AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Sombra de la oscuridad [Desmond Allighari]
2 participantes
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Sombra de la oscuridad [Desmond Allighari]
DATOS BÁSICOS
-Edad: Aparenta: 23 años Real: 35 años
-Especie: Licantropo
-Facción a la que pertenece: Ninguna
-Tipo, Clase Social o Cargo: Clase Media - Mercenario
-Orientación Sexual: Heterosexual
-Lugar de Origen: Napoles, Italia
-Habilidad/Poder: -Visión Compartida y visión remota
-Aullido
-Rastreo
DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA
Como describir a un hombre... si ni siquiera él mismo puede definir su carácter, preguntas como aquellas suenan tan simples, que su complejidad intrínseca me obliga a meditar sobre mi efímera existencia, que se ha visto alargada por una sucesión de eventos ajenos a mi voluntad y en especial mi deseo. Una oscura soledad me acompaña en mi viaje, como compañera insondable de aquel destino que me fue encomendado tan pronto al nacer. He cargado por tantos años la indemne frustración por la impotencia que me genera la fría imposibilidad de hacer lo que deseo, y todo ello se basa en mi única necesidad, necesidad de todos y de nadie, sobrevivir. La frialdad por años se adueño de mi alma y aunque jamás deje de ser bueno, supuse entonces,en esos tiempos de tribulaciones, que todos debemos jugar nuestro papel en el inmenso teatro que es la vida, y aunque a veces debamos ser los villanos, jamás seremos verdaderamente malos. A estas reflexiones, o más bien lecciones de la vida es a las que otorgo la gran culpa de mi falta de conciencia. al incidir en acciones, acciones aquellas que condena la iglesia e incluso algunos hombres de ley, pero que al final y al cabo simplemente son estragos ocasionados por nuestra naturaleza animal. Sin embargo en la vida de todo hombre, por oscura que esta sea, siempre existirá una probabilidad, tal vez en un millón, no lo sé, de encontrar en tu camino una luz en tu camino, y aquello fue lo que años antes me ocurrió, ahora vivo dos vidas, bipolar podrían llamarme, pero en mi opinión solo ella merece ver en mi aquella ternura y amor que mi corazón alberga desde niño, mientras que otros seres,bueno.... no tienen tanta suerte.
HISTORIA
"Cuando nos transformamos radicalmente, nuestros amigos, los que no se han transformado, se convierten en los fantasmas de nuestro propio pasado; su voz resuena en nuestros oídos como si viniera de la región de las sombras, como si nos oyésemos a nosotros mismos, más jóvenes, pero más duros y menos maduros." Friedrich Wilhelm Nietzsche,Humano, demasiado humano,1878.
Hace mucho tiempo nació un pequeño niño, hijo de un soldado y una joven mujer, sin embargo sus primeros meses fueron de vida, fueron manchados por la pobreza y la angustia, después de todo un soldado solo conoce el arte de la guerra... Cuando el pequeño ya se había hecho mayor, o al menos lo suficiente para caminar, partieron y dejaron a Napolés a sus espaldas. El pequeño no lo entendía, sin embargo no le quedaba más remedio que seguir la caravana, y recostarse algunas veces en las piernas de su madre cuando lo dejaban montarse a la carretilla. Su padre, un hombre de gran estatura y una espalda ancha apenas lo miraba con un poco de lastima, pues ningún padre quiere traer al mundo a una pequeña criatura para crecer en medio del caós, sin embargo promesas de una vida mejor les esperaba apenas arribaran a su destino, tristemente el camino aunque tan efímero parecía insondable a los ojos del pequeño.
Una noche en la frontera con Francia, la luz de unas hogueras iluminaron los ojos del pequeño, se despertó y a lo lejos vio como la luz resplandecía entre los arboles, empezó a gritar, estaba asustado, y bien tenia razones para estarlo. De pronto su madre lo tomo de la cintura por su espalda y llevándolo hacia ella lo escondió debajo de las carretas, su padre y sus amigos, hermanos en armas junto a sus esposas apenas se levantaban, alejados de sus sueños por los estruendosos gritos del pequeño. Sin embargo, esto no fue suficiente alerta y un río de sangre exploto sobre el suelo cuando ladrones sobre caballos embistieron el improvisado campamento, fue demasiado tarde para cuando aquellos a quienes conocía tomaron las armas, él solo tapaba sus ojos escondido entre sus piernas, rogando al cielo por su madre. Cuando la noche termino, el pequeño despertó entre muertos, la sangre y los cuerpos estaban tirados por todo el lugar, niños, ancianos y mujeres; aquellos hombres no habían tenido piedad y el había tenido la suerte de sobrevivir, aunque para el aquello se sentía como la maldición más horrible que cualquier dios hubiera podido recrear en sus más terribles planes.
Entonces el pequeño cayó, desmotivado, desilusionado de la vida y entre sus muertos se dejo morir por uno o tal vez más días con sus noches, hasta que unos caballeros arribaron a la trágica escena. Al verlos, el niño pensó que tal vez eran ángeles y que pronto se reuniría en el cielo con sus seres amados, y todo estaría bien, pero pronto se daría cuenta de que aquellos oficiales de caballería, todos de buenas familias y con uniformes brillantes, limpios y adornados de piezas de plata y oro, no eran más que solo humanos. Uno de ellos, un caballero de buena familia lo recogió entre sus brazos y montándose de nuevo en el caballo se dirigió a la Toulouse, lugar de donde era procedente. Al llegar a casa, ordeno que lo limpiaran, le dieran de comer y lo atendieran, entonces el niño se volvió a sentir vivo; con el pasar de los años el pequeño iba olvidando cada vez más lo sucedido aunque la cicatriz siempre permaneció allí, aprendió tanto de la guerra y la espada como de la matemática y la filosofía por que su amo así lo deseaba, mas nunca se sintió igualado con quienes eran sus hijos pues la matrona, y los demás sirvientes siempre le recordaban su origen, después de todo esclavo o no, había quedado en desgracia y allí afuera no valía nada para el mundo... ¿ Qué más podía hacer?. Con el pasar de tiempo llego a su juventud y fue instruido como soldado, por sus gran habilidad y destreza, propia de la enseñanza de su tutor y padre adoptivo se le permitió montar a caballo, aunque jamás sería un oficial de caballería, pues carecía de riqueza o títulos de nobleza para ello, sin embargo como antaño se le daba el mismo honor que a un escudero, el cual luchaba al lado de su señor. Y así fue como pasaron 5 años al servicio del Lord francés, batalla tras batalla hasta sus 20 años de edad. Aquel viejo soldado, señor de tierras y con títulos de nobleza le llamó aquel día, había sido convocado por la iglesia misma para darle muerte a un monstruo con instinto animal y fuerza sobrehumana, batalla para la cual había convocado al muchacho, y entonces le concedió su libertad, con la única condición de librar aquella cruzada a su lado, condición a la cual el joven no pudo rechazarse, pues conocía para si mismo que la vida de la esclavitud se basaba en las oportunidades, y que estas no ocurrían muy a menudo.
Pocos hombres fueron en esta empresa, acto del cual el solo imaginaba una bestia deforme, fácil de cazar mas no sabia que aquella bestia era un hombre lobo, ni imaginaba que 7 hombres eran poco para enfrentarse contra él. Pasaron días y noches en los viejos bosques franceses y no había señal de la criatura, todos habían perdido ya la esperanza hasta que durante la noche de su retirada, montados todos a caballo una bestia se dejo caer sobre ellos y con sus garras lastimo fuertemente al Lord, quien cayo de su caballo aturdido por el golpe, y la sangre que brotaba de su herida, que si bien no era superficial, tampoco era tan profunda para matarlo. Desmond desmonto su caballo y atendió a su viejo maestro, montandolo al caballo y dándole un golpe para que huyera a casa, sin embargo después de haber hecho esto, se encontró solo, los demás caballeros habían muerto y la criatura estaba a su caza, tomo su espada y se levanto, tan solo para caer al suelo por la embestida de la bestia quien mordió su brazo y se coloco contra su pecho, su saliva ardía en la piel de Desmond, pero él no quería morir allí y usando su brazo como escudo ante el ataque de la bestia atravesó su corazón con su larga espada, matando a la criatura, la cual sin alientos aflojo su mandíbula y dejo caer su peso muerto sobre el cuerpo del caballero, el cual había quedado atrapado, las sangre brotaba de su brazo, pero el no podía hacer nada, pronto la fiebre se elevó tanto que comenzó a sudar e imaginar cosas hasta que se quedo profusamente dormido, casi muerto. Pasaron un par de meses antes de que alguien lo encontrara y lo liberara del peso infernal, aquél era el viejo lord, quien recuperado de sus heridas, había recordado la valerosa acción del soldado y había vuelto en su búsqueda junto con sus hijos. Todos Lloraban su muerte, para ellos era un esclavo, pero también era su hermano, su hijo, era parte de su familia, y durante su entierro, hasta la misma esposa del viejo maestro, encharcaba sus ojos por el joven caído. Sin embargo, algo extraordinario sucedió y el joven se levanto como un muerto viviente, todos se asustaron, más entonces quien era para él, su padre lo entendió, el joven se había vuelto un hombre lobo...
Hace mucho tiempo nació un pequeño niño, hijo de un soldado y una joven mujer, sin embargo sus primeros meses fueron de vida, fueron manchados por la pobreza y la angustia, después de todo un soldado solo conoce el arte de la guerra... Cuando el pequeño ya se había hecho mayor, o al menos lo suficiente para caminar, partieron y dejaron a Napolés a sus espaldas. El pequeño no lo entendía, sin embargo no le quedaba más remedio que seguir la caravana, y recostarse algunas veces en las piernas de su madre cuando lo dejaban montarse a la carretilla. Su padre, un hombre de gran estatura y una espalda ancha apenas lo miraba con un poco de lastima, pues ningún padre quiere traer al mundo a una pequeña criatura para crecer en medio del caós, sin embargo promesas de una vida mejor les esperaba apenas arribaran a su destino, tristemente el camino aunque tan efímero parecía insondable a los ojos del pequeño.
Una noche en la frontera con Francia, la luz de unas hogueras iluminaron los ojos del pequeño, se despertó y a lo lejos vio como la luz resplandecía entre los arboles, empezó a gritar, estaba asustado, y bien tenia razones para estarlo. De pronto su madre lo tomo de la cintura por su espalda y llevándolo hacia ella lo escondió debajo de las carretas, su padre y sus amigos, hermanos en armas junto a sus esposas apenas se levantaban, alejados de sus sueños por los estruendosos gritos del pequeño. Sin embargo, esto no fue suficiente alerta y un río de sangre exploto sobre el suelo cuando ladrones sobre caballos embistieron el improvisado campamento, fue demasiado tarde para cuando aquellos a quienes conocía tomaron las armas, él solo tapaba sus ojos escondido entre sus piernas, rogando al cielo por su madre. Cuando la noche termino, el pequeño despertó entre muertos, la sangre y los cuerpos estaban tirados por todo el lugar, niños, ancianos y mujeres; aquellos hombres no habían tenido piedad y el había tenido la suerte de sobrevivir, aunque para el aquello se sentía como la maldición más horrible que cualquier dios hubiera podido recrear en sus más terribles planes.
Entonces el pequeño cayó, desmotivado, desilusionado de la vida y entre sus muertos se dejo morir por uno o tal vez más días con sus noches, hasta que unos caballeros arribaron a la trágica escena. Al verlos, el niño pensó que tal vez eran ángeles y que pronto se reuniría en el cielo con sus seres amados, y todo estaría bien, pero pronto se daría cuenta de que aquellos oficiales de caballería, todos de buenas familias y con uniformes brillantes, limpios y adornados de piezas de plata y oro, no eran más que solo humanos. Uno de ellos, un caballero de buena familia lo recogió entre sus brazos y montándose de nuevo en el caballo se dirigió a la Toulouse, lugar de donde era procedente. Al llegar a casa, ordeno que lo limpiaran, le dieran de comer y lo atendieran, entonces el niño se volvió a sentir vivo; con el pasar de los años el pequeño iba olvidando cada vez más lo sucedido aunque la cicatriz siempre permaneció allí, aprendió tanto de la guerra y la espada como de la matemática y la filosofía por que su amo así lo deseaba, mas nunca se sintió igualado con quienes eran sus hijos pues la matrona, y los demás sirvientes siempre le recordaban su origen, después de todo esclavo o no, había quedado en desgracia y allí afuera no valía nada para el mundo... ¿ Qué más podía hacer?. Con el pasar de tiempo llego a su juventud y fue instruido como soldado, por sus gran habilidad y destreza, propia de la enseñanza de su tutor y padre adoptivo se le permitió montar a caballo, aunque jamás sería un oficial de caballería, pues carecía de riqueza o títulos de nobleza para ello, sin embargo como antaño se le daba el mismo honor que a un escudero, el cual luchaba al lado de su señor. Y así fue como pasaron 5 años al servicio del Lord francés, batalla tras batalla hasta sus 20 años de edad. Aquel viejo soldado, señor de tierras y con títulos de nobleza le llamó aquel día, había sido convocado por la iglesia misma para darle muerte a un monstruo con instinto animal y fuerza sobrehumana, batalla para la cual había convocado al muchacho, y entonces le concedió su libertad, con la única condición de librar aquella cruzada a su lado, condición a la cual el joven no pudo rechazarse, pues conocía para si mismo que la vida de la esclavitud se basaba en las oportunidades, y que estas no ocurrían muy a menudo.
Pocos hombres fueron en esta empresa, acto del cual el solo imaginaba una bestia deforme, fácil de cazar mas no sabia que aquella bestia era un hombre lobo, ni imaginaba que 7 hombres eran poco para enfrentarse contra él. Pasaron días y noches en los viejos bosques franceses y no había señal de la criatura, todos habían perdido ya la esperanza hasta que durante la noche de su retirada, montados todos a caballo una bestia se dejo caer sobre ellos y con sus garras lastimo fuertemente al Lord, quien cayo de su caballo aturdido por el golpe, y la sangre que brotaba de su herida, que si bien no era superficial, tampoco era tan profunda para matarlo. Desmond desmonto su caballo y atendió a su viejo maestro, montandolo al caballo y dándole un golpe para que huyera a casa, sin embargo después de haber hecho esto, se encontró solo, los demás caballeros habían muerto y la criatura estaba a su caza, tomo su espada y se levanto, tan solo para caer al suelo por la embestida de la bestia quien mordió su brazo y se coloco contra su pecho, su saliva ardía en la piel de Desmond, pero él no quería morir allí y usando su brazo como escudo ante el ataque de la bestia atravesó su corazón con su larga espada, matando a la criatura, la cual sin alientos aflojo su mandíbula y dejo caer su peso muerto sobre el cuerpo del caballero, el cual había quedado atrapado, las sangre brotaba de su brazo, pero el no podía hacer nada, pronto la fiebre se elevó tanto que comenzó a sudar e imaginar cosas hasta que se quedo profusamente dormido, casi muerto. Pasaron un par de meses antes de que alguien lo encontrara y lo liberara del peso infernal, aquél era el viejo lord, quien recuperado de sus heridas, había recordado la valerosa acción del soldado y había vuelto en su búsqueda junto con sus hijos. Todos Lloraban su muerte, para ellos era un esclavo, pero también era su hermano, su hijo, era parte de su familia, y durante su entierro, hasta la misma esposa del viejo maestro, encharcaba sus ojos por el joven caído. Sin embargo, algo extraordinario sucedió y el joven se levanto como un muerto viviente, todos se asustaron, más entonces quien era para él, su padre lo entendió, el joven se había vuelto un hombre lobo...
DATOS EXTRA
- El joven tiene un par de dagas que guarda en ambas botas.
- Posee varios tatuajes, un dragon en su espalda, un lobo en su brazo derecho y una cruz en su pierna izquierda.
- Lleva en su pecho el rosario que su madre llevaba a la hora de la muerte.
- Posee varios tatuajes, un dragon en su espalda, un lobo en su brazo derecho y una cruz en su pierna izquierda.
- Lleva en su pecho el rosario que su madre llevaba a la hora de la muerte.
gracias a αgusτınα• de sourcecode
Última edición por Desmond Allighari el Jue Abr 11, 2013 1:23 pm, editado 1 vez
Desmond Allighari- Licántropo Clase Media
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Re: Sombra de la oscuridad [Desmond Allighari]
En cuanto termines, postea aquí para que pasemos a revisarte la ficha
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Desmond Allighari- Licántropo Clase Media
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Re: Sombra de la oscuridad [Desmond Allighari]
FICHA APROBADA
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Nigel Quartermane- Vampiro/Realeza [Admin]
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