Arte transparente (Imre Andrássy)

por **Svein Yngling** Vie Jun 21, 2013 5:16 am

La noche era joven, recién comenzaba y las calles parisinas empezaban a cambiar el ambiente diario por el de la noche. Yo ya estaba acostumbrado a despertar en mi alcoba sintiendo el sonido vibrante de la ciudad tras las cortinas y la ventana. Era cosa de todos los días; al igual que ese constante sentimiento de soledad que es lo único que me acompaña siempre -además de mis sirvientes, claro está. Pero ellos no cuentan; un poco fe sangre los vuelve leales de por vida-. Como todos los días; no tenía planes, nada que hacer. Tan solo vivir y respirar. Suspiré, tomé mi capa marrón de cuero y salí a la calle al tiempo que me la echaba encima.

Mis prendas no eran muy peculiares; al contrario, eran tan simples como al de un hombre común y corriente de las regiones del norte. Pantalones negros, botas de cuero, una camisa blanca y un chaleco más la capa que les cubría. Sencillo, pintoresco e invernal, a pesar de que no hacía frío -al menos no para mí, Noruega siempre ha sido el país más helado en el que he estado.

Caminé con paso lento y calmado hasta llegar a la Plaza Tertre, repleta aún de gente y llena de vida, de actividad social. Me apresuré a sentarme en una banca frente a una fuente y, por un pequeño momento, sentí una envidia mal fundada por todos aquellos que me rodeaban, por ser capaces de comprenderse entre sí y hacer halago de las habilidades sociales que yo sé que no tengo... Sacudí la cabeza, liberadora de aquellos pensamientos. Preferí entonces reclinarme hacia atrás en el asiento y descansar la cabeza, dejándola colgando y viendo todo invertido de este modo.

Poco a poco la gente comenzó a irse y la actividad en la plaza se trasladó a otros sectores de la ciudad, pero yo seguía allí, sentado de la misma forma. Cualquiera que me viera podría apreciar un joven declinado hacia atrás, con las manos en el regazo, algunos mechones de cabello colgando mientras que otros no y un par de ojos azules con la mirada pérdida. Algo poco usual en una plaza a aquellas horas, ¿No? Poco me importaba, yo nada más me mantuve de aquel modo hasta que sentí que alguien me observaba.

Levanté la cabeza y observé a un costado, donde había otro joven, observándome. Lo observé de vuelta, entrelazamos miradas y yo no supe qué decir, pero algo dije.- Sé tocar el piano. -Atiné a decir.- ¿Sabes tocar el piano?

por **Imre Andrássy** Lun Jun 24, 2013 1:15 am

"La sensibilidad, evidentemente, no define al artista. El artista no es solamente el que sueña, como cualquier individuo, sino el que construye sueños. En el acto de imaginar, el artista transforma lo imaginario en un objeto real antes nunca visto e integra el sueño en la realidad concreta del hombre y con él amplía y para siempre la enriquece."

Desde que el sol se había ocultado yo había salido de casa con un cuaderno un tanto más grande de lo normal debajo del brazo y con un estuche donde guardaba el carboncillo para dibujar. Esta noche estaba inspirado y el lugar que me hacía relajar era la plaza, así que sin dudar fui hasta allá.
El lugar estaba lleno de gente, algunos estaban en compañías de parejas, otros simplemente con amigos pasando el rato y a veces se veía niños ir de aquí para allá en un juego que parecía muy divertido para ellos y eso me sacaba unas cuantas sonrisas. Los niños me parecían seres encantadores y verlos felices me provocaba a mi una felicidad inexplicable. Tal vez porque yo en la niñez no lo fui o quien sabe por qué será, pero me gustaba que la plaza estuviera llena de vida.

Me senté en una de las tantas bancas que estaba cerca de la gran fuente que adornaba el lugar. Sacando mis utensilios abrí el cuaderno disponiéndome a dibujar lo que veía y otras cosas que se me ocurrieran. Louis decía que tenía un estilo muy propio, a veces no sabía como tomarme aquello pero al ver que de todas formas le gustaba me tranquilizaba, podía recordar como aquí le había conocido y al verlo le pedí dibujar. Había gente que me llamaban mucho la atención sus rasgos y me gustaba pintarlos, claro si es que ellos me dejaban, tampoco era de los que gustaba molestar a los demás y más si podían estar ocupados. Aquello simplemente me hacía avergonzar y la situación podía llegar hacer desagradable y ante aquello me era un tanto difícil de manejar.

Sin darme cuenta mientras terminaba el dibujo que en esos momentos hacía, la gente se movió hacía otro lado de París. O era al teatro o a sus casas, ya que los negocios a esas horas comenzaban a cerrar y solo algunos quedaban abiertos, como por ejemplo las tabernas. Esos lugares estaban casi todo el día en servicio y se reunía un montón de gente ahí. Yo no entendía cual era el afán de las personas al reunirse ahí pero cada quien tenía un concepto diferente de divertirse ¿No? Me encogí de hombros y al dar unos últimos toques de sombra y luz, al levantar la mirada observe a un hombre. No, era un vampiro; podía sentir esa esencia diferente que nosotros poseíamos y apreciaba que parecía absorto en sus pensamientos o esa era la impresión que daba. Lo miré por unos segundos creo que de forma insistente ya que de repente se enderezó y me miro, su voz se hizo escuchar y entreabrí ligeramente los labios parpadeando unas cuantas veces observándole mejor.

Era un hombre atractivo, de rasgos muy diferente a la gente proveniente de Francia ¿De donde sería? Sus ojos eran de un azul muy atrayentes pero su mirada era algo como decirlo ¿Distraída? No sabía muy bien como describirlo pero me di cuenta que había permanecido mucho tiempo en silencio y no quería que se tomara las cosas a mal.

- ¿Piano? Lo he tocado sí pero creo que se me da mejor otro tipo de arte -levante el dibujo que había hecho de la plaza en donde se veían unas cuantas personas y niños complementando este hacía él para que lo viera- yo dibujo, me gusta mucho. Perdón si lo he incomodado, es solo que ¿No es de aquí verdad? No parece ser francés.

por **Svein Yngling** Lun Jun 24, 2013 3:45 am

“Un artista sin un pincel,
no puede pintar sobre el lienzo” H.

Esa apertura de labios mezclada con los parpadeos, ¿Había sido asombro? ¿Sorpresa? ¿Timidez? ¿O simplemente no sabía qué decir, como yo? No lo sabía. Tan solo lo miré al tiempo en que esperaba una respuesta y, sin poder evitarlo, me puse nervioso. ¿Había dicho algo indebido? ¿Partí con una mala frase en la primera ocasión? No quería espantarlo como solía hacer, no siendo que esta vez no fui yo quien se acercó. Tan solo lo miré, directo a los ojos y a la espera de una reacción más legible; hablada.

Pero entonces habló, contestó a mi pregunta, haciéndome sacar una sonrisa casi de inmediato. Era de alivio, claro está, pero mis gestos jamás han sido legibles para los demás, como los de otros no son legibles para mí. Una extraña reciprocidad. Observé con cuidado su dibujo; estaba hermoso. No hacía falta tener la vista de un vampiro para darse cuenta del talento tras esos trazos.- Te sienta bien el dibujo. Tienes un gran talento. –Comenté con suavidad, no sin antes haber pensado bien mis palabras. No iba a ser que soltara algún comentario que le espantara. Siempre ocurre.

Desvié entonces la vista hacia él nuevamente y sonreí levemente. Como buen dibujante; buen observador. Pero antes de responder, me dediqué a mirarlo mejor. Tenía unas facciones muy elegantes; finas, parecía un muñeco de porcelana. Hacía falta un artista que lo dibujara a él.- Tienes razón, no soy francés. Soy noruego. –Contesté con cortesía, haciendo luego un gesto para invitarle a sentarse a mi lado, porque si me estaba mirando así, era por sociabilizar, ¿No? Aquello es algo que yo mismo hago a diario.- ¿Qué hay de ti? ¿Eres francés? -Inquirí luego de unos segundos.

por **Imre Andrássy** Sáb Oct 19, 2013 11:10 pm

Lo mire expectante, no podía evitar sentir nerviosismo y ansias cuando mostraba algún dibujo. A veces dudaba de mi propia capacidad en esto, pero de lo que si estaba seguro por completo era de que me gusta y si lo hiciera mal seguiría creando arte, ya que cada uno tiene su propio estilo y concepto sobre este ¿Verdad?
Sonreí en el momento en que llego la respuesta e hice una inclinación con la cabeza aferrando el dibujo contra mi pecho y con voz emocionada hablé.

— ¿De verdad? ¡Muchas gracias! Es que me gusta mucho, bueno, creo que eso ya lo comente antes —agache un poco la cabeza y reí de forma leve ante lo último, a veces era un tanto torpe con los que recién conocía porque no era mucho de manejar con personas pero ahí me llevaba lo mejor que podía.

Cuando el momento de risa paró me di cuenta al levantar la cabeza el como me miraba, curiosidad fue la que me embargo y ladee la cabeza hacía el lado izquierdo preguntándome que era lo que tanto veía pero al final respondió la pregunta que le hice y mis labios formaron una pequeña "o" y solté una suave exclamación, me agradaba conocer gente de afuera. Son los que más llaman mi atención.

— ¡Noruego! Interesante ¿Cómo es allá de donde viene? —sacudí la cabeza en forma negativa cuando me pregunto a mi de donde era y me senté a su lado como deseaba mi acompañante— Ya llevo un tiempo en Francia pero no soy de aquí. Provengo de la capital de Hungría —pose el dibujo en mis muslos y me acorde que no sabía como se llamaba y viceversa así que extendí mi mano hacía él de manera cortés— comenzamos hablando de lo que hacemos pero se nos olvido algo importa, me llamo Imre Ándrassy pero solo dime Imre, un gusto —una sonrisa se formo en mis labios esperando con calma a que el también se presentara.

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