Buscando la pieza clave [Privado]

por **Gilbert Herkimer** Vie Nov 30, 2012 10:43 am

Tengo ganas de llorar, tengo ganas de desaparecer por completo, tengo…olvídalo, ya no tengo gana de nada, ya no quiero esta vida, han pasado 30 años de lo ocurrido y me siento mas perdido de lo que ya estoy ¿Desaparecer? Pero si ya estoy muerto, muerto y sigo en esta tierra, solo quiero encontrar un motivo para descansar en paz, pero mientras no lo encuentre seguiré entre los vivos. Me encuentro sentando en el césped del bosque, quise venir a estos lugares porque me ha llamado mucho la atención, me siento libre, puedo levitar, subirme a los arboles y si me caigo puedo hacerme transparente y no golpearme, se siente bien algunas horas pero después…me siento tan solo que no se que hacer. Quiero ver a mi hermanito, quiero verlo y estrecharlo en mis brazos es mi única familia se que esta muerto igual que yo…y se que me esta buscando como yo lo estoy buscando a el, tal vez esa será la razón del porque no puedo descansar en paz, a lo mejor necesito ver por ultima vez a mi hermano.

De un salto me levante tomando antes a Teófila, mi iguana, era una iguana sumamente importante para mi, es la que mi hermano mayor me la regalo, desde el momento que la tuve me encariñe mucho a ella, sobre todo si mi hermano fue la que me dio, Elvin es mi ídolo, siempre quise ser como el, pero las circunstancias nunca me lo permitían, con mi problema del corazón no podía hacer muchas cosas que el hacia, me sentía a veces un don nadie, una basura por tener esa maldita enfermedad, y ahora me siento mas desgraciado, porque estoy muerto y no se que hacer con mi vida…¿Vida? ¡JA! ¿Cuál? Si aquellos malditos me la arrebataron. Nunca he sentido odio y no pretendo sentirlo en este momento, solo que me da un poco de coraje porque vi como le arrebataron al vida a mi hermano y después a mi, morimos el mismo días y solo…solo quiero encontrarlo y eso hare, buscare por todas partes a mi hermano, esa es la clave, la clave de mi: Descanso en paz.

Pero donde podría empezar a buscar, donde-Ya se!, iré primero al puerto, ahí viajan muchas personas, llegan barcos...en fin! A ver si tengo suerte-Con esa mente positiva, empecé a caminar hacia el centro de parís para después irme al puerto que esta un poco retirado, pero no importaba, si era para encontrar a mi hermano haría eso y más, pero como se que a la primera lo encontrare y si no… ¡NO!-Mente Positiva, Mente Positiva!, si señor una mente positiva se abre muchos caminos-Reí ante mis enormes ánimos de encontrar a mi hermanito, y con esos ánimos llegue al centro de parís, donde miraba mucha gente no perdí oportunidad y empecé a buscarlo ahí, pero sin éxito, pero mis ánimos todavía seguían volando, mi destino era: El Puerto, y así será.

Tarde unos minutos en llegar pero finalmente estaba en la entrada del puerto, mirando a las personas que se bajaban de los barcos o que empezaron a subirse en ellos, solo faltaba ver si mi hermano se encontraba ahí, y mis pasos se hicieron lentos, pausados, tenia miedo…si miedo, apreté a Teófila fuerte y la abrace-Hermano…-Susurre, las personas podían verme, era un humano entre ellos pero yo sabia que ya no era humano, estaba muerto…murto buscando la pieza clave par regresar.

por **Selene Ladomie** Vie Nov 30, 2012 1:51 pm

Irse, marcharse,
todo es lo mismo, es cómo nacer o morir

Selene había salido para hacer varias cosas. Tenía que encontrar datos sobre una antigua familia, datos que tenía que dar para sus superiores. Era uno de los trabajos más cotidianos como espía. Y de las partes más sencillas. Pero también tenía unas cuantas cosas más que hacer. Como comprar algunas cosas para su pequeña casa y también ir de un lado para otro con ese libro que había tenido que conseguir. Ese libro que finalmente se había llevado de la biblioteca. Así que la bruja había acabado en el puerto sin comerlo ni beberlo. Las pistas la habían llevado hasta allí, hacia un lugar dónde la gente llegaba y se marchaba. Era un lugar por el que Selene sentía cierto aprecio...era muy agradable pensar que podías irte o regresar. A veces en su mente se formaban fantasías varias que terminaban convirtiéndose en sueños.
Cuando llegó al puerto contempló todo lo que había a su alrededor. Había muchísima gente aquella mañana por allí...yendo de un lado para otro, recordando, despidiéndose o dándose la bienvenida. Selene se pasó la mano por la manga de su vestido blanco y se abrió paso suavemente entre la gente, buscando la pista que tanto deseaba encontrar.
Y entonces la vio. Sí. Vio la pista que tanto quería...o más bien debía encontrar. Selene se llevó la mano al sombrero blanco y corrió hacia el barco, dónde había muchísima gente subiéndose. Buscó entre la gente, incluso llegó hasta el punto de invocar un pequeño hechizo para verla mejor. Pero nada. Logró despistarla, se hizo paso entre la gente y volvió a desaparecer. Selene farfulló una grosería, pero en el fondo se sintió agradecida por ello. Así no tendría que entregar otra víctima...aunque tampoco tenía excusa por ello, y Selene lo sabía, pues tendría que encontrar a esa maldita pista tarde o temprano. Conseguir esa estúpida carta de esa persona que sabía que la tenía y que había huido con ella.
¡Que se fuera al carajo! Ya la atraparía cuando se pasara por la iglesia. Que lo haría. Selene se encogió de hombros y bajó por la escalinata del barco para seguir con sus compras.
Pero entonces vio algo. O más bien a alguien. La muchacha se bajó de la escalinata que conducía al barco y vio a un caballero que parecía preocupado, más que los demás, y abrazando a una...iguana. Aunque no era eso lo único que había llamado mi atención, pues algo le decía a Selene que ahí se ocultaba algo. Así que decidió acercarse al joven para ver si podía ayudarle en algo.
-Monsieur...¿se encuentra bien? Le veo como preocupado.-dijo con una sonrisa cordial. Tuvo que abrirse paso entre la gente para llegar hasta él, pero eso era algo fácil.

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