Victorian Vampires
No time for weakness [Camille] 2WJvCGs


Unirse al foro, es rápido y fácil

Victorian Vampires
No time for weakness [Camille] 2WJvCGs
PARÍS, FRANCIA
AÑO 1842

Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.

Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.

¿Estás dispuesto a regresar más doscientos años atrás?



NIGEL QUARTERMANE

ADMINISTRADOR

ENVIAR MP
NICOLÁS D' LENFENT

ADMINISTRADOR

ENVIAR MP
ESTACIÓN


Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24


COPYRIGHT/CRÉDITOS

En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.

Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.

Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.

Licencia de Creative Commons
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org


Últimos temas
» Savage Garden RPG [Afiliación Élite]
No time for weakness [Camille] NXLYMMiér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones

» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
No time for weakness [Camille] NXLYMMar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut

» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
No time for weakness [Camille] NXLYMMiér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane

» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
No time for weakness [Camille] NXLYMJue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar

» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
No time for weakness [Camille] NXLYMMiér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer

» l'enlèvement de perséphone ─ n.
No time for weakness [Camille] NXLYMSáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour

» orphée et eurydice ― j.
No time for weakness [Camille] NXLYMJue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour

» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
No time for weakness [Camille] NXLYMJue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke

» labyrinth ─ chronologies.
No time for weakness [Camille] NXLYMSáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour


<

No time for weakness [Camille]

2 participantes

Ir abajo

No time for weakness [Camille] Empty No time for weakness [Camille]

Mensaje por Zendrick Bassile Dom Nov 01, 2015 7:49 pm

Pensamientos sin contenidos son vacíos; intuiciones sin conceptos son ciegas.
Immanuel Kant

Volvía a ser de noche, el cielo empezaba a pincelarse de haces grises en un lienzo de color negro azulado,  era molesto, Zendrick un joven brujo no solo en ese ámbito lo era también en la ciudad, al hablar los franceses notaban que no era originario de esos lares, pero al chico muy poco le importaba la opinión de los demás, su familia desde hacía dos meses lo había mandado a vivir a París, como un cachorro que es tirado a la jauría para demostrar sus fuerzas y habilidades, Francia no era de los países que el hechicero adulaba, sus habitantes eran habladores y hasta irritantes, pero tenía que cumplir con su parte en el mandato de los Bassile, después de haber aprendido junto a su papá durante dos años lo básico y necesario para el manejo hotelero era hora de probar los conocimientos en la vida real y no detrás de la sombra de su progenitor, quizás si la hechicería fuera un trabajo y algo permitido por la sociedad lo hubiese tomado sin pensarlo dos veces, pero en esos tiempos el ser visto como un “hijo del diablo” no sería alabado por nadie –empezando por la iglesia- su rostro se encontraba sumergido entre una niebla toxica, el tabaco poco a poco era consumido del puro que sus labios probaban con parsimonia, era pequeña aquella habitación, sin embargo había calor y hasta cierto aire de elegancia, una sonrisa sardónica se dibujó en su boca de inmediato mientras miraba la pálida espalda descubierta de una castaña que había conocido hace pocas horas, Zendrick luego de salir de su despacho al Norte de París –dirección del hotel- se dirigía a su departamento en una zona exclusiva y adinerada en el centro de la ciudad, sin embargo el muchacho se desvió de su camino y tomó la ruta del “mal comportamiento” le ordenó al cochero que parara en una taberna, algo sucio y no acorde a su clase social y aunque Zendrick odiaba a la clase proletaria no podía negar que ciertas mujeres que pertenecían a ese rango social eran de buen ver, si, el hechicero era mujeriego y un hombre con bastante inclinación por el buen gusto, la personalidad de las chicas muy poco le importaba, podían carecer de neuronas pero si contaban con un atractivo exquisito no había tiempo de dejar pasar la oportunidad, al entrar a la taberna el ramplón ambiente que seducía al lugar era palpable, se mezclaba con capas de humo y olor a whisky barato, un ambiente apto para los perdedores y desesperados, luego de fingir durante unos minutos que disfrutaba de un vaso de vodka una mujer –la que ahora yacía en la cama- se había acercado a Bassile, habían charlado y sin mucha seducción de por medio la mujer decidió pasar un momento con el hechicero y ahora se encontraba a punto de irse luego de una hora de estar envuelto en las sabanas con la castaña.

Hubiese querido seguir en aquel juego en donde el placer se alzaba en el horizonte pero los deberes eran primero y la última cita de la noche correspondía en una fiesta que se haría en una mansión al sur de París, una fiesta de cumpleaños en concreto, aunque era prioridad Zendrick no quería aparecerse por aquel lugar ¿Quién notaría su ausencia después de todo? Era tonto, claro que la notarían, su familia era bastante cercana a la familia de la agasajada, otra hechicera que conocía desde que tenía siete años, su tan sola presencia parecía un mosquito que zumba cerca de tu oído en plena madrugada, Camille Lowell, Zendrick era un narcisista por excelencia pero con aquella joven mujer sus celos burbujeaban con ansías en su ser, la chica era habilidosa y Zendrick no dejaría que nadie lo desbancara, terminando el puro se abotonó el saco y salió de forma tranquila de la habitación, sin dar ningún portazo o señal de pasos detrás de sí, todo lo hizo con sigilo, una mujer después de haber pasado un momento de pasión ronroneaba como un gatito buscando caricias y a Zendrick no le agradaban los gatos.

Bajó los pequeños escalones de madera del motel para salir del mismo, antes de hacerlo un hombre detrás del mostrador lo quedó viendo con desconfianza, sabía que había entrado acompañado y ahora salía en solitario ¡Malditos aristócratas! Se le había cruzado por la mente al viejo amargado encargado de anotar quienes se registraban en las habitaciones, el cochero esperaba dormido en su montura, con el sombrero cubriendo sus desgastadas y añosas facciones, cuando Zendrick hizo carraspear su garganta y este no reaccionó, el brujo sonrió de lado y el espíritu con el que tenía un pacto desde los dieciséis años le miró inquisitivamente –Tan temprano y ya está durmiendo…- sonrió con burla -Vamos despiértalo y trata de no asustarlo- musitó con sorna  el chico y la anima pasó cerca de los caballos estremeciendo el aire lo que hizo que estos relincharan y el viejo reaccionara, dirigió la vista asustada a todos lados buscando el origen de la perturbación pero no había nada en aquella oscura y desolada avenida, solo él, los caballos y su verdugo viéndole totalmente serio y con la burla acrecentándose en su interior, el sujeto tragó en seco y se despabiló –Jo-Joven Zendrick- dijo aún aturdido el cochero, el brujo no le tomó importancia y caminó hacía la puertecilla del carruaje –Anda ábreme que solo tengo una hora para alistarme- el hombre se tiró de su montura y con algo de torpeza le abrió la puerta recibiendo una mirada despectiva de Zendrick, su empleado en ningún momento lo vio solo aguardó que entrara o recibir un regaño en el peor de los casos, por suerte ocurrió lo primero y este pudo respirar tranquilo, en un santiamén estaban camino al departamento del déspota brujo.

Se había tardado un poco más de lo previsto, seguro sus padres ya debían estar en la fiesta, el viaje era una barbarie en cuanto a duración y estos llegarían al filo del límite, sin embargo Bassile no creía que aquello fuese a escandalizarlos, él había dejado en claro repetidas ocasiones que no le interesaba asistir a la reunión pero por la tozuda actitud de su madre al final acató su orden y ahora se encontraba ahí, las nubes se tornaban amenazantes en el cielo parisino y estaban dejando caer su ira sobre la ciudad, era un torrencial sofocante, uno de los empleados que recibían los carruajes frente a la enorme entrada a la mansión se acercó apresurado al carruaje con un paraguas negro y abrió la puerta, Zendrick en ningún momento le dirigió la mirada al hombre, su preocupación se centraba únicamente en que su impecable esmoquin negro no fuese a ser salpicado por la lluvia, sus zapatos negros brillaban y su cabello aunque elegante tenía cierto toque de rebeldía, caminando totalmente erguido y las manos empuñadas a los lados de su cuerpo se adentró al lugar, las luces eran bajas y ya adentro el murmullo de los presentes ocultaba el estrepito que hacía la tormenta en las afueras de esas paredes, sus ojos instintivamente buscaron a sus papás y a los pocos segundos logró visualizar la figura femenina de quien le había concedido la vida, con una sonrisa ladina plasmada en el rostro llegó hasta la espalda de su mamá y carraspeó la garganta –Mrs. Bassile, su hijo demanda su atención- miró a las mujeres con las que hablaba con algo de malicia y estas cambiaron de tono, algunas molestas por la actitud coqueta del brujo otras encantadas por el hecho que alguien que pudiese ser su hijo les diera una mirada que daba hincapié a deseos prohibidos, la mujer de inmediato se giró y sonrió al verlo –Zendrick- se dieron un beso en ambas mejillas –Oh niño mira ese cabello ¿No te has peinado?- inclinándose arregló un poco la pajarita del chico –No veo nada de malo, mamá- se pasó una mano por el cabello jalándoselo un poco –Me da un toque más atractivo ¿no lo crees?- su voz era grave y audible, deseaba que las amigas de su madre lo escuchasen -¿No es así, Madames?- preguntó con un tono encantador, estas asintieron de inmediato, para Zendrick toda la situación era familiar y obvia –¿Lo ves?- alzó ambas cejas y la mujer solo negó reprendiéndolo con la mirada –Por cierto ¿Dónde está la cumpleañera? No es de buena educación deje esperando a sus invitados- un suspiro largo y cansado –Sigue siendo una niña mimada y caprichosa- su progenitora lo pellizcó en el brazo obteniendo un pequeño quejido del hechicero –Zendrick por favor- le reprendía por su actitud, Bassile acarició su brazo mientras miraba con reproche a su madre –Camille viene ahí…. ¡Oh mira, se ve preciosa!- de inmediato Zendrick volteó y en sus pupilas se clavó el reflejo de la hechicera, recorrió esa delgada y curvilínea figura de pies a cabeza –Pequeña Camille- susurró con algo de travesura y sonrió de lado cruzándose de brazos, definitivamente los años habían logrado convertirla en una bella flor, algo que quizás debería cortar para desojarla dejando su delicado tallo desnudo y desprotegido ¿Dejaría que sus espinas traspasaran su piel para averiguar qué tan dolorosa podía ser su esencia?.
Zendrick Bassile
Zendrick Bassile
Hechicero Clase Alta
Hechicero Clase Alta

Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 29/10/2015

Volver arriba Ir abajo

No time for weakness [Camille] Empty Re: No time for weakness [Camille]

Mensaje por Camille Lowell Lun Nov 02, 2015 8:03 am

En tres partes se divide el alma humana: en mente, en sabiduría y en ira.
Pitágoras de Samos


Mirándose en uno de los espejos de aquella enorme habitación toma uno de los pañuelos blancos para secar las gotas de sudor de su frente. Su desalineado cabello daba un mal aspecto pues esa coleta mal hecha no lograba contener algunos mechones de pelo que se habían salido de lugar, si su madre llegase a ver de esa manera tan desordenada y descuidada pegaría el grito en el cielo maldiciendo a todos los dioses, una Lowell siempre tenía que mantener el orden en la presentación y máximo si era una mujer. Cerrando los ojos mientras pasaba la toalla por su cuello tratando de recuperar el aliento, el fonógrafo aún no terminaba de sonar la canción pero ya no tenía fuerzas para seguir. Las piernas le temblaban mientras trataba de ponerse de puntillas, sería porque había pasado desde la mañana ensayando para entrar a ese recital de música en el nuevo grupo de ballet de París que había encontrado meses atrás. Eran más rígidos que los de Londres pero tenía recomendaciones de su tutora así que no podía defraudarla y mucho menos defraudarse —Si con ese mismo empeño tratara de manejar mis poderes no sería un desastre- frunció el ceño escapándosele aquel pensamiento en voz alta.

Oyendo como la música se paraba de manera instantánea haciéndole sobresaltar, mira la máquina totalmente muerta. Suspirando camina hasta donde estaba el fonógrafo y se queda un rato meditando cuando una voz la inquieta, sintiendo el corazón en la boca —Definitivamente si colocaras disciplina para la magia, Camille- la voz masculina le hizo voltearse inmediatamente. Viendo la figura de su imponente padre se quedó estupefacta sin saber qué hacer o decir, así que se abraza  la cintura en señal de consuelo porque sabía lo que se venía —Padre- susurró ella en un hilo de voz apenas audible —Mi pequeña Camille- musitó el viejo hombre mientras daba un beso en su frente sin importarle lo desarreglada de la hechicera —Estaba por irme y solo quería respirar un poco antes de oír los gritos de mamá queriendo una justificación del por qué no me estoy alistando- dice viendo hacia la puerta. —Hoy es mi cumpleaños número veintiuno, Padre. Veo innecesario que me sigan tratando como una niña. Puedo valerme por mí misma replicó con voz desahuciada como si con eso fuese a ganarse la bendición del hechicero —Tendría fe en tus palabras si no fueses una vergüenza al manejar la magia. Eres una Lowell, la habilidad corre en tu sangre…- suspiró el hombre como si con eso fuese a consolarse en la mente de la hechicera sólo zumbaba una sola cosa; el ballet.

Sin decir nada y haciendo una reverencia no quería seguir la conversación, sabía que si respondía a su padre las cosas iban a terminar donde siempre acababan, así que cuando iba pasando al lado de él justo le detiene del brazo y niega. No sabía si estaba preocupado o molesto, probablemente las dos. —Tienes responsabilidades con el apellido, no puedes hacerte de la vista larga, Camille. Eres mi primogénita. Una mujer ¿sabes lo que eso significa?- ella evitó devolverle la mirada, se le había encogido el alma como pasa al saber que jamás podría pensar por sí misma porque siempre estaría atada a la las riendas de su familia. El hombre algo ennegrecido esperó una respuesta sin soltarle, apretándole demasiado el brazo. Cerrando los ojos ella negó. Quería correr a su habitación y deshacerse en la cama. No le importaba la fiesta, sus padres o el poder —Necesitas un hombre que junto a ti maneje lo que nuestros ancestros han construido- gruñó y ella negó horrorizada. No quería vivir bajo la sombra de nadie pero no tendría alternativa. Siempre que pudiese se iba a escapar de esas incomodas conversaciones. Tampoco es que la iban a obligar a casarse con alguien. A pesar de la época y las circunstancias debería ella tener la potestad de elegir. —Lo sé padre. Gracias por tus felicitaciones. Te veo dentro de unas horas- susurró para salir casi corriendo con una sonrisa que solo escondía la desgracia y el apretado nudo en la garganta.

Después de unos minutos en la bañera ocultando sus sollozos, se había negado a que alguien le asistiera en esa liturgia, primero por vergüenza a que le vieran el cuerpo desnudo y segundo porque no quería que la oyesen llorar, en el fondo, ella era más sensible de lo que aparentaba. Siempre andaba sonriendo y comportándose de manera intachable para no llevar la desgracia a su familia, era cansado y con las palabras correctas se desbordaba de manera rápida rompiéndose en mil. Levantándose para enrollarse unas mantas en el cuerpo salió del cuarto de baño y entrar a la habitación. Todo un caos estaba por esperarle porque habían más de veinte personas metidas en su habitación incluyendo a su madre y una de sus tías que había viajado desde España para verla. Negando buscó entre la multitud los ojos azules de Jeann, su prima. Observándola en una esquina mientras organizaba los treinta mil pares de zapatos sonrió con ella negando y justo alguien la tomó de la manta blanca para secarla viendo a su madre que la sacudía y hablaba cosas que no entendía, estaba más centrada de no quedar en paños menores frente a todos. Unos segundos más tarde estaba conteniendo la respiración mientras su madre apretaba fuertemente el corsé, le colocaba los interiores, le ponía las medias y los zapatos, antes de colocarle el vestido, el cual era algo pomposo del inferior pero muy explícito del busto. El color de aquella pieza le resaltaba galantemente, un azul turquesa muy suave adornado con tela transparente en las zonas descubiertas del pecho más pequeñas incrustaciones de diamantes. Sentía que llevaba una joyería encima. Suspirando poniéndose de pie con ayuda de algunas criadas sonríe cuando ve a Jeannifer acercársele y ponerle una tiara en forma de hojitas de olivo —Te ves preciosa Camille- susurra ella mientras le arregla el pelo y le polvorea la cara. —Tú te ves aún mejor, mírate! Vas a matarlos- ambas se ríen mientras nota a su madre gritando sin juicio que debe salir que es tarde y que esta noche es más especial de lo que todos creen.

El lugar que su padre había elegido para que se llevara a cabo la fiesta de cumpleaños de la hechicera parecía exagerado, muy serio para su gusto y con demasiados invitados. La mitad de la gente era desconocida para ella, ¿por qué tantas personas? Frunciendo el ceño al oír la tormenta dejarse caer con fuerza sobre el salón solo podía ver los árboles agitarse tras los enormes ventanales que eran empañados por las risas y la música de los presentes. Saludando a uno que otro conocido y hasta a los desconocidos estaba aturdida, se sentía perdida cuando levanta la vista para notar que la mitad de los invitados eran hechiceros, miembros pertenecientes al alquerre de la región norte que se encargaba su padre de comandar y la otra mitad eran unos completos extraños. Tragando con fuerza observa esa aura curiosa que envuelve el lugar,  le recordaba a la que tenía los Bassile, los de la región sur. Alzando la ceja se queda un rato pensativa cuando nota un buchinche de gritos y ovaciones de unas señoras a lo que alza la ceja y observa el origen de todo aquello. Sonriendo de lado observa los anchos hombros de un hombre de grande estatura, cabello alborotado y actitud arrogante. Suspirando piensa mantenerse alejada de los problemas que conllevan los Bassile’s sobretodo el menor de sus hijos, aún recuerda su cumpleaños número catorce cuando él había derretido su enorme pastel de bailarina. Estaba tan disgustada que le había prendido fuego a su pijama. Desde ese día había jurado que era su peor enemigo, ¿quién confía en alguien que odia el pastel y la danza? Aunque eran unos niños, igualmente ese hecho infantil había marcado a la hechicera de por vida y no lo perdonaría ni aunque le repusiese con cientos de estos. Ella era ruda.

Cerrando los ojos tratando de olvidar los malos recuerdos siente que su brazo es apretado con dureza, nuevamente en el mismo sitio donde su padre había presionado unas horas atrás. Quejándose y mirando a su madre sonreír y suspira sin entiender qué era lo que tenían todos hoy que se habían empeñado en hacerle sentir la más desdichada. —Ve a saludar a los invitados, Camille- soltándose del apretado agarre asiente, no piensa quedarse por mucho tiempo conversando con ninguno de ellos así que sonríe  dándole las gracias a su madre por lanzarla a la boca de su enemigo de todas maneras para eso fue criada, para darles a los demás lo que quieren.
Abriéndose paso entre la multitud siente los incómodos ojos de Zendrick violarle el espacio personal. Él siempre había tenido eso, una mirada demasiado expresiva. –¡Es un sucio! pensó Camille en sus adentros mientras se acercaba a la madre de él y saludarla de beso en la mejilla. —Es un placer tenerles hoy aquí, Mrs Bassile- pronuncia ella con una educada sonrisa tratando de quitarle importancia al arrogante de su hijo —Por favor siéntanse como en casa, son mis invitados de honor- mira de reojo a Zendrick girándose, odiando el protocolo. Cerrando los ojos y respirar un poco hondo para tener fuerzas extiende su mano para que le bese el dorso, donde está el guante —Buenas noches- observa encarecidamente su rostro. La última vez que lo había visto no recordaba que sus facciones fuesen tan prominentes, éstas se hubieran hecho tan masculinas, su voz ronca y su porte un tanto atractivo. Tragando repentinamente siente algo de fuego en las mejillas. ¿La habría pillado mientras observaba el trabajo que los años había hecho? Negando se queda estática y susurra —Espero que este año no quieras derretir alguna otra cosa, Zendrick- dice apretado mientras sonríe como advertencia a que no toleraría ningún otro atisbo de altanería porque esta vez iba a hacer que le salieran insectos de la boca e iba a decirle algo más pero justamente oye un alboroto en el estrado principal donde está la mesa de sus ambos progenitores y el gran señor Bassile que pide atención a todos los presentes. Parpadeando un par de veces frunce el ceño y voltea a verle a él, a ver si tenía idea de lo que estaba sucediendo.
Camille Lowell
Camille Lowell
Hechicero Clase Alta
Hechicero Clase Alta

Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 29/10/2015

Volver arriba Ir abajo

No time for weakness [Camille] Empty Re: No time for weakness [Camille]

Mensaje por Zendrick Bassile Mar Nov 03, 2015 7:32 pm

No es tan fiero el león como lo pintan.
George Herbert

- ¿Entonces, no te entusiasma ni un poco Camille, Zendrick? - el chico se subió a la mesada mientras jugaba a lanzar una manzana al aire –¿Emocionar? - un chico ojos azules con cabello cobrizo era quien acompañaba al brujo, su segundo hermano, Allan, el único que había sentado cabeza hasta ese momento sin ser una tortura aquella unión y además el único de los cuatro que parecía no vivir la vida al límite –Ya sabes, nuestros matrimonios están arreglados, quizás los Lowell sean la siguiente familia en la lista- dijo Allan mientras se preparaba un sándwich con demasiada mayonesa, Zendrick bufó una risa –Yo no voy a seguir con esa estúpida costumbre, Allan, nadie me va a quitar mi libertad ¿entiendes? - se llevó la manzana a la boca dando un gran mordisco -¿Crees que merece el mundo que se les niegue esto? - se alababa él mismo, su hermano sonrió mientras negaba, jamás lo iba a comprender, tal vez el que su madre lo cuidara con tanto recelo había terminado de elevar su ego a dimensiones extraterrestres –Ella parece una buena chica- Zendrick enarcó una ceja con escepticismo –Después de que derretí su preciado pastel y luego de ver  a la bola de pelos que tiene como mascota…- negó –No gracias, paso- Allan solo se limitó a verlo con atención, como un pequeño animal que se verá acorralado en cualquier momento.

Ese recuerdo de inmediato se esfumó de la cabeza de Zendrick, la conversación la había tenido hacía tres meses, dos días antes del cumpleaños número veintiuno de Bassile, ahora que lo pensaba aquello parecía amenazante, como una avalancha que lo dejaría sin respirar en cualquier momento, sus hermanos habían contraído nupcias a esa edad, sus esposas habían sido elegidas por sus padres y abuelos para mantener el linaje en la hechicería ¿Podía ser Camille esa candidata para morir? De inmediato frunció el ceño y negó, no se dejaría someter por las imposiciones de sus progenitores, él era un hombre y como tal debía decidir que quería hacer de su destino y con quien encamarse en determinados momentos y Camille podría ser una mujer muy bella pero eso no restaba que ella representaba una enemiga y molestia, era mejor ocultar sus ensimismados pensamientos y volver a la realidad, a esa fiesta en donde la estrella de la noche relucía con demasiado brillo.

Los ojos del hechicero volvieron a clavarse en la silueta ajena, Zendrick sabía muy bien con que dotes contaba Camille pero ya en ese punto aquello había pasado a segundo plano, quería molestarla que supiera que frente a él ella siempre llevaría el título de “mimada” en la frente ¿Qué mejor forma de hacerla ver vulnerable que pintando esas mejillas de color cereza? Quiso reírse frente a la cara de la hechicera pero solamente se mantuvo sereno, casi intocable y bastante cínico, miraba con detenimiento cada uno de los movimientos que hacían ambas mujeres – Anda Camille deja el protocolo - pensaba en su interior el brujo ¿Cuánto más lo haría esperar? Ella le mostraba una máscara a los demás pero el chico ya había descubierto su salvaje rostro detrás de esa patraña, lo había visto cuando quemó su pastel, lo había visto cuando había encontrado a su gato en una de las fuentes de la mansión que poseían en Inglaterra y luego de eso se apareció con el felino en su mansión, el pequeño animal temblaba en las manos de Zendrick mientras este sonreía amplio y con descaro – Oh Camille lo he encontrado vagando de camino a mi casa y supuse estaba acalorado, nada mejor que un baño - eso le había dicho esa tarde en la que el invierno era cruel, se había atribuido el acto por el simple hecho que Camille creía cada una de las falacias que salían de sus labios y finalmente lo había visto cuando llegaba a verla bailar en sus prácticas de ballet, Zendrick no tenía limites y con Camille el cielo era insuficiente, nunca se cansaría de hacerla molestar y sobre todo lo gozaría como el bastardo que sabía muy bien representaba –Buenas noches, Camille- alzó una ceja viendo la delgada mano de la hechicera cubierta por la seda -¿Hmmm? - se autoseñaló -¿Debo besarla? - su madre se había distraído hablando con una de las mujeres de alta sociedad y estiradas y Zendrick veía aquella oportunidad como oro puro –No seas pretenciosa mi pequeña y bella Camille- le despeino un poco y caminó rodeándola para quedar justo detrás de su espalda –Dime ¿Crees que debería quemar algo? - alzó la ceja mientras susurraba cerca de su oído esas palabras cargadas de provocación –No sé…- susurró y una mano tomó la fina cintura de la chica delineándola con cuidado hasta llegar a su cadera –Compórtate- murmuró al tiempo que apretaba sus labios en esa zona –Creo que sería más de mi complacencia el ver que hay debajo de esa fina tela que te cubre el torso- un leve gruñido se abrió paso entre su garganta, en ese momento la voz masculina de su progenitor se hizo escuchar, el sujeto contaba con facciones recias y un bigote perfectamente cortado engalanando su labio superior –Buenas noches a todos los presentes- Zendrick alzó una ceja –Seguramente se preguntaran que hace un viejo en el estrado cuando la que debería estar aquí recibiendo las felicitaciones de todos es la bella cumpleañera- fue entonces que Zendrick terminó de colocar la cereza al pastel, abrazó el delgado cuerpo de Camille por la espalda hundiendo su nariz en los cabellos ajenos –Feliz cumpleaños Lowell- susurró en su melena, sus brazos la acogieron con más fuerza por si decidía soltarse –Somos perfectos ¿No crees? - musitó con sarcasmo en la curvatura de su cuello, la madre de Zendrick dirigió sus ojos a ambos en ese momento –Mira mamá, ya que he olvidado traer mi regalo de cumpleaños un abrazo sincero y cariñoso creo que me compensara- la mujer sonreía con ternura, como si imaginase a ambos brujos juntos rodeados de pequeños y el magnífico cuadro no acababa ahí, todos los hechiceros en la sala tenían puestas sus miradas en ambos, encantados era la palabra correcta que describiría aquella reacción.

-Camille- el hombre alzó su copa de champagne –Feliz cumpleaños, te deseo muchos éxitos en el inicio de tu nueva vida- el brujo soltó el cuerpo de la hechicera y se paró a su par con las manos metidas en los bolsillos, los aplausos no se hicieron esperar estremeciendo el lugar, justo pasaba un mesero con una bandeja con copas de champagne y Zendrick aprovechó a tomar una –obviamente no bebería ni un sorbo- la idea era macabra en su cabeza, tosió un poco –Yo también quiero aprovechar para felicitar a Camille- su voz era entonada con galantería –Realmente se ve hermosa esta noche, creo que a los veintiún años ya se ha convertido en un prospecto para los caballeros de París e incluso de Londres- miró de reojo a Camille, disfrutando de aquella palabrería, un cuento puro y vibrante –Me incluyo- sonrió y todos empezaron a reír, sin embargo aquello fue el principio del acabose de la noche, la madre de Zendrick  soltó un pequeño suspiro y la voz de su padre volvió a confabular con el ambiente –Que bueno que lo mencionas hijo porque una de las sorpresas de la noche está muy ligada al futuro de ustedes dos…- una pausa incomoda –juntos- concluyó y el padre de Camille se levantó para acompañar al inglés en el estrado, la cabeza de Zendrick era un cumulo de preocupación y miedo, su pesadilla se estaba haciendo realidad.
Zendrick Bassile
Zendrick Bassile
Hechicero Clase Alta
Hechicero Clase Alta

Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 29/10/2015

Volver arriba Ir abajo

No time for weakness [Camille] Empty Re: No time for weakness [Camille]

Mensaje por Camille Lowell Jue Nov 05, 2015 1:39 pm

Sentía los ojos del hechicero comerle viva. Apenas y podía contener la respiración sin soltar un gemido de insatisfacción por tan precario comportamiento. Cerrando los ojos a las palabras de la señora de Bassile fingía escuchar. La cosa era que podía sentir como un pequeño baño de sudor le comenzaría a delatar si no corría de las garras de él. Lo odiaba. Lo detestaba y lo que más quería era estar lejos de él y su arrogante presencia. Suspirando mientras terminaba con la tertulia llamada modales los segundos se le hacían eternos mientras él se negaba a saludarle como usualmente hacían todos los demás caballeros del salón –Já! Claramente no llegas a eso Zendrick Bassile – pensó Camille en sus adentros consolándose por el desplante que le estaba haciendo pasar. Él lo sabía, todos los ojos estaban en ambos por ser ella la agasajada. La vergüenza no se la iba a perdonar nunca pero ya se le ocurriría como hacerlo pagar, de eso estaba segura. Apretando la mandíbula al verlo señalarse sonríe con amabilidad y alza la ceja asintiendo – Para mí desgracia, tú! Narcisista arrogante! – quiso decirle pero no pudo así que retiró la mano lo más rápido que pudo fingiendo arreglarse la tiara que llevaba en la cabeza.

Sintiendo el tacto ajeno en sus cabellos se aparta para evitar que esa cercanía fuese peligrosa —No seas pretencioso, Zendrick- dijo apretado mientras su lengua era mordida por sus dientes sin saber por qué en ese momento las palabras de su madre le retumbaban en la cabeza. Sé amable con los Bassile, Camille. Sabes la importancia para el apellido las relaciones con esta familia. ¡Un pastel no es nada! Seguro viste mal- ella no podía creer que su madre defendiera a Zendrick antes que ella. Cerrando los ojos cuenta hasta diez interinamente, eso siempre funcionaba cuando no podía hacer esos giros mientras practicaba solo que él y el ballet eran algo completamente distinto. Suspirando volvió a verle notando que no se encontraba frente a ella sino detrás. Dando un pequeño respingo le observa con el rabillo del ojo mientras le habla, tan peligrosamente cerca que puede sentir su gélido aliento erizarle los vellos de la nuca. —Si te atreves a estropear esto te aseguro que estropearé tu rostro de egocentrico- dijo sin titubearle las palabras en ese momento aunque en su pecho el corazón parecía no querer dejar de brincar.

La hechicera siempre había sido incapaz de utilizar la violencia contra cualquier ser viviente, se escondía tras ese escaparate de rudeza que no le quedaba, ella sabía que él tenía conocimiento sobre su forma de pensar y probablemente iba a reírse de ella en su cara. Tiesa oye sus palabras sin la fuerza si quiera de apartarle —Pervertido. Abusador- gruñó mientras las manos masculinas le recorrían la cintura. Acordándose de los interiores de encaje blanco que llevaba debajo de la tela su cara se hizo un pozo de sangre, caliente y brillante, ni siquiera podía ver al frente cuando su vista se elevó al oír la voz de uno de los amigos de su padre, progenitor del tozudo que tenía encima. Expectante sonrió como gesto de sorpresa y apreciación cuando el abrazo de Zendrick le tomó por sorpresa. Pasmada nuevamente sintiendo el corazón en la boca mira a todos los presentes encantados  con la escena, ella quería morirse, ser menos brillante que la sonrisa que seguramente él tenía. Removiéndose un poco palmeándole los brazos que le rodeaban con la cara más falsa de satisfacción que se le  ocurrir, se liberó del agarre lográndolo fulminar con la mirada. —Gracias, Zendrick, no hace falta que te tomes ese tipo de molestias.- soltó esplendida mientras se quedaba a la par del hechicero oyendo nuevamente hablar a su progenitor.

Haciendo una reverencia a las palabras del hombre del estrado todos alzan las copas en honor a ella en un brindis final indicando el inicio de la fiesta. Esperando que terminara para poder encarar a Zendrick a solas nota que vuelve a interrumpir éste diciendo una serie de cosas sin sentido. Sabía que mentía. Nada era más falso que oírle hablar —Por favor no sigas, no quiero ser la culpable de que vayas a dormir solo esta noche, no vaya a ser que te estropee algunas conquistas- dijo en voz alta mirando cómo se borraban las sonrisas de los presentes aun así ella mantenía la frescura en el rostro sintiendo los ojos asesinos de su madre en la espalda cuando todo acabó de ser una burla al oír a Mr. Bassile decir algo sospechoso que no le traía buena vibra. Observando a su padre levantarse para acompañar al otro viejo hombre en el estrado negó y dio un paso atrás haciéndola tambalear un poco. Chocando su brazo con el traje estirado de Zendrick frunció el ceño. —Y es que esta fiesta no sólo es en honor a mi pequeña Camille, que ha crecido, como la más valiosa de las joyas de la familia Lowell  - la resequedad se apoderó de la garganta de la hechicera y su mano instintivamente buscó la cadenilla que llevaba con dije de una luna en cuarto creciente invertida. Buscando entre la multitud encuentra los ojos azules de Jeannifer y ella le hace una mueca a lo que ella interpreta como una vil desconocedora de lo que está a punto de suceder.

—Hoy tengo el grato placer de anunciar el compromiso de dos linajes. Dos familias. Dos sangres que van a unirse para ser una sola en el sacramento del matrimonio como pacto irrevocable de paz- alzando nuevamente la copa suelta con una sonrisa el viejo hombre complacido —Bienvenido a la familia Zendrick Bassile. - termina de decir el viejo y ella abre los ojos amplio negando sin poder creer lo que está escuchando. Lista para huir gira un poco el cuerpo pero su progenitora y la madre de él se acercan a abrazarlos a ambos haciendo que queden uno frente al otro en un incómodo choque —Felicidades a ambos. Sobre todo a ti Camille, que siempre has querido saber de qué manera ibas a ser capaz de proteger y llevar el honor de la familia - la mujer besa la cabeza de su hija y se aparta con lágrimas en los ojos mientras ella junto al cuerpo de su ‘’prometido’’ no se mueve sin poder entender. Cerrando los ojos su corazón late cada vez más rápido y levantando la vista para verlo a él susurra —Por favor haz algo- dice sin fuerzas sintiendo todo alrededor girarle, no iba a casarse, no con él sujetándole de una de las solapas del traje parpadea cuando su madre de un caderazo le empuja para que estuvieran más cerca. —No digas tonterías Camille. Anda es hora del vals- la mujer aplaudió haciendo que esto fuese captado por todos los demás invitados que hacían un circulo dejándolos a ambos en el centro  como dos tristes presas a punto de ser carroña y sin poder negarse la hechicera debería cumplir hasta el último capricho de sus padres aunque fuese vendida a ese arrogante diablo.
Camille Lowell
Camille Lowell
Hechicero Clase Alta
Hechicero Clase Alta

Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 29/10/2015

Volver arriba Ir abajo

No time for weakness [Camille] Empty Re: No time for weakness [Camille]

Mensaje por Zendrick Bassile Sáb Nov 07, 2015 12:35 pm

Ayer es sólo un recuerdo; mañana nunca es lo que se supone que es.
Bob Dylan

La situación era inaudita, Bassile quería gritar, desaparecer de ese salón o en el mejor de los casos despertar de tan terrible pesadilla ¿Matrimonio? La palabra golpeaba con insistencia el interior del cráneo del hechicero, hacía añicos su buen humor y lo estaba convirtiendo en alguien con una cólera infinita en su interior, la presión de los dedos sobre la copa se suavizó y la saliva pasó en seco por su garganta, miraba en cámara lenta como todos sonreían, alzaban sus copas en señal de felicitación y finalmente como ambos ingleses se estrechaban las manos sellando el “matrimonio” ¡Qué va! Aquello era una pantomima, estaban firmando el acta de defunción de Zendrick, eso era exactamente lo que Bassile pensaba de aquel acto tan pérfido ¿Hubiese sido sensato que prendiera fuego a todo el salón incluyendo a sus padres? La idea se le cruzó por la mente pero como era de esperarse… no sucedió.

Sintiendo como su cuerpo era golpeado por la silueta femenina ni tan siquiera le dirigió la mirada a la hechicera, Bassile sabía muy bien que ella tampoco quería tal sacrilegio sin embargo eso no restaba que la situación aún no fuese de su comodidad, tensó la mandíbula y la vio con media sonrisa –Ya deja de lloriquear Camille- habló endurecido y su sonrisa se hizo más amplia –Es mejor que te acostumbres porque no creo no sepas nada de esta burla que no están haciendo pasar- mirando a la madre de Camille aplaudir soltó un suspiro y le entregó la copa a su mamá para que la sostuviera, era hora de que empezara la función en aquel circo y era claro que ellos dos eran los principales bufones –Que maldición- gruñó muy bajo las palabras reprochándose a él mismo la mala fortuna de tener que llevar ese apellido –Camille anda no seas tímida que mejor forma de celebrar nuestro compromiso que con un baile- alzó la ceja -No me vas a rechazar ¿o sí? - su mano se extendió como lo haría un caballero que espera que su contraparte acepte la invitación, pero algo no estaba bien, la hechicera parecía en shock, dio otro paso más cerca sin quitar su mirada de la ajena  –¿Camille? - volvió a insistir mientras los violines empezaban a endulzar el ambiente, miró de reojo a la madre de la inglesa que parecía molesta por la actitud de su hija cuando finalmente la seda rozó la palma del brujo y el teatro alzaba telones para presentar tan ramplona obra.

- Debes aprender a valerte de tus recursos y habilidades, jamás dar tu brazo a torcer aunque la situación sea como vivir en el calor sofocante del infierno - esas palabras se las había dicho su abuela mientras pulía las habilidades de Zendrick en la hechicería, palabras que jamás olvidaría y las cuales pondría en práctica en un campo que no conllevaba hechizos y magia, él no sería el primero en tirar la toalla, tendría que ser ella la que se rindiera, la que decidiera ponerle fin al matrimonio, Bassile había decidido que haría de su unión un infierno, uno en el que uno terminaría lamentando haber conocido al otro y en la cabeza del brujo la victoria llevaría su nombre.

Con la espalda erguida y la barbilla alineada le vio con diversión a Camille –Oh Lowell- susurró aquellas palabras acidas –Pareces un conejito atrapado, no pienso comerte- una mano delineó la cintura ajena para afianzarse a su espalda justo debajo de su omoplato –Aún- concluyó con cierto aire de picardía en la voz, aquello parecía ensayado, esos típicos bailes que debían hacer en las fiestas de alta sociedad para demostrar la clase, le parecía incluso una falta de respeto hacia sus propios principios y estos últimos era de los que carecía el brujo –Así que trata de no tropezar como cuando practicas en esa malla que te queda muy bien- la diversión se notaba en su tono, la mano libre del brujo tomó la fina ajena para entrelazar los dedos y empezar el vaivén en ese círculo tortuoso, empezó a guiar el cuerpo de la chica meciendo su vestido en el movimiento –Por cierto tengo cierta pregunta que he olvidado hacerte esta noche- un suspiro mientras se detenía y le daba una vuelta rápida para luego volver a acercarla teniéndola de frente –Te ruborizaste cuando hace un momento dije que quería ver lo que había debajo de ese vestido- otra pausa para darle dos vueltas rápidas y luego entrelazar sus manos con las ajenas en su abdomen -¿Será que no llevas nada? - musitó aquellas palabras cerca del oído de Camille sin pudor alguno, le volvió a girar para verle a los ojos y quitar unos mechones de su rostro –Ahí está- dijo victorioso cuando sus mejillas se pintaban con ese color rojizo encantador, lo cierto es que a Bassile le tenía sin cuidado saber si la hechicera había olvidado sus interiores, el único propósito de aquellas palabras era la provocación aunque tampoco podía negar que si dejaba a su perversa mente empezar a enlazar cabos sueltos y hacer aquella escena algo real sería de su total agrado, Zendrick tenía conocimiento que era un ser impúdico pero el peor revés de la situación es que a él parecía no importarle, siempre había sido sincero aunque al final pareciera un patán egocéntrico con falta de caballerosidad, sonrió divertido y volvió a llevar la mano al cuerpo ajeno pero en esta ocasión se afianzó de su cintura con posesividad casi chocando ambas narices –Ningún tropiezo uhm- los dedos se apretaron en la piel de la hechicera –No me has respondido Camille- inclinó el cuerpo de la chica sosteniendo su espalda baja para que hiciera un perfecto ángulo de 90° y juntó su frente con la ajena viendo sus labios –Deberías golpearme para que tu madre vea lo mucho que has crecido y lo poco receptiva que estás con la noticia que nos acaban de dar- la mano libre tomó la ajena y la empezó a alzar mientras volvía a colocar erguido el cuerpo ajeno -¿No crees? - terminó dando un beso en el dorso de esa mano –Te lo debía- murmuró e hizo una reverencia cuando la pieza acabó.

Sonriendo a los presentes con encanto se pasó una mano por el cabello y su madre emocionada se acercó aplaudiendo al hechicero y le dio un abrazo –Oh Zendrick ustedes dos son perfectos, no podíamos haber escogido una mejor compañera para ti- el cuerpo de Zendrick se encontraba totalmente tenso, no quería que lo tocasen solo necesitaba alejarse y ahogarse en nicotina, la mujer se acercó a Camille y la abrazó con cariño, seguía sin poder despertar, aprovechando que todos estaban ocupados con su futura esposa se escabulló entre la multitud, sus pasos se hicieron constantes y los murmullos cada vez eran menos audibles cuando llegó a un pasillo largo que llevaba al final a una puerta blanca con diseños de ángeles en sus esquinas, frunció el ceño y buscó la cigarrera en su saco, de inmediato tomó uno y lo prendió en fuego, el pasillo apenas era iluminado por unos pocos quinqués con luz muy tenue, las luces de los rayos bombardeaban las paredes del lugar -¿Qué he hecho Dios para merecer esto? - susurró al tiempo que tiraba la cabeza hacia atrás y cerraba los ojos –¿Estás molesto conmigo porque he faltado algunos domingos a la iglesia? - negó con media sonrisa y el humo comenzó a salir del taco de cáncer, se lo llevó instintivamente a los labios y caló de la cereza rosa que se hacía más visible en la penumbra, cuando en ese momento unos zapatos se hicieron escuchar y el brujo frunció el ceño viendo por uno de los ventanales del lugar hacia las copas de los arboles que eran mecidas con fuerza –Finalmente- murmuró y vio de reojo la silueta de Camille –Tardaste demasiado Lowell- una calada llenó sus pulmones con tantas ansías que parecía se acabaría el cigarro de una vez –Ahora es mejor que pongamos las reglas en este juego o nos unamos para acabar con el mismo- le vio de reojo -¿Qué vamos a hacer? - sus pies se giraron para verle al rostro, Zendrick seguía con aquella expresión cínica, no pensaba quebrarse ante ella ni nadie.
Zendrick Bassile
Zendrick Bassile
Hechicero Clase Alta
Hechicero Clase Alta

Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 29/10/2015

Volver arriba Ir abajo

No time for weakness [Camille] Empty Re: No time for weakness [Camille]

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.