AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Talena Valjean [Remodelada]
2 participantes
Página 1 de 1.
Talena Valjean [Remodelada]
Talena Valjean
Sierra Boggess
► Nombre real: Dianne Crystal Levou
► Nombre actual: Talena Valjean
► Sobrenombres: Salamandra
► Edad: 25 años
► Nacionalidad: Toulouse, Francia
► Orientación sexual: Heterosexual
► Fecha de nacimiento:24 de diciembre
► Estado civil: viuda
► Posición social: Clase alta
► Raza: Humana
► Sub-raza: Cazadora
► Enfermedades: Acluofobia
► Ocupación: actriz, soprano
► Nombre actual: Talena Valjean
► Sobrenombres: Salamandra
► Edad: 25 años
► Nacionalidad: Toulouse, Francia
► Orientación sexual: Heterosexual
► Fecha de nacimiento:24 de diciembre
► Estado civil: viuda
► Posición social: Clase alta
► Raza: Humana
► Sub-raza: Cazadora
► Enfermedades: Acluofobia
► Ocupación: actriz, soprano
Descripción psicológica y física
La bipolaridad es un término poco apropiado para Talena, pero quizá sí el que más se aproxima. Los hechos acontecidos en su pasado la han obligado a forjarse máscaras con las que defenderse de cualquier daño que puedan infligirle. A primera instancia, cuando se la conoce, cualquier diría que se trata de una encantadora muchacha que se deja llevar por la timidez, y por ello, apenas articula palabra o se atreve a sonreír. Nada más lejos de la realidad. Talena es observadora y estratega por naturaleza. Acostumbra a analizar minuciosamente todo cuanto descubre y ve a su alrededor, personas incluidas. Es por eso que al principio no suele ser habladora; invierte su tiempo en estudiar a su interlocutor y tantear cuáles pueden ser sus virtudes y sus defectos por si acaso le hiciera falta manipularlos para salir airosa. Sí, es manipuladora. Pero a diferencia de otros, ella solo se aprovecha de esta cualidad, si es que puede llamarse así, para protegerse. No es una persona cruel, ni mucho menos. Su corazón está dolido y resentido, pero todavía tiene cabida para la amabilidad y el compañerismo. Se preocupa mucho por la gente que le importa, quizá en exceso, y esto hace que tienda a olvidarse de sus propias necesidades. Es leal y justa; aunque parezca ausente de problemas y disputas, si le piden consejo, pueden tener por seguro que su veredicto será merecido por ambas partes.
Pero nadie es perfecto y ella tampoco. Entre sus defectos se encuentran, para empezar, su impulsividad. Aunque es una mujer de carácter reflexivo, tiene una personalidad demasiado fuerte e indomable incluso para sí misma. Cuando se deja llevar no es capaz de frenar y más de una vez, acalorada por una discusión y cabezota como ella sola, ha dicho o hecho algo de lo que después se ha arrepentido y por lo que ha tenido que pedir disculpas. No es arrogante, pero sí ambiciosa. Lucha con todos sus medios para seguir siendo eternamente fiel a los suyos, los gitanos, pero una parte de ella no puede olvidar que sigue habiendo un hueco que lleva su apellido en las altas esferas.
Corren tiempos difíciles para las personas que nacen "diferentes", en especial si provienen de un mundo distinto a ojos de la gente. Es normal ver a alguien de origen francés pálido y pelirrojo; ¿pero lo es si, además, esta persona es de origen gitano?
Una rosa con espinas.
Talena nació con la piel marmórea y la fisonomía esbelta de su padre. De la estatura media de cualquier jovencita de su edad, llegaba a tener incluso un aire enfermizo por la delgadez de su cuerpo. Poco a poco su físico se fue estabilizando, pero ni siquiera entonces pudo pasar desapercibida. Había heredado el mismo pelo rojo que su padre, si bien su color tendía a oscurecerse en las estaciones frías y aclararse con la luz del sol del verano. Pero sus ojos eran inconfundiblemente los de su madre biológica, una gitana española. Eran grandes, almendrados, felinos y negros como dos pozos sin fondo. Desprendía amabilidad, simpatía y calor. Su madrastra, de hecho, solía quejarse de que eran demasiado expresivos. Con el tiempo, no obstante, se fueron apagando por culpa de sus vivencias. Han perdido el brillo alegre de antaño y ahora lucen insondables y misteriosos, incapaces de mostrar a nadie lo que sea que esté pasando por la mente de la muchacha. Su semblante dejó atrás la dulzura y dio paso a la solemnidad en los momentos duros y a la picardía y malicia en los de diversión.
Dado su físico, apenas parece que tenga ascendencia gitana. Pero está orgullosa de serlo y en el pasado lo demostró luciendo los atuendos propios de su raza. En su caso se trataban de una falda larga y holgada que llegaba apenas hasta sus pantorrillas, cómo no, de colores alegres. Una camisa blanca cubría su torso, estando ceñida a su cuerpo por un corsé negro que comenzaba bajo su pecho. Por último un pañuelo, que generalmente solía ser del mismo color que su falda, adornaba su cabeza y obligaba a sus rizos enmarcar tentadoramente su rostro. Los aretes, los colgantes, las pulseras y las tobilleras fueron otro signo de su herencia materna. En los días calurosos puede que se atreviese a ir descalza. Pero cuando la naturaleza amenazaba con derramar sus lágrimas desde el cielo parisino, calzaba botas marrones y se abrigaba como podía con una chaqueta y una capa. Ahora las cosas han cambiado radicalmente. Han pasado meses desde que Talena dejara el circo de los gitanos y desapareciese del mapa como si jamás hubiera existido. Ahora que regresa a Francia, lo hace convertida en una señorita refinada y sonriente. De la mano de su protector, el juez Valjean, Talena se presenta a la sociedad arreglada con corsés y vestidos bordados que realzan su figura guardando colores discretos. Su melena rojiza suele ir recogida en la nuca con moños o trenzas que no estorben su campo de visión durante su aprendizaje o sus funciones. Eso es lo que ven de ella aquellos que la conocen durante el día.
Al anochecer, todo cambia. Los vestidos bordados y elegantes de la Ópera son sustituidos por ropa masculina. Por pantalones, camisas, abrigos y sombreros que ocultan su fisonomía y la hacen parecer un joven lozano que pasea por las calles parisinas al frescor de la noche. Pero cuidado con lo que escondan esas botas mosqueteras, esos sombreros y esas chaquetas, porque podrían guardar más de una sorpresa en forma de armas mucho más ocultas que la espada y la pistola que penden noblemente de su cinturón.
► Gustos:
♦ La naturaleza.
♦ La lectura.
♦ La música y las ferias.
♦ Montar a caballo.
♦ Hablar a las estrellas pensando que sus padres pueden oírla.
♦ El silencio y la soledad. Las congregaciones suelen ponerla nervioso.
► Disgustos:
♦ Los vampiros. No ha tenido muy buena experiencia con ellos, pero esto no la convierte en alguien irracional. Un buen motivo y una razón justa y aceptará que el vampiro en cuestión sea algo más que una máquina de matar.
♦ La Inquisición. Tampoco tiene buenos recuerdos de ella y es por culpa de la misma que debió abandonar a su verdadera familia y adoptar otro nombre. Si puede desquitarse con alguno de ellos, lo hará.
♦ Las altas esferas. Aunque parezca increíble teniendo en cuenta lo acomodada que vive ahora gracias a su protector, no suele mezclarse con los ricos más de lo necesario, ni tampoco lucir joyas o vestir prendas caras. Ha experimentado en su cuerpo lo que es pasar hambre y necesidades y no quiere olvidar su procedencia. Por otra parte, le enferman aquellos que se escudan en su situación y su poder para presumir de sus riquezas, su posición social y su buenaventura.
♦ El calor. Con esto poco puede hacer, pero los veranos le amargan la existencia.
► Manías:
♦ Perder la mirada cuando conversa con alguien.
♦ Evadir con bromas cualquier cosa que tenga que ver con su vida personal.
♦ Aparentar despreocupación en los momentos difíciles.
♦ Morderse las uñas cuando se muestra pensativa.
♦ Hablar sola cuando se siente frustrada o temerosa.
► Fobias y Debilidades:
♦ La oscuridad absoluta, en especial en los lugares cerrados.
♦ Dormir. Algo tan simple le provoca pavor, puesto que sabe que es en el mundo de los sueños donde con toda seguridad revivirá todas y cada una de las experiencias de su vida.
♦ La Inquisición.
♦ Su propio corazón. Es una persona muy esquiva en cuanto a las emociones, pero por eso mismo, cuando logra experimentarlas, se entrega por completo. Da igual que alguien sea familiar, amigo o enemigo. Incluso a estos últimos, si lo cree necesario, los protegerá y se desvivirá para que nada ni nadie los toque. Su mayor cualidad es también, por tanto, su mayor debilidad.
Pero nadie es perfecto y ella tampoco. Entre sus defectos se encuentran, para empezar, su impulsividad. Aunque es una mujer de carácter reflexivo, tiene una personalidad demasiado fuerte e indomable incluso para sí misma. Cuando se deja llevar no es capaz de frenar y más de una vez, acalorada por una discusión y cabezota como ella sola, ha dicho o hecho algo de lo que después se ha arrepentido y por lo que ha tenido que pedir disculpas. No es arrogante, pero sí ambiciosa. Lucha con todos sus medios para seguir siendo eternamente fiel a los suyos, los gitanos, pero una parte de ella no puede olvidar que sigue habiendo un hueco que lleva su apellido en las altas esferas.
Corren tiempos difíciles para las personas que nacen "diferentes", en especial si provienen de un mundo distinto a ojos de la gente. Es normal ver a alguien de origen francés pálido y pelirrojo; ¿pero lo es si, además, esta persona es de origen gitano?
Una rosa con espinas.
Talena nació con la piel marmórea y la fisonomía esbelta de su padre. De la estatura media de cualquier jovencita de su edad, llegaba a tener incluso un aire enfermizo por la delgadez de su cuerpo. Poco a poco su físico se fue estabilizando, pero ni siquiera entonces pudo pasar desapercibida. Había heredado el mismo pelo rojo que su padre, si bien su color tendía a oscurecerse en las estaciones frías y aclararse con la luz del sol del verano. Pero sus ojos eran inconfundiblemente los de su madre biológica, una gitana española. Eran grandes, almendrados, felinos y negros como dos pozos sin fondo. Desprendía amabilidad, simpatía y calor. Su madrastra, de hecho, solía quejarse de que eran demasiado expresivos. Con el tiempo, no obstante, se fueron apagando por culpa de sus vivencias. Han perdido el brillo alegre de antaño y ahora lucen insondables y misteriosos, incapaces de mostrar a nadie lo que sea que esté pasando por la mente de la muchacha. Su semblante dejó atrás la dulzura y dio paso a la solemnidad en los momentos duros y a la picardía y malicia en los de diversión.
Dado su físico, apenas parece que tenga ascendencia gitana. Pero está orgullosa de serlo y en el pasado lo demostró luciendo los atuendos propios de su raza. En su caso se trataban de una falda larga y holgada que llegaba apenas hasta sus pantorrillas, cómo no, de colores alegres. Una camisa blanca cubría su torso, estando ceñida a su cuerpo por un corsé negro que comenzaba bajo su pecho. Por último un pañuelo, que generalmente solía ser del mismo color que su falda, adornaba su cabeza y obligaba a sus rizos enmarcar tentadoramente su rostro. Los aretes, los colgantes, las pulseras y las tobilleras fueron otro signo de su herencia materna. En los días calurosos puede que se atreviese a ir descalza. Pero cuando la naturaleza amenazaba con derramar sus lágrimas desde el cielo parisino, calzaba botas marrones y se abrigaba como podía con una chaqueta y una capa. Ahora las cosas han cambiado radicalmente. Han pasado meses desde que Talena dejara el circo de los gitanos y desapareciese del mapa como si jamás hubiera existido. Ahora que regresa a Francia, lo hace convertida en una señorita refinada y sonriente. De la mano de su protector, el juez Valjean, Talena se presenta a la sociedad arreglada con corsés y vestidos bordados que realzan su figura guardando colores discretos. Su melena rojiza suele ir recogida en la nuca con moños o trenzas que no estorben su campo de visión durante su aprendizaje o sus funciones. Eso es lo que ven de ella aquellos que la conocen durante el día.
Al anochecer, todo cambia. Los vestidos bordados y elegantes de la Ópera son sustituidos por ropa masculina. Por pantalones, camisas, abrigos y sombreros que ocultan su fisonomía y la hacen parecer un joven lozano que pasea por las calles parisinas al frescor de la noche. Pero cuidado con lo que escondan esas botas mosqueteras, esos sombreros y esas chaquetas, porque podrían guardar más de una sorpresa en forma de armas mucho más ocultas que la espada y la pistola que penden noblemente de su cinturón.
► Gustos:
♦ La naturaleza.
♦ La lectura.
♦ La música y las ferias.
♦ Montar a caballo.
♦ Hablar a las estrellas pensando que sus padres pueden oírla.
♦ El silencio y la soledad. Las congregaciones suelen ponerla nervioso.
► Disgustos:
♦ Los vampiros. No ha tenido muy buena experiencia con ellos, pero esto no la convierte en alguien irracional. Un buen motivo y una razón justa y aceptará que el vampiro en cuestión sea algo más que una máquina de matar.
♦ La Inquisición. Tampoco tiene buenos recuerdos de ella y es por culpa de la misma que debió abandonar a su verdadera familia y adoptar otro nombre. Si puede desquitarse con alguno de ellos, lo hará.
♦ Las altas esferas. Aunque parezca increíble teniendo en cuenta lo acomodada que vive ahora gracias a su protector, no suele mezclarse con los ricos más de lo necesario, ni tampoco lucir joyas o vestir prendas caras. Ha experimentado en su cuerpo lo que es pasar hambre y necesidades y no quiere olvidar su procedencia. Por otra parte, le enferman aquellos que se escudan en su situación y su poder para presumir de sus riquezas, su posición social y su buenaventura.
♦ El calor. Con esto poco puede hacer, pero los veranos le amargan la existencia.
► Manías:
♦ Perder la mirada cuando conversa con alguien.
♦ Evadir con bromas cualquier cosa que tenga que ver con su vida personal.
♦ Aparentar despreocupación en los momentos difíciles.
♦ Morderse las uñas cuando se muestra pensativa.
♦ Hablar sola cuando se siente frustrada o temerosa.
► Fobias y Debilidades:
♦ La oscuridad absoluta, en especial en los lugares cerrados.
♦ Dormir. Algo tan simple le provoca pavor, puesto que sabe que es en el mundo de los sueños donde con toda seguridad revivirá todas y cada una de las experiencias de su vida.
♦ La Inquisición.
♦ Su propio corazón. Es una persona muy esquiva en cuanto a las emociones, pero por eso mismo, cuando logra experimentarlas, se entrega por completo. Da igual que alguien sea familiar, amigo o enemigo. Incluso a estos últimos, si lo cree necesario, los protegerá y se desvivirá para que nada ni nadie los toque. Su mayor cualidad es también, por tanto, su mayor debilidad.
Antecedentes Históricos
Dianne era la única hija de un reconocido médico francés cuyo nombre, sin embargo, permaneció siempre en la sombra al preferir la muchacha ocultar datos sobre su pasado. Pero era una hija bastarda, puesto que había sido concebida en el adulterio y llevada a casa de la familia Levou a raíz de la esterilidad de la esposa del doctor. La niña, que había heredado el pelo rojizo de su madre, poseía la misma pasión que su padre por la medicina. No tardó en ser mal vista por los vecinos, que estaban empeñados en acusarla de brujería pagana. Cuando la niña cumplió los siete años, estalló una revuelta en el pueblo donde residía su familia. La revuelta se resolvió con la muerte de sus padres, dándole el doctor en última instancia un colgante, una cruz de plata, que había pertenecido a su verdadera madre, una gitana, que al parecer viajó a España después de que su hija le fuera arrebatada.
Desprovista de sus pertenencias, Dianne adoptó mil y una apariencias y mil y un nombres con los que nadie pudiera reconocerla mientras salía de su patria. Por el camino se unió a un grupo de comediantes gitanos que tenía por destino la capital española, al igual que ella. Los dos años siguientes a su llegada fueron difíciles para todos, pero en especial para la joven mestiza. Se enamoró de un plebeyo con el que se comprometió y estuvo a punto de casarse. Sin embargo, la fortuna sonrió al joven regalándole riquezas, títulos y promesas de prosperidad. Aunque Dianne siguió a su lado apoyándole como su prometida, la muchacha no podía evitar darse cuenta de que, conforme se alejaba de los gitanos y acercaba a la corte, se sentía cada vez más insegura, vacía y distante con su prometido. Fue cuestión de tiempo que el hombre pusiera sus ojos en otra mujer, también de la corte, y rompiera su compromiso con Dianne apenas poco antes de llevarla al altar.
Con el corazón roto, la muchacha volvió con los gitanos. Pero estos le dieron la espalda. Otra revuelta estalló entre los de su raza, provocando bajas dolorosas, innecesarias e importantes. Dianne resultó herida, pero fue llevada a la hacienda de un noble español, quien se encargó de sanar sus heridas, cuidarla y educarla. Cuando se hubo recuperado, el noble le propuso hacerla su esposa, pues él también había recibido un desengaño amoroso y pensaba que podrían sanar el uno las heridas emocionales del otro. Pero Dianne se negó y corrió en busca de los suyos. Poco a poco, se abrió paso con un grupo de rebeldes y fue cuestión de tiempo que acabase liderando una revuelta con la ayuda de quienes todavía seguían siendo sus amigos. Vencieron y el problema entre los gitanos fue resuelto. Cansados, viajaron hasta el sur. Pero allí las revueltas seguían.
Fue por aquel entonces que adoptó el nombre de Talena, puesto que con el tiempo se había convertido en una persona completamente distinta. Se casó por conveniencia con otro gitano, Jaime, y junto a su marido volvió a liderar la cabecilla de uno de tantos grupos rebeldes del pueblo. Perdieron varias peleas y ganaron otras tantas. La muerte de Jaime fue dolorosa, pero necesaria, y una viuda Talena acogió la decisión de acordar la paz entre sus hermanos de raza y el pueblo.
Cuando la revuelta tocó fin, Talena volvió a formar parte de un grupo de gitanos dedicados al espectáculo. Una mañana decidieron partir de regreso a Francia. Talena, temerosa de lo que pudiera ocurrir, los acompañó procurando mantener su identidad en secreto. Pero ya nadie recordaba a la muchacha pelirroja que huyó de la hoguera apenas tres años atrás y en el fondo la propia Talena sentía que, verdaderamente, había muerto abrasada por las llamas de un pasado incierto y doloroso.
En Francia encontró la paz que tanto buscaba, pero le duró poco. Trabajó en el circo de los gitanos como acróbata, bailarina y cantante. Aunque le costó, se ganó la confianza de sus congéneres sin importar su mestizaje ni su procedencia. Hizo amistades de las cuales aún recuerda a un joven estudiante de leyes y a su amigo boticario. Pero Talena seguía sintiendo el vacío que le provocaba no saber el paradero de su familia materna y el por qué de las cosas que acontecieron. Acosada también por un vampiro que quería volverla su compañera inmortal, Talena huyó del circo de los gitanos y se aventuró en la nada de su pasado. Encontró a un viejo amigo de su padre por pura casualidad. Su nombre era Richard Valjean, y era un mestizo anglofrancés que se dedicaba a la jurisdicción. Richard reconoció rápidamente a Talena como la pequeña Dianne que un día apresaron en cuanto la vio y la introdujo en su propia casa como una protegida. La muchacha le contó todo cuanto hubo vivido en los últimos años y Richard, entendiendo que debía saber la verdad, le reveló un secreto que jamás hubiera imaginado: su padre había sido, en vida, un cazador, mientras que su madrastra fue inquisidora y la principal razón por la que tanto su madre biológica como ella tuvieron que verse las caras con la Santa Inglesia. Las cosas encajaban y Talena debía tomar una decisión que podría o no cambiar su vida. Había dejado a mucha gente importante en Francia y quería regresar junto a su nuevo padre. Pero no lo haría como antes. Richard estaba viejo, pero le enseñó cuando pudo para que Talena pudiera ejercer como cazadora. Se dio cuenta entonces de que todas las clases que Maurice Levou le diera en vida, eran para prevenirla de su legado y así lo acogió. Al mismo tiempo que desarrollaba la habilidades que ya poseía desde su adolescencia, Talena recibió también clases de canto e interpretación para endulzar su voz. Su máscara y coartada para el día a día serían los teatros y las Óperas. Conforme su entrenamiento como cazadora avanzaba, sus habilidades como mestiza gitana, si es que de verdad había heredado alguna de su madre, menguaban más y más hasta que pudo cerrar los ojos y tocar a los demás sin ver nada más que la pura realidad. No supo si aquello se debió a ese flexible escepticismo que había adquirido con su aprendizaje, pero sí intuyó que ya no podría volver a ser acogida por los comediantes que la ayudaron en el pasado. Había cambiado y ya no era una más, ni nunca lo sería.
Cuando Richard creyó que estaba lo suficientemente preparada para desenvolverse sola, regresaron a París.
► Familiares:
♦ Maurice Levou: Padre. Médico francés y cazador. Fallecido.
♦ Christine Levou: Madrastra. Esposa de Maurice e inquisidora. Fallecida.
♦ Tamara: Madre biológica. Gitana. Fallecida.
♦ Jaime Montalvo: Esposo, comediante gitano. Fallecido.
♦ Daniel Montalvo: Hijastro, 15 años. Gitano español.
♦ Richard Valjean: juez y cazador. Protector y padre adoptivo.
Desprovista de sus pertenencias, Dianne adoptó mil y una apariencias y mil y un nombres con los que nadie pudiera reconocerla mientras salía de su patria. Por el camino se unió a un grupo de comediantes gitanos que tenía por destino la capital española, al igual que ella. Los dos años siguientes a su llegada fueron difíciles para todos, pero en especial para la joven mestiza. Se enamoró de un plebeyo con el que se comprometió y estuvo a punto de casarse. Sin embargo, la fortuna sonrió al joven regalándole riquezas, títulos y promesas de prosperidad. Aunque Dianne siguió a su lado apoyándole como su prometida, la muchacha no podía evitar darse cuenta de que, conforme se alejaba de los gitanos y acercaba a la corte, se sentía cada vez más insegura, vacía y distante con su prometido. Fue cuestión de tiempo que el hombre pusiera sus ojos en otra mujer, también de la corte, y rompiera su compromiso con Dianne apenas poco antes de llevarla al altar.
Con el corazón roto, la muchacha volvió con los gitanos. Pero estos le dieron la espalda. Otra revuelta estalló entre los de su raza, provocando bajas dolorosas, innecesarias e importantes. Dianne resultó herida, pero fue llevada a la hacienda de un noble español, quien se encargó de sanar sus heridas, cuidarla y educarla. Cuando se hubo recuperado, el noble le propuso hacerla su esposa, pues él también había recibido un desengaño amoroso y pensaba que podrían sanar el uno las heridas emocionales del otro. Pero Dianne se negó y corrió en busca de los suyos. Poco a poco, se abrió paso con un grupo de rebeldes y fue cuestión de tiempo que acabase liderando una revuelta con la ayuda de quienes todavía seguían siendo sus amigos. Vencieron y el problema entre los gitanos fue resuelto. Cansados, viajaron hasta el sur. Pero allí las revueltas seguían.
Fue por aquel entonces que adoptó el nombre de Talena, puesto que con el tiempo se había convertido en una persona completamente distinta. Se casó por conveniencia con otro gitano, Jaime, y junto a su marido volvió a liderar la cabecilla de uno de tantos grupos rebeldes del pueblo. Perdieron varias peleas y ganaron otras tantas. La muerte de Jaime fue dolorosa, pero necesaria, y una viuda Talena acogió la decisión de acordar la paz entre sus hermanos de raza y el pueblo.
Cuando la revuelta tocó fin, Talena volvió a formar parte de un grupo de gitanos dedicados al espectáculo. Una mañana decidieron partir de regreso a Francia. Talena, temerosa de lo que pudiera ocurrir, los acompañó procurando mantener su identidad en secreto. Pero ya nadie recordaba a la muchacha pelirroja que huyó de la hoguera apenas tres años atrás y en el fondo la propia Talena sentía que, verdaderamente, había muerto abrasada por las llamas de un pasado incierto y doloroso.
En Francia encontró la paz que tanto buscaba, pero le duró poco. Trabajó en el circo de los gitanos como acróbata, bailarina y cantante. Aunque le costó, se ganó la confianza de sus congéneres sin importar su mestizaje ni su procedencia. Hizo amistades de las cuales aún recuerda a un joven estudiante de leyes y a su amigo boticario. Pero Talena seguía sintiendo el vacío que le provocaba no saber el paradero de su familia materna y el por qué de las cosas que acontecieron. Acosada también por un vampiro que quería volverla su compañera inmortal, Talena huyó del circo de los gitanos y se aventuró en la nada de su pasado. Encontró a un viejo amigo de su padre por pura casualidad. Su nombre era Richard Valjean, y era un mestizo anglofrancés que se dedicaba a la jurisdicción. Richard reconoció rápidamente a Talena como la pequeña Dianne que un día apresaron en cuanto la vio y la introdujo en su propia casa como una protegida. La muchacha le contó todo cuanto hubo vivido en los últimos años y Richard, entendiendo que debía saber la verdad, le reveló un secreto que jamás hubiera imaginado: su padre había sido, en vida, un cazador, mientras que su madrastra fue inquisidora y la principal razón por la que tanto su madre biológica como ella tuvieron que verse las caras con la Santa Inglesia. Las cosas encajaban y Talena debía tomar una decisión que podría o no cambiar su vida. Había dejado a mucha gente importante en Francia y quería regresar junto a su nuevo padre. Pero no lo haría como antes. Richard estaba viejo, pero le enseñó cuando pudo para que Talena pudiera ejercer como cazadora. Se dio cuenta entonces de que todas las clases que Maurice Levou le diera en vida, eran para prevenirla de su legado y así lo acogió. Al mismo tiempo que desarrollaba la habilidades que ya poseía desde su adolescencia, Talena recibió también clases de canto e interpretación para endulzar su voz. Su máscara y coartada para el día a día serían los teatros y las Óperas. Conforme su entrenamiento como cazadora avanzaba, sus habilidades como mestiza gitana, si es que de verdad había heredado alguna de su madre, menguaban más y más hasta que pudo cerrar los ojos y tocar a los demás sin ver nada más que la pura realidad. No supo si aquello se debió a ese flexible escepticismo que había adquirido con su aprendizaje, pero sí intuyó que ya no podría volver a ser acogida por los comediantes que la ayudaron en el pasado. Había cambiado y ya no era una más, ni nunca lo sería.
Cuando Richard creyó que estaba lo suficientemente preparada para desenvolverse sola, regresaron a París.
► Familiares:
♦ Maurice Levou: Padre. Médico francés y cazador. Fallecido.
♦ Christine Levou: Madrastra. Esposa de Maurice e inquisidora. Fallecida.
♦ Tamara: Madre biológica. Gitana. Fallecida.
♦ Jaime Montalvo: Esposo, comediante gitano. Fallecido.
♦ Daniel Montalvo: Hijastro, 15 años. Gitano español.
♦ Richard Valjean: juez y cazador. Protector y padre adoptivo.
Otros Datos
► Armamento:
♦ Pistola.
♦ Espada.
♦ Agujas y dagas.
♦ Cuchillo de caza robado.
♦ Arco. Detesta las ballestas a más no poder.
♦ Estacas cuando es necesario.
► Ella y su voz:
Falling in Love with Love
► Datos extra:
♦ Siempre lleva consigo dos colgantes que simbolizan su pasado. Uno es un crucifijo de plata que perteneció a su madre biológica. El otro es el anillo de compromiso, ensartado en una cadena, con el que Armand, su primer prometido, le pidió matrimonio.
♦ Su cuerpo está lleno de cicatrices por las trifulcas en las que participó. Generalmente las tiene en la espalda, motivo por el que no viste tan "tentadora" como las otras bailarinas.
♦ Tiene una extraña marca de nacimiento en el antebrazo. Su instinto le dice que es especial, pero no sabe hasta qué punto. Ni siquiera ella es sabedora de que esa marca simboliza que su sangre es especial, más atrayente, para los novivos.
♦ Es la única heredera de Maurice Levou. Sin embargo, aunque Dianne Levou sea propietaria de los lujos que antaño pertenecieron al médico, Talena prefiere mantenerlos bien alejados de su nueva vida. Como gitana se siente libre, fuerte y, sobretodo, ella misma.
♦ El apodo "Salamandra" se lo ganó después de una de las trifulcas. El hijo de una de las gitanas de su grupo quedó atrapado en las llamas de uno de los edificios atacados. Como ninguno de los hombres se atrevía a arriesgarse, Talena se desprendió de gran parte de sus armas y corrió al interior de la vivienda desatendiendo las advertencias de su por entonces marido, Jaime. Al cabo de varios minutos que se hicieron eternos, la mujer salió cubierta por una manta húmeda y llevaba en sus brazos al niño intacto. Y pese a que se había ganado unas buenas quemaduras, ella se limitó a sonreír y quitarle importancia.
♦ Pistola.
♦ Espada.
♦ Agujas y dagas.
♦ Cuchillo de caza robado.
♦ Arco. Detesta las ballestas a más no poder.
♦ Estacas cuando es necesario.
► Ella y su voz:
Falling in Love with Love
► Datos extra:
♦ Siempre lleva consigo dos colgantes que simbolizan su pasado. Uno es un crucifijo de plata que perteneció a su madre biológica. El otro es el anillo de compromiso, ensartado en una cadena, con el que Armand, su primer prometido, le pidió matrimonio.
♦ Su cuerpo está lleno de cicatrices por las trifulcas en las que participó. Generalmente las tiene en la espalda, motivo por el que no viste tan "tentadora" como las otras bailarinas.
♦ Tiene una extraña marca de nacimiento en el antebrazo. Su instinto le dice que es especial, pero no sabe hasta qué punto. Ni siquiera ella es sabedora de que esa marca simboliza que su sangre es especial, más atrayente, para los novivos.
♦ Es la única heredera de Maurice Levou. Sin embargo, aunque Dianne Levou sea propietaria de los lujos que antaño pertenecieron al médico, Talena prefiere mantenerlos bien alejados de su nueva vida. Como gitana se siente libre, fuerte y, sobretodo, ella misma.
♦ El apodo "Salamandra" se lo ganó después de una de las trifulcas. El hijo de una de las gitanas de su grupo quedó atrapado en las llamas de uno de los edificios atacados. Como ninguno de los hombres se atrevía a arriesgarse, Talena se desprendió de gran parte de sus armas y corrió al interior de la vivienda desatendiendo las advertencias de su por entonces marido, Jaime. Al cabo de varios minutos que se hicieron eternos, la mujer salió cubierta por una manta húmeda y llevaba en sus brazos al niño intacto. Y pese a que se había ganado unas buenas quemaduras, ella se limitó a sonreír y quitarle importancia.
Creado por Frozen •
Talena Valjean- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 16/03/2012
Edad : 32
Localización : Búscame y tal vez me encuentres.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Talena Valjean [Remodelada]
FICHA APROBADA
BIENVENIDA A VICTORIAN VAMPIRES
BIENVENIDA A VICTORIAN VAMPIRES
Tarik Pattakie- Vampiro/Realeza
- Mensajes : 7350
Fecha de inscripción : 19/06/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» Talena, la Salamandra
» Mandrágora (Talena)
» Buzón de Talena
» En lugar ajeno [Talena]
» Acercamiento Gitano [Talena]
» Mandrágora (Talena)
» Buzón de Talena
» En lugar ajeno [Talena]
» Acercamiento Gitano [Talena]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour