Marius T. Rohmer.

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Misterio, esa es la característica que mejor lo define. Es una persona muy reservada quizás en exceso, que es receloso de su vida personal hasta el extremo. Es un confidente perfecto, sabe escuchar, y si le cuentas algún secreto puedes tener la seguridad de que no se lo contará a nadie, pero no esperes que él haga lo mismo, no porque no confíe en ti, sino porque opina que su vida es sólo suya y que nadie tiene por qué sentir interés por lo que en ella sucede. Nada le importa lo suficiente, por lo que si sientes que pasa de ti, no te lo tomes como algo personal, se comporta así con casi todo el mundo, excepto con aquellos que considera merecedores de ello, por el motivo que sea, que puede ser cualquiera y dependerá principalmente de su estado de ánimo. No es que sea antisocial, no es que tema a los demás o que sea inseguro, sino que es bastante callado. No le gusta hablar. Prefiere observar y escuchar que participar. Es una persona difícil de entender. Es un hombre con una personalidad distante y fría; suele ser demasiado exigente con las personas que le rodean, ya que lo que más odia es que alguien puede llegar a traicionarle. Odia las traiciones por encima de todo. Se le suele tachar de frío o indiferente, pero realmente siempre se piensa las cosas que hace más de dos veces; y es capaz de echarse la culpa por cualquier error. Siempre tiende a ponerse alerta cuando hay desconocidos a su alrededor. Es bastante orgulloso, por eso no le gusta admitir que se haya equivocado, aunque su error sea más que evidente. Es un hombre de recursos, muy inteligente y que tiene un abecedario completo de planes por si le falla alguno de ellos. Aunque no lo creas o pienses que vas a ganarle por una vez, él siempre irá un paso por delante, le gusta ser quien pone las normas en el tablero de juego.
Hay una parte de él que no deja que nadie vea. Aquella parte en la que puede llegar a ser amable, atento, celoso y sobreprotector con las personas a las que quiere. Rara vez demuestra tal sentimiento. Sin embargo siempre se muestra noble y caballeroso con los demás, incluso a pesar de la frialdad de sus comentarios u acciones.

HISTORIA

Descendencia de seres sin poder ninguno en la sociedad, de seres pobres y sin dotes que pudieran mandarlo en alza hacía la cumbre. Con un padre ambicioso por conseguir algo de poder en una sociedad en la que los ricos eran escasos y débiles. Su madre una pobre cualquiera obligada por sus padres, por el incesante deseo de librarse de una muchacha, a casarse con un hombre que ni conocía. Marius se vio atrapado en el eje de una división. El futuro que se abría ante él era el de un hombre cualquiera, un número más que añadir a la media de la sociedad. En aquellos momentos nació el joven. En una familia que nada tenía que ofrecer a su ansia de poder y liderazgo de una propia vida lejos del destino, con solo su propio eje como camino.

Atrapado desde el principio de su vida en una situación que no era capaz de aguantar. Marius tuvo que soportar los desidiosos discursos de su padre sobre el futuro para él, sobre sus obligaciones para sacar a su familia de la pobreza que comenzaba a ahogarlos. Esas eran las perspectivas de futuro que el joven había contemplado desde que solo era un niño, desde que comenzó a tener memoria. Con un padre borracho que ambicionaba más y más, y gastaba aun más el poco dinero que llegaba a tener la familia. Con una madre cada más depresiva y enferma, más oculta y desconsiderada que tenía que cuidar a dos niños pequeños y a la vez trabajar para poder conseguir algo de comida. Aquel no era un buen ambiente para el nacimiento de dos niños, ni mucho menos para su crianza y educación. Pero por esa época era lo que había. No se podía aspirar a más. A no ser que fueras capaz de escalar, capa a capa, hasta lograr un matrimonio que te diera el dinero y el poder que necesitabas. Sin embargo eso era difícil, muy difícil de conseguir. Pues si la familia Rohmer ansiaba dinero y poder, las demás familia ansiaban lo mismo. Incluso las familias ricas que también deseaban casar a sus hijos/as con una buena dote más que con una persona. En aquella sociedad ambiciosa, decadente y mísera nacieron los dos hijos de la familia.

Marius era el fuerte, el más simpático, callado, amable, educado… Era el hombre de la casa, el que siempre decía que si a todo lo que sus padres le pedían. Mientras que su hermana era la oveja negra, la que se rebelaba ante las tradiciones, las costumbres de aquella odiosa sociedad que les cerraba el oxígeno cada vez más. Marius siempre envidio el carácter de su hermana, desde pequeño la contemplaba con envidia al ver lo valiente y decidida que era, lo mal hablada y lo astuta de demostraba ser. Siempre fueron la misma cara de la moneda, pero lados totalmente distintos. Ambos sufrieron los maltratos de sus padres, que les obligaron a trabajar desde muy pequeños privándolos de una inocente infancia. Siempre vieron el lado duro de la vida, nunca aquel mundo de fantasía del que siempre disfrutaban los niños. Aunque al principio, y a pesar de todo el mal que pasaban, todo era bueno, mejor. Pero las cosas siempre cambian, al final todo cambia. En este caso fue el momento en el que su hermana comenzaba a convertirse en mujer, cuando ya no parecía un niño por su aspecto desaliñado, cuando ya sus dotes comenzaron a notarse. Pero Marius no fue el único que se fijo en eso, su padre también se dio cuenta. Fue entonces cuando comenzaron los problemas, los gritos a medianoche, los llantos desconsolado de Megera cuando corría a su habitación, los moratones sobre su piel y las heridas de su rostro. Fue cuando comenzó el odio de Marius hacía su padre. Pero también la asociación de su placer a la violencia, ese fue el comienzo de su posterior fascinación por la sangre, por el miedo y los golpes. La vida de los Rohmer era un completo fracaso, todo era malo, todo estaba mal en ellos. Un padre borracho y jugador que abusaba de su única hija, una madre que envidiosa de su hija, por ser más hermosa y joven que ella, se hundía cada vez más en un profunda depresión que comenzaba a afectar a su salud y una hermana incapaz de soportar más la situación, cada vez más furiosa y asustada de lo que podía pasar al caer la noche, cada vez más deseosa de salir de aquella casucha mísera.

¿Y Marius? ¿Cómo estaba él en aquellos momentos? Mal, desquiciado, tranquilo, ausente… Él era como un cero a la izquierda. Veía la historia que se iba desarrollando en su casa sin ser nunca capaz de actuar, de hacer nada para participar en ella, sin nunca entrar en escena. Siempre observador y atento a cada detalle, siempre a un lado. Debido justo a eso vio el cambio en todos, en cada una de las personas a las que llamaba familia sin saber muy bien el significado de eso. Fue entonces cuando los problemas más se agraviaron. Su hermana desapareció de la noche a la mañana cuando todos dormían. Su único pilar se había marchado, la única persona a la que realmente apreciaba en aquella casa había desaparecido sin más dejándolo como eje de todo, de todo el mal que habitaba en aquel lugar, como eje de los planes de futuro que sus padres ansiaban. Fue entonces cuando concertaron su boda. Su madre estaba cada vez más enferma, era raro el día en que podía levantarse de la cama para hacer algo por sí sola, y su padre apenas aparecía por casa. Sin embargo el compromiso estaba hecho y se cumplió tal y como se predijo. Un compromiso que daría a la familia Rohmer más estabilidad, más dinero, más comodidades de las que disfrutar.

Sin embargo Marius se vio atrapado de nuevo en un torbellino, en una historia en la que no participaba directamente, en la que no tenía el control. Su madre murió poco tiempo después de que su hubiera casado con María, de una enfermedad que ni si quiera habían intentado curar. Su padre desaparecía durante días y cuando volvía iba borracho. Siempre daba problemas los días que llegaba a casa, se atrevía a intentar agredir a su mujer confundiéndo la con su propia esposa, le gritaba a sus hijos con aquellos discursos que Marius había tenido que escuchar cuando era pequeño. Y él siempre tenía que arreglarlo todo, e incluso haciéndolo, su esposa siempre le recriminaba por ello. Ese era el problema en su matrimonio, su mujer era una controladora, perfeccionista que al igual que sus padres ansiaban más de lo que jamás podría llegar a conseguir. Y su padre solo fue la primera piedra en el camino de su matrimonio que lo llevo a aguantar constante peleas, regañinas, gritos e insultos.

Esa era su vida como humano, un fracaso continuo.

Hasta que una noche gélida como el hielo puro toda su vida tomo un rumbo diferente. En la pequeña mansión que poseían, aparecieron dos vampiros. Solo ellos dos, aquellos seres de la noche, acabaron con toda su familia ante sus propios ojos, sin que él moviera un solo dedo. Como había hecho en todos los momentos a lo largo de su vida. Se quedo mirando la escena, paralizado por la belleza del momento, admirando como la vida se convertía rápidamente en muerte. Marius se sintió en ese momento a gusto, fascinado por aquel momento extraño y exótico. El hombre suplico a los seres oscuros que lo llevaran con ellos, que le dieran ese don de convertir la vida en muerte sin ningún esfuerzo. Rogó que lo dejaran ser como ellos, él deseaba ser un ser de la noche. En ese momento no pensaba en nada, solo en ser como ellos, en tener aquel control sobre la vida y la muerte. Y a pesar del dolor que atravesó su cuerpo durante su transformación, tras esta, se sentía un hombre nuevo, más poderoso, mejor.

Ese fue el comienzo de su nueva vida. Un intento de conseguir alcanzar lo que en su otra vida no llego a tener.

DATOS EXTRA

• Ahorro una buena cantidad de dinero, casandose con varias mujeres después de convertirse, que ahora lo mantienen en las clases medias.
Gustos
• Componer sus canciones en la vieja libreta que le regalo su hermana pequeña antes de desaparecer.
• La historia, siempre ha sido seguidor de los movimientos del ser humano sobre la Tierra.
• Las tormentas eléctricas, adora ver como el cielo se ilumina con rayos surcándolo totalmente.
• Los libros, la literatura.
• Hacer pequeños dibujos en sus ratos libres. Suele hacerlos con lápiz, porque cree que no tiene talento.
Odios
• Que lo traicionen, es su peor pesadilla por encima de todo.
• Las agujas.

gracias a αgusτınα• de sourcecode