Camille de L' Ancrè

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Camille está marcada por las apariencias. Nació para ser algo que su nueva naturaleza no le permite. Le inculcaron: educación, moralidad y fe inquebrantable. En la primera ha sabido alcanzar la excelencia. Puede hablar de historia y arte durante horas, toca el piano y pinta los más bellos atardeceres que puedan contemplarse sobre la ciudad francesa. Los problemas comienzan con la moral. No comprende las normas que rigen las mentes de su época. Detesta no poder relacionarse con alguien de clase baja porque no es lo que se esperaba de una joven aristócrata. A diferencia de las personas que la rodean, ella es capaz de ver más allá de la vestimenta. Por ello, sus actos son una constante de todo aquello que no debe hacer. Su espíritu rebelde e indomable empañan su juicio y comete locuras que van en contra. La fe se resquebraja en el interior de Camille cada día que pasa. No cree haya nada algo demoniaco en su interior porque su corazón haya dejado de latir.

Es inteligente, abierta y tiene más corazón del aconsejado. Al contrario que la mayoría de los vampiros mantiene su sentimientos a flor de piel. Aunque el hecho de haber sido convertida hace tampoco, la convierte en un ser inestable. No le gustan las injusticias y le sobra valentía como para enfrentarse a ellas. Cree que está en este mundo para algo más, que para esperar paciente el momento en el que su padre acuerde su compromiso con algún noble digno, por virtudes o por riquezas, de su mano. La idea de enamorarse hace que se le erice la piel. Es romántica y quizás por eso piensa que el amor ha muerto, pues nadie que conoce lo ha vivido. Solo resucita en los cientos de libros que devora y que transportan a su mente muy lejos de los amplios salones en los que vive.

Es esbelta y sofisticada, conserva la belleza italiana de su madre, Nicole. Su cabello rubio y largo dulfica su rostro rosado y de rasgos redondeados. Sus ojos son azules y profundos, apenas sonríen cuando sus labios lo hacen. Luce los mejores trajes y peinados de París, siempre elegante, jamás descuidada.

HISTORIA

Camille nació en el seno de una familia noble y de amplias riquezas. Fue la única hija del matrimonio formado por Pierre y Nicole de L' Ancrè, ya que esta murió durante el parto. Camille fue criada por su institutriz, con el objetivo de formar a una dama culta que obedeciera a su padre y posteriormente a su esposo. La pequeña condesa tuvo una infancia sencilla entre amplios salones y vestidos delicados. Al llegar la noche se escondía bajo las sábanas de su cama para leer junto a una vela los libros que tomaba de la biblioteca. Antes de llegar a su décimo segundo cumpleaños ya había leído cada tomo de todas y cada una de las estanterías de madera que se encontraba en la mansión familiar. No existía ningún tema que no le apasionase leer: historia, arte, leyendas... Aun así, Camille comprendía que era una forma de llenar las horas de su vida. Su padre, siempre demasiado ocupado, a penas prestaba atención a su hija. Quizás porque consideraba que no lo necesitaba o porque la pequeña guardaba un parecido asombroso con el de su esposa.

Camille no creció con otros niños, vivía en un mundo de adultos, los cuales la complacían en todos sus caprichos sin que ella fuese consciente del verdadero motivo. Estaba tan apartada de la verdadera realidad que existían más allá de los muros que bordeaban los jardines de su hogar, que sin pretenderlo habían creado una princesita de cristal que nunca había soñado con serlo. Por ello, cuando cumplió los dieciséis años de edad, comenzó a escaparse. Una vez a la semana, cambiaba sus trajes delicados por los de su sirvienta para recorrer las calles parisinas. Nadie la reconocía, pues no existía ningún noble que se dignase a mirar a los ojos a una sirvienta. El resto del tiempo ejercía su papel de condesa: es seria, altiva y perfecta. Así comenzó a relacionarse con todo tipo de gentes; desde mendigos a futuros reyes. Sin embargo, cuando la noche caía sobre París, la ciudad se transformaba en un lugar peligroso. Camille se metió en numerosos problemas, siempre conseguía salir ilesa gracias a la fiel ayuda de su sirvienta, Jane, pero un día no encontró escapatoria.

Había escuchado hablar de ellos, los había leído en sus libros, casi como fábulas. Nada que indicase que aquellas criaturas podían existir de verdad. Pero aquel hombre de tez pálida la acorraló en un callejón. Todos sus intentos por huir fracasaron. Jane intentó herirlo y lo pagó con la muerte. Camille se mantuvo tranquila, consciente de que había llegado su hora, la idea de morir con la misma edad que su madre la consolaba. Cerró los ojos y esperó. Quizás fue el espíritu de entrega lo que hizo que aquel vampiro la convirtiese. Bebió de su sangre y después dejó que ella saborease la suya. Dijo que el dolor cesaría, Camille no comprendió que cesaría para siempre. Que jamás volvería a sentir una emoción humana, mas que por los restos de humanidad que se consumían en su frío corazón.

Ahora vive como una inmortal. Bebiendo sangre para sobrevivir, con una mente descontrolada que apenas puede gobernar. Fingiendo que sigue siendo Camille de L' Ancrè, actuando como una humana sin corazón.

DATOS EXTRA

- Le gusta pasear descalza sobre la hierba.
- Por las noches recorre las calles parisinas bajo una identidad falsa.
- Lo único que le hace olvidar su sed de sangre es tocar el piano.
- Jamás se ha enamorado.

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