Tú eres mía, que te quede claro [Privado]

por **Kóen Von Rotbury** Sáb Abr 13, 2013 10:05 am

No es de mi ser malo, tampoco ser un hombre que haga daño a las personas, pero esa familia se lo busco. Esa familia quiso que los lastimara y que forma atrapando a la que estaban buscando esos inquisidores, en mis lejanos momentos -Al tener quince años- Me dedique a ese trabajo, como condenando, pero me echaron a patadas por ser un hombre lujurioso, un hombre que solo pensaba en una cosa: Sexo. Claro, ¿A quien no le gusta el sexo? A mi me encanta y si pudiera no saliera de los burdeles. Me gusta acostarme con quien sea ya sea hombre o mujer, si me tachan de pervertido, libertino, casanova haya ellos, yo, yo soy un hombre que solamente quiere divertirme a lo grande antes de morir, que tal si mañana me muero cayendo de una piedra, no, nadie sabe lo que le puede deparar el destino y yo no estaré sentado observando.

Fui al campamento gitano junto con los demás inquisidores, mis amigos, ellos a veces me dejaban ir a sus misiones sabiendo que con mi ayuda podían resolver la cosas, nunca pensaron que me echarían del cuartel pero mientras ellos me dejen todo bien. Al ir a ese lugar mire a una muchachita, sabía que ella lo estaban buscando pero atraparon otro que no pescaba en esta red. Así que sin decir nada, me fue atrás de ella robandola, sin escuchar a la mujer que estaba gritando que no se la llevaran ni esta muchacha en el trascurro del camino se había querido escapar dos veces pero la dormí, y ahora se encuentra en la celda destinada para ella. Era esta jovencita que estaban buscando pero yo la encontré primero y no me la robaran, desde este momento ella es mía y de nadie más. Sin levantarme de mi cama, miré hacia la ventana todavía era temprano para ir con ella. Cuando baje el sol completo iré y me conocerá, cerré los ojos durmiendo un poco.

por **Nayru/Kale Wellsh** Sáb Abr 13, 2013 10:43 am

Could it be...or not...
May it be...or it’s an illusion...
I thought watching my parents calling us in a long distance…from the camp…

No se suponía que ahora estaban bien. Hacía días que veía a su hermana algo decaída. Era obvio, se había enamorado del mayor que ahora estaba comprometido con una de las gitanas del campamento. Aquella gitana le caía bien, pero no aquel hombre que hacía estragos al ánimo de su hermana, pero que en cualquier caso, su hermana seguía saliendo y entrando en el campamento como si nada. Sabía adónde iba pues parecía sentirse de allí que del campamento.

Bien pensó en que debería de esperarla a que llegara al campamento de nuevo para ir donde los demás estaban comenzando a cenar frente a la fogata, contarían historias y cosas así para poder entretenerse cada uno y así pasar una noche como otra cualquiera. Seguía esperando a su hermana, entonces fue cuando la vio finalmente llegar al campamento, traía consigo mucho dinero que metió en una bolsa donde guardaban algunos ahorros para ambas y poder seguir con la búsqueda que no dejaban de hacerla. Estuvieron hablando, y Záfana se adelanto a la cena, vio por entremedias de la tela que sonreía un poco, aquello le gusto y justo cuando se decidió a salir para juntarse con los demás, el campamento comenzó a revolverse, caballos entraron por doquier del campamento para acorralarlos a todos, algunos los pusieron en línea, gritos, Nayru se escondió dentro de la tienda en silencio, sin hacer mucho ruido, comenzaba a estar muy asustada si seguía mirando, tenía que mirar hacia la bolsa y tomar algo de dinero por si escapaba, pero sin preverlo, debido a lo asustada que estaba, fue atrapada por las garras de un hombre de cabellos rubios, con ojos claros y una sonrisa cínica a lo más que arrogante. Nayru comenzó a defenderse como pudo, a llorar sin poder evitar ser llevada con aquel hombre a cuestas de su hombro.

Grito en romaní antiguo el nombre de su hermana y la ayuda que pedía con todas sus fuerzas, fue sentada sobre el caballo de aquel hombre que finalmente se dispuso a abandonar el campamento y a ella alejarla del calor de su hermana. Era su única familia o lo poco que sabía de sus padres. De algún modo sentían que estaban vivos, pero volviendo a la realidad, esta pataleo y se bajo dos veces del caballo que la montaba, huyendo hacia el campamento de nuevo, pero lo siguiente fue que su mente y cuerpo se convertían en peso de plomo dejándola dormida sobre el pasto del bosque entre hojas de otoño y parte de la hierba del bosque.

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Podrían haber pasado un poco más de una hora...no supo cuanto paso cuando se despertó y descubrió que estaba alrededor de una celda de cuatro paredes de piedra, sentada sobre un montón de heno y ver que tenía unas cadenas en las manos y en los pies. Comenzaba a asustarse, por lo menos pudo ponerse de pie y asomarse por el marco de la ventana viendo que el sol se escondía de ella, dejándola sin su calidez y dejándola en un nuevo mundo que podría estar lleno de frialdad. No estaba preparada. Se volvió a sentar en el montón de heno, junto las rodillas contra su pecho y solamente, a partir de ese momento, el llanto angelical de una joven de 17 años, comenzó a resonar en el eco de aquella celda.

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