Derek L. Wolf

-Nombre del Personaje: Derek Lance Wolf.
-Edad: 82 años. Y sin embargo, su cuerpo se conserva igual desde sus 36 años gracias a la longetividad... pese a que psicológicamente es un anciano con todas las de la ley.
-Especie: Licántropo.
- Tipo y Nivel Social: Extranjero, nivel bajo.
-Lugar de Origen: Inglaterra, Londres.
-Habilidad/Poder: Longetividad gracias a una mutación de su organismo, que hace que envejezca de un modo increíblemente lento. Cada diez años que adquiere de vida, su cuerpo los traduce a tres y medio aproximadamente. De este modo aspira a que, con suerte, podría llegar a vivir hasta los doscientos años. Sin embargo, con todo esto sólo estamos hablando de su cuerpo... en lo que refiere a la mente, esta tiene un desarrollo normal y acorde a su edad real. Así que, por ejemplo, cuando de niño aparentaba unos doce años, su mente había evolucionado hasta los 27 y se comportaba como un hombre de esa edad. Y en la actualidad, que la alcanzado los ochenta, su forma de pensar, hablar y comportarse es la propia de un anciano... pese a vivir en el cuerpo joven de un adulto de treinta y pocos.

-Descripcion Fisica: Quien ve a Derek por primera vez no tarda en clasificarlo como un hombre descuidado de su imagen, y probablemente tampoco se equivoca mucho. Derek nunca se ha preocupado demasiado de cuidar las apariencias; simplemente, no le apetece. Por eso es bastante frecuente verle con barba de un par de dias, con el cabello (negro como satén, rizado y algo largo) hecho un desastre y con ropas raídas.

Es moreno, de piel curtida por el sol, y sus ojos en apariencia son oscuros, aunque poseen un leve matiz verde oliva en el fondo. De cuerpo trabajado por su condición de hombre lobo; hombros anchos, bíceps marcados y abdominales fuertes. Además, cabe destacar que toda su anatomía se encuentra repleta de cicatrices como viejos trofeos de guerra, de la época en que aún se involucraba en batallas contra vampiros. Medianamente alto, ya que roza el metro ochenta y poco. Siempre suele vestir con ropa oscura, predominando gabardinas, una prenda muy habitual en él. Nunca usa sombrero por cuestión de comodidad.

Es, en definitiva, alguien que a simple vista podría pasar exactamente por lo que es: un hombre de clase baja que frecuenta calles peligrosas y burdeles a medianoche.

-Descripcion Psicologica:

La forma de ser de Derek varía mucho según la situación y la persona con quien trata. Normalmente se puede decir que Derek es una persona sumamente resignada, incluso apática, que ha perdido parte de la ilusión de vivir. Es un hombre que se rinde al destino, sin oponerse a él y sin esforzarse en cambiar, ni su vida, ni la de los demás. De formas vagas e incluso perezosas, habla poco y piensa mucho, y la mayoría de veces las pocas palabras que dirá tendrán una gran repercusión, ya que es muy persuasivo. Es alguien con experiencia en la vida, que ha recibido palos de todos sitios y ha aprendido a verlos venir. Nada le cogerá por sorpresa a estas alturas.

Sin embargo, su carácter sufre leves modificaciones depende de con quien esté. Por ejemplo, hace una gran distinción cuando trata con mujeres que con hombres, o cuando trata con humanos, que con vampiros o licántropos.

Derek es un veterano admirador de la belleza y elegancia femenina, así que con cualquier chica (siempre que sea, o humana o licántropa) sacará su vena más cortés y seductora. Será el amante experimentado, el padre protector, el viejo colega de toda la vida. Tratará con gran educación a su interlocutora y dejará caer halagos como quien oye llover, con una naturalidad sin segundas intenciones. Derek nunca tiene segundas intenciones. Es algo demasiado pesado, eso de llevar dos vidas.

En cambio, con otros hombres o con vampiros su carácter cambia ligeramente. Se vuelve más seco, e incluso brusco, además de un cínico de primera. Probablemente esto le viene de sus años de juventud, en que intervenía en mil y una batallas contra vampiros, que le endurecieron el carácter y sacaron a la superficie a un hombre contundente que acepta y acata la ley de Darwin como propia. Si, además, la persona le cae especialmente mal, no dudará en desvalorizarle o humillarle sutilmente si cree que se comporta como un completo idiota. No es conflictivo, pero es sincero. Y si algo no le gusta, lo dirá.

-Historia:

La historia de Derek no es realmente nada fuera de lo común. Nacido en el seno de una familia de clase baja, recuerda su infancia como una época de idealismo, de inocencia y ganas de cambiar el mundo a mejor; de ser una especie de "héroe" que defendiera inocentes y protegiera a sus seres queridos. Una visión bastante ingenua de la vida, en definitiva. Era tan solo un chiquillo que no había visto ni la mitad de las cosas con un prisma objetivo.

Sin embargo, todas estas ilusiones se rompieron a partir del momento en que fue transformado a lobo, exactamente a los diez años. Su creador, un viejo lobo líder de una manda, siempre dijo que aquello fue un accidente, ya que en ningún momento había tenido la intención de dar un giro tan radical a la vida de un pobre chiquillo. Pero lo cierto es que lo hizo. Y, sintiendo que estaba en deuda con el niño, le invitó a participar en la manada, cuyo principal objetivo era el exterminio de vampiros. Incluso por encima de la protección de los humanos. Era un sitio peligroso, donde las cosas que hacían no siempre eran éticas, y poco a poco Derek se contagió de la mentalidad de que no siempre hay que ser una persona moral para lograr tus objetivos.

Durante los primeros años fue un miembro activo de la banda; ni el mejor ni el peor, sólo uno más. Podríamos decir que hasta fue feliz. Pero las cosas se torcieron cuando conoció a Emily.

Emily era una humana, la hermana pequeña de su creador; apenas una chica de diecisiete años, alegre y encantadora. Fue la primera chica de la que Derek estuvo seguro que se había enamorado... y probablemente, de la única que se enamoraría a lo largo de su vida.

Durante los primeros meses estuvieron viéndose en secreto, a espaldas tanto de sus compañeros como de su superior. Creyeron que podrían ocultarlo por mucho tiempo, pero lo cierto es que al séptimo mes de su noviazgo se descubrió la relación, y por el peor acontecimiento posible.

Emily estaba embarazada.

Con sólo diecisiete años, y estaba embarazada de una niña.

Aquella fue una de las noticias más impactantes que presenció la manada, y estuvo a punto de costarle la vida a Derek, aunque finalmente se conformaron con echarle de ahí y separarle para siempre de Emily. Al principio Derek se negó en redondo a la idea, pero luego finalmente lo aceptó, jurándose que cuando Emily creciera y él pudiera mantenerla, se casarían y vivirían como la familia que eran. Sin más batallas contra vampiros, sin más asuntos de la manada, y sin nada de nada. Sólo fingiendo que eran un par de humanos cualquiera llevando una vida cualquiera.

Y esto sucedió exactamente cinco años después. Tras cinco duros años en que Derek apenas consiguió sobrevivir en las calles de Paris, a ratos como un verdadero mendigo, a ratos como un carterista o vulgar criminal, Derek y Emily se reencontraron. Ella tenía ya veintidós años y una preciosa niña de cinco añitos llamada Josephine. Se casaron y creyeron que las cosas irían mejor a partir de entonces... pero se equivocaban. Puesto que los fantasmas del pasado de Derek seguían persiguiéndole: vampiros que buscaban venganza porque en su momento había matado a algunos de los suyos, miembros de la manada que aún estaban resentidos con él… uno a uno, sus enemigos salieron a la luz y procuraron convertir su vida en un infierno.

Durante los siguientes años, Derek se convirtió en un verdadero fugitivo. Fugitivo de los vampiros, que le ganaban en número y en fuerza por su falta de entrenamiento. Fugitivo de sus ex-compañeros, que renegaban de él y la farsa de familia que había creado. Fugitivo, en definitiva, del mundo.

Pasaron los años, y Derek cada vez frecuentaba menos por casa por el tema de su huida. Podía pasarse meses viajando al extranjero sin dar explicaciones, podía desaparecer de la noche a la mañana sin despedirse. Josephine creció en un parpadeo, y Derek se perdió la mayor parte de ese crecimiento. Y Emily cada vez estaba más cansada de sus constantes huidas.

Y terminó sucediendo lo inevitable: los vampiros cobraron venganza con Emily.

Sucedió una noche en que un grupo de vampiros decidió atacarle donde más le dolería: a su familia. Fueron a buscar a la hija y a la esposa a su casa con intención de matarlas. Emily no era ninguna criatura sobrenatural, pero era lista y los vio venir. Estuvo a tiempo de prevenir a Josephine, que por aquellos entonces tenía once años, pero no estuvo a tiempo de salvar su propia vida. Murió en su dormitorio, mientras uno por uno, los miembros del grupo de vampiros la desangraban lentamente para que sufriera más. Josephine lo presenció todo, ya que estaba escondida debajo de la cama.

Aquel fue el golpe más duro que Derek pudo recibir, y le hizo hundirse en un espiral de obsesión y preocupación que le llevó a convertirse en un hombre acabado. Había muerto en vida, así que la venganza había cobrado efecto.

Desde entonces todo se congeló a su alrededor, como si alguien hubiera atascado una de las diapositivas de su vida. Se quedó atrapado en el momento en que perdió a Emily de la peor forma posible y en el momento en que Josephine dejó de ser esa chiquilla alegre para volverse una niña callada y dura por lo que había presenciado a tan corta edad.

No han pasado muchas cosas desde entonces. Derek ha ido sobreviviendo a base de trabajos más o menos honrados y se ha dedicado a matar días en tabernas y bares, siendo el único entretenimiento que tiene, además "trabajar" como profesor de geografía en el College de France para ganarse la vida de forma un poco honrada. No tiene ganas de empezar ninguna nueva relación, no tiene ganas ni de seguir viviendo. Y si lo hace es por Josephine, que con sus bien cumplidos veintiún años, aún le visita de vez en cuando a su casa para asegurarse de que está bien.

Pero lo cierto es que no lo está, y está tan acostumbrado al malestar que se ha convertido en parte de su vida.

-Datos Extras: en sus años jóvenes, Derek descubrió que parte de las transformaciones a hombre lobo podían atenuarse (cuando no, incluso anularse) con la mera psique de la persona. Descubrió que si mantenía siempre una calma pétrea, un autocontrol inmenso y se tomaba la vida con serenidad (la que ha mantenido hasta hoy), llegado el momento de la transformación podía llegar a retrasarla. Con el tiempo ha ganado experiencia en esto, siendo uno de los lobos más viejos, y alguna que otra noche de luna llena incluso consigue anular su transformación y permanecer humano. Es algo que ha ido perfeccionando con el tiempo.