AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
2 participantes
Página 1 de 1.
Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
Dos semanas. Llevaba casi dos semanas en tierra, y lo que era más importante, casi dos semanas en la ciudad de París, sumido en aquel vibrante centro urbano. No podía decir que me había aburrido, pues, como siempre había logrado encontrar multitud de cosas interesantes que hacer, pero echaba de menos estar rodeado de naturaleza por todas partes en lugar de personas... en las ciudades siempre había demasiada gente, y acababa siendo sofocante. Así que aquella mañana me dirigí a las afueras de la ciudad, a la zona anterior a que empezara el bosque (pero aun así llena de hierba suave y salpicada por árboles) en la que muchos ricos habían construido sus mansiones, todas rodeadas de inmensos terrenos. Lo que seguramente significaba que ahora mismo estaba caminando por el jardín de alguien, pero no podía importarme menos.
Seguí caminando. Todo aquel verdor no era lo mismo que estar en medio del mar, no era lo mismo que sentir aquella sensación inefable de libertad cuando sólo veías agua infinita extenderse hasta el horizonte, pero era lo mejor que podría obtener hasta embarcarme de nuevo.
Pensé en los negocios que me habían hecho venir a aquel puerto, y aunque ciertamente me habían reportado un gran número de beneficios, no estaría satisfecho marchándome hasta que hubiera encontrado alguna otra fuente de riqueza que explotar. Había demasiados nobles con las bolsas cargadas de oro en París; Seguro que podría maquinar algo para aliviar a alguno de ese peso.
Seguí caminando. Todo aquel verdor no era lo mismo que estar en medio del mar, no era lo mismo que sentir aquella sensación inefable de libertad cuando sólo veías agua infinita extenderse hasta el horizonte, pero era lo mejor que podría obtener hasta embarcarme de nuevo.
Pensé en los negocios que me habían hecho venir a aquel puerto, y aunque ciertamente me habían reportado un gran número de beneficios, no estaría satisfecho marchándome hasta que hubiera encontrado alguna otra fuente de riqueza que explotar. Había demasiados nobles con las bolsas cargadas de oro en París; Seguro que podría maquinar algo para aliviar a alguno de ese peso.
Guy Reynard- Humano Clase Baja
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 08/12/2012
Localización : Somewhere in the sea
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
La humedad del sótano me abrumaba y el gélido viento que se filtraba por el estrecho ventanuco no ayudaba a hacer mi estancia allí más agradable, por lo que mejor pasear, pensé.
Salí por la puerta de la cocina que daba al jardín trasero de la casa de manera que ninguno de los chicos me escuchara escaparme a horas, como ellos llamarían, "indecentes" para una "dama".
Ciertamente el aire del exterior era menos asfixiante pero no por ello menos frío. Me abracé a mí misma buscando calor mientras mirando el cielo, distraída, paseaba alejándome poco a poco de mi residencia. Sólo un tropiezo repentino con un pequeño agujero entre el uniforme suelo me hizo despertar de mis ensoñaciones haciéndome percatarme de una sombra que aunque oscura parecía cercana. No me interesaba en absoluto si era un hombre, una mujer o incluso un oso, pero por saciar mi aburrimiento me decidí a gritar: -¡¿Hola?! ¿Hay alguien ahí?-
¿Qué estoy haciendo? Puede que esa "persona" busque intimiedad. ¿Debería irme por dónde he venido?
Creo que no hablé demasiado alto, para variar. Siempre hablaba demasiado bajo según decían pero hacer lo contrario se me hacía casi imposible. Algo irrealizable y con lo que no me sentiría cómoda.
-Disculpe, pero si busca intimidad podría buscarla en otro sitio...- Dije sin pensármelo dos veces casi como respuesta a mis pensamientos. Quise rectificar y pensar por lo que detuve mi paseo para reflexionar sobre la situación en la que me encontraba: estaba sola, de noche, lejos de la protección que le otorga a cada uno su hogar, hablaba o más bien gritaba a un extraño o extraña que podría estar esperando a que me acercara sólo unos pasos más...Sólo eso. Unos pasos más para clavarme un puñal y huir.
Definitivamente mi negatividad a veces cruzaba fronteras. De ninguna utilidad sería mi cadáver para nadie, por lo que esa cuestión quedaba resuelta. Mi vida no corría peligro pero..¿Y el resto? Podían raptarme...
Las ideas cada vez tomaban formas más extrañas a la vez que razonables dado el contexto lo que me provocó un estremecimiento. Le había gritado y ahora debía esperar, como cualquier persona haría, una respuesta.
Salí por la puerta de la cocina que daba al jardín trasero de la casa de manera que ninguno de los chicos me escuchara escaparme a horas, como ellos llamarían, "indecentes" para una "dama".
Ciertamente el aire del exterior era menos asfixiante pero no por ello menos frío. Me abracé a mí misma buscando calor mientras mirando el cielo, distraída, paseaba alejándome poco a poco de mi residencia. Sólo un tropiezo repentino con un pequeño agujero entre el uniforme suelo me hizo despertar de mis ensoñaciones haciéndome percatarme de una sombra que aunque oscura parecía cercana. No me interesaba en absoluto si era un hombre, una mujer o incluso un oso, pero por saciar mi aburrimiento me decidí a gritar: -¡¿Hola?! ¿Hay alguien ahí?-
¿Qué estoy haciendo? Puede que esa "persona" busque intimiedad. ¿Debería irme por dónde he venido?
Creo que no hablé demasiado alto, para variar. Siempre hablaba demasiado bajo según decían pero hacer lo contrario se me hacía casi imposible. Algo irrealizable y con lo que no me sentiría cómoda.
-Disculpe, pero si busca intimidad podría buscarla en otro sitio...- Dije sin pensármelo dos veces casi como respuesta a mis pensamientos. Quise rectificar y pensar por lo que detuve mi paseo para reflexionar sobre la situación en la que me encontraba: estaba sola, de noche, lejos de la protección que le otorga a cada uno su hogar, hablaba o más bien gritaba a un extraño o extraña que podría estar esperando a que me acercara sólo unos pasos más...Sólo eso. Unos pasos más para clavarme un puñal y huir.
Definitivamente mi negatividad a veces cruzaba fronteras. De ninguna utilidad sería mi cadáver para nadie, por lo que esa cuestión quedaba resuelta. Mi vida no corría peligro pero..¿Y el resto? Podían raptarme...
Las ideas cada vez tomaban formas más extrañas a la vez que razonables dado el contexto lo que me provocó un estremecimiento. Le había gritado y ahora debía esperar, como cualquier persona haría, una respuesta.
Elio Tarenzi- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 16
Fecha de inscripción : 15/12/2012
Edad : 242
Localización : Una mansión a las afueras de París
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
Seguía caminado mientras pensaba en estas cosas cuando escuché una voz a mi espalda, que me hizo detenerme de inmediato. ¿Quién preguntaba si había alguien ahí de forma tan repentina? Esperé atento por si volvía a escuchar algo, y así fue: "pero si busca intimidad podría buscarla en otro sitio..."
Lo encontré casi divertido, y con una media sonrisa en el rostro, me di la vuelta buscando a la propietaria de aquella voz femenina. Distinguí su figura a pocos metros, y caminé para acercarme.
—Buenos días a usted también, señorita. Sólo estaba paseando, la intimidad no me interesa sobremanera, pero creo que buscaré lo que me plazca donde desee, y si sabéis lo que os conviene, no trataréis de darme problemas —dije todo aquello en un tono ligero que casi hacía que resultara más amenazante, mientras me llevaba una mano al ala de mi sombrero marrón. Hoy hacía algo de frío, por eso me había puesto aquel sombrero y un largo abrigo de cuero marrón.
Supuse que estas tierras por las que había estado caminando formaban parte del jardín de aquella mujer, bastante bonita por cierto, pero no me importaba en absoluto, y me la quedé mirando sin vergüenza alguna.
Lo encontré casi divertido, y con una media sonrisa en el rostro, me di la vuelta buscando a la propietaria de aquella voz femenina. Distinguí su figura a pocos metros, y caminé para acercarme.
—Buenos días a usted también, señorita. Sólo estaba paseando, la intimidad no me interesa sobremanera, pero creo que buscaré lo que me plazca donde desee, y si sabéis lo que os conviene, no trataréis de darme problemas —dije todo aquello en un tono ligero que casi hacía que resultara más amenazante, mientras me llevaba una mano al ala de mi sombrero marrón. Hoy hacía algo de frío, por eso me había puesto aquel sombrero y un largo abrigo de cuero marrón.
Supuse que estas tierras por las que había estado caminando formaban parte del jardín de aquella mujer, bastante bonita por cierto, pero no me importaba en absoluto, y me la quedé mirando sin vergüenza alguna.
Guy Reynard- Humano Clase Baja
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 08/12/2012
Localización : Somewhere in the sea
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
Su actitud me pareció como poco arrogante. Por lo que pude saber no parecía buscar un ataque directo hacia mi persona, lo que me ayudó a respirar aliviada por unos segundos, antes de que su "amenaza" concluyera con esa postura.
No parece un noble...¿Quién será entonces para tener ese carácter?
Carraspeé queriendo darme unos segundos para responder a tan hábil y fugaz comentario que de alguna manera me retaba a quedarme en el sitio y responder o a irme y regresar como toda una señorita, como había dicho, a mi hogar dulce hogar.
-Disculpe, caballero. No era mi intención ofenderle, por lo que interpreto que tampoco usted ha intentado hacer lo mismo conmigo.-
Procuraba pensar rápido mientras mis ojos analizaban a la persona que en frente mía y diría que con actitud chulesca se mantenía de pie.
-Si busca lo que le plazca donde desea, entonces es imposible que mi presencia le cause problemas ya que mi persona hará lo mismo. Debo decir que no es...a usted a quien buscaba: un hombre al que desconozco paseando por mi jardín. Pero puesto que está usted pisando esta hierba, al menos quiero saber de quien son las huellas que dejará al marcharse...
Casi susurré esto último. Creo que lo había leído en alguno de los muchos libros de mi biblioteca, pero ahora que lo decía en voz alta casi sonaba cursi. ¿Cursi le llamaban? Bueno, de cualquier manera era ridículo. Si el caballero deseaba pasear que lo hiciera, a mi no me preocupaba en absoluto al igual que si el césped que pisaba era mío o no puesto que nunca me había preocupado la extensión de mis propiedades más allá de las paredes de la casa.
Realmente parecía curioso el encuentro dado que no teníamos en apariencia nada en común, pero sólo en apariencia, porque ¿no me había a mí llevado mis deseos de hacer lo que quería en un momento al mismo sitio al cual él había llegado? Quizás resultara más curioso de lo que en un principio me ha parecido...Y aun a riesgo de que durante este diálogo pudiera hacerme algo, decidí que la conversación podría continuar un poco más y así mostrarme cuán en común podía llegar a compartir con una persona así.
No parece un noble...¿Quién será entonces para tener ese carácter?
Carraspeé queriendo darme unos segundos para responder a tan hábil y fugaz comentario que de alguna manera me retaba a quedarme en el sitio y responder o a irme y regresar como toda una señorita, como había dicho, a mi hogar dulce hogar.
-Disculpe, caballero. No era mi intención ofenderle, por lo que interpreto que tampoco usted ha intentado hacer lo mismo conmigo.-
Procuraba pensar rápido mientras mis ojos analizaban a la persona que en frente mía y diría que con actitud chulesca se mantenía de pie.
-Si busca lo que le plazca donde desea, entonces es imposible que mi presencia le cause problemas ya que mi persona hará lo mismo. Debo decir que no es...a usted a quien buscaba: un hombre al que desconozco paseando por mi jardín. Pero puesto que está usted pisando esta hierba, al menos quiero saber de quien son las huellas que dejará al marcharse...
Casi susurré esto último. Creo que lo había leído en alguno de los muchos libros de mi biblioteca, pero ahora que lo decía en voz alta casi sonaba cursi. ¿Cursi le llamaban? Bueno, de cualquier manera era ridículo. Si el caballero deseaba pasear que lo hiciera, a mi no me preocupaba en absoluto al igual que si el césped que pisaba era mío o no puesto que nunca me había preocupado la extensión de mis propiedades más allá de las paredes de la casa.
Realmente parecía curioso el encuentro dado que no teníamos en apariencia nada en común, pero sólo en apariencia, porque ¿no me había a mí llevado mis deseos de hacer lo que quería en un momento al mismo sitio al cual él había llegado? Quizás resultara más curioso de lo que en un principio me ha parecido...Y aun a riesgo de que durante este diálogo pudiera hacerme algo, decidí que la conversación podría continuar un poco más y así mostrarme cuán en común podía llegar a compartir con una persona así.
Elio Tarenzi- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 16
Fecha de inscripción : 15/12/2012
Edad : 242
Localización : Una mansión a las afueras de París
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
Por su elegante atuendo y la forma de hablar, ligeramente particular, diría que aquella muchacha era de la alta sociedad, y si era así y además tenia una casa en aquella zona, como parecía ser el caso, debía tener una cantidad considerable de dinero. Interesante.
Parecía bastante joven, además, lo que significaba más fácil de manipular. No era que estuviera trazando ningún plan concreto en aquel momento, pero siempre que me encontraba en una situación similar no podía evitar pensar en las posibilidades. ¿Qué podía hacer una mujer joven con tanto dinero, de todas formas? Gastarlo en vestidos y joyas, y seguro que yo podría encontrarle algún uso mejor.
—Creedme, preciosa, hace falta mucho más que eso para ofenderme —dije, encontrándolo bastante divertido. Los piratas y marineros podían tener una forma de hablar bastante brusca y ofensiva para algunos, y era fácil acostumbrarse tras años en el mar. Cualquiera que tratara de ofenderme tendría que esforzarse muchísimo. Y ofenderla a ella o no hacerlo ni se me había pasado por la cabeza, así que podía tomarlo como le pareciera—. Y ya que como tan elocuentemente ha explicado usted, no puede causarme problemas, veo adecuado presentarme... Soy Guy Reynard, marinero y capitán de barco, a su servicio —hice una pequeña imitación de una reverencia, con un brillo burlón en mis ojos, y esperé a que ella me revelara su nombre.
Me había presentado como marinero porque, obviamente, no podía ir por ahí diciendo que era pirata sin más. Me enorgullecía de lo que hacía, pero era lo bastante listo como para mentir o reservarme información si eso significaba evitarme algunos problemas.
Parecía bastante joven, además, lo que significaba más fácil de manipular. No era que estuviera trazando ningún plan concreto en aquel momento, pero siempre que me encontraba en una situación similar no podía evitar pensar en las posibilidades. ¿Qué podía hacer una mujer joven con tanto dinero, de todas formas? Gastarlo en vestidos y joyas, y seguro que yo podría encontrarle algún uso mejor.
—Creedme, preciosa, hace falta mucho más que eso para ofenderme —dije, encontrándolo bastante divertido. Los piratas y marineros podían tener una forma de hablar bastante brusca y ofensiva para algunos, y era fácil acostumbrarse tras años en el mar. Cualquiera que tratara de ofenderme tendría que esforzarse muchísimo. Y ofenderla a ella o no hacerlo ni se me había pasado por la cabeza, así que podía tomarlo como le pareciera—. Y ya que como tan elocuentemente ha explicado usted, no puede causarme problemas, veo adecuado presentarme... Soy Guy Reynard, marinero y capitán de barco, a su servicio —hice una pequeña imitación de una reverencia, con un brillo burlón en mis ojos, y esperé a que ella me revelara su nombre.
Me había presentado como marinero porque, obviamente, no podía ir por ahí diciendo que era pirata sin más. Me enorgullecía de lo que hacía, pero era lo bastante listo como para mentir o reservarme información si eso significaba evitarme algunos problemas.
Guy Reynard- Humano Clase Baja
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 08/12/2012
Localización : Somewhere in the sea
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
Atendí a que su atuendo, aunque marinero, no parecía de un capitán, al menos no como los había conocido en las costas de Palermo. Esos capitanes llevaban sombreros con remarques y bordados en dorado sobre suaves pieles de terciopelo. Dejaban reposar en sus trajes botones brillantes junto con alguna que otra medalla malgastada de cobre o algún mineral de ese tipo.
Este caballero que se acababa de presentar como "capitán" más bien parecía un ladrón con sombrero. No percibí que sus intenciones o sentimientos se alteraran en ningún momento lo que me provocó un nuevo escalofrío ante tanta desinteresada actuación. Si creía que me había engañado con respecto a su trabajo iba mal encaminado...Pero estando como estaba, desprovista de un arma para defenderme o una ropa más cómoda para huir, lo mejor era alargar la conversación un poco más. Y así seguir tanto como fuera necesario hasta llevarlo a un terreno más seguro para mí.
-Un placer.- Mi reverencia fue una mera inclinación. Mis modales habían pasado a un segundo plano mientras intentaba sacar un tema de conversación, comprender sus intenciones y por supuesto responder a su presentación.
-Elio Tarenzi.- Maldije mi nombre en ese momento al recordar que podía haber escuchado sobre los Tarenzi, comerciantes de joyas. De esa manera me exponía a un peligro innecesario. Por otra parte agradecí mi decisión por escoger un vestido elegante pero no descaradamente caro, lo que quizás enturbiara sus pensamientos sobre mi clase social. De cualquier manera, si no se había dado cuenta ya, poco le faltaba: tenía una casa con terrenos, un vestido, y hablaba como una dama, aunque no quisiera reconocerlo.
-No gastaré mis fuerzas en intentarlo. Puedo prometérselo.- Creé unos segundos se silencio para mi nueva pregunta: -Mi pregunta es...¿qué hace un marinero aquí, en medio de tierra firme, a las afueras de una ciudad con un comercio marítimo tan restringido?- Sabía de lo que hablaba y no le permitiría un intento más de engaño. Sólo necesitaba prestar gran atención a sus emociones y saber entenderlas.
Este caballero que se acababa de presentar como "capitán" más bien parecía un ladrón con sombrero. No percibí que sus intenciones o sentimientos se alteraran en ningún momento lo que me provocó un nuevo escalofrío ante tanta desinteresada actuación. Si creía que me había engañado con respecto a su trabajo iba mal encaminado...Pero estando como estaba, desprovista de un arma para defenderme o una ropa más cómoda para huir, lo mejor era alargar la conversación un poco más. Y así seguir tanto como fuera necesario hasta llevarlo a un terreno más seguro para mí.
-Un placer.- Mi reverencia fue una mera inclinación. Mis modales habían pasado a un segundo plano mientras intentaba sacar un tema de conversación, comprender sus intenciones y por supuesto responder a su presentación.
-Elio Tarenzi.- Maldije mi nombre en ese momento al recordar que podía haber escuchado sobre los Tarenzi, comerciantes de joyas. De esa manera me exponía a un peligro innecesario. Por otra parte agradecí mi decisión por escoger un vestido elegante pero no descaradamente caro, lo que quizás enturbiara sus pensamientos sobre mi clase social. De cualquier manera, si no se había dado cuenta ya, poco le faltaba: tenía una casa con terrenos, un vestido, y hablaba como una dama, aunque no quisiera reconocerlo.
-No gastaré mis fuerzas en intentarlo. Puedo prometérselo.- Creé unos segundos se silencio para mi nueva pregunta: -Mi pregunta es...¿qué hace un marinero aquí, en medio de tierra firme, a las afueras de una ciudad con un comercio marítimo tan restringido?- Sabía de lo que hablaba y no le permitiría un intento más de engaño. Sólo necesitaba prestar gran atención a sus emociones y saber entenderlas.
Elio Tarenzi- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 16
Fecha de inscripción : 15/12/2012
Edad : 242
Localización : Una mansión a las afueras de París
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
Así que Tarenzi. Un apellido italiano que estaba seguro de haber escuchado alguna vez, pero que por el momento no lograba ubicar. Hacía tiempo que no navegaba por aquella zona, pues últimamente buscaba mis presas en otras rutas comerciales más activas, y mis recuerdos sobre el lugar estaban algo olvidados.
Fingí pensar en su pregunta durante unos instantes antes de responder, como si explicar mis complicados asuntos económicos a una muchachita como ella me resultara difícil.
—No quiero aburrirla con los detalles, pero sí, estoy aquí por negocios... Ya sabe, el mercado y el comercio están allí donde uno los busca —por el tono que había empleado al hacer esa pregunta la chica se olía que algo de lo que había dicho no era del todo cierto, a pesar de mi convincente forma de mentir. Quizá mi aspecto hacía que desconfiara más de lo normal. Bueno, ¿Y qué más me daba lo que creyera, o lo que supiera?—. Tengo... ciertos contactos en la ciudad, y negocios a los que atender. Seguro que comprende lo ajetreada que puede ser la vida de un marino —volví a mentir incluso con más seguridad, tranquilo, sin dudar un sólo momento. Entonces, aún mirándola fijamente a los ojos, enarqué una ceja y di unos pasos para acercarme un poco más a ella, con toda la intención de ponerla nerviosa— Y yo también podría preguntarle algo... ¿Qué hace una chica tan joven y bonita saliendo a pasear sola, sin acompañante alguno que garantice su seguridad? Podría pasarle cualquier cosa... —añadí aquello último con una voz ligeramente más profunda de lo habitual, exteriormente serio, pero encontrando toda la situación bastante entretenida interiormente. Tenia ganas de ver como reaccionaba. Y lo cierto es que no podía haber pedido una distracción mejor para pasar aquella mañana.
Fingí pensar en su pregunta durante unos instantes antes de responder, como si explicar mis complicados asuntos económicos a una muchachita como ella me resultara difícil.
—No quiero aburrirla con los detalles, pero sí, estoy aquí por negocios... Ya sabe, el mercado y el comercio están allí donde uno los busca —por el tono que había empleado al hacer esa pregunta la chica se olía que algo de lo que había dicho no era del todo cierto, a pesar de mi convincente forma de mentir. Quizá mi aspecto hacía que desconfiara más de lo normal. Bueno, ¿Y qué más me daba lo que creyera, o lo que supiera?—. Tengo... ciertos contactos en la ciudad, y negocios a los que atender. Seguro que comprende lo ajetreada que puede ser la vida de un marino —volví a mentir incluso con más seguridad, tranquilo, sin dudar un sólo momento. Entonces, aún mirándola fijamente a los ojos, enarqué una ceja y di unos pasos para acercarme un poco más a ella, con toda la intención de ponerla nerviosa— Y yo también podría preguntarle algo... ¿Qué hace una chica tan joven y bonita saliendo a pasear sola, sin acompañante alguno que garantice su seguridad? Podría pasarle cualquier cosa... —añadí aquello último con una voz ligeramente más profunda de lo habitual, exteriormente serio, pero encontrando toda la situación bastante entretenida interiormente. Tenia ganas de ver como reaccionaba. Y lo cierto es que no podía haber pedido una distracción mejor para pasar aquella mañana.
Guy Reynard- Humano Clase Baja
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 08/12/2012
Localización : Somewhere in the sea
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
Se había acercado. De alguna manera su presencia no me producía una sensación agradable, pero tampoco tenía miedo. Ya había sopesado las posibilidades: robo, violación, muerte...Ninguno de ellos eran de interés para él y tampoco de gran preocupación para mí. ¿Qué podría robarme? ¿Un vestido? Por suerte no llevaba joya alguna como era habitual en mí. Podría haberse dado cuenta lo que añadía puntos a mi seguridad.
¿Una violación? Seguramente serían de su agrado mujeres de prominentes curvas, con labios carnosos y estrechos corsés, como todos los hombres. No cumplía yo ninguno de sus, como imaginaba, posibles deseos por lo que el terror inicial empezaba a delinearse, irónicamente, en un extraño sentimiento de superioridad.
-Ciertamente como piensa los comprendo, conozco...conocía a otros marinos y sus ajetreados negocios.- No quería que de ninguna manera llegara a relacionarme con los negocios de mi padre como comerciante marítimo pero a veces decía lo que pensaba tan segura de que era correcto, que simplemente dejaba que las palabras se materializaran fuera de mis labios sin haberlas pasado por un segundo filtro mental.
-No me entrometeré más en sus negocios...dado que no es propio de una dama hacerlo...- Me dolió escuchar eso dicho por mí misma dado que siempre lo había tenido que oír por parte de mi padre o mi madre quienes se esforzaban en educarme de esta manera en que ahora me comportaba.
-Pero eso no niega mi curiosidad. Como respuesta a su pregunta paseaba, al igual que aseguró usted hace un momento. Digamos que las paredes empezaban a caérseme encima y necesitaba respirar. Pero no debería ser de su interés si estoy segura en mis propiedades o no, ya que no encuentro amenaza alguna hacia una dama en este momento.-
Sonreí algo nerviosa.
Sus ojos se clavaban en los míos y quise sostener su mirada con seguridad pero el pelo se me echó a la cara procurándome el ansiado escondite que necesitaba en ese momento. Al fin y al cabo solo era una joven y aunque mi racionalidad me había ayudado a tranquilizarme, siempre quedaba hueco para el azar o la sorpresa. Si realmente el llamado "Reynard" me sorprendiera esto sería muy interesante, pero ello no quiere decir que la sorpresa tuviera que ser agradable.
Hiciera lo que hiciera, pasara lo que pasara podría hacer que apareciera cualquier cazador en algún momento o simplemente hacer aparecer algo que lo asustara dándome tiempo a escapar. Ahora que casi podía oler el peligro aunque lo intentara esconder, los instintos animales de correr a casa me embargaban.
¿Una violación? Seguramente serían de su agrado mujeres de prominentes curvas, con labios carnosos y estrechos corsés, como todos los hombres. No cumplía yo ninguno de sus, como imaginaba, posibles deseos por lo que el terror inicial empezaba a delinearse, irónicamente, en un extraño sentimiento de superioridad.
-Ciertamente como piensa los comprendo, conozco...conocía a otros marinos y sus ajetreados negocios.- No quería que de ninguna manera llegara a relacionarme con los negocios de mi padre como comerciante marítimo pero a veces decía lo que pensaba tan segura de que era correcto, que simplemente dejaba que las palabras se materializaran fuera de mis labios sin haberlas pasado por un segundo filtro mental.
-No me entrometeré más en sus negocios...dado que no es propio de una dama hacerlo...- Me dolió escuchar eso dicho por mí misma dado que siempre lo había tenido que oír por parte de mi padre o mi madre quienes se esforzaban en educarme de esta manera en que ahora me comportaba.
-Pero eso no niega mi curiosidad. Como respuesta a su pregunta paseaba, al igual que aseguró usted hace un momento. Digamos que las paredes empezaban a caérseme encima y necesitaba respirar. Pero no debería ser de su interés si estoy segura en mis propiedades o no, ya que no encuentro amenaza alguna hacia una dama en este momento.-
Sonreí algo nerviosa.
Sus ojos se clavaban en los míos y quise sostener su mirada con seguridad pero el pelo se me echó a la cara procurándome el ansiado escondite que necesitaba en ese momento. Al fin y al cabo solo era una joven y aunque mi racionalidad me había ayudado a tranquilizarme, siempre quedaba hueco para el azar o la sorpresa. Si realmente el llamado "Reynard" me sorprendiera esto sería muy interesante, pero ello no quiere decir que la sorpresa tuviera que ser agradable.
Hiciera lo que hiciera, pasara lo que pasara podría hacer que apareciera cualquier cazador en algún momento o simplemente hacer aparecer algo que lo asustara dándome tiempo a escapar. Ahora que casi podía oler el peligro aunque lo intentara esconder, los instintos animales de correr a casa me embargaban.
Elio Tarenzi- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 16
Fecha de inscripción : 15/12/2012
Edad : 242
Localización : Una mansión a las afueras de París
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
Así que decía conocer a otros marineros... ¿Serían los Tarenzi una familia de comerciantes marítimos? Ahí había una posible explicación para su riqueza. Debía tenerlo en cuenta.
—No esperaría menos de una dama como usted —comenté cuando dijo que no se entrometería más en mis negocios. No era que me importara demasiado, pues si hubiera querido más explicaciones podría haberme inventado lo que hiciera falta en aquel mismo momento, hilando historias hasta que estuviera satisfecha. Ya había empezado a perfilar algunas... casi me daba pena no tener que llegar a utilizarlas.
Escuché su explicación de porqué estaba paseando sola por allí con atención, sin que se me escapara el nerviosismo que revelaba su sonrisa. Debía tener una familia extremadamente liberal si le permitían salir a pasear sin llevar un acompañante oficial, o... ¿Sería posible que viviera sola en una de aquellas mansiones? No parecía muy probable debido a lo joven que aparentaba ser, pero últimamente nunca se sabía. Y lo cierto es que eso sería increíblemente conveniente.
—No es inteligente asumir tan pronto si alguien resulta una amenaza para su persona, señorita. Obviamente, yo soy un respetable hombre de negocios y no le deseo ningún mal—conseguí mantenerme serio, aunque me costó un poco no reírme ante aquella mentira tan evidente. Incluso a mí me parecía estirarlo demasiado—. Pero si se hubiera encontrado con otra persona... Bueno, digamos que aquí, en medio de las afueras y tan lejos de ninguna parte, nunca se sabe lo que puede ocurrir, ¿No es así?
Le dediqué una intensa mirada amenazante durante un momento, antes de romper a reír.
—Perdóneme, tengo un sentido del humor un poco extraño. No pretendo asustarla, milady. Ahora que se ha encontrado conmigo, yo puedo ser su acompañante, y así la protegeré de cualquier cosa que pueda ocurrirle. ¿Porqué no pasea un rato conmigo?
—No esperaría menos de una dama como usted —comenté cuando dijo que no se entrometería más en mis negocios. No era que me importara demasiado, pues si hubiera querido más explicaciones podría haberme inventado lo que hiciera falta en aquel mismo momento, hilando historias hasta que estuviera satisfecha. Ya había empezado a perfilar algunas... casi me daba pena no tener que llegar a utilizarlas.
Escuché su explicación de porqué estaba paseando sola por allí con atención, sin que se me escapara el nerviosismo que revelaba su sonrisa. Debía tener una familia extremadamente liberal si le permitían salir a pasear sin llevar un acompañante oficial, o... ¿Sería posible que viviera sola en una de aquellas mansiones? No parecía muy probable debido a lo joven que aparentaba ser, pero últimamente nunca se sabía. Y lo cierto es que eso sería increíblemente conveniente.
—No es inteligente asumir tan pronto si alguien resulta una amenaza para su persona, señorita. Obviamente, yo soy un respetable hombre de negocios y no le deseo ningún mal—conseguí mantenerme serio, aunque me costó un poco no reírme ante aquella mentira tan evidente. Incluso a mí me parecía estirarlo demasiado—. Pero si se hubiera encontrado con otra persona... Bueno, digamos que aquí, en medio de las afueras y tan lejos de ninguna parte, nunca se sabe lo que puede ocurrir, ¿No es así?
Le dediqué una intensa mirada amenazante durante un momento, antes de romper a reír.
—Perdóneme, tengo un sentido del humor un poco extraño. No pretendo asustarla, milady. Ahora que se ha encontrado conmigo, yo puedo ser su acompañante, y así la protegeré de cualquier cosa que pueda ocurrirle. ¿Porqué no pasea un rato conmigo?
Guy Reynard- Humano Clase Baja
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 08/12/2012
Localización : Somewhere in the sea
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
Su propuesta no me dejaba una posible salida. De nuevo reconocí sus palabras como un reto: quedarme o huir. Su risa y comentarios denotaban su tranquilidad frente a la situación. Tenía sentido: ¿de qué iba a temer? Cómo mucho podría hacer aparecer una sombra de repente o que un par de conejos salieran corriendo ruidosamente para asustarlo. Nunca había intentado controlar a nadie y no sabía si lo lograría o simplemente qué ocurriría. La idea me asustaba pero llegado el momento quizás tuviera que recurrir a las artes que llevo tanto tiempo estudiando teóricamente. Quizás llegara el momento de llegar a la práctica.
Debía tener sangre fría, calcular la situación y no perderle de vista ni un segundo, a la vez que me mostraba segura de mí misma, cómoda con la curiosa compañía. Un nuevo conocido...cuyo carácter no terminaba de agradarme, pero decirle "adiós, muy buenas" no era una opción. Sé que me está mintiendo y sé que lo seguirá haciendo pensando que me lo he creído...Seguiré con esto teniendo esto muy en cuenta.
-Parece usted muy seguro de poder protegerme de aparecer un peligro real en este mismo momento. Por lo que veo ni siquiera ha sopesado la posibilidad de que pueda ir armada.- Quería cambiar la situación y quebrar esa sonrisa que parecía psicoanalizarme a cada momento. Ver cómo un simple y sencillo mortal puede creerse tan superior dependiendo de la situación...llegaba a entretenerme.
Aparté el pelo de mi cara colocándolo tras mi oreja y sonreí débilmente por un instante.
-Aun así será un placer acompañarle. Confío en que me brindará usted esa seguridad que promete sin faltar a su palabra con una dama.- Terminé esa frase de nuevo casi en un susurro. Aunque había seleccionado mis palabras buscando esa connotación de "caballero en auxilio de una dama" para llegar a su "hombría", no estaba segura de lograr alcanzar dicha zona. Si lo lograba quizás empezaría a mantener una conversación con la verdadera persona con la que me había encontrado, dejando atrás a esa fantasiosa imagen de caballero costosamente en pie, al menos para mí.
Comencé así a caminar sin prisa alguna y dejando las manos caer a los lados de mi cuerpo en una postura más cordial y cómoda que la que sería apropiada. Espero que esa descripción que hizo de la situación donde "nunca se sabe lo que pueda ocurrir" no tuviera nada que ver con sus verdaderas intenciones.
Debía tener sangre fría, calcular la situación y no perderle de vista ni un segundo, a la vez que me mostraba segura de mí misma, cómoda con la curiosa compañía. Un nuevo conocido...cuyo carácter no terminaba de agradarme, pero decirle "adiós, muy buenas" no era una opción. Sé que me está mintiendo y sé que lo seguirá haciendo pensando que me lo he creído...Seguiré con esto teniendo esto muy en cuenta.
-Parece usted muy seguro de poder protegerme de aparecer un peligro real en este mismo momento. Por lo que veo ni siquiera ha sopesado la posibilidad de que pueda ir armada.- Quería cambiar la situación y quebrar esa sonrisa que parecía psicoanalizarme a cada momento. Ver cómo un simple y sencillo mortal puede creerse tan superior dependiendo de la situación...llegaba a entretenerme.
Aparté el pelo de mi cara colocándolo tras mi oreja y sonreí débilmente por un instante.
-Aun así será un placer acompañarle. Confío en que me brindará usted esa seguridad que promete sin faltar a su palabra con una dama.- Terminé esa frase de nuevo casi en un susurro. Aunque había seleccionado mis palabras buscando esa connotación de "caballero en auxilio de una dama" para llegar a su "hombría", no estaba segura de lograr alcanzar dicha zona. Si lo lograba quizás empezaría a mantener una conversación con la verdadera persona con la que me había encontrado, dejando atrás a esa fantasiosa imagen de caballero costosamente en pie, al menos para mí.
Comencé así a caminar sin prisa alguna y dejando las manos caer a los lados de mi cuerpo en una postura más cordial y cómoda que la que sería apropiada. Espero que esa descripción que hizo de la situación donde "nunca se sabe lo que pueda ocurrir" no tuviera nada que ver con sus verdaderas intenciones.
Elio Tarenzi- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 16
Fecha de inscripción : 15/12/2012
Edad : 242
Localización : Una mansión a las afueras de París
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
Estuve a punto de reír de nuevo, pero me mantuve serio a tiempo, simplemente conservando aquella pequeña sonrisa no del todo amable. ¿Qué "peligro real" podría aparecer en los tranquilos campos parisinos? Ciertamente nada capaz de impresionarme o nada que no pudiera manejar con facilidad. Reconzcámoslo, la chica ya se había encontrado con lo más peligroso que podía haber en kilómetros a la redonda, y era yo.
—Estoy completamente seguro de que podría hacerlo. Comparado con las cosas que he tenido que enfrentar en el mar, nada en esta tierra podría vencerme —comenté en tono ligero, convencido de ello, con las manos cruzadas a la espalda mientras miraba hacia el horizonte. Entonces, tras un momento de silencio, giré la cabeza para volver a mirar a Elio—. Y no crea que la subestimo. Una mujer como usted debe ser valiente para salir sola de esta forma, pero debería ser estúpida para hacerlo sin alguna arma con la que asegurarse una mínima protección. No, querida, he asumido que iba armada, sólo que no me pareció relevante. Estoy seguro de que no desea usar esa hipotética arma contra mí, y, no se ofenda, pero si lo intentara, no llegaría muy lejos.
Yo podría inmovilizar a una chica joven y delgada como ella en un momento. Si era la mitad de lista de lo que parecía, no intentaría nada arriesgado. Después de todo, mientras siguiera resultándome tan entretenida, no tenía nada que temer. O casi nada. No me interesaba dañarla, pero si veía alguna oportunidad de obtener beneficio económico... bueno, ¿Qué clase de pirata no aprovecharía eso?
Al menos había aceptado acompañarme. Le devolví su débil sonrisa con otra propia, algo teñida de arrogancia.
—No recuerdo haber dado mi palabra. Eso es algo muy serio que no debe lanzarse a la ligera —dije, con un cierto tono de divertido reproche, comenzando a caminar junto a ella con las manos en los bolsillos del abrigo—. Y confiar en gente que uno acaba de conocer no es muy aconsejable. Aun así, me halaga escuchar que me considera tan noble. Intentaré no decepcionarla.
—Estoy completamente seguro de que podría hacerlo. Comparado con las cosas que he tenido que enfrentar en el mar, nada en esta tierra podría vencerme —comenté en tono ligero, convencido de ello, con las manos cruzadas a la espalda mientras miraba hacia el horizonte. Entonces, tras un momento de silencio, giré la cabeza para volver a mirar a Elio—. Y no crea que la subestimo. Una mujer como usted debe ser valiente para salir sola de esta forma, pero debería ser estúpida para hacerlo sin alguna arma con la que asegurarse una mínima protección. No, querida, he asumido que iba armada, sólo que no me pareció relevante. Estoy seguro de que no desea usar esa hipotética arma contra mí, y, no se ofenda, pero si lo intentara, no llegaría muy lejos.
Yo podría inmovilizar a una chica joven y delgada como ella en un momento. Si era la mitad de lista de lo que parecía, no intentaría nada arriesgado. Después de todo, mientras siguiera resultándome tan entretenida, no tenía nada que temer. O casi nada. No me interesaba dañarla, pero si veía alguna oportunidad de obtener beneficio económico... bueno, ¿Qué clase de pirata no aprovecharía eso?
Al menos había aceptado acompañarme. Le devolví su débil sonrisa con otra propia, algo teñida de arrogancia.
—No recuerdo haber dado mi palabra. Eso es algo muy serio que no debe lanzarse a la ligera —dije, con un cierto tono de divertido reproche, comenzando a caminar junto a ella con las manos en los bolsillos del abrigo—. Y confiar en gente que uno acaba de conocer no es muy aconsejable. Aun así, me halaga escuchar que me considera tan noble. Intentaré no decepcionarla.
Guy Reynard- Humano Clase Baja
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 08/12/2012
Localización : Somewhere in the sea
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
-Tampoco yo dije...que fuera noble. Una promesa no hace al hombre más noble hasta que se ve cumplida...¿cierto?-Murmuré dejando que el pelo me tapara la cara mirando el cielo y en especial, contemplando la Luna que parecía querer auxiliarme con su brillo de esta situación un tanto "extraña", fuera de lo común, simplemente algo que no me sucedía todos los días: conocer a un hombre que mintiera tan descaradamente y con esas emociones tan despreocupadas que yo relacionaba con su entendida superioridad. Falsa.
Dudo que él supiera que artes trabajaba en la soledad de mi casa, la fría soledad de mi hogar...
-No me ofende...-Comenté mientras mis pensamientos seguían chocando entre sí imaginándome qué podía estar pensando.
De cualquier manera quería que siguiera siendo así a no ser que fuera estrictamente necesario para mi salvación usar alguna ilusión o incluso llegar a dominarle para que se fuera por donde había venido. Debía relajarme. Sólo era un paseo. Estaba charlando con un "caballero" bastante interesante que, a mi impresión, sólo estaba actuando.
-Cierto, no ha dado su palabra...-Susurré percatándome de ello. Habíamos estado hablando y habíamos "acordado" o tratado un tema pero no lo había prometido...Me había dejado llevar tontamente por lo que creí que sus emociones inspiraban: caballerosidad, superioridad al prestar auxilio...Pareciera que había leído su mente pero no lo había hecho...Si no no me habría equivocado. Sólo sus sentimientos eran confusos, tanto que había logrado dejarme como una mentirosa. Retrocede Elio. Me dije a mí misma sin saber cómo seguir la conversación, o más bien si seguirla.
-La Luna brilla mucho...debe acercarse una tormenta...-Dije con voz trémula aunque segura. Muy baja, como siempre, quizás queriendo que no me escuchara, quizás sí. En ese momento no sabía que quería. Me empezaba a embriagar una escalofriante sensación de soledad mientras miraba discretamente a mi alrededor y comprobaba que no había nadie más además de nosotros.
Dudo que él supiera que artes trabajaba en la soledad de mi casa, la fría soledad de mi hogar...
-No me ofende...-Comenté mientras mis pensamientos seguían chocando entre sí imaginándome qué podía estar pensando.
De cualquier manera quería que siguiera siendo así a no ser que fuera estrictamente necesario para mi salvación usar alguna ilusión o incluso llegar a dominarle para que se fuera por donde había venido. Debía relajarme. Sólo era un paseo. Estaba charlando con un "caballero" bastante interesante que, a mi impresión, sólo estaba actuando.
-Cierto, no ha dado su palabra...-Susurré percatándome de ello. Habíamos estado hablando y habíamos "acordado" o tratado un tema pero no lo había prometido...Me había dejado llevar tontamente por lo que creí que sus emociones inspiraban: caballerosidad, superioridad al prestar auxilio...Pareciera que había leído su mente pero no lo había hecho...Si no no me habría equivocado. Sólo sus sentimientos eran confusos, tanto que había logrado dejarme como una mentirosa. Retrocede Elio. Me dije a mí misma sin saber cómo seguir la conversación, o más bien si seguirla.
-La Luna brilla mucho...debe acercarse una tormenta...-Dije con voz trémula aunque segura. Muy baja, como siempre, quizás queriendo que no me escuchara, quizás sí. En ese momento no sabía que quería. Me empezaba a embriagar una escalofriante sensación de soledad mientras miraba discretamente a mi alrededor y comprobaba que no había nadie más además de nosotros.
Elio Tarenzi- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 16
Fecha de inscripción : 15/12/2012
Edad : 242
Localización : Una mansión a las afueras de París
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
La chica parecía muy pensativa y contestaba a mis palabras con susurros y comentarios en voz baja. Dejaba que el pelo le cayera sobre la cara como queriendo ocultarse, y de vez en cuando miraba alrededor tratando de ser discreta. Seguramente estaba nerviosa y mi presencia le intimidaba bastante, lo cual no sería de extrañar, y me dije a mi mismo que debía relajarme un poco con las bromas en forma de amenaza velada. No todo el mundo tenía el mismo sentido del humor que yo, y una acompañante taciturna y silenciosa resultaría tremendamente aburrida.
—¿La luna? —miré hacia arriba, hacia el pálido satélite que brillaba en un cielo que se iba aclarando a cada momento, según iba saliendo el sol, y fruncí ligeramente el ceño. No sabía que tendría que ver la intensidad de su brillo con la cercanía del mal tiempo—. Bueno, no sabría que decirte. Predecir el tiempo aquí en tierra firme es difícil —cuando estaba navegando, yo podía saber cuando iba a haber tormenta y cuanto tardaría en iniciarse simplemente mirando al color de las aguas, el movimiento de las olas y el olor del viento. Eran indicadores claros que cualquier marino experimentado acababa aprendiendo a leer. Pero allí, ¿Quién sabía lo que iba a ocurrir? Quizá habría tormenta y quizá no. Uno no podía confiar en la tierra para aquellas cosas.
Al menos, si había tormenta, sabía que mi barco estaba resguardado en un buen puerto. Ninguna otra cosa que el mal tiempo pudiera causar me importaba, así que estaba tranquilo.
—Bueno, uhm... —intentaba encontrar un tema de conversación que fuera al menos ligeramente más "aceptable", pero ese no era precisamente mi punto fuerte, así que dije lo primero que se me ocurrió que no fue demasiado horrible—. Supongo que una chica como tú ya estará casada. O prometida, al menos.
Casi podría confundirse por un torpe intento de flirteo, pero de eso sólo me di cuenta después de decirlo. Bueno, mejor eso que pareciera lo que era en realidad, mitad curiosidad y mitad intento de recaudar más información sobre ella que pudiera serme útil. Quizá si lo creía así estaría más dispuesta a relajarse un poco y darme la información, o quizá se lo tomaba a mal y se cerraba aún más. Quién sabía, con las mujeres.
—¿La luna? —miré hacia arriba, hacia el pálido satélite que brillaba en un cielo que se iba aclarando a cada momento, según iba saliendo el sol, y fruncí ligeramente el ceño. No sabía que tendría que ver la intensidad de su brillo con la cercanía del mal tiempo—. Bueno, no sabría que decirte. Predecir el tiempo aquí en tierra firme es difícil —cuando estaba navegando, yo podía saber cuando iba a haber tormenta y cuanto tardaría en iniciarse simplemente mirando al color de las aguas, el movimiento de las olas y el olor del viento. Eran indicadores claros que cualquier marino experimentado acababa aprendiendo a leer. Pero allí, ¿Quién sabía lo que iba a ocurrir? Quizá habría tormenta y quizá no. Uno no podía confiar en la tierra para aquellas cosas.
Al menos, si había tormenta, sabía que mi barco estaba resguardado en un buen puerto. Ninguna otra cosa que el mal tiempo pudiera causar me importaba, así que estaba tranquilo.
—Bueno, uhm... —intentaba encontrar un tema de conversación que fuera al menos ligeramente más "aceptable", pero ese no era precisamente mi punto fuerte, así que dije lo primero que se me ocurrió que no fue demasiado horrible—. Supongo que una chica como tú ya estará casada. O prometida, al menos.
Casi podría confundirse por un torpe intento de flirteo, pero de eso sólo me di cuenta después de decirlo. Bueno, mejor eso que pareciera lo que era en realidad, mitad curiosidad y mitad intento de recaudar más información sobre ella que pudiera serme útil. Quizá si lo creía así estaría más dispuesta a relajarse un poco y darme la información, o quizá se lo tomaba a mal y se cerraba aún más. Quién sabía, con las mujeres.
Guy Reynard- Humano Clase Baja
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 08/12/2012
Localización : Somewhere in the sea
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
Su comentario sobre la mar le había parecido de sumo interés. ¿Las tormentas según...qué? En el mar sólo había agua. Si realmente predecía la climatología dependiendo de algo tan sutil e indeciso como es el mar y sus misterios entonces aquel hombre podía ser más interesante que cualquier humano normal y corriente, aunque su aspecto no dijera mucho a su favor, al menos en la forma de vestir. Casi no me había fijado en sus rasgos faciales: como sus ojos o boca...No había querido. Mirándole a los ojos podía casi leer sus sentimientos literalmente y no es que aquellos que había percibido ya desde el momento en que le ví a lo lejos me hubieran inspirado mucha confianza. ¿Para qué indagar más?
-¿El mar...?-Susurré tremendamente curiosa aunque dosificando mi interés en un susurro un poco más alto que los anteriores. Alcé la vista para apartarme el pelo de la cara y así poder mirarlo como me habían enseñado: educádamente y con el rostro descubierto. Mi madre solía decir: -Si miras a la gente a los ojos no hará falta que intercambies ninguna palabra con ellos. Y ellos sólo podrán hacer lo mismo si tú muestras el tuyo.- Mi madre...siempre buscaba sonsanar mis dificultades al tratar con otras personas. Cuidó de que cada centímetro de mí quedara rodeada por un tupido velo de pleitesías y reglamentos a la vez que de belleza y sabiduría. Ese velo crearía, según ella, a una mujer perfecta para cualquier hombre. Eso decía ella...claro.
Todo esto rondando en mi memoria y con la melancolía como una cadena atada al tobillo busqué una respuesta para el comentario extrañamente “adecuado” de mi acompañante. Ése tipo de temas son los que debería tratar un caballero normal, se supone. Aun así lo anterior me había resultado más interesante, y ahora hablar sobre matrimonios se me antojaba tan simple.
-No...-Respondí con decisión.- Mi padre no desea que nadie se acerque a mí en ese sentido. Rechaza a cualquier posible marido antes de haberlo conocido. Dice que está buscando a la persona perfecta para mí...Pero dudo de que exista alguien perfecto. ¿Y usted?- Todo aquello fue escapando de entre mis labios con soltura y en un tono de hablar normal. Lo había memorizado desde hacía años. Ciertamente mi padre ya me había propuesto numerosos hombres de negocios como posibles prometidos pero ninguno era interesante...¿Para qué quería un hombre si no era para hablar? Si se tratara de amor...entonces escogería al género opuesto, para el cual sí podía llegar a hacer un hueco en mi vida. Al masculino sólo podía verlo como objeto de entretenimiento o admiración. Éste tal “Guy” empezaba a formar parte de ese primer grupo.
-¿El mar...?-Susurré tremendamente curiosa aunque dosificando mi interés en un susurro un poco más alto que los anteriores. Alcé la vista para apartarme el pelo de la cara y así poder mirarlo como me habían enseñado: educádamente y con el rostro descubierto. Mi madre solía decir: -Si miras a la gente a los ojos no hará falta que intercambies ninguna palabra con ellos. Y ellos sólo podrán hacer lo mismo si tú muestras el tuyo.- Mi madre...siempre buscaba sonsanar mis dificultades al tratar con otras personas. Cuidó de que cada centímetro de mí quedara rodeada por un tupido velo de pleitesías y reglamentos a la vez que de belleza y sabiduría. Ese velo crearía, según ella, a una mujer perfecta para cualquier hombre. Eso decía ella...claro.
Todo esto rondando en mi memoria y con la melancolía como una cadena atada al tobillo busqué una respuesta para el comentario extrañamente “adecuado” de mi acompañante. Ése tipo de temas son los que debería tratar un caballero normal, se supone. Aun así lo anterior me había resultado más interesante, y ahora hablar sobre matrimonios se me antojaba tan simple.
-No...-Respondí con decisión.- Mi padre no desea que nadie se acerque a mí en ese sentido. Rechaza a cualquier posible marido antes de haberlo conocido. Dice que está buscando a la persona perfecta para mí...Pero dudo de que exista alguien perfecto. ¿Y usted?- Todo aquello fue escapando de entre mis labios con soltura y en un tono de hablar normal. Lo había memorizado desde hacía años. Ciertamente mi padre ya me había propuesto numerosos hombres de negocios como posibles prometidos pero ninguno era interesante...¿Para qué quería un hombre si no era para hablar? Si se tratara de amor...entonces escogería al género opuesto, para el cual sí podía llegar a hacer un hueco en mi vida. Al masculino sólo podía verlo como objeto de entretenimiento o admiración. Éste tal “Guy” empezaba a formar parte de ese primer grupo.
Elio Tarenzi- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 16
Fecha de inscripción : 15/12/2012
Edad : 242
Localización : Una mansión a las afueras de París
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
[OFF: Siento haber tardado tanto en contestar, estoy sin línea en casa, lo que significa que no tengo tengo internet ni teléfono -_-]
Detecté una cierta curiosidad en su voz cuando mencionó el mar, quizá había extrapolado lo que andaba pensando de mis palabras sobre la tierra firme. Era fácil adivinar con que la estaba comparando, claro. Pensé en intentar explicar algo más sobre aquello pero finalmente no consideré que mereciera la pena, y me limité a asentir muy levemente y apartar la mirada. Sabía por experiencia que no lo entendería; La gente como ella, que claramente pertenecían a tierra, nunca lo hacían. No tenía sentido hablar de la grandeza del mar a alguien incapaz de comprenderla.
Así que guardé silencio hasta escuchar su respuesta a mi pregunta, y me sorprendió escuchar tanta decisión en su voz. Las chicas de la alta sociedad solían casarse jóvenes, lo antes posible, o al menos prometerse... Yo lo sabía bien, pues había sido la causa de que esos compromisos se rompieran en más de una ocasión. Aquellos recuerdos trajeron una sonrisa torcida a mi boca, y volví a mirar a Elio con cierto aire pensativo en los ojos.
—Interesante —y ciertamente lo era. Sabía como podían ser los padres a veces con respecto a sus hijas, ¿Pero uno que rechazara a cualquier posible marido? No parecía probable y me pregunté si estaba diciéndome toda la verdad. Pero, ¿Qué motivos podría tener para mentir acerca de algo así? Sólo ocultar alguna otra razón por la que no estaba aún casada—. Su padre es un hombre sabio, y seguro que le encontrará un buen marido a su debido tiempo —estaba bastante satisfecho de lo bien que se me daba aquella cortesía fingida, porque lo cierto es que no me importaba demasiado si su padre le encontraba un marido o no. Pero me alegraba no tener que preocuparme por la existencia de ningún pretendiente; Siempre era más difícil usar tu encanto para obtener algo de una mujer si dicha mujer ya tenía otro hombre que le prestara atención—. Yo tampoco estoy casado. Ni comprometido. Es difícil conocer a una buena mujer, cuando uno viaja tanto como yo, y además mis obligaciones como Capitán me tienen siempre treméndamente ocupado. Una verdadera lástima, por supuesto —miré durante unos momentos hacia un lado para que ella no pudiera ver el brillo divertido de mis ojos, que delataría mis mentiras. Bajando un poco mi voz y esperando que, al no verme la cara, pudiera hacer pasar mi diversión por tristeza, añadí—Quizá algún día...
Detecté una cierta curiosidad en su voz cuando mencionó el mar, quizá había extrapolado lo que andaba pensando de mis palabras sobre la tierra firme. Era fácil adivinar con que la estaba comparando, claro. Pensé en intentar explicar algo más sobre aquello pero finalmente no consideré que mereciera la pena, y me limité a asentir muy levemente y apartar la mirada. Sabía por experiencia que no lo entendería; La gente como ella, que claramente pertenecían a tierra, nunca lo hacían. No tenía sentido hablar de la grandeza del mar a alguien incapaz de comprenderla.
Así que guardé silencio hasta escuchar su respuesta a mi pregunta, y me sorprendió escuchar tanta decisión en su voz. Las chicas de la alta sociedad solían casarse jóvenes, lo antes posible, o al menos prometerse... Yo lo sabía bien, pues había sido la causa de que esos compromisos se rompieran en más de una ocasión. Aquellos recuerdos trajeron una sonrisa torcida a mi boca, y volví a mirar a Elio con cierto aire pensativo en los ojos.
—Interesante —y ciertamente lo era. Sabía como podían ser los padres a veces con respecto a sus hijas, ¿Pero uno que rechazara a cualquier posible marido? No parecía probable y me pregunté si estaba diciéndome toda la verdad. Pero, ¿Qué motivos podría tener para mentir acerca de algo así? Sólo ocultar alguna otra razón por la que no estaba aún casada—. Su padre es un hombre sabio, y seguro que le encontrará un buen marido a su debido tiempo —estaba bastante satisfecho de lo bien que se me daba aquella cortesía fingida, porque lo cierto es que no me importaba demasiado si su padre le encontraba un marido o no. Pero me alegraba no tener que preocuparme por la existencia de ningún pretendiente; Siempre era más difícil usar tu encanto para obtener algo de una mujer si dicha mujer ya tenía otro hombre que le prestara atención—. Yo tampoco estoy casado. Ni comprometido. Es difícil conocer a una buena mujer, cuando uno viaja tanto como yo, y además mis obligaciones como Capitán me tienen siempre treméndamente ocupado. Una verdadera lástima, por supuesto —miré durante unos momentos hacia un lado para que ella no pudiera ver el brillo divertido de mis ojos, que delataría mis mentiras. Bajando un poco mi voz y esperando que, al no verme la cara, pudiera hacer pasar mi diversión por tristeza, añadí—Quizá algún día...
Guy Reynard- Humano Clase Baja
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 08/12/2012
Localización : Somewhere in the sea
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Necesitaba algo de tiempo lejos de la ciudad [Elio]
[Off: no pasa nada! Mi ordenador va lento así que más o menos es lo mismo...>< Y perdona por hacer una respuesta tan corta!]
-¿Para qué querría casarse?- Dije apresurádamente levantando la cabeza y mirándolo aunque el pelo tapara en parte mi rostro. Me percaté de que mi comentario podía interpresarse de muchas maneras, incluso como una proposición, todo lo contrario de lo que pretendía.
-Quiero decir...¿Qué importancia tienen los matrimonios hoy en día?- Este hombre no era de confianza. No hacía falta ser muy listo para darse cuenta de que casi se estaba riendo de mi con tanta cortesía. Sin embargo, yo también había pecado de "falsa" tratando estos temas tan "aristocráticos" y tan supuestos para una dama. No sé qué podía tener de malo decir una sola verdad por un día, después de todo al concluir la charla cada uno regresaría a su realidad y de encontrarse en otra situación similar, volverían a mentir sin decoro.
-Yo no quiero casarme nunca...-Murmuré finalmente como conclusión de todo lo que había estado pensando a toda velocidad, valorando los pros y contras de contarle mi verdadera opinión sobre algo tan efímero y sobrevalorado como es un matrimonio.
Agaché de nuevo la cabeza y suspiré esperando una risa o burla por su parte. Sinceramente hasta yo habría pensado de mí que estaba loca o como mínimo que era una malcriada...Pero ¿qué más daba?
-Me parece una tontería eso de tener que casarse para ser alguien ante la sociedad. O así lo veo yo. Por suerte no existe nadie perfecto para mí, así que cuento con que mi padre no me obligará.- Sí, definitivamente parecía una niña mimada.
-¿Para qué querría casarse?- Dije apresurádamente levantando la cabeza y mirándolo aunque el pelo tapara en parte mi rostro. Me percaté de que mi comentario podía interpresarse de muchas maneras, incluso como una proposición, todo lo contrario de lo que pretendía.
-Quiero decir...¿Qué importancia tienen los matrimonios hoy en día?- Este hombre no era de confianza. No hacía falta ser muy listo para darse cuenta de que casi se estaba riendo de mi con tanta cortesía. Sin embargo, yo también había pecado de "falsa" tratando estos temas tan "aristocráticos" y tan supuestos para una dama. No sé qué podía tener de malo decir una sola verdad por un día, después de todo al concluir la charla cada uno regresaría a su realidad y de encontrarse en otra situación similar, volverían a mentir sin decoro.
-Yo no quiero casarme nunca...-Murmuré finalmente como conclusión de todo lo que había estado pensando a toda velocidad, valorando los pros y contras de contarle mi verdadera opinión sobre algo tan efímero y sobrevalorado como es un matrimonio.
Agaché de nuevo la cabeza y suspiré esperando una risa o burla por su parte. Sinceramente hasta yo habría pensado de mí que estaba loca o como mínimo que era una malcriada...Pero ¿qué más daba?
-Me parece una tontería eso de tener que casarse para ser alguien ante la sociedad. O así lo veo yo. Por suerte no existe nadie perfecto para mí, así que cuento con que mi padre no me obligará.- Sí, definitivamente parecía una niña mimada.
Elio Tarenzi- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 16
Fecha de inscripción : 15/12/2012
Edad : 242
Localización : Una mansión a las afueras de París
Temas similares
» Oh Dios he estado tan lejos de ti durante tanto tiempo y todos mis dias se han hecho oscuros pero el infierno mantiene una luz encendida|Relaciones de Lugh
» Si tienes algo de tiempo ven a hacerme compañía.
» Algo azul, algo prestado, algo viejo y algo nuevo · Privado Marchessault ·
» lejos muy lejos del pasado (libre)
» Ficha: Elio Tarenzi
» Si tienes algo de tiempo ven a hacerme compañía.
» Algo azul, algo prestado, algo viejo y algo nuevo · Privado Marchessault ·
» lejos muy lejos del pasado (libre)
» Ficha: Elio Tarenzi
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour