Perdido en los números [Libre]

por **Dam Bathurst** Dom Jul 28, 2013 10:58 am

Aviente la pluma hacia el cielo…arrugando el papel, me estaba estresando por tanto papelero que tenia en mi escritorio…había conseguido un empleo, que era contar las cifras del dinero, que era un contador, revisar si el dinero que se muestra en los libros son los correctos y no están estafando a la empresa que apenas comenzaba a surgir, era el responsable de cuanto se ganaba y de cuanto se perdía de igual manera, si algo faltaba, si algo estaba mal el problema iba hacer yo y nadie; pensaba que iba hacer un trabajo fácil, contar numeritos, pero en realidad es difícil, llevar la contaduría de una empresa, era mucha responsabilidad. Llevo noches sin dormir por hacer el reporte, no le salía las cuenta no le salía nada y este reporte la tengo que entregar dentro de tres días si no me van a correr y conseguir trabajo en este tiempo esta como que café. Pase mis manos por mi corta cabellera despeinándola y recargándome en el respaldo de la silla de madera, me estaba estresando y a decir verdad mucho así que me levante de inmediato, arreglando las cosas para que no pasara nada, necesito tomar aire y es lo que haré.

Salí de mi cómoda morada, no era grande, para un hombre solitario como yo, no es necesario tener una mansión, porque si no, me iba a sentir más solo de lo que ya estoy. Tengo amigos, pero pocos nada más y los que tengo solo están por una razón conmigo, conveniencia es la palabra que utilizare para hablar de ellos, mis “Amigos”, amigos una palabra que deje sentir hace mucho tiempo, una amistad que simplemente te hace daño, pero dejaré que se acerquen a mi como lo que sean ellos. Al comenzar a caminar ingrese a la plaza que se encontraba cercas de mi morada, me senté en una pequeña banca, era alrededor de las cinco de la tarde temprano, no era del todo tarde y eso me gustaba, tenia unas ojeras muy marcadas, significaba que no había dormido durante varios días.

por **Selene Ladomie** Dom Jul 28, 2013 11:21 am

Alicia perseguía a un conejo...
los brujos persiguen a sus gatos

La tarde era aburrida. Todas las tardes eran aburridas. Feas, de un naranja espantosamente sucio cómo su propio pelo cuando era pequeña y no quería lavárselo. Le reventaba salir por la tarde. Era mucho más divertido dormir por las tardes y hacer lo que a una le diera la gana por las noches, pero normalmente no tenía tiempo para ello porque debía hacer otras cosas que no eran ni por asomo agradables, o preparar pociones venenosas cuando no tenía que espiar a nadie. Tenía hierbas de sobra. Y un buen inventario. Aquel día estaba fuera de casa y le había perdido la vista a quién tenía que delatar. Así que decidió que no iba a volver a casa hasta dentro de un buen rato.

Tenía que seguir a un cambiaformas que se suponía que había hecho algo imperdonable, pero no estaba muy fina aquel día, por lo que decidió seguir sus propios impulsos y hacer lo que le diera la gana durante un par de horas. A simple vista parecía simplemente una adolescente malhumorada, con un vestido de muselina de color blanco y los ojos brillantes, de un verde esmeralda, muy apropiado para una bruja. En el momento en el que había perdido la vista a su "víctima" se hallaba en medio de una plaza en la que no había mucha gente. Una dama de clase alta acompañada de su caballero, un gato persiguiendo alto y un caballero sentado en un banco, quizás esperando a alguien. Y el gato se dirigió hacia aquel caballero. Selene lo siguió, decidida a coger al gato y jugar un poco con él, pero por lo visto estaba menos fina de lo que parecía aquel día(¿sería el mal humor, o acaso la falta de sueño?)porque el gato corrió hacia ella, intentando arañarla, haciéndola tropezar y obligándola a agarrarse al banco para no caerse.

-¡Maldita sea!-exclamó mientras el gato, que era bonito y de color negro, se posaba encima del caballero y miraba a la pelirroja cómo si se estuviera burlando de ella-No me mires así.-le dijo al gato. Luego miró al caballero y dijo...-Disculpe...¿podría pasarme ese gato? Es que se me ha escapado...-mintió descaradamente. Acababa de decidir que quería quel gato para ella. No había tenido mascota desde que había tenido que irse de su país y adoraba los animales. Aunque tuvieran tan mala leche cómo él. Entonces vio que ocurría algo raro allí. Espera...¿acaso era algo raro en el aura?ladeó la cabeza con curiosidad, mientras se ponía de pie y adoptaba un aspecto más digno, sonriendo cómo la dama elegante que no era.

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