Será sólo un ejemplar (Libre)

por **Anker De Lautréamont** Jue Nov 15, 2012 1:15 pm

Una biblioteca? Nada nuevo para mí, lo nuevo era que pudiese encontrar una de tal categoría abierta en horas nocturnas. En Alemania, que fue donde permanecí la mayor parte del tiempo además de Estonia, las Bibliotecas solían cerrar mucho más temprano y se me dificultaba la adquisición -adecuada- de material bibliográfico. Sin embargo pasé hace unas noches y noté esto, la gran disposición y las puertas abiertas, aunque con bastante seguridad para poder ingresar. Como era de esperarse ingresaría. No tenía del todo claro que iba a leer pero sabía que mis ojos pasearían por cada libro, extrañaba sentir entre mis dedos las hojas de libros más antiguos que yo, de esos que adquieren ese olor especial que sólo un libro puede poseer, mi favorito luego del olor de la sangre.

Adquirí unos anteojos sin aumento para no llamar del todo la atención, de alguna manera creía que eso lograba variar mi apariencia aunque fuera sólo un poco. Me vestí de colores fríos y nada llamativos intentando lograr el mismo efecto. Al ingresar a la biblioteca, note que habían muy pocas personas adentro, en realidad era de esperarse ya que no era novedad que tuviera visitas mínimas a tan altas horas de la noche, sin mencionar, claro, que somos pocos quienes disfrutamos de una buena lectura. Esto me daba mayor tranquilidad para que nadie se fijara en mí lo suficiente como para notar algo raro, yo creía que era poco probable, pero siempre fui prevenido.

Mis ojos recorrieron la hilera de volúmenes a los costados y tomé un par de libros para ojearlos y al notar que no llamaban mi atención los dejaba de nuevo en su lugar. Así pasé casi una hora, sin aburrirme, eso era un placer completo para mí, incluso no alcanzo a describir como me sentía en aquél lugar porque las palabras se me quedan cortas comparadas con las sensaciones que percibo. Permanezco tan tranquilo que es como si nada mas importara, como si fuera uno más en busca de conocimiento, un mortal más que busca información. Tras unos minutos más de búsqueda tomé un libro que se veía bastante antiguo entre mis manos, no estoy seguro de que sección lo tomé, pues veía todo con el mismo interés, con la misma sed de aprender. A comparación de los demás, se veía más antiguo y de una complejidad en su portada mucho más amplia que cualquier otro. Seguramente su interior es aún más complejo, pensé. Pero cuando me disponía a abrirlo alguien me habló:

- Disculpe, Monsieur. Necesita usted ese libro? Es el único que queda y llevo días intentando encontrarlo.-

por **Selene Ladomie** Jue Nov 15, 2012 1:44 pm

El mundo puede expandirse con poco,
sólo hay que saber dónde mirar

La biblioteca era uno de los sitios favoritos de Selene. No es que fuera una persona que se quedara mucho tiempo quieta en un sitio, ni que tuviera muchas razones para ello, pero una de esas pocas razones era la lectura. Le encantaba aprender cosas nuevas, pues en los libros podías encontrar a menudo las respuestas que no te daba la gente, algo que había aprendido cuando era niña, por lo cual por aquella época había aprendido a birlar algunos libros, más que nada los que se suponía que no debía de leer una niña de su edad. Los secretos que podías encontrarte en una buena lectura eran sencillamente fascinantes.
Por eso a veces podías encontrártela en la hierba con un libro en las manos, o en alguna parte. Pero aquel día simplemente quería investigar un poco, o si eso encontrar una lectura interesante, por si se hartaba de investigar.
Porque esto iba lento...o al menos eso es lo que le parecía a ella. Su pequeño proyecto avanzaba con seguridad, pero aún con lentitud y por eso la pelirroja a veces se impacientaba.
Había un libro que debía encontrar y que le ayudaría. Ese libro se encontraba en muy pocos sitios, y París, por supuesto, era uno de esos pocos. Así que le echaría un vistazo. Historia antigua, y alguno hechizos ocultos, era uno de los pocos "libros prohibidos" que se ocultaban por las bibliotecas. Casi nadie lo cogía. Y la información que tenían era muy interesante.
Entró en la biblioteca con un vestido de color verde oscuro, de los más sencillos que tenía, y con el pelo suelto...¿para qué molestarse en hacerse un tocado con tirabuzones? Nunca se le habían dado bien. Era mejor dejar el pelo libre, para que vuele. Además, seguramente habría poca gente en la biblioteca.
Y así era. La bruja miró a su alrededor y comenzó a mirar entre las estanterías para encontrar aquel libro. Sabía que estaba allí, lo sabía. Pero...no lo encontraba. ¿Dónde estaba? Comenzó a impacientarse, algo no demasiado difícil de conseguir. Pero siguió buscando.
¡Y entonces lo vio! Un caballero lo tenía y estaba a punto de abrirlo. Un hombre de bastante buen ver, o al menos eso es lo que parecía, un chico algunos años mayor que ella. Si no hubiera necesitado mirar ese libro con tanta urgencia lo habría dejado estar, porque si alguien lo coge antes que tú, pues lo coge. Pero lo necesitaba con urgencia, así que no tendría más remedio que ir y preguntar. Claro que también podría esperar un poco, pero no demasiado. Además, tenía cierta curiosidad por ver si el caballero era tan bien parecido como parecía de lejos. Así que se acercó a él despacito, inclinándose un poco, con una sonrisa cordial, y le dijo:
-Disculpe, Monsieur. ¿Necesita usted ese libro? Es el único que queda y llevo días intentando encontrarlo

por **Anker De Lautréamont** Jue Nov 15, 2012 2:32 pm

Al voltear la vista corroboré la impresión que me daba su voz, era una mujer joven que tenía aspecto de dulzura y tranquilidad, pero algo dentro de mí me hacía sentir algo raro en ella, distinto, tenía la impresión que no era una humana cualquiera y que incluso podría llegar a saber más de algo en particular de lo que yo imaginaba. Bajé la mirada al libro y al corroborar el título la sospecha se acentuó aún más. Pero, cabía la posibilidad que tal vez fueran ideas mías, no tenía que ser como yo pensaba y si llegaba a estar en lo cierto, ella estaba igual que yo, bajo las mismas circunstancias, lejos del mundo exterior buscando información, sólo eso, de eso quise convencerme. Volví entonces la mirada a aquella joven y tras una sonrisa amable que no dejaba ni siquiera entrever mis colmillos, extendí el libro hacia sus manos observando una vez más el título y memorizando un par de detalles del mismo. Entonces emití mi respuesta con tono sereno y bajo debido al lugar en el que nos encontrábamos, aunque para ser franco, yo siempre hable más o menos igual en ese sentido:

- En realidad sólo lo observaba por curiosidad, Mademoiselle. Así que es todo suyo.-

Mi curiosidad era fácilmente removible, fácil de encontrar o provocar, así que le dí otra mirada al libro, una más a pesar de mi buena memoria no estaría demás. Pensé volver otra noche por él. El reconocimiento que hice fue apenas notable y decidí quedarme más tiempo allí. Finalmente, no había encontrado nada que me llamara la atención y ahora que este me parecía intrigante sólo por mis sospechas infundadas tendría que esperar a que ella lo dejara libre o hasta que estuviera cerca del amanecer y tuviera que irme. Como fuera iba a observarla, entre los libros y la mirada hacia la joven.

¿Notaría ella algo distinto en mí a pesar de mi intento por pasar desapercibido? Ante cualquier duda, decidí cerrar por completo mi mente a ella para evitar que ya sea, ella o cualquiera con algo especial en la sala pudiera detectarme por eso. Era un doble riesgo, mantener mis movimientos cercanos a la humanidad y además mi mente bien cerrada.

por **Selene Ladomie** Jue Nov 15, 2012 6:31 pm

Se esconde un secreto tras cada fachada,
sólo queda averigüar si es verdadera o no

Selene sonrió para sus adentros cuando sus sospechas fueron confirmadas, al menos en parte. Aquel caballero era tan bien parecido como le había visto de lejos. Además, era amable...y emanaba para ella cierta aura de tranquilidad, mezclada con algo que a la bruja le sonaba de algo. Y además se le cruzó por la cabeza un pensamiento la mar de malicioso.
Vale. ¿En qué estás pensando, Selene? La chica no podía pensar en aquellos momentos en lo que acababa de pensar, en lo que acababa de imaginarse como el brillo de un pensamiento malicioso.
Sonriendo para sus adentros, le observó con curiosidad, ladeando la cabeza para estudiar su reacción.
Con amabilidad extendió el libro para que ella lo cogiera. Al parecer lo había cogido solamente por mera curiosidad, pero le echó antes un vistazo al título del libro. ¿Sospecharía algo entonces?
Podría ser que sí...y podría ser que no. Qué pena que leer mentes no estuviera en las habilidades de la bruja.
Cogió el libro lentamente, quitándole un poco de polvo. Lo abrió por un momento para revisar la primera página...
...sí, no se había equivocado. Aquel libro era el que estaba buscando. Uno de los "libros prohibidos". Sonrió feliz de tenerlo entre sus manos. A saber la cara que se le pondría a su tía si viera que ella tenía uno de esos libros.
-¡Gracias!-exclamó la joven, agradecida.-Hacía mucho tiempo que buscaba ese libro. No sé cómo agradecéroslo...-aunque tampoco es que tuviera nada que agradecerle precisamente. Lo había encontrado por casualida.
Entonces a Selene se le ocurrió un modo más adecuado para hacerle pagar aquello. Una especie de pequeña recompensa
-Por lo que vi antes...os gustan estas cosas. Historia antigua...una forma de decirlo de lo que se escondía en ella. Quizás pueda contarle alguna cosa sobre ésto si lo desea...no creo que pudiera ser malo.Si gusta, claro.

por **Anker De Lautréamont** Dom Nov 18, 2012 9:33 pm

Sentía por momentos que los ojos de aquella agradable señorita le miraban curiosos, pero prefería negarse a sí mismo ese tipo de pensamientos para evitar sobre actuar su humanidad fingida y ser así descubierto. Todo continuó sin sobresaltos o sin nada evidente y ella tomó el libro entre sus manos agradeciéndole de tal manera que quiso saber su contenido; la curiosidad aún aumentaba, no sólo por ella, sino porque al ser un libro con polvo en plena biblioteca del centro de París, daba a pensar que era un ejemplar antiguo y muy poco visto. Tenía ahora a su favor la amabilidad de la joven quien luego de agradecer no huyó sino que le dio píe quizá para aprovechar y saber un poco más, de ser posible, aprovecharía todo el tiempo que tenía aquella noche sólo por su sed de saber.

- No hay porqué agradecer, fue una cuestión casi de azar que lo buscara y justo yo lo tuviera por accidente en mis manos.- Respondió con una leve y amable sonrisa. - La verdad es que lo tomé por curiosidad pero veo que usted si sabe con certeza de que se trata, no es así? Continuo con tono pausado tratando de no parecer demasiado interesado en aquello, por lo que alcanzó a notar, muy por encima, tenía algo que ver con magia, no sabia con exactitud de que tipo, pero sí sobre lo que más o menos indicaba.

Por suerte para Anker, ella se mostró también abierta a mencionar algo, no tenía idea sobre si mentiría o no pero al menos era un buen comienzo. - Lo digo porque me gusta la historia antigua, como bien menciona, pero nunca vi antes un ejemplar como ese que ahora tiene en su poder, incluso no le vi antes y eso que vengo con frencuencia a esta misma biblioteca.-

Supuso que las cosas tomarían su rumbo como siempre, era de esos que creen que las verdades siempre caen por su propio peso y que el tiempo, tan sabio y cruel a la vez, terminaría revelando cada detalle, incluso lo que él escondía entraba en tal categoría. Se podía ganar y a la vez perder, pero si había conocimiento, hay estaría él presente.

por **Selene Ladomie** Jue Nov 22, 2012 5:23 pm

Un mundo entero por descubrir
se halla ante nuestros ojos

El azar...¿qué era el azar? ¿Tenía algo que ver con el destino? ¿Con la suerte acaso? Selene no estaba muy segura de saberlo, de encontrar la diferencia entre esas tres cosas, pero de lo que sí estaba segura es de que algunad diferencia habría. Ahora faltaría saber cuál diferencia es. Y más cuando el azar había puesto el libro en manos de aquel joven, que le había dejado el libro con amabilidad. Entonces quizás no sabría de qué trataba, sino...aunque de todos modos aquel caballero parecía tener cierto interés en saber de qué trataba el libro, pues le preguntó de qué se trataba. Selene ladeó la cabeza y pensó en qué responderle.
¿Qué decirle? No quería mentirle. Y no iba a hacerlo. Tampoco tenía que ser tan secreto el contenido del libro...
...al menos no en parte.
Además, a la pelirroja le gustaba hablar de esas cosas. Sonrió un poco y luego dijo aún en voz baja:
-Historia Antigua...o más bien ancestral. Habla de algunas cosas que sucedieron hace miles de años, incluso intenta explicar otros hechos sucedidos hace aún más años...-no dijo nada más durante unos segundos, pensando en cómo encontrar las palabras adecuadas. La información era algo relativo. La magia, los hechos explicados, aunque la mayoría no eran más que leyendas.
Y otras no tanto.
-Las leyendas son aún más abundantes...fueron escritas por un viejo druida hace muchos años. Decían que era adivino. Y también decían que era un hombre poderoso, un...brujo. Eran lo que decían de los druidas en algunos lugares del mundo...-a Selene encantaba hablar de algo semejante, aunque la pusiera algo nerviosa. La verdad es que se podía hablar de algunas de esas cosas sin peligro. Es más, ella misma le había sacado mucha información a su tía acerca del tema. Demasiada información quizás.
-Humm...si quiere puedo contarle algunas-dije en un tono alegre pero bajito. No había mucha gente en la biblioteca pero no sería buena idea que les oyeran. A la pelirroja se le acababa de ocurrir una cosa.

por **Anker De Lautréamont** Lun Dic 03, 2012 11:37 am

Ella dudó por un segundo. Sus ojos se encontraron con los míos pero luego de mi pregunta sucedió lo que sucede cuando se te va la mente pensando que responder. Sus ojos veían todo y nada con detalle y luego de ello, tras unos breves segundos respondió.

La primera respuesta era claramente una manera de ocultar algo, mencionó la historia y lo que ella en sí misma significa o representa. Luego la noté dudar de nuevo, como si se debatiera en su mente para revelar o no la información del libro a ese desconocido que era yo. La situación, a decir verdad, no tendría sentido, porque de querer, yo podría tomar el libro e irme con una velocidad tal que ni ella misma lo notaría hasta unos segundos después cuando su mente aceptara tal hecho. Pero sería descortés de mi parte, no lo haría porque sencillamente me molestaba la mala educación, al menos era así la mayoría de las veces y además la información de labios de alguien a quien no creía un humano normal le daba un toque extra al asunto. Pero cuando me encontraba pensando en esto, fue que ella emitió una segunda respuesta más coherente con el título de aquél libro que yo había visto primero, ella obviamente lo sabía, no sé hasta que punto. Podría deducir que al tener el libro en mis manos ya lo había ojeado un par de veces para saber que decía y eso haría que notara si ella me mentía o no, eso era claro. Sin embargo la sinceridad de la segunda respuesta me dejó más tranquilo y a su invitación a responder más, le hice un ademán con la mano para que tomara asiento en uno de los escritorios de la biblioteca, y corrí la silla para que ella se sentara, luego lo haría yo.

- Será un placer escucharla, la historia me gusta y más si tiene un tinte... mmm, como decirlo, "mágico" dentro de sí. Eso era lo que pasaba con los druidas y veo que algo conoce. Por favor, tome asiento, deseo continuar con esta conversación si me lo permite. Aunque, claro, es probable que haga de oyente y haga un par de preguntas, si no le molesta, claro.-

Esperé a que tomara asiento sin dejar de pensar en los druidas mencionados. Lo pensaba porque se sabía muy poco de ellos, sus documentos se habían perdido hasta sabía la humanidad, pero no dudaba que estuviesen ocultos por intereses de por medio que yo desconocía y tal vez ella no. Si sabía, confirmaría mis sospechas. Había algo más, si conocía a los druidas y creía en ellos, entonces creería también en la inmortalidad, no sé desde que punto de vista exactamente, pero el hilo de la conversación daría las respuestas y yo me encargaría de encaminarlas, es probable que busque la inmortalidad y que sepa bien que existe. Que ironía, tratar un tema como este frente a un inmortal que finge ser humano, como yo.

por **Selene Ladomie** Miér Dic 05, 2012 1:32 pm

Todas las leyendas tienen algo de verdad;
por ese mismo motivo son algo digno de recordar

Selene contempló con curiosidad al vampiro, que pareció interesado. Eso era algo bueno, muy pero que muy bueno. A Selene le encantaría contar algo así, aunque no lo contara todo, o quizás incluso aunque no la creyera. Había cosas que se podían creer de aquel libro y otras que no, pero lo que estaba claro es que eran cosas sumamente interesantes. Según el criterio de la muchacha, eso lo tendría que ver todo el mundo.
O al menos aquellos que tuvieran un mínimo de sensatez. Y si lo pensabas bien...de ese modo la lista se reduciría, y mucho, a unas pocas personas personas en el mundo, repartidas por ahí. ¡Y a saber quiénes podrían ser esas personas en cuestión!
Así, la muchacha tomó asiento cuando el joven le dio permiso para ello, repasando mentalmente algunas de esas leyendas. Era algo interesante esto de decidir qué cosas había que contar y qué no, y más cuando lo que tenías que contar era una historia interesante, o más bien una leyenda, que era un hecho que no sabías si era real o no...Selene quería pensar que muchas de ellas lo eran, aunque otras hubieran sido interpretadas de mala manera, tal como se hacía con otras muchas leyendas, que la gente terminaba interpretando como hechos que eran de una forma, cuando en realidad debía ser de otra.
-Sí...algo sí que conozco-A Selene le gustaba pensar que parte de la magia que hacía era como la de los druidas. O al menos como ellos creían que la hacían, pues todo lo relacionado con la naturaleza podían hacerlo ellos. O al menos gran parte de esas cosas. La muchacha sonrió y volvió a hablar, bajando un poco la voz para que no les pudieran oír, aunque dudaba mucho de que así fuera...
-Y creo que ese druida en cuestión acabó mal, como todo aquel que escribe algo importante o que contenga un mínimo de verdad...¿ha oído hablar de la biblioteca de Alejandría? ¿De lo que hicieron con ella? La quemaron...¡la quemaron! Pues creo que con él hicieron lo mismo al final. Y por eso el libro anda de un lado para otro, aunque no recuerdo cómo llegó a acabar aquí...
Trató de escoger una de esas leyendas. Y lo hizo. Escogió una de las más enigmáticas que conocía:
-Recuerdo que una de ellas contaba como una vez, hace ya muchos muchos años, en los albores del tiempo, los druidas crearon algo más en el stonhege. Algo muy pero que muy importante. Se cuenta que crearon una de las reliquias más importantes que existen...era una cosa que se parecía muchísimo al éter, o al menos eso era lo que decían...-dicho ésto comenzó Selene a echarle un vistazo al libro antes de seguir hablando. No es que no supiera lo que era, es que tenía que leerlo otra vez para poder decirlo más correctamente. Era una palabra que debía ser leída para poder pronunciarse bien.

por **Anker De Lautréamont** Dom Dic 09, 2012 12:55 pm

Al escucharla supe con certeza que se dedicaba a algo en particular, su manera de expresarse era la de alguien que conoce bien el terreno en donde se mete. Observé de nuevo el libro y recapitulé un par de palabras que había mencionado ella minutos antes y pese a que sabía bien que ella era humana, empecé a pensar que no se trataba de un humano común sino de una bruja. Sonreí para mis adentros. Era hora de encontrarme a alguien distinto a un vampiro o a una victima corriente. Las brujas tenían historia y lo que me parecía interesante, es que la mayoría de ellas venía de una especie de linaje que pasaba como un presente aquél poder desconocido y enigmático que hoy y por hoy e incluso años atrás ha sido motivo de muerte en la hoguera. ¿Cuán crueles y absurdos son los mortales para desechar lo que no conocen? La respuesta es clara: mucho.

Tomó su lugar y habló de la famosa quema de la biblioteca de Alejandría, pero claramente mencionada como parte del posible destino del autor del libro puesto sobre la mesa. Según mis percepciones todo indicaba que en efecto, la mujer con la que conversaba ahora era una bruja. Podía ser suposiciones, pero aún empezaba todo, hasta ahora habíamos tomado asiento y abierto el libro. Quedaban historias por su parte y preguntas y análisis de la mía.

- Un crimen, eso fue aquella quema. Es increíble como pueden eliminar algo tan valioso en minutos sin la menor consideración al tiempo que llevó construirla y más aún, sin tener en cuenta la incalculable pérdida que sería la desaparición de tantos libros.- Suspiré como lamentándolo yo mismo - La cuestión es que no es de alarmarse que lo quemaran, conocemos como funciona la inquisición, eso no es un secreto para nadie.-

Mi comentario buscaba saber algo más, sin duda hablar de inquisición con una bruja era como hablar del sol para un vampiro. Busqué en su rostro cualquier expresión que pudiera confirmar mis sospechas e incluso agucé mi oído para notar alguna diferencia en su ritmo cardíaco. Cualquier cosa era valiosa. Era posible que no cambiara nada, pero también era posible que lo hiciera y que de hecho supiera que hablaba con alguien que ya no era del todo humano sino que era un monstruo con el que jugaba la muerte.

Una de las historias del libro estaba ahora a merced de mis oídos. ¿Habría algún dato más que confirmara todo? Hace mucho no observaba todo con detalle: Las expresiones de aquella mujer, su ritmo cardíaco, el camino por el que llevaría la historia... vaya, por fin fue una noche diferente en el lugar que menos esperaba. Todo dentro de una biblioteca que parecía tan común para cualquier transeúnte e incluso para nosotros.

por **Selene Ladomie** Lun Dic 10, 2012 9:06 am

Hay infinitas posibilidades,
tantas como grande es el mundo

No, no era un secreto para nadie. Todo el mundo sabía cómo funcionaba, eso era algo que Selene sabía muy bien. Pero la muchacha sabía también que había muchas cosas que ellos ocultaban. Eran tantas cosas...¡tantísimas cosas! Selene recordaba que una vez se había inmiscuido en una biblioteca, y había curioseado por allí y había descubierto varias cosas interesantes. Y eso había hecho que Selene sintiera deseos de colarse a llorar o a lanzar esos libros a alguna parte.
-No todo habría sido quemado-respondió ipso facto Selene con un tono de voz teñido de melancolía.-hay varias cosas que simplemente se habrán perdido y que estarán por ahí, esperando a que alguien las encuentre algún día de éstos, tal como fueron creadas. Por esas obras quizás lleguen algunas de las cosas importantes que tendrá el futuro...si es que lo habrá.-había un pequeñísimo matiz de entusiasmo en la voz de la chica. Cuando el joven habló de aquello Selene entrecerró los ojos-Siempre me he preguntado por qué la Inquisición tenía tanto interés en quemar esos libros u otras cosas en concreto...¿para acrecentar su dominio en los corazones de los mortales? ¿Para no desengañarse? ¿O quizás temen encontrar algo que mine su propia fe y la del mundo entero en general? Eso es algo que se podría debatir durante horas, al igual que muchos sacerdotes inteligentísimo dedicaron largas horas y años a investigar el sexo de los ángeles.
-¡Parece todo tan vano! Y al mismo tiempo tan cierto...-Selene no pudo evitar sonreír con cierta malicia al pensar en semejante posibilidad. Menos mal que nadie les estaba escuchando en aquel momento.
Habían muchas cosas de las que podrían discrepar, por decirlo de una forma algo más fina.

por **Anker De Lautréamont** Vie Dic 14, 2012 9:14 am

Cuando terminé de hablar, noté que mi mirada se posaba en el libro sobre la mesa a la vez que mis ideas entraban en una especie de choque en mi mente. No pude evitarlo y en algún momento me quedé en silencio y fue cuando de nuevo ella hizo su acotación. Elevé la mirada y escuché atento. Tenía razón en que la inquisición tuvo "motivos" -si es que se le puede llamar así a semejante canallada- ... pero de cierta forma me daba la impresión que ella había escuchado hablar sobre material rescatado y tal vez bajo vigilancia, que, de ser revelado, lograría un gran cambio en el modo de actuar de la inquisición y sus condenados. Si me ponía a pensar con mayor detalle, tenía toda la razón. La inquisición, dominada por el mundo católico, además de sed de poder siempre tenía esa necesidad de tener en su poder elementos importantes que necesitaban vigilancia, y ostentaban aunque con disimulo que eran los vigilantes de secretos increíbles que sólo ellos conocerían. Tal vez la mitad era falso, o todo, o quizás no.

Me gustaba pensar este tipo de cosas porque me daba a imaginar bastante o a querer investigar más. Me llevé el dedo índice al mentón como hacía de costumbre cuando tenía una idea que concretaba y entonces acoté:

- Esos sacerdotes druidas tenían poder y eran bastante calculadores hasta donde tengo entendido. Pero... creo que más allá de lo que pasó con la quema de la Biblioteca, hay ejemplares en algún lugar cercano a donde ellos se movilizaban. Lo importante debe ser desconocido por más que la inquisición en su afán de dominio los halla tomado por sorpresa.-

Yo había leído algo de los druidas y temas varios y en este momento sólo especulaba, aunque tenía en mente que ella tenía más conocimiento del tema y sobre todo una buena razón para buscar esos textos o para tener interés de la manera que sea en ellos. Sólo alguien relacionado directamente con la magia podría tener aquella necesidad y debido al poder que se sabia que tenía ese antiguo pueblo, supuse que los motivos de búsqueda de aquella joven tenían tal vez más peso del que yo imaginaba. ¿Había algún motivo siniestro en su búsqueda? Lo cierto es que no lo parecía, pero debía recordar que las apariencias engañan y que yo mismo soy testigo y mano de ese refrán. En cuanto al odio a la inquisición era evidente que todos teníamos algo en su contra, todo ser sobrenatural lo tenía e incluso un par de humanos más, pero nadie interfería en nada, no ahora y desconozco los motivos.

¿Era realmente aquél libro ante nosotros un legado druida? Y de ser así... ¿Qué hace algo de ese estilo en una Biblioteca cómo esta? Las preguntas aumentan, resuelvo pocas, pero mi mente sigue produciendo muchas.

por **Selene Ladomie** Vie Dic 14, 2012 4:34 pm

La libertad es una utopía;
en todos los libros lo dicen

Los druidas. ¿Serían brujos como los actuales? A Selene le hubiera encantado saberlo, la verdad. Tenían mucho contacto con la naturaleza, con la propia tierra...no sería extraño que en parte hubieran tenido ese poder. O incluso que de ellos descendieran los brujos actuales. Claro que los poderes de los brujos variaban sobremanera en todo el mundo. Ella misma, a pesar de haber sacado sus poderes de su abuela, no hacía lo mismo que hacía ella. Las habilidades con las que había sido destinada eran muy distintas, incluso de su tía, que también las había heredado de ella. Su abuela poseía las habilidades de la dominación(que usaba con muchísima frecuencia en su familia) el encandilamiento y la hechicería. Su tía posería las dos últimas, y era titiritera. Ella había nacido con otros talentos específicos. Y si abarcamos el terreno de la hechicería, ya teníamos todo un mundo entero por descubrir. Los druidas habían dejado un interesante legado de hechizos y de pociones que Selene usaba de vez en cuando. Al menos los que conocía. Eran muy útiles para hacer según qué cosas. Era tan fascinante...claro que más interesante aún era la nigromancia.
-Bastante calculadores...pero también tenían mucho conocimiento de la improvisación...de la investigación...incluso más que algunos personajes célebres de la antigua civilización griega, o la egipcia o más atrás...-canturreó la muchacha.-Su conocimiento es como magia. ¿Quién dice que no lo pueda ser? Claro que sacarían el poder de la propia naturaleza...-sonrió con cierto deleite cuando habló de la naturaleza como recurso más preciado. A lo mejor se le podía llamar otra cosa. La composición de elementos que podían conjurar una nueva situación podría tener otro nombre. ¿Pero qué nombre? Había muchas posibilidades. Tantas que podrías pasarte horas y horas imaginándote las respuestas posibles.
Había otras cosas interesantes que podríamos discernir acerca de lo que había hablado aquel joven. En los lugares dónde ellos se movilizan...¿qué diría si supiera que tenía más razón de la que él mismo podría creer? Pensar en algo así hizo que Selene sintiera deseos de echarse a reír:
-Me pregunto en qué otros lugares se movilizaban. Aunque traten de eliminar el saber, ellos deben saber ciertas cosas. Secretos que ellos mismos guardan...porque aunque el demonio sabe más por viejo que por demonio...-la sonrisa de Selene era casi audaz-y la experiencia proporciona unos conocimientos bastante interesantes.

por **Anker De Lautréamont** Sáb Dic 15, 2012 1:38 pm

Mientras la escuchaba hablar, sentí dentro de mi una especie de impulso. Quería preguntar de una vez por todas si era bruja o no, pero finalmente me contuve por una razón de bastante peso según creí. ¿Qué tal si la respuesta a mi pregunta era: sí? Pero si lo era, entonces era probable que la pregunta fuera devuelta de algún modo y me viera casi que acorralado para responder que soy un vampiro. Podría negarlo, claro. Pero si ella realmente era una bruja sabría de la existencia de seres de la noche como yo y decir que no sería una completa estupidez. Intenté aclararme un poco la mente y darle mayor importancia a la información, a todo lo que pudiese aprender de ella y sacarle fruto a las preguntas que a mi se me fueran ocurriendo en el camino. Finalmente el conocimiento ha sido para un aliciente para no enloquecer al ver pasar los años. Ha sido un aire para acoplarme a cada década tan distinta de la anterior.

No pude evitar sonreír a su mención de aquél dicho popular que significaba muchas cosas, mi sonrisa fue de labios porque intentaba ocultar los colmillos como hacía siempre. Y fue entonces que comprendí que ella también creía en información oculta. Los druidas no pudieron perderlo todo tan pronto como desaparecieron.

- Tengo una teoría al respecto. Ahmm si los druidas utilizaban la naturaleza para obtener sus beneficios, ¿Porqué no la usarían para ocultarlos? Me causa cierta gracia lo que voy a decirte, pero trato de pensar como lo haría uno de ellos en su posición... Por ejemplo, si todos se ubicaban en distintos asentamientos, sabían que de buscar irían a ellos directamente y perderían todo, a menos que tuvieran un sitio común, conectado en una especie de mapa o red e incluso pudieron ocultar todo en el centro de esa misma "red" donde ningún druida vivía. Pero, son ideas, tal vez torpes.-

Emití una risa... si es que a ese sonido nasal se le puede llamar risa, y me recliné sobre mi asiento cruzando los brazos a la altura de mi pecho sin retirar mi vista de ella. ¿Qué pensaría? Seguramente que yo estaba loco. De cierta forma era verdad, mi sed de conocimiento haría que fuese capaz de ir yo mismo a buscar información oculta usando mis habilidades de vampiro. Sería realmente emocionante, es como un "hobbie" para los humanos pero se parece más a un oasis para un sediento en medio del desierto.

por **Selene Ladomie** Dom Feb 03, 2013 7:11 am

La verdad es lo que es;
más la sed de conocimiento es insaciable

Selene escuchó atentamente la teoría que tenía acerca de aquella situación, de aquella información perdida y que no se debió de perder, con un interés que podría decirse que era cada vez más y más creciente. No se perdió ni el más mínimo detalle de sus palabras, sobre todo cuando habló de aquella red, aquel lugar que parecía estar pero que sin embargo no estaba. Cómo una especie de puerta en el tiempo, así es cómo se lo imaginó Selene en aquel momento. Y en cierto modo esa idea era curiosamente fascinante, pues podría ser cómo una jugada sencillamente magistral. Huir, ocultarse entre las sombras o diseminarse por el mundo entero en busca de algo, ya sea de la verdad o de la salvación, pero aún así, sin embargo...no podían resistir la tentación de encontrar lo que había que encontrar. Porque la verdad era una tentación demasiado poderosa.
Dejó escapar una sonrisa divertida también, era una idea muy curiosa. Por un mero instante se imaginó cómo alguien creaba algo parecido...era algo así cómo manejar el espacio-tiempo, si sabían lo que era eso...si conocías los secretos más profundos de lo que ellos manejaban, del corazón de la propia naturaleza, algo muy bello, pero que en cierto modo podría ser peligroso. Muy pero que muy peligroso.
-Sería una idea muy curiosa, sí. Cómo una magia muy peligrosa...o simplemente algo elemental, tan elemental que podría sacarse desde el mismísimo principio...de aquello a lo que los antigüos llamaba...mmm, ¿cómo era?.-la pelirroja estuvo medidativa durante un par de segundos, mientras recordaba el nombre.-¡Ah, sí! Éter. -si la sacaran de ahí, pues entonces podría ser qué...-ahora lo pensó durante más tiempo, un par de segundos más.
Una sonrisa maliciosa se dejó ver por su rostro-entonces de ahí podría salir esa magia primera, esa que dicen que aún sobrevive hoy en día...aunque claro. ¿Quién dice lo que es o no lo la magia? ¿El frescor de la noche? ¿El sonido de los árboles al caer, o un riachuelo pequeñito fluyendo por la mañana? Cosas bonitas, llenas de vida y sin embargo tan misteriosas...-la pelirroja podría estar divagando un poco, le pasaba siempre que solía decir cosas que sabía, pero también estaba yendo a un punto en concreto...-si es que es por algo por lo que amaban tanto lo que primero había en el mundo...por algo sería...-dijo ahora bajando un poco la voz, como si estuviera hablando con cierto aire de misterio. Y así era.

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