AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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A la espera.... (Libre)
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A la espera.... (Libre)
Apareció levemente, escondida en uno de esos rincones donde las mujeres de alegre vida tentaban a los hombres a poseerlas en una rápida cópula. Donde ella en alguna que otra ocasión también se había afanado en dejarse llevar por la lujuria y, cómo no, por el dinero.
Observó con sus extraños ojos, pero no vió a nadie, y se lamentó por ello, ya que tenía ganas de jugar un poco.
Amaba asustar un poquito a aquellos bastardos. Tal vez algún conocido que la poseyó en su vida carnal.
Estaría bien si encontrase a Marcus - pensó. - Pero hace semanas que no le veo pasear por aquí. ¿Dónde andará?..
Él nunca había podido mantener su bragueta cerrada por mucho tiempo, y eso siempre la complacía, porque era uno de sus clientes más asiduos. Hasta que ella murió, por supuesto...
Después de que encontrasen su cuerpo tan... marchito - un rictus desagradable se dibujó en su rostro desdibujado - él sólo fué visto una única vez ante ella. Y nunca más.
- ¿Porqué he tenido que acabar así? - se lamentó, y su voz surgida de la tumba reverberó en el callejón cercano.
Escuchó un ruido seco, y se acercó hacia la esquina de la callejuela, de donde provenía....
Observó con sus extraños ojos, pero no vió a nadie, y se lamentó por ello, ya que tenía ganas de jugar un poco.
Amaba asustar un poquito a aquellos bastardos. Tal vez algún conocido que la poseyó en su vida carnal.
Estaría bien si encontrase a Marcus - pensó. - Pero hace semanas que no le veo pasear por aquí. ¿Dónde andará?..
Él nunca había podido mantener su bragueta cerrada por mucho tiempo, y eso siempre la complacía, porque era uno de sus clientes más asiduos. Hasta que ella murió, por supuesto...
Después de que encontrasen su cuerpo tan... marchito - un rictus desagradable se dibujó en su rostro desdibujado - él sólo fué visto una única vez ante ella. Y nunca más.
- ¿Porqué he tenido que acabar así? - se lamentó, y su voz surgida de la tumba reverberó en el callejón cercano.
Escuchó un ruido seco, y se acercó hacia la esquina de la callejuela, de donde provenía....
Última edición por Eldaya Môntresor Dupont el Lun Ene 07, 2013 12:37 pm, editado 2 veces
Eldaya Môntresor Dupont- Fantasma
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Re: A la espera.... (Libre)
Crystall llevaba caminando sin rumbo toda la tarde, su mirada pensativa no la hacían contemplar nada más que sus pasos sobre la acera. Las palabras que le había dicho Dalma aún resonaban en su mente. La vida de la bruja volvería a cambiar, y no era que Derek se lo había insinuado, no, eran las almas vacías y las energías las que advertían el cambio.
Nuevamente la bruja estaba rodeada por ellos, como si de un imán se tratase. Y ella sentía su aura asesina, ¿quién era Killer Bee? Ahora ya lo sabía y se sintió tonta por no descubrirlo cuando la tuvo enfrente, sus poderes habían perdido sentido de alerta y eso no le gustaba para nada. Y es que no significaba que su relación con Derek se degradara, no, más bien era el hecho de sentir la aura de maldad otra vez.
Visualizó el mundo espectral dentro del terrenal donde los vivos habitan y vio fantasmas, las almas errantes que ya no piensan, carecen de recuerdos y personalidad, y finalmente las energías, entes como llamas que representan el consumo final de una vida, cuando las almas pierden total identidad y forma. Las energías muchas veces se trataban de almas expulsadas del infierno o el cielo.
La bruja se dejó invadir por las almas y las energías, eran fácil de someterlas con su poder titiritero y la necromancia, dejó a los fantasmas, no se metió con ellos, no tenía motivos para hacerlo y no quería.
Se hizo uno con ellos, la envolvieron y antes de que se formara un torbellino a su alrededor los sometió uniéndolos a sus miembros, tendiendo sus hilos invisibles. Los ojos de la bruja se volvieron maliciosos. No permitiría que una inquisidora interfiriera en su vida y menos si peligraba la vida de su esposo.
Cuando la bruja reparó en el ambiente se introdujo en un callejón y estando sola envió un alma a poseer un cesto de basura, la bruja lo controló y una vez el alma estaba unida lo arrojó a otro lado produciendo un ruido seco, Crystall sonrió, ya habían pasado meses desde que ella había hecho algo similar y se sintió viva.
Fue entonces que vio a una fantasma, era una mujer joven y por su apariencia le pareció que no llevaba mucho tiempo de muerta. La fantasma la miraba, ¿sería a ella o a las energías y almas que rodeaban a Crystall? La bruja no lo sabía, Dalma Folckò no la acompañaba por lo que ella estaba descartada. Y noto en la fantasma interés o algo semejante, pues los ojos de Crystall la miraban, como si se tratara de alguien vivo.
—¡Buenas noches!— dijo con una sonrisa.
Nuevamente la bruja estaba rodeada por ellos, como si de un imán se tratase. Y ella sentía su aura asesina, ¿quién era Killer Bee? Ahora ya lo sabía y se sintió tonta por no descubrirlo cuando la tuvo enfrente, sus poderes habían perdido sentido de alerta y eso no le gustaba para nada. Y es que no significaba que su relación con Derek se degradara, no, más bien era el hecho de sentir la aura de maldad otra vez.
Visualizó el mundo espectral dentro del terrenal donde los vivos habitan y vio fantasmas, las almas errantes que ya no piensan, carecen de recuerdos y personalidad, y finalmente las energías, entes como llamas que representan el consumo final de una vida, cuando las almas pierden total identidad y forma. Las energías muchas veces se trataban de almas expulsadas del infierno o el cielo.
La bruja se dejó invadir por las almas y las energías, eran fácil de someterlas con su poder titiritero y la necromancia, dejó a los fantasmas, no se metió con ellos, no tenía motivos para hacerlo y no quería.
Se hizo uno con ellos, la envolvieron y antes de que se formara un torbellino a su alrededor los sometió uniéndolos a sus miembros, tendiendo sus hilos invisibles. Los ojos de la bruja se volvieron maliciosos. No permitiría que una inquisidora interfiriera en su vida y menos si peligraba la vida de su esposo.
Cuando la bruja reparó en el ambiente se introdujo en un callejón y estando sola envió un alma a poseer un cesto de basura, la bruja lo controló y una vez el alma estaba unida lo arrojó a otro lado produciendo un ruido seco, Crystall sonrió, ya habían pasado meses desde que ella había hecho algo similar y se sintió viva.
Fue entonces que vio a una fantasma, era una mujer joven y por su apariencia le pareció que no llevaba mucho tiempo de muerta. La fantasma la miraba, ¿sería a ella o a las energías y almas que rodeaban a Crystall? La bruja no lo sabía, Dalma Folckò no la acompañaba por lo que ella estaba descartada. Y noto en la fantasma interés o algo semejante, pues los ojos de Crystall la miraban, como si se tratara de alguien vivo.
—¡Buenas noches!— dijo con una sonrisa.
Crystall Van Wijs- Hechicero Clase Alta
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Re: A la espera.... (Libre)
Abrió uin poco más los ojos, sorprendida.
¿La estaba saludando a ella? ¿La podía ver?...
Cabeceó ligermante, y sonrió a la desconocida.
- ¿Me puedes ver? - rió tenuemente - ¿Acaso tienes ese poder con el que puedes ver a los muertos?
Sintió algo parecido a un pinchazo. Llamarse a sí misma muerta no era muy complaciente, pero, en fin, eso es lo que era.
Se concentró para que su cuerpo fuera un poco más homogéneo, más carnal, y cuando lo consiguió, después de un minuto prolongado, caminó hacia la mujer, que se le antojó menuda y de ojos achispados.
No dió más de tres pasos, y se detuvo muuuuy cerca del rostro de la mujer.
- Buenas noches. ¿Porqué te siento tan distinta a todos los demás mortales?
Se llevó la mano a la nuca y se rascó algo nerviosa. Había algo que la perturbaba, pero con sus sentidos aún desarrollándose, no sabía exáctamente a qué atribuirlo.
¿La estaba saludando a ella? ¿La podía ver?...
Cabeceó ligermante, y sonrió a la desconocida.
- ¿Me puedes ver? - rió tenuemente - ¿Acaso tienes ese poder con el que puedes ver a los muertos?
Sintió algo parecido a un pinchazo. Llamarse a sí misma muerta no era muy complaciente, pero, en fin, eso es lo que era.
Se concentró para que su cuerpo fuera un poco más homogéneo, más carnal, y cuando lo consiguió, después de un minuto prolongado, caminó hacia la mujer, que se le antojó menuda y de ojos achispados.
No dió más de tres pasos, y se detuvo muuuuy cerca del rostro de la mujer.
- Buenas noches. ¿Porqué te siento tan distinta a todos los demás mortales?
Se llevó la mano a la nuca y se rascó algo nerviosa. Había algo que la perturbaba, pero con sus sentidos aún desarrollándose, no sabía exáctamente a qué atribuirlo.
Última edición por Eldaya Môntresor Dupont el Lun Ene 07, 2013 9:56 am, editado 2 veces
Eldaya Môntresor Dupont- Fantasma
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Re: A la espera.... (Libre)
Volvió a sonreír, le divirtió la pregunta. ¿Acaso Crystall era la primera mortal en verla? Todo a punta a un si.
—Me sientes distinta, porque soy diferente a todos los demás. Yo no solamente puedo verte o a cualquier muerto, sino...— y se detuvo, pues quería demostrar las habilidades que mencionarlas. Antes de comenzar la demostración, Crystall se preguntó. –¿Será capaz de ver a más muertos, a las almas y las energías?–, difuminó el pensamiento y extendió una de sus manos a un costado, movió sus labios como si dijera algo en voz silenciosa y sin embargo intendible.
Una revolución de energías se formó sobre la palma de Crystall, era como una aurora boreal que giraba como el huracán. Los ojos de Crystall brillaron por el fenómeno que sólo ella y Crystall podían ver. Luego, cerró la palma y las energías se desvanecieron, poniendo fin a la eventualidad provocada por la bruja. —Soy una bruja y tengo control sobre almas, energías y muertos en general— y el aura oscura se alzó sobre su espalda como si de una sombra maligna se tratara. Tan colosal y temible que podría causar gran impresión sobre la misma fantasma.
—Mi nombre es Crystall Van Wijs, atribuyo a tu aspecto que no tienes mucho en tu nueva vida— se expresó la bruja evitando la palabra muerta, pues no todos los fantasmas se agradaban de ser llamados de esa forma, no superaban el trauma tan fácil. Y el hecho era, sí la fantasma resultaba ser agresiva; Crystall no quería lidiar con ella. Prefería volverse su amiga, quizás por eso le demostró algo de su poder, de cierta forma buscaba generar confianza.
—Me sientes distinta, porque soy diferente a todos los demás. Yo no solamente puedo verte o a cualquier muerto, sino...— y se detuvo, pues quería demostrar las habilidades que mencionarlas. Antes de comenzar la demostración, Crystall se preguntó. –¿Será capaz de ver a más muertos, a las almas y las energías?–, difuminó el pensamiento y extendió una de sus manos a un costado, movió sus labios como si dijera algo en voz silenciosa y sin embargo intendible.
Una revolución de energías se formó sobre la palma de Crystall, era como una aurora boreal que giraba como el huracán. Los ojos de Crystall brillaron por el fenómeno que sólo ella y Crystall podían ver. Luego, cerró la palma y las energías se desvanecieron, poniendo fin a la eventualidad provocada por la bruja. —Soy una bruja y tengo control sobre almas, energías y muertos en general— y el aura oscura se alzó sobre su espalda como si de una sombra maligna se tratara. Tan colosal y temible que podría causar gran impresión sobre la misma fantasma.
—Mi nombre es Crystall Van Wijs, atribuyo a tu aspecto que no tienes mucho en tu nueva vida— se expresó la bruja evitando la palabra muerta, pues no todos los fantasmas se agradaban de ser llamados de esa forma, no superaban el trauma tan fácil. Y el hecho era, sí la fantasma resultaba ser agresiva; Crystall no quería lidiar con ella. Prefería volverse su amiga, quizás por eso le demostró algo de su poder, de cierta forma buscaba generar confianza.
Crystall Van Wijs- Hechicero Clase Alta
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Re: A la espera.... (Libre)
- Ohhh.. - musitó casi sin aliento cuando vió aquellos hilachos de algo brillante, algo que parecía estar vivo y que la mujer era capaz de someter.
La miró con estupor, ¡¡por fín había conocido a alguien así!! ¿Cuantas personas eran tan especiales? ¿Conoció ella, cuando estaba viva, a alguien así? ¿Estuvo en algún momento cerca de alguien capaz de hacer lo mismo que aquella mujer?
Afirmó con la cabeza a la suposición de la bruja, y un gesto apesadumbrado se dibujó en su rostro.
- Mmmh, nueva vida... - chasqueó la lengua - sí, está bien para mí decirlo así.
Una sensación de frío intenso la abrazó, y se frotó los brazos con las manos. Sentía lo mismo que cuando estaba sumida en el sueño eterno, donde los que no descansaban, tal como ella, se arrastraban con pesar.
- Así que eres una bruja... Creo que nunca conocí a alguien así. Por lo menos, no una bruja con poderes.. sino las brujas de lengua suelta, ya sabes.. - sonrió levemente.
Alzó la vista y la miró fíjamente, evaluando lo que le iba a responderle.
- ¿Qué significa lo que has dicho? ¿Control sobre almas? ¿Sobre muertos? ¿Sobre mí? - alzó las cejas rubias y abrió mucho más los ojos, atenta a lo que le diría.
No sabía si fiarse de la mujercita, pero supuso que si hubiera querido, ahora ella misma no estaría ahí, de pie, mirándola tranquilamente.
- Qué extraño que nos hayamos encontrado esta noche.. justo ahora.. no crees? - ladeó la cabeza - Ah, ¡¡qué descortés!! Sí, yo... mi nombre es Eldaya... Eldaya Môntresor Dupont. Encantada de conocerla, señorita.. Crystall.
Bajó la cabeza levemente para saludarla, pero no la perdió de vista.
La miró con estupor, ¡¡por fín había conocido a alguien así!! ¿Cuantas personas eran tan especiales? ¿Conoció ella, cuando estaba viva, a alguien así? ¿Estuvo en algún momento cerca de alguien capaz de hacer lo mismo que aquella mujer?
Afirmó con la cabeza a la suposición de la bruja, y un gesto apesadumbrado se dibujó en su rostro.
- Mmmh, nueva vida... - chasqueó la lengua - sí, está bien para mí decirlo así.
Una sensación de frío intenso la abrazó, y se frotó los brazos con las manos. Sentía lo mismo que cuando estaba sumida en el sueño eterno, donde los que no descansaban, tal como ella, se arrastraban con pesar.
- Así que eres una bruja... Creo que nunca conocí a alguien así. Por lo menos, no una bruja con poderes.. sino las brujas de lengua suelta, ya sabes.. - sonrió levemente.
Alzó la vista y la miró fíjamente, evaluando lo que le iba a responderle.
- ¿Qué significa lo que has dicho? ¿Control sobre almas? ¿Sobre muertos? ¿Sobre mí? - alzó las cejas rubias y abrió mucho más los ojos, atenta a lo que le diría.
No sabía si fiarse de la mujercita, pero supuso que si hubiera querido, ahora ella misma no estaría ahí, de pie, mirándola tranquilamente.
- Qué extraño que nos hayamos encontrado esta noche.. justo ahora.. no crees? - ladeó la cabeza - Ah, ¡¡qué descortés!! Sí, yo... mi nombre es Eldaya... Eldaya Môntresor Dupont. Encantada de conocerla, señorita.. Crystall.
Bajó la cabeza levemente para saludarla, pero no la perdió de vista.
Última edición por Eldaya Môntresor Dupont el Lun Ene 07, 2013 9:55 am, editado 2 veces
Eldaya Môntresor Dupont- Fantasma
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Re: A la espera.... (Libre)
A Crystall le divirtió el comentario de las brujas de lengua suelta, le pareció ingenioso y después se mostró seria cuando la fantasma la invadió de preguntas. La bruja hizo una afirmación general a las preguntas con un movimiento de cabeza y luego al escuchar el nombre le dedicó una sonrisa. —Un placer Eldaya– dijo sin reparar en la cortesía de clase alta, después de todo Eldaya la nombró por su nombre de pila y Crystall creyó ser una falta si no la imitaba.
—Es extraño pero siempre e agradable conocer a alguien nuevo, para bien o para mal... Sí, mis poderes constatan de la manipulación de energías, almas y fantasmas. Lo que te incluiría. Lo que presenciaste se llama nigromancia, use las energías mediante sometimiento verbal, ordenando la materialización de colores que formaron el fenómeno que presenciaste— le explicó, pues quería evitar preguntas con respecto a sus poderes.
Luego Crystall alzó los brazos y tendió sus hilos invisibles sobre en alma que se encontraba junto a Eldaya, un espíritu que a penas tenía silueta humana. Lo sometió y como de un títere se tratara lo llevó hasta el cesto de basura que había arrojado antes de la aparición de Eldaya, el alma extendió lo que aún parecían brazos rodeando el cesto, lo alzó de tal forma que a vista de los mortales parecía que flotaba y lo arrojó del otro lado del callejón.
—Ese poder es el titiritero, creo hilos invisibles que se adhieren al cuerpo espiritual, luego como si de títeres se trataran hago lo que desee, como alzar objetos, golpearlos, ejercer presión o ayudarme a veces a levitar dandome un aspecto si lo deseo más intimidante— y cuando Crystall mencionó aquello, el alma que tenía bajo la influencia de su poder titiritero la tomó por la cintura, varias energías se acercaron y la bruja se alzó sobre el suelo extendiendo sus brazos, sus ojos brillaron con astucia y la sonrisa dulce desapareció ante la malicia de su rostro.
—Y finalmente la posesión, mi propia alma la puedo expulsar de mi cuerpo y robar un cuerpo sobrenatural intercambiando las almas de cuerpo en cuerpo. O también puedo introducir a un fantasma a un cuerpo sobrenatural sin necesidad de que se expulse el alma sobrenatural— terminó y nuevamente tocó el piso, Crystall ladeó un poco la cabeza contemplando los ojos de Eldaya y se sentó en una banca que estaba muy cerca. La bruja cerró los ojos y su alma se desprendió del cuerpo, su cuerpo fantasmal levitó un poco, pero no se alejó mucho y temerosa de que Eldaya se arrojara sobre el cuerpo vacío regresó a él.
Cuando volvió hacerse una con el cuerpo se paro y miró a Eldaya con inocencia, con un brillo sincero en sus ojos. —¿Qué es lo que hace por estos callejones... es Parisina?— y no dijo más, no sabía si debió decir "era".
—Es extraño pero siempre e agradable conocer a alguien nuevo, para bien o para mal... Sí, mis poderes constatan de la manipulación de energías, almas y fantasmas. Lo que te incluiría. Lo que presenciaste se llama nigromancia, use las energías mediante sometimiento verbal, ordenando la materialización de colores que formaron el fenómeno que presenciaste— le explicó, pues quería evitar preguntas con respecto a sus poderes.
Luego Crystall alzó los brazos y tendió sus hilos invisibles sobre en alma que se encontraba junto a Eldaya, un espíritu que a penas tenía silueta humana. Lo sometió y como de un títere se tratara lo llevó hasta el cesto de basura que había arrojado antes de la aparición de Eldaya, el alma extendió lo que aún parecían brazos rodeando el cesto, lo alzó de tal forma que a vista de los mortales parecía que flotaba y lo arrojó del otro lado del callejón.
—Ese poder es el titiritero, creo hilos invisibles que se adhieren al cuerpo espiritual, luego como si de títeres se trataran hago lo que desee, como alzar objetos, golpearlos, ejercer presión o ayudarme a veces a levitar dandome un aspecto si lo deseo más intimidante— y cuando Crystall mencionó aquello, el alma que tenía bajo la influencia de su poder titiritero la tomó por la cintura, varias energías se acercaron y la bruja se alzó sobre el suelo extendiendo sus brazos, sus ojos brillaron con astucia y la sonrisa dulce desapareció ante la malicia de su rostro.
—Y finalmente la posesión, mi propia alma la puedo expulsar de mi cuerpo y robar un cuerpo sobrenatural intercambiando las almas de cuerpo en cuerpo. O también puedo introducir a un fantasma a un cuerpo sobrenatural sin necesidad de que se expulse el alma sobrenatural— terminó y nuevamente tocó el piso, Crystall ladeó un poco la cabeza contemplando los ojos de Eldaya y se sentó en una banca que estaba muy cerca. La bruja cerró los ojos y su alma se desprendió del cuerpo, su cuerpo fantasmal levitó un poco, pero no se alejó mucho y temerosa de que Eldaya se arrojara sobre el cuerpo vacío regresó a él.
Cuando volvió hacerse una con el cuerpo se paro y miró a Eldaya con inocencia, con un brillo sincero en sus ojos. —¿Qué es lo que hace por estos callejones... es Parisina?— y no dijo más, no sabía si debió decir "era".
Crystall Van Wijs- Hechicero Clase Alta
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Re: A la espera.... (Libre)
- Jajajajajajajajaja - echó a reír, absorta por lo que había visto. Era como estar en un teatro, con una función para ella sola - ¡¡Qué interesante!!! Aunque.... no me gusta demasiado el concepto de usar un alma para su antojo. ¿Ellos no lo rehúyen? ¿No tendrían que querer hacer las cosas por su cuenta?...
Bueno, tal vez a algunos les gusta que los manipulen... debiluchos, sin duda. - pensó, mirando a las sombras de reojo.
- Entiendo lo cómodo que puede ser tener ese tipo de poder. Simplemente usa a los invisibles para atemorizar o incluso vengarse - un brillo bailó en sus ojos - Y lo de mover el alma de un cuerpo a otro, es muy interesante, también. Puede meter en serios problemas al legítimo dueño..
Su mente maquinaba, aquello era de las cosas que mejor se le daban, lo que más le gustaba. A pesar de que hacía poco que se había convertido en aquello, lo que sí tenía claro era que iba a aprovecharlo todo lo que pudiera. Y si podía gastar jugarretas, ¿Porqué no a los más influyentes?
Esos sí que se merecen un buen escarmiento...
- Estoy a gusto con mi cuerpo. - se acarició la tripa suavemente, mirando a la mujer, que se había sentado y ahora la observaba calmadamente, después de revelar sus poderes.
- No tengo interés en poseer ningún cuerpo que no sea el mío propio. Es decir, para un largo tiempo - se apartó un imaginario mechón de cabello de la frente - En realidad, me gusta poseer sólo a aquellos que se lo merecen, ya sabe.. para ponerles en aprietos considerables. Yo conozco a unos cuantos... pero no renunciaría a mi cuerpo por nada, lo amo demasiado.
Apoyó una mano en la cadera y otra en la cintura, sacando pecho. Como cuando miraba a uno de sus amantes, exhibiendo su cuerpo sin pudores.
- No me explico, ¿Cómo puede convivir un alma ajena en un cuerpo sobrenatural? Y, ¿Qué es exactamente un cuerpo sobrenatural? ¿Un saco de huesos?
De repente, enmudeció. Se imaginó a sí misma, a su cuerpo marchito en su tumba, alzándose para ser usado por otro.
- ¡¡No quiero que nadie use mi cuerpo..!! - clavó sus ahora fríos ojos en la muchacha, como si la estuviera acusando de un delito que aún no había cometido.
Tomó aire por vicio, o costumbre, ya que no le era necesario para subsistir ni tranquilizarse, y se deshizo de aquél sueño tan desagradable.
- Soy de Londres, pero me trasladé a vivir aquí hace unos años ya. Y hace sólo unos meses que alguien... me convirtió en lo que soy ahora. - llameó la rabia en sus ojos y su interior - y lo único que busco es vengarme, lo más dolorosamente posible. Creo que es por eso que estoy aquí, en este mundo, sucio y gris.
¿Desde cuándo puedes hacer todo eso? Y, ¿No querrás atraparme, verdad? - preguntó sin cortarse un pelo. Mejor estar atenta. - ¿Porqué nos hemos encontrado? ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué puedo querer de tí?...
Siempre había pensado que en algunas ocasiones extrañas, los encuentros se daban por necesidad. Había un porqué, y sentía que si se habían encontrado era porque algo tenía que pasar entre ellas.
Cómo no, ¡¡un mortal mágico!! ¡¡un mortal que puede verme!! ¡¡Tiene que ser por algo en especial!! - pensó, deseando que fuera para que la pudiera ayudar en su camino.
Bueno, tal vez a algunos les gusta que los manipulen... debiluchos, sin duda. - pensó, mirando a las sombras de reojo.
- Entiendo lo cómodo que puede ser tener ese tipo de poder. Simplemente usa a los invisibles para atemorizar o incluso vengarse - un brillo bailó en sus ojos - Y lo de mover el alma de un cuerpo a otro, es muy interesante, también. Puede meter en serios problemas al legítimo dueño..
Su mente maquinaba, aquello era de las cosas que mejor se le daban, lo que más le gustaba. A pesar de que hacía poco que se había convertido en aquello, lo que sí tenía claro era que iba a aprovecharlo todo lo que pudiera. Y si podía gastar jugarretas, ¿Porqué no a los más influyentes?
Esos sí que se merecen un buen escarmiento...
- Estoy a gusto con mi cuerpo. - se acarició la tripa suavemente, mirando a la mujer, que se había sentado y ahora la observaba calmadamente, después de revelar sus poderes.
- No tengo interés en poseer ningún cuerpo que no sea el mío propio. Es decir, para un largo tiempo - se apartó un imaginario mechón de cabello de la frente - En realidad, me gusta poseer sólo a aquellos que se lo merecen, ya sabe.. para ponerles en aprietos considerables. Yo conozco a unos cuantos... pero no renunciaría a mi cuerpo por nada, lo amo demasiado.
Apoyó una mano en la cadera y otra en la cintura, sacando pecho. Como cuando miraba a uno de sus amantes, exhibiendo su cuerpo sin pudores.
- No me explico, ¿Cómo puede convivir un alma ajena en un cuerpo sobrenatural? Y, ¿Qué es exactamente un cuerpo sobrenatural? ¿Un saco de huesos?
De repente, enmudeció. Se imaginó a sí misma, a su cuerpo marchito en su tumba, alzándose para ser usado por otro.
- ¡¡No quiero que nadie use mi cuerpo..!! - clavó sus ahora fríos ojos en la muchacha, como si la estuviera acusando de un delito que aún no había cometido.
Tomó aire por vicio, o costumbre, ya que no le era necesario para subsistir ni tranquilizarse, y se deshizo de aquél sueño tan desagradable.
- Soy de Londres, pero me trasladé a vivir aquí hace unos años ya. Y hace sólo unos meses que alguien... me convirtió en lo que soy ahora. - llameó la rabia en sus ojos y su interior - y lo único que busco es vengarme, lo más dolorosamente posible. Creo que es por eso que estoy aquí, en este mundo, sucio y gris.
¿Desde cuándo puedes hacer todo eso? Y, ¿No querrás atraparme, verdad? - preguntó sin cortarse un pelo. Mejor estar atenta. - ¿Porqué nos hemos encontrado? ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué puedo querer de tí?...
Siempre había pensado que en algunas ocasiones extrañas, los encuentros se daban por necesidad. Había un porqué, y sentía que si se habían encontrado era porque algo tenía que pasar entre ellas.
Cómo no, ¡¡un mortal mágico!! ¡¡un mortal que puede verme!! ¡¡Tiene que ser por algo en especial!! - pensó, deseando que fuera para que la pudiera ayudar en su camino.
Última edición por Eldaya Môntresor Dupont el Lun Ene 07, 2013 9:49 am, editado 2 veces
Eldaya Môntresor Dupont- Fantasma
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Re: A la espera.... (Libre)
Crystall cayó a todas las preguntas, esperaba el momento adecuado para responder, y el orden en hacerlo. Mientras Eldaya preguntaba, la bruja analizó cada gesto. No sabía mucho del nuevo mundo en el que ella se encontraba, pasaba de un plano a otro sin darse cuenta y Crystall pensó que Eldaya consideraba que el plano espiritual y el terrenal eran el mismo. Lo que por supuesto, tenía que explicarle.
—¿Desde cuando puedo hacer todo lo que viste?— respondió con una pregunta y sonrió, desvió la mirada a la nada y suspiró. La respuesta le recordaría algo que le dolía y de igual forma le llama a continuar haciendo lo que dejó cuando se unió a su esposo. —Los poderes los he tenido desde que era una niña, sin embargo no era totalmente consciente de ellos...— se detuvo, levantó la vista y miró los ojos de la fantasma.
—Pero con el tiempo los he mejorado, con experimentos y experiencias que han marcado mi vida. El poder nigromante no lo usaba de forma agresiva, posesiva o imperativa. De igual forma el poder titiritero lo ocupaba para divertir a otros. Mi familia se dedicaba al entretenimiento; y era tan inocente en aquellos días que...— Crystall no pudo evitar hacer la pausa, lágrimas se formaron en sus ojos y los terribles recuerdos fueron invadiendo su mente.
—Cuando empecé a usar a las energías, almas y fantasmas a mi voluntad, sometiéndolas a mis caprichos y necesidades fue después de la intervención que la inquisición tuvo en mi vida. Lo que me hicieron no tenía perdón y llena de rabia y una furia indomable mataba a cada inquisidor que se topaba en mi camino. Los torturaba, los enloquecía y cuando llegaban al limite los mataba— y la tristeza de sus ojos desapareció, recordó el matrimonio con su hermano y ahora esposo, la unión incestuosa y la vida feliz que con él vivía y por unos instantes olvido que tenía compañía. Prosiguió, —no tienes de que preocuparte, no pretendo usarte. Existen cuatro tipo de... Entes. Los primeros son las energías, seres que alguna vez fueron como tu, pero que con el paso de los años, olvidaron quienes eran y que eran, perdieron la silueta humano y se convirtieron en lo que vez, luces como flamas; las energías reaccionan a los que llamamos "imanes" como es mi caso, y hacen nuestra voluntad sin usar la nigromancia para convencerles. Luego están las almas, seres que han perdido el rostro, que apenas recuerdan quienes son, que eran y poseen recuerdos fugaces, no son inteligentes y no procesan la información para que tomen sus propias decisiones y sin embargo, pueden rebelarse es necesaria la nigromancia antes de doblegarlos con los hilos invisibles que los titiriteros poseemos. Siguen los fantasmas, como lo eres tu, conscientes, inteligentes, humanos, llenos de recuerdos, con penas y dolores, solamente dialogando con ellos, haciendo pactos o tratos se puede acceder a los propósitos individuales aunque si tu poder nigromante es de un nivel abrumador puedes someterlos como muchas veces lo hice yo. Y por último están los espectros, seres malvados, con un sólo propósito crear caos, dañar a la gente; a ellos los escuchas, te susurran, influyen en tus decisiones, son sirvientes de Luzbel y son conocidos como demonios—.
La bruja cruzó la pierna llevando sus manos al regazo, miraba el rostro pálido de Eldaya y volvió a suspirar. —Existen varios planos, como el espiritual y el terrena. Al mundo de los vivos se le llama terrenal y al tuyo espiritual. Personas como yo tenemos la capacidad de ver ambos planos, y en mi caso entrar al plano espiritual cuando abandono mi cuerpo y tu entrar al plano terrenal cuando tomas forma corpórea, simulando ser un vivo o cuando quieres mostrarte a los vivos. Todo lo que vez en tu mundo espiritual fue creado por las energías, las luces de los faros no son reales, son las energías que proyectan el plano terrenal al tuyo. Al no tener consciencia imitan, por lo que todo lo que vez no es real, solo es el reflejo provocado por las energías, en cambio, cuando atraviesas el plano espiritual vez realmente los colores como son, la brillante y cálida luz, lo áspero de los árboles o el sonido del viento. Me preguntaste que es un cuerpo sobrenatural... Muchos de nosotros, brujos, cambiaformas, licantropos y vampiros usamos el termino sobrenatural como referencia a nosotros, seres con habilidades que los humanos no poseen, maldiciones dicen algunos. Es más fácil para nosotros que nombrarlos, en catalogo por su apariencia y naturaleza.l— entonces Crystall se puso de pie, le sonreía a Eldaya y comenzó a caminar, deteniéndose a varios metros de la fantasma.
—Quizás te preguntes como sé lo que te he dicho... fueron enseñanzas de mi padre, de libros y de la mismísima Muerte... ¿Creerás en mi? Solamente tu lo decides. Ahora, yo no busco nada en especial, ay, llevaba una vida feliz ¿sabes? Pero todo cambió con la llegada de Dalma, una vieja amiga que ya descansaba en el mundo de los muertos, descanso que tu no tienes... Pero, y aunque yo deseaba verla, todo ha cambiado la muerte la regresó con un propósito que no alcanzo a comprender, lo que sé es que una inquisidora anda tras mis pasos y los de mi esposo. Y nuevamente la sangre correrá por mi cuenta— Crystall se entristeció, su rostro se agrió y dedicó una mirada de incomprensión... —¿Qué te puedo ofrecer, que quieres de mí? No te lo puedo decir, pero lo que sí puedo es mencionarte, mi servicio que dediqué a Dios es ayudarlos, al menos eso era antes de vengarme de esos perros inquisidores— y la bruja se echó a reír.
—¿Desde cuando puedo hacer todo lo que viste?— respondió con una pregunta y sonrió, desvió la mirada a la nada y suspiró. La respuesta le recordaría algo que le dolía y de igual forma le llama a continuar haciendo lo que dejó cuando se unió a su esposo. —Los poderes los he tenido desde que era una niña, sin embargo no era totalmente consciente de ellos...— se detuvo, levantó la vista y miró los ojos de la fantasma.
—Pero con el tiempo los he mejorado, con experimentos y experiencias que han marcado mi vida. El poder nigromante no lo usaba de forma agresiva, posesiva o imperativa. De igual forma el poder titiritero lo ocupaba para divertir a otros. Mi familia se dedicaba al entretenimiento; y era tan inocente en aquellos días que...— Crystall no pudo evitar hacer la pausa, lágrimas se formaron en sus ojos y los terribles recuerdos fueron invadiendo su mente.
—Cuando empecé a usar a las energías, almas y fantasmas a mi voluntad, sometiéndolas a mis caprichos y necesidades fue después de la intervención que la inquisición tuvo en mi vida. Lo que me hicieron no tenía perdón y llena de rabia y una furia indomable mataba a cada inquisidor que se topaba en mi camino. Los torturaba, los enloquecía y cuando llegaban al limite los mataba— y la tristeza de sus ojos desapareció, recordó el matrimonio con su hermano y ahora esposo, la unión incestuosa y la vida feliz que con él vivía y por unos instantes olvido que tenía compañía. Prosiguió, —no tienes de que preocuparte, no pretendo usarte. Existen cuatro tipo de... Entes. Los primeros son las energías, seres que alguna vez fueron como tu, pero que con el paso de los años, olvidaron quienes eran y que eran, perdieron la silueta humano y se convirtieron en lo que vez, luces como flamas; las energías reaccionan a los que llamamos "imanes" como es mi caso, y hacen nuestra voluntad sin usar la nigromancia para convencerles. Luego están las almas, seres que han perdido el rostro, que apenas recuerdan quienes son, que eran y poseen recuerdos fugaces, no son inteligentes y no procesan la información para que tomen sus propias decisiones y sin embargo, pueden rebelarse es necesaria la nigromancia antes de doblegarlos con los hilos invisibles que los titiriteros poseemos. Siguen los fantasmas, como lo eres tu, conscientes, inteligentes, humanos, llenos de recuerdos, con penas y dolores, solamente dialogando con ellos, haciendo pactos o tratos se puede acceder a los propósitos individuales aunque si tu poder nigromante es de un nivel abrumador puedes someterlos como muchas veces lo hice yo. Y por último están los espectros, seres malvados, con un sólo propósito crear caos, dañar a la gente; a ellos los escuchas, te susurran, influyen en tus decisiones, son sirvientes de Luzbel y son conocidos como demonios—.
La bruja cruzó la pierna llevando sus manos al regazo, miraba el rostro pálido de Eldaya y volvió a suspirar. —Existen varios planos, como el espiritual y el terrena. Al mundo de los vivos se le llama terrenal y al tuyo espiritual. Personas como yo tenemos la capacidad de ver ambos planos, y en mi caso entrar al plano espiritual cuando abandono mi cuerpo y tu entrar al plano terrenal cuando tomas forma corpórea, simulando ser un vivo o cuando quieres mostrarte a los vivos. Todo lo que vez en tu mundo espiritual fue creado por las energías, las luces de los faros no son reales, son las energías que proyectan el plano terrenal al tuyo. Al no tener consciencia imitan, por lo que todo lo que vez no es real, solo es el reflejo provocado por las energías, en cambio, cuando atraviesas el plano espiritual vez realmente los colores como son, la brillante y cálida luz, lo áspero de los árboles o el sonido del viento. Me preguntaste que es un cuerpo sobrenatural... Muchos de nosotros, brujos, cambiaformas, licantropos y vampiros usamos el termino sobrenatural como referencia a nosotros, seres con habilidades que los humanos no poseen, maldiciones dicen algunos. Es más fácil para nosotros que nombrarlos, en catalogo por su apariencia y naturaleza.l— entonces Crystall se puso de pie, le sonreía a Eldaya y comenzó a caminar, deteniéndose a varios metros de la fantasma.
—Quizás te preguntes como sé lo que te he dicho... fueron enseñanzas de mi padre, de libros y de la mismísima Muerte... ¿Creerás en mi? Solamente tu lo decides. Ahora, yo no busco nada en especial, ay, llevaba una vida feliz ¿sabes? Pero todo cambió con la llegada de Dalma, una vieja amiga que ya descansaba en el mundo de los muertos, descanso que tu no tienes... Pero, y aunque yo deseaba verla, todo ha cambiado la muerte la regresó con un propósito que no alcanzo a comprender, lo que sé es que una inquisidora anda tras mis pasos y los de mi esposo. Y nuevamente la sangre correrá por mi cuenta— Crystall se entristeció, su rostro se agrió y dedicó una mirada de incomprensión... —¿Qué te puedo ofrecer, que quieres de mí? No te lo puedo decir, pero lo que sí puedo es mencionarte, mi servicio que dediqué a Dios es ayudarlos, al menos eso era antes de vengarme de esos perros inquisidores— y la bruja se echó a reír.
Crystall Van Wijs- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/08/2012
Edad : 36
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Re: A la espera.... (Libre)
"como muchas veces lo hice yo" - murmuró, dilucidando si fiarse de ella.
- Oh, está bien, no creo que me quisieras utilizar. Si fuera así, yo ya estaría agonizando, atrapada en tus "hilos de titiritera", ¿verdad? - la imagen le provocó algo de inquietud, pero aún más, de curiosidad malsana. Le encantaría ver cómo lo hacía con uno de esos poderosos, malignos y muy feos, los espectros.
Por lo que dice, mi vida ha sido guiada la mayoría de ocasiones por alguno de ellos. Bah, pero me he divertido. - pensó - No pueden ser tan malos...
- ¿Inquisidores? ... Uf, siento oír eso - dió unos pasos laterales para distraerse con el ruido de sus pisadas, y para paliar el frío. - Pero me alegro de que hayas enloquecido y chamuscado a unos cuantos. Aunque por tu cara, creo que no es algo que te divirtiera mucho en realidad.
Quería saber qué era lo que le habían hecho en realidad, y aunque le decían que era una fresca porque preguntaba con demasiada claridad metiéndose en cosas que no debieran importarle, aunque se moría de curiosidad, prefirió esperar un poco. No era cuestión de saberlo todo ahora. Tal vez era conveniente estar a buenas con alguien así.
Tal vez, no. Es mucho mejor estar a buenas.. Así que shhhh.. - pensó, mordiéndose la lengua. Sintió el sabor de la sangre y el punzante dolor, y se alegró de sentir algo. Cada vez se sentía más vacía en su interior.
- Me has explicado demasiadas cosas, y todas son incuestionablemente ciertas. - rió suavemente - Qué tranquilos estábamos algunos en nuestras casas lujosas, cómodas, haciendo caso omiso a lo que sucedía a nuestro alrededor...
Se giró de pronto hacia la bruja - ¿Desde pequeña tenías estos poderes? ¿Es una herencia de sangre?... Habría sido terrible vivir escondiendo ese don. Pero habría sido tan divertido.. -suspiró - Y a la vez espantoso. Para una niña, tener esos poderes es una sentencia de muerte. Y aún así, ¿estás orgullosa de ser bruja?
Ah, pero, ¿qué digo? - hizo un gesto con la mano, para que olvidara su comentario. Era brusca, pero no entendía el porqué tenían que ser ajusticiados.
Había escuchado algunas historias, pocas en vida, porque sólo se limitaba a pasarlo bien, pero en el mundo donde ahora moraba, oía lamentaciones por doquier, y muchas eran de almas que habían sido torturadas por los que, según ellos mismos, luchaban contra las fuerzas del mal. Cuando eran ellos los que más horror esparcían por el mundo.
Bufó, intranquila, y meneó la cabeza como para olvidarse del repentino desasosiego que la había engullido.
- Dalma... ¿una antigua amiga, dijiste? ¿Que regresó a la vida? ¿Cómo? Y, ¿Porqué dices que todo empezó con ella? ¿Qué es lo que no comprendes? - se mordió el labio, pues se dió cuenta de que volvía a preguntar demasiado - Soy muy curiosa.
Se alejó un poco de la mujer, teniendo en cuenta que aún seguía corporizada. Tendría bastante tiempo para usar su cuerpo, pero intuía que si se ponía nerviosa, y lo estaba consiguiendo, sus fuerzas flaquearían.
- Entiendo lo que me cuentas, y espero no convertirme en uno de esos monstruos sin identidad, sin forma, o que son sólo rábia. Espero que, aunque lo que debo hacer es horrible, no me condene a ser uno de esos.
No sé qué es lo que puedo hacer yo por tí, o tú por mí. Tal vez haya algo en que pueda ayudarte, en algún momento. Pero yo, lo único que quiero es, venganza. Matar lentamente a quien me hizo ésto - se señaló a sí misma -
Dirigió la mirada hacia uno de aquellos quinqués que habían ensamblado en la calle. Cada uno guardaba cierta distancia, con la que poder alumbrar la zona, pobremente, pero algo de luz no iba nunca mal.
Se entristeció un poco al pensar en que lo que veía en su plano sólo eran sombras frías, pero decidió dejar de lado ese sentimiento, o la melancolía la torturaría.
- ¿Y si conocieras a quien me hizo ésto? - dijo por lo bajo. Pero no podía ser, hasta lo que ella sabía, aquél hombre simplemente era un degenerado ricachón. Aunque, si había escondido su naturaleza de carnicero...
- Bien, ¿Y qué hacemos ahora? - volvió a mirarla, con ansias de empezar a andar a cualquier parte.
- Oh, está bien, no creo que me quisieras utilizar. Si fuera así, yo ya estaría agonizando, atrapada en tus "hilos de titiritera", ¿verdad? - la imagen le provocó algo de inquietud, pero aún más, de curiosidad malsana. Le encantaría ver cómo lo hacía con uno de esos poderosos, malignos y muy feos, los espectros.
Por lo que dice, mi vida ha sido guiada la mayoría de ocasiones por alguno de ellos. Bah, pero me he divertido. - pensó - No pueden ser tan malos...
- ¿Inquisidores? ... Uf, siento oír eso - dió unos pasos laterales para distraerse con el ruido de sus pisadas, y para paliar el frío. - Pero me alegro de que hayas enloquecido y chamuscado a unos cuantos. Aunque por tu cara, creo que no es algo que te divirtiera mucho en realidad.
Quería saber qué era lo que le habían hecho en realidad, y aunque le decían que era una fresca porque preguntaba con demasiada claridad metiéndose en cosas que no debieran importarle, aunque se moría de curiosidad, prefirió esperar un poco. No era cuestión de saberlo todo ahora. Tal vez era conveniente estar a buenas con alguien así.
Tal vez, no. Es mucho mejor estar a buenas.. Así que shhhh.. - pensó, mordiéndose la lengua. Sintió el sabor de la sangre y el punzante dolor, y se alegró de sentir algo. Cada vez se sentía más vacía en su interior.
- Me has explicado demasiadas cosas, y todas son incuestionablemente ciertas. - rió suavemente - Qué tranquilos estábamos algunos en nuestras casas lujosas, cómodas, haciendo caso omiso a lo que sucedía a nuestro alrededor...
Se giró de pronto hacia la bruja - ¿Desde pequeña tenías estos poderes? ¿Es una herencia de sangre?... Habría sido terrible vivir escondiendo ese don. Pero habría sido tan divertido.. -suspiró - Y a la vez espantoso. Para una niña, tener esos poderes es una sentencia de muerte. Y aún así, ¿estás orgullosa de ser bruja?
Ah, pero, ¿qué digo? - hizo un gesto con la mano, para que olvidara su comentario. Era brusca, pero no entendía el porqué tenían que ser ajusticiados.
Había escuchado algunas historias, pocas en vida, porque sólo se limitaba a pasarlo bien, pero en el mundo donde ahora moraba, oía lamentaciones por doquier, y muchas eran de almas que habían sido torturadas por los que, según ellos mismos, luchaban contra las fuerzas del mal. Cuando eran ellos los que más horror esparcían por el mundo.
Bufó, intranquila, y meneó la cabeza como para olvidarse del repentino desasosiego que la había engullido.
- Dalma... ¿una antigua amiga, dijiste? ¿Que regresó a la vida? ¿Cómo? Y, ¿Porqué dices que todo empezó con ella? ¿Qué es lo que no comprendes? - se mordió el labio, pues se dió cuenta de que volvía a preguntar demasiado - Soy muy curiosa.
Se alejó un poco de la mujer, teniendo en cuenta que aún seguía corporizada. Tendría bastante tiempo para usar su cuerpo, pero intuía que si se ponía nerviosa, y lo estaba consiguiendo, sus fuerzas flaquearían.
- Entiendo lo que me cuentas, y espero no convertirme en uno de esos monstruos sin identidad, sin forma, o que son sólo rábia. Espero que, aunque lo que debo hacer es horrible, no me condene a ser uno de esos.
No sé qué es lo que puedo hacer yo por tí, o tú por mí. Tal vez haya algo en que pueda ayudarte, en algún momento. Pero yo, lo único que quiero es, venganza. Matar lentamente a quien me hizo ésto - se señaló a sí misma -
Dirigió la mirada hacia uno de aquellos quinqués que habían ensamblado en la calle. Cada uno guardaba cierta distancia, con la que poder alumbrar la zona, pobremente, pero algo de luz no iba nunca mal.
Se entristeció un poco al pensar en que lo que veía en su plano sólo eran sombras frías, pero decidió dejar de lado ese sentimiento, o la melancolía la torturaría.
- ¿Y si conocieras a quien me hizo ésto? - dijo por lo bajo. Pero no podía ser, hasta lo que ella sabía, aquél hombre simplemente era un degenerado ricachón. Aunque, si había escondido su naturaleza de carnicero...
- Bien, ¿Y qué hacemos ahora? - volvió a mirarla, con ansias de empezar a andar a cualquier parte.
Eldaya Môntresor Dupont- Fantasma
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Fecha de inscripción : 01/01/2013
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Localización : In my Hell...
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Re: A la espera.... (Libre)
Crystall escuchó todo cuanto dijo Eldaya, le dedicaba una sonrisa tierna e inocente tanto que podía. Regresó a ella, y se encaminó a la banca para tomar nuevamente asiento.
—Quizás nos encontramos con un propósito, hablar, quizás pueda encontrar en nuestra conversación algo de orientación o consiga la respuesta que tengo en mis narices y sea aún incapaz de verla— dijo Crystall mientras cruzaba la pierna, miraba a Eldaya con interés y es que realmente era una fantasma interesante.
—De hecho si era divertido— y en Crystall se generó una sonrisa maliciosa, —era algo que me llenaba y aunque Dalma intentara detenerme con sermones nunca lo conseguía. Sin embargo, todo cambió cuando me reencontré con mi hermano, el único sobreviviente de la descendencia Van Wijs y que también es brujo. Me casé y mi actual vida es plena y con mucha felicidad... Y cuando tuve eso miré hacía atrás, ya Dalma no estaba, sólo mi marido y yo; miré atrás y me di cuenta de que no valía la pena sacrificar mi felicidad para continuar cazando y matando a los perros de la iglesia, ya que tarde o temprano mi amado correría peligro— y la bruja se puso seria, reflexionó en lo que acababa de argumentar y después de repetirse mentalmente lo dicho suspiró y miró a Eldaya, sonriendo, siempre sonriendo.
—Si— prosiguió desviando la mirada al suelo, sus ojos se ausentaron como si le fuera difícil continuar. —Nací así, es una herencia familiar. Un hombre puede aprender hechicería, hacer pociones y ese tipo de cosas. Sin embargo, poderes como lo son los míos, las ilusiones, la premonición, el encandilamiento, dominación y muchas otras son heredaras. Existen muchas familias de Brujos, aunque no significa que todos los hijos posean el don, en mi familia directa sólo mi hermano Derek y yo poseíamos éstas habilidades, el resto de mis hermanas incluso ignoraban nuestra naturaleza— hizo una pausa para alzar su rostro.
—De niña era tan inocente que no consideré mis poderes como una carga, mi padre era muy respetado en nuestra ciudad natal por lo que nadie se metía conmigo. Todo mundo me amaba y Dalma era mi protectora, quizás por ella conserve por mucho tiempo aquella inocencia que enamoraba a cualquiera. Cuando crecí y Derek asumió el control del teatro y el show de los Van Wijs, comencé junto a mi padre a ver por el pueblo, los curábamos de enfermedades que eran misteriosas, los librábamos de malas energías y espectros y en aquella época hice contacto con su majestad la Muerte, trabajé para ella por poco menos de dos años, a mi padre llegaron una notas de un libro, aquel libro que nos condenaría. Mi padre segado por la codicia hizo que viajáramos, a excepción de Derek, a España, y fue ahí donde comprendí lo que significaba exponer tus poderes en público, los riesgos que significaban, conocí a la inquisición y ellos cambiaron mi vida. Sobreviví gracias a Dalma, pero sólo yo— la bruja hizo otra pausa y se dedicó a ver la mirada curiosa de la fantasma, ¿buscaba en ella algo, quizás un espejo?
—Dalma es un fantasma, como tú, desde que la conocí cuando niña. Cuando hice contacto con ella se encontraba en el abismo de lo desconocido, se estaba convirtiendo en un alma, pero yo, y sin pedirselo le di un propósito, algo a que aferrarse, recuperó parte de su memoria y retomó fuerza como una fantasma más. Pero mencioné que regresó, porque antes de reunirme con mi hermano tuve un encuentro con un inquisidor, él exorcizo a Dalma. El exorcismo es como la muerte para un fantasma, te manda a la boveda celeste, una tierra sin noche que es la eternidad, claro, si lo mereces sino vas al infierno— y Crystall se echó a reír. —Pero yo he cometido un pecado que Dios no perdona, me uní a mi hermano en un incesto. Pero, y a pesar de aquel pecado Dios quiere salvarme e hizo que su majestad la Muerte regresara a Dalma a este plano, como consejera y ayudante...— se detuvo, su mirada se perdió y por unos instantes no supo que decir. —Existe un elixir que al tomarlo quedas exonerado de cualquier pecado, obtienes el perdón de Dios pormuy pecador que seas, aunque hayas cometido el peor de los pecados, un sacrilegio abominable, como la iglesia lo ve—
Crystall volteó a ver a Eldaya, esperaba haber respondido a todas sus respuestas.
—Si deseas que asesine al hombre que te arrebató la vida... Tendré que pedirte disculpas porque no lo haría, no me corresponde a mí juzgarlo— desvió la mira, —aunque si te violó... Podría hacer una excepción— y Crystall recordó su pasado y la ira volvió a posesionar su cuerpo, como el imán que es atrajo a almas corrompidas y espectros, un aura oscura la rodeó y cuando reaccionó buscó el sosiego que apaciguara su dolor, no quería alejar a Eldaya, no cuando estaba dispuesta a escuchar lo que Crystall estaba diciendo —¿qué tan desarrollados están tus poderes, conoces todos y cada uno de ellos?—
—Quizás nos encontramos con un propósito, hablar, quizás pueda encontrar en nuestra conversación algo de orientación o consiga la respuesta que tengo en mis narices y sea aún incapaz de verla— dijo Crystall mientras cruzaba la pierna, miraba a Eldaya con interés y es que realmente era una fantasma interesante.
—De hecho si era divertido— y en Crystall se generó una sonrisa maliciosa, —era algo que me llenaba y aunque Dalma intentara detenerme con sermones nunca lo conseguía. Sin embargo, todo cambió cuando me reencontré con mi hermano, el único sobreviviente de la descendencia Van Wijs y que también es brujo. Me casé y mi actual vida es plena y con mucha felicidad... Y cuando tuve eso miré hacía atrás, ya Dalma no estaba, sólo mi marido y yo; miré atrás y me di cuenta de que no valía la pena sacrificar mi felicidad para continuar cazando y matando a los perros de la iglesia, ya que tarde o temprano mi amado correría peligro— y la bruja se puso seria, reflexionó en lo que acababa de argumentar y después de repetirse mentalmente lo dicho suspiró y miró a Eldaya, sonriendo, siempre sonriendo.
—Si— prosiguió desviando la mirada al suelo, sus ojos se ausentaron como si le fuera difícil continuar. —Nací así, es una herencia familiar. Un hombre puede aprender hechicería, hacer pociones y ese tipo de cosas. Sin embargo, poderes como lo son los míos, las ilusiones, la premonición, el encandilamiento, dominación y muchas otras son heredaras. Existen muchas familias de Brujos, aunque no significa que todos los hijos posean el don, en mi familia directa sólo mi hermano Derek y yo poseíamos éstas habilidades, el resto de mis hermanas incluso ignoraban nuestra naturaleza— hizo una pausa para alzar su rostro.
—De niña era tan inocente que no consideré mis poderes como una carga, mi padre era muy respetado en nuestra ciudad natal por lo que nadie se metía conmigo. Todo mundo me amaba y Dalma era mi protectora, quizás por ella conserve por mucho tiempo aquella inocencia que enamoraba a cualquiera. Cuando crecí y Derek asumió el control del teatro y el show de los Van Wijs, comencé junto a mi padre a ver por el pueblo, los curábamos de enfermedades que eran misteriosas, los librábamos de malas energías y espectros y en aquella época hice contacto con su majestad la Muerte, trabajé para ella por poco menos de dos años, a mi padre llegaron una notas de un libro, aquel libro que nos condenaría. Mi padre segado por la codicia hizo que viajáramos, a excepción de Derek, a España, y fue ahí donde comprendí lo que significaba exponer tus poderes en público, los riesgos que significaban, conocí a la inquisición y ellos cambiaron mi vida. Sobreviví gracias a Dalma, pero sólo yo— la bruja hizo otra pausa y se dedicó a ver la mirada curiosa de la fantasma, ¿buscaba en ella algo, quizás un espejo?
—Dalma es un fantasma, como tú, desde que la conocí cuando niña. Cuando hice contacto con ella se encontraba en el abismo de lo desconocido, se estaba convirtiendo en un alma, pero yo, y sin pedirselo le di un propósito, algo a que aferrarse, recuperó parte de su memoria y retomó fuerza como una fantasma más. Pero mencioné que regresó, porque antes de reunirme con mi hermano tuve un encuentro con un inquisidor, él exorcizo a Dalma. El exorcismo es como la muerte para un fantasma, te manda a la boveda celeste, una tierra sin noche que es la eternidad, claro, si lo mereces sino vas al infierno— y Crystall se echó a reír. —Pero yo he cometido un pecado que Dios no perdona, me uní a mi hermano en un incesto. Pero, y a pesar de aquel pecado Dios quiere salvarme e hizo que su majestad la Muerte regresara a Dalma a este plano, como consejera y ayudante...— se detuvo, su mirada se perdió y por unos instantes no supo que decir. —Existe un elixir que al tomarlo quedas exonerado de cualquier pecado, obtienes el perdón de Dios pormuy pecador que seas, aunque hayas cometido el peor de los pecados, un sacrilegio abominable, como la iglesia lo ve—
Crystall volteó a ver a Eldaya, esperaba haber respondido a todas sus respuestas.
—Si deseas que asesine al hombre que te arrebató la vida... Tendré que pedirte disculpas porque no lo haría, no me corresponde a mí juzgarlo— desvió la mira, —aunque si te violó... Podría hacer una excepción— y Crystall recordó su pasado y la ira volvió a posesionar su cuerpo, como el imán que es atrajo a almas corrompidas y espectros, un aura oscura la rodeó y cuando reaccionó buscó el sosiego que apaciguara su dolor, no quería alejar a Eldaya, no cuando estaba dispuesta a escuchar lo que Crystall estaba diciendo —¿qué tan desarrollados están tus poderes, conoces todos y cada uno de ellos?—
Crystall Van Wijs- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/08/2012
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Re: A la espera.... (Libre)
- !!Perros de la Iglesia!! - se echó a reír, mientras escuchaba a la bruja, que le explicaba cómo se había reencontrado con un familiar. Su hermano, nada menos, de los pocos que en su familia sabían los secretos de su magia.
- ¿Y cómo lograbais disimular para que los vuestros no supieran nada? Incluso los niños, que son tan inocentes y lo enseñan todo, no sabían lo que os sucedía... ¿Acaso sabíais desde niños que aquello podía ser una gran carga? - la miró de reojo.
Si ella hubiera tenido poderes, seguramente no habría dejado de jugar con ellos y mostrárselos a cualquiera, cosa que le haría ganar un viaje al infierno mucho más rápido de lo usual. ¿Cómo lo habrían eludido, si sólo eran críos?
- Su majestad la Muerte.. me llama la atención cómo hablas de ella. Yo no la he visto. Simplemente morí, y luego desperté, pero no ví a ningún ser tenebroso con capucha y segadora que me diera la bienvenida. ¿Cómo pudiste trabajar con ella? ¿Cuán segura puedes estar de que se trataba de la parca en realidad? ¿No podría ser uno de esos espectros de los que dices son tan juguetones? Bien podrían haberte tomado el pelo.. A no ser que realmente te haya dado alguna prueba definitiva.. - se quebraba la cabeza, porque no sabía si creer que había algo más allá que gobernaba el mundo de los muertos, o por el contrario simplemente era un yermo de almas perdidas.
- ¿Un libro? ¿Y qué era lo que tanto deseó tu padre de ese libro? ¿Qué hizo que abandonara la seguridad para volverse temerario? -
Empezó a andar lentamente de aquí para allá, tomando calor al moverse y planteándose preguntas. Le saturaban la mente, en verdad, pero eso la hacía estar despierta, entretenida mas bien.
Abrió los ojos y silbó cuando Crystall le dijo que se había casado con su hermano. Por supuesto ese era un pecado aborrecible, aunque a ella no le parecía del todo mal. Habían muchas historias de ese tipo, sólo que se olcultaban. Y, ¿porqué no?
- No creo que sea mayor pecado que el casar a un anciano con una niña de 13 años... - movió los dedos como si estuviera recitando un sortilegio. - Además, estais casados, no es que compartáis el lecho sin tener ningún vínculo como marido y mujer. Si nadie supiera vuestro parentesco, no podrían poneros en entredicho, pasarías como una pareja normal... - bufó - Cuánta estupidez.
Pero, ¿Cómo acabaron casándose? ¿Y cómo se empezaron a acostar juntos? - el morbo de lo prohibido le hacía querer preguntar.
- Así que la señora Muerte te ha hecho el favor de regresarte a Dalma como consejera. ¿Y te da buenos consejos, te cuida y vela por tí? Es... extraño. ¿Tiene un cuerpo mortal? - se tocó a ella misma, cerciorándose de que seguía teniendo a su cuerpo bajo control.
- Un fantasma al cual veías desde niña, ugh, eso podría causar pavor a cualquiera.. - se imaginó cómo habría sido si ella hubiera visto un fantasma en su niñez. Aunque ahora ya no estaba segura de que no hubiera sido así en algún momento, no pensaba que realmente hubiera sucedido.
- Oh, no, no quiero que le mates por mí - se disculpó - prefiero hacerlo sola. - la observó, pues al hablar sobre violación se puso muy tensa, y todas las almas que concurrían allí flotaban a su alrededor, engulléndola en un aura maligna. Y sabía que tendría algo que ver con el pasado de la bruja, porque en sus ojos vió una sombra de tristeza y rabia que sólo podía significar una cosa. No quiso preguntar.
- No, en realidad, no fué tan traumático como eso. Yo quise acostarme con él, pero el final no fué como yo esperaba, obviamente. Fué cruel. Y bueno, sí se pueda ver como la violación a mi vida, la que no le pertenecía pero que sin embargo rompió.... - suspiró resignada, pero oleadas de rabia la invadían paulatinamente. Carraspeó y se alejó de nuevo de Crystall, nerviosa.
- Bueno, poco a poco voy aprendiendo cuales son mis poderes. Por ejemplo, puedo materializarme si me lo propongo - se señaló a sí misma, jugando con abrir las manos y jugar con los dedos, como si estuviera presentando un número de magia. - Sé que todo forma parte de mi concentración, y que si no lo deseo no puedo obtener un cuerpo. A veces lo pierdo, a veces sólo me aparezco en medio cuerpo, depende de lo que quiera o si realmente es mi deseo. Y, me hace reír, pero, cuando tengo un cuerpo físico, puedo sentir. ¿No es fabuloso? - alzó las manos y la vista hacia el cielo estrellado.
Sintió una punzada, porque en realidad eso que experimentaba sólo era por un tiempo, largo, corto, pero no era real, no del todo. Ella estaba muerta, y eso lo cambiaba todo.
Su pecho se alborozó, respiró intranquilamente, y casi creyó que unas lágrimas brotarían por sus lacrimales. Los cerró fuerte, aspirando con fuerza el aire, aunque no le era necesario. Simplemente por sentirlo. Y continuó con su perorata.
- Vamos a ver... ¿Qué más puedo hacer... ?
- ¿Y cómo lograbais disimular para que los vuestros no supieran nada? Incluso los niños, que son tan inocentes y lo enseñan todo, no sabían lo que os sucedía... ¿Acaso sabíais desde niños que aquello podía ser una gran carga? - la miró de reojo.
Si ella hubiera tenido poderes, seguramente no habría dejado de jugar con ellos y mostrárselos a cualquiera, cosa que le haría ganar un viaje al infierno mucho más rápido de lo usual. ¿Cómo lo habrían eludido, si sólo eran críos?
- Su majestad la Muerte.. me llama la atención cómo hablas de ella. Yo no la he visto. Simplemente morí, y luego desperté, pero no ví a ningún ser tenebroso con capucha y segadora que me diera la bienvenida. ¿Cómo pudiste trabajar con ella? ¿Cuán segura puedes estar de que se trataba de la parca en realidad? ¿No podría ser uno de esos espectros de los que dices son tan juguetones? Bien podrían haberte tomado el pelo.. A no ser que realmente te haya dado alguna prueba definitiva.. - se quebraba la cabeza, porque no sabía si creer que había algo más allá que gobernaba el mundo de los muertos, o por el contrario simplemente era un yermo de almas perdidas.
- ¿Un libro? ¿Y qué era lo que tanto deseó tu padre de ese libro? ¿Qué hizo que abandonara la seguridad para volverse temerario? -
Empezó a andar lentamente de aquí para allá, tomando calor al moverse y planteándose preguntas. Le saturaban la mente, en verdad, pero eso la hacía estar despierta, entretenida mas bien.
Abrió los ojos y silbó cuando Crystall le dijo que se había casado con su hermano. Por supuesto ese era un pecado aborrecible, aunque a ella no le parecía del todo mal. Habían muchas historias de ese tipo, sólo que se olcultaban. Y, ¿porqué no?
- No creo que sea mayor pecado que el casar a un anciano con una niña de 13 años... - movió los dedos como si estuviera recitando un sortilegio. - Además, estais casados, no es que compartáis el lecho sin tener ningún vínculo como marido y mujer. Si nadie supiera vuestro parentesco, no podrían poneros en entredicho, pasarías como una pareja normal... - bufó - Cuánta estupidez.
Pero, ¿Cómo acabaron casándose? ¿Y cómo se empezaron a acostar juntos? - el morbo de lo prohibido le hacía querer preguntar.
- Así que la señora Muerte te ha hecho el favor de regresarte a Dalma como consejera. ¿Y te da buenos consejos, te cuida y vela por tí? Es... extraño. ¿Tiene un cuerpo mortal? - se tocó a ella misma, cerciorándose de que seguía teniendo a su cuerpo bajo control.
- Un fantasma al cual veías desde niña, ugh, eso podría causar pavor a cualquiera.. - se imaginó cómo habría sido si ella hubiera visto un fantasma en su niñez. Aunque ahora ya no estaba segura de que no hubiera sido así en algún momento, no pensaba que realmente hubiera sucedido.
- Oh, no, no quiero que le mates por mí - se disculpó - prefiero hacerlo sola. - la observó, pues al hablar sobre violación se puso muy tensa, y todas las almas que concurrían allí flotaban a su alrededor, engulléndola en un aura maligna. Y sabía que tendría algo que ver con el pasado de la bruja, porque en sus ojos vió una sombra de tristeza y rabia que sólo podía significar una cosa. No quiso preguntar.
- No, en realidad, no fué tan traumático como eso. Yo quise acostarme con él, pero el final no fué como yo esperaba, obviamente. Fué cruel. Y bueno, sí se pueda ver como la violación a mi vida, la que no le pertenecía pero que sin embargo rompió.... - suspiró resignada, pero oleadas de rabia la invadían paulatinamente. Carraspeó y se alejó de nuevo de Crystall, nerviosa.
- Bueno, poco a poco voy aprendiendo cuales son mis poderes. Por ejemplo, puedo materializarme si me lo propongo - se señaló a sí misma, jugando con abrir las manos y jugar con los dedos, como si estuviera presentando un número de magia. - Sé que todo forma parte de mi concentración, y que si no lo deseo no puedo obtener un cuerpo. A veces lo pierdo, a veces sólo me aparezco en medio cuerpo, depende de lo que quiera o si realmente es mi deseo. Y, me hace reír, pero, cuando tengo un cuerpo físico, puedo sentir. ¿No es fabuloso? - alzó las manos y la vista hacia el cielo estrellado.
Sintió una punzada, porque en realidad eso que experimentaba sólo era por un tiempo, largo, corto, pero no era real, no del todo. Ella estaba muerta, y eso lo cambiaba todo.
Su pecho se alborozó, respiró intranquilamente, y casi creyó que unas lágrimas brotarían por sus lacrimales. Los cerró fuerte, aspirando con fuerza el aire, aunque no le era necesario. Simplemente por sentirlo. Y continuó con su perorata.
- Vamos a ver... ¿Qué más puedo hacer... ?
Eldaya Môntresor Dupont- Fantasma
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Re: A la espera.... (Libre)
—Mi padre era tan respetado en el pueblo que nadie se atrevía a decir nada acerca de mi, yo vivía en mi mundo con Dalma nunca presté atención a lo que me rodeaba, supongo que había muchas personas que me señalaban como una subnormal— respondió a la primera pregunta y se echó a reír.
—Es verdad, los espectros son muy buenos para engañar a la gente. Mi primer contacto con ella fue en sueños, conforme pasó el tiempo, ella tomaba mi cuerpo, lo poseía, de ser espectros hubieran aprovechado eso para usar mis habilidades y tomar más poder... ¿pero por qué un espectro ayudaría al pueblo mediante mi carne? La muerte es una negociadora nata, no da algo si no recibe algo a cambio y es muy vengativa. El poder que emana de ella se tal que ningún espectro puede igualar, alguien de mi experiencia la reconoce. ¿Por qué a veces no recoge a los muertos, no lo sé, a ella no se le cuestiona, pero cuando la veas, cuando vez su cara negra serás conducida al reino de los muertos y hagas lo que hagas no podrás evitarlo.— se detuvo y desvió la mirada, soltó un suspiró y volvió a pensar en Dalma y el motivo que la trajo de nuevo a la vida.
—Mi padre deseo poder, es un libro de conocimiento, se dice que alberga todas las respuestas... ¿qué hay de cierto? No lo averiguamos, la inquisición nos alcanzó primero y yo perdí el interés en él— Crystall esperó paciente las preguntas que Eldaya hiciera, hablar con ella le satisfacía, se sentía feliz.
—Son las leyes de Dios, no todo lo que dice la Biblia es falsedad, en nosotros es más fuerte la falta debido a que se me advirtió de ello, ¡Se presentará ante ti un acto profano, te unirás a tu sangre y engendrarás un hijo de la misma sangre. Condenarás al hijo, al padre y a ti misma. Mas es una elección que más te vale no aceptes...! fue lo que se me dijo— los gestos de Crystall se entristecieron, aunque para ella aún existía una esperanza un elixir llamado "lágrimas de Dios".
—Nunca sentí miedo por los fantasmas o las almas, y Dalma era tan dulce que menos lo sentí en ella. Era como mi hermana mayor, mi protectora, me consolaba cuando estaba triste, era mi mejor amiga. Estuvo conmigo en todo momento y gracias a ella sobreviví a la inquisición. Intentó en vano olvidar mi pasado y continuar mi vida, no quería que fuera una asesina, pero siempre estaba para mí, consolando, fungiendo de madre. Ella fue regresada a la vida, como la fantasma que era, con un sólo propósito, ayudarme a buscar las Lágrimas de Dios, pues y a pesar de todos se me ha brindado una oportunidad para redimir mis pecados— suspiró y caminó hasta Eldaya, mirandola con detenimiento. La escuchó y sonrió cuando ella le mostraba sus habilidades, parecía alegre de hacer todo aquello.
—¿Algunas vez has poseído otro cuerpo?— cuestionó con una sonrisa sincera, —yo podría ayudarte a introducirte en un cuerpo de un vampiro si quieres, experimentar más cosas de las que ya experimentas— y rió.
Off | Disculpa la demora.
—Es verdad, los espectros son muy buenos para engañar a la gente. Mi primer contacto con ella fue en sueños, conforme pasó el tiempo, ella tomaba mi cuerpo, lo poseía, de ser espectros hubieran aprovechado eso para usar mis habilidades y tomar más poder... ¿pero por qué un espectro ayudaría al pueblo mediante mi carne? La muerte es una negociadora nata, no da algo si no recibe algo a cambio y es muy vengativa. El poder que emana de ella se tal que ningún espectro puede igualar, alguien de mi experiencia la reconoce. ¿Por qué a veces no recoge a los muertos, no lo sé, a ella no se le cuestiona, pero cuando la veas, cuando vez su cara negra serás conducida al reino de los muertos y hagas lo que hagas no podrás evitarlo.— se detuvo y desvió la mirada, soltó un suspiró y volvió a pensar en Dalma y el motivo que la trajo de nuevo a la vida.
—Mi padre deseo poder, es un libro de conocimiento, se dice que alberga todas las respuestas... ¿qué hay de cierto? No lo averiguamos, la inquisición nos alcanzó primero y yo perdí el interés en él— Crystall esperó paciente las preguntas que Eldaya hiciera, hablar con ella le satisfacía, se sentía feliz.
—Son las leyes de Dios, no todo lo que dice la Biblia es falsedad, en nosotros es más fuerte la falta debido a que se me advirtió de ello, ¡Se presentará ante ti un acto profano, te unirás a tu sangre y engendrarás un hijo de la misma sangre. Condenarás al hijo, al padre y a ti misma. Mas es una elección que más te vale no aceptes...! fue lo que se me dijo— los gestos de Crystall se entristecieron, aunque para ella aún existía una esperanza un elixir llamado "lágrimas de Dios".
—Nunca sentí miedo por los fantasmas o las almas, y Dalma era tan dulce que menos lo sentí en ella. Era como mi hermana mayor, mi protectora, me consolaba cuando estaba triste, era mi mejor amiga. Estuvo conmigo en todo momento y gracias a ella sobreviví a la inquisición. Intentó en vano olvidar mi pasado y continuar mi vida, no quería que fuera una asesina, pero siempre estaba para mí, consolando, fungiendo de madre. Ella fue regresada a la vida, como la fantasma que era, con un sólo propósito, ayudarme a buscar las Lágrimas de Dios, pues y a pesar de todos se me ha brindado una oportunidad para redimir mis pecados— suspiró y caminó hasta Eldaya, mirandola con detenimiento. La escuchó y sonrió cuando ella le mostraba sus habilidades, parecía alegre de hacer todo aquello.
—¿Algunas vez has poseído otro cuerpo?— cuestionó con una sonrisa sincera, —yo podría ayudarte a introducirte en un cuerpo de un vampiro si quieres, experimentar más cosas de las que ya experimentas— y rió.
Off | Disculpa la demora.
Crystall Van Wijs- Hechicero Clase Alta
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Re: A la espera.... (Libre)
- Bueno, por lo menos, si alguien sabía algo, no te perseguían por ello. Es bueno, tuviste una infancia mas o menos normal. Me pregunto cómo fué vivir en esas circunstancias.. Ah, me hubiera gustado conocer a su padre ; si provocaba tanto respeto es porque era alguien en quien se podía confiar, ¿no? ¿O acaso ese respeto podía convertirse en miedo? -
Me hubiera gustado conocer a su padre, suena a alguien peculiar. Y verla a ella crecer en ese ambiente. - pensó para sus adentros.
- Mmmh, si ese libro es tan poderoso, estoy segura de que más de uno se habría vuelto loco buscándolo. Y ay del que lo haya conseguido. Pero, ¿estás segura de que existe en realidad? Y ahora, ¿no te llama la atención ni un poquito? - sonrió maliciosamente, porque si tenía tanto poder, uf, ¿Qué podría llegar a ser un simple mortal con ello? ¿Y alguien con más poder?...
Le picaba la curiosidad, y al tener un amor especial hacia los libros, hacía que quisiera sí o sí leerlo, tenerlo entre sus manos y oler su esencia. Además, ¿qué peligro podría haber en que un fantasma lo leyera?
Escuchó atentamente lo que la hechicera le decía. Y sobre la muerte, le sorprendieron algunas cosas. Como que la había poseído para usarla a su antojo... ¿Porqué?
- ¿Cómo es que usó tu cuerpo carnal para "ayudar al pueblo", tal como dices? ¿No será que le ofrecieron un trato a cambio de que les liberaran de la persecución? Y luego, te usaron a tí... mmmhhh... ¿Acaso ella te aclaró algo?... Oh, es tan extraño hablar de ella como alguien pensante, vivo... Pero, supongo que debo sentirme feliz por no haberme encarado con ella. Tal vez si lo hubiera hecho sí sería un alma en pena. Por lo de no poder salir de allí donde nos guarda con celo...
La oscuridad....- pensó, y un leve escalofrío la mordió. - Oh no, no quiero ir allí después de todo....
- Sigo diciendo que es estúpida tanta creencia religiosa - desdeñó - pero no quiero faltarte, así que espero que puedas encontrar ese.. elixir. Para que os perdonen. Pero, si es amor puro, a pesar de que tengais la misma sangre... no deberían castigaros por ello.
Estaba rabiosa, y su cuerpo se difuminó un poco al abandonarse a esa sensación.
Nunca le había gustado que la obligaran a creer en dioses, ni a etiquetar a personas o a actos como impuros cuando simplemente habían sido erróneos, pero no maliciosos ni hirientes.
Ella había visto cosas peores, y eso no era castigado. ¿Porqué?
Atrajo del suelo un trozo de cristal roto. De alguna botella, seguramente. Clavó la mirada en uno de los farolillos que apenan alumbraban e hizo que el cristal impactara contra él. Sólo hizo que la luz vibrara y se medio apagara, pero igual se sintió satisfecha. Aunque le hubiera gustado clavar ese cristal en el cuerpo de alguien.
- Y.... ¿Cómo te enamoraste de él? ¿Cómo te correspondió a tus sentimientos? Me intriga... Debió ser emocionante, aunque doloroso a la vez... En fin, si hay algo que yo pudiera hacer... - suspiró. Siempre había creído que cada uno se merecía ser feliz. De una forma o de otra.
- Y, ¿Cómo es ella? Dalma, quiero decir. ¿No ha cambiado desde que la conociste.. desde que murió? ¿No se siente como algo más lóbrego en su compañía?.. Oh, me llama la atención, ¡¡quiero conocerla!! ¿Qué habrá visto en sus largas noches de oscuridad?
Era demasiado curiosa, pero, ¿qué daño le podía hacer ahora?
La mujer se acercó a ella y le preguntó por sus poderes, concretamente algo que deseaba hacer pero que aún no había conseguido. Bueno, no como le gustaría.
- He logrado poseer por muy poco tiempo a un humano corriente, y siempre con ayuda. Pero no han sido muchas veces, no más de... ¿dos? - apesadumbrada, quería conocer su potencial y exprimirlo hasta que no pudiera sacar más de sí. ¿No sería gracias a ello que podría vengarse como era debido?
- ¿Un vampiro? ¿Poseer a un.. vampiro? - le brillaron los ojos - ¡¡Sería fabuloso!!
Un ruido de pisadas se escuchó, algo deformado, y se desvaneció completamente. No porque se hubiera asustado, aunque ciertamente la había cogido por sorpresa. Pero pensaba en que mejor era que no la vieran, tal y como estaba. No lograba estabilizarse debido a que estaba excitada, nerviosa como una chiquilla, y detestaría escuchar gritos asustados. Estaba teniendo una conversación interesante, y no quería complicaciones.
Mmmmmhh..... podía asustarles un poquito, eso sí.... - pensó, esperando a ver quién pasaba por ahí.
Y, lentamente, emergieron unas figuras que paseaban con algo de garbo. Seguramente se dirigían a su casa, o tal vez a un burdel...
Lo extraño es que no decían ni mú. La mujer, pálida y con el cabello extremadamente negro y ondulado, cogía del brazo al hombre, que de tanto en tanto la miraba con ojos de deseo, pero no hacía nada más.
¿Dónde irán...?
Off : No pasa nada, wapa ^^
Me hubiera gustado conocer a su padre, suena a alguien peculiar. Y verla a ella crecer en ese ambiente. - pensó para sus adentros.
- Mmmh, si ese libro es tan poderoso, estoy segura de que más de uno se habría vuelto loco buscándolo. Y ay del que lo haya conseguido. Pero, ¿estás segura de que existe en realidad? Y ahora, ¿no te llama la atención ni un poquito? - sonrió maliciosamente, porque si tenía tanto poder, uf, ¿Qué podría llegar a ser un simple mortal con ello? ¿Y alguien con más poder?...
Le picaba la curiosidad, y al tener un amor especial hacia los libros, hacía que quisiera sí o sí leerlo, tenerlo entre sus manos y oler su esencia. Además, ¿qué peligro podría haber en que un fantasma lo leyera?
Escuchó atentamente lo que la hechicera le decía. Y sobre la muerte, le sorprendieron algunas cosas. Como que la había poseído para usarla a su antojo... ¿Porqué?
- ¿Cómo es que usó tu cuerpo carnal para "ayudar al pueblo", tal como dices? ¿No será que le ofrecieron un trato a cambio de que les liberaran de la persecución? Y luego, te usaron a tí... mmmhhh... ¿Acaso ella te aclaró algo?... Oh, es tan extraño hablar de ella como alguien pensante, vivo... Pero, supongo que debo sentirme feliz por no haberme encarado con ella. Tal vez si lo hubiera hecho sí sería un alma en pena. Por lo de no poder salir de allí donde nos guarda con celo...
La oscuridad....- pensó, y un leve escalofrío la mordió. - Oh no, no quiero ir allí después de todo....
- Sigo diciendo que es estúpida tanta creencia religiosa - desdeñó - pero no quiero faltarte, así que espero que puedas encontrar ese.. elixir. Para que os perdonen. Pero, si es amor puro, a pesar de que tengais la misma sangre... no deberían castigaros por ello.
Estaba rabiosa, y su cuerpo se difuminó un poco al abandonarse a esa sensación.
Nunca le había gustado que la obligaran a creer en dioses, ni a etiquetar a personas o a actos como impuros cuando simplemente habían sido erróneos, pero no maliciosos ni hirientes.
Ella había visto cosas peores, y eso no era castigado. ¿Porqué?
Atrajo del suelo un trozo de cristal roto. De alguna botella, seguramente. Clavó la mirada en uno de los farolillos que apenan alumbraban e hizo que el cristal impactara contra él. Sólo hizo que la luz vibrara y se medio apagara, pero igual se sintió satisfecha. Aunque le hubiera gustado clavar ese cristal en el cuerpo de alguien.
- Y.... ¿Cómo te enamoraste de él? ¿Cómo te correspondió a tus sentimientos? Me intriga... Debió ser emocionante, aunque doloroso a la vez... En fin, si hay algo que yo pudiera hacer... - suspiró. Siempre había creído que cada uno se merecía ser feliz. De una forma o de otra.
- Y, ¿Cómo es ella? Dalma, quiero decir. ¿No ha cambiado desde que la conociste.. desde que murió? ¿No se siente como algo más lóbrego en su compañía?.. Oh, me llama la atención, ¡¡quiero conocerla!! ¿Qué habrá visto en sus largas noches de oscuridad?
Era demasiado curiosa, pero, ¿qué daño le podía hacer ahora?
La mujer se acercó a ella y le preguntó por sus poderes, concretamente algo que deseaba hacer pero que aún no había conseguido. Bueno, no como le gustaría.
- He logrado poseer por muy poco tiempo a un humano corriente, y siempre con ayuda. Pero no han sido muchas veces, no más de... ¿dos? - apesadumbrada, quería conocer su potencial y exprimirlo hasta que no pudiera sacar más de sí. ¿No sería gracias a ello que podría vengarse como era debido?
- ¿Un vampiro? ¿Poseer a un.. vampiro? - le brillaron los ojos - ¡¡Sería fabuloso!!
Un ruido de pisadas se escuchó, algo deformado, y se desvaneció completamente. No porque se hubiera asustado, aunque ciertamente la había cogido por sorpresa. Pero pensaba en que mejor era que no la vieran, tal y como estaba. No lograba estabilizarse debido a que estaba excitada, nerviosa como una chiquilla, y detestaría escuchar gritos asustados. Estaba teniendo una conversación interesante, y no quería complicaciones.
Mmmmmhh..... podía asustarles un poquito, eso sí.... - pensó, esperando a ver quién pasaba por ahí.
Y, lentamente, emergieron unas figuras que paseaban con algo de garbo. Seguramente se dirigían a su casa, o tal vez a un burdel...
Lo extraño es que no decían ni mú. La mujer, pálida y con el cabello extremadamente negro y ondulado, cogía del brazo al hombre, que de tanto en tanto la miraba con ojos de deseo, pero no hacía nada más.
¿Dónde irán...?
Off : No pasa nada, wapa ^^
Eldaya Môntresor Dupont- Fantasma
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Re: A la espera.... (Libre)
Dalma observaba a Crystall y Eldaya desde hacía tiempo, no fue difícil encontrar la estela de energía que su querida niña dejaba al caminar. Escuchó con atención desde las sombras y en el plano espiritual todo cuanto Crystall había dicho... ¿Pero por qué contaba todo eso a una fantasma? Dalma no podía explicarselo, lo cierto era, que Crystall lo estaba haciendo, platicaba con aquella fantasma como si de bastante tiempo se conocieran.
Y conforme la conversación avanzaba se dio cuenta de que Crystall comenzaba a incomodarse, –ay mi niña por una razón de esos temas no se hablan– pensó y entonces flotó hasta ella abandonando el plano espiritual.
—Na hace falta que te la describa, yo soy Dalma— dijo y tomó forma corporal, caminó hasta Crystall y pasó su fría mano sobre su cabello de forma maternal, como siempre veía a Crystall y después besó su frente con cariño.
—No sé cuantos años han transcurrido desde que morí...— se dirigió a Eldaya, —... mis recuerdos cuando vida son como imágenes, viví en la edad media, eso sí lo sé y al igual que usted, después de morir no se me presentó su majestad la muerte. Te darás cuenta que el tiempo para nosotras transcurre más rápido. ¿Qué vi en las noches de oscuridad? No existen las noches, es una esfera celeste sin noche, un paraíso, es el cielo, ahí es donde estuve— suspiró continuando sus caricias sobre el cabello oscuro de su niña.
—¿Poseer un vampiro? No creas que es fabuloso, a pesar de cuan poderosa seas y las habilidades de la bruja siempre existe el riesgo de que el vampiro sea un hijo de los milenios, su alma podría destrozar la tuya. Una vez dentro de su cuerpo tendrás que librar una batalla para poseerlo y si realizas dicha posesión tendrás que lidear con las necesidades de los vampiros, la sed de sangre, ¿crees ser capaz de cargar con la muerte de un mortal para saciar esa sed, no podrás controlarla y quien te haya ayudado a tomar posesión de ese cuerpo será el primero en arriesgarse a esa sed que no controlarás— explicó sin abandonar a Crystall.
—¿Con cuántos fantasmas te has cruzado?—
Y conforme la conversación avanzaba se dio cuenta de que Crystall comenzaba a incomodarse, –ay mi niña por una razón de esos temas no se hablan– pensó y entonces flotó hasta ella abandonando el plano espiritual.
—Na hace falta que te la describa, yo soy Dalma— dijo y tomó forma corporal, caminó hasta Crystall y pasó su fría mano sobre su cabello de forma maternal, como siempre veía a Crystall y después besó su frente con cariño.
—No sé cuantos años han transcurrido desde que morí...— se dirigió a Eldaya, —... mis recuerdos cuando vida son como imágenes, viví en la edad media, eso sí lo sé y al igual que usted, después de morir no se me presentó su majestad la muerte. Te darás cuenta que el tiempo para nosotras transcurre más rápido. ¿Qué vi en las noches de oscuridad? No existen las noches, es una esfera celeste sin noche, un paraíso, es el cielo, ahí es donde estuve— suspiró continuando sus caricias sobre el cabello oscuro de su niña.
—¿Poseer un vampiro? No creas que es fabuloso, a pesar de cuan poderosa seas y las habilidades de la bruja siempre existe el riesgo de que el vampiro sea un hijo de los milenios, su alma podría destrozar la tuya. Una vez dentro de su cuerpo tendrás que librar una batalla para poseerlo y si realizas dicha posesión tendrás que lidear con las necesidades de los vampiros, la sed de sangre, ¿crees ser capaz de cargar con la muerte de un mortal para saciar esa sed, no podrás controlarla y quien te haya ayudado a tomar posesión de ese cuerpo será el primero en arriesgarse a esa sed que no controlarás— explicó sin abandonar a Crystall.
—¿Con cuántos fantasmas te has cruzado?—
Dalma Folckò- Fantasma
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Re: A la espera.... (Libre)
Dió un brinquito al ver cómo una mujer se corporizaba frente a ella. ¿Había estado allí escondida durante... cuanto tiempo?
Se acercó a la bruja y la acarició, besándole luego la frente. Afinó los ojos, pensando en que ella tenía que ser alguien muy importante. Y empezó a sospechar, y el fantasma le dió la razón.
Era la mujer de la que la bruja había estado hablando. Y era hermosa, pero tenía un brillo apagado en sus ojos, que la hizo estremecer.
- Hola... - la saludó fríamente, porque no sabía muy bien cómo hablarle. - Espero no molestar por haber preguntado por tí. Pero me llamas la atención, por lo que ella me ha contado. - la miró fijamente, y dió un par de pasos hacia ella - ¿Hacía mucho tiempo que nos escuchabas? ¿Porqué no te has presentado antes?
Eso la hacía enfadar. Que le escucharan a hurtadillas, aunque admitía haberlo hecho también... en algún momento.
- ¿Edad media? Vaya... - la observó con curiosidad. - ¿Y desde tantos años atrás estás aquí?
Se llevó la mano al pecho, aunque no sentiría su corazón.
Se sorprendió también por lo que le contaba respecto a poseer un vampiro. No iba a ser ni tan fácil ni tan divertido.
- Por supuesto, si ella me intentase ayudar, y si yo consiguiera ganarme el puesto en el cuerpo del vampiro, ella estaría en peligro por mi culpa.. y no puedo por menos que pensar que estarás allí para ayudarla, ¿verdad? - musitó, pensando en si al final era tan buena sugerencia como había pensado en un primer momento - Y, ¿sed de sangre? ¿Me van a domar sus sentidos? ¿No puede ser de otra forma? ¿No puedo ser yo la que domine ese cuerpo físico?
Carraspeó, intentando ubicar en su mente los fantasmas que había conocido. Pero no sabía cuántos. Muchos eran como estelas que andaban con pena, otros tenían rostros y poco más, nunca había hablado demasiado con ninguno.
- Yo... no demasiados, la verdad. O por lo menos, no son muchos con los que he.. hablado. - se encogió de hombros - Simplemente he visto a muchos pasar, pero nada más. Aunque, aquí, en estas calles, en las casas... esto está infestado de... cosas...
Off : No se supone que tiene que hablar antes Crystall y después yo? Si es así, postee Crystall y luego borro mi mensaje y lo hago de nuevo.. no sé..
Se acercó a la bruja y la acarició, besándole luego la frente. Afinó los ojos, pensando en que ella tenía que ser alguien muy importante. Y empezó a sospechar, y el fantasma le dió la razón.
Era la mujer de la que la bruja había estado hablando. Y era hermosa, pero tenía un brillo apagado en sus ojos, que la hizo estremecer.
- Hola... - la saludó fríamente, porque no sabía muy bien cómo hablarle. - Espero no molestar por haber preguntado por tí. Pero me llamas la atención, por lo que ella me ha contado. - la miró fijamente, y dió un par de pasos hacia ella - ¿Hacía mucho tiempo que nos escuchabas? ¿Porqué no te has presentado antes?
Eso la hacía enfadar. Que le escucharan a hurtadillas, aunque admitía haberlo hecho también... en algún momento.
- ¿Edad media? Vaya... - la observó con curiosidad. - ¿Y desde tantos años atrás estás aquí?
Se llevó la mano al pecho, aunque no sentiría su corazón.
Se sorprendió también por lo que le contaba respecto a poseer un vampiro. No iba a ser ni tan fácil ni tan divertido.
- Por supuesto, si ella me intentase ayudar, y si yo consiguiera ganarme el puesto en el cuerpo del vampiro, ella estaría en peligro por mi culpa.. y no puedo por menos que pensar que estarás allí para ayudarla, ¿verdad? - musitó, pensando en si al final era tan buena sugerencia como había pensado en un primer momento - Y, ¿sed de sangre? ¿Me van a domar sus sentidos? ¿No puede ser de otra forma? ¿No puedo ser yo la que domine ese cuerpo físico?
Carraspeó, intentando ubicar en su mente los fantasmas que había conocido. Pero no sabía cuántos. Muchos eran como estelas que andaban con pena, otros tenían rostros y poco más, nunca había hablado demasiado con ninguno.
- Yo... no demasiados, la verdad. O por lo menos, no son muchos con los que he.. hablado. - se encogió de hombros - Simplemente he visto a muchos pasar, pero nada más. Aunque, aquí, en estas calles, en las casas... esto está infestado de... cosas...
Off : No se supone que tiene que hablar antes Crystall y después yo? Si es así, postee Crystall y luego borro mi mensaje y lo hago de nuevo.. no sé..
Eldaya Môntresor Dupont- Fantasma
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