Does Anyone Know [Asagi, Kazu]

por **Kei Koizumi** Dom Ene 27, 2013 3:12 am

Su madre había muerto cuando él era apenas un niño, pero para ese entonces sus padres ya se habían separado. Tras los sucesos, le habían enviado con su progenitor, el cual ya tenía una familia con una mujer extranjera que había conocido tras cambiarse de locación en el trabajo. Así se vio en un país diferente al suyo y con una familia que al inicio no considero suya tampoco. Pero era pequeño y esos lazos se fueron formando de alguna manera, al menos con su medio hermano Kazu, al cual, al paso de los años le había tomado bastante cariño.

Las cosas habían ido medianamente bien para ellos, pero entonces Kazu se había empezado a comportar extraño. A pesar de saber que algo iba mal con él, las cosas sucedieron de modo que en ese tiempo conoció a una persona, razón por la cual, no fue capaz de captar la seriedad del asunto en el que su hermano menor estaba metido hasta que fue demasiado obvio. Intentando ayudarle y a la vez no revelar demasiado, nunca le dijo a esa persona, que veía con regularidad, que era su familiar.

Desde hacía algunos años, había conseguido un departamento, desde el cual se le hacía mucho más fácil llegar a la universidad y a su trabajo de medio tiempo después de clases –que terminaban algo tarde, pero eran las ventajas de estar lejos de sus padres, poder hacer algo como eso sin que tuviese que rendir cuentas-. Y es que si se enteraran probablemente no les hiciera gracia. Justamente iba saliendo de aquel lugar, la paga no era tan buena, pero le servía mucho en ocasiones. Pasaba de la medianoche y observó el reloj marcando en su móvil aquel número que le era a este punto demasiado familiar. Escuchó pacientemente hasta que escuchó la voz al otro lado de la línea -Hola ¿puedes darme asilo? Ya es tarde y volver a mi departamente suena un poco complicado - También quería verle, claro estaba.

por **Asagi Dunkelheit** Dom Ene 27, 2013 3:36 am

Se había mudado a ese país por dos grandes razones, la primera era alejarse de su familia que constantemente lo molestaba porque no deseaba seguir el negocio familiar, de padre alemán y madre japonesa, tenía dos hermanas mayores que ya habían hecho su vida y a él le importaba muy poco la suya. Aun estudiaba en la universidad, pero había decidido darse un descanso para dedicarse a otras cosas, un trabajo bien pagado por ahora, la mayoría de ese trabajo era en casa y siempre se la pasaba ahí, encerrado como si estuviera aislado de todo. En una de aquellas salidas universitarias había conocido a alguien de más o menos su edad, un chico que tenía rasgos muy particulares. Se había envuelto un par de veces con él, con la sola idea de usarlo para el sexo, pero eso había cambiado repentinamente hasta convertirse en una relación no del todo estable.

Siempre podía decir que lo extrañaba, era como una esposa para él, procuraba por su salud, la limpieza y la comida, sin casi nada a cambio más que cosas simples y cursis que el amor acarreaba. Se encontraba trabajando cuando escuchó el móvil sonar, lo cogió y mientras se pensaba las cosas dio un largo suspiro, la cama llevaba días sin hacerse, él no se había duchado en no sé cuántos días y sobrevivía de café y cigarros, había basura y trastos sucios en la cocina yacía la comida que le había preparado la última vez. –En realidad no es muy tarde Kei, siempre puedes coger un taxi –Le susurró mientras tecleaba y terminaba con el trabajo. –Bien, ven, necesito que me ayudes con lo de siempre, también necesito tocar esas nalgas tuyas.-Le dijo con seriedad y le colgó.

Había apagado el ordenador y recogido un poco, hasta que llegara, escuchó el timbre, le abrió y siguió lavando los trastos. –Eres algo mentiroso, solo debías decirme que deseabas verme y listo –Se volteó al fin a verlo cuando termino aquello. Había algo en ese chico que le gustaba y por eso a pesar de las peleas y discusiones lo mantenía a su lado, sin saber bien quien era.

por **Kei Koizumi** Dom Ene 27, 2013 3:55 am

Coger un taxi decía, si lo que quería evitar era gastar demasiado, era matar dos pájaros de un tiro, tenía días sin verle, tal vez no tantos, pero los suficientes como para que sintiera que deseaba ir y buscarle. El trabajo del otro era muy diferente, pero de momento no tenía el tiempo de buscar algo como eso pues requería mucho más tiempo. Arqueó una ceja, menos mal que no podía verle la cara a través del teléfono, porque que le dijese eso mientras el caminaba por la calle le había hecho ruborizarse -Bien, estaré ahí dentro de poco- Colgó y suspiró.

Hacía frío esa noche y metió las manos en las bolsas laterales del largo abrigo aul que llevaba puesto. Se detuvo a comprar algunas cosas. Siempre que iba, había cosas fuera de lugar y hablando de comida siempre había algo mal, por eso pensó que llevar algo que sirviese de cena o desayuno era lo mejor.

Y finalmente estuvo frente a esa puerta y para su sorpresa lo encontró lavando trastes. Se preguntó si intentaba ocultar evidencia con eso. Dejó las cosas sobre la mesa mientras se quitaba la bufanda -Bueno, quería verte lógicamente... pero tampoco podía tomar un taxi, es muy caro hasta donde vivo - Se acercó un poco y le vio fijamente como averiguando que tanto había olvidado hacer esos días que había tardado en aparecer.

Pasó una de sus manos por el rostro del otro -Te prepararé el baño - Dijo dirigiéndose en automático hacia esa parte de la casa medio viendo lo que estaba fuera de lugar. Tuvo el impulso de ir y acomodar al menos algunas cosas pero eso habría sido desviarse. Suspiró. Estaba cansado, pero no podía evitarlo y hacer un poco no iba a matar a nadie. Era fin de semana, al día siguiente no había que ir a clases y era su día libre en el trabajo, así que podía permanecer despierto un poco más. Apagó el móvil cuando vio quele quedaba poca batería, tal vez lo necesitara al día siguiente. No creía que alguien llamase a esas horas tampoco.

por **Kazu Maek** Dom Feb 03, 2013 4:51 pm

Hacía días que ni siquiera le hablaba, semanas en que su mirada ya no tenía el amor que alguna vez había dirigido hacia el…meses en que su atención ya no la centraba en su persona… hacia tanto tiempo que se había escapado de sus manos que poco a poco la locura profunda en la que se había introducido lo poseía más y más… no sabía que día era o que calle transitaba. Pero lo veía a el… caminando tranquilamente, sin preocupaciones, sin recordar su existencia, cuando había comenzado a olvidarlo?

“Me quede con las ganas de sujetar el tiempo, para no perder tantos días que pudieron haber sido felices.

Me quede con tantos sueños sin realizar, con deseos de que tantas cosas perduraran y tal vez de que otras nunca hubiesen llegado.”

Se había quedado con tanto rencor en el pecho, con tanto odio en el alma, su vida estaba vacía y los días eran grises pero al menos poseía algo que le daba esperanza, un pequeño rayo de luz que le mantenía en pie, hoja seca aferrándose a la rama de aquel árbol un viento siniestro le había apartado de el. Un viento que tenía forma, nombre y que sostenía la razón de su vida entre sus brazos apartándolo de todo, apartándolo de el.

Para Kei el siempre había sido una prioridad, con gentiles aunque firmes gestos cuidaba de el, su mirada no era como la de sus padres, su mirada tenía una preocupación profunda y un amor infinito, el había sido todo su mundo, al caminar, al crecer solo había estado el, de pie, sublime y hermoso pidiéndole que le alcanzara.

“Que imponente te presentaste toda vez, me cautivaste para siempre, tu fuerza e inmensidad , doblegaron mi altivo espíritu ante ti, a pesar de lo abandonado, triste y solo que estabas, fuiste de admirar.”

Pero Kei ya no estaba solo, ya no buscaba llenar su ser con el cuidado del hermano perdido en la oscuridad de la droga, kei tenía ahora un par de brazos que le rodeaban un hombre que le besaba, una voz que susurrara palabras a su oído, un hombre que no debería existir en este mundo, un hombre que la naturaleza, que dios habían creado por equivocación…pero todos se equivocan, incluso dios… pero siempre, siempre podían eliminarse los problemas, ese hombre solo debía desaparecer y dios y el mundo estarían felices, todo sería correcto nuevamente.

Siguiendo a kei le vio entrar a la casa de aquel sujeto, con ese estúpido rostro tranquilo y la expresión de quien ha llegado a donde deseaba estar…. Pobre hermano suyo, tan cegado y engañado, pero ya todo estaba por terminar, ya pronto… pronto kei no estaría mas ciego por aquel ser que no debía existir.

En la calle el joven kazu observo la entrada de su hermano a la casa ajena, una sonrisa satisfecha y anhelante se dibujó en sus labios sin que sus ojos inyectados de sangre se permitieran apartarse por un segundo de su amado hermano, ni siquiera por un instante hasta que la puerta ce cerro y aquel demonio le encerró en su guarida.

por **Asagi Dunkelheit** Dom Feb 03, 2013 5:39 pm

Aquellas manos sobre su rostro eran tan cálidas, a pesar de que su amante había estado fuera, las manos de Kei siempre resultaban tan agradables. Cuando le vio moverse, regreso a la sala para quitar unos papeles y fue a la habitación para poder cambiar las sabanas –Esta bien, es agradable tenerte aquí, aunque…-Hizo una pausa como pensando aquello que estaba por decir. Y es que casi había sido un impulso, pero volvió a considerar. –Deberías vivir aquí, te queda más cerca la escuela, el trabajo…Y yo–lo último lo había dicho tan bajo, mientras escuchaba el correr del agua en aquella tina. Sacó las toallas, la ropa para dormir y todo lo dejo sobre la cama, mientras pasaba aquel trapeador sobre la madera, para que diera un aspecto mejor, saco todas las tazas de café que había acumulado y entro al baño, con la camisa desabotonada, pero aún permanecía sobre él y lo observó ahí, contemplando el agua, lo abrazo por la espalda, pasando sus brazos por aquella cintura tan pequeña.Se daba cuenta de una cosa, Kei era una joya tan valiosa que no estaba dispuesto a perder, era atento, le hacía desear ciertas cosas y más que nada el sexo era algo que disfrutaba con él, a pesar de que fueran hombres. No sabía nada de él, ni siquiera donde vivía, si tenía padres, hermanos o algún compromiso y era por eso que se atrevía a hacerle semejante oferta.

Le comenzó a besar el cuello con lentitud, mientras deslizaba sus manos por aquel cuerpo, metiendo sus manos por aquellas telas, buscando desnudarle, mientras le besaba el lóbulo -¿Qué dices entonces?–Susurró con cierto tono de voz, comenzaba a desabotonar su camisa, deslizando su tacto por sus tetillas, deseaba hacerlo suyo en ese momento. Pero un pequeño ruido había interrumpido. El timbre, aquello era tan molesto, era como si alguien verdaderamente desesperado tocara. –Ignoremos eso–Susurró desabotonando los pantalones del menor, comenzando a meter su mano entre las telas para poder tocar esa zona intima, pero aquel ruido no parecía cesar. Se preguntaba quien lo buscaría justo en ese momento y termino por soltarle. –¡Mierda!,No quiero abrir–Le observó a la par que miraba la puerta del baño.

por **Kei Koizumi** Dom Feb 03, 2013 6:15 pm

Sonrió al escucharlo -Quedarme aquí ¿eh? - Lo había dicho en un murmullo para sí mismo. Nunca había pensado que podía hacerlo, no de forma más permanente al menos. Y sin duda sonaba bastante conveniente para él, efetivamente no le costaría tanto moverse desde ahí.

Y verle moverse por la habitación fue algo que atrajo su mirada, al menos hasta que le tuvo frente a él. Sonrió con ese dejo de complicidad. No había sido tanto el tiempo que no le había visto, pero ciertamente, ahora que estaba ahí, quería aprovecharlo. Sus manos empezaron a moverse sobre su cuerpo hasta que aquel sonido le hizo alertarse, sorprendiéndose un poco, tal vez no tan poco, le había hecho casi saltar. Pero su voz y sus caricias desviaron su atención rápidamente regresándola a él.

Y ahí estaba de nuevo, el sonido de la puerta, él tampoco quería que abriera, no en ese mismo instante en el que su cuerpo comenzba a despertar a su tacto, pero ante la insistencia tuvo que decir algo -No parece que vaya a irse... - No tenía idea de quién era, pero al menos no necsitaba saber su identidad para darse cuenta. Suspiró sintiendo la falta de aquellos brazos cuando le soltó -si me gustaría vivir aquí -Susurró al incorporarse y medio acomodarse la camisa para avanzar a la puerta. Tenía las mejillas con ese ligero rubor provocado por el ambiente que se había roto hacía un momento.

-Yo abro - Dijo dirigiéndose a la puerta y abriéndola despacio. Al ver a la persona del otro lado se quedó perplejo. Sorprendido lo suficiente para quedarse sin decir nada como si viese una alucinación. ¿Realmente estaba ahí? En ese momento no se preguntó cómo era eso posible. Le observó y por poco tiene el impulso de abrazarle. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que le había visto?

por **Kazu Maek** Lun Feb 04, 2013 3:52 pm

Se acercó a la puerta de la casa, al subir las escaleras le dio un ataque de risa el sonido de sus pasos al subir tenía un cierto ritmo gracioso. Gustándole el sonido comenzó a saltar ligeramente por las escaleras, antes de darse cuenta ya había subido y estaba en territorio plano. Su mirada se paseó por la pared y diviso la puerta por la que kei habia entrado, oh kei kei… kei siempre había sido tan bueno, tan perfecto, pobre pobre kei lo habían engañado y atraído a aquel sitio, podía ser tan ingenuo.

Frente a la puerta se balanceo aun lado y al otro unos segundos antes de comenzar a tocar el timbre, desde afuera se escuchaba el sonido ahogado de este y rio comenzando a tocarlo una y otra vez formando las notas en su cabeza las notas alegres que traían a su hermano de vuelta, la puerta no tardo en abrirse y el ladeo el rostro con una sonrisa al verle ahí, no reparo en su apariencia, ni demasiado en su expresión pero noto sin duda el agrado de su hermano al verlo…si su hermano se alegraba de verle sin duda.

-sorpresa! Viene a buscarte kei.

Extendió sus dedos hasta el rostro del otro y le acaricio dando un paso hacia el, kei aún tenía la piel tan suave, si veía un poco más podía ver que su cabello aun parecía tan sedoso.

“Me viste tantas veces llorar y enjuagaste mis lágrimas con ganas de ocultarlas, y fuiste cómplice de mis penas, me acogiste y abrigaste cada vez que acudí a tus brazos, no sabes cómo te he necesitado, en todo este tiempo.”

-te he extrañado tanto… pero últimamente tu ni siquiera me buscas… es por el sujeto que esta adentro?

La sonrisa de kazu seguía en su sitio pero sus ojos, esos desde el principio parecia algo…perdidos.

por **Asagi Dunkelheit** Vie Feb 08, 2013 12:17 am

Se había quedado esperando al otro, se dio cuenta después de que se estaba demorando en la puerta. ¿Era alguien importante?, quizás no, nunca lo iban a visitar, ni siquiera tenía amigos o conocidos en ese lugar, solo Kei, nadie podía venir a esas horas a molestarle, del trabajo aseguraba que no era. Se asomó por el pasillo, pero no lo vio, apenas escuchaba unos diálogos intercambiados y la pregunta que desato la curiosidad se hizo presente. -¿Quién es?–Susurró apenas para que el otro escuchara aquello, se acercó a la puerta a la espalda de aquel ‘amante’ suyo. Poniendo ambas manos sobre sus hombros, aquella figura. Un muchachillo demasiado peculiar, nada atractivo para su vista, es más parecía delgado, ido, demasiado demente para su gusto, y aun así tenía una mirada llena de negatividad. -¿Y tú eres? –sacudió la cabeza en forma negativa. Casi pensando en cerrar la puerta. No se atrevió a observar a su compañero. ¿Qué buscaba un muchacho como ese?, ¿Dinero?, quizás estaba desubicado gracias a ese peculiar olorcito que se cargaba. -¿Le conoces?–Finalmente decidió observar a Kei. Pues algo en aquella mirada le indicaba al menos que era de esa forma.

por **Kei Koizumi** Dom Feb 24, 2013 2:57 am

Se quedó sin mostrar una reacción demasiado evidente al menos de inicio. Estaba sorprendido, pero no le molestaba verle, nunca le había molestado que él acudiese con su persona. Claro que estas últimas veces había sido un poco diferente. Extendió su mano solo observando su estado, aunque apenas tocó su mejilla.

Se había quedado quieto sin responderle hasta que escuchó la voz a su espalda haciéndole girar ligeramente su rostro. Las palabras de Kazu sobre él le habían dado una extraña sensación y de aquella persona con la que había terminado involucrándose se clavó en la de quien le buscaba. Regresó la mirada y su voz sonó tal vez en un vólumen más bajo al habitual -Si le conozco -Confirmó tras unos segundos. Nunca había dicho que tenía un hermano, eso le hizo dudar por un instante. Le había contado cosas de su familia, pero por ciertos comentarios, había pasado de contarle sobre él. Ahora le parecía que haberse callado era un problema. Bien, podía solo decirlo, suponía.

Pero aún pensándolo, no salieron más palabras de sus labios. Solo vio aquellos ojos, si, adoraba a su hermano, pero realmente no estaba seguro de cómo tomarse las cosas en ese momento. Le sonrió -Me alegra saber que estás bien -susurró y lo decía en serio. Le preocupaba cuando le perdía la pista por demasiado tiempo. En un acto reflejo, posó una de sus manos sobre la que estaba sobre su hombro derecho, haciendo una ligera presión sobre ella.

por **Kazu Maek** Dom Mar 03, 2013 5:52 pm

Levanto la mano para sostener la mano de kei contra su mejilla pero para cuando lo hizo el contacto ya se había ido, la ausencia de aquellos dedos le dejo con una sensación de soledad, la soledad dolía pero no tanto como la duda que vio en el rostro del que se suponía era su hermano, el no había hablado de el y según veía no tenía la mínima intención de hacerlo, kei estaba haciendo su vida lejos de el como lo había primero lo había hecho su madre y después su padre, se quedó estático en la puerta y sintió que la visión se le nublaba, por unos segundos todo le dio vueltas y nuevamente se estabilizo, lo siguiente que vio fue la mano de su hermano buscando la del sujeto en su hombro, como asegurándose de que aún estaba ahí y el podía ver el mensaje que le estaba enviando “esto es lo que tengo no me lo quites” y desde luego un hermano como el en su vida era un incordio y un estorbo, una mancha que no deseaba mostrar a nadie.

-asi que…te da gusto verme.

Una media sonrisa se dibujó en su rostro, después una risilla salió de sus labios, risa que se volvió en carcajadas histéricas que le hicieron doblar el cuerpo sujetando su estómago, la risa no parecía irse pronto y cuando levanto el rostro entra las risas había lagrimas corriendo de sus ojos y ni el mismo sabia producto de que eran. En el interior del confundido muchacho no había nada, solo un dolor tan profundo que se perdía en la embriagante satisfacción que venía con la droga. La imagen perfecta de aquellos dos punzando en su mente.

-seguramente eso es cierto.

Aseguro mientras la risa disminuía y se erguía limpiándose los ojos, las manos le comían y las metió en las bolsas de su viejo abrigo, sintió el metal frio en una de ella y como si no recordara que la había puesto ahí saco la navaja extendiéndola, cerciorándose de que era lo que creía que era.

-qué curioso no recordaba que la trajera.

Sus ojos brillantes se levantaron buscando los de kei y por un segundo deseo que el filo del metal atravesare aquella carne, cuando se preguntó cuál, no supo decírselo ni siquiera a si mismo, a quien deseaba dañar? Al sujeto que se había llevado a su hermano…. A su hermano? O acaso a el mismo?

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