AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Mucho gusto [Deirdre]
2 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Mucho gusto [Deirdre]
Recuerdo del primer mensaje :
En luna llena yo duermo,
la bestia aprovechando mi falta de noción me hace sentir lo peor de esta tierra.
la bestia aprovechando mi falta de noción me hace sentir lo peor de esta tierra.
Esta noche es la noche, no hay vuelva atrás, tampoco manera de evitarlo, ni siquiera en sueños ha podido evitar la transformación, así es, a soñado incluso noches de luna llena, y en cada sueño se transforma, y para qué decir más, los sueños son peores que la realidad, pues en el sueño si es consciente de todo lo que la bestia hace, tal vez su subconsciente recuerde esos hechos o es su mera imaginación la que está libre mientras duerme la culpable de tanta muerte, destrucción y dolor, como última opción esta la culpa y sus sueños el purgatorio de todos los pecados de aquel ser peludo bestial en el que se transforma, es injusto que la situación se torne siempre tan tormentosa para él pero en fin, no hay manera alguna de cambiar su realidad, y las horas pasan sin poder detenerlas, el sol esta por irse, debe huir, debe escapar, no de alguien en general, debe huir del todo, lo más lejos y profundo del bosque que pueda, lo más lejos del ultimo signo de civilización para así estar completamente seguro de que no lastimará a absolutamente nadie, puede ser todo lo consiente del mundo en que no puede hacer nada, en que no lo hace al propósito ni por maldad o deseo propio pero aun así es su cuerpo el que actúa, fuera de sí pero actúa, obra con mal, aniquila con furia, y no puede evitarlo. Puede repetirse lo mismo una y otra vez dentro de la cabeza sin cesar y aun así no sentirse ni un poco más tranquilo, angustiado pero seguro, la experiencia es la mejor maestra y si de algo le sirve el tiempo más extenso que ahora posee tras su maldición es para aprender, con los años viene descubriendo más de sí mismo y de la extraña maldición, existen diferentes cuentos, historias o creencias referente al origen de lo que él es, sin embargo duda de todas ellas, pero no duda de las similitudes, todas deben de significar algo, sí o sí. Gael muy preparado ya está desnudo, la poca ropa que posee no pretende romperla al transformarse, además de estar en el bosque y los únicos que podrían ofenderse con su desnudes serían los búhos, zorrillos, etcétera que jamás hablarán para mostrar su amargura o disconformidad por lo que no hay razón para retenerse de andar libre por el lugar con notable soltura, esta misma soltura que le caracteriza por supuesto.
Ya las horas han pasado, la luna llena está ahí, llamándole, obligándole, venciéndole, quebrándole, rompiéndole, incluso antes de la transformación total ya puede sentir como duelen sus huellos, como la carne quema, todo de manera implacable, tortuosa sin reparo alguno de su cuerpo, a pesar de haber ganado una tolerancia increíble al dolor esto mismo no le salva del dolor del cambio, duele demasiado, lo único que le hace gritar es ello, y mientras más se resiste y se niega a aceptar el cambio más doloroso se vuelve, ya para qué seguir haciéndolo, simplemente deja que la luna salga con la suya, como siempre lo hace, no hay razón ni sentido para seguir soportando el dolor, está muy profundo en el bosque, en el gran bosque que como humano aprovecha para alimentarse gratis y obtener fuente de sustento, como bestia para aterrorizar a todos los pobres y desgraciados seres que habiten cerca de donde estará.La nada, en ese estado se encuentra, ¿qué es? ¿Qué hace? ¿Cómo se mueve, está saltando o corriendo? ¿Está descuartizando a una persona o tal vez arrancándole el cuello a algún oso o venado? No hay manera de saberlo, no es consiente, ¿flashes? Sirve de muy poco, apenas puede tener una idea, la noche se va y junto con ella los notables efectos del cambio. Por fin luego de tanta incertidumbre, es él, el sol se está poniendo pero aún el día luce opaco sobre todo bajo los frondosos árboles que hacen una sombra perfecta, su cuerpo está debilitado, lo que es normal luego de tanto trajín nocturno que desconoce obviamente a la perfección, se pasea por la zona prestando atención, no la conoce perfectamente como el resto, ¿dónde será? Debe ser mucho más lejos de lo que suele ir normalmente, espera que no esté volviéndose más activo su otro yo o tendrá que dejar de irse tal lejos la próxima vez y esto podría resultar peligroso, pero tampoco quiere irse a otro lado, pues no conoce demasiado el país como para andar por ahí perdiéndose como si no pasará nada después, todo está tranquilo, incluso no sé a encontrado con algún otro licántropo en el camino, lo sabe porque no tiene heridas de consideración y tampoco tiene demasiada sangre impregnada, es buen signo, no mató a nadie esta vez, sonríe para sí mismo, ¿para quién más? Si no hay nadie, al menos por ahora eso cree.
Este bastante seguro de que está volviendo, lo sabe por el aroma y la luz, sin cuidado alguno va hasta que se topa con el aroma conocido, ¿un licántropo? Sin dudas ya debe de haber perdido la transformación así que mientras no sea agresivo por naturaleza propia no será un peligro pero de todas formas es cauteloso por propia inercia, él es así, un poquito calculador debe confesar, camina con cuidado muy callado y evitando pisar las ramas secas para no hacer ruido, se posa detrás de un frondoso arbusto para observar, su sorpresa es grande pues es una mujer, jamás se ha topado con una mujer o hembra como quiera llamarse con el misma maldición que él, eso le da mucha curiosidad y de alguna manera emoción, tanta que de torpe piza una de las ramas haciéndolas crujir, hasta un humano con simples oídos lo habría escuchado, ya está expuesto y para que ella no piense que tiene malas intenciones debe de hablar al menos un poco * Hola, lo siento, no quiero asustarle, ¿necesita que le ayude con algo? No le haré daño * La mujer luce bastante mal, incluso se podría decir que es notablemente joven, y aparentemente no parece ser muy experimentada en esto, su cuerpo lo delata.Es la primera vez que se encuentra con una neófita por así decirlo, la pobre debe de estar confundida, triste y destruida como él en algún momento, seguro que ni siquiera sabe lidiar aún con la culpa y es que él tampoco puede hacer, es lo más normal, tal vez pueda ayudarle quién sabe, si ella se deja lo hará, detesta ver a la gente sufrir o estar en mal estado y no puede negarlo, no le parece la escena, ese no sé qué dentro de él le obliga a hacerse cargo aunque no deba.
Ya las horas han pasado, la luna llena está ahí, llamándole, obligándole, venciéndole, quebrándole, rompiéndole, incluso antes de la transformación total ya puede sentir como duelen sus huellos, como la carne quema, todo de manera implacable, tortuosa sin reparo alguno de su cuerpo, a pesar de haber ganado una tolerancia increíble al dolor esto mismo no le salva del dolor del cambio, duele demasiado, lo único que le hace gritar es ello, y mientras más se resiste y se niega a aceptar el cambio más doloroso se vuelve, ya para qué seguir haciéndolo, simplemente deja que la luna salga con la suya, como siempre lo hace, no hay razón ni sentido para seguir soportando el dolor, está muy profundo en el bosque, en el gran bosque que como humano aprovecha para alimentarse gratis y obtener fuente de sustento, como bestia para aterrorizar a todos los pobres y desgraciados seres que habiten cerca de donde estará.La nada, en ese estado se encuentra, ¿qué es? ¿Qué hace? ¿Cómo se mueve, está saltando o corriendo? ¿Está descuartizando a una persona o tal vez arrancándole el cuello a algún oso o venado? No hay manera de saberlo, no es consiente, ¿flashes? Sirve de muy poco, apenas puede tener una idea, la noche se va y junto con ella los notables efectos del cambio. Por fin luego de tanta incertidumbre, es él, el sol se está poniendo pero aún el día luce opaco sobre todo bajo los frondosos árboles que hacen una sombra perfecta, su cuerpo está debilitado, lo que es normal luego de tanto trajín nocturno que desconoce obviamente a la perfección, se pasea por la zona prestando atención, no la conoce perfectamente como el resto, ¿dónde será? Debe ser mucho más lejos de lo que suele ir normalmente, espera que no esté volviéndose más activo su otro yo o tendrá que dejar de irse tal lejos la próxima vez y esto podría resultar peligroso, pero tampoco quiere irse a otro lado, pues no conoce demasiado el país como para andar por ahí perdiéndose como si no pasará nada después, todo está tranquilo, incluso no sé a encontrado con algún otro licántropo en el camino, lo sabe porque no tiene heridas de consideración y tampoco tiene demasiada sangre impregnada, es buen signo, no mató a nadie esta vez, sonríe para sí mismo, ¿para quién más? Si no hay nadie, al menos por ahora eso cree.
Este bastante seguro de que está volviendo, lo sabe por el aroma y la luz, sin cuidado alguno va hasta que se topa con el aroma conocido, ¿un licántropo? Sin dudas ya debe de haber perdido la transformación así que mientras no sea agresivo por naturaleza propia no será un peligro pero de todas formas es cauteloso por propia inercia, él es así, un poquito calculador debe confesar, camina con cuidado muy callado y evitando pisar las ramas secas para no hacer ruido, se posa detrás de un frondoso arbusto para observar, su sorpresa es grande pues es una mujer, jamás se ha topado con una mujer o hembra como quiera llamarse con el misma maldición que él, eso le da mucha curiosidad y de alguna manera emoción, tanta que de torpe piza una de las ramas haciéndolas crujir, hasta un humano con simples oídos lo habría escuchado, ya está expuesto y para que ella no piense que tiene malas intenciones debe de hablar al menos un poco * Hola, lo siento, no quiero asustarle, ¿necesita que le ayude con algo? No le haré daño * La mujer luce bastante mal, incluso se podría decir que es notablemente joven, y aparentemente no parece ser muy experimentada en esto, su cuerpo lo delata.Es la primera vez que se encuentra con una neófita por así decirlo, la pobre debe de estar confundida, triste y destruida como él en algún momento, seguro que ni siquiera sabe lidiar aún con la culpa y es que él tampoco puede hacer, es lo más normal, tal vez pueda ayudarle quién sabe, si ella se deja lo hará, detesta ver a la gente sufrir o estar en mal estado y no puede negarlo, no le parece la escena, ese no sé qué dentro de él le obliga a hacerse cargo aunque no deba.
Gael- Licántropo Clase Media
- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 10/04/2013
Localización : París
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Mucho gusto [Deirdre]
¿Destino? Siempre ha estado en desacuerdo con ese término, tal vez es demasiado exagerado pensar en el destino de forma filosófica tan solo porque fue mencionado en una broma amena, pero de alguna manera Gael siempre va a encontrar algo que pueda no tomárselo a la ligera, es parte de lo que es, su personalidad le vuelve así, y probablemente jamás cambie, esto no sería un problema si no le desviará del verdadero motivo por el cual se hizo el comentario, tanto que ni logra entenderlo a cabalidad, pero lo poco que entiende le deja claro que no está disgustada con su actuar y eso le calma totalmente, nunca ha cargado a nadie en brazos, en realidad ha sido un recurso desesperado que ha utilizado, ni si quiera está seguro si es que así debe tratarse a las señoritas o no, podría pensarse incluso que es un abuso de confianza pero bueno, si ella esta tan feliz como siente no hay porque darle más vueltas al asunto * No creo en el destino señorita, pero si esta cómoda no tengo problema con cargarla, es tan ligera como una pluma y suave como un bebe, a diferencia de mi lo que espero no sea de su desagrado * el camino de vuelta, agradable, tranquilo, colorido y tan vivo, el bosque hermoso a pesar de estar envolviéndose en la oscuridad, todavía reclama a sus visitantes algunos elogios mudos y el poder captar sus miradas de admiración y goce, probablemente no todos cumplan a los deseos del bosque, pero él por su parte siempre lo hace, siempre se toma el tiempo de reconocerle su belleza de forma tácita, agradeciendo también de tenerlo consigo, de perdurar, la naturaleza es la causa del existir de muchos seres y es triste que no se le tome con el debido respeto, muy triste pero así son las cosas, no hay más qué decir * Con total sinceridad, es la primer muchacha que viene a mi casa, a la primera que cargo, y la primera con la que me bañe en el lago, muchas primeras veces, no estoy seguro de que sea bueno o malo, pero la estoy pasando muy bien. Lo único qué no me queda claro es si es normal que tiemblen cuando están siendo cargadas, sus piernas, ¿está bien? * cuando baja la mirada le ve dormida, pobre, realmente está cansada, no hará ruido hasta llegar al menos, respetar el sueño ajeno es algo sagrado, no le gustaría ser despertado tampoco.
Además a su impresión se asemeja a un pequeño ángel ahora que está dormida, sonríe y ya más tranquilo pues la hinchazón bajo, ya no tiene por qué preocuparse, no es tan largo el trayecto, pero fue agradable recorrerlo, como cada vez que lo hace, sin embargo tener en brazos a la lupina angelical hizo el viaje mucho más placentero, tranquilo, probablemente lo más correcto sería decir, “diferente” y lo diferente siempre es bueno, pues el poder salir de su aburrida rutina de vida ya es bastante especial, y todo este día ha sido diferente gracias a la presencia de la mujer. La invitación le sienta bien, es decir, es extraño pues no es de asistir a reuniones o de acudir a invitaciones, realmente no tiene una vida social activa, por no decir que es completamente nula, pero a pesar de estar incomodo por no saber cómo actuar una vez ahí, desea ir a comer con ella, por su compañía, porque como ella dice es una gran oportunidad para enseñar, además porque cocina demasiado bien y le encanta su sazón melancólica por cosas propias de él. Sin percatarse mientras piensa él ya perdió a esta de los brazos, la observa entrenar con soltura, no le molesta para nada, está bien, le ha abierto las puertas de su casa desde hace horas en realidad, no tiene problema con que las use a su placer. Ya va siendo hora que diga algo, no puede quedarse callado después de tan amable invitación, cierra la puerta y se le queda viendo * El domingo es mi día de descanso, pero prefiero no tener descanso ni un solo día y enseñarle cada domingo que tenga libre sobre lo que somos nosotros, encantado acepto la invitación, estoy ya ansioso por volver a probar de su deliciosa comida, seguro será un buen día * lo imagina, no tiene por qué ser diferente a como lo está imaginando, realmente no abrían motivos para ello. Ella está en lo cierto, es extenso como todo en la vida, cada circunstancia de alguna manera influye para siempre, es quizás visto de una forma muy drástica pero para él es así, cada decisión es como un pequeño escalón que subes y al hacerlo el anterior se cae, no hay vuelta atrás, el tiempo jamás regresará. Su nueva condición será eterna y a de acostumbrarse a esta, conocerla, sacarle provecho, no solo ver la negatividad, es algo que le costó un poco entender, pero después empezó a hacerlo bastante tiempo, la paciencia será la mejor arma, sobre todo para una mujer joven, a estas edades no tienden a tener demasiada paciencia, sin embargo ella luce centrada, bastante centrada.
Se sienta en el mismo sofá que ella, no quiere incomodar, peor es el más cómodo de toda la sala * Es un tema muy complicado, extenso, difícil, pero no es imposible de llevar, quítese de la cabeza la plata, deja marcas que no se borran, y lo que menciona aún en broma es inhumano, yo sé, irónico que use la palabra al referirme a bestias, pero dentro de ellas estamos nosotros, y no, por más culpables que seamos o aparentemos serlo, no lo merecemos. Pero bueno, yo me callo, me expreso demasiado sobre algo de lo que no quiere hablar * típico y constante error de Gael, no lo hace con mala intención, tal vez eso cuente un poco, tal vez sea momento de decirlo más abiertamente, ser más sincero con ese tema * Soy huérfano, no conocí a mis padres verdaderos, no sé si viven o no, menos si tengo hermanos, lo dudo, es como si algo dentro de mí me dijera que no busque y qué siga con mi vida, porque del o contrario estaría perdiendo el tiempo, no lo sé, prefiero no hablar de eso más, arruinaría el día * se queda observando el piso de madera del lugar, la mirada perdida sí, algo común cuando habla de cosas que le duelen, le fastidian o simplemente no tolera, probablemente esto mismo sea una mezcla de todo eso, crudo pero real y lo acepta, lo hace, pero no significa que no fastidie * Y no, no me molesta atenderla, es gratificante en realidad, poder ser útil para alguien más que yo mismo, ¿le molesta que le atienda? * demasiada sobreprotección suele ser fastidiosa, lo recuerda pues la anciana siempre iba preocupada por donde se metía, hasta que hora estaba fuera vagando por el bosque, haciendo sus travesuras, jugando con gusanos, sapos u otros animales, un niño salvaje que no necesitaba cuidados, siempre se creyó así, y siempre menosprecio la preocupación de la anciana, siempre se sintió poderoso y en control en el bosque, hasta esa noche, al despertar siendo una bestia que antes no fue imagino el rostro de ella, acompañado del “Te lo dije” Karma tal vez.
Además a su impresión se asemeja a un pequeño ángel ahora que está dormida, sonríe y ya más tranquilo pues la hinchazón bajo, ya no tiene por qué preocuparse, no es tan largo el trayecto, pero fue agradable recorrerlo, como cada vez que lo hace, sin embargo tener en brazos a la lupina angelical hizo el viaje mucho más placentero, tranquilo, probablemente lo más correcto sería decir, “diferente” y lo diferente siempre es bueno, pues el poder salir de su aburrida rutina de vida ya es bastante especial, y todo este día ha sido diferente gracias a la presencia de la mujer. La invitación le sienta bien, es decir, es extraño pues no es de asistir a reuniones o de acudir a invitaciones, realmente no tiene una vida social activa, por no decir que es completamente nula, pero a pesar de estar incomodo por no saber cómo actuar una vez ahí, desea ir a comer con ella, por su compañía, porque como ella dice es una gran oportunidad para enseñar, además porque cocina demasiado bien y le encanta su sazón melancólica por cosas propias de él. Sin percatarse mientras piensa él ya perdió a esta de los brazos, la observa entrenar con soltura, no le molesta para nada, está bien, le ha abierto las puertas de su casa desde hace horas en realidad, no tiene problema con que las use a su placer. Ya va siendo hora que diga algo, no puede quedarse callado después de tan amable invitación, cierra la puerta y se le queda viendo * El domingo es mi día de descanso, pero prefiero no tener descanso ni un solo día y enseñarle cada domingo que tenga libre sobre lo que somos nosotros, encantado acepto la invitación, estoy ya ansioso por volver a probar de su deliciosa comida, seguro será un buen día * lo imagina, no tiene por qué ser diferente a como lo está imaginando, realmente no abrían motivos para ello. Ella está en lo cierto, es extenso como todo en la vida, cada circunstancia de alguna manera influye para siempre, es quizás visto de una forma muy drástica pero para él es así, cada decisión es como un pequeño escalón que subes y al hacerlo el anterior se cae, no hay vuelta atrás, el tiempo jamás regresará. Su nueva condición será eterna y a de acostumbrarse a esta, conocerla, sacarle provecho, no solo ver la negatividad, es algo que le costó un poco entender, pero después empezó a hacerlo bastante tiempo, la paciencia será la mejor arma, sobre todo para una mujer joven, a estas edades no tienden a tener demasiada paciencia, sin embargo ella luce centrada, bastante centrada.
Se sienta en el mismo sofá que ella, no quiere incomodar, peor es el más cómodo de toda la sala * Es un tema muy complicado, extenso, difícil, pero no es imposible de llevar, quítese de la cabeza la plata, deja marcas que no se borran, y lo que menciona aún en broma es inhumano, yo sé, irónico que use la palabra al referirme a bestias, pero dentro de ellas estamos nosotros, y no, por más culpables que seamos o aparentemos serlo, no lo merecemos. Pero bueno, yo me callo, me expreso demasiado sobre algo de lo que no quiere hablar * típico y constante error de Gael, no lo hace con mala intención, tal vez eso cuente un poco, tal vez sea momento de decirlo más abiertamente, ser más sincero con ese tema * Soy huérfano, no conocí a mis padres verdaderos, no sé si viven o no, menos si tengo hermanos, lo dudo, es como si algo dentro de mí me dijera que no busque y qué siga con mi vida, porque del o contrario estaría perdiendo el tiempo, no lo sé, prefiero no hablar de eso más, arruinaría el día * se queda observando el piso de madera del lugar, la mirada perdida sí, algo común cuando habla de cosas que le duelen, le fastidian o simplemente no tolera, probablemente esto mismo sea una mezcla de todo eso, crudo pero real y lo acepta, lo hace, pero no significa que no fastidie * Y no, no me molesta atenderla, es gratificante en realidad, poder ser útil para alguien más que yo mismo, ¿le molesta que le atienda? * demasiada sobreprotección suele ser fastidiosa, lo recuerda pues la anciana siempre iba preocupada por donde se metía, hasta que hora estaba fuera vagando por el bosque, haciendo sus travesuras, jugando con gusanos, sapos u otros animales, un niño salvaje que no necesitaba cuidados, siempre se creyó así, y siempre menosprecio la preocupación de la anciana, siempre se sintió poderoso y en control en el bosque, hasta esa noche, al despertar siendo una bestia que antes no fue imagino el rostro de ella, acompañado del “Te lo dije” Karma tal vez.
Gael- Licántropo Clase Media
- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 10/04/2013
Localización : París
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Mucho gusto [Deirdre]
Deirdre puede sentir que su cuerpo le pesa, que está con muchos kilos demás de los que en realidad ni siquiera tiene, pero se trata de su cansancio. La noche anterior había sido critica, aunque ella en realidad no lo recuerde. Cuando ella estaba en su forma lupina, dos inquisidores se unieron a tres cazadores que venían detrás de ella para matarla, por esa razón la sangre en su cuerpo quizás, porque se había refugiado entre animales que terminaron padeciendo por su culpa. Ella había corrido en su forma animal como nunca, incluso ni siquiera se había alimentado para nada, sólo había sido su instinto de supervivencia el que le hablaba, nada más que eso. Todo eso, sumado a que la noche mantuvo despierta de esa forma y que las transformaciones gastaban demasiadas energías, la traía en esa condición. No quería parecer grosera, se dice por ahí que muchas personas o incluso criaturas creen que al estar con alguien que bosteza constantemente es porque sólo lo tiene fastidiado o aburrido, pero ella no deseaba que él la viera de esa forma, de verdad esperaba que no fuera así, pues no lo quería hacer sentir incomodo. Suspiró un par de veces más, se mordió con fuerza el labio inferior intentando relajarse, y claro, ocasionando que el dolor le distrajera por un poco para dejar de lado su cansancio, pero no, ella ya estaba casi por caer de bruces contra el suelo sino tomaba una siesta. ¿Qué podía hacer?.
Agradeció que en ese momento el tema se fuera a un punto demasiado importante: La vida del licántropo. La joven sintió una especie de remolino en su interior. Ella había nacido en medio de una familia llena de amor, quizás por eso se regia en cada movimiento con ese sentimiento. Sus padres se habían amado, de una forma extraña pero siempre mostraban ese sentimiento que los unían, jamás pelearon delante de ella, y constantemente le hacían recordar la bendición que era, nunca le habían hecho una mala cara, por el contrario, el padre de la chica fue el hombre más importante en su vida, pues hasta la fecha la había tratado con una delicadeza extrema, suprema que nadie quizás asimilaría o superaría, era extraño mencionarlo si, porque a veces recordar a su padre le dolía, pero se sentía afortunada de haberlo tenido. Por un momento quiso sollozar ante la perspectiva de un pequeño Gael sin protección, pero de forma interna daba las gracias a "los viejos" que lo habían tenido, donde quiera que estuvieran, porque le habían dado un techo, comida, vestimenta y educación, modales y todo eso, él había sido afortunado al tenerlos. Por un momento la joven sintió un impulso de abrazarlo, y no se detuvo, simplemente lo hizo, escurriendo una de sus manos delicadas por entre la tela del sillón y la espalda del hombre grande, hizo ligera presión pero logró pasarla, su otra mano pasó por enfrente y su cabeza se recargó en el pecho del hombre suspirando, pero apretándole con fuerza. Se relajó por completo en aquella posición de hecho se sentía demasiado cómoda, por muy loco o extremista que resultara, sintió ganas de hacerle feliz, de borrarle tales recuerdos que ella misma había llevado a ese momento.
- Lamento mucho tocar temas que no deben ser mencionados, no al menos por una desconocida como yo - Se disculpó completamente avergonzada - Pero al mismo tiempo agradezco su confianza, es demasiado bueno saber que existen hombres como usted, me siento tan cómoda que no quisiera irme - Sus párpados también comenzaron a hacer de las suyas como queriendo bajar y no volver a subir para nada, era el maldito cansancio - Mis padres siempre vivieron llenos de amor, siempre se mostraron deseosos del otro, pero nunca nada es perfecto ¿Lo sabe? - Su pequeño rostro se alza, si él iba a ser sincero, entonces ella misma lo sería, de cualquier forma, aunque el día de mañana no lo volviera a ver, aunque a la mañana siguiente le diera vergüenza recordar sus relatos - Pero mi madre siempre fue un tanto liberar, y lo engañó, le fue infiel a mi padre no sólo una vez, sino varias, con un hombre que solo la deseaba y buscaba utilizarla, mi padre lloraba tanto esa pena, pero al final la perdono ¿Eso hace el amor, señor? ¿Perdonar? Quizás por eso no estoy con nadie ¿Sabe? Le tengo miedo al amor… - ¿Y por qué demonios le está contando eso? Él poco debería importarle aquellos relatos, pero Deirdre se siente tan tranquila en sus brazos, tan segura, que desea sacar algunos puntos que siempre a buscado compartir con alguien más - No quiero que me mientan, no quiero que alguien me sea infiel o que me rompa el corazón - Comentó con firmeza, apartando sus brazos del cuerpo masculino, ahora colocando su espalda en el asiento del sillón, observando hacía otro lado con vergüenza por su comportamiento. La tristeza le embargó de la misma manera que había azotado al joven, ¿Ya estarían a la par?
- Creo que el cansancio no ayuda - Musitó con tranquilidad, está vez, con un poco más de confianza abrazó con fuerza sus piernas ya sobre el sillón, se hizo bolita en la esquina en que se encontraba cerrando los ojos unos momentos, como si estuviera dormitando - ¿No cree que esto es tan extraño? Me refiero a… Ya sabe, usted, yo, está confianza, está unión es como que única, nunca la había experimentado - Sonríe un poco, ya estaba alucinando demasiado, ella esperaba que el hombre no se espantara por su franqueza, ni por su honestidad, mucho menos por todas las tonterías que le estaba diciendo. Sus ojos se cerraron por completo, el sueño de nuevo, maldito sueño.
Agradeció que en ese momento el tema se fuera a un punto demasiado importante: La vida del licántropo. La joven sintió una especie de remolino en su interior. Ella había nacido en medio de una familia llena de amor, quizás por eso se regia en cada movimiento con ese sentimiento. Sus padres se habían amado, de una forma extraña pero siempre mostraban ese sentimiento que los unían, jamás pelearon delante de ella, y constantemente le hacían recordar la bendición que era, nunca le habían hecho una mala cara, por el contrario, el padre de la chica fue el hombre más importante en su vida, pues hasta la fecha la había tratado con una delicadeza extrema, suprema que nadie quizás asimilaría o superaría, era extraño mencionarlo si, porque a veces recordar a su padre le dolía, pero se sentía afortunada de haberlo tenido. Por un momento quiso sollozar ante la perspectiva de un pequeño Gael sin protección, pero de forma interna daba las gracias a "los viejos" que lo habían tenido, donde quiera que estuvieran, porque le habían dado un techo, comida, vestimenta y educación, modales y todo eso, él había sido afortunado al tenerlos. Por un momento la joven sintió un impulso de abrazarlo, y no se detuvo, simplemente lo hizo, escurriendo una de sus manos delicadas por entre la tela del sillón y la espalda del hombre grande, hizo ligera presión pero logró pasarla, su otra mano pasó por enfrente y su cabeza se recargó en el pecho del hombre suspirando, pero apretándole con fuerza. Se relajó por completo en aquella posición de hecho se sentía demasiado cómoda, por muy loco o extremista que resultara, sintió ganas de hacerle feliz, de borrarle tales recuerdos que ella misma había llevado a ese momento.
- Lamento mucho tocar temas que no deben ser mencionados, no al menos por una desconocida como yo - Se disculpó completamente avergonzada - Pero al mismo tiempo agradezco su confianza, es demasiado bueno saber que existen hombres como usted, me siento tan cómoda que no quisiera irme - Sus párpados también comenzaron a hacer de las suyas como queriendo bajar y no volver a subir para nada, era el maldito cansancio - Mis padres siempre vivieron llenos de amor, siempre se mostraron deseosos del otro, pero nunca nada es perfecto ¿Lo sabe? - Su pequeño rostro se alza, si él iba a ser sincero, entonces ella misma lo sería, de cualquier forma, aunque el día de mañana no lo volviera a ver, aunque a la mañana siguiente le diera vergüenza recordar sus relatos - Pero mi madre siempre fue un tanto liberar, y lo engañó, le fue infiel a mi padre no sólo una vez, sino varias, con un hombre que solo la deseaba y buscaba utilizarla, mi padre lloraba tanto esa pena, pero al final la perdono ¿Eso hace el amor, señor? ¿Perdonar? Quizás por eso no estoy con nadie ¿Sabe? Le tengo miedo al amor… - ¿Y por qué demonios le está contando eso? Él poco debería importarle aquellos relatos, pero Deirdre se siente tan tranquila en sus brazos, tan segura, que desea sacar algunos puntos que siempre a buscado compartir con alguien más - No quiero que me mientan, no quiero que alguien me sea infiel o que me rompa el corazón - Comentó con firmeza, apartando sus brazos del cuerpo masculino, ahora colocando su espalda en el asiento del sillón, observando hacía otro lado con vergüenza por su comportamiento. La tristeza le embargó de la misma manera que había azotado al joven, ¿Ya estarían a la par?
- Creo que el cansancio no ayuda - Musitó con tranquilidad, está vez, con un poco más de confianza abrazó con fuerza sus piernas ya sobre el sillón, se hizo bolita en la esquina en que se encontraba cerrando los ojos unos momentos, como si estuviera dormitando - ¿No cree que esto es tan extraño? Me refiero a… Ya sabe, usted, yo, está confianza, está unión es como que única, nunca la había experimentado - Sonríe un poco, ya estaba alucinando demasiado, ella esperaba que el hombre no se espantara por su franqueza, ni por su honestidad, mucho menos por todas las tonterías que le estaba diciendo. Sus ojos se cerraron por completo, el sueño de nuevo, maldito sueño.
Deirdre Cárthaigh- Licántropo Clase Media
- Mensajes : 41
Fecha de inscripción : 14/07/2012
Edad : 34
Re: Mucho gusto [Deirdre]
Algo es cierto, todos los seres, o al menos la gran mayoría sienten dolor, y prefieren padecerlo en silencio, quedarse callados y soportar, muchos dirían que es lo mejor, es lo más valiente, lo que cada uno debería de hacer, pues esta vida es un problema constante, nadie realmente lo tiene todo, o todo lo bueno, siempre existen factores que destrozan la ilusión, el confort quizás es solo algo momentáneo, todos poseemos heridas, marcas, temores, limitaciones, y no son muchos los que expresan todo esto, bastantes más los que se lo guardan, ¿pero estará bien? ¿Será lo correcto ser fuerte y siempre anteponerse? ¿Seguir adelante por seguir, por qué así debe de ser? Porque la vida sigue, porque si te estancas con un dolor del pasado jamás podrás avanzar, pero, ¿vale la pena caminar herida? Tal vez no, tal vez si, Gael no es de los que cuentan sus problemas, sus sentires o demás, ciertamente siempre estuvo callado con las cosas que alguna vez paso, a nadie le ha contado lo que siente respecto a no conocer a sus padres, o respecto a la perdida de los ancianos, son cuatro seres importantes que no están, unos antes que otros, pero no están al fin, esta es la primera vez que cuenta abiertamente sobre que es huérfano, probablemente porque es algo que suele enternecer a la gente y lo último que desea es que le tengan pena cuando ni él mismo se la tiene, no se siente menos o desafortunado, simplemente es así, así son las cosas, no llora sobre la leche derramada ni tampoco anhela tener una vida diferente o recuperar lo que alguna vez perdió, el paso del tiempo está ahí por algo, o al menos eso quiere creer, nunca nadie le había dado un abrazo sincero, y le gusta, ese tacto, mas no reacciona muy notoriamente a esto, observa a la mujer con el rostro amable, simplemente quiere demostrar que no le afecta o al menos a simple vista no, tal vez si sea un tema demasiado delicado como para tocarlo así de buenas a primeras, en eso está de acuerdo, pero bueno, ya está dicho, no importa, sonríe amable, puede notar en el rostro ajeno el cansancio, esas reacciones lentas, tal vez haya sido demasiado egoísta en pedirle que se quedará pues no tomo en cuenta que realmente el día se hizo agotador para la mujer, probablemente más adelante intentará remediar esta falta de alguna manera, ni idea cual, pero ya encontrará la manera.
Pero no le molesta habérselo dicho, ella no le obligo, él simplemente pudo decir no sin ir más allá, sin hondar en explicación alguna, pero no le nació solo decir aquello, ni idea por qué * Creo que ya sé su nombre y un poco de lo que hace, además de la calidad de persona que tiene, ya no me parece tan desconocida, todos somos desconocidos en algunos aspectos, es algo normal, pero más allá de eso yo tengo cierto tacto con las personas, me gusta decir que veo más allá de sus ojos, sé que es una buena persona, eso me basta y sobra * si a alguien le vas a confiar algo que sea alguien que valga la pena y tan solo pueda aportar algo bueno, en vez de la posibilidad de aportar algo malo, ¿para qué arriesgarse con ese tipo de gente? No le parece lógico, inteligente menos. Estaba por decir más pero guarda silencio ante lo que ella dice, no lo veía venir para nada, le sorprende realmente que una hija cuente algo tan delicado de una madre, obviamente esto no saldría de estas paredes, un tema así tan oscuro y de un pasado sobre una familia que nada tiene que ver con él más allá de una miembro, le sorprende que un hombre perdone la infidelidad de una mujer, probablemente le sorprenda más la situación porqué él jamás de los jamases perdonaría una infidelidad de la mujer que dijera amarle si es que una mujer estuviera tan loca y perdida para poder hacerlo, no porque se consideré un mal partido o alguien negativo, tal vez porque él siempre vive fuera de este mundo y se encuentra en uno propio, donde a duras penas la gente logra entrar, pero nunca se sabe, tal vez alguna mujer rompa las barreras de esa dimensión oculta que solo él conoce, no le haría difícil la tarea si realmente también deseará aquello, en algún punto de su ser la idea sería hermosa y tentadora. Se encuentra serio viéndole ponerse en posición fetal, de alguna manera ahora se siente responsable por esto, ¿esta sería su forma de reaccionar al sentir que fue demasiado entrometida o atrevida con su pregunta? No es algo adecuado autocastigarse, y realmente no le agrada ver a la muchacha así, de lo visto hace nada prefiere verla aunque cansada risueña y eso es todo.
Gael coloca una palma sobre el brazo de la mujer y le observa directamente, no suele hacerlo porque no sabe hacerlo, porque jamás ha tenido la oportunidad de preocuparse por aconsejar a alguien, o entregarle palabras de aliento, de mejora, pero, puede intentarlo, tal vez con los años muchos de sus consejos se hayan perdido en él mismo, por qué no compartirlos ahora con ella * Los problemas que sus padres tuvieran no son de su incumbencia señorita, no son culpa suya y no son algo que usted deba lamentar, los esposos jamás son perfectos y las esposas tampoco, nada es perfecto, los cuentos que seguro alguna vez le leyeron sobre el amor cuentos nada más son, la vida tampoco es perfecta, es bueno que lo sepa, su madre tal vez sus razones tuvo, si se arrepintió o no eso queda en ella, pero su padre fue sorprendemente bondadoso y realmente sincero con sus sentimientos, eso lo aplaudo, yo jamás podría perdonar una cosa así, no lo sé. Pero le recomiendo no vivir con miedo por un ejemplo de miles otros más, no significa que porque vio algo así de cercano le tendrá que volver a ocurrir o le tenga que ocurrir a todo el mundo, los problemas en el amor son miles, incontables, aunque no los conozco en carne propia sé lo terribles que pueden llegar a ser, mi mejor consejo es que no viva con temor a ser lastimada, porque lo único que le hará es limitarse a ser usted misma, a abrirse a los demás * tal vez lo último en parte sería una gran enseñanza para él mismo, pero por lo citado antes, con él muchos de sus propios consejos se han perdido, por cabeza hueca o por testarudo, pero nunca es tarde, nunca es tarde * Yo no tengo amigos, ni amigas, ahora tengo una aprendiz que es una señorita agradable, educada y de buen sentir, pero que está cansada, le ofrezco una habitación para que descanse, le repito que no es ninguna molestia aquí su presencia, es todo lo contrario, mi culpa por insistir en que se quede sin ser considerado con su estado físico, déjeme recomponer mi falta con esto, puedo darle de cenar si tiene hambre otra vez * aunque fuera mentirá él ya la tiene, y es así, de apetitivo voraz, en muchos sentidos de la palabra.
Pero no le molesta habérselo dicho, ella no le obligo, él simplemente pudo decir no sin ir más allá, sin hondar en explicación alguna, pero no le nació solo decir aquello, ni idea por qué * Creo que ya sé su nombre y un poco de lo que hace, además de la calidad de persona que tiene, ya no me parece tan desconocida, todos somos desconocidos en algunos aspectos, es algo normal, pero más allá de eso yo tengo cierto tacto con las personas, me gusta decir que veo más allá de sus ojos, sé que es una buena persona, eso me basta y sobra * si a alguien le vas a confiar algo que sea alguien que valga la pena y tan solo pueda aportar algo bueno, en vez de la posibilidad de aportar algo malo, ¿para qué arriesgarse con ese tipo de gente? No le parece lógico, inteligente menos. Estaba por decir más pero guarda silencio ante lo que ella dice, no lo veía venir para nada, le sorprende realmente que una hija cuente algo tan delicado de una madre, obviamente esto no saldría de estas paredes, un tema así tan oscuro y de un pasado sobre una familia que nada tiene que ver con él más allá de una miembro, le sorprende que un hombre perdone la infidelidad de una mujer, probablemente le sorprenda más la situación porqué él jamás de los jamases perdonaría una infidelidad de la mujer que dijera amarle si es que una mujer estuviera tan loca y perdida para poder hacerlo, no porque se consideré un mal partido o alguien negativo, tal vez porque él siempre vive fuera de este mundo y se encuentra en uno propio, donde a duras penas la gente logra entrar, pero nunca se sabe, tal vez alguna mujer rompa las barreras de esa dimensión oculta que solo él conoce, no le haría difícil la tarea si realmente también deseará aquello, en algún punto de su ser la idea sería hermosa y tentadora. Se encuentra serio viéndole ponerse en posición fetal, de alguna manera ahora se siente responsable por esto, ¿esta sería su forma de reaccionar al sentir que fue demasiado entrometida o atrevida con su pregunta? No es algo adecuado autocastigarse, y realmente no le agrada ver a la muchacha así, de lo visto hace nada prefiere verla aunque cansada risueña y eso es todo.
Gael coloca una palma sobre el brazo de la mujer y le observa directamente, no suele hacerlo porque no sabe hacerlo, porque jamás ha tenido la oportunidad de preocuparse por aconsejar a alguien, o entregarle palabras de aliento, de mejora, pero, puede intentarlo, tal vez con los años muchos de sus consejos se hayan perdido en él mismo, por qué no compartirlos ahora con ella * Los problemas que sus padres tuvieran no son de su incumbencia señorita, no son culpa suya y no son algo que usted deba lamentar, los esposos jamás son perfectos y las esposas tampoco, nada es perfecto, los cuentos que seguro alguna vez le leyeron sobre el amor cuentos nada más son, la vida tampoco es perfecta, es bueno que lo sepa, su madre tal vez sus razones tuvo, si se arrepintió o no eso queda en ella, pero su padre fue sorprendemente bondadoso y realmente sincero con sus sentimientos, eso lo aplaudo, yo jamás podría perdonar una cosa así, no lo sé. Pero le recomiendo no vivir con miedo por un ejemplo de miles otros más, no significa que porque vio algo así de cercano le tendrá que volver a ocurrir o le tenga que ocurrir a todo el mundo, los problemas en el amor son miles, incontables, aunque no los conozco en carne propia sé lo terribles que pueden llegar a ser, mi mejor consejo es que no viva con temor a ser lastimada, porque lo único que le hará es limitarse a ser usted misma, a abrirse a los demás * tal vez lo último en parte sería una gran enseñanza para él mismo, pero por lo citado antes, con él muchos de sus propios consejos se han perdido, por cabeza hueca o por testarudo, pero nunca es tarde, nunca es tarde * Yo no tengo amigos, ni amigas, ahora tengo una aprendiz que es una señorita agradable, educada y de buen sentir, pero que está cansada, le ofrezco una habitación para que descanse, le repito que no es ninguna molestia aquí su presencia, es todo lo contrario, mi culpa por insistir en que se quede sin ser considerado con su estado físico, déjeme recomponer mi falta con esto, puedo darle de cenar si tiene hambre otra vez * aunque fuera mentirá él ya la tiene, y es así, de apetitivo voraz, en muchos sentidos de la palabra.
Gael- Licántropo Clase Media
- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 10/04/2013
Localización : París
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Mucho gusto [Deirdre]
Ahora era pena la que estaba embargando por completo el cuerpo, pero sobretodo el pecho de aquella pequeña de sólo dieciocho años. Nunca antes se había comportado de esa forma, jamás había dicho lo que su corazón guardaba, para nada, muy por el contrario, se trataba de un frasco guardando sentimientos, recuerdos, y pensamientos, sin posibilidad de volver a abrirse, sin querer compartir aquella información con él mundo. Así era ella. Aunque pareciera una joven segura, que en muchas situaciones se comportaba así, era frágil, temerosa, como aquel pequeño que teme dar sus primeros pasos, hasta que por fin toma la confianza de ir hacía adelante. Probablemente todos esos años le habían faltado abrazos, besos, palabras de consuelo, se encerró en un mundo de cuentos de hada, en una burbuja de cristal donde nadie podía pasar, y que claramente es demasiado frágil, en cualquier momento se puede romper, pero para ella las cosas no son así, es decir, cree que jamás alguien podrá romper ese circulo. Lo que puede asegurarse es que una parte de aquel muro, barrera, o como quieran llamarle se a roto, pues le ha contado algo demasiado intimo, lo que la torturaba demasiado por dentro, lo que le había llevado a inseguridades que ni siquiera debían de ser suyas. Ella, una pobre chica de campo, pues ni siquiera gustaba de la ciudad, del bullicio y esas cosas, quería poder tener la confianza, pero sobre todo la certeza de que alguien estaría ahí, en el mundo, esperando darle amor, ella dispuesta a darle lo necesario ¿Acaso eso era mucho pedir? No, definitivamente no. La cuestión es saber diferenciar lo bueno de lo malo, y quienes valdrán la pena, y los que no, de eso se trata y tratará la vida de ahora en adelante, no hay más. ¿Por qué Gael había entrado entonces a su vida? ¿Por qué? ¿De que se trataba ese destino cruel? ¿Acaso era Dios el que se lo mandaba? Quizás, pero podía dudarlo un poco, porque lo podía tener permitido, después de tantas negaciones el intermedio es un gran avance.
- Siempre he escuchado que muchas tendencias de los padres ocurren en los hijos, quizás por eso me da miedo que pueda enamorarme de alguien que me es infiel, es decir, repetir patrones - Suspira mordiendo con fuerza su labio inferior para calmarse, para evitar volver a bostezar, se priva aquel gesto pero las lagrimas del cansancio se hacen presentes, de verdad está buscando la manera de poder robar un poco de energía de lo que sea. Sus ojos se cierran repetidas veces - Supongo tengo que dejar de lado todo ese dolor, o ese miedo, quizás el primer paso sea contarlo ¿no? - En su rostro se mostró una sonrisa cargada de burla para ella misma, pues no tenía idea para nada de las cosas, ella no ha leído libros sobre superación, sabía que había muchos en la biblioteca, su amigo el bibliotecario le había contado de ellos, pero todos estaban mayormente empolvados porque toda la gente se creía lo suficiente como para pasar cualquier problema, probablemente le pediría algunos tips a su amigo el anciano. Dejaría un rato los libros de fantasía - Dígame Gael, ¿usted vive su día con plenitud o algo lo hace quedarse estancado? ¿Que cree que sea? ¿Tiene solución? Bueno, sino quiere comentarlo también está en todo su derecho. - Le dedicó una sonrisa muy muy tenue, pues la oscuridad del sueño se estaba manifestando, envolviendo aquel cuerpo en pesadez, ni siquiera ella quería ya cargar con su propio pero, y eso que estaba delgada. - Aunque no lo crea, tengo frío - Le aceptó, y es que es cierto, los licántropos suelen tener la temperatura muy elevada, pero cuando volvían a ser humanos, padecían, no a grandes escalas, pero lo sufrían igual. La chica giró su rostro para ver la pequeña chimenea, muy bonita por cierto - ¿Podemos encender la chimenea? - Preguntó apenas en un susurro, esa no era su casa, claro que no lo haría sin antes pedir permiso.
- No tengo hambre - Vil mentira, en realidad si tenía pero no deseaba ponerlo a trabajar, y lo cierto es que su cansancio es más grande que su hambre, así que prefiere pasar de eso, aunque rápidamente se pone de pie - ¿Donde puedo tomar una manta? Así me acomodo un rato mientras le veo cenar, y así le hago compañía ¿puedo tomar una de la habitación donde tome el vestido? - Ni siquiera esperó respuesta y con toda la confianza del mundo se caminó hasta la habitación aquella, a la que ni siquiera le había puesto atención en su momento por timidez. Por sentir que invadía el espacio. Cuando se adentró observó grandes cajones, con cuidado abrigo uno por uno, al final de un mueble encontró una gran frazada, antes de salir, la chica observó que el lugar estaba excesivamente empolvado, que las cosas parecían muy viejas, que no cuadraba la idea de que fueran de él, lo que le hizo intuir eran de sus padres. Quizás él seguía aferrándose a algún pasado. Salió de aquella habitación caminando con tranquilidad hasta volver al gran sillón, se había envuelto en la sabana y se dejó caer en el sofá, pero aun echa bolita. - Ande cocine, que yo esperaré aquí - Dos bostezos más salieron de lo más profundo de su ser, ella estaba tan cansada. Cerró los ojos de nuevo, pero para su mala suerte no los volvió a abrir más, el cansancio la consumió, el sueño la hizo perderse por completo. Sus labios se separaron dejando salir el aire caliente de su naturaleza, se veía tranquila, demasiado pacifica, como que en paz, su figura estaba envuelta en aquella sabana la cual no parecía querer separarse. De una cosa estaba segura, Gael, ese hombre al que había conocido, no, jamás le haría daño.
- Siempre he escuchado que muchas tendencias de los padres ocurren en los hijos, quizás por eso me da miedo que pueda enamorarme de alguien que me es infiel, es decir, repetir patrones - Suspira mordiendo con fuerza su labio inferior para calmarse, para evitar volver a bostezar, se priva aquel gesto pero las lagrimas del cansancio se hacen presentes, de verdad está buscando la manera de poder robar un poco de energía de lo que sea. Sus ojos se cierran repetidas veces - Supongo tengo que dejar de lado todo ese dolor, o ese miedo, quizás el primer paso sea contarlo ¿no? - En su rostro se mostró una sonrisa cargada de burla para ella misma, pues no tenía idea para nada de las cosas, ella no ha leído libros sobre superación, sabía que había muchos en la biblioteca, su amigo el bibliotecario le había contado de ellos, pero todos estaban mayormente empolvados porque toda la gente se creía lo suficiente como para pasar cualquier problema, probablemente le pediría algunos tips a su amigo el anciano. Dejaría un rato los libros de fantasía - Dígame Gael, ¿usted vive su día con plenitud o algo lo hace quedarse estancado? ¿Que cree que sea? ¿Tiene solución? Bueno, sino quiere comentarlo también está en todo su derecho. - Le dedicó una sonrisa muy muy tenue, pues la oscuridad del sueño se estaba manifestando, envolviendo aquel cuerpo en pesadez, ni siquiera ella quería ya cargar con su propio pero, y eso que estaba delgada. - Aunque no lo crea, tengo frío - Le aceptó, y es que es cierto, los licántropos suelen tener la temperatura muy elevada, pero cuando volvían a ser humanos, padecían, no a grandes escalas, pero lo sufrían igual. La chica giró su rostro para ver la pequeña chimenea, muy bonita por cierto - ¿Podemos encender la chimenea? - Preguntó apenas en un susurro, esa no era su casa, claro que no lo haría sin antes pedir permiso.
- No tengo hambre - Vil mentira, en realidad si tenía pero no deseaba ponerlo a trabajar, y lo cierto es que su cansancio es más grande que su hambre, así que prefiere pasar de eso, aunque rápidamente se pone de pie - ¿Donde puedo tomar una manta? Así me acomodo un rato mientras le veo cenar, y así le hago compañía ¿puedo tomar una de la habitación donde tome el vestido? - Ni siquiera esperó respuesta y con toda la confianza del mundo se caminó hasta la habitación aquella, a la que ni siquiera le había puesto atención en su momento por timidez. Por sentir que invadía el espacio. Cuando se adentró observó grandes cajones, con cuidado abrigo uno por uno, al final de un mueble encontró una gran frazada, antes de salir, la chica observó que el lugar estaba excesivamente empolvado, que las cosas parecían muy viejas, que no cuadraba la idea de que fueran de él, lo que le hizo intuir eran de sus padres. Quizás él seguía aferrándose a algún pasado. Salió de aquella habitación caminando con tranquilidad hasta volver al gran sillón, se había envuelto en la sabana y se dejó caer en el sofá, pero aun echa bolita. - Ande cocine, que yo esperaré aquí - Dos bostezos más salieron de lo más profundo de su ser, ella estaba tan cansada. Cerró los ojos de nuevo, pero para su mala suerte no los volvió a abrir más, el cansancio la consumió, el sueño la hizo perderse por completo. Sus labios se separaron dejando salir el aire caliente de su naturaleza, se veía tranquila, demasiado pacifica, como que en paz, su figura estaba envuelta en aquella sabana la cual no parecía querer separarse. De una cosa estaba segura, Gael, ese hombre al que había conocido, no, jamás le haría daño.
Deirdre Cárthaigh- Licántropo Clase Media
- Mensajes : 41
Fecha de inscripción : 14/07/2012
Edad : 34
Re: Mucho gusto [Deirdre]
Un miedo bien fundado, pero tonto a la vez, Gael tan solo puede analizar así la situación, un dicen no es una prueba suficiente, un dicen no puede detener una vida, lo encuentra irracional más lo comprende, muchas cosas en la vida suelen trabar los sueños y deseos de las personas, incluso los acontecimientos más tontos del mundo, es triste, incluso él mismo ha experimentado algo así pero no por un acontecimiento, sino por su propia realidad en total, algo que no cualquiera sentiría por suerte para todos ellos, probablemente un consejo ayudaría bastante a la joven lupina, él problema es que él no es el mejor con los consejos, en teoría en su mente sabe que decir, tiene todo pensado, pero expresarlo hacia ella es lo complicado, tiene el don del habla eso es verdad, sin embargo se le hace complicado en este tipo de situaciones, en las que incluso siente que otros deberían poder solucionarlo ellos mismos así como alguna vez lo hizo, pero también entiende que no todos son iguales, que no todos pueden dar los mismos pasos, que algunos se derriban solos con cosas que otros no, no hay caso con ello. Probablemente la muchacha pasó muy malas experiencias con todo eso que menciona, ¿podría ser intolerante? Tal vez, suele ser muy exigente consigo mismo por eso exige al resto también, pero no puede hacerlo con todos, no puede pedir lo mismo por todos, es algo que tal vez le cueste pero siempre lo va a intentar por bien de todos en general. Demasiadas vueltas y demasiado silencio, solo le estuvo haciendo sin hacer nada más que quedarse petrificando razonando, la vista perdida toma punto fijo en el rostro de la joven mujer, observa profundamente a la muchacha, le nota muy cansada y abatida, física y anímicamente, eso no le gusta demasiado, es extraño ver apagada a una llama que al estar flameando irradia muchos sentidos, le ayudará a reponer eso o al menos es su meta ahora mismo * Nunca tenga miedo a vivir, porque si le teme a la vida jamás, nunca podrá disfrutarla, nunca se limite porque se perderá de algo, y como recomendación final ya le digo que los errores de otros o las experiencias de otros no influyen en el resto, y no creo que los lazos sanguíneos vayan a traspasar una maldición o ese tipo de situaciones de puro azar de vida, despreocúpese, ni se predisponga o sugestione respecto a ello, se llena de angustia gratis e innecesariamente * las cosas claras para él respecto a eso en realidad, ojala ella también obtenga un poco de esa claridad.
Una vez más el hombre se queda sin saber que decir, ¿por qué ella siempre preguntaba esa clase de cosas? Siempre preguntas profundas, parecía algo fuera de lugar, pero le gustaba, pues la charla se volvía interesante, muy interesante. Agradable y diferente, ya que las personas no suelen preguntar cosas tan por decirlo “diferentes” pero bueno que va a saber él, si su capacidad para socializar esta reducida a personas que no pasan los dedos de su mano, mientras no sea ofensivo o algo negativo lo va a dejar pasar porque no es nada malo, sin embargo responder algo así tal vez sea muy apurado en este momento, pero puede hacer el intento * No creo que algo me haga estancarme o que algo me retenga, sin embargo pienso que algunas cosas no estoy haciendo, o logrando, o tal vez dejando de experimentar, no lo pienso realmente estoy convencido de que es así, y han sido muchos años los que han pasado, creo que si soy honesto realmente genera eso llamado “nostalgia” y el sentir que has desperdiciado algo que no volverá, creo que eso sería todo * al menos algo tenía que tener claro él. Le sorprende que la mujer no tuviera hambre, probablemente estaría diciéndolo por el simple hecho de no querer incomodar más algo sin razón para él pues ya le dijo antes que no le incomoda, por el contrario, sin embargo le sorprende más que le diga que tiene frio, si de verdad que le sorprende, la raza suele tener mucha resistencia, pero parece que pueden existir excepciones, un buen fuego es tan simple de hacer, ¿por qué no? Está a punto de levantarse cuando la ve a ella alejarse, como primera reacción se sorprende bastante pero al no molestarle la deja, esa habitación es parte del pasado que no va a dejar al parecer en un buen rato pero no es algo que sienta que debe ocultar o algo demasiado sagrado como para alguien más lo vea, pues sabe que los ancianos tenían siempre esa mentalidad de ayudar a los pobres y a los desvalidos así no tuvieran donde caerse muertos ellos.
Tras quedarse unos segundos en paro se levanta para para tomar un poco de la leña fina que tenía cortada a la perfección para ese tipo de situaciones, la verdad es que no lo ocupa demasiado pero en invierno siempre es bueno para mantener la costumbre del sentir caliente y confortable, no se percata para nada de lo que la muchacha hace mientras él está realizando su cotidiana labor, puede sentir la madera chirrear por causa ajena ignorando la propia, le siente atrás pero continua con lo suyo, coloca la leña dentro de la precaria chimenea. Toma la piedra y su pequeña navaja y la golpea constantemente para generar chispa sobre la pequeña yesca que puso antes sobre los finos maderos, no sería un fuego muy grande pero sería justo y suficiente para esto, una vez el fuego enciende la escucha hablar, gira un poco el rostro para verle recostada, a este paso cómo le daría de comer si piensa quedarse ahí tirada, pero continua ahí y coloca las piedras grandes para separar las brasas de la madera de la cabaña, algo exagerado tal vez pero Gael es así, precavido con cada detalle, no le gustan las sorpresas, bueno, no todo tipo de sorpresas, esta era divertida incluso, ¿así de rápido caen en sueño las mujeres? Cosa nueva para él, cada día se aprende algo nuevo, es un hecho real. Se acerca a ella analizando la situación, no es un lugar demasiado cómodo para dormir pero tiene hambre, así que intentará no despertarle. Los minutos pasan y el termina su comida recién preparada, la mujer sigue dormida, no le parece adecuado, se acerca a ella y la toma en brazos suavemente, sin despertarla, camina hacia su habitación junto con ella y la recuesta sobre la gran cama de dos plazas. Él por su parte se recuesta sobre el cómodo y viejo sofá que se encuentra a un costado de la cama, siendo honesto también se encontraba algo cansado, no quería despertarla y ya estaba oscuro para salir, además la mujer ya estaba profundamente dormida como para salir a describir direcciones y demás. Pronto el licántropo también se duerme, las horas pasan, y probablemente la luz llegue muy pronto.
Gael- Licántropo Clase Media
- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 10/04/2013
Localización : París
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Mucho gusto [Deirdre]
Deirdre había entrado a esa etapa en dónde toda consciencia se pierde. La obscuridad se apoderó de ella por completo, la abrazó en un sueño profundo, el cansancio había ya causado demasiados estragos en ella, ni siquiera midió el momento, según ella resistiría lo necesario para no dormirse o incomodar al hombre, para su mala suerte su plan no tuvo resultados, pues ya no había vuelta atrás. Su figura se acurrucó en aquel sillón, flexión un poco sus piernas, la tela blanca de su vestido se corrió un poco dejando ver sus piernas, pero no demasiado más de lo permitido. Aquel sillón le parecía muy cómodo. La joven se había perdido tanto en su sueño que no tomó en cuenta cuando la cambió de lugar, mucho menos cuando la recostó en aquella cama. La joven se recostó de medio lado, se acurrucó a su lado, la ventaja de estar con otro hombre lobo es que su calor era cómodo, no tardó demasiado en colocarse demasiado cerca de él, al grado de colocar una de sus manos en el pecho ajeno. Aquello era demasiado perfecto, si estuviera consiente seguramente le habría agradecido, o tal vez estaría roja de la vergüenza que le hubiera dado el haberse quedado dormida, pero la joven ya había resistido demasiado, recordó que en su primer luna llena, después de todo el proceso, cuando su cuerpo había vuelto a su estado humano la joven duró casi dos días dormida por la cantidad de energía que había gastado. La chica de verdad esperaba que él le diera crédito por lo mucho que había resistido. Sin embargo el sueño ahí seguía, y ahí seguiría, pues la joven no despertaba, y de algo se estaba seguro, ella no despertaría hasta la mañana siguiente. Las horas pasaron, ella no cambiaba de posición, se sentía cómoda, era extraño, pero estaba muy cómoda, la ventaja es que ella no sabia que estaba durmiendo con un desconocido, por lo que en su mente no había miedo, vergüenza o inseguridad, no al menos hasta esos momentos, o hasta el amanecer.
El tiempo había pasado, la joven había sido silenciosa durante sus horas de sueño, ni siquiera se había escuchado su respiración, había sido un pequeño ángel, aunque en realidad aquello no existía, o ella no lo creía posible. Los primeros rayos del sol golpearon sus ojos, el calor, que ahora lo resistía en mayor proporción le empezaron a fastidiar por la luz que emitía. Comenzó a parpadear hasta que por fin se acostumbró a la luz. La imagen que tenía frente a ella le pareció excesivamente extraña, no recordaba aquellos tallados en el techo de su casa, estaba tan desorientada que no recordaba en que momento se había quedado dormida en aquella casa que por supuesto no era la suya. Observó de un lado a otro, movía simplemente su cabeza, entonces se dio cuenta, todo comenzó a aparecer, la jovencita estaba recostada en la cama de Gael, de aquel hombre que había sido su héroe una noche anterior, y que por supuesto sabía no le había hecho nada y que estaba muy agradecida. Inevitablemente movió su cuerpo con lentitud intentando escapar de las sabanas, del cuerpo ajeno, y de la cama, pero para su mala suerte el chillido que emito al levantarse de aquel lugar fue inevitable, la joven se quedó parada frente a la cama, observando al hombre, se veía tan tranquilo que le fue inevitable no sonreír, sintió la necesidad de acariciarle el rostro, aquellas rasposas mejillas por que la barba ya comenzaba a salir. Se contuvo, la mujer no podía atreverse porque apenas y lo conocía, ¿que pasaba si le molestaba? además ella no podía ser tan confianzuda, para nada, debía comportarse, pues su madre de verla de esa forma se habría sentido decepcionada. La joven cerró los ojos, y cuando los volvió a abrir el hombre la miraba y sus mejillas ya estaban más que sonrojadas, de hecho tragó saliva con mucha fuerza y sus manos se juntaron en su regazo, bajó un poco la mirada, pero no evitó sonreír, estaba cómoda con él, no podía ocultarlo.
- Buenos días, señor Gael - Comentó con una sonrisa amplia - Es mi segundo amanecer con usted, y la primer noche juntos, ¿cuántas más tendremos? - Suspiró, después se acercó a la cama para sentarse, acarició un poco las sabanas, sonriendo en realidad, había pasado una excelente noche, de hecho no recordaba desde cuando no dormía de forma tan segura. - Creo que ya le he dado demasiadas molestias, espero no se moleste, pero es momento de que yo vaya a casa, quizás mi madre vaya a verme está noche, no lo sé, no quiero preocuparla demasiado, espero me pueda comprender - Le miró por unos momentos, después giró su rostro y se volvió a poner de pie - Si desea puede quedarse a descansar, yo ya me sé el camino - Se inclinó un poco, su cuerpo se acercó hasta encontrarse con la mejilla masculina, fue en ese momento donde le dio un beso, uno tronado, delicado y dulce en su mejilla, como muestra de agradecimiento, la chica estaba feliz ¿Por qué demonios él la hacía tan feliz? Suspiró al separarse - De verdad, muchas gracias - Volvió a decir, pero está vez se separó del joven. Lentamente salió del cuarto, no sólo eso, también avanzó, y cuando estuvo a punto de salir de la casa observó la cocina. ¿De verdad tenia que irse tan temprano? Seguramente podría quedarse unos minutos más darle el desayuno, como agradecimiento, claro, además no le molestaba cocinar, mucho menos a él.
El tiempo había pasado, la joven había sido silenciosa durante sus horas de sueño, ni siquiera se había escuchado su respiración, había sido un pequeño ángel, aunque en realidad aquello no existía, o ella no lo creía posible. Los primeros rayos del sol golpearon sus ojos, el calor, que ahora lo resistía en mayor proporción le empezaron a fastidiar por la luz que emitía. Comenzó a parpadear hasta que por fin se acostumbró a la luz. La imagen que tenía frente a ella le pareció excesivamente extraña, no recordaba aquellos tallados en el techo de su casa, estaba tan desorientada que no recordaba en que momento se había quedado dormida en aquella casa que por supuesto no era la suya. Observó de un lado a otro, movía simplemente su cabeza, entonces se dio cuenta, todo comenzó a aparecer, la jovencita estaba recostada en la cama de Gael, de aquel hombre que había sido su héroe una noche anterior, y que por supuesto sabía no le había hecho nada y que estaba muy agradecida. Inevitablemente movió su cuerpo con lentitud intentando escapar de las sabanas, del cuerpo ajeno, y de la cama, pero para su mala suerte el chillido que emito al levantarse de aquel lugar fue inevitable, la joven se quedó parada frente a la cama, observando al hombre, se veía tan tranquilo que le fue inevitable no sonreír, sintió la necesidad de acariciarle el rostro, aquellas rasposas mejillas por que la barba ya comenzaba a salir. Se contuvo, la mujer no podía atreverse porque apenas y lo conocía, ¿que pasaba si le molestaba? además ella no podía ser tan confianzuda, para nada, debía comportarse, pues su madre de verla de esa forma se habría sentido decepcionada. La joven cerró los ojos, y cuando los volvió a abrir el hombre la miraba y sus mejillas ya estaban más que sonrojadas, de hecho tragó saliva con mucha fuerza y sus manos se juntaron en su regazo, bajó un poco la mirada, pero no evitó sonreír, estaba cómoda con él, no podía ocultarlo.
- Buenos días, señor Gael - Comentó con una sonrisa amplia - Es mi segundo amanecer con usted, y la primer noche juntos, ¿cuántas más tendremos? - Suspiró, después se acercó a la cama para sentarse, acarició un poco las sabanas, sonriendo en realidad, había pasado una excelente noche, de hecho no recordaba desde cuando no dormía de forma tan segura. - Creo que ya le he dado demasiadas molestias, espero no se moleste, pero es momento de que yo vaya a casa, quizás mi madre vaya a verme está noche, no lo sé, no quiero preocuparla demasiado, espero me pueda comprender - Le miró por unos momentos, después giró su rostro y se volvió a poner de pie - Si desea puede quedarse a descansar, yo ya me sé el camino - Se inclinó un poco, su cuerpo se acercó hasta encontrarse con la mejilla masculina, fue en ese momento donde le dio un beso, uno tronado, delicado y dulce en su mejilla, como muestra de agradecimiento, la chica estaba feliz ¿Por qué demonios él la hacía tan feliz? Suspiró al separarse - De verdad, muchas gracias - Volvió a decir, pero está vez se separó del joven. Lentamente salió del cuarto, no sólo eso, también avanzó, y cuando estuvo a punto de salir de la casa observó la cocina. ¿De verdad tenia que irse tan temprano? Seguramente podría quedarse unos minutos más darle el desayuno, como agradecimiento, claro, además no le molestaba cocinar, mucho menos a él.
Deirdre Cárthaigh- Licántropo Clase Media
- Mensajes : 41
Fecha de inscripción : 14/07/2012
Edad : 34
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Hoooooooooooooooolllllllllaaaaaaaaaaaaaaa!!!! mucho gusto ^-^
» Mucho gusto.
» Hace mucho, mucho tiempo...(Sophia)
» Deirdre ID
» Deirdre ID || 75%
» Mucho gusto.
» Hace mucho, mucho tiempo...(Sophia)
» Deirdre ID
» Deirdre ID || 75%
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour