Las apariencias lo son todo (Danna Dianceht + libre)

De nuevo, había sido una de las primeras en acudir a la fiesta, lo que en verdad me beneficiaba, ya que así, podría retirarme más pronto de esa aburrida fiesta, en la que todos entre nosotros nos conocíamos. Mi dorado vestido, hecho a mano, caía en un elegante tallado, con detalles de rosas, y así la espalda al descubierto, ya que el vestido por la parte de la espalda, tenía un trozo sin tela alguna, en la que mostraba mi bella columna y todo de ella. Solo llegar me había envuelto grandes e insulsas personalidades, y aún estaba ahí.

-Duquesa, y hasta cuándo tendremos la gracia con contar con su adorada presencia?- me preguntó en una sonrisa, uno de los jóvenes de clase alta, con quien me encontraba en ese preciso instante hablando. Era el protegido de un buen amigo mío de la ciudad, por lo que había sido cortes y había accedido a conocer a su protegido, el que además, era un joven cortes, elegante, caballeroso, y bello, solo le faltaba ese algo que hacía que todas las chicas, se lanzaran a sus pies– Supongo, que una temporada más, todo y que tengo ganas de volver a mis queridos campos y bosques de Escocia, esta tierra también tiene su particular encanto- conteste devolviéndole la sonrisa. - ¿Tantas ganas tiene ya de dejarnos, madeimoselle?- Negué con la cabeza- ¡oh no! para nada, simplemente son mis deberes de Duquesa de ese parisiaco lugar en el que tengo y debo tomar en cuenta mis responsabilidades.
-Yo no podría tener su voluntad, soy más de romper reglas- confesó en una sonrisa. Le miré taciturna y le sonreí de lado – Entonces hemos tenido suerte de que el duque no sea usted, y la duquesa sea yo- mi tono sonaba irónico, en broma, temí que se lo hubiese tomado mal, pero bajo mi errada sospecha, se río – No puedo negarme ante sus palabras, supongo que como siempre, mi querida duquesa tiene razón en todo...- me cogió de la mano y me beso el dorso, intentando seducirme. Le sonreí, pero en el fondo, solo quería encontrar algún pretexto con el que salir de esa situación y dejar de lado al joven caballero.
 
Al rato, encontré la escusa perfecta, tras que una chica, viniera buscándolo, reclamando su atención para ella. Le dejé irse, con una complaciente sonrisa, tras el giro acontecido, y me dirigí a donde estaba la barra del bar – Una copa de champan Borguit le Rosé, por favor- el camarero me lo llevó, rápidamente – Aquí lo tiene, madeimoselle- asentí agradecida y con la copa en la mano, me dirigí a un rincón donde una joven chica, desconocida, se recostaba contra la pared.

- La primera vez que acude a una fiesta así?- le pregunté al llegar a su lado.

Su actitud no parecía ser la de las damas de la fiesta, así como me había fijado que desde su entrada, con muy pocos había hablado. Su vestimenta era el correcto, pero al no establecer contacto con los demás, levantaba sospechas. Observé su mirada fija en las chicas que con los ojos devoraban a los jóvenes príncipes, condes y duques de la fiesta. Sonreí y bebí un sorbo de mi copa. Hablé de nuevo solo cuando, las burbujas del champan, hubieron pasado por mi garganta.- Siempre mirando, y luego nada, no se atreven ni con los jóvenes mas inexpertos en las artes de la seducción...-comenté por lo bajo, en una sonrisa – Por cierto, soy Danna Dianceht- me presenté en una ligera reverencia.
 
A nuestro alrededor, todo seguía igual, apenas solo el ruido de las conversaciones, llenaban mis sentidos, los que como siempre, aunque escondida con mimetismo, rastreaba el lugar, en busca de peligros.

¿Para que venir a una fiesta de estas si aparento trece años y me ven como un niño? Fácil.. Parezco un niño pero no lo soy y lo tengo bien en claro. Camine con tranquilidad entre las personas buscando una victima de la que alimentarme y así tambien jugar al rol del "niño inocente" diciendo: Disculpe.. ¿Sabe donde esta mi madre? . Y ese estilo de cosas , haciendo mi mejor papel , el del niño perdido en busca de su madre. ¿Mi elemento sorpresa? El que muerdo cuando engaño a estas jóvenes que me ven indefenso. 

Observe por pocos segundos a una joven de cabellos rubios que platicaba cómodamente con un hombre de unos treinta y tantos. Me acerque ya aparentando preocupación y jale del vestido de la mujer - Señorita.. Creo que la vi hablando con mi madre hace un rato y ya no la encuentro ¿me ayudaría a buscarla? - Pregunte con vozcesilla infantil , claro sin pasar la ralla de parecer un títere de las obras que les hacen a los niños. 

Ella me miro por un segundo y olvidándose del hombre con el que hablaba me tomo de la mano y me llevo a un lugar mas alejado. Tonta . Me miro - ¿Como es tu madre? - Me pregunto con voz bondadosa , no aparentaba ser una mala persona y eso me gustaba mas. 

La mire a los ojos - Chupare tu sangre.. No te quejaras , no te moverás , ni harás algo para impedirlo - La persuadí ya con mi tono brusco y normal , el tono de voz que siempre tengo en realidad. Ella asintió con temor reflejado en sus ojos , le señale el mueble y ella se sentó mientras yo la miraba sonriendo tanto con picardia como con perversidad. Me abalanze sobre ella apoyando mis manos en la pared detrás del sillón y acercando mi cara a su cuello dejando mi aliento frió en este , sentí su piel de gallina y supongo que eso me gusto mas. Si mucho la mordí encajando mis colmillos y succionando su sangre hasta que quede satisfecho y me aparte.

- No hables de esto.. Te asesinare si lo haces - Dije persuadiendo de nuevo , ella con su mano en el cuello asintió con debilidad. Yo sonreía , me aparte con sonrisa triunfante y sacando mi pañuelo blanco del mi bolsillo , me limpiaba las comisuras de los labios hasta que llegue a la barra y me senté. 

Mire al cantinero , lo mire acercarse a mi con extrañes - Niño , no esta permitido servirle a menores - Me dijo con respeto este hombre a lo que yo solo fruncí el ceño - Dame un vodka - Dije persuadiendo atediado y fastidiado del que me vean como una "criaturita".

El solo fue busco y me sirvió el vodka , lo dejo enfrente de mi - Que lo disfrute - Me dijo sonriendo , yo asentí - Lo haré - Dije devolviendole la sonrisa solo que con desprecio , era una sonrisa fingida , totalmente fingida. 

Suspire y tome mi vodka de manera totalmente rápida. Voltee hacia el olor de sangre que yo supuse que era humana , sonreí con levedad y mire de donde venia ese olor a sangre aunque no hice mucho caso siquiera notando de donde provenía. Me encogió de hombros y seguí tomando pidiendo mas y mas a medida que se me acaba un vaso.

Asentí a sus palabras escuchándola, hasta que tras presentarme, se apresuró a darse la vuelta sorprendida. Le sonreí amistosamente e hice un ademan ligero con la mano, quitándole importancia. Tampoco me gustaba que la gente enseguida adivinara quien soy, en verdad, Escocia no tenía demasiada fama y menos la realeza de ese lugar, ya que apenas nos movíamos, solo yo era la más viajera de todas.- Es un placer Lady Rose Dragovina.. Es de por aquí?- pregunté con educación.


Observé el salón y logré descubrir en él a dos vampiros. Una vampira joven, quien en un principio se dirigió hacia mí, sin ser conocedora de mi condición y un niño, quien por el rastro de sangre y su ligero rubor de mejillas, podía afirmar que había bebido en la fiesta. Suspiré, pensando en los líos que algunos vampiros se creaban por si solos. Absorta en la fiesta, los observé como la vampira iba en busca del pequeño y como estos dos, tenían una pequeña charla. La joven inmortal se dirigía al balcón, esperando que el niño o no tan niño- a saber qué edad tendría la criatura- la siguiera.

No podía descubrir en la joven vampira, una enemiga, pero el joven niño, alimentándose en una fiesta de ese calibre solo conseguía sacar mis peores conclusiones sobre su persona. Viendo que Rose la joven de mi lado, permanecía pensativa, pensé en apresurarme y a buscar la victima de ese vampiro y asegurarme de que se encontrara bien la dama. – Disculpadme, pero tengo que ir a saldar una charla con un conocido aristocrático muy huidizo... y quiero aprovechar que aún no se ha percatado de mi presencia- le sonreí en una leve reverencia y partí siguiendo el olor de la sangre.

La rastré hasta llegar al baño, donde una joven se encontraba sentada, algo mareada. Olí y asentí para mis adentros al descubrir que el olor provenía de ella y que en el cuello visible, tenía dos puntitos de sangre. - ¿Se encuentra bien?- me apresuré a llegar hacia ella- le sentara bien para la cabeza- le pasé un papel húmedo, el que se puso en su cabeza, refrescándole y con otro papel húmedo, lo pasé por su cuello borrando la sangre...borrando las huellas del delito. Solo esperaba que el joven vampiro, le hubiese alterado la memoria o algo, para que no se acordase de nada, de lo sucedido.

-Ven, la acompañaré hasta su carruaje- ella asintió y cogida a mi brazo la lleve a las afueras, para que se fuera de la fiesta y descansara, que era lo que ahora necesitaba.

 

OFF: Como kiara respondió antes ya dos veces, ahora que conteste Bertrand, y luego ya kiara por esta vez.
Envio MP! (: