¿Qué es ese olor? (libre)

por Invitado Vie Jul 30, 2010 2:00 am

Acababa de caer el sol, me encontraba doblando de esquina en esquina agitando compulsivamente mi abanico. Hacia calor, mucho calor. A veces dudaba si era el clima el causante del calor o la cantidad de cosas que llevaba puesta cada vez que salía "de paseo". No me alcanzaban los dedos de la mano para contar la cantidad de ropa que llevaba: Sostén, faja, corset, medias largas, bombachón, enagua, doble pollera, camisa, camisola y sombrero... Era como si llevara una armario entero puesto, pero estaba bien, era lo normal. Todos lucían o querían lucir a así por lo que no me quejaba.. simplemente me abanicaba hasta que se me esguinzaran las muñecas e intentaba no desmayarme.

Pasé por al lado del burdel, había mujeres y.. hombres, que parecían mujeres, en la puerta invitando a los pasantes a entrar, me pareció divertida la idea.
Ciertamente cualquier lugar poco usual para una "mujer respetable" me parecía una buena idea, estaba aburrida de tanto rococó, actuación y clasísismo. Quería divertirme, probar nuevas bebidas, conocer gente rara...
Sin embargo me decidí a entrar en otro lugar; De afuera se veía pequeño, pero sin duda invitaba a entrar a nuevos y viejos pasantes, por lo que no dude. Respiré hondo y me metí dentro como si fuera una cliente habitué.
El lugar era acogedor aunque un tanto extraño. La ambientación estaba muy bien lograda, casi podía sentirme en una parte de oriente, clima fresco, con una leve bruma a causa de las teteras, incienso, humo y ¿Opio?. Fruncí un poco mi nariz por lo desacostumbrada que estaba a aquel aroma y me senté en uno de los asientos.
Me tomé mi tiempo para terminar de analizar el lugar, tranquilo, tenue y misterioso.
Pude observar a muchos vampiros dirigiéndose directamente hacia las escaleras, sabía lo suficiente de ellos gracias a mi querido sirviente, sin embargo no entendía por qué ninguno se quedaba en planta baja. Debía haber algo suficientemente emocionante arriba, pero por ahora, me entretenía donde estaba.
La camarera se me acercó, sonreí y antes de que me dijera nada pronuncié
-Un Earl Grey por favor-
Pocos minutos después colé las hojas de té con la clásica cucharilla y agregué un terrón de azúcar a mi taza. Deje que el vapor chocara en mi rostro y bebí un par de sorbos casi como si se tratara de la mejor delicia.
No muy lejos mío había una persona, de aspecto peculiar, caminaba mirando las mesas, como si buscara algo. Sin darme cuenta seguí sus pasos con la vista, incluso, no me dí cuenta que la persona misma estaba observando como le miraba.

por Invitado Sáb Ago 21, 2010 3:29 am

* Tras el ocaso del cielo ya bien sabido para mí era el hecho de que había que trabajar. Desde hace algún buen rato estaba ubicado en un local pequeño con aromas extraños, demasiado extraños para un hombre que estaba acostumbrado a oler licores rudos como el ron y el whisky. Soportaba todo aquello por buenas razones como una promesa monetaria bastante rica y tentadora por hacer un buen trabajo para algún ricachón que no sabía defenderse. Vestía con el usual traje negro con sombrero, todas esas piezas de origen americano como lo era yo mismo, Jack Slater. Esperé lo suficiente y ya aquel cliente estaba pasado de la hora de cita, por lo que cambié mi posición de espera silenciosa para otro lugar, buscando a la vez entre las mesas a algún parecido con la descripción física que me habían dado por una carta...*

* Mientras hacía aquella busqueda mis botas de vaquero hacían un sonido peculiar que entre aquellos europeos no era nada usual. Era la melodía del talón duro chocándose contra la madera del suelo acompañada del chasquido metálico de la espuela de montura y la leve caricia del cuero mullido estrechándose y arrugándose en cada movimiento. Noté la observación de varios citadinos del lugar, en especial una mujer bastante cubierta en telas de aspecto caro siendo nada extraño en aquella cultura. Mi visión de aquella figura fue tan sagaz y rápida que logré observar sin ser detectado el hecho de que ya le había visto... Para cuando me di cuenta del tiempo que era ya había hecho reconocimiento de toda el área de mesas y no encontré al sujeto que me iba a contratar.*

* Bien, no importaba en realidad, podía esperar si era necesario y saqué de mi bolsillo una monedita de oro para distraer mi mano derecha con ágiles movimientos de dedos haciendo pasear la moneda entre ellos sin dejarla caer. Si alguien podía notar aquello se observaba de que yo en ningún momento le ponía ojo a la moneda o a mi mano mientras la movía, era un ritmo bien manejado que yo sabía llevar y así me acerqué a la mesa de la joven... No escatimé rodeos y me acerqué a la joven que tomaba té quitando mi sombrero por un momento para saludarla dejando ver mi rubia cabellera apenas peinada y cuidada, quizás fuera repugnante a los ojos de la realeza pero así era yo y no lo iba a cambiar por el gusto de terceros... Solamente alzé una ceja y sonreí con algo de gracia para dar un estilo propio al saludo, no me gustaba lucir como los afeminados de la entrada.*

por Invitado Sáb Ago 21, 2010 12:55 pm

Mis ojos estaban tan pegados a aquel hombre que apenas noté que el se había dado cuenta que lo miraba. Su manera de vestir me tenía loca de curiosidad, ¿Sería extranjero?
Llevaba unas raras botas de cuero con cuchillas... un sombrero lejano de ser normal y toda su ropa y desfachatez a tono.

Tan descaradamente lo estaba mirando que tal vez el no tuvo más que acercarse y saludarme bajando su sombrero. Me dió algo de vergüenza al principio pero al ver su pelo no pude mas que sonreír, lo llevaba enmarañado y revoltoso, como los obreros de la bodega. El me devolvió la sonrisa y levantó una ceja de manera divertida. Siempre de alguna manera u otra conocía personas nuevas y raras en Paris y estaba bien porque eso en el fondo era lo que siempre buscaba, dejar un poco de lado la solitaria vida de campo.

Dudé si hablarle o no. Mantener conversaciones con hombres desconocidos se podía volver un gran problema en aquella época pero la curiosidad sobrepasaba mi instinto de supervivencia. Ademas, no estaba en un lugar potencialmente peligroso.
-Buenas noches caballero- Mi voz era suave y aterciopelada- Lleva un estilo muy propio... ¿Es extranjero?- Recapacité rápidamente mis palabras y tuve miedo de que no entendiera mi idioma, yo misma no sabía hablar otra lengua por lo que esperaba que el me entendiera.
Tomé unos tragos más de mi te para que no se me enfríara mientras el contestaba.

por Invitado Sáb Ago 21, 2010 1:24 pm

* Quizá una plática sería una buena forma de pasar el tortuoso hecho de esperar y por ello había accedido a saludar. Ni idea tenía de donde me había metido pero yo siempre era desconfiado del entorno por naturaleza, casi como si siempre esperase que ocurriera lo peor. Fuera de aquel pensamiento me centré en la dama que tenía un peculiar acento típico de los europeos de esa zona, bastante gracioso y tierno a la vez según mi gusto.* -Si... vengo del lejano oeste... En Texas-

* le mencioné haciendo notar un tono de voz bastante balanceado entre agudez y gravedad dando un sonido relativamente joven para mi apariencia, el cual era complementado por ese acento americano con el que hablaban los tipos duros de la época. * -Es el estilo vaquero de america... Crecí con él y me agrada- * De un momento a otro puse la mano diestra sobre el respaldo de una silla vacía frente a ella, manteniendo un par de dedos cerrados para que la moneda dorada no se cayera al suelo.* ¿puedo? * Preguntó con la modestia que le era posible tener si podía tomar asiento frente a su mesa. No podía sentir la presencia de seres sobrenaturales como si fuera un gitano, pero era evidente que los concurrentes nocturnos del lugar ya empezaban a darse cuenta de mis latidos, y aunque mi sangre no fuera de la mejor calidad podía ser un banquete gratuito para el que tuviera un hambre bastante pronunciada... O posiblemente no tan caritativo. Por un momento devolvíla mirada a la barra buscando alguna botella con manjar de buen color pero al no ver ninguna extraordinaria aguardé respuesta de la joven antes de reaccionar.*

por Invitado Sáb Ago 21, 2010 1:58 pm

Me sentí aliviada de que el hombre hablara mi idioma, tenía una voz masculina y una tonada de lo mas graciosa.

Me entusiasmo la idea de una persona que venía de Estados Unido, en ese sentido era como una niña, me gustaban las historias de los lugares que no conocía. Sonreí divertida al escuchar la palabra "vaquero" no tenía idea de que era un vaquero, ¿Acaso cazaba vacas? ¿O era granjero?. En cierto modo yo también era granjera ¿Entonces yo era vaquera?.

El hombre tomó la silla por el respaldo a punto de sentarse sin antes pedirme permiso. Sus movimientos eran raros, parecía que todo su cuerpo se mantenía en equilibrio por el bailoteo de sus dedos...
-Adelante... -Le permití que se sentará, quería saber más sobre los cazadores de vacas.
El miraba las botellas de la barra y yo miraba las raras costuras de su chaqueta.
Sentí que debía tranquilizar mi mirada o el terminaría pensando que era un fenómeno para mi, y no era así, solo era... atípico
-Entonces ¿ Cual es su nombre Señor?- Pregunté sin problema alguno, no me caracterizaba por ser tímida ni nada similar, de hecho ganas de matarlo a preguntas no me faltaban- ¿Toman vino en el lejano oeste?- Imaginé importando mis vinos hasta otro continente y no pude evitar sonreír con los dientes. Solía dar la impresión de ser mas joven de lo que ya era o a veces hasta de tonta por ser tan efusiva. Sin embargo muy lejos de tonta estaba.

Alrededor nuestro comenzaba a llenarse de vampiros, yo misma vivía prácticamente con uno, por lo que no me daba miedo. Sin embargo, el latir acelerado de mi compañero de mesa me hacía ver que el si sentía algo incomodo, podía escucharlo con claridad gracias a mis habilidades no siempre tan gratas como Licántropo -No se preocupe, suelen ser inofensivos en lugares públicos...- Susurré intentándolo calmar. Aunque tal vez había sido una jugada estúpida, después de todo el no tenía porque saber que era un vampiro...tal vez solo tenía taquicardia o aceleración cardíaca.

por Invitado Sáb Ago 21, 2010 5:21 pm

* Era efectivo, con el tiempo que llevaba en francia ya dominaba lo suficiente del idioma como para comunicarme fluidamente. Me resultaba gracioso también el hecho de ser observado como algo extraño, no me apenaba en absoluto, yo mismo sabía cuan extraño y distinto era yo en ese lugar... Era como llevar un cerdo salvaje al corral de ovejas, un simple ejemplo que pude pensar asemejandolo con mi vida infante en la granja de cerdos que tenían mis padres. Mientras pensaba en ello ya había tomado asiento apenas recibí la aceptación por parte de la dama.* Soy Jack Slater... * Callé por un momento pensando un poco sobre cual de los numerosos oficios que llevaba nombrar como titular. * Mi trabajo más destacado es cazar animales frescos para las carnicerías de la ciudad... Trabajo por cuenta propia, por eso no tengo ninguna firma comercial * Relataba en resumen su oficio mientras mi mano derecha movía de nuevo los dedos haciendo caminar la monedita de oro entre ellos.*

* Aguardé un poco dejando que llevara el tema y la situación... A la pregunta sobre el vino respondí de manera sobria asintiendo levemente sin dejar de observar el entorno... Por más tranquilo que luciera no era el mejor lugar podría cambiar de un momento a otro, yo por mi lado ya era experto en esas peleas de bares y restaurantes trayendo esa costumbre desde el lejano oeste que me crió.* ¿Quienes?... ¿Estas personas?... Míralos, se ven tan recatados que quién pensaría que podrían golpear fuerte... No durarían en un ambiente salvaje ni dos dias. * Procuraba bajar un poco el tono de la voz para que los demás comensales no escuchasen con claridad.* Sin ofender, señorita * agregué de inmediato como preventiva. Aunque pasara por tonto o despistado sabía que era lo mejor si el ambiente estaba infestado, era mejor que pararme y gritar que los mataría a todos. Venga!! eso es una locura!... Mejor volví a mirar a mi acompañante en ese caso.*

por Invitado Lun Ago 23, 2010 10:34 pm

El hombre que ahora estaba sentado frente a mi, se presento como Jack Slater... un nombre que sin duda me costo reproducir por la extraña fonética utilizada en el. Luego y para mi sorpresa, me explico a que se dedicaba... asumí que eso era ser vaquero y descarté por completo la idea de ser similar a el..
Me sentí levemente ofendida de que me asintiera levemente con la cabeza que le gustaba el vino. Pero decidí como siempre dejar todo perjuicio de lado, tal vez ni siquiera había probado un buen vino en su vida, o de lo contrario, hubiera exclamado una respuesta. O no sé, era mejor no darle vueltas hasta conocerlo mejor.

Su jugueteo con la moneda entre sus dedos me volvía loca, podía escuchar el tic-tic-tic, que la moneda hacía cada vez que tocaba la mesa, mis propios dedos por debajo de esta se movían imitando su mano.

Tras un incomodo silencio su palpitar, a mis oídos, estruendoso y mi intento de tranquilizarlo vino un comentario de hombre duro. Sonreí aliviada, posiblemente en verdad el no supiera nada de seres sobrenaturales y su palpitar se hubiera debido a otra cosa... también me alegraba entonces que no se hubiera preguntado porque se lo decía.
Reí dulcemente por su comentario de que ellos no durarían en un ambiente salvaje... Hoy en día todos sobrevivíamos en un ambiente salvaje, eso era París y toda Francia en realidad. Un mundo infestado de vampiros chupa sangres, brujos, asesinos y lobos...

-Tranquilo no me ofende en lo absoluto, Sir Slater...- Pese a que el no vestía como conde, terrateniente o cualquier persona de clase alta, me referí a el como Sir y lo traté con el debido respeto...- ¿No va a ordenar nada?- Le pregunté sorprendida viendo que la camarera se acercaba por detrás de el.

por Invitado Mar Ago 24, 2010 12:10 pm

* Por el momento mi tapadera había funcionado para desviar el tema de conversación respecto a estar nervioso, la verdad es que yo mismo no tenía ni idea de quienes me rodeban, aquellos seres estaban tan infiltrados en la sociedad que podrían ser cualquiera. Mi mano jugaba hábilmente con el metal dorado sin ponerla sobre la mesa, pero ya había sido suficiente de aquel ejercicio inerte y abrí los dedos de mi mano por un muy pequeño tiempo antes de cerrarlos cuando la moneda caía atrapándola con el puño.*

* Por un momento casi carcajeé de risa por el trato que me ofrecía, pero me mantuve tranquilo compensando aquella emoción venidera con una sonrisa y el arrojar de la moneda al aire tras ponerla sobre el pulgar y accionar este.* Ordenaría whisky, pero me da curiosidad saber cual vino me recomendaría. * Mi siguiente movida fue echar una mirada de reojo a la camarera detrás mío y ''Asustarla'' con una sonrisa breve y un guiño de ojo, a la vez que mi mano izquierda parecía tener sentidos propios cuando atrapó el metal dorado cayendo sin que yo lo mirara. No sabía si en Paris acostumbraban a la propina pero le ofrecía a la joven la moneda a cambio de un favor* Bien, el whis... ehm, el vino que ella sugiera, cherie... * esperé entonces tras dar la instrucción.*

por Invitado Miér Ago 25, 2010 3:00 pm

Mis ojos permanecían hipnotizados en el movimiento de la moneda, no pude evitar soltar una risita impresionada como si de una niña me tratara. Debajo de la mesa una de mis manos continuaba imitando el movimiento para luego recordarlo e intentar imitarlo.

-Es muy peculiar e impresionante eso que hace con las manos..- No pude evitar decirle mientras acomodaba mi cabello.
Luego de que la camarera viniera me alegró que me dejara recomendarle un vino, en vez de whiskey.
Le pedí a la camarera que me nombrara los vinos de la casa, sabía que los vinificados que yo producía no los vendíamos en ese lugar o por lo contrario esa no hubiera sido mi primer visita. Después de varias etiquetas me decidí por que vino elegir.

-Dos copas de encabezados de Jerez por favor..- Me había decido por aquel ya que a juzgar por su casi pedido de whiskey, parecían gustarle las bebidas fuertes, y en lo que vino se refería, los encabezados solían duplicar la graduación alcohólica. Ademas siempre me gustaba tomar vinos de otros lugares que no sean Francia y hacía bastante que no probaba nada Español.

Cuando la camarera trajo el pedido acerqué la copa, sin agitarla, a mi nariz y me entristeció un poco el hecho de que el fuerte olor a opio tapara por completo la complejidad aromática de la bebida. De hecho aquel aroma era tan fuerte que toda mi nariz se había inundado de el.
Esperé a que Slater lo probara primero para ver si sus gestos aprobaban o no el vino.

por Invitado Vie Ago 27, 2010 12:12 pm

* Después de haber dado la propina Me senté a esperar con calma a que diera la sugerencia. Guardé mis manos bajo la mesa en el anonimato de la mayoría de las personas. De inmediato contesté a mi acompañante sobre su opinión acerca de los movimientos.* Es lo que aprendes cuando te cuesta ganarte el premio y no quieres que te quiten tu dinero en cualquier parte * Casi un chiste parecían mis palabras, pero de donde yo venía era la cruda realidad con tanto bandolero rondando por ahí.*

* Escuché un nombre extraño para una bebida... Jamás había escuchado ese nombre en el catálogo de vinos porque sencillamente yo no me molestaba en averiguar de vinos cuando el primer tiro de casi todos los dias era un whisky. En poco tiempo tuve la copa servida frente a mí y observando a... Jodido Dios!, se me pasó de la mente preguntar su nombre.* Este primer trago a la salud de.... * Suspendí mis palabras señalandola a ella con mis ojos y sonriendo levemente en el ligero brindis, una peculiar manera de esperar el nombre por respuesta. Esperaría yo hasta entonces para darle luego el sorbo a la copa y catalogar la fuerza del vino elegido.*

por Invitado Lun Ago 30, 2010 2:46 pm

Entendía entonces que Slater era un hombre que se ganaba la vida de manera tal vez dificultosa. En realidad, la mayoría de los hombres lo hacían y hasta yo misma siendo mujer... Solo que evidentemente algunos teníamos mas suerte que otros.
A decir verdad mi fortuna se le debía a mi padre, el fundador de la bodega que ahora me pertenecía.

- No me agradan los ladronzuelos... - Exclamé mostrando una leve indignación infantil. Y era cierto, más de una vez nos habían robado cajones de vinos cuando los transportábamos en las carretas, eran una suerte de piratas del campo.
La camarera trajo el pedido y Slater levantó la copa frente a mi, entendí entonces que ahora quería saber mi nombre por lo que de manera sonriente contesté: - Marie Paulette, Salud- Levanté mi copa yo también y tras chocarla levemente esperé ansiosa que mi compañero de mesa lo probara.

Siempre me gustaba analizar las caras de los degustadores a la hora de probar un vino. Mucha gente solía “disimular” con las palabras cuando algo no le gustaba, tal vez por educación o protocolo, sin embargo no había gesto que me engañara. Siempre había una fracción de segundo donde la boca u ojos se deformaban mostrando su disgusto ante una bebida que no es del agrado del degustador. También solía prestar atención a los latidos del corazón, que ante a una sorpresa aceleraba… pero no estaba seguro de que aquello fuera bueno o malo.

por Invitado Vie Sep 03, 2010 8:23 am

* Extrañamente empezaba a sentirme en confianza dentro del lugar a pesar del evidente peligro. No sabía yo si era por la agradable compañía que tuve suerte de encontrar esta vez o si era el opio que ya no olía porque había saturado mi olfato. Si pude captar que los bandidos no le agradaban, ¿Y a quién sí le agradan del todo?. Al escuchar la respuesta buscada iba a beber, pero correspondí al brindis y llevé la copa con cuidado hacia delante y le di un leve toque a la de ella con la suavidad del cristal. Después de ello fui con más cuidado y probé solo un poco del vino... Hm. Un solo parpadeo con el que cerré levemente los ojos fue mi reacción al hallarme con un vino que tenía tanta fuerza como un whisky, casi que un ron. No me esperaba sinceramente que un trago tan catalogado como refinado tuviera tal sabor y de seguido sonreí después de catar la bebida.* Buena elección. Nunca imaginé que fuera de tal grado. Está muy bueno.

* Di mi aceptación por la bebida y proseguí bebiendo un poco más, la cantidad de un trago normal para empapar mi gusto con la composición de la bebida. Con aquella sorpresa pequeña me empecé a imaginar que detrás de ella podrían haber muchas otras, por lo que irme confiado sería una ingenuidad.* [color=white]Un rato bastante agradable... * Miré de nuevo a los lados a ver si alguien encajaba con la descripción de un cliente importante, pero nada.* Parece que no vendrá. Habrá rato para dialogar. * Agregué en mis palabras con intención de continuar conociéndola mejor para aprovechar el tiempo de espera que ya se había pasado de la hora acordada para el trabajo.*

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