AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Violín: A Requiem For Lost Souls
2 participantes
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Violín: A Requiem For Lost Souls
DATOS BÁSICOS
-Nombre del Personaje: Ruslan Dominkovich
-Edad: 25
-Especie: Fantasma
-Orientación Sexual: Bisexual
-Lugar de Origen: Rusia
-Habilidad/Poder:
~ Aparición/Invisibilidad
~ Ilusión
~ Teletransportación
~ Movimiento de objetos/Telequinesis
~ Permanencia
~ Corporeidad
~ Posesión
DESCRIPCIÓN FÍSICA
DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA
Tiene un talento nato para la ejecución del violín, ama las artes y la música. Normalmente es un hombre calmado, sus padres le enseñaron a respetar y a ser noble. Disfruta mucho de estar a solas escribiendo poemas o componiendo música. Su pasado lo obligó a volverse distante y un poco frío, sin embargo puede llegar a amar sin medida a la persona que comprenda y ame tanto la música como él lo hace. Es reservado al momento de relacionarse con otros, sin embargo es muy noble y ese es un punto a favor o en contra dependiendo con el tipo de gente que llegue a toparse. Gusta de la compañía tanto masculina como femenina, se puede llegar a enamora de la persona y los sentimientos que esta posea, no del género. Su pasión es la música por lo tanto no tendrá reparo en tocar siempre para esa persona. Ama los lugares tranquilos y fríos. Durante sus viajes en estado etéreo, aprendió que puede alimentarse de los sentimientos de las personas para proyectarse como si tuviera un cuerpo físico, el estado de ánimo de sus locutores da forma al tipo de melodía que toca. Aprendió a tener el control sobre sus poderes sin embargo nunca las usaría para hacerle daño a alguien más, a menos que las circunstancias lo obliguen.
HISTORIA
Capítulo I: In Memoriam
** Parecían desquebrajarse.
Las paredes frías gris violáceo parecían cuartearse cada vez que la lluvia arreciaba, los imponentes pilares apenas se mantenían de pie, adornados con la sigilosa hiedra que salvajemente crecía alrededor abrazándose a ellos. La tenue brisa que caía tan suave alrededor de la casona, empañaba los cristales y creaba un ligero susurro al golpear los charcos que se habían formado por todo el patio. Las criaturillas que moraban el cercano pantano alzaban sus tenebrosos cánticos y se perdían de nueva cuenta entre los matorrales crecidos.
Él llegó antes que Eli muriera. Había pasado tres días sumida en un sueño artificial lleno de oscuridad. La lluvia cesaba lentamente y únicamente el retumbar de los truenos hacía un eco estrepitoso entre las rollizas nubes, el esposo de Eli se mantenía de pie, aunque su mirada atónita contrastaba con su indestructible fachada de seguridad.
Un crepúsculo ceniciento cubría ahora los cielos, las nubes se habían marchado, los robles eran negros y espesos, sus sombras se proyectaban portentosas en todo lo largo y ancho, se ensanchaban para terminar de absorber los últimos ápices de la luz tibia de verano. El fuego de la
habitación de Eli se hizo más tenue, durante un rato Michael se aferró casi con desesperación al cuerpo que se encontraba tendido en la cama, se lamentaba y entonces las primeras lágrimas brotaron de sus oscuros ojos, miraba los cambios en el cielo a través del empañado cristal, mientras Eli exhalaba su último aliento.
Los padres de Stefan eran campesinos, trabajaban las tierras de un Zar quien había dado hospedaje a Michael y su familia en una vieja casona, su infancia aunque corta había sido muy grata, por las mañanas solía acompañarlos en las jornadas diarias, el trabajo arduo en los campos le valieron un físico que no tardo en desarrollarle discretos músculos, por las tardes Eli tocaba el violín de forma magistral para su hijo y le daba lecciones de cómo hacerlo, de vez en cuando su padre le contaba viejas leyendas.
La madre de Stefan había sido diagnosticada con cáncer unos meses antes, para ese entonces contaba con 19 años de edad, su padre se sintió tan vulnerable después de tal hecho que no se sintió lo suficientemente fuerte para hacerse cargo de Stefan, así que intentó suicidarse en una ocasión. Ese fue el primer encuentro del adolescente con la muerte. Sin embargo no sería el único. Michael se hundió en la depresión y terminó por ser un alcohólico a quien dejó de importarle sus pocos bienes, el trabajo o su primogénito quien años más tarde sería el protector del mismo, pues no podía dejarle morir, no frente a sus ojos. Stefan tomó entonces el violín de su madre, un Stradivarius largo; y emprendió un pequeño viaje a las calles rusas, donde tocaba hermosas melodías por un poco de dinero, el mismo que su padre gastaba en licor.
Cierta noche de borrachera, Stefan regresaba a casa con una generosa cantidad de dinero, además de unos quesos y panecillos, a lo lejos unos hombres gritaban y luchaban contra Michael, el pobre hombre apenas se podía mantener de pie, Stefan alarmado corrió para ayudarlo, le reclamaban ciertos impuestos que hacía tiempo había dejado de costear, pues las pocas ganancias que el joven tenía, no eran suficientes. Los soldados aceptaron la comida y el dinero que el chico les ofreció a cambio de no matar a su padre, para aquellos hombres no era suficiente y entonces pidieron el viejo violín que Stefan cargaba en las manos, este se rehusó y empezaron a forcejear, entonces un disparo se escuchó y Michael cayó de bruces, uno de los hombres le apuntó a Stefan después de haber matado a su padre. Stefan se arrojó intempestivamente contra ellos, desatando su furia en cada uno de los golpes que atestaba contra los soldados, sin piedad alguna, lo golpearon en las manos hasta destrozárselas, se protegió la cara con estas, golpe trás golpe hasta dejarlo inconsciente llevándose el Stradivarius consigo.
Por la mañana, apenas reunió fuerzas para darle sepultura a su padre, su tierno semblante estaba colérico, hizo un par de oraciones y partió a la ciudad. Ya instalado ahí escuchó a la gente decir que en el palacio del Zar se haría una exhibición de objetos antiguos, por su mente pasó la idea de que quizá el violín que su madre le había obsequiado podría estar ahí. Entonces regresó a su hogar, donde prometió recuperar el instrumento, tomo una capa negra, la capucha de esta le cubría la identidad a la perfección y partió hacia el palacio.
La serenidad reinaba ahí, Stefan no tuvo problema alguno en penetrar en el salón de música, una muchedumbre comentaba y admiraba las piezas exhibidas, por lo tanto no le fue difícil colarse para llegar a la escalinata principal, en efecto el Stradivarius estaba ahí a la vista de todos. Tranquilamente se acerco, percatándose que nadie notara su insistencia en observar el instrumento. En cuestión de segundos se hizo del violín y el arco, los oculto debajo de sus ropajes y empezó a caminar entre la gente.
Unos gritos advirtieron que una persona había hurtado una de las piezas, Stefan no reaccionó hasta salir de la sala de música, cruzo la antesala y entonces un par de guardias le cuestionaron la vestimenta, Stefan se agacho y tomo con la mano izquierda arco y violín, para atestar un golpe al vigía con la derecha , echo a correr sin darle tiempo de desenfundar el arma, corrió, pero la voz de alerta ya había sido escuchada en todo el lugar, un par de disparos más hicieron eco en el palacio algunos de ellos rebotaron en el piso de mármol, algunos otros destrozaron parte de las otras colecciones, entonces un sonido seco traspaso la madera del instrumento, pero Stefan continuó huyendo sin voltear, sin mirar atrás, corrió sin mirar atrás.
Ya ubicado en unas calles más adelante, debajo de unas farolas, abrió sus ropajes y vio el instrumento consigo, lo había conseguido, observó detenidamente las manos y notó que estaban intactas, sin golpes o señas del maltrato impuesto por los soldados del palacio, la nieve empezaba a caer suavemente por las calles y el sonido de las alarmas se escuchaba por todos los rincones, Stefan notó que las personas a su alrededor no se daban cuenta de su existencia, pasaban a su lado sin hacer gesto alguno, incluso los sonidos que el emitía por el castañeo de los dientes debido al frío era ignorado de la misma forma, observó nuevamente las manos , frías e intactas, así como el violín que reposaba en sus brazos, no tenía rasguños ni señas de las balas que le había atravesado, no había duda, Stefan estaba muerto, su cuerpo yacía acribillado en el palacio, fue entonces cuando comprendió que su alma vagaría en las frías calles de Rusia, había conseguido cumplir la promesa, recuperar a su manera el objeto heredado por su madre, que en su momento le colmo de los momentos más felices, lo había hecho, pero ¿ a qué precio?. **.
Capítulo II: Réquiem
** Así pasaron los días, años tal vez, el violín no lo abandonó por un solo instante, de aquí a allá el lugar realmente carecía de importancia, seguía siendo invisible ante los ojos del mundo ¿o acaso ellos eran demasiado ciegos para notar su presencia? En ocasiones la nieve caía o era el húmedo viento que rozaba sus cabellos, un cielo violáceo era perfecto para entonar una melodía alegre, un firmamento gris teñía las notas de amargura y soledad. Como si el exterior se volviera uno con su música, uno con el estado de ánimo del joven fantasma, después de todo el mundo se lo debía.
Durante su peregrinar contempló toda clase de personas, hambre, tristeza pero también vio multitudes reunirse en plazuelas, los vio danzar y sonreír bajo el embrujo de la música, ese hechizo que solo pocos pueden emitir por medio de su voz o de algún instrumento.
-Si tan solo pudieran escucharme -. Susurraba.
En cada uno de los lugares que visitaba intentaba hacerse audible, tocaba por un tiempo indefinido, tocaba para los vivos, tocaba para los muertos, la música fluía de manera maravillosa. Fue una tarde cuando el fantasma llegó a un cementerio de París, había estado de pie por horas ahí contemplando las numerosas lápidas, noto que un sin fin de sombras se arremolinaban entre las tumbas, despeinados, sucios. Fantasmas como él. Viajando de un lugar a otro, danzaban perdidos. Aun en ese lugar sintió la necesidad de sentirse escuchado la música lo guiaba en todo momento pero algo más lo había conducido hasta la capital francesa, como si estuviese siendo guiado por un hilo dorado en un siniestro laberinto. ¿Por qué la luz no se había mostrado ante él aún?
La enorme parcela estaba decorada con flores de diversas tonalidades y el aire que circulaba se perfumaba con el olor de las rosas que coronaban algunos mausoleos, se mezclaba con la humedad de la tierra oscura, ese abrazo de la tierra húmeda que todo ser vivo recibirá algún día. El fantasma avanzó entre las lápidas, mientras el resto de los espectros permanecían flotantes. Su mirada se desvió la notar que una chica de tez clara conversaba de lo más tranquilo con una persona ya adulta, se sorprendió al notar que aquella chica estaba viva, por cada uno de los poros emanaba vida y juventud. ¿Cómo podía ser eso posible? Debe ser un don o una maldición.
En efecto aquella joven era una médium que conversaba tan a gusto con el fantasma de su madre. No había duda, aquello que lo había guidado hasta allá le mostraba una alternativa de comunicarse con las personas, durante todo su recorrido desde su muerte no había pasado por mas dolor que el de no ser escuchado, tan bello instrumento y don sin poder ser compartidos. El hilo dorado en este laberinto estaba llegando a su fin o quizá simplemente era tiempo de cambiar de tonalidad, era tiempo de tejer una nueva historia. **
DATOS EXTRA
Ninguno.
-Nombre del Personaje: Ruslan Dominkovich
-Edad: 25
-Especie: Fantasma
-Orientación Sexual: Bisexual
-Lugar de Origen: Rusia
-Habilidad/Poder:
~ Aparición/Invisibilidad
~ Ilusión
~ Teletransportación
~ Movimiento de objetos/Telequinesis
~ Permanencia
~ Corporeidad
~ Posesión
DESCRIPCIÓN FÍSICA
- Spoiler:
DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA
Tiene un talento nato para la ejecución del violín, ama las artes y la música. Normalmente es un hombre calmado, sus padres le enseñaron a respetar y a ser noble. Disfruta mucho de estar a solas escribiendo poemas o componiendo música. Su pasado lo obligó a volverse distante y un poco frío, sin embargo puede llegar a amar sin medida a la persona que comprenda y ame tanto la música como él lo hace. Es reservado al momento de relacionarse con otros, sin embargo es muy noble y ese es un punto a favor o en contra dependiendo con el tipo de gente que llegue a toparse. Gusta de la compañía tanto masculina como femenina, se puede llegar a enamora de la persona y los sentimientos que esta posea, no del género. Su pasión es la música por lo tanto no tendrá reparo en tocar siempre para esa persona. Ama los lugares tranquilos y fríos. Durante sus viajes en estado etéreo, aprendió que puede alimentarse de los sentimientos de las personas para proyectarse como si tuviera un cuerpo físico, el estado de ánimo de sus locutores da forma al tipo de melodía que toca. Aprendió a tener el control sobre sus poderes sin embargo nunca las usaría para hacerle daño a alguien más, a menos que las circunstancias lo obliguen.
HISTORIA
Capítulo I: In Memoriam
** Parecían desquebrajarse.
Las paredes frías gris violáceo parecían cuartearse cada vez que la lluvia arreciaba, los imponentes pilares apenas se mantenían de pie, adornados con la sigilosa hiedra que salvajemente crecía alrededor abrazándose a ellos. La tenue brisa que caía tan suave alrededor de la casona, empañaba los cristales y creaba un ligero susurro al golpear los charcos que se habían formado por todo el patio. Las criaturillas que moraban el cercano pantano alzaban sus tenebrosos cánticos y se perdían de nueva cuenta entre los matorrales crecidos.
Él llegó antes que Eli muriera. Había pasado tres días sumida en un sueño artificial lleno de oscuridad. La lluvia cesaba lentamente y únicamente el retumbar de los truenos hacía un eco estrepitoso entre las rollizas nubes, el esposo de Eli se mantenía de pie, aunque su mirada atónita contrastaba con su indestructible fachada de seguridad.
Un crepúsculo ceniciento cubría ahora los cielos, las nubes se habían marchado, los robles eran negros y espesos, sus sombras se proyectaban portentosas en todo lo largo y ancho, se ensanchaban para terminar de absorber los últimos ápices de la luz tibia de verano. El fuego de la
habitación de Eli se hizo más tenue, durante un rato Michael se aferró casi con desesperación al cuerpo que se encontraba tendido en la cama, se lamentaba y entonces las primeras lágrimas brotaron de sus oscuros ojos, miraba los cambios en el cielo a través del empañado cristal, mientras Eli exhalaba su último aliento.
Los padres de Stefan eran campesinos, trabajaban las tierras de un Zar quien había dado hospedaje a Michael y su familia en una vieja casona, su infancia aunque corta había sido muy grata, por las mañanas solía acompañarlos en las jornadas diarias, el trabajo arduo en los campos le valieron un físico que no tardo en desarrollarle discretos músculos, por las tardes Eli tocaba el violín de forma magistral para su hijo y le daba lecciones de cómo hacerlo, de vez en cuando su padre le contaba viejas leyendas.
La madre de Stefan había sido diagnosticada con cáncer unos meses antes, para ese entonces contaba con 19 años de edad, su padre se sintió tan vulnerable después de tal hecho que no se sintió lo suficientemente fuerte para hacerse cargo de Stefan, así que intentó suicidarse en una ocasión. Ese fue el primer encuentro del adolescente con la muerte. Sin embargo no sería el único. Michael se hundió en la depresión y terminó por ser un alcohólico a quien dejó de importarle sus pocos bienes, el trabajo o su primogénito quien años más tarde sería el protector del mismo, pues no podía dejarle morir, no frente a sus ojos. Stefan tomó entonces el violín de su madre, un Stradivarius largo; y emprendió un pequeño viaje a las calles rusas, donde tocaba hermosas melodías por un poco de dinero, el mismo que su padre gastaba en licor.
Cierta noche de borrachera, Stefan regresaba a casa con una generosa cantidad de dinero, además de unos quesos y panecillos, a lo lejos unos hombres gritaban y luchaban contra Michael, el pobre hombre apenas se podía mantener de pie, Stefan alarmado corrió para ayudarlo, le reclamaban ciertos impuestos que hacía tiempo había dejado de costear, pues las pocas ganancias que el joven tenía, no eran suficientes. Los soldados aceptaron la comida y el dinero que el chico les ofreció a cambio de no matar a su padre, para aquellos hombres no era suficiente y entonces pidieron el viejo violín que Stefan cargaba en las manos, este se rehusó y empezaron a forcejear, entonces un disparo se escuchó y Michael cayó de bruces, uno de los hombres le apuntó a Stefan después de haber matado a su padre. Stefan se arrojó intempestivamente contra ellos, desatando su furia en cada uno de los golpes que atestaba contra los soldados, sin piedad alguna, lo golpearon en las manos hasta destrozárselas, se protegió la cara con estas, golpe trás golpe hasta dejarlo inconsciente llevándose el Stradivarius consigo.
Por la mañana, apenas reunió fuerzas para darle sepultura a su padre, su tierno semblante estaba colérico, hizo un par de oraciones y partió a la ciudad. Ya instalado ahí escuchó a la gente decir que en el palacio del Zar se haría una exhibición de objetos antiguos, por su mente pasó la idea de que quizá el violín que su madre le había obsequiado podría estar ahí. Entonces regresó a su hogar, donde prometió recuperar el instrumento, tomo una capa negra, la capucha de esta le cubría la identidad a la perfección y partió hacia el palacio.
La serenidad reinaba ahí, Stefan no tuvo problema alguno en penetrar en el salón de música, una muchedumbre comentaba y admiraba las piezas exhibidas, por lo tanto no le fue difícil colarse para llegar a la escalinata principal, en efecto el Stradivarius estaba ahí a la vista de todos. Tranquilamente se acerco, percatándose que nadie notara su insistencia en observar el instrumento. En cuestión de segundos se hizo del violín y el arco, los oculto debajo de sus ropajes y empezó a caminar entre la gente.
Unos gritos advirtieron que una persona había hurtado una de las piezas, Stefan no reaccionó hasta salir de la sala de música, cruzo la antesala y entonces un par de guardias le cuestionaron la vestimenta, Stefan se agacho y tomo con la mano izquierda arco y violín, para atestar un golpe al vigía con la derecha , echo a correr sin darle tiempo de desenfundar el arma, corrió, pero la voz de alerta ya había sido escuchada en todo el lugar, un par de disparos más hicieron eco en el palacio algunos de ellos rebotaron en el piso de mármol, algunos otros destrozaron parte de las otras colecciones, entonces un sonido seco traspaso la madera del instrumento, pero Stefan continuó huyendo sin voltear, sin mirar atrás, corrió sin mirar atrás.
Ya ubicado en unas calles más adelante, debajo de unas farolas, abrió sus ropajes y vio el instrumento consigo, lo había conseguido, observó detenidamente las manos y notó que estaban intactas, sin golpes o señas del maltrato impuesto por los soldados del palacio, la nieve empezaba a caer suavemente por las calles y el sonido de las alarmas se escuchaba por todos los rincones, Stefan notó que las personas a su alrededor no se daban cuenta de su existencia, pasaban a su lado sin hacer gesto alguno, incluso los sonidos que el emitía por el castañeo de los dientes debido al frío era ignorado de la misma forma, observó nuevamente las manos , frías e intactas, así como el violín que reposaba en sus brazos, no tenía rasguños ni señas de las balas que le había atravesado, no había duda, Stefan estaba muerto, su cuerpo yacía acribillado en el palacio, fue entonces cuando comprendió que su alma vagaría en las frías calles de Rusia, había conseguido cumplir la promesa, recuperar a su manera el objeto heredado por su madre, que en su momento le colmo de los momentos más felices, lo había hecho, pero ¿ a qué precio?. **.
Capítulo II: Réquiem
** Así pasaron los días, años tal vez, el violín no lo abandonó por un solo instante, de aquí a allá el lugar realmente carecía de importancia, seguía siendo invisible ante los ojos del mundo ¿o acaso ellos eran demasiado ciegos para notar su presencia? En ocasiones la nieve caía o era el húmedo viento que rozaba sus cabellos, un cielo violáceo era perfecto para entonar una melodía alegre, un firmamento gris teñía las notas de amargura y soledad. Como si el exterior se volviera uno con su música, uno con el estado de ánimo del joven fantasma, después de todo el mundo se lo debía.
Durante su peregrinar contempló toda clase de personas, hambre, tristeza pero también vio multitudes reunirse en plazuelas, los vio danzar y sonreír bajo el embrujo de la música, ese hechizo que solo pocos pueden emitir por medio de su voz o de algún instrumento.
-Si tan solo pudieran escucharme -. Susurraba.
En cada uno de los lugares que visitaba intentaba hacerse audible, tocaba por un tiempo indefinido, tocaba para los vivos, tocaba para los muertos, la música fluía de manera maravillosa. Fue una tarde cuando el fantasma llegó a un cementerio de París, había estado de pie por horas ahí contemplando las numerosas lápidas, noto que un sin fin de sombras se arremolinaban entre las tumbas, despeinados, sucios. Fantasmas como él. Viajando de un lugar a otro, danzaban perdidos. Aun en ese lugar sintió la necesidad de sentirse escuchado la música lo guiaba en todo momento pero algo más lo había conducido hasta la capital francesa, como si estuviese siendo guiado por un hilo dorado en un siniestro laberinto. ¿Por qué la luz no se había mostrado ante él aún?
La enorme parcela estaba decorada con flores de diversas tonalidades y el aire que circulaba se perfumaba con el olor de las rosas que coronaban algunos mausoleos, se mezclaba con la humedad de la tierra oscura, ese abrazo de la tierra húmeda que todo ser vivo recibirá algún día. El fantasma avanzó entre las lápidas, mientras el resto de los espectros permanecían flotantes. Su mirada se desvió la notar que una chica de tez clara conversaba de lo más tranquilo con una persona ya adulta, se sorprendió al notar que aquella chica estaba viva, por cada uno de los poros emanaba vida y juventud. ¿Cómo podía ser eso posible? Debe ser un don o una maldición.
En efecto aquella joven era una médium que conversaba tan a gusto con el fantasma de su madre. No había duda, aquello que lo había guidado hasta allá le mostraba una alternativa de comunicarse con las personas, durante todo su recorrido desde su muerte no había pasado por mas dolor que el de no ser escuchado, tan bello instrumento y don sin poder ser compartidos. El hilo dorado en este laberinto estaba llegando a su fin o quizá simplemente era tiempo de cambiar de tonalidad, era tiempo de tejer una nueva historia. **
DATOS EXTRA
Ninguno.
Última edición por Stefan Dominkovich el Dom Mar 03, 2013 2:35 pm, editado 2 veces
Lasher- Fantasma
- Mensajes : 150
Fecha de inscripción : 06/12/2012
Edad : 36
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Re: Violín: A Requiem For Lost Souls
Observaciones:
En cuanto edites, postea aquí para que volvamos a revisar la ficha.
- La descripción psicológica es muy corta, no alcanza el mínimo de las 8 líneas que se establece para ese apartado.
- Según la historia, tu personaje murió en las calles de Rusia, pero el foro está ambientado en París, así que deberías especificar cómo consiguió llegar hasta la capital francesa.
- No olvides hacer los registros de nombre y de avatar.
En cuanto edites, postea aquí para que volvamos a revisar la ficha.
Invitado- Invitado
Re: Violín: A Requiem For Lost Souls
Ficha Editada.
Lasher- Fantasma
- Mensajes : 150
Fecha de inscripción : 06/12/2012
Edad : 36
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Re: Violín: A Requiem For Lost Souls
Tu ficha está correcta, pero debes efectuar el cambio de nombre (por la razón que te di vía mp) en los registros y editarlo en la ficha para poder darte la aprobación. Gracias.
Tarik Pattakie- Vampiro/Realeza
- Mensajes : 7350
Fecha de inscripción : 19/06/2010
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Re: Violín: A Requiem For Lost Souls
Ficha editada, gracias Lucern.
Lasher- Fantasma
- Mensajes : 150
Fecha de inscripción : 06/12/2012
Edad : 36
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Re: Violín: A Requiem For Lost Souls
FICHA APROBADA
BIENVENIDO A VICTORIAN VAMPIRES
BIENVENIDO A VICTORIAN VAMPIRES
Tarik Pattakie- Vampiro/Realeza
- Mensajes : 7350
Fecha de inscripción : 19/06/2010
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