Entrevista de trabajo (priv. Eslatan Pilligram)

Era casi medianoche y Howe estaba en la oficina de su almacén revisando los últimos envíos hacia el resto de Europa. Hacía poco que el negocio de importaciones y exportaciones había arrancado y nada más empezar se dió cuenta de que necesitaba un trabajador que le hiciera alguna de las gestiones, sobre todo las que requerían que las tiendas estuvieran abiertas, es decir, cuando el Sol imperaba. Por ello hacía un par de días que había colgado algunos carteles por la zona pidiendo empleados, les citaría por la noche para entrevistarlos y ver si eran aptos para el puesto.

El reloj dio la medianoche con 12 tañidos y si alguien estaba interesado en mi oferta de trabajo no tardaría en aparecer. La noche anterior tuvo algunos candidatos pero ninguno daba la talla, o exigían demasiado dinero o estaban demasiado escuálidos. Era un trabajo duro que requería una mínima forma física y Howe no iba a contratar al primero que viniera. El único candidato decente fue precisamente una criatura sobrenatural, un cambiaformas, pero al detectar la naturaleza vampírica de Howe no tardó en escapar, comprendía sus motivos pero en parte se sintió insultado.

Fue entonces cuando llamaron a la puerta. Así estaba establecido, ellos llamaban y Howe daba paso con un "adelante". Un rápido vistazo del candidato daba mucha información, claro, pero la entrevista personal servía para descartar muchos falsos positivos.

- Adelante - dijo Howe sin levantar la mirada de sus papeles.

Hacia dias que estaba en Francia y aun no habia logrado el primer paso, para iniciar su nueva vida. Un trabajo era algo fundamental, para poder acentarse y reconstruir la vida. Caminando esa tarde vio un cartel interesante, de que se buscaba alguien para ayudar.
No tenia mas ropa que la que traia puesta. Una camisa blanca mangas largas y un patanlos gris, ademas de unos gastados zapatos, pero debido a la naturaleza del trabajo que se ofrecia, no penso que estuviera mal.
Tenia que acudir a la noche y siendo las 12 y 7 minutos golpeo la puerta. Escucho una voz, que lo invitaba a pasar.

-Buenas noches. Vengo por el trabajo

Dijo sin mucho rodeo, entregando la nota que habia descolgado esa misma tarde de la calle.

Howe no levantó la mirada hasta que detectó la naturaleza del muchacho que acababa de entrar, era tenue pero ahí estaba, el chico era un licántropo. Howe le miró fijamente y cogió el papel de sus manos - Es un trabajo duro, chico, pero no es excesivamente complicado. Hacer recados por las mañanas, organizar el almacén, lo cual implica un trabajo físico, y alguna tarea más que te indique. Básicamente tu tarea será venir por las mañanas a primera hora, leer tus instrucciones y llevarlas a cabo. Estarás un par de semanas de prueba. ¿Tienes alguna habilidad en especial? - la expresión de Howe era de indiferencia, su rostro mostraba síntomas de cansancio y de haber agotado casi toda su paciencia con los candidatos. No obstante parecía mantener la calma.

Hasta ahora no había tenido demasiada suerte con los candidatos y Howe pensaba que aquel chico no iba a ser  una excepción, no parecía demasiado espabilado pero aún así pensó en, al menos, darle una pequeña oportunidad igual que al resto. El hecho de su naturaleza lupina no le importaba, no le era relevante salvo por su fortaleza física. Por contra le sorprendió la actitud del muchacho, ¿acaso no notaba que Howe era un vampiro? Y si lo notaba ¿no le había sorprendido? Una de dos, o el chico era un joven lobezno sin experiencia o era un estúpido insensato que no tenía reparos en mezclarse con vampiros.

- Por cierto - dijo finalmente - soy monsieur o mister, como prefieras, Howe.

-¿Habilidad especial?

pregunto sin entender, pero supuso que se referia a lo que el sabia hacer.

-Vivi casi toda la vida en el campo. Se cazar, se arar y cosechar. Se hacer embutidos y algo de albañeria. Fui al colegio, asi que se leer, creo poder ser util.

Agrego el muchacho. Creia poder llevar acabo esas tareas sin ningun problema, aunque quizas al principio no fuera muy rapido y aunque quizas le costara entender la escritura en este nuevo idioma, pero penso que eso no era necesario que lo sepa.
Miro al hombre que tenia delante, notando su tes inusualmente blanca, que se hacia evidente tras la luz de la vela.

- ¿Tiene algo en especial, para hacer ahora? Empezaria ahora. ¿Cuanto es la paga?

El chico parecía dispuesto a trabajar, mantenía las formas y le trataba de usted. Howe quedó satisfecho por ahora y decidió ponerlo a prueba. Además sentía curiosidad por los licántropos, no había conocido a demasiados y ahora tenía una excelente oportunidad al tener a uno de ellos como empleado.

- Deberías irte a descansar, mañana te espera un día duro. - metió la mano en su bolsillo y sacó una pequeña bolsa de cuero - Aquí tienes unas monedas, mañana quiero que consigas una ropa de trabajo resistente y, si no es mucho pedir, date un baño. Me gusta que mis empleados den buena imagen. - Howe cogió su bastón por la caña y apuntó al chico con la empuñadura - Aún no me has dicho tu nombre, chico, tampoco de dónde eres. Estoy seguro de que no eres de por aquí.

Howe le miraba directamente a los ojos. El vampiro proyectaba en el chico una mirada fija y de un intenso color azul.

- Ah disculpe, mi nombre es Eslatan Pilligram y vengo del Virreinato de la Plata, una colonia de España.

*Expuse la mano para resivir las monedas y asintí. Me disponia a irme y dejarlo seguir con sus tareas, pero recorde algo y volvi a para preguntarle.

-Mister, disculpe... ¿Ah que hora debo presentarme mañana? A esta hora ya no podre conseguir ropa, asi que tendre que ir mañana.

Dije ilusionado por la oportunidad que tenia frente a mi, importante para poder rearmar mi vida y acomodar mi situación. Mañana seria un nuevo dia, que al parecer tendria ocupado. Al parecer Mister Howe, era alguien muy ocupado y durante el dia lo veria poco. Mejor asi, era molesto que le estuvieran dando ordenes todo el tiempo y mas, si lo hacian de mal talante, pense para mi, ignorando para quien estaba por trabajar, en realidad*

- España y sus territorios americanos, ¿eh? - pensó Howe, simplemente por facilitarle las cosas sus instrucciones estarían en castellano.

- ¿A qué hora? En realidad no importa mientras todas las tareas estén hechas para cuando yo venga mañana por la noche. Si estoy satisfecho con el trabajo al día siguiente encontrarás tu salario del día junto con las siguientes instrucciones.

El vampiro volvió a la mesa y su vista volvió a concentrarse en el papeleo, haciendo algunas notas y cuentas. - Puedes marcharte, chico. Como ya he dicho mañana te espera un día duro y yo aún tengo trabajo que hacer. No te olvides de coger las llaves de aquel cajón.

Howe se puso a pensar en las tareas que le dejaría. Limpieza de la oficina, llevar algunos paquetes a los negocios locales y atender un cargamento de especias que vendrían por el Sena, en barco.

*Asintiendo sali del despacho luego de retirar la llave. Tenia que mantener este trabajo, no tener horario era una gran ventaja. Era bastante extraño que el Mister hower, dejara todo el locar solo y confiara en el, que era un extraño. No podia ser, seguramente lo esperaria, para abrir el negocio y esas cosas, sino...¿como entraria el?
Volvio directo a la Mansion de Nemurenai, donde era "retenido" contra su voluntad y se dio un baño, antes de dormir. Esa noche, no le costo conciliar el sueño, pero el despertarce fue otro cantar.
Cuando logro amanecer, salio con las monedas a buscar ropa. Estuvo mirando varios negocios y varias doncellas muy hermosas que circulaban con sus compras. Las monedas alcanzaban para una ropa de buena calidad, asi que escogio un pantalon marron, con tirantes, una camisa de grafa blanca de mangas largas, borsegos de cuero y una boina color pardo. Volvio  ala Mansion, donde volvio a pegarse una labada y se perfumo un pco y se vistio, arremangando las mangas hasta los codos.
Llego al local, donde trabajaria que parecia totalmente cerrado, a pesar de la avanzada hora de la mañana, en la que se encontraba. Reviso los bolsillos, hasta que palpo el cuero atado alrededor de la llave y abrio una puerta lateral. Una vez adentro, busco el papel, para leer las instrucciones.

- HOLA? MISTER HOWE HOLAAAAA

El papel con las instrucciones reposaba encima de la mesa del despacho. En él, con letra sencilla y elegante estaba el nombre del muchacho seguido con las instrucciones que tenía que llevar a cabo. La nota parecía más bien una carta y estaba escrita en castellano para que el chico lo entendiera.

"Eslatan:

Empieza limpiando el despacho. Coge un trapo y una escoba y quita el polvo, luego coger un paño y un cubo con agua y jabón para fregar el suelo.

Las cajas del almacén necesitan ser ordenadas, por favor, sigue el esquema que he dibujado. Pasado el mediodía llegará un cargamento de especias procedente de Asia, tan sólo tienes que firmar y acompañar a los mozos del puerto dentro. Vigílalos no sea que hurten nada.

He depositado cierta confianza en ti. Cumle con tus obligaciones y no pasarás necesidad. En caso de que decidas traicionar mi confianza más te vale volver al Virreinato de la Plata.

Atentamente:

Mr. Howe

PD: En caso de que surgiera algún problema déjamelo por escrito, hay papel en el primer cajón del escritorio. Si es algo más urgente espera a la noche a que yo llegue. "

Me sorprendi, al leer la carta en mi lengua. Al parecer el mister, era alguien muy culto. La primera tarea era limpiar, con un poco de suerte, conseguiria dejar todo impeclable, para antes de que llege el cargamento.
El despacho que tenia que limpiar, no era tan grande. Fue un alivio, ya que el deposito era enorme. Con la franela limpio el escritorio de una madera oscura y bastante pesado. La silla, con almodillas color crema tenia algunas telarañas entre las patas, pero no tenia mucho para hacer. Habia una estanteria con varios libros y algunas cajas, que tambien necesitaban una limpieza. Algunos cuadros de hombres ingleses apostados en las paredes, vigilaban la tarea del joven.
Escucho la llamada, y fue atenderla. Levanto la puerta metalica y se dipuso a anteder a los hombres. Eran hombres de trabajo, de la clase baja como el, se entendieron de primera, aunque fue entendimiento de codigo mas que de palabras.
Firmo el papel y sercioro que sean depositados sin ningun inconveniente. Los despidio y volvio al almacen donde muchas cajas esperaban ser reubicadas.
Miro el esquema y se desmoralizo...tendria mucho trabajo.
Las cajas de todos los tamaños debian sre rehubicadas, segun la letra con la que tenian marcada las tapas. Algunas eran bastante pesadas pero lograba levantarlas y asi se paso la tarde. Una vez terminada esa tarea, se seco el sudor y volvio a releer la carta para no olvidarse nada, al parecer no tenia que aguardar a que vuelva el mister, asi que salio, cerrando todo y partiendo para su casa agotado, quizas pasaria por unas copas

De nuevo, la noche y la oscuridad volvieron a gobernar las calles de París. Los vampiros salían a las calles en busca de su sustento, diversión y planes maquiavélicos para dominar el mundo. Por su parte Howe se alimentó de manera discreta con una muchacha de afecto negociable; no hubo sexo de por medio, tan sólo la seducción pertinente y un mordisco en una zona discreta.

Cuando volvió a la oficina se la encontró cambiada, más limpia y ordenada, lo mismo que los almacenes. El chico que había contratado había hecho su trabajo, no con excesiva eficiencia pero aún así era una mejora considerable. Eslatan era joven y ya irá aprendiendo a hacerlo mejor.

"Eslatan,

Has hecho un buen trabajo. No todo lo bien que esperaba pero debo tener en cuenta tu inexperiencia. Dado que de las cuentas me encargo yo para mañana tan sólo ocupate de estar en la oficina en caso de que viniera algo de correo o alguien necesitara algo. Sencillamente anota los recados y deposita el correo sobre mi mesa, no hace falta decir que abrir el correo ajeno es un delito.

Sobre la mesa tienes tu salario de la semana, está en un sobre con tu nombre. Hay un pequeño extra para que te tomes algo de vino a mi salud.

Atentamente

Mr. Howe

PD: Por si te aburres tienes permiso para leer los libros de la estantería, tan sólo ten cuidado con ellos y déjalos en su sitio cuando termines. "

No había mucho que hacer aquella noche, Howe decidió dejar todo preparado para cuando el chico volviera a la mañana siguiente. No obstante se detuvo y recordó que a la noche siguiente habría luna llena y que Eslatan era un licántropo. Volvió y anotó algo más en la hoja:

"PD2: ¿Qué tienes pensado hacer con la luna llena? Infórmame"

Howe había tenido algún encuentro con otros hombres lobo pero no lo suficiente como para saber exactamente cómo funcionaba su condición.

Al otro dia, cuando las manecillas de todos los relojes parisinos en hora, marcaban las 9 llege al trabajo. Nuevamente estaba solo, entre llamanos al Mister, pero no hubo respuesta confirmando mis sospecha. Entre al despacho y note una nueva carte. Al igual que la anterior, estaba escrita en castellano.
Lei la carta, que empezaba bien. No parecia que tendria un dia ajetreado, pero lo mejor era tener mi pago y por adelantado. Me extraño la confianza que depositaba tan rapidamente en mi.
La parte de la luna, me parecio una propuesta rara. Obviamente a el le gustaba salir a las noche, quizas con la idea de conocer a alguien especial, pero salir con el jefe, al principio le parecio algo incomodo.
Se sento en el escritorio, busco hojas en el ultimo cajon, como le habia indicado la vez pasada y empezo a garabatear la respuesta, con su ltosca y particular letra.

Mister Howe, no tengo planeado hacer nada mañana, supongo que dormire ya que recien es marte y el jueves debo venir a trabajar temprano. ¿Me necesita para algo en la noche?

Luego de releer su nota, claramente escrita en español, la dejo en la posicion de la nota dejada para el y volvio a releer la que el Mister le habia dejado.
Miro el despacho alrededor y se sento para contar el pago. La moneda parisina era bastante diferente a la que el estaba acostumbrado y era las primeras que veia desde que habia llegado. No soy alguien codicioso, pero me senti bien al sentir el respaldo de los brillosos objetos. Eran un simbolo de que todo estaba mejorando.
Despues de varios minutos, me aburri y fui a la biblioteca para buscar algo para leer. No habia nada en español y en realidad jamas me gusto leer, en el campo de mi familia se dormia cuando la luz del dia menguaba.
Observe los cuadros que habian colgados en el despacho, al menos uno quizas fuera un pariente cercano del Mister por su parecido.
Era temprano y estaba seguro que escucharia si alguien llegaba y llamaba a la puerta asi que salio a investigar el lugar, para ver de que se trataba el negocio. Sabia que resivia mercancia pero no habia visto nada que sirviera como local, para atender a los clientes. Imagino que era algo asi como un distribuidor para otros negocios, algo asi como un intermediario.
Siguio asi mirando por el lugar, hasta que aburrido por no encontrar nada interesante volvio al despacho. Seria un largo dia, de hacer nada y el chico se inquietaba. Fantaseo con la muchacha que habia conocido en los callejones, pero el encuentro habia sido fugaz y su imaginacion no le dio mucho material.
De repente un sonido, llamo su atencion. Venia de la despensa, habia sido apenas perceptible como para reconocer que habia sido, pero definitivamente lo habia escuchado.
Agarro el trapeador que estaba en una esquina y fue a la despensa para averiguar que estaba pasando. El lugar estaba en penumbra y parecia vacio pero algo mas habia alli. Camino atento entre gondola y gondola, con el arma improvisada presta para ser usada.
Nuevamente escucho el sonido, a la derecha de donde estaba. Ahora habia identificado el sonido cmo unas garras raspando contra el suelo. Su corazon se acelero creyendo haberse topado con algo, la habitacion se volvio mas clara y su oido se afino. Escuchaba pasos de los peatones que iban por afuera, los cascos de algunos caballos que llevaban las carretas pero lo mas increible sintio 3 palpitares muy acelerados, del lugar donde habia oido el ruido. Su olfato identifico en el siguiente suspiro un millar de aromas, que jamas habia detectado en su vida. A medida que se acercaba un aroma en particular, atrajo su atención. Era algo rancio y se percibia, enmascarado, el olor a pelaje aceitoso. Los demas sonidos del exterior se difuminaron dejando escuchar en primer plano los 3 corazones. Uno de ellos se empezo a acercar atravesando gondolas, directo hacia mi. Me agazape y me puse en guardia. Los minutos se volvieron interminables hasta que el intruso se dejo ver...

- UN MALDITO RATON JODERRR

exclame con mi corazon galopando a mil porhora dentro de mi pecho, mis manos sudorosas con los nudillos blancos, debido a la presion ejercida sobre el palo y probablemente un gesto de terror total en mi rostro. Rodie las gondolas finales para comprobar que los otros 2 latidos eran ratones tambien, alog mas tranquilo. Ya no podia escuchar nada, estaba en silencio que solo era interrumpido por mi respiracion, la sala volvia a estar en las penumbrar aunque no lo suficiente para ocultar a los polizones.
Volvi al despacho. Agrege en la nota a modo de posdata, que habia roedores y si no se encargaba de ellos, quizas se volvieran una plaga.

Howe se recostó en el sillón, puso los pies descalzos sobre la mesa y dio un mordisco al roedor, el animal comenzó a retorcerse y a chillar mientras los colmillos del vampiro bebían su vida. Una gota de sangre caía por la comisura de los labios de Howe mientras leía la nota de su empleado.

Cuando hubo terminado arrojó el roedor, vacío de sangre, por la ventana. "Si hay ratones, Eslatan, llama a un exterminador." - escribió, dejándole anotada una dirección.

La noche siguiente iba a ser luna llena y Eslatan parecía hacerse el tonto en la nota que me dejó. Howe decidió ser directo:

"Respecto a lo de la luna llena, Eslatan, me estoy refiriendo a tu naturaleza. Probablemente sabrás de lo que hablo pero si no lo sabes y tu curiosidad te supera tendremos que vernos mañana por la noche. Podrás tomarte el día siguiente libre si lo deseas."

Howe no permaneció demasiado tiempo en el despacho, las cuentas estaban terminadas y decidió marcharse a la taberna. Últimamente había tenido algunos sueños extraños y necesitaba alcohol.

Se despertó en la oscura habitación, sobre la dura cama a la que había sido asignado. El silencio absoluto reinaba en la habitación y en los cuartos cercanos. La vista del Pilligram, aclimatada a la oscuridad recorrió las lisas paredes celestes del cuarto. El único mobiliario además de la cama, era la mesa de luz, de 3 puertas al lado de la cama.
Que nadie estuviera ocupando su tarea lo hizo enojar, con las mandíbulas bien apretadas se levantó con violencia.
Ese día algo iba extraño. El chico se encontraba más irritable de lo normal, propenso a la pelea con cualquiera. Teniendo en cuenta su personalidad normal, era realmente extraño en él. Se dio cuenta y calmo sus ánimos.
En la mansión todavía no había nadie despierto así que pudo salir de ella sin inconvenientes.
Llego al trabajo, en donde busco la acostumbrada nota, que venía dejando el señor con las tareas. Leyó la nota y un atisbo de furia emergió de su interior al leer, según interpretaba, las malas formas con que le ordenaba llamar a un exterminador. Estaba por descargar la bronca sobre la silla de madera, cuando recapacito que después de todo, ese era el trabajo que a él, le correspondía y empezó a tranquilizarse. Supuso que esa enigmática referencia a "la naturaleza" era algo relacionado con su inestable humor, de hoy día. Se quedaría para encontrarse con el Mister decidió.
Ocupo el tiempo, en acomodar las cosas que tenía. Contacto con el exterminador por el asunto de las ratas y espero por si alguien acudía por negocios, aunque por suerte no tubo q lidiar con ninguna persona.
Ya cerca de la noche, si mucho más que hacer y bastante aburrido dejo volar su imaginación. Por un momento se imaginó golpeándolo a Howes por ser...Ingles. La idea de esperar a su jefe, en ese estado irascible ya no le parecía algo aconsejable.
Un ruido indico que ya era tarde para cambiar de idea.

El negocio no iba mal, daba suficiente dinero para pagar un empleado y permitir al vampiro ciertos gastos. Claro está la comida no era un de ellos pero a veces era más seguro recurrir a la prostitución para alimentarse, Howe sabía cómo no dejar rastro de su presencia. Además el lugar estaba limpio, podría estarlo más pero el muchacho que había contratado le había caído en gracia. Tenía ganas de trabajar, cumplia lo establecido cada día y al menos parecía honesto, no como los demás candidatos.

Howe entró en el almacén preguntándose si el joven Eslatan estaría allí, sentía curiosidad sobre los licántropos y por eso le había invitado. Sabía que podía ser peligroso, que Eslatan podría perder la razón y atacarle como si de un animal salvaje se tratara pero confiaba en poder con él. A fin y al cabo él era, a fin de cuentas, apenas un muchacho.

- Eslatan, bien, has venido, quería hablar contigo sobre estos días de trabajo. Toma asiento, por favor - le djo al entrar en la oficina. Le notaba tenso e irascible pero Howe prefirió ignorar eso.


* Disculpa la tardanza, he estado de imprevistos en imprevistos y olvidé declarar ausencias en el foro.

Cuando Noam se apersono, el olfato híper sensibilizado por la luna, capto el inusual aroma del no muerte, que provoco un mohín de asco involuntario en el chico, justo cuando se daba vuelta. Con un poco de suerte, el señor no lo notaria.
Cuando lo invito a tomar asiento, sin prisa se acomodó del otro lado del escritorio, esperando que le comente las nuevas noticia. Mientras esperaba que continúe un nuevo arrebato de ira, se acumuló en su interior, bastante impaciente por el silencio. Sus puños se cerraron con fuerza, dejando los nudillos blancos.
Pero respiro hondo, sabiendo que estaba con su jefe y debía ser cortes. Aunque decirlo era fácil y hacerlo ya era otro cantar. Su estado de ánimo se volvía más rebelde y más inestable mientras transcurrían los minutos. Una especie de sed, junto con una extraña sensación de hambre habían empezado a abrumarlo, en contraste con el deseo de degollar al poseedor del hedor a muerte, de la habitación.
Mantenía el mutismo para evitar que el mal genio, le llevara una mala pasada, pero el desenlace parecía obvio, a cada segundo que pasaba. Quizás sería sensato marcharse ahora, alegando sentirse mal. Sabía que eso era lo mejor.
Pero se quedó, porque la curiosidad lo abrumaba y algo en su interior intentaba tomar las riendas de su accionar, cada vez con mejores resultados

- Has hecho un buen trabajo estos días, Eslatan, no has sido demasiado eficaz pero sin embargo has sido profesional y disciplinado - dijo Howe, paseándose por el despacho mientras su empleado estaba sentado - Era de esperar, claro, eres joven y un recién llegado.

Mientras decía esas palabras le estaba sondeando mentalmente, no le hacía falta para ver que el muchacho estaba nervioso pero sí para escudriñar sus pensamientos y ver que tenía sentimientos homicidas hacia Howe.

Entonces se acercó, puso las manos sobre la mesa y se encaró a Eslatan, sonriéndole - Te noto nervioso, ¿ocurre algo?, imagino que la luna llena te estará afectando.

Howe estaba disfrutando provocando al muchacho, quería que sacara a relucir su verdadera naturaleza. Era peligroso, claro, pero siendo él un licántropo joven estaba seguro de poder manejarlo.

Ya no era tan solo, esa rabia ciega que me acosaba desde que desperté. Las maneras que el inglés tenia para conmigo, ya se tornaban algo burlescas. ¿Quién se creía que era? No permitiría que me tratara como si fuera un tontuelo más, que le debe la vida. El problema, era que tenía que mantener mi autocontrol, porque en un chist, podría estar sobre el destrozándole la garganta. Intente desviar la vista hacia la ventana, tratando de serenarme antes de responder a la pregunta, pero la luna que observaba desde allí me hipnotizo de golpe. Su blanca superficie ocupo todos mis pensamientos racionales, dejando mi mente totalmente en blanco. Ahora mis sentimientos totalmente libre, en una peligrosa anarquía psicológica tomaron control de todo mi ser. No lo sabía, pero todo mi cuerpo se tensó y se abulto con músculos enormes que antinaturalmente crecían en todo mi cuerpo. Mi mandíbula apretada con fuerza adquiría su nueva configuración apta para devorar carnes. Mis puños cerrados con fuerza, con los nudillos en blanco por la presión se volvieron garras. Un odio y un extraño desprecio me impelían a confrontar al inglés y cada vez que mi olfato se agudizaba más, los sentimientos aumentaban, ya que mi naturaleza lobuna reconocía al vampiro por lo que era. Una abominación.
Mi cuerpo además de aumentar en tamaño y modificarse se llenaba de pelos. Si el inmortal no reaccionaba pronto, el despacho seria el campo de batalla, de una épica guerra. El joven Eslatan ya no existía. Ahora el depredador salvaje, era el que escudriñaba a través de los ojos amarillos topacios..
Me incorpore violentamente, y a causa de eso la silla callo al suelo. Planta mis cuatro miembros en el suelo. La mesa que nos separaba era un obstáculo menor y para la criatura instintiva que se disponía a actuar, prácticamente no existía.

Howe sonreía, por segunda vez contemplaba la transformación en licántropo. La primera vez no fue algo intencionado y casi le cuesta la vida pero en esta ocasión Howe estaba más preparado, era más viejo y creía poder manejar al muchacho  pues éste era más bien joven y, al parecer, desconocía su naturaleza.

Howe se quitó la chaqueta y la tiró a una silla cercana quedándose en mangas de camisa junto con el chaleco, iba a necesitar movilidad. Se colocó en posición defensiva esgrimiendo el bastón con empuñadura de plata. su intención no era matarlo ni herirlo sino domarlo y ponerse a si mismo a prueba.

- Vamos cachorro, a ver qué sabes hacer - dijo provocando a Eslatan.

No era la primera vez que peleaba, había tenido varias trifulcas y peleas en sus viajes. Alguien que usa un bastón para caminar suele ser subestimado y eso le daba cierta ventaja. Sin embargo ahora su pelea era contra una bestia salvaje, no había sentimientos ni prejuicios de por medio, sólo instinto.

El insensato hombre azuzaba al hombre lobo a atacar, sin mostrar ni sorpresa ni temor. Eso junto a los aromas que ahora identificaba, fueron una especie de sexto sentido sobre el peligro que representaba, aquel ingles frente a él.
No era un humano, solo se parecía a uno de ellos. Algo en él tenía plata, podía sentir la esencia del metal y el instinto de supervivencia refreno la ira y lo hizo probar al contrincante.
El nuevo tamaño que había adquirido, le daba ciertas ventajas y las aprovecharía, aunque por ser su primer combate, que merecía esfuerzo, tendría que aprender cómo sacarle provecho.
En cuestión de segundo, pasó de la posición agazapada a estar sobre la mesa y lanzar un zarpazo a la garganta de aquella criatura, que tanto odio y asco le producía. El largo del brazo, del licántropo, le permitía atacar desde una distancia prudencial, aunque si algo de la mente analítica, de su parte humana hubiera podido opinar, habría sabido que no era así.
El ataque, a alta velocidad era más que suficiente para tomar por sorpresa a casi cualquier cosa y esperaba que esta fuera una de esas ocasiones