Canta, toca, corta.

Suele llevar el cabello largo, cuando esta demasiado largo al igual que la barba lo recorta, dee piel blanca y suave excepto en las palmas, mide un metro con noventa centímetros, un hombre de prominentes dimensiones en todo sentido, gracias a su profesión de leñador la cual realiza desde los quince años y a la gran parte del tiempo que le dedicaba a la vida salvaje es poseer de un gran físico, poseedor de grandes músculos, bien tonificados y marcados, su cuerpo esta bien proporcionado en cuanto a longitud, disfruta de ejercitarse por lo que siempre se mantienen en buen estado. Sus cabellos y vellos son castaños, posee unos ojos pardos claros, y bastante vello en general. Suele vestir con ropas sencillas pues no gasta demasiado en objetos caros o de marca, su política es ahorradora pues sus planes necesitan de esto. Muy pocas veces viste de gala, sin embargo tiene un traje de segunda mano que se compro hace un tiempo, esta bien cuidado y aunque le queda un poco ajustado pues es corpulento le a servido para asistir a reuniones, a las que suele ir muy poco por cierto.

Un hombre bastante acertado, siempre ha aprendido de las mismas lecciones de la vida, y su vida no ha sido nada fácil, un niño que no conoce a sus padres, ni su hogar, ni siquiera su país siempre va a sentir que algo le falta, aun así supo anteponerse ante esas cosas negativas, desde niño se le ha inculcado que el trabajo duro dignifica al hombre y que poder llevarse el pan a la boca al final de la jornada es la mejor recompensa que uno puede recibir, por obvias razones es bastante trabajador y virtuoso, pocas veces se le ve haciendo nada, a pesar de que disfruta bastante de dormir y si toda la tarde no está haciendo horas extra en el trabajo, ejercitándose o tal vez haciendo música sin duda estará dormido en algún árbol, algún cumulo de paja o menos probable en su cama, tiene esa política de vida a pesar de su estado salvaje de que la vida es demasiado corta para desperdiciarla, menos cuando tienes cosas por hacer, por eso cada día que pase siempre le va a añadir un poco de arena a su montículo, por más mínimo que este sea, lo pondrá sino sentirá que fue un día perdido, se creerá que es un hombre ignorante o poco educado pero por el contrario, dado que su familia adoptiva le enseño bien a pesar de no tener los métodos clásicos por falta de dinero, años después aprendió mucho más sobre la cultura gracias a una anciana importante en su vida. Es dueño de grandes valores y detesta la ilegalidad, la maldad la repele, no le agrada para nada juntarse con personas que sean amargadas, crueles, egocéntricas o racistas, ve a todos con los mismos ojos, no le importa la clase social, el sexo o la raza, respeta a todos por igual y les trata con la misma consideración, suele ser bastante tranquilo, muy pocas veces se le verá en peleas sin embargo sí que pelea bien, desde aquel incidente que le cambio la vida se dedicó mucho a la defensa personal, algo en vano para cambiar su realidad pero nunca es tarde dicen.

Gael sentimentalmente resulta un tanto complicado, lo más cercano a una relación lo tuvo con una mujer muy mayor, nunca fue nada carnal, ni pasional, más parecía ser una amistad muy fuerte, es bastante reservado por lo que no es de soltar las cosas que siente o piensa de buenas a primeras, claro a menos que la situación amerite lo contrario, es bastante desconfiado en general, no suele dar mucha información de sí mismo a conocidos o personas que conoce una vez y ya, no porque crea que le dañaran o sucederá algo, simplemente porqué él es así, solo se abre ante las personas a las que realmente les tiene confianza, actualmente ninguna de esas personas está viva, así que su vida social se ha visto reducida a temas laborales y de ventas, esta muchísimo más entregado a la vida silvestre dada su maldición, a la música y a sus pasiones personales, tiende a olvidarse de sí mismo muchas veces, sobre todo cuando se trata de otros, pero no se confunda esto con que tenga un carácter suave o sea un tonto, por el contrario es serio con el trato y bastante exigente, en el trabajo sobretodo es muy rígido y no le gustan las medias tintas, le gusta la gente directa y sincera, las personas doble cara o doble moral no son fáciles de tolerar, es consciente de que muchos solo ven por sí mismos y es por eso que detesta el egoísmo, le agradan las personas que son de trato amigable, la gente elocuente y que posee el don del habla, no confundir su seriedad con amargura, pues es bastante activo y ameno con todo en general, posee un buen sentido del humor y no es aburrido, sabe divertirse con otras cosas además de las preferidas por él, le encanta nadar, correr libre e incluso jugar como un niño, se puede decir que el niño que en cada uno vive es activo dentro de Gael, mas no es inmaduro, tiene bien claro lo que desea hacer con su vida, tanto sus valores como las leyes están marcadas en él, cree que la justicia existe sin embargo piensa que no está bien aplicada, pues todos tienen sus propios intereses, sobretodo la gente que manda, él sería capaz de hacer justicia por su propia mano si no considera justo el castigo que se le haya dado a alguien, claro esto no ha sucedido nunca, nadie se ha metido con él porqué a decir verdad no conoce a muchos, ni siquiera al licántropo que una vez le transformo hace ya varios años. Nunca ha tenido como planes esos típicos deseos de enamorarse, casarse, tener hijos, un perro, etcétera, sin embargo la idea le agrada, pero claro no lo ve cercano, más bien como otro sueño difícil de realizar.

Primer y único hijo de una pareja española que llego a París con intenciones de conocerlo, esta misma junto a su hijo de dos años, nadie imaginaría que aquel simple viaje de placer natural y común en una familia de la clase social alta terminaría en la mayor de todas las desgracias. Como es común los asaltantes de turistas siempre están a la vista, solo que este no sería un asalto simple, de noche la pareja y su primogénito volvían a pie al hotel en el cual se hospedaban, la noche tranquila todo normal, hasta que se oyó ese primer disparo, el primer en salir a defender a su familia como es obvio fue el hombre de la casa, que tras un corto forcejeo cayó al suelo inerte y sangrando profusamente, el destino de la mujer pudo haber sido peor, mucho más humillante pero quién sabe si Dios realmente existe y se apiado de ella, pues un paro cardiaco provocado por el furor y desesperación del momento acabaron con su existir, el grupo de asaltantes se llevaron todo lo que pudieron excepto al niño, tenían un poco de sangre en el cuerpo y le dejaron vivir, claro, ¿quién hará testificar a un menor? Les daba igual. El infante desorientado simplemente corría por las calles llorando, no tenía idea de lo que le pasaba a sus papás, no consiente de nada por su edad pronto se perdió en el bosque, ya sin rastros de civilización, es ahí donde su vida se transformaría completamente pues aquel hombre mayor le encontró y le llevo consigo. Este hombre junto a su mujer le criaron más decidieron nunca ponerle el apellido, simplemente le llamaron Gael, le trataron como a un hijo propio, como al hijo que nunca pudieron tener por más que intentaron con desesperación, por eso mismo no le dieron su apellido legalmente, para no engañarse a sí mismos con esa falsa realidad, el ya anciano hombre y su mujer le enseñaron todo lo que sabían, pero sobretodo el arte de cortar la madera para la comercialización, nunca esta daba la gran cantidad de dinero pero servía para mantener llenos los estómagos y vivir de manera un tanto decente.

Gael ya consiente de la realidad de las cosas empezó a hacerse duro de sentimientos más no malo o insensible, pero si fuerte tanto física como mentalmente, en esos últimos años de vida de los señores creció bastante, se hizo un hombre medianamente responsable, alto y corpulento, ya trabajaba en vez del anciano y les mantenía sin rechistar, él le debía todo a ellos, un nombre, un hogar, su vida, se dedicaría a cuidarles hasta que el tiempo hiciera lo suyo, realidad triste que llego cuando menos lo esperaba, quizás medio año estuvo desconsolado y sin saber qué hacer más que sobrevivir por sobrevivir, hasta que encontró un motivo para sonreír, desde que los ancianos habían muerto Gael ya no hablaba con nadie, tan solo salía a la ciudad para vender los troncos cortados y nada más, pero en una de esas incursiones conoció a una mujer anciana que se de buenas a primeras se le acerco cuando él ya había terminado de vender toda la madera, Gael amable como siempre acepto la conversación y se sorprendió bastante pues la mujer resulta que le había visto días y días venir aquí durante un año y siempre había tenido ganas de entablar conversación con él, así fue como se podría decir dio inicio la primera relación con una mujer de Gael, a pesar de no llegar a nada carnal un gran cariño creció entre ambos, esta mujer de clase alta y muy culta le enseño mucho al muchacho a diferencia de lo que todos pensaban que ocurría entre ellos dos, el típico hombre miserable buscando el dinero de una anciana, él tan solo la pasaba bien aprendiendo y conservando con tan versada mujer, pero nuevamente la muerte toco la puerta de Gael y la mujer falleció, su sorpresa fue grande al saber que él estaba en el testamento como único heredero pues ella había perdido a sus hijos y su marido hace varios años, la gente especulo mucho, sin embargo Gael recibió toda la fortuna y la dono inmediatamente a un asilo de ancianos que siempre observaba de reojo cada vez que iba a y venía de la ciudad al bosque, la única vez que Gael tuvo que firmar algo y vestir medianamente bien fue esa, para poder hacer la transferencia legal, de alguna manera se sintió estúpido pues ese dinero le hubiera servido para muchas cosas que deseaba hacer, pero no, no era suyo y no tenía por qué disfrutarlo, era consciente de que esa fue la mejor decisión a pesar de ese “no sé qué en su interior”.

Lo siguiente en su vida le demostraría que el Karma no existe, al menos el buen Karma. Muy temprano de madrugada, quizás entre las dos y las cuatro Gael se encontraba nadando en un lago en medio del bosque, siempre iba ahí, era una rutina diaria tomar un baño, tocar un poco bajo la luna, siempre fue tranquilo y le hacía sentir bien, pero esa noche no sería así. Se estaba quedando casi dormido cuando escucho ese gruñido inusual, uno que nunca en su vida había escuchado, sus sentidos se pusieron alerta, sentía las pisadas de un gran animal, su corazón latía y rápidamente se levantó muy asustado, ¿qué era eso? Tan solo recuerda haber volteado el rostro y ver un ser descomunalmente grande abalanzarse sobre él, no era humano y sin duda difícilmente normal porque casi nunca encontraba gente más peluda y alta que él mismo. Sus recuerdos vuelven al despertar, aparentemente había luchado con ferocidad por salvar su vida, una gran marca de mordida descomunalmente grande se encontraba en su brazo, a duras penas volvió a su hogar lleno de fiebre y bastante debilitado, sin embargo sobrevivió, luego de ese encuentro se metió de lleno a la lectura en buscad de algo que le explicará lo que paso, su sorpresa fue muy grande al enterarse de un gran mundo escondido en este que todos desconocían, seres sobrenaturales, en un principio no lo creyó, pero tras perder el conocimiento del dolor en una noche de luna llena y despertar de día desnudo en un lugar que no recordaba haber estado nunca antes empezó a creer en todo eso, pues él era un maldecido por la luna de ahora en adelante.

A pasado los largos años de su vida intentar sobrellevar esto, controlarlo pero todo sin excito, lo que sabe es que deje alejarse mucho de la civilización para así evitar matar a más personas, pues con el tiempo lo hizo sin desearlo, todo culpa de esa bestia salvaje, se siente culpable, demasiado culpable por lo que es, sin embargo ya tras treintaicinco años de vivir con esto ha aprendido a llevarlo mejor, continua su vida como una persona común y corriente entre comillas, no todo es malo pues ha obtenido beneficios físicos que le ayudan demasiado en sus labores y demás, pero renunciaría a todo eso con tal de quitarse el peso de encima que lleva, se ha propuesto reintegrarse a la sociedad de manera parcial pero no está muy seguro de si realmente podrá cumplir esa meta, tan solo el tiempo y la vida misma le dará la respuesta a su duda.

Dedica su tiempo libre a tocar la guitarra y a cantar, suele escribir poesía y cultivar su amor por la naturaleza. Su meta más grande en la vida es hacerse acreedor de mucho dinero para así poder ayudar a las personas más necesitadas, por este trabaja arduamente casi todos los días de la semana. Su otro gran deseo es alguna vez conocer España, su tierra natal.