See you again [Privado]

por **Drach Stronghold** Jue Nov 29, 2012 9:22 am

Quien lo diría, si me lo contaran hace un par de años no me lo iba a creer, ahora tengo una hija hermosa, que la quiero mucho, aunque no sea mía, la quiero como si yo la hubiera “echo”, es una niña sumamente divertida, me hizo reír desde la primera vez que la mire, soltaría, perdida y yo, choque con esa niña, ahora es mi hija, una hija que yo quería tener desde siempre pero con mi condición no pudo, mi difunta esposa anhelaba un hijo pero yo pude dárselo, pero antes de lo esperado me la arrebataron quedándome viudo por completo, solo, pero unos años después un día que se me había hecho tarde, el sol estaba a punto de salir, estaba despernado no sabía a dónde ir hasta que mire a una joven cercas a esta hora de la madrugada, con mucho pesadez llegue hasta ella pidiéndole auxilio, pidiéndole un poco de su bondad y me ayudara, ella no se negó, cuidándome, cuando paso todo, sonreí ante su noble gesto, donde sin pensarlo empezaba a visitarla a cada rato, se convirtió en alguien especial en mi, era como una hermana, nunca la mire de otro modo, aunque mi amigo pensaba otra cosa, que me atraía esa mujer, que sentía deseo por ella pero era todo lo contrario era mi pequeña hermanita, que era toda una mujer, hermosa, tiene una voz tan tierna que me domina, me hace hacerle todo lo que ella quiere, siento que mi hermana es lo que tenia, pero ahí es cuando llego mi hija, ahora tengo a las dos personas importantes para mí, ella y mi hija, que daría la vida sin pensarlo.

Hoy, es de noche, otra noche más para salir, mi hija se había dormido hace cinco minutos y terminamos “peleados” porque ella no se quiere bañar, no sé qué le pasa con el baño, pero nunca quiere bañarle, le pedido de ayuda a Ivette, pero ni ella puede hacerle caso, no sé qué hare con esa niña, a lo mejor cuando creciera un poco mas cambiara de opinión pero tengo que chantajearla para que se bañe, pero es tan terca..-Igual que su padre-Me eche a reír un poco, porque me vea asi cuando tenía esa edad. Pero ahora tengo ganas de hablar con mi hermana, tengo ganas de hablarle acercas de algo, necesito desahogarme con mi hermana, la única persona que me entiende, me apoya y sobre todo me da ánimos para hacerlo, iré a buscarla en su trabajo, me asomo un poco al cuarto de Abigeil, que está profundamente dormida, le hago una seña a la nana de ella, que saldré ella asiente y me retiro de mi hogar, saliendo de esta y encaminando hacia la zona de los gitanos, donde de seguro ella estará en estos momento, ya sea en el circo o en su carreta que muchas veces le dicho que se venga a vivir conmigo pero ella dice que no, bueno, hay que hacerle caso a una mujer y sobre todo su es la hermana.

Y ahora estoy rumbo hacia la carreta de mi hermana, mirando a la pocas personas que están vagando por las calles de parís, mis pasos eran lentos, con clama, no tenía prisa en llegar, si estuviera dormida la dejaría dormir y estando cercas de ella, cuando viera el sol salir, le tocaría la puerta para que me diera refugio y estar con ella durante el día, aunque soy un poco egoísta por no pensar en Abi, pero prácticamente estoy con ella todos los días y con Ivette no, asi que hasta la noche de mañana estaré con mi hermana, entrecerré un poco mis ojos y cruce mis manos enfrente de mi pecho, “respirando” para que no sospecharan los humanos que pasaban cercas de mi, cuando enfoque mi mirada hacia enfrente, mi sorpresa era que estaba ya en la zona de gitanos…-Pero….como llegue tan rápido-Susurre, sin pensarlo camine rápido, pero bueno el punto esque estaba en aquí y ahora era tiempo de ver a mi hermana, iría a s carreta, pero como si el destino me pusiera las cosas en bandeja de plata, mire la silueta de mi hermana, su olor era inconfundible para mi, corría hacia ella-¡Ivette!-Grite su nombre parándome a unos metros de ella para comenzar a correr-¡Hermana!-Mi sonrisa se alargo más y cuando la tuve cercas la tome de la cintura y la abrace fuerte-Te extrañe…-Le susurre en el odio para darle un beso en su cabeza-Diablilla te me escapas-Baje un poco mi cabeza para mirarla y con esa sonrisa me quede callado, esperando su respuesta.

por **Ivette Van Wijs** Sáb Dic 08, 2012 11:45 am

Las luces del amanecer era lo que más le gustaba, eran siempre divinas ante sus ojos, estaba en aquel lugar, con una gran camisón que era lo único que cubría su desnudez, todavía era muy temprano para llegar a adornar su cuerpo con diferentes prendas, así que entre sabanas y cojines de diferentes colores se mantenía caliente mientras los primeros rayos del sol tocaban aquel rostro que se comenzaba a asomar curiosa por la pequeña ventana que había por ahí cerca, rápidamente salto de aquella cama improvisada sacando de un tirón el camisón que tenia, dejando su desnudez fuera tocada por los rayos del sol, mostrando que ya no era un pequeña niña, ya era toda una mujer hecha y derecha. Rápidamente se coloco una falda de color blanco mientras una camisa holgada de color naranja cubría su cuerpo y la ajustaba con una correa ancha haciendo que se ajustara a su cuerpo. Hoy no tenia funciones, solamente se tenía que levantar a buscar el pan de hoy, buscaría un poco de leche y algunos huevos de las gallinas de sus compañeros, luego solamente disfrutaría el día manteniendo a los animales del circo bien alimentados, pero para eso debía apresurarse a terminar de alimentarse ella.

Su desayuno fue rápido, antes de que la primera carreta para el circo llegara, prácticamente fue la primera en llegar al lugar de los domadores, aunque en realidad ella tenía sus propios animales para sus funciones, deseaba poder ganarse la confianza de aquellos para comenzar nuevos actos con mas animales. A cada uno le dio un trato especial como siempre lo hacía, termino rápido y así como se vino se fue. Aunque era una chica sociable, en ocasiones se le hacía difícil sociabilizar con las personas, se encerraba mucho en su mundo que muy pocas personas tenía la oportunidad de llegar a conocerla bien, solamente tenía a sus animales que aquel viejo le había enseñado y ayudado a domar.

Ya el día había pasado, estaba con uno de sus gatos montes, con el que realizaba una presentación con otros tres, comía un poco de pan y queso de cabra sentados en un banco cerca de su carroza en donde Vivian, no muy lejos estaban unos dos caballos que le ayudaban a mover su casa y algunas jaulas con animales pequeños, los otros más grandes los mantenía por suerte en el circo. Ya la tarde se había ido llevo al animal a su lugar comenzado a caminar ella, ya era de noche, normalmente ya comenzaría a esperar que su hermano apareciera, pero conociéndolo un poco como lo conoce no importaba si estuviera dormida, este la despertaría, ya que muchas veces lo hacía. Odiaba la condición de aquel hombre que había encontrado una noche sufriendo por la luz del sol, como hubiera deseado que fuera de otra forma, pero debía mantenerse fuerte, su pequeña sobrina era humana y necesitaba todo el apoyo de un familiar humano, aunque tenía un padre generoso y amable solamente podría disfrutar unas pocas horas de la noche.

Sin darse cuenta giro su cuerpo encontrándose con el rey de roma, sonrió alzando la mano para animarlo y saludarlo con una agitación de manos-Darch!!-grito animada mientras este llegaba con rapidez a su lado, dejo salir una leve risa nerviosa mientras sus ojos mostraban aun mas ternura de lo normal. Sintió como los brazos de aquel vampiro se acercaban a su estrecha cintura rodeándola, ella lo abrazo rodeando su cuello para unir su mejilla con la de él, pudo sentir el frio de esta en su piel caliente, aquello solamente la hizo estremecer un poco, pues ya estaba acostumbrada a su rostro que tenia la misma sensación cuando tocaban mármol –Lo sé…! Soy como una droga no me puedes dejar- bromeo riendo mientras recibía el beso como niña pequeña para luego realizar un leve puchero –debo trabajar por mi sola Darch y sabes que no aceptare ninguna ayuda tuya- sentencio tocándole con el dedo índice su nariz mientras sonreía ampliamente –pero bueno, también te he extrañado tonto, además de que no importa donde este, tu siempre me encontraras- se alzo de puntitas para poder llegar al mentón para depositar un tierno beso en aquella parte para luego reír suavemente.

Se separo un poco de el mirando a su alrededor con cierto recelo, pero no había nadie cerca, eso era bueno, no le gustaría que el se metiera problemas por culpa de ella. Fijo su mirada en la de su hermano notando en aquellos ojos la necesidad infinita de entablar una conversación ladeo un poco su rosto-¿Cómo vas con Abil? Esa niña debe ser mas traviesa que yo-

por **Drach Stronghold** Dom Feb 03, 2013 10:53 am

Siempre había querido una familia, una hermosa familia con una esposa ejemplar y digna para mí, unos hijos, cuatro tal vez corriendo por la casa, diciéndome “Papa” siempre había querido eso, fue uno de los sueños más bonito que he tenido, pero simplemente será eso: Un sueño. Me gustaba ser cazador, me encanta serlo, atrapar a los sobre naturales, matarlos enfrente de mi pero “El cazador se volvió la presa” me volví una presa para uno y ahora soy un vampiro matando a los cazadores, cuando alguna vez fui yo ¿Patético no?, después conocí a mi difunta esposa, con la que pase unos años hermosos, ella sabía de mi condición vampírica y así ella me acepto con lijo de detalle, fue una persona muy importante en mi vida, después ella murió manos de un vampiro igual que yo, lo andaba buscando, moví cielo, mar, tierra pero ni así lo encontré, cuando por fin di con él, alguien se cruzó en mi camino, mi hermana Ivette, una hermosa mujer, que me ayudo a no morir, le agradecí, ella me salvo, desde ese momento se volvió importante, y la adopte como mi hermana nunca la he visto como una mujer y es tan hermosa pero para mí ella es y será mi hermana. Después de eso, al tiempo llego Abi, mi hija, una pequeña niña a la que adoro con toda mis fuerzas, ella, mi pequeña bebe ha ilumino por completo aquel vacío que Ivette por completo no lleno, y ahora con mis dos mujercitas me siento tan feliz de tenerlas conmigo, a mi lado. Y ahora al tenerla en mis brazos me siento completo, Ivette es una gitana, me encanta su trabajo, aunque siempre la he querido ayudar pero ella no se deja, la pequeña tiene su orgullo, digna de ser mi hermana, aunque no llevemos el mismo apellido, muchas veces le dije que si le ponía mi apellidos pero ella no quise y no insistí nuevamente porque no quiero que se enoje conmigo aunque sea una mujercita adorable tiene su genio, un genio que no quiero ver.

Cada uno es como es, y ella es única como yo soy única cuando salimos de noche (Porque suelo invitarla a cenar, o a pasear en sus días de descanso) me llevo conmigo a mi hija, sobrina de Ivette, ella la quiere mucho y eso me agrada y no se diga de Abi, adora a su tira; cuando salimos hay personas (Especialmente señoras) que dice “Que bonita familia” “Su esposa e hija son hermosas” y tengo que negar rápidamente, diciéndole “No señora, ella es mi hermana” Y se me sale una sonrisa traviesa al ver cada vez eso el sonrojo de Ivette, me dan granas de protegerla como una niña pequeña a mi hermana, a mi hermana…Es hermosa mi hermana, y es mucho mujer para cualquier nene de papa, ella merece a un hombre, espero que todavía no tenga pretendiente porque me enojaría, como su hermano mayor le debe de dar el visto bueno, investigarlo, porque Ivette merece un hombre que la sepa valorar, que la sepa respetar y sobre todo no le sea infiel, eso, eso nunca se lo perdonaría aquel hombre, si se casara con ella sea porque la ama de verdad y no simple calentura, he dicho.

Al tenerla en mis brazos me alegra tanto, que hasta una sonrisa parece e mi rostro, escucho mi nombre salir por sus labios, ella era digna de decirme así, me gusta que me llame por mi nombre, es mi tesoro más preciado, al hablar de ese modo podría malinterpretarse pero yo se mis sentimientos hacia ella y sé que no la podría ver como una mujer ¿verdad? Cierro los ojos un momento al oler aquel aroma exquisito que siempre suele llevar ella, sonrió y abre los ojos cuando siente el abrazo por el cuello, mientras mis brazos están alrededor de su cintura-Claro, una droga…uf! Siento una necesidad de ti, porque si no “te pruebo” me enfermare hasta el punto de enloquecer-De igual bromee con eso, mirándola de rejo, al mirar su dedo sobre mi nariz y escuchar lo que dice solo rodo los ojos, siempre pasaba lo mismo cuando me miraba; ella no quería mi ayuda absolutamente nada de mí, como; Dinero, según ella trabaja y estoy correcto pero es mi hermana y la debo de ayudar de un modo ¿o no? Una risa salió de mis labios cuando escuche decir eso de ella-Claro, te debo de localizar hasta debajo de las piedras, porque tú nunca te escaparas de mí, pequeña diablillo, eres como una pequeña niña-Rio al sentir el beso en mi mentón y la miro fijamente a los ojos arqueando una de mis cejas. De igual manera me separa de mi ella; Ivette y la mire, mirando, localizando una herida, pero en “vista” que no tenía nada me tranquilice, no quería que ella estuviera lastimada si eso pasaría aquí ardería y hablo muy enserio, si señor nadie toca lo que más quiero, y solamente son dos personitas, después mi mirada regreso al rostro ladeado de ella y sonriendo tras la pregunta-Ella, como siempre no quiere bañarse es un problema no sé qué hare con esa niña la verdad Ivette, porque cada vez es peor las discusiones por el baño, aunque tenga cuatro años de edad es una niña que desespera mucho pero la quiero de todos modos; termino bañado igual que ella y bueno…-Me volví acercar y abrazarla y estrechándola en mi cuerpo-Enserio que te extrañe, me dan celos tu circo que estés más acá que en la casa conmigo y tu sobrina….-Dije, sin ninguna mentira, estaba celoso por no tener a mi hermana conmigo.

por **Ivette Van Wijs** Lun Mar 25, 2013 9:41 pm

No pudo evitarlo, simplemente comenzó a reírse, aquella niña siempre iba a ser un problema para Darch, pero lo único bueno era que lo había sentir más humano, más vivo que nunca, tal vez por eso también la trataba como una hermana, por su necesidad inminente de sentirse como un humano. Dejo que su mente se fuera, divagara por uno segundos entre los brazos de aquel muerto viviente que quería tanto, alzo su mirada cuando este le hablo riendo nuevamente. Si era tonto, él sabía que no podía estar tan cerca de ellos como deseara, Ivette siempre iba a hacer una mujer que le gustara la libertad ¡era gitana! Ninguna atadura debía estar en su cuerpo, además, si todos se enteraran de lo que su hermano era, todos estarían en problemas. Se retiro de el con suavidad para luego estirarse un poco y girar para que su vestido hiciera un lindo y esponjoso vuelo.

-No debes sentirte celoso hermano- dijo ella con dulzura –lo de abil… bueno el bañarse en ocasiones es tedioso, es una niña pequeña, pronto entenderá- debía admitir que a ella tampoco le gustaba bañarse, así que entendía a su pequeña sobrina más de lo que él podría pensar. Se alzo de hombros, pensaba que aquella niña era la perfecta para Darch, eran iguales, como si de la misma sangre fueran. Se arregosto a algún lugar que encontró, entrecerrando sus ojos mientras comenzaba a pensar en el destino de aquella pequeña, con el dolor de su alma debía hablarle claro a su hermano, el sabía lo que ella le diría, tal vez comenzaría a negar, pero era algo que ya era necesario y él lo sabía, pero al parecer no quería entender.

-Sabes muy bien que deberías dejar a Abil, deberías alejarte de ella- indico ella con cierta tristeza por la niña y por su hermano, pero debían aceptarlo, Abil crecería, el se quedaría en ese estado, Ivette ya lo comprendía y lo había aceptado. ¿Pero ella lo aceptaría igual? ¿si no lo hacía? ¿si rechazaba lo que era su padre cuando ella fuera más adulta? Eso sería el gran dolor para Darch, peor del que sería dejarla para que pudiera tener una vida normal. Ivette envejecía el no, tal vez para el ya era doloroso saber que la gitana tenía una fecha de muerte en su cuerpo, pues no era como él, pero la pequeña, la pequeña aun podría vivir feliz, su mente olvidaría rápidamente al hombre que la cuido por algunos años, pero la mente de darch ¿la olvidaría fácilmente? No, eso sería imposible –No quiero que te enojes conmigo, solamente es mi opinión- dijo alzándose de hombros esperando cualquier reacción de aquel hombre que tenia mas años de lo que aparentaba.

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