Ximena Liniers

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Extraído del Diario Íntimo de su hermana Mercedes:

¡Es tan hermosa…! Quizá su mismo defecto contribuye a hacerla más preciosa, porque le concede ese aire de liviandad y a la vez el gesto delicadamente grave, como si cavilara sobre cosas importantes y serias y fuera lo suficientemente recatada para no inmiscuirse en ellos. También su defecto le da la distancia y el grado de santidad femenina que todo hombre desea encontrar en su dama y también la suficiente desprotección como para que un caballero decida ampararla bajo su capa. ¿Qué piensa? ¿Qué está pensando en éste momento? Llegó del Santuario de Nuestra Señora de Luján a las doce del mediodía luego de rezar sus novenas. Almorzó un caldo liviano en su habitación, en el ala sur de la planta baja de la casa –ya que por su ceguera, el tata* dispuso para su seguridad que no subiera al primer piso, aunque conoce cada recodo y recoveco de la casa mejor que nadie-.

Lleva puesto un vestido de entrecasa color tiza, muy liviano y simple, como esos que le gusta usar. Quizá porque no tiene la dicha de verse y no saberse tan bella, tan diáfana y alejada de la mano humana. Tan sublime. Sus cabellos reposan en un rodete sereno sobre su nuca. Nunca la he visto con otro peinado que no fuera ese, tal vez por el mismo motivo que sus vestidos poco vaporosos. No dejo de observarla tras la ventana del escritorio del tata, y sé que ella lo sabe. Creo que el tiempo que llevamos juntas y la familiaridad de nuestras vidas me hizo aprender de sus formas y ahora yo también puedo presentir las cosas, como lo hace ella. ¿Presentirá ese resquemor entre patético y absurdo que tengo hacia ella? ¡Dios y la Virgen no lo permitan! Ella es mi sangre, es la hija de mi padre, la hermana de mi hermano y en cierta forma es yo misma, tan solo que siento una sensación que me hace apartar. Ahora mismo, la veo allí sentada, pacífica, solitaria, fuera del mundo de los humanos, que me provoca el típico rechazo del celo femenino. No puedo negarlo, la amo porque es mi hermana, pero me provoca el recelo de saber que aún siendo ciega, tiene muchas más cualidades interesantes que yo.

¡Es tan bella y a la vez tan tétrica! Sus silencios incomodan, pues todos intuímos que su mente va más allá de lo que muestra. Guarda su inteligencia, esconde sus sentimientos y su ceguera le ayuda perfectamente a velarlos ante los demás, incluso nosotros, su familia. Eso nos hace apartarnos y esquivarla; y lo más enigmático es que ella lo sabe, y así mismo sigue callando como si no le molestara.

Dios la ampare y le otorgue una buena vida, que pueda conseguir un esposo amable y cariñoso al que darle hijos. Es difícil, su impedimento es el primer problema. De todos modos le auguro la mejor de las vidas, así ella podrá marcharse de la casa e iniciar una nueva familia, y nosotros nos libraremos del tortuoso peso que nos agobia de tener a un ser tan extraño y ultraterreno como ella sentado en ese patio mirando sin mirar, cada tarde de calor, cada noche de verano...

*Tata: Arg. Forma cariñosa de llamar al padre.

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Ximena tiene un carácter muy fuerte aunque no lo demuestre abiertamente. Está siempre atenta a lo que ocurre a su alrededor y eso se puede advertir fácilmente. Quien la observe la notará siempre distante o fría. Su conversación es interesante, el tono de su voz es algo grueso a diferencia de la mayoría de las jóvenes de su edad, que lo tienen aflautado.

Al haberse criado en lo que sería la campiña del Nuevo Mundo, sus costumbres son diferentes a las que llevan las gentes de las grandes ciudades. Su forma de vestir si bien es distinguida, no se compara con los vestidos de exquisitos bordados usados en el Viejo Mundo. No deja de pertenecer a la alta sociedad, pero igualmente no deja de ser una habitante de las Américas, con costumbres y modismos absolutamente diferentes y contrastantes.

HISTORIA

Ximena nace en el Virreynato del Río de la Plata -territorios aún pertenecientes en esa época a la Corona Española-, en las afueras de la ciudad de Buenos Aires, más precisamente en un pueblo a 60 km llamado Villa Nuestra Señora de Luján (primer núcleo poblacional en el camino real desde Buenos Aires a Perú, en el cruce del río Luján).

Hija de una familia de terratenientes y ganaderos, ha gozado junto con sus dos hermanos (Mercedes y Evandro) de un excelente pasar sin necesidades. Su madre -Concepción Avendaño- muere de fiebre tifoidea cuando ella es muy pequeña aún y es criada junto con sus hermanos por su abuela paterna -Doña Francisca Ortíz de Liniers- quien habita la casa junto a ellos. Su hermana mayor actualmente está comprometida con un importante comerciante de la ciudad, ya próxima a casarse y su hermano menor estudia la carrera militar, con el sueño de llegar a ser un destacado soldado aspirante a los altos rangos y galardones. Ximena, a pesar de haber tenido la mejor de las educaciones y desenvolverse perfectamente a más allá de su ceguera de nacimiento, tiene 20 años y su padre no ha logrado casarla o conseguirle un buen partido a pesar de sus esfuerzos. Ella es refinada e inteligente, pero ningún hombre desea como esposa una discapacitada, a pesar de lo promisorio que sería entablar lazos con una de las familias de terratenientes mejor posicionadas de la época.

En el último mes Mercedes ha enfermado repentinamente y no abandona su cama debido a la fuerte tos y una apabullante debilidad. Quizá por la misma indisposición, ha engendrado una especie de paranoia incipiente y no permite que Doña Ximena la visite en su lecho. Le ha alegado a su abuela Doña Francisca que está segura que su mal ha sido producido por su misma hermana en su afán de celos por saber que pronto se casaría y ni los enojos del Tata para que desista de semejante idea han logrado que cambie su opinión sobre Ximena. Evandro no opina ni quiere intervenir en la discusión, pero Doña Francisca observa con incertidumbre lo que el resto de la familia ya sabe desde hace muchos años: a él tampoco le agrada en demasía la presencia de su hermana ciega y le teme y evita cada vez que puede. Doña Ximena se ha transformado tácitamente en un inconveniente silencioso y sin motivo certero para la familia.

Don Hernando de Liniers ha tomado una decisión tras pensar y conversarlo con su madre sobre el futuro que se vuelve incierto para su hija. La última instancia es que permanezca soltera para cuidarlo en la vejez. Es menester hacer algo para evitarle ese destino. En realidad la idea fue de Doña Francisca, que a pesar de lo vieja, conserva intactas todas sus luces: Para los pobladores del Virreinato que se jacten de cierta posición económica, viajar a Europa es casi un objetivo obligado. Es casi un 'detalle de categoría', y siendo que la familia posee lazos, aunque algo lejanos, en el Viejo Mundo, nada más conveniente para alejar por un tiempo a Ximena del círculo familiar con un doble motivo: aliviar la presión en el resto de la familia que siente la incomodidad de su presencia casi ultraterrena, y vislumbrar un nuevo horizonte para la muchacha misma con la oportunidad de conocer Francia y entablar relaciones con los familiares -que aunque lejanos no dejan de serlo-. Quizá de ésta forma Doña Mercedita se alivie de su mal y el Niño Evandro aplaque su sosobra. Está decidido y la noticia es tomada por Ximena hasta con cierta pasiva resignación, como si los verdaderos motivos de tal viaje fueran de su total desentendimiento. Ella aceptará la propuesta de Don Hernando -que de antemano ha enviado cartas a la familia en Francia anunciando la proximidad del viaje de su hija- y partirá con rumbo a París en una goleta que zarpa del Puerto de Santa María del Buen Ayre en dos semanas. Dejará a su familia, a esos seres que sabe perfectamente que le temen y la tratan con distancia aunque sin faltarle el respeto. No les guarda rencor ni cuestiona las órdenes de su padre. Sólo empacará sus pertenencias para un largo viaje y una estadía de tiempo indeterminada. Mientras tanto, seguirá sentándose cada tarde de calor abrasador en el asiento del patio interior de la estancia del pueblo de Luján, bajo la aljava que estalla en flores, sin sentir el sopor del verano sobre su rostro ni la humedad pegajosa del río, apoyando sus manos serenas sobre su regazo, en silencio y su vista sobre el piso de ladrillos, mirando sin ver...

DATOS EXTRA

Ximena es ciega de nacimiento, padece opacidad corneal. A pesar de ello ha sido instruida en muchos menesteres: sabe leer en sistema braille (incluso lleva consigo casi siempre un ejemplar de la Biblia transcripta en ese sistema), baila perfectamente y hasta toca el clavicordio con buena entonación.

Suele ir a misa y rezar novenas y rosarios. Sabe tejer aunque no borda ni es diestra en la costura por su misma ceguera. De todos modos, a falta de visión, ha desarrollado mucho sus otros sentidos (audición, tacto y olfato), y su memoria le ayuda a orientarse en la medida que puede. Le han enseñado a montar aunque por obvias razones nunca lo hace sola y también ha aprendido francés. No sabe hablar inglés.

Ha leído mucho durante toda su vida -aunque no ha viajado fuera de su hogar hasta éste momento, en que su padre ha decidido enviarla a Francia a visitar y conocer a sus parientes-.

gracias a αgusτınα• de sourcecode