Aroma a placer [Privado] [+18]

por **Océana de Aragón** Vie Ene 18, 2013 1:17 pm

El sonido de la música había conducido sus pisadas a través de largas calles y esquinas por doblar. Sabía a donde se dirigía pero no conocía el camino. Había entrado a esta parte de la ciudad nuevamente después de tantos largos años que no le permitía el ubicarse, muchos menos conocer la ubicación final de su paradero; sin embargo, ahí se encontraba andando a pisadas veloces que apenas le permitían sentir el contacto de la tierra firme con las suelas de sus botas. La música se hacía cada vez más fuerte a sus oídos en medida que se acercaba. Eran notas suaves, una melodía hechizante tocada con una indiscutible pasión que le aceleraba el corazón.

Encontrándose a las puertas del local, dudo siquiera la música viniera de otra fuente que ella misma.

Se abrió paso entre las puertas e inmediatamente algunas miradas curiosas voltearon a verla. Algunas con las esperanzas de encontrarse a la persona que esperaban voltearon rápidamente, otras, más insistentes, decidieron permanecer atentos a sus acciones, preguntándose que era lo que hacía ella ahí. Con una expresión imperturbable siguió su camino entre las mesas y las personas paradas que mantenían ocupadas conversaciones o demostraciones de clara necesidad.

Una melodía totalmente diferente a la que había escuchado antes se dejaba diferenciar apenas entre las palabras alborotadas de todos los clientes. Ahora si pudo distinguir el origen: Un hombre delgado de rasgos finos tocaba un bello violín como si fuera el más exquisito amante que pudiera conseguir. Lo entendía, pero no era la clase de compañía que estaba buscando esta noche. Sus pasos continuaron hasta una cómoda mesa contra una de las paredes laterales, muy cerca a una escalera que se encontraba siendo ocupada por algunas mujeres que miraban fieramente a hacia abajo. Algunas voltearon en su dirección, no siendo rechazadas como hasta hace unos momentos cuando otras personas la observaron. Le gustaba esa fiereza.

por **Gene M. Garbo** Mar Ene 22, 2013 2:11 pm

La noche había traído mucho trabajo y en ese día no había sido diferente...lo que si era que llevaba despierta desde muy temprano, al parecer una de las chicas no se sentía bien y ahora tenía que trabajar el triple por lo que no quedaba de otra que poner manos en el trabajo haciendo y deshaciendo todo…limpiando las habitaciones, lavando las ropas, limpiando las mesas y sobre todo la barra con vasos limpios y botellas de bebidas listas…El ron, el vino y los especiales bajo la barra…y después de todo eso ayudar a las “Señoritas” a arreglarse….ayudar con su baño, sus ropas, sus rostros y de ahí volver a atender las mesas…eso me sacaba por no ser puta del lugar…pero bueno entre estar desgastada como ellas y conservar mi frescura…optaba por mi frescura…aunque algo sucia y enojada…
Y así comienza la noche, la música se va dando y las mujeres y hombres van saliendo a buscar sus clientes…otras esperan a que la madame les disponga clientes “especiales” y yo bueno…esta vez me tocaba las mesas atender y limpiar preguntando a todos los borrachos que más querían y claro defenderme si uno trataba de tocarme… “se propasan y están fuera”.

Mientras bajaba las escaleras haciendo una coleta a mi rubio cabellos miré que todas admiraban a una joven…le sonreían y le coqueteaban lo que me hizo poner los ojos en blancos –Ay no sean tan obvias…al menos pónganse una cubeta para las babas…- reí mientras bajaba y una de las chicas me insulto a lo que le respondí moviendo mi mano hacia ella –lo mismo para ti Sheila- entre risas me fui a la barra por mi pequeña franela y mi cara sonriente –Malditos borrachos- susurre mientras vi a un hombre…bueno si es que se le puede llamar hombre, todo ebrio y adulando a una de las mujeres para que tengan sexo ahí…sobre la mesa…tome aire para tomar fuerza y me acerque –Vas a pedir algo más de beber…o una habitación…y sino- chasquee mis dedos y le indique la puerta –ya sabes a donde ir y solo pagar por la que te lleves- me miró riéndose mostrando sus sucios dientes mientras me daba la vuelta para volver por unos tragos de la mesa contigua…en eso una palmada en mi trasero fue lo que sentí…giré sobre mis talones y mi puño fue contra su cara mientras alejaba su mano de mi cuerpo…aunque la mano si que me dolía… –Te advertí…ahora te jodes y te sales de aquí…ahora…o ya verán…- miré las botellas y vasos, no era buena peleando pero era buena observadora y podía usar cualquier cosa en mi beneficio…además de que corro rápido…

Los amigos del tipo me miraron y alzaron sus manos en defensa mientras tomaban a aquel tipejo para salir del burdel… -pero como van ya se me fueron…y no les quiero volver a ver aquí…y quien va a pagar por las bebidas o llamo al a madame con sus gorilas…a ver…- les gritaba mientras las personas de dentro se reían y se mofaban de ellos de que una mujer les haya corrido de esa forma…me dieron las monedas y salieron no sin antes decir que “regresarían a vengarse de mi” …pues ni me daba miedo ni me temblaban las piernas…en mi trabajo lo que me ayuda es el enojo que siento muchas noches y eso era lo que me hacía fuerte o me hacia descargar adrenalina pura para poder defenderme…pues la madame siempre dijo “nunca te dejes manoseas ni mallugar el cuerpo…” así que no podía desobedecer sus órdenes o ahí si la pasaría bien mal…Aunque no sabía porque siempre me decía eso…quizás porque algunos clientes me miraban y a lo mejor a ella le daba más…¿Quién sabría la verdad?

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