Adelaide of York

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Es rubia como el sol de ojos azules como el agua, su belleza se traduce a cualquier idioma de Europa siendo totalmente obvia. Tiene buen busto, raro para las mujeres británicas, el cual luce en Francia con total libertad entre ajustados corpiños que develan más de su silueta que los mucho más sosos y reservados vestidos británicos. Mide 1.60 así que es una mujer alta para su época. No es una mujer puritana (en el sentido más medieval de la palabra), trata de divertirse como toda dama que se aleja de su familia, Francia es un nuevo mundo para descubrir en el que de seguro no tendrá mucho tiempo antes de volver a casa con sus responsabilidades. Es una persona en general abierta a conocer gente, gran conversadora y curiosa; cosas que sabe disimular muy bien en presencia de sus mayores con los cuales es una mujer representante de su alta cuna, de modales y comportamiento impecable.

HISTORIA

Adele, Addie o ‘petit’ para su abuela francesa nació en una de las más altas cunas del gran imperio Británico. Hija del duque de York y su esposa, la duquesa; nieta de una amorosa abuela de la alta alcurnia francesa. En cuna de oro creció con nodrizas, niñeras y tutoras como hija única de la familia, heredera del ducado y joya de Yorkshire donde su belleza no es poco apreciada. Creció jugando con vecinas y primas, algunos primos llenaron sus días de aventuras osadas en los jardines de palacio donde su curiosidad la llevó por caminos peligrosos para una dama, aprendió a trepar árboles en un verano, en el siguiente a pescar. Fue instruida en francés, latín, lectura, escritura, literatura clásica, piano, canto, violin… Sus padres nunca la presionaron demasiado pero ella sabía las altas espectativas de sus amorosos padres por lo que siempre se presionó por llegar a ser proficiente en todas esas áreas. A la edad de 13 años ya era una dama perfecta la cual tenía la capacidad de tener conversaciones elaboradas y largas con cualquiera de sus padres.
Pronto pasó de la literatura a la filosofía motivada por una curiosidad voraz. No podía conocer el mundo a través de sus ojos así que lo lograba con los libros. A sus 15 años fue presentada en la corte oficialmente, conoció a los reyes, condes y demás partícipes del círculo más cercano a la corona. Su belleza se convirtió en una leyenda dentro de la corte. Pronto las propuestas de matrimonio empezaron a llover a puertas de la familia. Su padre se tomó todo el tiempo del mundo para decidir a quién entregarle la mano de su hija y en algún momento entregarles el palacio de York. Uno tras otro los pretendientes fueron evaluados… Ella mientras tanto temía quedarse envuelta en la corte de Inglaterra y no salir jamás.
Al final en el verano de su 18avo cumpleaños el nombre del hombre que iba a cambiar su vida se reveló: Geoffrey Wesexx, segundo hijo del Conde de Wesexx. Adele no supo como reaccionar, si con felicidad o lágrimas al verse enjaulada como un ave en Londres. Triste y desconsolada escribió a su abuela una carta llorando la pérdida de su oportunidad para conocer el mundo.
Un mes después llegó la temida visita, Geoffrey conocería a su prometida, y ella conocería a su captor. Con miedo ató la cinta de su moño, respire tan profundo como su corpiño lo permitió y bajó al encuentro de su futuro esposo. Luego de almorzar, cenar, conocer a sus futuros suegros, promesas de hijos hermosos y palacios a orillas de ríos el día terminó. Geoffrey no estaba tan mal, se repitió una y otra vez hasta quedarse dormida. Al día siguiente llegó una carta de Franca, para celebrar su compromiso su abuela la había invitado a pasar cuatro meses en sus propiedades, ella sabía porque, su abuela quería darle una última oportunidad de conocer el mundo antes de casarse y dedicarse al hogar…

DATOS EXTRA

-Es católica protestante.
-Le gustan poco los gatos, incluso tiende a tenerles miedo.
-Tiene un pequinés que lleva a todas partes.

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