era extraño hacer esas costumbres masculinas, pero aunque fuera de noche, tal vez alguien podría vernos, y decidir que era sospechoso que no actuara como un cordial caballero.
Suspiré resignadamente, algo me decía que esta noche iba a comportarme demasiado femenina en la taberna, pero no podía evitarlo. Era algo demasiado arraigado dentro de mí, soy una mujer, una dama de alta clase, y actuar como un varón me costaba lo mismo que observar mi reflejo masculino en el espejo y no querer gritar de asombro.
Recordando que en la taberna habría pocas mujeres sonreí divertida, por fin sabré que demonios hacen los hombres cuando no hay presencia femenina a su alrededor.
- Señorita Wasenbell, sé que no nos conocemos desde hace mucho tiempo, pero no creo que sea correcto saber que se está hospedando en un hotel, y que yo no intente, si quiera ofrecerle mi hogar. ¿Le gustaría residir temporalmente en la Mansión del Mar?. Obviamente, podrá invitar a sus familiares, y tendrá total libertad en mi casa. Creo que... podrá "cocinar" libremente sin necesidad de buscar refugios por París. No siempre es seguro, ya debe saberlo.- Mirándola con preocupación, le tomé la mano con suavidad para ayudarla a subir al carruaje. Era extraño hacer esas costumbres masculinas, pero aunque fuera de noche, tal vez alguien podría vernos, y decidir que era sospechoso que no actuara como un cordial caballero.
Suspiré resignadamente, algo me decía que esta noche iba a comportarme demasiado femenina en la taberna, pero no podía evitarlo. Era algo demasiado arraigado dentro de mí, soy una mujer, una dama de alta clase, y actuar como un varón me costaba lo mismo que observar mi reflejo masculino en el espejo y no querer gritar de asombro.
Recordando que en la taberna habría pocas mujeres sonreí divertida, por fin sabré que demonios hacen los hombres cuando no hay presencia femenina a su alrededor.
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Re: Estrategia y pociones (Privado)
Aquella poción tenía unos efectos bastante sorprendentes, y eso que no era la poción que más efectos tenía precisamente. Conocía otras pociones cuyos efectos eran muchísimo más poderosos, pociones que podían crear algunas cosas consideradas como desastres, y al menos una de ellas había logrado crearlas cuando no era más que una niña. Aún recordaba la cara de Arquímedes y de Emméline cuando la usé con ellos. Sus sorpresas, las risas de mis hermanos que luego pasaron a la bronca...esos recuerdos me vinieron a la cabeza así de repente como si de un flash se tratara, y eché a mis hermanos más de menos que nunca. Les había mandado una carta una vez, pero de todos modos no pensaba decirles dónde estaba. Qué me encontraran ellos solitos, entonces ya nos las arreglaríamos para solucionar algunos problemillas. O más bien para hablar de ellos.
Solté una risita infantil cuando habló de cocinar. Pero no podía aceptar la invitación de residir en la Mansión del Mar, aunque me tentara. No, aunque si que pensaba ir alguna que otra vez de visita, eso estaba más claro que el agua. Pero me había agradado la invitación. De todos modos mis hermanos podrían encontrarme con más facilidad allí. Eran todos unos expertos en encontrar esas cosas, y más en mansiones de gente rica. Así que finalmente dije:
-Hum, he de decir que me agrada la idea, pero no puedo aceptarla...es probable que me estén buscando y no me gustaría tener que estar en un lugar fijo por ahora. De todos modos sí que iré alguna que otra vez de visita, si no es molestia. La última vez que estuve fue muy agradable, si quitamos lo que ocurrió en la fiesta, la entrada de esos...traidores.-dije haciendo un además extraño con la mano.
Quizás a la mañana siguiente le hiciera una visita. Cuando subimos al carruaje y partimos, supe que iban a pasar un montón de cosas interesantes durante los próximos días.
Off: ¡Sí, ha sido una historia interesante! Me ha encantado también la verdad. Seguro que los siguientes serán aún más interesantes.
Solté una risita infantil cuando habló de cocinar. Pero no podía aceptar la invitación de residir en la Mansión del Mar, aunque me tentara. No, aunque si que pensaba ir alguna que otra vez de visita, eso estaba más claro que el agua. Pero me había agradado la invitación. De todos modos mis hermanos podrían encontrarme con más facilidad allí. Eran todos unos expertos en encontrar esas cosas, y más en mansiones de gente rica. Así que finalmente dije:
-Hum, he de decir que me agrada la idea, pero no puedo aceptarla...es probable que me estén buscando y no me gustaría tener que estar en un lugar fijo por ahora. De todos modos sí que iré alguna que otra vez de visita, si no es molestia. La última vez que estuve fue muy agradable, si quitamos lo que ocurrió en la fiesta, la entrada de esos...traidores.-dije haciendo un además extraño con la mano.
Quizás a la mañana siguiente le hiciera una visita. Cuando subimos al carruaje y partimos, supe que iban a pasar un montón de cosas interesantes durante los próximos días.
Off: ¡Sí, ha sido una historia interesante! Me ha encantado también la verdad. Seguro que los siguientes serán aún más interesantes.
Anneliese Wasenbell- Hechicero/Realeza
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