El génesis del crepúsculo [Hilda]

por **Averno** Jue Jul 18, 2013 4:20 am

No me entienden. Tal y como suponía, no son capaces de hacerlo. Yo estoy fuera, lejos de su experiencia. Estoy mas allá del bien y del mal...

¿Por qué está permitido contar? La matemática suele causar serios problemas en situaciones como esta, en situaciones en las que la bestia es consciente de que su carne no ha sido puesta en el plato, y esta misma reclama con ferocidad y deseo su bien más deseado. Han pasado exactamente sesenta días con dieciocho horas, treinta minutos y quince segundos justo cuando ingresa al espeso bosque, en todo este tiempo sus manos no han podido acariciar a su compañera, esta parecer ser ingrata y tentar a su suerte al haber estado alejada por tanto tiempo, algo completamente injusto pues él siempre ha sido merecedor de esta sin excepción de tiempo o lugar, ¿y por qué no lo estaba consiguiendo? Él seguida cada paso, cada rutina, caminaba como un militar constantemente noche tras noche, olfateaba como un lobo hambriento con su desarrollada nariz, sin embargo nada decente para su interés aparecía a la vista, tan solo debía de llamarle la atención, no le interesa para nada la dificultad, la raza, el lugar, el momento, nada de esto podría ser un impedimento para él, porque él sabe que puede y desea hacerlo todo. Molestos sonidos ambientales, pájaros, insectos, incluso pequeños troncos cayendo a los lejos, esta caminata no representaba búsqueda, se podría decir que esto era un aislamiento para sí mismo, pues es una de esas noches en la cual su máscara se derrite y cae al piso hecha añicos, noches donde no puede evitar mostrar su verdadero rostro, el que por siglos ha sabido tapizar con buenas maneras y difíciles encrucijadas que no cualquiera puede recorrer. No tendría problema ni culpa alguna con asesinar a todos los hombres y mujeres que se encontrara en frente, pero esto tan solo sería poco favorable para él, policías, soplones, curiosos, todo lo que aparece después de un asesinato, imaginar a docenas muertos en una sola noche, si, sería hermoso, pero peligroso, poco seguro y algo completamente fuera de las reglas que ha mantenido por tanto tiempo, reglas sabias y concisas que le permiten continuar haciendo lo que más le gusta sin cesar. Y los retazos de sus acciones anteriores se venían a la mente constantemente, cada paso que aplastaba las hojas secas caídas simbolizaba al parecer un rosto más si nombre en su interminable lista delitos humanos, porque para él esto era lo más normal del mundo, nada fuera de lo común, simplemente hechos importantes desarrollados exclusivamente para él, algo que siente merecer por eso mismo no entiende.

Si fuera cualquier otro ser el que estuviera haciendo esto por miles de años no le daría ni siquiera la más mínima importancia a una situación como esta, pero no se está hablando de cualquier personaje, es él. El que puede porque quiere, porque dicta, porque anhela y necesita, y poco a poco la máscara podía verse caer dentro de su cabeza, que suerte que el bosque siempre resulta ser el escondite para cualquier tipo de monstruo retorcido inimaginable por la mente humana, para seres tan extraordinarios que no podrían ser ideados en un frágil cerebro joven inexperimentado, exactamente uno como él, el que afloraba lentamente de la carcasa cansada y poco cuidada. Al parecer un destino no buscado toca horizonte, una vieja cabaña abandonada, llena de polvo y suciedad, puede sentir a los insectos dentro de ella, arañas, saltamontes y otros adefesios insignificantes, lo único agradable de todo esto resulta ser que no tendrá que tomarse con ningún humano por aquí, ¿cuál de esos niños mimados disfrutaría una velada en tan acogedor lugar? Probablemente muy pocos y tal vez el que lo ocupe no signifique nada o quizás sea muy valiente, pero con él dentro tan solo sería estúpido o ignorante de esto, inclusive tal vez una de mezcla de todo lo mencionado * Interesante* porque su ojo crítico no puede pasar desapercibido una vez dentro del lugar, una excelente sala de juegos, en ella podría realizar todos esos rituales oscuros que desea profanar pero no puede debido a la falta de aquella pieza esencial y fastidiosa. “Vida” Tan efímera como necesaria para diferentes aspectos de su mundo extraño y singular, sin ella la muerte no podría ser superior, sin ella la muerte no sería divertida, pero la vida no sería nada sin la muerte pues ella misma siempre cede su lugar para que esa eternidad inerte disfrute a sus anchas, en los casos necesarios obviamente. Su mente no podía aislarse de sus deseos por más que hiciera filosofía, y la endeble mecedora de madera podrida movía su cuerpo en un ligero vaivén, el rostro del vampiro observaba la entrada con las puertas tumbadas al piso y llenas de hierva mala, como si vigilara por su presa que estaría por caer en la trampa, quizás el subconsciente se haría más fuerte, un grave error, tranquila noche, ¿espera? No, en realidad no.

por **Hilda Cavendish** Dom Jul 21, 2013 11:36 pm

Los adoquines de las calles se amoldaban perfectamente a mis pies, esto era una costumbre particular de las mujeres con la clase que yo tenía. Me gustaba sentir el roce de la tierra que se arrejuntaba en las separaciones del suelo y el largo vestido que me cubría celosamente el cuerpo me consentía la oportunidad de cumplir este gusto culposo. Ante los ojos de los cortesanos era mal visto que una Duquesa se manchase los pies con tierra común y corriente, que el frío golpeara los muslos entre la tela espesa y que por más gruesa que ésta fuera no me abstenía de contraer alguna enfermedad viral o peor aún. No obstante, abrazaba la libertad como si por minutos o segundos fuera a esfumarse de mis manos, era un halo de vida que le manifestaba a mi cuerpo cuando no estaba en la jaula de oro en la que había sido confinada desde mi nacimiento. Mis pasos se prolongaron con la cadencia de las nubes que lentamente se disipaban, los rayos del sol se volvían de colores pasteles rosas, anaranjados, amarillos, violetas, hasta formar un espectáculo que disfruté hasta llegar la noche, ahí, justo frente a mis ojos la naturaleza me hacía ver lo insignificantes que éramos, tan fugaces como la flama de la hoguera que es capaz de apagarse en cuestión de instantes, tan escurridizos como el agua que puede perforar el acero o la piedra más dura. Posiblemente eso nos hacia efímeros, criaturas perversas y hermosas al mismo tiempo, que creaban y destruían, que amaban y odiaban.

-Debemos ir pronto a vuestra residencia, Duquesa Hilda, corre peligro lejos de su morada, se le ve muy cansada…- la voz rasposa pero también dulce de la anciana mujer me sacó del ensueño en el que me encontraba, era en los pensamientos dónde más gustaba de estar puesto que sólo ahí tenía lo que yo quería, preguntas con sus debidas respuestas, vidas que me arriesgaba a tomar parte de ellas en sueños y personas sin rostros, sin nombres que eran tan importantes como yo. Omití su opinión, dejando atrás su presencia para introducirme al bosque frente a mí, mientras más avanzaba entre la piedra, los árboles y el musgo podía alcanzar a percibir el olor de la tierra mojada y ser dueña de sensaciones como el miedo o la curiosidad, más curiosidad que miedo, puesto que ésta era lo que me motivaba a seguir escrutando quien sabe qué cosa. Había bastado un “Quiero estar sola” para que me dejasen internar en ese territorio, la niebla poco a poco irrumpía los rincones más foscos hallándome en ese momento totalmente sola, entre los susurros de animales que puedo asegurar me perseguían con la mirada.

Con la compañía de una lamparilla de luz tenue perseguí el resto de mi sombra a la luz de la luna, para variar me escurría más de la cuenta y cuando se trataba de dejar atrás a quienes seguían mis pasos, a menudo salía victoriosa, amaba el sabor del peligro, claro que lo degustaba como otros placeres, encontrarme en desventaja me provocaba el querer encontrarme con la fijación de algún extraño, quería luchar por mi vida, saber lo que era perderla ¡Estaba totalmente loca! ¿Quién pensaría en arriesgarse así? ¿Con qué motivo lo harían? Que acaso no deberíamos de huir de la muerte, ese ángel que supuestamente te brinda la paz ¿Pero qué existe después de la muerte? Algunos libros de la sección oscura de su pequeña biblioteca privada le habían sugerido ideas, dónde en otras civilizaciones existían misteriosas criaturas que caminaban bajo las sombras anhelando la sangre, adoptando formas de bestias que les permitían obtener toda clase de habilidades imposibles para humanos comunes como ella. Pero eran sólo mitos, jamás, nunca había corroborado aquellas lecturas de historias que incluso en cuentos tomaban forma para obligar a los pequeños a acudir a la cama.

Justo cuando me permitía estar sumergida en los fragmentos de mis lecturas y estudiaba las posibilidades de una entre un millón la niebla se disipo por completo, abriéndose paso ante la luz de la luna que se colaba entre los árboles, revelándome a lo lejos una pequeña cabaña maltrecha. Sin embargo, un estremecimiento se apoderó de mi columna vertebral “No debes estar aquí” escuché como advertencia desde mi interior lo cual me dejó estupefacta haciendo que me detuviera casi al instante. Allí de pie bajo la bóveda celeste, mi cuerpo visualmente pálido envuelto por aquel vestido de época rojo carmesí seguí como una estatua impoluta al escuchar la voz interna que me advertía.

“¡Da la vuelta Hilda, no continúes más, da la vuelta!”
No sé si era miedo, no sé si era terror pero sólo pensé en correr por mi vida.

por **Averno** Jue Jul 25, 2013 12:52 am

No existe razón alguna dentro de una mente descarriada, y la gente común no puede hallar razón dentro de una mente más desarrollada, él por su parte tan solo puede entender sus propias razones y por eso simplemente actúa respecto a ellas, para satisfacerlas, su muerte y la muerte misma se confabulan para ello, nada más ni nada menos. Y la rabia interna que sentía por dentro con cada segundo tan solo crecía más y más, maldita y sucia cabaña probablemente en tan solo minutos quedaría echa escombros pues él lo destruiría todo como expresión de su sentir, seguro, inicialmente entró por esto pero no lo tenía pensado, esto tan solo es obra de su ya conocida voz interior que le guía justo en pequeños pero cruciales momentos, suele esta darle una guía para ser él mismo. Averno se levanta de su sitio y avanza hacia el marco de madera ya corroído y carcomido por los hongos, todo tranquilo excepto por un aroma conocido, su rostro tan solo puede expresar una mezcla de alivio y de inconformidad a la vez, contradictorio sí, pero así de ambiguo siempre ha sido él. El aroma humano, ¿realmente lo era? ¿Sus sentidos le jugaban una pasada? No, imposible, ellos jamás mienten, por ende él jamás se equivoca, la pregunta sería, ¿por qué? Justo hoy, ahora, esta noche, triste y pobre alma perdida por el bosque, si bien la oz de la muerte no es física los colmillos sí que lo son, sus pasos se hacen hacia adelante, fuera del lugar, se deja guiar por el suave olor que es empujado por el viento otoñal frio que intenta emular con pocos resultados las garuas del invierno, mas no existe viento lo suficientemente capaz para evitarle llegar a su objetivo, no tuvo que caminar demasiado, ahí se encontraba, sus ojos finos podían apreciar en la oscuridad a la perfección, el rostro de la mujer lucia desafiante, ¿por qué? A él que le encantan tanto los retos, o al menos le gusta hacerse creer que lo son, pues cierto ego realista le confirma que ninguno de todos los puzles, laberintos o delirios humanos son mucho para él, demasiado poco. Una vuelta estratégica y silenciosa, cuidadoso como siempre, avanzó sin pisar una sola hoja seca para no dar luces de su presencia, tan solo se rebelaría en el momento adecuado, cuando él lo crea conveniente, observar es la mejor forma de conocer, y sobre todo a una persona, cuando solos ellos mismos son. Frente al resto pueden aparentar mil mentiras incluso ellos, ninguno están bueno como él, pero a varios podrán engañar.

En el país de ciegos el tuerto es el rey, cualquier humano con un poquito más de lucidez puede resaltar de los demás, a esos suelen hacerles muros conmemorativos o esculturas, disque para obtener “inmortalidad” pobres, si supieran lo que realmente significa y se goza de este concepto. La chispa nace entonces, ¿por qué matarle así? ¿Sin gracia? No vino preparado mentalmente, ni en cuanto a equipo se refiere, y el efecto retardante de un exprés no es lo suficiente para este tipo de situaciones, no es que crea en la esperanza, pero juzgará a esta mujer, quien sabe, tal vez hasta pueda elegirla, y no por necesidad, jamás lo haría, si no le convence puede seguir ahí, tirada con la mierda que les caracteriza a los mortales * Buenas noches madame * dijo el vampiro que estaba apoyando la espalda contra el tronco grueso de un alto árbol, sus orbes cafés estaban fijas en el cuello de la mujer, pero por instantes cambiaban su dirección hacia el rostro, era clara para él la lucha de deseos que ocurría dentro de sí mismo, pero no era quién para poder definirla, además resulta mucho más entretenido así. Jugar a la probabilidad, que ella marque con su sabiduría innata * Interesante resulta encontrar a una mujer a estas horas de la noche sola en medio del bosque, ¿cuál serían sus razones? Probablemente resulte demasiado entrometido, pero lamentablemente a mi curiosidad esto poco le importa, y algunas veces uno no puede hacer nada con esto, incapaz de resistirse * simplemente porque no deseaba hacerlo, la noche de exilio ahora se volvió noche de búsqueda y análisis, encontró sin buscar lo cual le causa mucha risa y asco a la vez, muchos humanos dicen que todo llega cuando menos te lo esperas, pero por dentro será incapaz de reconocer que ellos mismo tendrían razón. La mujer físicamente era joven y atractiva, el estereotipo humano, ese que no vale la nada, por eso mismo él los tomaba. Pero queda mucho más calar ahí dentro, detalles más importantes, personalidad, ideología, anhelos, metas, intereses, gustos, ¿sería esta mujer la indicada? ¿Por qué la encontraría justo ahora? En el momento “límite” en el casi “desesperado” al parecer su amiga le sonreía de vuelta, por fin, lo justo será.

por **Hilda Cavendish** Jue Jul 25, 2013 2:47 am

Bien decía mi abuelo que la astucia podría ser uno de mis pocos dotes natos, pero cuando se trataba de sumergirme en mis propias ideas este no parecía resultar ningún peligro para otros ahí era cuando me encontraba luchando contra lo que se me obligaba a ser y lo que era realmente ¿Cuál sería la solución a mis problemas existenciales? Lo más extraño es que uno de ellos me había ubicado precisamente ahí, en medio de un bosque rodeada de arboles y sonidos naturales que jamás podría definir con precisión de dónde provenían. De pronto, la voz que me advertía desaparecía entre susurros escuetos en mi mente despertando a la conciencia, alertando mis sentidos hasta encontrarme en un estado no muy habitual en mi persona; mi corazón lentamente encontraba su ritmo y la sangre que bombeaba seguía su curso permitiendo que mis músculos se relajasen ¿Por qué debía temer si lo que buscaba era precisamente eso que ahí tenía? Soledad, pura y desgastante soledad una que no encontraría en el palacio rodeada de ambiciosas personas que buscaban favorecerse a través de mi. El paisaje aunque tétrico, me hizo admirarlo de ton a son, de un lado a otro cada rincón era perfectamente detallado, una completa obra de arte o mejor aún, una realidad que podía palpar con manos propias, me parecía imposible contenerme a la ocasión cerré mis ojos dejando atrás el miedo ¿Qué había pasado con éste? Misteriosamente una sensación indescriptible de seguridad me invadió haciéndome sentir a salvo en aquella parte del bosque. Me sobrecogía en sus confines.

Cuando creía no volver a despertar de aquel sueño dónde cualquier cosa era posible, una voz masculina rompió el encanto sacándome de la burbuja, el abrupto despertar a mi realidad me hizo sobresaltarme en mi sitio, haciéndome voltear repentinamente perfilando mi cuerpo en dirección al lugar de dónde provenía su voz ¿No era yo la única enferma que buscaba a sus anchas el olor del peligro? Su presencia me respondía inmediatamente la pregunta ¿pero él realmente lo buscaba o seria el hombre un potencial peligro en persona? A simple vista no lo parecía y aunque había aprendido a no juzgar por apariencia pues “caras vemos y corazones no sabemos” la eventualidad me hizo dudar para responder ¿Qué tenía que hacer aclarando dudas de desconocidos? Era posible que haciéndolo diera algún indicio de interés sobre esté o lo que resultaba peor le invitaría a actuar sobre mi ¡Cuánta razón tenía el abuelo, no ayudaba absolutamente en nada pensar más de la cuenta! Con una fuerte y sonora exhalación deje que el aire retenido en mis pulmones a causa de la sorpresa saliera casi por completo –Tiene razón Monsieur, es demasiado atrevido para cuestionar las razones de una mujer, así como es atrevido para mi responder y alimentar su curiosidad…- respondí firme pero muy diplomáticamente justo como me habían enseñado –usar las palabras adecuadas con el filo perfecto para causar la herida justa todo con mucho tacto- sosteniendo la mirada fija en aquel tronco en el que recargaba su cuerpo procedí -Pero el que nada debe, nada teme ¿no lo cree?...aunque le ahorraré el sermón y guardaré las razones para mí y usted se quedará con la duda, así el gato continuará vivo y todo continuará como si nunca nos hubiésemos encontrado. Entonces no juzgaré a su curiosidad y tampoco le tomara usted importancia a los motivos que me traen a éste bosque…- sonreí haciendo una flexión con mi torso, yo no era una mujer común, tampoco de las “masas”. Fue ahí que una punzada surcó mi corazón y mi única intensión de salir lo más apresuradamente posible del lugar se convirtió en mi prioridad, no iba a tentar a la suerte, lo mejor sería que huyera para calmar la impaciencia de mis sirvientes que en algún lugar del bosque continuaban esperándome.

por **Averno** Jue Ago 01, 2013 5:16 pm

Ah las mujeres humanas siempre tan exquisitas o buscando serlo, incluso creyendo serlo, quizás este sea uno de los motivos principales del porqué las extermina, o tal vez no, tal vez podría ser la razón por la cual nace el interés de exterminarlas, tan difícil es decidir, siendo las posibilidades casi infinitas, Averno puede olerlo, sentirlo, gozarlo y desearlo, pero no vivirlo, obviamente, se refiere a “el miedo” ese que emana del ser femenino y que inclusive puede divisarse en el aura, una sonrisa nace de par en par en el rostro del vampiro, “el miedo” es como la sangre que despierta al tiburón, la prenda roja que enloquece al fiero toro, que cosas, ¿no? No es el culpable de esto, los que emanan este sentir siempre serán los responsables de alimentar a la bestia, que cuidarla y darle el gusto, él por su parte solo debe seguir con lo que hace, que lo hace tan bien. Apenas se movió un poco sobre su sitio, buscando mayor comodidad para recostarse contra el tronco, los ojos cafés sigue recorriendo a la mujer y el lugar con esmero disimulado, por ningún motivo la mujer se iría, no, una vez ha puesto su ojo no puede ahorrarse la bala, no puede decir abiertamente que la curiosidad en realidad es tan solo una manera de sacar información, porque todo el acto se iría abajo y perdería lo divertido, eso que le mantiene en pie y anda buscando, pero podía ser tan directo como siempre * Usted no se irá a ningún lado madame, vino al bosque y en el bosque debe quedarse por unas horas al menos, imagine lo desilusionado que este podría sentirse si lo deja así sin más * que graciosa resulta la sinrazón, lo peor de todo es que los humanos tienden a darle un significado filosófico y abstracto a este tipo de frases, es solo otra manera de jugar con sus mentes * Suelo ser una persona que no gusta de aceptar un no * que gran mentira, ¿dijo persona? Cada siglo mejorando más * además las barreras están hechas para romperse, nada debería de poder pararlo a uno, ¿no? Por otra parte también dicen que el rechazo de una mujer significa que no han rogado lo suficiente por ella, lastimosamente no ruego por nadie, ni por el “señor” * entonces el obvio problema justo ahí se encontraban naciendo, para ella por supuesto, Averno avanzó lentamente hacia la figura femenina en medio del bosque, tan solo los animales eran testigos presenciales de la escena y fiel publico además pues lucían atentos a todo lo que acontecía.

Momento de observar más allá de lo visible y audible, de ir muy profundo, de escarbar en el interior ajeno, todo esto sería posible gracias al uso de sus habilidades * ¿Por qué no me cuenta lo que está pensando? O lo que pensó cuándo vino aquí en primer lugar, espero ser un buen anfitrión aunque nada de esto me pertenezca, siempre puede uno ofrecer una buena atmosfera para el resto de presentes, pero volviendo al tema que nos llama, dudo mucho que nuestros motivos de estar aquí sean los mismos, mas esto no significa que no puedan colisionar de alguna manera * la malicia de esas palabras pues a lo que él se refería, ella no debería ni de tener idea, sutilmente rodea a la mujer sin despegarle la vista, todo parecía estar “en orden” respecto a ella, tan solo estaba expectante a lo que la mente o los labios ajenos le dieran para consumir, paciente y calculador * No veo el inconveniente de su presencia por estos lares, simplemente no es muy común encontrar a una mujer bien vestida y no ignorante de noche en medio del bosque, supongo que está de acuerdo conmigo madame, por eso mismo ¿no le parece injusto que nadie tenga el deseo o incluso el deber de enterarse del por qué? * apenas dejo escapar una risa suave pero fría a espaldas de la mujer, no buscaba intimidarla, simplemente así era él, el problema es que la mayoría de humanos suelen ser sensibles y cobardes, pero ya el tiempo le enseño que algunos son estúpidamente atrevidos y les gusta disfrutar de lo que ignoran, algo que el cien por ciento de las veces resulta muy caro para ellos * Me presentaré * dijo una vez delante de ella a muy pocos centímetros de diferencia * Dígame Averno * sujetó apenas la palma ajena depositando un beso, tantos saludos diferentes pueden ser utilizados, simplemente efectúa el que cree más adecuado para la situación.

por **Hilda Cavendish** Jue Ago 08, 2013 1:16 pm

Los bellos de mi cabeza se encendieron y
surcó la sensación por toda la columna vertebral
fue entonces que supe y estaba segura de que enfrentaba a la muerte
pero no pude temer a su abrazo.

------------------------------------------

Detuve mi avance así como la intensión de salir del bosque aunque sus palabras fuesen inspiradoras para llegar a desatar en mi unas cuantas lecciones de etiqueta me mantuve de pie escuchándolo con la misma atención que se le puede mostrar a un tutor. Pero yo estaba entrenada para huir de cualquier situación incómoda, con facilidad podía cambiar de faceta y evitar que mi mascara se cayese tan deliberadamente.

El discurso tenía un gramo de malevolencia podía saberlo por la expresión en su rostro, estaba pero al mismo tiempo no y lo que más me ponía a pensar era su inesperado interés en una extraña, la sorpresa llegó después de escuchar su nombre “Averno” ¿esto era un juego de mal gusto? Venía huyendo precisamente de aquel infierno terrenal allá en Inglaterra ¿cómo podía encontrarme con un hombre que tuviera precisamente ese nombre tan peculiar? Si ese no era su nombre, entonces ¿Por qué se dirigía a sí mismo con tal? Para mi existían varios tipos de infiernos, enfrentarme a mi misma era uno de los demonios que más temía con los que tener que luchar, tus propios demonios definen quien que eres, lo que serás y lo que podrías ser, pero volver sobre mis pasos no era una opción que tuviera en mis manos. Nosotros los humanos no tenemos el poder sobre nuestras acciones, somos instintivos, la sangre que corre por nuestras venas nos vuelve deseables ante criaturas que no conocemos, ni tenemos la idea de que estos existan, somos en pocas palabras pequeñas esponjas que absorben todo lo que se encuentran a su paso haciéndonos osados y aventureros, inconscientes del peligro que nos acecha en lugares como el bosque en el que me encontraba, peor aún resultaba cuando mi acompañante resultaba ser quien era -Parece que es usted muy bueno adivinando que es lo que piensa los demás, ¿Por qué no me dice usted qué es lo que cree que estoy pensando? En otras palabras…¿no sería más divertido? Al menos claro que tenga la potestad para leerme el pensamiento si no es así, entonces se divertirá como un niño con su primer juguete de cumpleaños…aunque puede ser que ese juguete no le guste y lo termine desechando…- mencioné firme sosteniendo la falda del vestido con ambas manos alzándolo lo suficiente como para que no se dañara la fina tela, el roedor de la curiosidad se manifestaba en mi –desdichadamente a mala hora y en mal momento- que motivo lo llevaría hasta el sitio dónde nos hallábamos, entonces di uno, dos, tres y en el cuarto paso que me disponía a realizar sobre la hierba un helecho me impidió continuar enredándose sobre mis pies que torpemente reaccionaron haciéndome caer de rodillas para mi fortuna el largo vestido amortiguo el golpe sobre ellas, maldije en mi interior “¿me pones en una clase de prueba? ¡Maldita seas demonio!” experimenté la rabia a flor de piel, mis orejas se entumecieron y también los labios.

Torpes, frágiles, impulsivos, terminantes así éramos los humanos. Cerré los ojos como si de ésta forma la vergüenza se escondiera en un lugar dónde mi agobiante oyente no la pudiese ver, los apreté con tanta fuerza que pude sentir un dolor agudo en la frente. En ese período el viento helado golpeo mis mejillas enrojeciéndolas por la temperatura que momento a momento bajaba en el bosque, si estaba a la deriva de un acechador nadie escucharía mis gritos, ni mis suplicas lo que más me aterraba era que el miedo y la voz desaparecían en la inmensidad de mis entrañas no tenían la intención de salir estaban guardados en una caja bajo llave.

por **Averno** Vie Ago 16, 2013 4:23 am

Escucha con atención la reflexión de la fémina, si tan solo supiera cuantas veces ha llegado a aburrirse de las de su estirpe, y de qué forma concluye con este aburrimiento, justo en ese momento saldría corriendo, sin embargo podría seguir el juego, hasta cierto límite, podría jugar con la siquis ajena como siempre suele hacer, ¿cómo sería esta vez? Podría plantar la prueba y si la superara ella sería la recogida de la noche por un largo tiempo. O podría utilizar su larga prueba antes de, esa que dura bastante, no tiene por qué cambiar demasiado las reglas de su juego por más poco corriente que fuera la situación, no a cualquiera le dará el honor de morir en las mejores manos posibles imaginables por un torpe humano, no cualquiera. La fase de “observación” dónde uno puede realmente definir quién es quién, y bajo tus propios estatutos crear una regla fiel infalible que te servirá para el resto del tiempo al costado de este ser, en el vocabulario del vampiro la palabra fallar solo existe para el resto del mundo, de otra manera esta sería inaceptable, inaudita, fuera de toda regla, de toda costumbre, no, simplemente no. Las orbes del vampiro estaban fijas sobre todo el cuerpo de la mujer pero principalmente en el rostro de ella, tanto que puede uno enterarse de las facciones ajenas, las expresiones si son leídas con tacto pueden dar mil y uno respuestas que los labios jamás se atreverían a expulsar, lo sabe muy bien, si todos tuvieran tal don quizás podrían reconocerlo a él como ser con mucha más facilidad y tener la oportunidad de alejarse antes de que ya se encuentren de cara en los fauces peligrosas del Averno. ¿Ella correrá? Espera que no, porque con tan torpe paso tan solo lograría desfigurarse antes de que él pose sus manos realmente en ella o dentro, ambos, tal vez. Averno lentamente se acercó frente a la abatida mujer, por su causa propia, él nada tuvo que ver con esto * Si fuera alguna especie de acosador sexual esa posición no sería demasiado favorable para usted * clara referencia a que se encontraba arrodillada frente a él, situación justa dentro de su mente, así deberían estar todos respecto de él * ¿Juguetes y niños? Resulta usted muy graciosa después de todo * así sin más y con total facilidad sujetó a la mujer del brazo y le levantó del piso en un santiamén.

La bestia debería dormir para no ser reconocida * Me gusta creer que los seres con varios años andando por la tierra llegan a ser maduros y dejan de ser unos niños, pero lamentablemente ninguno lo consigue o al menos la gran mayoría no, qué le puedo decir, los humanos siempre tienden a ser sosos y tontos puesto que no aprendes ni cuando pisan la misma piedra tres veces, todo un problema que afecta a la sociedad actual y estoy seguro seguirá afectando a través de los años. Pero volviendo al tema principal, no se preocupe, puedo aprender mucho de lo que piensa justo ahora mismo, con su actitud y sus maneras * no deseaba que la mujer se lastimara, por ahora, y si ha de lastimarse su mano debería de ser la causante de este daño * Debería calmarse madame, disfrutar el silencio si es que usted si puede poseerlo entre sus oídos, me animo a decir que usted no es de por aquí y que posee bastante dinero por su forma de hablar y de vestir, a eso que le llaman “Clase” algo que pocas veces se parece perder, lo que lo vuelve un poco actuado, falso pero bueno al final * ¿Cuál sería su proceder? Probablemente como la de la primera noche en la que estuvo aquí, tranquilo, consistente con su tapadera, sin dudar como ya es común, cualquier duda o incongruencia pueden desentrañar a la duda cualquier sospecha y demás, aunque probablemente ya tenga ella muchas, todos se hacen mil y un historias una vez están frente de él, es algo que parece ser inevitable en los humanos, esa curiosidad tonta que les lleva a naufragar en las mares más oscuras que podrían siquiera imaginar, pero eso les encanta a todos, ¿no? Por eso mismo no saben nadar de vuelta a la orilla y a él le encanta jugar a representar el papel de Poseidón y jugar con la suerte de esos pobres navegantes perdidos, incluso más que el Odiseo mismo * Pero bueno, le diré lo que piensa, se encuentra frustrada y cree estar en peligro, eso me dice mi “intuición masculina” * esto fue una clara y directa burla hacía todas las mujeres, a las que viven y a las que adorno para la eternidad, todas a fin de cuentas merecían el mismo saco.

por **Hilda Cavendish** Vie Ago 16, 2013 6:17 pm

Su voz retorcida en la que se mezclaba la burla, la ironía y la verdad que incomodaba a cualquier ente susceptible habrían podido disgustarme, pero era parecido a lo que yo evitaba mostrar en público llena de apariencias, de mascaras que escondían los verdaderos pensamientos deseaba mandar toda el protocolo a la mierda. Entonces sentí que levantaba mi peso con una facilidad envidiable y pensé: si tuviera la fuerza de un varón ¿sería respetable? Quizá entonces habría marcado el camino sin la ambición de mi madre, si fuera varón hubiera podido elegir la vida que quería llevar ¿hubiese tenido otras responsabilidades que no fueran el servir como un mueble para la decoración de una lujosa mansión? Habría sido escuchada, mi voz se escucharía con fuerte estruendo y tal vez, sólo tal vez, no se olvidaría al pasar el tiempo. Deseaba poder escapar de la realidad que me perseguía como el lobo hambriento, como la tormenta que no deja al sol colarse estaba repleta de oscuridad desde mi estancia en Francia, buscaba libertad en lugares inhóspitos, solitarios, dónde no existían reglas que me retuviesen entre barrotes de oro ¿era que ser noble parecía más una maldición que una bendición?

Apoyé con firmeza mis pies sobre la tierra, podía sentir los arbustos entre mis dedos, la densidad de sus hojas que desprendían un olor suave a hierba que se mojaba con cantidad de humedad que yacía en el bosque. Cuando lo tuve enfrente enfoqué mis ojos en los suyos, bien dicen que los ojos son una ventana hacia el alma que en ellos logras darte cuenta de todo lo que una persona quiere esconder o no, pero el vacio en los suyos me hicieron remembrar la sensación de la soledad que sentía al encontrarme rodeada de tantas apariencias, de falsas amistades, de nombres sin importancia, de la ausencia de ese “algo” que una inmensa fortuna y una exhaustiva cantidad de poder no lograba comprar. Olvidé el tiempo que me perdí en sus ojos en ellos no existía la chispa de la vida, era más bien un fuego que te consumía desde los huesos hasta extinguirte, una llama indómita que te cegaba hasta perecer. Pronto, sentí como la mascara caía al suelo ¿Qué importaba que fuera en ese momento? Nadie me vería y al parecer tampoco me juzgarían, se divertía con su juego -Lo siento, Averno…-le tutee, le llamaba por el nombre que había mencionado minutos antes y entonces comprendí que tenía la elección de hacerlo -En mi niñez solía frecuentar lugares mucho más sombríos y la educación a la que siempre fui sometida me hizo huraña y descortés lejos de mi jaula,puede llamarme Hilda..– continúe reponiéndome de la caída o la vergüenza no logré distinguir mientras que aflojaba mis hombros y con cierta mesura le respondía -Estos sitios me ayudan a pensar, despejar mi mente y a diferencia de muchos otros que utilizan esto espacios para pensar aún más originando decisiones, prefiero usarlos para el hecho contrario…Yo quiero olvidar, olvidar un pasado que atormenta y un futuro que es incierto, huyo de lo que me persigue pero sé que algún día me alcanzará y posiblemente no pueda continuar esquivando esas obligaciones.- Pero una omisión en su alusión al ser humano me hizo frenar mi exposición ¿el había dicho “los humanos”? “los humanos siempre tienden a ser sosos y tontos puesto que no aprendes ni cuando pisan la misma piedra tres veces, todo un problema que afecta a la sociedad actual y estoy seguro seguirá afectando a través de los años” ¿qué le hacia diferente o perfecto?

-Pero dígame ¿Es qué acaso usted es perfecto o no es humano? ¿Por qué se expresa de esa forma sin incluirse en la cantidad de seres que tienden a errar?¿ha encontrado alguna clase de ayuda para evitar tropezar con cuanta piedra se encuentre en el camino, una y otra y otra vez? Si es así, dígamelo, entonces mi llegada y la coincidencia en éste bosque tendrá un motivo y no solo será casualidad ¿Por qué se empeña en hacerme sentir dispersa y vulnerable, acaso porque es varón? Déjeme decirle, que pierde su tiempo pues vulnerable físicamente quizá ya lo sea pues yo no seré más fuerte que usted pero dispersa jamás, sé quien soy a dónde me dirijo… ¿miedo? Acertó, no tengo miedo tengo terror y heme aquí, divagando, debatiéndome entre lo que es o lo que será.-

por **Averno** Vie Ago 23, 2013 7:38 pm

“Niñez” fase inútil, más que obsoleta y enterrada por él, que sencilla es la capacidad de bloquear todo lo innecesario, sin embargo lo sombría de la ajena le permitía dejar rienda suelta a su interés e imaginación, incluso la probabilidad del “qué lugares fueran” por otro lado también puede aportar su opinión respecto de, sin embargo antes terminará de escuchar todo lo que la mujer tenga que decir, tras analizar por unos segundos descubre que no es nada “nuevo” simplemente los humanos tienen sus maneras y sus escapes, muy pocos deciden afrontar directamente pues son débiles emocionalmente, esto no quita que su carácter pueda ser duro pero la perfecta combinación en ellos a duras penas podría existir, no le interesa la suspicaz pregunta que ella realiza, podrá salir de ella con una facilidad impresionante y no es por ocultar, es que simplemente él momento no es el adecuado para mostrarse del todo * Aunque no lo crea algunas veces, en cierto tipo de situaciones las jaulas son estrictamente necesarias, se lo digo yo, que para mí han sido útiles, jaulas medianamente abiertas y no demasiado estrechas, para no perder jamás la comodidad que todos deseamos poseer, ¿no? Probablemente sus jaulas sean diferentes, no todos poseemos las mismas posibilidades de hacer o deshacer * en cierta parte la mujer es ingrata y en otra desafortunada, que humano no desea ser adoctrinado, si su ignorancia es abundante y lastimera, pero también el ser obligado a algo sin desearlo resulta estresante para ellos, una ironía un tanto conflictiva desde su punto de vista, pues una elimina a la otra * Creo que todos en general en algún momento no se han sentido humanos, por sus actos, por sus maneras de pensar, o porqué simplemente sienten no ser parte de. Pero le puedo decir que yo poseo un par de cosas que me ayuda con esas situaciones, estrategia y razonamiento, el problema es que la mayor parte del tiempo suelen ser olvidados, y se dejan dominar por la emotividad y el instinto, está más que comprado que todo esto le lleva a uno al peor de los infiernos, y aseguro no equivocarme * todo tan sencillo, cuántos hombres mueren por confiar demasiado en otros, la mejor ley es no confiar en nadie, pues al hacerlo te entregas del todo a esa persona que posee tu confianza y es estúpido, pues no existe ningún seguro.

Claramente el jamás se equivoca, para el resto podría hacerlo, pero a él jamás le va a importar esa opinión ajena, solo la propia y en su neurosis interna la realidad siempre se verá distorsionada hacía la suya propia * Puedo ser muy sincero con usted, no recuerdo la última vez en la que yo cometiera un error, así de lejana o tal vez inexistente * El verdadero secreto podría ser su inmortalidad, su fuerza sobrenatural, su visión envidiable, su inteligencia superior, lo frio que es literalmente y no literalmente hablando, pero por supuesto siempre será la falta de sentir, la noche en que uno de los sentimientos que no posee le toque esa noche sería su fin, sin embargo sabe que jamás pasará * Aun así, todos guardamos secretos, de diferentes colores y aromas, algunos preciados otros vergonzosos le aseguro que los míos me enorgullecen demasiado y no regalaría un “don” si lo tuviera a una desconocida de buenas a primeras, así sin esta desconocida hacer algún mérito, y siendo honestos dar un tropiezo no creo que sea algo envidiable * un simple comentario que suena en son de broma, pero no es más que su forma particular de llamar insignificante a todos, claramente no debería tomárselo así pues no fueron sus palabras textuales y el que lee aquí la mente es solo él * ¿Cuándo me observa qué es lo que tanto le interesa? Se puede notar con facilidad que estuvo pensando unos segundos, ¿sobre qué? * puede ser muy sencillo saberlo todo de ella, sin la necesidad de entrar a ver lo que hay dentro de su mente en este momento, tan solo podría hacerse dueño de ella en su totalidad y preguntar lo que fuera, pero así pierde toda la gracia, se torna aburrido y poco dinámico, es mejor así mantener el deseo de lo contrario una vez le utilizaría por completo la desecharía sin más * Y ya que ocultar de poco sirve, conmigo. Dígame a que se refiere exactamente con su jaula, yo supongo que debe de tener mucho que ver su educación y su tutela * no sería la primera vez que sus preguntas puedan notarse irresistibles.

por Contenido patrocinado

El génesis del crepúsculo [Hilda]

El génesis del crepúsculo [Hilda]

Re: El génesis del crepúsculo [Hilda]

Re: El génesis del crepúsculo [Hilda]

Re: El génesis del crepúsculo [Hilda]

Re: El génesis del crepúsculo [Hilda]

Re: El génesis del crepúsculo [Hilda]

Re: El génesis del crepúsculo [Hilda]

Re: El génesis del crepúsculo [Hilda]

Re: El génesis del crepúsculo [Hilda]

Re: El génesis del crepúsculo [Hilda]