¿Y qué hago ahora contigo? (Eslatan)

por **Shannon Koller** Jue Ago 22, 2013 11:46 am

Sentí el gélido tacto de una gota sobre mi mejilla, enseguida el sueño profundo que me atrapaba me dejo libre a la oscuridad de la noche. Una nueva gota volvió a caer sobre mí. Llovía.
Me incorpore de mi improvisada cama con cierta pereza, estaba cansada y lo último que me faltaba era lluvia para aquella noche…
Pronto escuche los truenos que advertían la llegada de más nubes de tormenta. Fue el momento en que me puse alerta, aquella casucha hecha a base de troncos y algún que otro elemento rescatado de un basurero no aguantaría una tormenta, de hecho la lluvia suave estaba empezando a hacer mella en ella. Tenía que salir de allí.
Abandone mi refugio y eche a caminar por el bosque, tenia los zapatos de terciopelo llenos de lodo y con el tacón abierto, era incomodo caminar con ellos…
Caminaba sin rumbo fijo, al fin y al cabo no tenia donde ir, solo la esperanza de saber que encontraría un lugar mejor donde resguardarme.

No fue fácil, nada fácil, casi había amanecido cuando di con una casa bastante grande a decir verdad…me recordaba mucho a mi casa de verano a la que iba siempre a pasar las vacaciones con mi madre y mis tías. Era invierno así que no tuve miedo de acercarme, lo más seguro es que no hubiese nadie y en el caso de que así fuese solo habría sirvientes cuidando de la casa.
Me acerque por la puerta trasera del servicio, pero no vi ninguna luz ni escuche absolutamente nada, todo parecía estar en completa calma…demasiada calma…
Llame a la puerta insistentemente sin obtener respuesta alguna, gire el pomo de la puerta y ante mi sorpresa la puerta cedió abriéndose de par en par, lo que vi después fue esperanzador.
La casa estaba completamente vacía, no me cabía duda. No había alimentos, ni utensilios solo los muebles empotrados de la cocina, todo tenía una gruesa capa de polvo. Había estado deshabitada por algún tiempo…entre con más confianza – Hola?- el eco fue tremendo, pude sentir como rebotaba en todas las paredes de la casa.
Salí de la cocina y llegue al recibidor, una enorme sala de suelos de mármol y escaleras de gruesa madera. Entonces un ruido metálico llamo mi atención. Venia de la parte izquierda de la casa, al principio fue ligera pero iba aumentando en intensidad y volumen, me acerque con cautela a la puerta cerrada que me llevaría hacia el sonido…

Atravesé el umbral de esa puerta y el sonido era cada vez más claro, me deje guiar por él a través de pasillos y puertas, me detuve ante la última puerta, no podía haber más, el ruido era casi ensordecedor.

Mi mano temblaba ligeramente cuando hice girar el pomo de la puerta, sin duda podía esperar cualquier cosa, espíritus malignos, una ventana abierta que dejaba el aire pasar…demonios…pero lo que vi me dejo anonadada.

Me equivoque al suponer que la casa estaba deshabitada. Un joven reposaba atado en una cama de estructura metálica, tenía una pinta espantosa, aunque seguro que la mía no era mucho mejor…
No dije nada, solo me acerque lentamente a él, ¿sería un prisionero? Y si lo era… ¿de quién? ¿Habría alguien más en la casa? Demasiadas preguntas con respuestas vacías.

-¿Quién eres?- Pregunte con voz calma y segura-¿Hay alguien más aquí?

por **Eslatan Pilligram** Vie Ago 23, 2013 12:13 pm

El calendario marcaba que esta noche, algo tormentosa saldría selene y según me había dicho Nemurenai tendría sed de sangre y no podría evitar salir a casar.
Como precaución, había sido llevado a una mansión abandonada en el bosque y había sido sujetado a una cama. Las 2 muchachas que me llevaban allí, solo cumplían órdenes e ignoraban mi condición.
Hacía tres horas o quizás mas que estaba en esta posición, el ruido de la lluvia ya era evidente en el exterior. No conseguía conciliar el sueño, ya la influencia de la luna era cada vez mas evidente
Sentí una voz femenina anunciándose, que hizo que un sudor frio me bañase. Me agite con fuerza tratando de liberarme, pero salvo hamacar la cama, y hacer ruido, mucho mas no logre. Cuando la puerta de mi habitación se abrió, estaba tan concentrado en liberarme, que deje escapar un grito producto del susto.

-Que haces aquí? Es...es...es...peligroso.

Tartamudee algo pálido, ya que mientras lo decía, me daba cuenta que el indefenso en este momento era yo.
Mire a los ojos a la chica, desde mi posición tumbada. Note que estaba algo mojada por el agua, que sus mejillas estaban rojas, debido al esfuerzo por buscar refugio en la lluvia.

por **Shannon Koller** Mar Ago 27, 2013 11:46 am

Lo único que obtuve como respuesta fue un grito, al parecer había asustado al muchacho, no pude evitar dejar escapar una risita.

Me hablo agitado diciéndome que era peligroso que estuviese allí. ¿Podía entender eso como que no estaba solo? Quizá su captor estuviese cerca, puede que no hubiese sido buena idea entrar allí…

-¿A qué le teméis?- pregunte de nuevo con la esperanza de que ahora me contestase.
Sin embargo no podía estarme quieta, necesitaba comprobarla por mí misma.
La habitación no tenia mas puertas, salvo las del que suponía era un armario, así que me asome por la que había entrado buscando algún rastro de que no estuviésemos solos. No vi ni oí nada. ¿Qué está pasando? Me pregunte.

No le prestaba demasiada atención al prisionero. Una imperiosa curiosidad de apodero de mi, siempre me pasaba lo mismo, cuando me sumía en algo ignoraba todo lo demás, un acto un tanto temerario.
Me quite los zapatos, no podía con ellos. Abrí la puerta del armario encontrando algunas prendas de chico, una camisa y unos pantalones. Si los captores de aquel muchacho volvían más me valdría terminar y salir enseguida.

Comencé a abrirme las tiras del corsé, por fin libre, tome las prendas y salí al pasillo para cambiarme cerrando la puerta tras de mí. Deje la ropa mojada hecha un ovillo para llevármela después, no tenía que dejar pruebas de mi presencia.

Volví a entrar en la habitación, no tenía zapatos y en el armario no encontré ningunos pero el prisionero tenía lo que parecían ser unas cómodas botas.

-Siento hacer esto créeme, pero se llama supervivencia.- Le quite las botas y me las puse, me venían un poco grandes pero era mejor que ir descalza, evidentemente el pareció disgustarse pero poco me importo. Estaba a punto de salir de la habitación y dejarlo allí….pero no podía. ”Que más te da! Ni si quiera le conoces” “sabes que no puedes dejarle…desátale y después que se las apañe solo..” debatía conmigo misma pero finalmente me acerque a la cama él hizo más ruido y me hablo pero yo no le escuchaba, no podía dejar de mirarle.

Sentí que mi corazón se aceleraba. No era humano.
No era un brujo, ni un ser dotado de magia….era un maldito. Pude ver en su corazón las cadenas de la luna llena. Había oído hablar de aquellas criaturas pero no conocía sus secretos. Eso me atemorizo, pues estaba en desventaja.

Mire hacia la ventana observando como el sol descendía lento pero inexorable. “hoy hay luna llena” pensé, pero aun faltaban unas cuantas horas. ¡¿Qué hacer?! No podía desperdiciar aquella oportunidad pero era muy arriesgado! “¿Cuántas veces podrás tener a una criatura como está atada e indefensa?” era mi oportunidad de conocer y saber…tenía que...solo necesitaba un poco de sangre y sería suficiente…

Fui hacia mi vestido y rebusque en los bolsillos, sabía que tenía una jeringuilla por alguna parte…

por **Eslatan Pilligram** Mar Ago 27, 2013 5:38 pm

Mientras le advertía, la chica se puso a fisgonear por la habitación, al parecer era una ladrona, ya que saco algo del armario y luego salió de la habitación. Me relaje un poco, después de todo prefería perder unas prendas, a cargar en mi conciencia con la muerte de alguien.
Nuevamente se abrió a puerta. Era la chica que vestía unas holgadas ropas, que en un segundo repaso visual, reconocí como las mías. Se disculpó, y me quito las botas. Era una lástima, me hubiera encantado poder verla desvestirse.

- Una ladrona... Mejor vete, no encontraras mucho de valor aquí, quizás solo peligro.

Le dije algo molesto, por el hecho de que me robara tan directamente. De repente, cambio la actitud y se inclinó sobre mí. Me puso muy nervioso, el cambio abrupto de su forma de actuar. Pude verla a los ojos, era una mujer muy hermosa. La camisa y pantalón que llevaba, ocultaban sus curvas, pero la piel era exquisitamente blanca. Tan exquisita que un loco antojo de morderla se apodero de mí. Saboreaba mentalmente la carne del cuello expuesto. El aroma de su piel inundaba mi hipersensibilizada nariz, causando que me relama. Mis músculos se tensaron jalando los nudos de mis 4 extremidades, a la vez que oprimía con fuerza mis puños, tratando de alcanzar ese manjar celestial.
Entonces ella miro hacia afuera. Lo sabía...Sabia lo que era. Dejo las ropas mojada sobre la cama, dejando de prestarme atención y busco en ellas, algo.

- NOOO. NO LO HAGAS.

Entre en pánico, creyendo que me apuñalaría y empecé forcejear con ímpetu para tratar de liberarme. El efecto de selene, la luna, ya empezaba a ser evidente, no solo en mis deseos sino también en mis capacidades físicas, que se amplificaron notablemente. Mis ojos se tornaron de un color miel antinatural. No estaba preparado para morir.

por **Shannon Koller** Lun Sep 02, 2013 6:53 am

Bingo! Encontré la jeringuilla al fin, le quite el protector a la aguja y me acerque con cautela.
El joven había empezado a gritar que no lo hiciera, quizá pensase que le haría daño, es lógico…

-Tranquilo…solo sera un momento y te prometo que después me iré y te dejare.-Sabia que no podría pincharle en el brazo, se movía demasiado y se notaba que la luna empezaba a llamarle, sus ojos desvelaron su anti-naturalidad y sus dientes cada vez parecían mas feroces, trague saliva y empuje suavemente su cabeza para que me dejase el camino libre a su cuello, en cuanto sintió mi tacto hizo fuerza así que no me quedo mas remedio que empujar su cara contra la almohada para que no se moviese.

La aguja entro sin problema a la vena hinchada de su cuello y poco a poco el recipiente de cristal se iba llenando de un liquido oscuro y rojizo, esa seria mi llave a mas respuestas…

Cuando la jeringuilla estuvo llena la saque, partí la aguja tirándola, ya no me serviría y guarde a buen recaudo aquel pequeño frasco.

Lo que vi después me preocupo…mucho. Los brazos del joven comenzaban a llenarse de una gruesa capa de vello y su expresión…retrocedí atemorizada, tome mi ropa mojada y salí a toda prisa de la habitación.

Esas cadenas no parecían muy fuertes…¿y si conseguía romperlas? ¿y si decidía venir a por mi? Cometí un gran error al entrar hasta allí…mi abuela siempre decía que la curiosidad mato al gato…bien, pronto tendría a un lobo presionándome…

Eche a correr y pronto llegue al bosque, las ramas parecía interponerse en todo mi camino, las raíces aparecían por todas partes, aun así corría velozmente y sin descanso.

En el fondo sabia que todo aquello era en vano, si aquel ser decidía venir a por mi acabaría con mi poca ventaja en un abrir y cerrar de ojos y lo que era peor, me encontraría por el rastro de olor.

De momento todo eran suposiciones pero tenia que pensar en un plan B por si todo salia mal…pero ¿Cómo protegerme de algo que no conocía? Un escalofrió recorrió mi espalda ante aquella pregunta.
“tiene que haber algo que pueda hacer” me dije a mi misma, mire a mi alrededor para ver mis opciones pero solo había árboles y más árboles, ni si quiera escuchaba los sutiles movimientos de los animales, quizá ellos también advirtiesen el peligro que acechaba con la llegada de la noche.

“Arboles..bueno era mejor que nada, algo se me ocurriría.

por **Eslatan Pilligram** Mar Sep 03, 2013 7:18 pm

La atrevida chica, sacó una jeringa y se acercó a mi cara. Con algo de brusquedad, tiro mi cabeza para atrás y clavo el instrumento en mi cuello. Era algo intolerable, que se aproveche de tal manera de mí y deje rienda suelta a mi ira.
Mientras el odio y la sed de carne humana, tomaban niveles críticos en mí, la chica empalideció y huyo a toda prisa del lugar. El aroma del pánico inundo la habitación, induciendo a una parte más primitiva, guiada por deseos, de mi conciencia tomara el control absoluto de la situación. No me importo en absoluto, ya que la idea me parecía increíblemente agradable en este momento.
Mi cuerpo se cubrió de pelaje, mis manos se convirtieron en mortíferas garras, mi boca se alargó en un hocico plagado de afilados dientes. El mundo pareció enmudecer y con suma facilidad quede liberado de mis ataduras y me incorpore en mi forma hibrida.
Aspire profundo, como me impelía a hacer un deseo primitivo, desde lo más profundo de mí ser. Varios aromas captaron mi atención, pero sabía que eran todos matices de la misma cosa...MI presa. Percibía la esencia humana, que me urgía a devorarla, la erótica y sutil fragancia de la femineidad de la chica. El almizcle de pánico y adrenalina también acompañaban cada inspiración.
Corrí guiado por un ansia asesina, detrás del rastro aromático a una velocidad sobrehumana utilizando mis 4 extremidades antropomórficas, y en un parpadeo me encontraba en el bosque, dirigiéndome hacia mi objetivo. La sensación de libertad, la euforia por la cacería, el inexplicable poder que ahora emitía mi cuerpo lleno de tonificados músculos, era sensacional
A lo lejos la vi, deteniéndose y mirando alrededor. Me escabullí por entre los árboles para observarla de más cerca y poder oler su sutil, pero intoxicante y delicioso aroma, mientras empezaba a salivar, con una única idea retumbando en mi mente. MATAR.

por **Shannon Koller** Sáb Sep 07, 2013 6:01 am

Estaba concentrada, con los ojos cerrados, intentando escuchar las voces del bosque, tenía poco tiempo antes de que esa bestia me diese alcance así que debía ser rápida…
Mis labios se separaron dejando salir de ellos una canción suave en un idioma ya olvidado, el idioma de los espíritus.
Lo que intentaba conseguir era sencillo entre comillas…pediría permiso a los espíritus que habitaban en los arboles para poder controlarlos a mi voluntad. Había practicado mucho esa técnica de pequeña, se me daba muy bien pero siempre me dejaba agotada y requería de mucha concentración además de la buena voluntad de los espíritus. Llevaba días sin descansar y comer bien, no estaba segura de mantener el hechizo por mucho tiempo o si llegaría a conseguirlo pero tenía que intentarlo, era mi única salida.

Tres árboles escucharon mi canto y aceptaron mi yugo, entonces sentí un escalofrió dividiendo mi espalda. Estaba cerca, podía sentir su aura condenada y sus ojos observándome en la distancia. Por unos segundos me quede petrificada, había sido más rápido de lo que esperaba.
Camine despacio hasta el enorme árbol que tenía delante y trepe lo más rápido y alto que me fue posible. No mire abajo, simplemente le ordene avanzar, sus profundas raíces levantaron la tierra provocando un temblor, me sujete con fuerza y por fin abrí los ojos, su color se torno en un azul mas blanquecino, me encontraba en plena unión con la otra criatura que manejaba.

Avanzamos despacio pero recorriendo mucha distancia, pude ver al joven que ahora tenía un aspecto lobuno y malvado, era la primera vez que veía algo así…y sus ojos me miraban feroces y desafiantes.

Mire al cielo descubriendo que la noche había devorado la poca luz que quedaba, la luna plena observaba su tablero de juego donde esperaba ver correr sangre…la mía...

En la distancia llame a mi otro árbol, el cual pillo por la espalda al híbrido atándolo con sus raíces hasta la cintura y con las ramas la parte superior de su cuerpo, un sonido desagradable y aterrador recorrió el bosque, no sabía cuan fuertes podían ser esas criaturas y dudaba del tiempo que podría mantenerlo atrapado, así que continúe huyendo sin dirección fija “solo debo aguantar unas horas, cuando la luna se vaya estaré a salvo...” pensé para mi intentando tranquilizarme y poder mantener lo máximo posible me conexión con los arboles.

por **Eslatan Pilligram** Sáb Sep 07, 2013 7:54 am

La presa, que tenía a unos pasos estaba parada, con los ojos cerrados, como esperando con resignación, el futuro que yo le ofrecía. Mi oído capto un canto, que debido a mi naturaleza actual, ni siquiera intente comprender. Entonces camino hacia un árbol y empezó a trepar. La cacería se estaba volviendo fácil, ya que arriba del árbol no tendría lugar a donde ir. Sin embargo, la situación se volvió irreal cuando el árbol mismo, empezó a caminar. Lo seguía en la oscuridad del bosque, con la vista clavada en la deliciosa joven. Una parte más racional de mí, me alertaba del peligro pero dominado por el hambre y provocado por la emoción de la cacería había pocas chances de que prestara oído a la sensatez.
Subiría ahora. De dos saltos estaría en la rama junto a ella y un solo zarpazo la derribaría hasta el suelo, dejándola herida de gravedad.
Me estaba por agazapar, para iniciar la carrera cuando de la nada varias ramas me envolvieron todo el cuerpo con brusquedad. Mi pelaje lobuno me protegía pero aun así era una poderosa presa, que laceraba mi piel, en ciertas regiones como cuello, codo y muslo.
Intente zafarme, pero las múltiples ramas, reducían drásticamente mi movimientos y por lo tanto la fuerza que era capaz de generar.
Desde el fondo de mi ser, nació un sobrenatural aullido, de odio y frustración. El árbol no tenía oídos, pero la sensual ladrona si, y sintió el escalofriante efecto de este aullido, que le helo la sangre y la petrifico de miedo. Seguía debatiéndome para liberarme y de apoco lo empezaba a lograr. Solo necesitaba liberar al menos uno de mis brazos al menos, pero mi forma hibrida parecía estar superando la resistencia natural de las ramas, que se quebraban de a una en cada embate. En segundos estaría libre y mi sed asesina seria saciada.

por **Shannon Koller** Mar Sep 10, 2013 7:18 am

Con mi avanza y sus problemas para liberarse del árbol conseguí perderlo de vista aunque aun podía verlo a través de los arboles que controlaba.

Estaba furioso y eso le hacía más fuerte, las ramas del árbol que le atrapaban se resquebrajaban y yo empezaba a sentir la falta de aire de cuando tu espíritu se desliga del ser.
Cerré los ojos, me dolían, tenía la respiración entrecortada y sentía una fuerte presión sobre el estomago, era cuestión de tiempo que el lobo consiguiese liberarse...

Un estruendo de madera rota llego hasta mi, el bosque entero comenzó a dar vueltas delante de mis ojos, la cabeza me pesaba y tenia sed, mucha sed. Había hecho mucho esfuerzo.

Tenía que pensar en algo mejor, si no lo hacía no tardaría mucho en alcanzarme y las horas pasaban pesadas a su favor, tenía que buscar la manera de frenarle o de matarle si era necesario, al fin y al cabo era él o yo…
Mi ignorancia con respecto a criaturas como él y el imperante dolor de cabeza me impedían tener las cosas claras, necesitaba despejarme, respirar…sed…cuanta sed tenía…

Apoye mi espalda en el tronco del árbol dejando colgadas las piernas, podía escuchar como corría hacia mi levantando la tierra y rompiendo todas las ramas que se interpusieran en su camino, en ese momento sentí que moriría aquella noche.

El otro árbol despertó persiguiéndole, estiro las ramas como látigos enredando sus tobillos, fue atándole costosamente por las demás extremidades, tenía que hacer un esfuerzo más por retenerlo.

De un momento a otro la luz plateada de la noche se disipo dejándonos completamente a oscuras, no podía ver! Estaba desesperada, necesitaba ver.

Unas enormes y tupidas nubes negras escondieron la luna, se escucho un trueno que luchaba por escapar.

-¡Lluvia!.-Grite entusiasmada, sabía lo que eso significaba para mi, podía salir medio viva del bosque..
Las gotas frías cayeron suavemente y después con más intensidad. Aproveche aquel momento de despiste y atrapa a la bestia con las ramas, volvería a zafarse pero me daría tiempo para completar mi propósito.

Mire hacia las nubes fijamente, los susurros que salían de mis labios brotaban de mi subconsciente, era muy complicado mantener dos conexiones tan fuertes a la vez, si aquello no me salía bien no tendría más posibilidades.

Un rayo partió el cielo con un azul intenso, alcanzo a un árbol destrozándolo y encendiendo una llama intensa, no era consciente de ello, de nada en realidad, como tampoco del hecho de que había dejado de moverme, los arboles ya no me obedecían. El fuego se alzaba en el bosque y los rayos no paraban de caer, debía conseguir que uno de ellos alcanzase al hibrido de humano y bestia...

por **Eslatan Pilligram** Miér Sep 11, 2013 10:28 am

El esfuerzo al fin rindió sus frutos, dándome libertad y enseguida salí disparado en dirección en donde las poderosas "pisadas" del árbol, indicaban la presencia de la chica.
La luna queda oculta, pero mi visión en la oscuridad, aun captaba la luminosidad y me dejaba ver bastante bien.
El olor de ella, volvía a ser fuerte y entonces la encontré. Mi aullido la habia afectado al parecer, ya que su rostro se cubría de sudor.
Otro árbol se animaba, y sus ramas alcanzaban mis tobillos, retrasándome. Me di vuelta y aprovechando mis manos libres destroce las ramas con mis zarpas, dejando libre mi ira, hasta que el árbol dejo de moverse.
Un rayo destrozo un árbol cercano incinerándolo e iluminando la noche con las llamas que quedaron como marcas del poder de la naturaleza. Algunas gotas se infiltraron en mi pelaje, pero apenas me molestaba. La lluvia podría haber ocultado el aroma de la chica, pero ahora que la tenía localizada visualmente, eso no era un obstáculo.
Mi vista fue hacia la chica, que estaba inmóvil. Por qué se quedaba así, no lo comprendía, pero igual eso no me impediría alimentarme de ella. Volví a iniciar la carrera, esta vez alerta para evitar otros árboles y alcanzar a la chica. Mis fauces llenas de saliva empezaban a gotear anticipándose al festín de esa nimia piel. El macabro deseo de la bestia, era intenso a por la joven bruja. Su aroma quedaría guardado en él, para siempre. La deseaba, quizás incluso como humano ese deseo aun persistiera. Tenía que alcanzarla.

por **Shannon Koller** Lun Sep 16, 2013 5:03 am

El cielo se tiño de azul eléctrico una ultima vez, era mi ultimo esfuerzo.

El rayo había alcanzado a la bestia, lo sabia por si quejido, había conseguido herirla aunque desconocía el grado de la herida. De todos modos el fuego creo una barrera entre los dos, me daba ventaja para poder escapar.

Me baje del árbol a toda prisa y eche a correr nuevamente, sabia que no haría demasiado pero mi instinto de supervivencia me lo exigía.
Seguía sin poder ver demasiado, seguía lloviendo aunque con menos intensidad y las nubes casi se habían ido pero allí, en la tierra fría, la luz de la luna apenas llegaba.

Corrí sin dirección y a toda prisa mirando hacia atrás constantemente sin ser muy consciente de lo que tenia delante hasta que vi que el bosque terminaba,cómo era posible? Intente frenar pero no pude, caí por un acantilado directa al mar. El golpe fue doloroso…pero nada comparado con la fuerza del mar que me empujaba contra las rocas. Intentaba nadar pero era completamente inútil cualquier esfuerzo que pudiese hacer así que me deje llevar intentando no ahogarme pero era complicado.

De pronto una fuerte ola me arrastro varios metros, pude sentir tierra en mi cara y aire en mis pulmones.
Tosí echando todo el agua que había tragado, me dolía el cuerpo entero…

Seguía sin poder ver mucho, solo lo suficiente para saber que estaba en una especie de cueva marina o gruta, intente ponerme de pie pero me fue completamente imposible así que simplemente fui gateando hasta una zona donde no llegaba el agua.

Tenia la esperanza de que aquel lobo hubiese perdido mi rastro por completo y que no quedase mucho para el amanecer…
Todo a mi alrededor empezó a dar vueltas antes de caer inconsciente.

por **Eslatan Pilligram** Lun Sep 16, 2013 10:40 am

Iba en carrera hacia la chica, a toda velocidad. Mis patas se acomodaban para dar el último salto. Los músculos de mis extremidades se tensaban anticipándose al último salto.
Estaba prácticamente sobre ella, cuando una luz me cegó, luego millones de volteos atravesaron dolorosamente mi cuerpo. En la agonía sentí olor a piel y pelo chamuscados. Sentí mi cuerpo arder y la misma fuerza del rayo me impulso hacia atrás. Tal enorme poder era letal para casi todo, pero no contra mí. Al menos no letal. Ya que el dolor fue tan extremo que perdimos la conciencia tanto la bestia, como el humano.
El poder de la luna aceleraba la capacidad de sanación y probablemente al otro día, al despertar sin recuerdo de esta noche, estuviera casi curado, sin rastros de agónicas quemaduras.
En la inconciencia pasaba de la eterna oscuridad, donde me hallaba solo y desprotegido en la nada, a sueño centrados en una chica, que me sonreía desde una posición más elevada. No sabía su nombre, pero su rostro, su voz, su aroma...estaban vívidamente grabados en mi mente.
La luminosidad en mi cara, me hizo levantar. El piso mojado y mi cuerpo casi helado, me sacaron del sopor del sueño, casi al instante. Me hallaba desnudo, en el bosque. Mire en todas las direcciones, realmente asustado y desorientado. Estaba cubierto de lodo y el frio entumecía mi tacto. Solo tenía recuerdos del sueño. Me concentre tratando de recordar quien era, pero nada venía a mi mente angustiada.
Me levante como pude y empecé a caminar, esperando toparme con algún sendero y así poder ubicarme. Me abraza con fuerza intentando retener el poco calor que mi cuerpo generaba. Cada paso, producía un lacerante dolor, parte por el frio extremo, parte por heridas aun no sanadas.
Vi un claro en el bosque, en donde caía el sol. Necesitaba salir de la sombras y camine hacia ese lugar entre árboles, donde me quede parado, tapando mis vergüenzas, con la cara hacia el sol y los ojos cerrados. Los rayos acariciaron mi piel, la sensación de calidez empezó a aflorar.

por **Shannon Koller** Vie Sep 20, 2013 10:35 am

No podía creer que hubiese sobrevivido a aquella noche.
Cuando el sol entro a buscarme entre las rocas del acantilado desperté lentamente. Me dolía la cabeza y tenia nauseas. Toda la adrenalina y el esfuerzo habían hecho mella en mí.
Con mucho esfuerzo me puse en pie, debía salir al sol para poder secarme, hacia mucho frío y aun tenia la ropa empapada. Entonces caí en cuenta de que había perdido mi vestido.

Seguramente en algún momento de la carrera por el bosque lo había dejado caer, no podía ! Era todo lo que tenia, mis objetos más preciados se encontraban en sus bolsillos, debía recuperarlo pero no sabía dónde estaba y yo había acabado en el agua.
Mire hacia arriba, no había mucha altura pero me dolía todo el cuerpo y no me sentía capaz de trepar.
Me senté en una roca para intentar pensar y volver en mí, parecía estar completamente ida.
Después de un rato tomando un poco el sol, me puse a caminar en busca de una forma de subir más sencilla y la encontré, un grupo de rocas salidas formaban una escalinata bastante dispar pero factible para mí.
No me costó demasiado trepar pero me hice unas pequeñas heridas en las manos. Desde luego era lo menos importante en aquel momento.

Por la mañana el fuego se había extinguido por completo, pero como siempre había dejado su huella en el bosque, el aire estaba impregnado de un olor intenso y desagradable en la zona donde se origino el fuego, pero a medida que ibas avanzando ese escenario se transformaba por completo dejando a la vista un bosque frondoso y verde.

Adentrándome un poco mas encontré un manzano, no pude evitar un grito de alegría. Llevaba un par de días sin comer y estaba hambrienta. Zarandee el árbol para que cayesen las más maduras, hice lo mismo con unos cuantos arboles más para conseguir unas cuantas. Me comí dos casi al instante y acto seguido me ate los costados de la camisa de tal forma que me servía para transportar todas las manzanas.
No tenía a donde ir pero continúe caminando con la esperanza de encontrar mi vestido por algún lugar, aunque lo que encontré fue más…interesante? Gracioso? Extraño? Podríamos decir que todo a la vez.

Sentado al sol y desnudo se encontraba el joven que me había perseguido toda la noche en forma de bestia por el bosque.
Lo racional hubiese sido irse por otro camino y alejarse de una criatura así, pero a veces me dejaba llevar por otro tipo de cosas como la curiosidad y el peligro.
Me acerque despacio intentando hacer el menos ruido.

-¿Tenéis hambre?.- Me miro cayendo así en mi presencia, le tire una manzana y después gire la vista.

por **Eslatan Pilligram** Vie Sep 20, 2013 5:06 pm

Una chica interrumpió mi placentero baño solar. Era tan agradable la sensación que estaba adormilado, pero en seguida me di cuenta de que estaba desnudo e intente tapar mis partes, que por el frio probablemente fuera motivo de burla o hasta risa. Poco atinada fue la reacción, ya que la chica me pregunto si tenía hambre y sin esperar lanzo una manzana, que reboto con dolorosa precisión en mi frente. Mis reflejos, aumentado por la licantropía, me permitieron reponerme en el acto y atrapar el fruto antes que caiga.
La voz de la chica me hizo recordar a la noche anterior. A una parte de ella, en realidad.

-¿Vos?... emm gra...

Mi cara tomo el pálido color blanco, cuando repare en el lastimado cuerpo de la chica, arañado por la corrida a través del bosque. Al parecer, había sobrevivido a mi salvaje locura lunar. Era un alivio, no haberla matado. Sinceramente preocupado inquirí.

-¿Estas bien?

Entonces recordé que me había robado las zapatillas, además de clavarme algo en el cuello. Las ropas empapadas se traslucían, pero mis ojos en los suyos, de un verde esmeralda delicioso intentaban ver la maldad, que allí se escondía..
Me pare, tapando con una mano mi desnudez mientras adoptaba una postura defensiva. 2 veces, no sería engañado por esa cara bonita. El mundo era un lugar peligroso, en donde los crédulos, la pasaban mal.

por **Shannon Koller** Dom Sep 22, 2013 4:36 am

Solté una ligera risita al darme cuenta de que le había dado en la cabeza.

Parecía que ya se acordaba de mi y se puso pálido ¿es que estaba asustado? Hasta donde yo sabia yo no era la que se convertía en un lobo asesino por las noches…¿o era otra cosa?

Me pregunto si estaba bien, y me eche un vistazo…se puso pálido por el aspecto que tenia y me eche a reír. Asentí a su respuesta, claro que estaba bien, todo lo bien que se podía estar después de ser perseguida por un hombrelobo

Se incorporo colocándose en posición de defensa. Enarque una ceja extrañada aunque pensándolo bien, le había robado, le había pinchado y le había quemado con un rayo…sonreí y me senté junto a la roca en la que estaba. Metí la mano en el bolsillo del pantalón comprobando que aun tuviese el frasco con su sangre. Sí, a pesar de todo aun estaba allí.

-No es mi intención haceros daño.- Al menos de momento…si las cosas se ponían feas tenia que defenderme. Ademas me servia mas vivo que muerto.- ¿Cuál es vuestro nombre?- tome otra manzana y tranquilamente me puse a comerla esperando una respuesta por su parte.
El sol me daba de lleno y un escalofrió me recorrió, solté mi cabello e intente peinarmelo de alguna manera.

por **Eslatan Pilligram** Dom Sep 22, 2013 9:36 pm

Era incomodo estar sin ropa, y mas en medio del bosque, pero no habia nada a mano para cubrirme. La chica se relajo y comia su manzana, asi que mire alrededor, buscando algo para cubrirme.

- Me llamo Eslatan Pilligram. ¿Y usted?

Mire la camisa, que la chica llevaba puesta...MI camisa. Entonces pense que no seria atrevido pedirla.

-Me alegro que este bien. Parece que anoche hubo...una gran tormenta.

Complete al olisquear el aire, con el aroma a madera quemada. Entonces dije de forma casual,

-Podrias darme la camisa aunque sea, para cubrirme un poco y estar mas presentable ante una bella dama como usted.

Una fugaz idea, de la chica quitandose la cabeza, paso por mi mente y un rubor apenas evidente quizas se escapo entre las ideas.

por **Shannon Koller** Jue Oct 03, 2013 6:26 am

Me termine la manzana satisfecha y relajada, la hierba mullida y fresca era realmente cómoda, mi cuerpo volvió a sentir cansancio y desee quedarme allí dormida, pero aun no era momento de descansar.
El chico dijo llamarse Eslatan, su nombre me serviría para lo que haría después, le observe un segundo antes de contestar.

-Me llamo Melisa.- Mentí, evidentemente. Los nombres son peligrosos para quien sabe utilizarlos y desde luego yo no me fiaba de una persona que se convertía en lobo con la luna llena.
Lo que vino después sí que no me lo esperaba aunque a decir verdad él tenía razón. Me pidió que le devolviese su camisa al menos, estaba desnudo y yo había cogido prestada la ropa del armario de la habitación en la que él estaba encadenado…
Sonreí- Puedo daros los pantalones si lo deseáis, al fin y al cabo son vuestros.- Me puse de pie quitándome las botas que también le había cogido prestadas y me quite los pantalones, debajo llevaba por supuestos las largas bragas que suele llevar una señorita debajo del vestido, eran como pantalones pesqueros que se trasparentaban un poco pero la camisa me cubría lo importante.

En ese momento tuve una idea que podría beneficiarnos a los dos.
-Os propongo un trato, si me ayudáis a encontrar mi vestido os devuelvo también la camisa.- Era un buen trato, el con su olfato canino podría encontrarlo con mayor facilidad que yo y así también recuperaría su camisa, de las botas ya hablaríamos…eran bonitas.
-¿Qué me dice? ¿Estaría dispuesto a ayudar a una joven sin vestido? – me reí entre dientes esperando su respuesta.

por **Eslatan Pilligram** Vie Oct 04, 2013 3:35 pm

La mirada del joven no se perdió detalle, de aquel raro acontecimiento. No se quitó el pantalón de manera lenta ni seductora, pero la idea era igual de buena y el cuerpo del chico, reacciono como era debido. Se ruborizo un poco más y traro de cubrirse mejor, ahora que el frio no podia evitar esconder la verdadera dimensión del asunto.
Los ojos recorrieron las blancas pantorrillas de la chica y trataron de dilucidar una silueta que se ocultaba en las finas telas. No pudo evitar observarla y tardo en darse cuenta que quizás la joven lo estaría observando. Pero en la situación...era justo que el también pudiera ver un poco de...piel.

Sonrió ante el comentario. Sonaba digno de historia para ser contado.
Eslatan caballero, que acude a rescatar a dama sin vestido. Pensó con una sonrisa en el rostro
Imaginaba el aliento de su audiencia al escuchar una épica historia, en el que se mataban dragones, combatían ladrones y quien sabe que más, pero volvió a la realidad.

-Mmm bueno. Aunque no debo. La ayudare señorita Melisa.

Agarro el pantalón y con una mano, sin dejarse de cubrir a duras penas...y dándole la espalda se los puso.

-¿Por dónde lo perdió, aproximadamente?
Pregunto tratando de sacar algo de conversación, y para tener una idea de por dónde empezar. Claramente no se le ocurrió usar su olfato. Hacía poco que era licántropo y todavía no estaba acostumbrado.
Le costaba mantener la vista en los ojos verdes de la bruja, ya que la vista tendía a bajar y luego de un rato de intentar negarse, sucumbió a la tentación de mirar carnes apetitosas.

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¿Y qué hago ahora contigo? (Eslatan)

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