AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
2 participantes
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Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
¿Te escondes dónde no pueda encontrarte?
No hay lugar en el mundo dónde no puedas estar
Era un día nublado. Imposible saber a simple vista que hora era, a no ser que miraras un reloj. La niebla lo cubría todo en aquel pantano. Todo, absolutamente todo. El mundo era niebla, el frío era palpable y el sonido del agua era fangoso, a pesar de que no había mucha tierra, y hacía tiempo que no había llovido. Y mira que eso era raro en Francia. Claro que en Inglaterra solía llover más, sobre todo en Londres, pero Francia no se caracterizaba por ser precisamente un país demasiado caluroso, a pesar de las flores que podías encontrarte de vez en cuando por las calles o las casas. En Suiza llovía todavía más, pero los días, aunque no eran calurosos en extremo, eran bastante agradables cuando hacía sol.
Selene caminaba por el pantano para vigilar a una persona que le habían mandado vigilar. Bueno, no le habían dado nombres, pero le habían dicho que tenía que alguien tenía que pasarse por allí. Alguien a quién debía delatar. Ella sabía muy bien a lo que se referían. Por eso mismo estaba preparada para cumplir con el trabajo de aquel día. Como todos los días desde que había llegado allí.
El vestido que llevaba era blanco puro, lo que le permitiría confundirse un poco entre la niebla. Pero no durante mucho tiempo, eso lo llevaba viendo ella ya durante un buen rato.
Sin embargo...no era tan difícil manejarse por la niebla, aunque sí más molesto. La oscuridad de la noche era más agradable que esa niebla tan molesta.
Dejó de andar cuando notó el agua bajo sus pies. Fresca, fangosa, pero desagradable. Asqueada, la pelirroja se apartó de allí y buscó un árbol al cual subirse.
Cuando lo encontró se ocultó entre sus ramas, a la espera de que apareciera esa persona de la que le habían hablado. Fuera quién fuera.
No hay lugar en el mundo dónde no puedas estar
Era un día nublado. Imposible saber a simple vista que hora era, a no ser que miraras un reloj. La niebla lo cubría todo en aquel pantano. Todo, absolutamente todo. El mundo era niebla, el frío era palpable y el sonido del agua era fangoso, a pesar de que no había mucha tierra, y hacía tiempo que no había llovido. Y mira que eso era raro en Francia. Claro que en Inglaterra solía llover más, sobre todo en Londres, pero Francia no se caracterizaba por ser precisamente un país demasiado caluroso, a pesar de las flores que podías encontrarte de vez en cuando por las calles o las casas. En Suiza llovía todavía más, pero los días, aunque no eran calurosos en extremo, eran bastante agradables cuando hacía sol.
Selene caminaba por el pantano para vigilar a una persona que le habían mandado vigilar. Bueno, no le habían dado nombres, pero le habían dicho que tenía que alguien tenía que pasarse por allí. Alguien a quién debía delatar. Ella sabía muy bien a lo que se referían. Por eso mismo estaba preparada para cumplir con el trabajo de aquel día. Como todos los días desde que había llegado allí.
El vestido que llevaba era blanco puro, lo que le permitiría confundirse un poco entre la niebla. Pero no durante mucho tiempo, eso lo llevaba viendo ella ya durante un buen rato.
Sin embargo...no era tan difícil manejarse por la niebla, aunque sí más molesto. La oscuridad de la noche era más agradable que esa niebla tan molesta.
Dejó de andar cuando notó el agua bajo sus pies. Fresca, fangosa, pero desagradable. Asqueada, la pelirroja se apartó de allí y buscó un árbol al cual subirse.
Cuando lo encontró se ocultó entre sus ramas, a la espera de que apareciera esa persona de la que le habían hablado. Fuera quién fuera.
Selene Ladomie- Condenado/Hechicero/Clase Media
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Re: Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
Esa noche, Elvira había despertado con una sed voraz y había decidido saciarla en el puerto. Acompañó a sus dos consortes hasta la antesala de la muerte y ya rozagante nuevamente su piel se volvió algo mas "viva" por así decirlo. Estallo en ella la necesidad de algo mas. No sabia exactamente qué pero era cuestión de esperar un poco a terminar de disfrutar la sangre que ahora tenía fluyendo por sus venas.
Cuando acabó con ellos aun se encontraba en el puerto. Era necesario deshacerse de los cuerpos para no levantar mas sospechas de las que ya había en la zona. Varios del lugar conocían las existencia de vampiros, lo cual a Elvira le parecía molesto y hasta malo, porque cualquiera desconfiaría de su blanca piel y el hecho de que una dama de la clase alta anduviera sola por la noche y sin acompañante. Tenía que ocurrirsele algo en estos días para poder transitar libremente por París por las noches y camuflarse entre los locales.
Se acercó a una casa cercana, una de esas casas que uno encuentra mas alejado del centro en si mismo. Una simple casa de clase media y media baja, poco pretenciosa al exterior y con un pequeño establo con maderas desvencijadas y maltratadas por los años y las lluvias.
Abrió sin problemas el portón trabado por fuera con un tablón y retiró del lugar un caballo, luego volvió a cerrar el portón nuevamente y colocó los cadáveres sobre el caballo como si llevara dos sacos de papas y se encaminó hacia el pantano donde dejaría que el agua comiera poco a poco el resto de los cuerpos de estos seres ya difuntos.
En su caminata hasta allí podía percibir un cambio en el ambiente, pero como no notó la presencia de nadie con sus aguzados sentidos, siguió su andar hasta entrar en la densa bruma que presentan los pantanos, esos bancos densos de niebla perfectos para depositar los cadáveres ya algo descompuestos.
De repente se oyó un pisotón en el agua y con uno de los cuerpos en la mano y el otro ya hundiéndose en el lodo, empezó a mirar a su alrededor en busca de algo.
Cuando acabó con ellos aun se encontraba en el puerto. Era necesario deshacerse de los cuerpos para no levantar mas sospechas de las que ya había en la zona. Varios del lugar conocían las existencia de vampiros, lo cual a Elvira le parecía molesto y hasta malo, porque cualquiera desconfiaría de su blanca piel y el hecho de que una dama de la clase alta anduviera sola por la noche y sin acompañante. Tenía que ocurrirsele algo en estos días para poder transitar libremente por París por las noches y camuflarse entre los locales.
Se acercó a una casa cercana, una de esas casas que uno encuentra mas alejado del centro en si mismo. Una simple casa de clase media y media baja, poco pretenciosa al exterior y con un pequeño establo con maderas desvencijadas y maltratadas por los años y las lluvias.
Abrió sin problemas el portón trabado por fuera con un tablón y retiró del lugar un caballo, luego volvió a cerrar el portón nuevamente y colocó los cadáveres sobre el caballo como si llevara dos sacos de papas y se encaminó hacia el pantano donde dejaría que el agua comiera poco a poco el resto de los cuerpos de estos seres ya difuntos.
En su caminata hasta allí podía percibir un cambio en el ambiente, pero como no notó la presencia de nadie con sus aguzados sentidos, siguió su andar hasta entrar en la densa bruma que presentan los pantanos, esos bancos densos de niebla perfectos para depositar los cadáveres ya algo descompuestos.
De repente se oyó un pisotón en el agua y con uno de los cuerpos en la mano y el otro ya hundiéndose en el lodo, empezó a mirar a su alrededor en busca de algo.
Sybelle*- Humano Clase Alta
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Re: Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
La muerte acecha en cada esquina,
más el peligro puede tomar cualquier otra forma
No pasó mucho tiempo antes de que apareciera alguien. Selene hubiera deseado tener un reloj, lo que fuera que le indicara el paso del tiempo. De todos modos tenía la sensación de que no había pasado demasiado, pues no tenía las manos doloridas, ni agarrotamiento, cosas que solían ocurrirle cuando llevaba por lo menos un par de horitas vigilando en alguna parte.
Entrecerró los ojos para ver mejor a la persona que acababa de llegar. Parecía que cargaba algo...sí, lo veía mejor. Parecían dos sacos. La pelirroja se movió un poco para asomarse entre los árboles, tratando de apartar la niebla con la mano, y entonces se dio cuenta de que esos sacos eran dos cuerpos humanos. Uno hundiéndose en el pantano y otro aún siendo cargado por la mujer. Una mujer pelirroja pálida...pero no la veía bien entre la niebla. Tendría que acercarse más.
Poco a poco, con sigilo, se bajó del árbol. Aprovechando la niebla como si fueran las sombras se movió con sigilo, acercándose con el mayor silencio posible. Y entonces pudo verlo mejor.
Era una vampira. Ya estaba claro. Y no precisamente por su aspecto, sino por las víctimas que pretendía dejar allí. No había otra prueba más clara que aquella...¿qué otra podría haber sino?
Se acercó a ella directamente, por detrás, pero sin vacilar en ningún instante. Cogió la daga que guardaba en la liga de su vestido y se la guardó en su pequeño ridículo. No es que pensara matarla, normalmente en aquellos trabajos lo único que debía hacer era atraer a la persona en cuestión hasta un lugar dónde "cazadores" más experimentados se encargarían de cumplir con el trabajo completo, al menos en muchas de las ocasiones, sobre todo al tratarse de vampiro.
Pero por si acaso...
Además, ella pretendía empezar de otra forma. Hablando se entendía la gente al principio...
-¡Auch!-exclamó mientras fingía que se tropezaba y acababa al lado de la vampira.-¡Es imposible manejarse entre esta maldita niebla!-ya estaba al lado suya pero fingía que no la veía, que la niebla le tapaba gran parte de la visión.
más el peligro puede tomar cualquier otra forma
No pasó mucho tiempo antes de que apareciera alguien. Selene hubiera deseado tener un reloj, lo que fuera que le indicara el paso del tiempo. De todos modos tenía la sensación de que no había pasado demasiado, pues no tenía las manos doloridas, ni agarrotamiento, cosas que solían ocurrirle cuando llevaba por lo menos un par de horitas vigilando en alguna parte.
Entrecerró los ojos para ver mejor a la persona que acababa de llegar. Parecía que cargaba algo...sí, lo veía mejor. Parecían dos sacos. La pelirroja se movió un poco para asomarse entre los árboles, tratando de apartar la niebla con la mano, y entonces se dio cuenta de que esos sacos eran dos cuerpos humanos. Uno hundiéndose en el pantano y otro aún siendo cargado por la mujer. Una mujer pelirroja pálida...pero no la veía bien entre la niebla. Tendría que acercarse más.
Poco a poco, con sigilo, se bajó del árbol. Aprovechando la niebla como si fueran las sombras se movió con sigilo, acercándose con el mayor silencio posible. Y entonces pudo verlo mejor.
Era una vampira. Ya estaba claro. Y no precisamente por su aspecto, sino por las víctimas que pretendía dejar allí. No había otra prueba más clara que aquella...¿qué otra podría haber sino?
Se acercó a ella directamente, por detrás, pero sin vacilar en ningún instante. Cogió la daga que guardaba en la liga de su vestido y se la guardó en su pequeño ridículo. No es que pensara matarla, normalmente en aquellos trabajos lo único que debía hacer era atraer a la persona en cuestión hasta un lugar dónde "cazadores" más experimentados se encargarían de cumplir con el trabajo completo, al menos en muchas de las ocasiones, sobre todo al tratarse de vampiro.
Pero por si acaso...
Además, ella pretendía empezar de otra forma. Hablando se entendía la gente al principio...
-¡Auch!-exclamó mientras fingía que se tropezaba y acababa al lado de la vampira.-¡Es imposible manejarse entre esta maldita niebla!-ya estaba al lado suya pero fingía que no la veía, que la niebla le tapaba gran parte de la visión.
Selene Ladomie- Condenado/Hechicero/Clase Media
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Re: Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
Se le escapo una exclamación apenas audible cuando noto una queja detrás suyo, lo que menos esperaba era compañía o ayuda al momento de hacer desaparecer cadáveres. Con un ademán rápido arrojó el ultimo de los cuerpos al lodo haciendo un ruido fácil de escuchar al menos por la persona que se encontraba detrás de ella. Vio su silueta, su sangre fluir por las venas jóvenes de la dama, escucho brevemente sus pensamientos, pero no mucho, al parecer las habilidades de esta joven eran mucho mas particulares que las de un ser humano que se precie de serlo. Tenia que averiguar porque su aura era aun mayor, debía saberlo. Lo que logró conocer es que la joven sabia que no era un humano y que había observado parte del despojo de cuerpos. Carajo... si fuera mas cuidadosa eso no pasaría Pensó
Pero antes que todo debía enfrentarse a ella y por lo menos distraerla mientras el último cuerpo iba hundiéndose en esa apestosa agua saturada. Así que caminó hacia ella como si nada pasara por allí, como si fuera una calle parisina a mitad del día y fuera normal toparse con gente en cualquier momento. No bastó mas que dar dos pasos para quedar a su lado mas pegada a ella que otra cosa.
_Uy, disculpe! la verdad que no es un buen lugar para transitar hoy por aquí. Se encuentra bien Señorita?_
Pero antes que todo debía enfrentarse a ella y por lo menos distraerla mientras el último cuerpo iba hundiéndose en esa apestosa agua saturada. Así que caminó hacia ella como si nada pasara por allí, como si fuera una calle parisina a mitad del día y fuera normal toparse con gente en cualquier momento. No bastó mas que dar dos pasos para quedar a su lado mas pegada a ella que otra cosa.
_Uy, disculpe! la verdad que no es un buen lugar para transitar hoy por aquí. Se encuentra bien Señorita?_
Sybelle*- Humano Clase Alta
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Re: Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
El peligro no es como lo cuentan,
más es la más poderosa de las drogas
La mujer pareció darse cuenta muy pronto de la llegada de Selene, pues no tardó en acercarse a ella. Tanto, que casi parecía que la vampiresa se había pegado a ella, como si la acabara de escoger como su siguiente víctima. Selene no creía que fuera así, aunque por sus venas corrió cierta adrenalina. Sus instintos, como los de cualquier humano que pudiera estar por allí y que no estaba, le decían que había peligro.
Pero ella ya lo sabía, por supuesto
Nunca es un buen día para transitar por aquí...¡es tan fácil perderse!-exclamó la muchacha en un tono bastante cándido.-Las nieblas lo cubren todo por la noche y por el día. Son como las sombras, tan difícil que es guiarse por ellas...¡y me he perdido!-Selene hizo un puchero como si se lamentara, y sí que se lamentaba, y no precisamente por haberse perdido sino por lo que iba a hacer.
Entrecerró los ojos tratando de ver mejor a la vampiresa. Parecía ser unos años mayor que ella cuando murió, aunque bien podría tener tranquilamente unos cien años. O incluso más. ¡Muchos años más!
-He llegado hasta aquí porque he oído ruidos en el pantano...¿ha ocurrido algo?-Qué buena actriz era Selene, qué bien tanteaba el terreno para lo que estaba a punto de hacer. Se odiaba por ello pero al mismo tiempo sentía cierto orgullo. Y no se lo negaba. Selene no era de las que solía ocultarse cosas a sí misma. No era bueno hacer algo así. Trató de atisbar hacia el lago, pero luego volvió a mirar con la misma candidez a la mujer.
más es la más poderosa de las drogas
La mujer pareció darse cuenta muy pronto de la llegada de Selene, pues no tardó en acercarse a ella. Tanto, que casi parecía que la vampiresa se había pegado a ella, como si la acabara de escoger como su siguiente víctima. Selene no creía que fuera así, aunque por sus venas corrió cierta adrenalina. Sus instintos, como los de cualquier humano que pudiera estar por allí y que no estaba, le decían que había peligro.
Pero ella ya lo sabía, por supuesto
Nunca es un buen día para transitar por aquí...¡es tan fácil perderse!-exclamó la muchacha en un tono bastante cándido.-Las nieblas lo cubren todo por la noche y por el día. Son como las sombras, tan difícil que es guiarse por ellas...¡y me he perdido!-Selene hizo un puchero como si se lamentara, y sí que se lamentaba, y no precisamente por haberse perdido sino por lo que iba a hacer.
Entrecerró los ojos tratando de ver mejor a la vampiresa. Parecía ser unos años mayor que ella cuando murió, aunque bien podría tener tranquilamente unos cien años. O incluso más. ¡Muchos años más!
-He llegado hasta aquí porque he oído ruidos en el pantano...¿ha ocurrido algo?-Qué buena actriz era Selene, qué bien tanteaba el terreno para lo que estaba a punto de hacer. Se odiaba por ello pero al mismo tiempo sentía cierto orgullo. Y no se lo negaba. Selene no era de las que solía ocultarse cosas a sí misma. No era bueno hacer algo así. Trató de atisbar hacia el lago, pero luego volvió a mirar con la misma candidez a la mujer.
Selene Ladomie- Condenado/Hechicero/Clase Media
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Re: Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
Ay que idiota era... no haber tanteado el lugar en búsqueda de posibles personajes escondidos había sido algo de lo que no estaba orgullosa. La joven le había formulado una pregunta, así que procuró respondersela lo mas pronto posible porque no era bueno dejar margen a las respuestas. Eso era símbolo de mentiras y engaños. Examinó su rostro y trató de indagar en su mente a ver que es lo que pensaba, ya que era mas que obvio y raro que una chica como ella caminara sola por los pantanos. Muy raro, pero no podía decir eso porque ella estaba en la misma situación.
Colocó un brazo sobre el hombro de la joven para acompañarla hacia la luz, no quería que descubriera los cuerpos allí presentes. Así que la condujo hacia la salida mientras realizaba comentarios como -Vaya lugar para perderse! No seria bueno permanecer mucho tiempo aquí... Ud sabe las cosas que hablan de lo que sucede a menudo aquí... esas historias llenas de fantasmas! Ay, odio los fantasmas, les temo. Ruidos dice Usted? Aquí?- risas -Los únicos ruidos del pantano los hacen los lagartos y demás criaturas que aquí habitan, será mejor salir de aquí, no me gusta nada esta bruma y no quiero perderme. Estimo que Usted tampoco-.
Caminaba con paso decidido y con los ojos bien abiertos porque debía estar alerta porque estimaba que una chica como ella no estaría sola en semejante lugar, a menos que se supiera defender los suficientemente bien sola, cosa que por otro lado parecía posible ya que su aura era grande, que seria?
-Vino sola hasta aquí señoritaaa.... -Deje espacio para que me confirmara su nombre o apellido para ver si respondía a alguien conocido al menos.
Colocó un brazo sobre el hombro de la joven para acompañarla hacia la luz, no quería que descubriera los cuerpos allí presentes. Así que la condujo hacia la salida mientras realizaba comentarios como -Vaya lugar para perderse! No seria bueno permanecer mucho tiempo aquí... Ud sabe las cosas que hablan de lo que sucede a menudo aquí... esas historias llenas de fantasmas! Ay, odio los fantasmas, les temo. Ruidos dice Usted? Aquí?- risas -Los únicos ruidos del pantano los hacen los lagartos y demás criaturas que aquí habitan, será mejor salir de aquí, no me gusta nada esta bruma y no quiero perderme. Estimo que Usted tampoco-.
Caminaba con paso decidido y con los ojos bien abiertos porque debía estar alerta porque estimaba que una chica como ella no estaría sola en semejante lugar, a menos que se supiera defender los suficientemente bien sola, cosa que por otro lado parecía posible ya que su aura era grande, que seria?
-Vino sola hasta aquí señoritaaa.... -Deje espacio para que me confirmara su nombre o apellido para ver si respondía a alguien conocido al menos.
- Spoiler:
- Disculpame la demora Selene
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Re: Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
Qué fue lo primero que hizo aquella mujer al verla y escucharla? Pues pasarle un brazo por el hombro e intentar sacarla de allí como buenamente pudiera, entre más y más comentarios acerca de los ruidos de los fantasmas y de la bruma de la niebla.
Habló también de salir de allí.. Selene no veía cómo antes de que todo se desenmascarara...en aquel lugar la niebla lo dominaba todo. La voz de aquella mujer le resultaba armoniosa, con el toque que sólo un vampiro puede tener.
Podría haber pasado perfectamente por una muchacha perdida, al igual que ella misma. Selene podría haberlo pensado de no haber sido ella misma una criatura sobrenatural...o de haber sido algo más inocente. A lo mejor ni habría sabido que aquella mujer era vampiro si no hubiera conocido a otros cuando era una niña. Por un instante recordó a su amigo...¿qué diría si supiera lo que pretendía hacer?
-¿Cree que puede haber fantasmas por aquí? ¡Sería horrible!-el tono de su voz cuando lo dijo resultó casi irónico, más que nada al pensar en los fantasmas-pero es probable que prefieran esconderse en las sombras de la noche, tal como han hecho siempre, pues las sombras son el dominio de la muerte...y no estas nieblas. Al menos eso es lo que dicen, ¿no cree?-alzó la mano hacia arriba y abrió y cerró la palma, como si quisiera atrapar el propio aire, la niebla que les tapaba gran parte de la vista convirtiendo el mundo en algo blanco.
Luego, mientras se iban alejando más y más de la niebla (o al menos eso es lo que intentaban)dijo
-No quiero perderme tampoco...a pesar de todo esto es peligroso. Intenté evitarlo...¡pero no pude! Y vos...¿habéis venido sola también a estos lares? Una dama no debe estar sola, y menos por sitios peligrosos-dijo repitiendo la cantinela que su abuela le había repetido miles de veces cuando era pequeña. Nunca la había creído, ni la creía ahora, pero a veces la repetía por añoranza.
Echó una mirada hacia atrás. No sabía cuánto la alejaría de los cuerpos que había...Selene sintió fría contra su piel la daga que llevaba guardada en la liga del vestido.
Suspiró y volvió a mirar a la vampiresa. Y se preparó mentalmente de nuevo para lo que iba a hacer. Le dijo entonces:
-Mademoiselle...¿puedo preguntaros una cosa? Si no es molestia, por supuesto.
Habló también de salir de allí.. Selene no veía cómo antes de que todo se desenmascarara...en aquel lugar la niebla lo dominaba todo. La voz de aquella mujer le resultaba armoniosa, con el toque que sólo un vampiro puede tener.
Podría haber pasado perfectamente por una muchacha perdida, al igual que ella misma. Selene podría haberlo pensado de no haber sido ella misma una criatura sobrenatural...o de haber sido algo más inocente. A lo mejor ni habría sabido que aquella mujer era vampiro si no hubiera conocido a otros cuando era una niña. Por un instante recordó a su amigo...¿qué diría si supiera lo que pretendía hacer?
-¿Cree que puede haber fantasmas por aquí? ¡Sería horrible!-el tono de su voz cuando lo dijo resultó casi irónico, más que nada al pensar en los fantasmas-pero es probable que prefieran esconderse en las sombras de la noche, tal como han hecho siempre, pues las sombras son el dominio de la muerte...y no estas nieblas. Al menos eso es lo que dicen, ¿no cree?-alzó la mano hacia arriba y abrió y cerró la palma, como si quisiera atrapar el propio aire, la niebla que les tapaba gran parte de la vista convirtiendo el mundo en algo blanco.
Luego, mientras se iban alejando más y más de la niebla (o al menos eso es lo que intentaban)dijo
-No quiero perderme tampoco...a pesar de todo esto es peligroso. Intenté evitarlo...¡pero no pude! Y vos...¿habéis venido sola también a estos lares? Una dama no debe estar sola, y menos por sitios peligrosos-dijo repitiendo la cantinela que su abuela le había repetido miles de veces cuando era pequeña. Nunca la había creído, ni la creía ahora, pero a veces la repetía por añoranza.
Echó una mirada hacia atrás. No sabía cuánto la alejaría de los cuerpos que había...Selene sintió fría contra su piel la daga que llevaba guardada en la liga del vestido.
Suspiró y volvió a mirar a la vampiresa. Y se preparó mentalmente de nuevo para lo que iba a hacer. Le dijo entonces:
-Mademoiselle...¿puedo preguntaros una cosa? Si no es molestia, por supuesto.
Selene Ladomie- Condenado/Hechicero/Clase Media
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Re: Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
Y la caminata continuaba. Realmente no sabia que mas podía hacer para distraer a la chica, de repente ella comenzó a hacer sus conjeturas con respecto a los fantasmas. Siempre paso lo mismo con Elvira, había tenido desde pequeña miedo o temor al menos a los fantasmas. Eso por supuesto no cambio en nada al volverse una hija de la noche. AL contrario, se había mantenido tan intacto como antes y hasta a veces peor.
Siguieron caminando lentamente buscando la salida del lugar. Observó con minuciosidad y cerca se notaba una farola. Gracias a Dios la vista de los vampiros era mas aguzada que la humana sino hubiera muerto en ese pantano de ser por ella. Muerto por hundimiento en las sombras era algo que no se leía a menudo en el periódico... seria que nadie encontraba los cuerpos que allí se sepultaban? por supuesto que así era, por eso había decidido auspiciar de sepulturera de esos dos.
La farola a lo lejos la consolaba y se dejo llevar un poco.. si algo tenia la joven es que te daba la plena sensación de seguridad cuando estabas a su lado, una mezcla de amistad y paz interior, como lo hacia?
En esa paz interior se encontraba mientras la joven realizaba un comentario sobre una frase hecha que en ese caso su abuela le había formulado varias veces de pequeña. Obviamente esto no fue comentado por la chica pero Elvira vio esas imágenes en la mente de ella, vio a la abuela y todas las veces que se lo decía "Una dama no debe estar sola, y menos por sitios peligrosos".
Y cometió la burrada de comentar - Ayy mi abuela también solía decirme esas cosas. Son hermosas las abuelas!- La sonrisa que se había generado en su cara mientras recordaba a su abuela se fue levemente evanesciendo como la niebla cuando despunta el sol. Seguida de la mirada inquisidora de su acompañante la cual notó que la vampiro se había pisado sola.
Luego la chica se dio vuelta y le preguntó si podía hacer una pregunta , a lo que Elvira con cara de poker y con unas cosquillas en su espalda por el incidente respondió que si
Siguieron caminando lentamente buscando la salida del lugar. Observó con minuciosidad y cerca se notaba una farola. Gracias a Dios la vista de los vampiros era mas aguzada que la humana sino hubiera muerto en ese pantano de ser por ella. Muerto por hundimiento en las sombras era algo que no se leía a menudo en el periódico... seria que nadie encontraba los cuerpos que allí se sepultaban? por supuesto que así era, por eso había decidido auspiciar de sepulturera de esos dos.
La farola a lo lejos la consolaba y se dejo llevar un poco.. si algo tenia la joven es que te daba la plena sensación de seguridad cuando estabas a su lado, una mezcla de amistad y paz interior, como lo hacia?
En esa paz interior se encontraba mientras la joven realizaba un comentario sobre una frase hecha que en ese caso su abuela le había formulado varias veces de pequeña. Obviamente esto no fue comentado por la chica pero Elvira vio esas imágenes en la mente de ella, vio a la abuela y todas las veces que se lo decía "Una dama no debe estar sola, y menos por sitios peligrosos".
Y cometió la burrada de comentar - Ayy mi abuela también solía decirme esas cosas. Son hermosas las abuelas!- La sonrisa que se había generado en su cara mientras recordaba a su abuela se fue levemente evanesciendo como la niebla cuando despunta el sol. Seguida de la mirada inquisidora de su acompañante la cual notó que la vampiro se había pisado sola.
Luego la chica se dio vuelta y le preguntó si podía hacer una pregunta , a lo que Elvira con cara de poker y con unas cosquillas en su espalda por el incidente respondió que si
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Re: Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
Sabe quién eres, y no lo sabe,
pero su corazón la acecha del peligro
Las cosas estaban siendo cada vez más extrañas, y al mismo tiempo más palpables. Selene sintió unos repentinos deseos de saltar, de comenzar la lucha así de golpe y así terminar de repente con todo lo que tenía que hacer. O más bien lo que ella quería era sacudirse la culpabilidad. En su cabeza se repetían varias palabras, varios dedos acusadores que la señalaban constantemente. Y Selene no quería verlos, ni imaginárselos tampoco.
Entonces casi dio un respingo cuando dijo que su abuela también le decía esas cosas. Vale, ahí ya...porque Selene se daba cuenta de que quizás ella había...en el fondo tendría que habérselo esperado. Pero no lo había hecho. Aquello la había sorprendido sobremanera.
Una sonrisa algo petulante y triste se dejó escapar finalmente por el rostro de la bruja. Ya faltaba poco. La daga que llevaba en la liga se sintió aún más fría al tacto, y Selene se preparaba mentalmente para lo que iba a hacer. ¿Cuándo pasaría antes de que eso sucediera? Probablemente muy poco tiempo. La muchacha esperó un poco. Hizo la pregunta:
-¿Supo bien la sangre de esas dos almas...?-iba a decir inocentes, pero no lo hizo. Quién sabe si las personas a las que habría matado eran humanos inocentes o no. Y quién sabe si ella se merecería lo que Selene pretendía hacer. Una lenta sonrisa se dejó translucir por su rostro mientras ladeaba la cabeza como fuera una muñeca, en un gesto algo automático.-La sangre sigue siendo sangre. Sangre derramada.-dicho esto se puso detrás de la vampira e intentó acorralarla. Sacó la daga de su vestido y la apuntó con ella por debajo del brazo, en un gesto bastante elegante. La sonrisa de Selene se volvió ahora inquietantemente peligrosa.
-De todos modos...creo que ahora podría ser juzgada.-qué mal le sentaba a Selene hacer esas cosas. Pero tenía que hacerlas. No pensaba tampoco matarla, no era su trabajo matarla, pero si...atrapar en las redes de una posible oscuridad aún más profunda, más oscura que las nieblas.
pero su corazón la acecha del peligro
Las cosas estaban siendo cada vez más extrañas, y al mismo tiempo más palpables. Selene sintió unos repentinos deseos de saltar, de comenzar la lucha así de golpe y así terminar de repente con todo lo que tenía que hacer. O más bien lo que ella quería era sacudirse la culpabilidad. En su cabeza se repetían varias palabras, varios dedos acusadores que la señalaban constantemente. Y Selene no quería verlos, ni imaginárselos tampoco.
Entonces casi dio un respingo cuando dijo que su abuela también le decía esas cosas. Vale, ahí ya...porque Selene se daba cuenta de que quizás ella había...en el fondo tendría que habérselo esperado. Pero no lo había hecho. Aquello la había sorprendido sobremanera.
Una sonrisa algo petulante y triste se dejó escapar finalmente por el rostro de la bruja. Ya faltaba poco. La daga que llevaba en la liga se sintió aún más fría al tacto, y Selene se preparaba mentalmente para lo que iba a hacer. ¿Cuándo pasaría antes de que eso sucediera? Probablemente muy poco tiempo. La muchacha esperó un poco. Hizo la pregunta:
-¿Supo bien la sangre de esas dos almas...?-iba a decir inocentes, pero no lo hizo. Quién sabe si las personas a las que habría matado eran humanos inocentes o no. Y quién sabe si ella se merecería lo que Selene pretendía hacer. Una lenta sonrisa se dejó translucir por su rostro mientras ladeaba la cabeza como fuera una muñeca, en un gesto algo automático.-La sangre sigue siendo sangre. Sangre derramada.-dicho esto se puso detrás de la vampira e intentó acorralarla. Sacó la daga de su vestido y la apuntó con ella por debajo del brazo, en un gesto bastante elegante. La sonrisa de Selene se volvió ahora inquietantemente peligrosa.
-De todos modos...creo que ahora podría ser juzgada.-qué mal le sentaba a Selene hacer esas cosas. Pero tenía que hacerlas. No pensaba tampoco matarla, no era su trabajo matarla, pero si...atrapar en las redes de una posible oscuridad aún más profunda, más oscura que las nieblas.
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Re: Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
"La sangre se me congeló" o "el corazon me dejó de la latir" hubieran sido las palabras empleadas en otro momento para definir esa terrible situacion. En otro momento cuando aún cuando el corazón realmente le latía para mantenerla con vida o cuando su propia sangre fluía por sus venas. De eso ya se había practicamente olvidado, despues de tantos años en la oscuridad los vampiros pierden recuerdos o pierden la cabeza. El el caso de Elvira, a veces parecia que ambas cosas se habian dañado con el tiempo. A veces sus neuronas no conectaban correctamente como cuando comentó sobre la abuela de esta joven. Una de las tantas idioteses de las cuales se iba a arrepentir toda su No vida , o al menos lo que quedaba de ella; porque la situación ahora había cambiado. La bruja se habia convertido en el lobo vestido de oveja. Y la tenía atrapada en su trampa mas macabra.
No había tenido en cuenta que esa chica era bruja y que posiblemente tenía dotes suficientes como para poder manipular su mente deteriorada sin que ella lo notara . Había pensado que estaba llevando bien la conversación , desviandola del tema en cuestión y cuando ya casi llegaba a la meta ... zaz!
Una pregunta la dejó ahi parada como la perfecta idiota que era conteniendo el aire mientras acomodaba las ideas pensando en la respuesta que podía darle ante tremenda acusación implícita.
Ante todo casi en un susurro le respondió -No se a que se refiere señorita-
y fingió una cara de incredulidad que lejos estaba de creérsela ni ella misma. La joven pareció transformarse de inmediato en una muñeca de película de terror, la peor de todas. Una sonrisa macabra al menos viéndola en el contexto del pantano oscuro y podrido junto con la densa bruma que abundaba en el lugar , me trajo los recuerdos mas tenebrosos de otras épocas.
Vió un resplandor en la mano de la bruja que fue creado por los leves rayos de luna que a veces se filtraban en el denso lugar y cuando lo notó la tenia a ella tras de si apuntandola con esa daga letal. Sabía que eso no la desangraría pero la dejaría herida y no gozaba aun de una sanacion acelerada como otros vampiros. Lo cual le desagradaba en gran magnitud.
Juzgada habia dicho? Acaso se trataría de una cazadora? una inqusidora? De ser inquisidora habia sido secustrada y puesta de parte de la Iglesia lo cual era preocupante porque los inquisidores eran fanáticos en destrozar vampiros. Lo hacían como si cada vampiro encontrado debiera pagar hasta la última gota de sangre por cada uno de los cristianos fallecidos en el mes actual. Y si era cazadora posiblemente era una de esas fanáticas que quería colgar mi cabeza de un palo... pero realmente no lo creía así. No tenía la fachada de ser una mercenaria.
Sabía que tenía que actuar rápido porque la situación lo ameritaba así que de forma rápida utilizando los hábiles reflejos de los vampiros golpeó la pierna derecha de la joven desconcentrando su atención para zafarse de un desgarro seguro. Ya frente a ella de vuelta se alejó unos pasos para atrás y sintió un corte en uno de sus brazos. Al parecer al zafarse de ella esa daga filosa la había lastimado. Se pasó la mano por la herida de poca monta y la preguntó - Porque hace esto? Acaso esta demente? Quien la envía !?-
No había tenido en cuenta que esa chica era bruja y que posiblemente tenía dotes suficientes como para poder manipular su mente deteriorada sin que ella lo notara . Había pensado que estaba llevando bien la conversación , desviandola del tema en cuestión y cuando ya casi llegaba a la meta ... zaz!
Una pregunta la dejó ahi parada como la perfecta idiota que era conteniendo el aire mientras acomodaba las ideas pensando en la respuesta que podía darle ante tremenda acusación implícita.
Ante todo casi en un susurro le respondió -No se a que se refiere señorita-
y fingió una cara de incredulidad que lejos estaba de creérsela ni ella misma. La joven pareció transformarse de inmediato en una muñeca de película de terror, la peor de todas. Una sonrisa macabra al menos viéndola en el contexto del pantano oscuro y podrido junto con la densa bruma que abundaba en el lugar , me trajo los recuerdos mas tenebrosos de otras épocas.
Vió un resplandor en la mano de la bruja que fue creado por los leves rayos de luna que a veces se filtraban en el denso lugar y cuando lo notó la tenia a ella tras de si apuntandola con esa daga letal. Sabía que eso no la desangraría pero la dejaría herida y no gozaba aun de una sanacion acelerada como otros vampiros. Lo cual le desagradaba en gran magnitud.
Juzgada habia dicho? Acaso se trataría de una cazadora? una inqusidora? De ser inquisidora habia sido secustrada y puesta de parte de la Iglesia lo cual era preocupante porque los inquisidores eran fanáticos en destrozar vampiros. Lo hacían como si cada vampiro encontrado debiera pagar hasta la última gota de sangre por cada uno de los cristianos fallecidos en el mes actual. Y si era cazadora posiblemente era una de esas fanáticas que quería colgar mi cabeza de un palo... pero realmente no lo creía así. No tenía la fachada de ser una mercenaria.
Sabía que tenía que actuar rápido porque la situación lo ameritaba así que de forma rápida utilizando los hábiles reflejos de los vampiros golpeó la pierna derecha de la joven desconcentrando su atención para zafarse de un desgarro seguro. Ya frente a ella de vuelta se alejó unos pasos para atrás y sintió un corte en uno de sus brazos. Al parecer al zafarse de ella esa daga filosa la había lastimado. Se pasó la mano por la herida de poca monta y la preguntó - Porque hace esto? Acaso esta demente? Quien la envía !?-
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Re: Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
¡Aguanieve que caes!
¡Aguanieve que apareces en la nieve y en la niebla
Las cosas estaban yendo cada vez más rápido. Probablemente lo harían para luego ir algo más lento. O cómo lo decidiera el tiempo o la niebla que aún nos envolvía. A Selene se le ocurrió ocurrió una posible idea sobre lo que hacer con la niebla. Era algo que había hecho antes con anterioridad, era un experimento bastante peligroso, pero posible de utilizar si las cosas salían un poco mal. Si el peligro le llegaba a ella de una forma que le pudiera acercar a un destino incierto e incluso fatal, pero Selene sentía que eso era algo poco probable. No sabía por qué pero sentía que así sería. La joven contempló lo que acababa de hacer. Con su pequeño intento había logrado hacerle un pequeño corte a la mujer. Iba mejorando. La primera vez que había intentado algo así a una criatura sobrenatural había logrado sólo un pequeñísimo arañazo que se había curado a los pocos minutos. En este caso el corte en cuestión tampoco era muy grave que digamos, pero ya era un avance.
Contempló cómo ella se tocaba la herida y le preguntaba el motivo por el cual había hecho aquello. Selene seguía sonriendo con la misma sonrisa peligrosa de antes, pero un matiz de tristeza le cruzó por los ojos verdes. Le hubiera encantado poder decirlo claramente. Pero no iba a hacerlo, no. Simplemente iba a cumplir con su trabajo. Para eso estaba allí.
-Me envía la Santa Inquisición...-¿para qué negar semejante hecho? Si es que de todos modos pensaba entregarla a ellos.-para buscar algunas almas que deban ser juzgadas-gesto casi automáticos, palabras completamente rebuscadas y forzadas pero increíblemente ciertas. Se movió de un lado para otro preparándose para el siguiente ataque-Y vos se encontraba en el lugar más peligroso en el momento más inoportuno...
Retrocedió unos pocos pasos y entrecerró los ojos. El siguiente paso que iba a dar era sumamente arriesgado. Pero lo haría. Era algo que se debía de hacer, aunque corría el peligro de caer en una desconcentración que podría resultar fatal por un mero segundo. Así que pronunció un hechizo para sus adentros. Entonces la niebla se enfrió un poco más. La niebla de su alrededor. Para que hiciese efecto lo que iba a hacer había que esperar varios minutos...si es que salía.
-Creo que será mejor que se defienda...puede encontrarse metida en problemas dentro de poco.-dijo simplemente-A lo mejor si me sigue a la ciudad podríamos solucionar rápido lo que hay que solucionar-lo más sensato sería que se defendiera y no lo hiciera, lo cual creía Selene que era lo más probable.
¡Aguanieve que apareces en la nieve y en la niebla
Las cosas estaban yendo cada vez más rápido. Probablemente lo harían para luego ir algo más lento. O cómo lo decidiera el tiempo o la niebla que aún nos envolvía. A Selene se le ocurrió ocurrió una posible idea sobre lo que hacer con la niebla. Era algo que había hecho antes con anterioridad, era un experimento bastante peligroso, pero posible de utilizar si las cosas salían un poco mal. Si el peligro le llegaba a ella de una forma que le pudiera acercar a un destino incierto e incluso fatal, pero Selene sentía que eso era algo poco probable. No sabía por qué pero sentía que así sería. La joven contempló lo que acababa de hacer. Con su pequeño intento había logrado hacerle un pequeño corte a la mujer. Iba mejorando. La primera vez que había intentado algo así a una criatura sobrenatural había logrado sólo un pequeñísimo arañazo que se había curado a los pocos minutos. En este caso el corte en cuestión tampoco era muy grave que digamos, pero ya era un avance.
Contempló cómo ella se tocaba la herida y le preguntaba el motivo por el cual había hecho aquello. Selene seguía sonriendo con la misma sonrisa peligrosa de antes, pero un matiz de tristeza le cruzó por los ojos verdes. Le hubiera encantado poder decirlo claramente. Pero no iba a hacerlo, no. Simplemente iba a cumplir con su trabajo. Para eso estaba allí.
-Me envía la Santa Inquisición...-¿para qué negar semejante hecho? Si es que de todos modos pensaba entregarla a ellos.-para buscar algunas almas que deban ser juzgadas-gesto casi automáticos, palabras completamente rebuscadas y forzadas pero increíblemente ciertas. Se movió de un lado para otro preparándose para el siguiente ataque-Y vos se encontraba en el lugar más peligroso en el momento más inoportuno...
Retrocedió unos pocos pasos y entrecerró los ojos. El siguiente paso que iba a dar era sumamente arriesgado. Pero lo haría. Era algo que se debía de hacer, aunque corría el peligro de caer en una desconcentración que podría resultar fatal por un mero segundo. Así que pronunció un hechizo para sus adentros. Entonces la niebla se enfrió un poco más. La niebla de su alrededor. Para que hiciese efecto lo que iba a hacer había que esperar varios minutos...si es que salía.
-Creo que será mejor que se defienda...puede encontrarse metida en problemas dentro de poco.-dijo simplemente-A lo mejor si me sigue a la ciudad podríamos solucionar rápido lo que hay que solucionar-lo más sensato sería que se defendiera y no lo hiciera, lo cual creía Selene que era lo más probable.
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Re: Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
Fatal resolución había tomado el destino de la vampiresa, la santa inquisición había sido nombrada en la densa bruma del pantano y si bien la piel de Elvira no era algo que tuviera vida en el momento actual pareció correr la piel de gallina por sus brazos.
Siempre se había tratado de zafar de problemas mayores o bien de inconvenientes que pudieran complicar su vida o la de sus allegados que pocos eran por supuesta. Y en esa noche que solo había decidido buscar algo de comida zaz! había encontrado el mayor de los obstáculos. Una loba, vestida de oveja, una muñeca endemoniada que tomaba vida por las noches para sumarse al peor de los temores sobrenaturales, el temor a la santa inquisición, el grupo humano mas despiadado del mundo entero.
Porque ahí? porque esa tranquila noche de matanza solitaria? se preguntó sin encontrar respuestas cercanas. Posiblemente era el momento. Después de mucho tiempo de zafar de estas difíciles circunstancias había encontrado el muro al final del pasillo. Una pasillo o galería sin salida aparente. Debía escapar, pero como? Con seguridad la bruja seducida por la organización católica no estaría sola en esto. Seguramente varios la habían acompañado, la había hecho partícipe principal de esta obra barata montada en los pantanos. Maldita sea!
La mirada de la vampiresa se transformó en una cara de desprecio por recordar a la organización a la que la bruja pertenecía -Esa maldita organización. Eres una vendida al entregarte a sus brazos. Sabes que el día de mañana te pondrás a los tuyos en contra tuya niña- la siguió observando a unos pocos metros de distancia. De repente se decidió a que la mejor opción era raptarla, secuestrarla para que no se supiera de su paradero al menos hasta el día de mañana. Así no la tenia que matar, no quería hacerlo, porque ello implicaría iniciar una guerra sin remedio entre los suyos. No valía la pena arriesgar tanto por ello. Así que fijando la mirada en ella comenzó a usar sus poderes de infringir dolor a través de la mente. Logró generar un dolor en el estomago de la bruja suficiente como para hacerla encorvarse en un abrazo hacia ella misma. Aprovechando este momento, la tomó por la cintura y salio corriendo con ella a cuestas a la velocidad sobrenatural por entre medio del pantano hasta encontrarse cara a cara con el farol que alumbró su camino hasta allí.
Con la chica aun entre sus brazos observó a sus alrededores en busca de algún inquisidor, al no ubicarlo en las proximidades mas cercanas continuó con el trote hasta meterse entre los callejones cercanos al puerto. Al encontrar uno bien oscuro, la arrojó cerca de un contenedor y comenzó a correr hacia el lado de la ciudad. Por suerte se habia alimentado bien esa noche porque sino cualquiera de estas cosas hubiera sido imposible.
Siempre se había tratado de zafar de problemas mayores o bien de inconvenientes que pudieran complicar su vida o la de sus allegados que pocos eran por supuesta. Y en esa noche que solo había decidido buscar algo de comida zaz! había encontrado el mayor de los obstáculos. Una loba, vestida de oveja, una muñeca endemoniada que tomaba vida por las noches para sumarse al peor de los temores sobrenaturales, el temor a la santa inquisición, el grupo humano mas despiadado del mundo entero.
Porque ahí? porque esa tranquila noche de matanza solitaria? se preguntó sin encontrar respuestas cercanas. Posiblemente era el momento. Después de mucho tiempo de zafar de estas difíciles circunstancias había encontrado el muro al final del pasillo. Una pasillo o galería sin salida aparente. Debía escapar, pero como? Con seguridad la bruja seducida por la organización católica no estaría sola en esto. Seguramente varios la habían acompañado, la había hecho partícipe principal de esta obra barata montada en los pantanos. Maldita sea!
La mirada de la vampiresa se transformó en una cara de desprecio por recordar a la organización a la que la bruja pertenecía -Esa maldita organización. Eres una vendida al entregarte a sus brazos. Sabes que el día de mañana te pondrás a los tuyos en contra tuya niña- la siguió observando a unos pocos metros de distancia. De repente se decidió a que la mejor opción era raptarla, secuestrarla para que no se supiera de su paradero al menos hasta el día de mañana. Así no la tenia que matar, no quería hacerlo, porque ello implicaría iniciar una guerra sin remedio entre los suyos. No valía la pena arriesgar tanto por ello. Así que fijando la mirada en ella comenzó a usar sus poderes de infringir dolor a través de la mente. Logró generar un dolor en el estomago de la bruja suficiente como para hacerla encorvarse en un abrazo hacia ella misma. Aprovechando este momento, la tomó por la cintura y salio corriendo con ella a cuestas a la velocidad sobrenatural por entre medio del pantano hasta encontrarse cara a cara con el farol que alumbró su camino hasta allí.
Con la chica aun entre sus brazos observó a sus alrededores en busca de algún inquisidor, al no ubicarlo en las proximidades mas cercanas continuó con el trote hasta meterse entre los callejones cercanos al puerto. Al encontrar uno bien oscuro, la arrojó cerca de un contenedor y comenzó a correr hacia el lado de la ciudad. Por suerte se habia alimentado bien esa noche porque sino cualquiera de estas cosas hubiera sido imposible.
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Re: Las nieblas no son tan difíciles de manejar (Libre)
La traición es lo peor que hay;
ensucia el corazón y llena el alma de dudas
Selene se había sentido culpable durante todo el tiempo que había hecho aquello. De no haber estado la vida de su primo en peligro lo más probable era que hubiese tirado la daga al lago, hubiese soltado unas palabras de disculpa para la vampiresa e incluso hubiese salido corriendo, no sin antes incendiar parte del pantano para que no hubiera rastro alguno de lo que hubiera pasado allí.
Sonrió con tristeza cuando le dijo que pondría a los suyos en su contra. Tenía toda la razón del mundo,Selene lo sabía de sobras, pero también sabía que no podría hacer nada. Una sola vida por otras muchas vidas, un sucio trato para conservar una vida que probablemente ni siquiera dejarían que se conservara, todo por un trajo que probablemente ni se pensaría cumplir por la parte ofertante.
-La traición es un juego muy peligroso, mademoiselle, no se puede dejar nada a derechas cuando decides lanzarte a hacer lo que se debe hacer...¿y cuál es el deber? ¿Lo sabe alguien alguna vez? Pues tanto en esta vida como la siguiente ésas cosas cuentan...la Inquisición sabe lo que hace,por eso lucha por tanto ahínco por lo que debe luchar.
"Por esa despreciable lucha" pensaba Selene mientras se preparaba para volvera atacar a la vampiresa. Ésta en cambio no atacaba. La miraba con un increíble desprecio,lo cual no era de extrañar. Si no hubiera estado acostumbrada a ello,Selene se hubiera sentido fatal. Suerte que ya teníamos la costumbre por delante.
Pero entonces ocurrió algo. Quizás esa reticencia a atacar por parte de la vampiresa despistó a Selene,pues eso hizo que no se esperara lo que sucedió después. La bruja aprendió aquel día que era un error confiarse cuando la persona a la que se supone que debes de atacar no ataca, está demasiado acostumbrada a los golpes directos y de frente.
El dolor la atenazó y le hizo encorvarse, gritando. Luego la cogió y se la llevó a cuestas. Maldita sea...como a Selene no le gustaba que la cogieran así chilló y pataleó, incluso logró hacerle otro corte a la vampiresa con uno de sus hechizos, que surtió el mismo efecto que con la daga, pero eso no evitó que la vampiresa la arrojara al contenedor y escapara.
En parte era un alivio y en parte era un problema que escapara.No tendría que hacerle más daño pero recordaría su cara. Se levantó sin vacilar, pero bastante dolorida, con algo de sangre en la espalda por el golpe, pero no la persiguió. Simplemente gritó:
-¡Volveremos a vernos! ¡Recuerdo vuestra cara! ¡Tenga cuidado!
Dicho ésto se dispuso a regresar también a la ciudad, al pequeño refugio dónde la bruja se alojaba.
ensucia el corazón y llena el alma de dudas
Selene se había sentido culpable durante todo el tiempo que había hecho aquello. De no haber estado la vida de su primo en peligro lo más probable era que hubiese tirado la daga al lago, hubiese soltado unas palabras de disculpa para la vampiresa e incluso hubiese salido corriendo, no sin antes incendiar parte del pantano para que no hubiera rastro alguno de lo que hubiera pasado allí.
Sonrió con tristeza cuando le dijo que pondría a los suyos en su contra. Tenía toda la razón del mundo,Selene lo sabía de sobras, pero también sabía que no podría hacer nada. Una sola vida por otras muchas vidas, un sucio trato para conservar una vida que probablemente ni siquiera dejarían que se conservara, todo por un trajo que probablemente ni se pensaría cumplir por la parte ofertante.
-La traición es un juego muy peligroso, mademoiselle, no se puede dejar nada a derechas cuando decides lanzarte a hacer lo que se debe hacer...¿y cuál es el deber? ¿Lo sabe alguien alguna vez? Pues tanto en esta vida como la siguiente ésas cosas cuentan...la Inquisición sabe lo que hace,por eso lucha por tanto ahínco por lo que debe luchar.
"Por esa despreciable lucha" pensaba Selene mientras se preparaba para volvera atacar a la vampiresa. Ésta en cambio no atacaba. La miraba con un increíble desprecio,lo cual no era de extrañar. Si no hubiera estado acostumbrada a ello,Selene se hubiera sentido fatal. Suerte que ya teníamos la costumbre por delante.
Pero entonces ocurrió algo. Quizás esa reticencia a atacar por parte de la vampiresa despistó a Selene,pues eso hizo que no se esperara lo que sucedió después. La bruja aprendió aquel día que era un error confiarse cuando la persona a la que se supone que debes de atacar no ataca, está demasiado acostumbrada a los golpes directos y de frente.
El dolor la atenazó y le hizo encorvarse, gritando. Luego la cogió y se la llevó a cuestas. Maldita sea...como a Selene no le gustaba que la cogieran así chilló y pataleó, incluso logró hacerle otro corte a la vampiresa con uno de sus hechizos, que surtió el mismo efecto que con la daga, pero eso no evitó que la vampiresa la arrojara al contenedor y escapara.
En parte era un alivio y en parte era un problema que escapara.No tendría que hacerle más daño pero recordaría su cara. Se levantó sin vacilar, pero bastante dolorida, con algo de sangre en la espalda por el golpe, pero no la persiguió. Simplemente gritó:
-¡Volveremos a vernos! ¡Recuerdo vuestra cara! ¡Tenga cuidado!
Dicho ésto se dispuso a regresar también a la ciudad, al pequeño refugio dónde la bruja se alojaba.
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