''Pasar página'' [Terpsichore]

por **Bridgette Anghelescu** Lun Ago 26, 2013 3:41 pm

Otro día llega a su fin, pero no para mí, sino para los humanos; ahora me toca salir e intentar disfrutar de la paz nocturna. Bueno, si a esto se le puede llamar ‘’paz’’, ya que las calles de París se convierten en un coliseo cuando llega la noche…a la vuelta de la esquina puede estar teniendo lugar una pelea o un asesinato, y mil cosas sin sentido. Eso es, hay mucha diferencia entre la paz diurna y la nocturna…si pudiese elegir elegiría la diurna, porque siempre me sentí más segura siendo acogida por la luz solar que por las sombras de la noche, aunque desgraciadamente ahora la mañana es mi mayor enemiga.

Hora de moverse, o sino voy a acabar cubierta de nieve; a medida que camino descuidando mi alrededor voy dejando las marcas de mis pequeños pies descalzos; incluso yo, siendo vampira puedo notar el frío entre mis dedos…si yo siento frío los humanos tendrán que estar congelándose ahora mismo, vaya. –Espera- ¿Por qué me preocupo por ellos? Se supone que un humano no se desvela pensando en el destino de un pobre pollo que va a ser comido en breves segundos. Niego varias veces, -no, yo no soy así- y es verdad, no es que me vaya a alimentar de todos los humanos del planeta. Hablar de alimentarse me hace recordar el rojo oscuro de mis manos hace varios días, cuando el hambre volvió a apoderarse de mí y me hizo acabar con la vida de una persona; es la segunda que he asesinado en este mes, el primero de mi nueva vida. El miedo y el pánico se apoderan de mí cada vez que clavo mis diminutos colmillos en el cuello de alguien, desgarrando la fina capa de piel que protege lo que mis instintos ansían.

Sin apenas percatarme llego a una de las calles más transitadas, la cual está iluminada por decenas de candelabros colgados a las paredes laterales; de algún modo me hace sentir a salvo de todo peligro, pero por otro lado el fuego hace que me aleje un poco. De repente un sentimiento de nostalgia me derrumba, al ver a una familia de indigentes intentando entrar en calor...Se asemeja al momento en el que llegamos a la gran capital, obligados a empezar de cero…más pobres que de costumbre. << Os echo de menos, papá…mamá. Si supierais que aún estoy ‘’viva’’ >>. No, lo mejor siempre será que no lo sepan. Es increíble cómo puede llegar a cambiar la vida de alguien en un tiempo tan conciso…pero intentando pensar en positivo, puede que vuelva a cambiar de nuevo a mejor.

Un agudo pinchazo en mi garganta me hace disipar los recuerdos que se presentaron en mi mente hace nada; ya está de nuevo aquí, la horrible sed. Apenas agarrando mi pequeño cuello me desplazo unos metros, los suficientes como para estar alejada de cualquier rastro humano…no puedo evitar toser varias veces, como si mi organismo me dijera que es hora de dejar salir la bestia que llevo dentro…pero yo no quiero, no quiero herir a nadie más. Intentando controlar la sed me abrazo a mí misma, pero una mujer se cruza en el camino y la ansiedad aumenta. Entonces la miro desesperada, diciéndole con la mirada que se alejara, que estaba en peligro…y además no podía descubrirme porque podía delatarme para que me ejecutaran. No, debía inventar una excusa, y buena.

por **Goldie** Mar Ago 27, 2013 11:12 am

El reloj de la plaza marcaba las doce de la noche,
era la hora de que las bestias salieran a la calle a comer.

Después de sus recientes encuentros con los sobrenaturales, no había dudado ir a la biblioteca por la mañana bien temprano, fue a comer y volvió a leer cosas sobre esos seres de temperatura gélida, de mirada oscura y carmesí, de la fuerza sobrenatural que estas tenían y del poder que podrían ejercer sobre los humanos, prácticamente los mortales como se les hacía llamar por los inmortales. Parecía que después de tantos años en el burdel, después de tanto tiempo metida entre sabanas de satén y de un mundo de rosa, parecía que el cuento de miedo había estado siempre presente frente a ella y nunca se había percatado de ello.

Estando en la biblioteca, después de leer un par de líneas, noto como su mirada decaía sobre las hojas amarillentas de los libros, noto su nariz rozando el papel y se dio cuenta de que se estaba durmiendo. Se había pasado el día empollando a aquellas criaturas, debilidades, curiosidades, fortalezas, todo y el tiempo se había ido de su lado haciendo que volara de una manera impresionante. Por el momento, supo que había vampiros ¿No? Uno fue cuando andaba por las calles parisinas y se lanzó a ella para quitarle su sangre, después otro que la ayudo a salvarse de la muerte, en el burdel, ella había salido herida cuando quiso poner paz por su propia voluntad y entonces acabo dos o tres, casi cuatro días en cama para que aquella herida reposara lentamente.

12:00 pm, Calles parisinas
La noche en las calles ya era presente.
Las criaturas salían a comer…y a dejar de existir cuando el alba saliera por el horizonte.

Terpsichore salía con su vestido rosa floral de la biblioteca, había estado demasiado tiempo allí puesta e hincando los codos, que pensó que era suficiente por el día. Ahora iba en busca de una calesa en la que pudiera ir de vuelta al burdel, pero lo que escucho, o directamente lo que vio ante sus ojos, la distrajo, había llegado una calesa pero ella negó, no quería la calesa pues su atención se fue a otro punto de vista. Se fue hacia una niña que parecía que la miraba, Terpsichore se acercaba a la pequeña donde parecía que estaba en peligro.

-Pequeña…¿Andas bien? –murmuro lentamente mientras se acercaba con precaución, la vio hacer señas y Terpsichore se echó hacia atrás unos cuantos pies, pero aun estando cerca de la pequeña.

por **Bridgette Anghelescu** Jue Ago 29, 2013 9:27 am

¿No me entiende? ¿No ve que soy una amenaza en potencia? Parece que no, pues ésta se queda plantada ahí como una estatua, como un pequeño cervatillo confuso. Intento incorporarme pero parece que la sed no tiene intención de disiparse y soy consciente de lo que puedo provocar si no me alimento pronto. De repente, mis ojos se llenan de lágrimas por la impotencia que llevo sintiendo todo éste tiempo, de no poder hacer nada para evitar esto; entonces, con un poco de dificultad, unas palabras salen de mi boca…apenas era un susurro. –Debes irte, ¡corre!- pretendo asustarla para que no saliese herida; y es que siempre es así, hasta que no llego a mi límite no me doy cuenta de lo grave que es el asunto. Pero de nuevo, ¿por qué tiene que sufrir gente que no me ha hecho nada? Incluso la que también me ha hecho…la violencia nunca es la solución.

Tengo que ser fuerte, esto no puede conmigo…soy como una bala. Esa frase me hace recordar otra que mi madre me decía siempre que caía enferma y no podía salir de la cama en semanas…es algo así: ‘’ Foloseste-ti imaginatia nu să te sperii, dar să vă inspire pentru a atinge neimaginat.’’ (Utiliza tu imaginación, no para asustarte, sino para inspirarte a lograr lo inimaginable). Quizá no sea resistente al daño físico, pero con la mente se pueden hacer maravillas…innovar puede ser un conjuro impenetrable.

Vuelvo a mirar a la mujer, la cual sigue empeñada en ayudarme…pero lo que no sabe es que sólo puede hacerlo de una manera y me niego totalmente a dañar alguien que -encima- se preocupa por mí. Siento otra punzada en la garganta pero esta vez, al toser, unas gotas de sangre salen de mi boca, descendiendo por mi mandíbula. << Esto es una locura…Pero supongo que es el precio a pagar por la cabezonería >>.

Sin poder evitarlo mi cuerpo entumecido avanza rápidamente, como si no necesitara de mí para moverse…y entonces, en un tanteo de atacar a la mujer éste se choca contra un muro. ¿Es que acaso mis sentidos fallan? No, se trata de una lucha entre mi yo interior y la bestia que quiere apoderarse de mi alma. Si no llega a ser por el empeño que estoy poniendo en controlar la situación la bestia ya la habría agredido sin escrúpulos.

~Anghelescu es un ángel adentrado en el mundo de la sombras con el propósito de ablandar y sanar hasta las más oscuras almas que erradican todo brillo e ilusión de los mortales.~

por **Goldie** Sáb Ago 31, 2013 12:44 pm

Corrió en cuanto vio a la pequeña abalanzarse contra ella, vio como la pobre se estampo contra la pared, la pobre niña era uno de esos seres a los que ella apenas había conocido. ¿Cuál fue el primero?

Había perdido la cuenta, suspirando breve termino por andar con esa urgencia de cuando algo la asustaba pero enseguida comenzó a ver que no tenía por qué temer, bueno, parecía que ella quería hacerla entender de que ahora era un peligro, ¿Y las horas que paso en la biblioteca? Se fue acercando a la niña, con prudencia casi sabiendo que tendría que cuidarse, pero la miraba fijamente a los ojos, no podía verla así, se sentía que tenía que hacer algo.

Entonces, para cuando ya pensó estar cerca de ella, de la niña, una persona enmascarada, con la capucha puesta sobre su cabeza, miraba a Terpsichore fijamente, acercándose a ella, acercándose a la bella dama que ahora no sabía de la identidad de aquella persona en las sombras, pero Terpsichore pudo entrever en sus ropajes el emblema de aquel “lugar” que ella conocía bastante bien. ¿Qué hacían aquí?

De cualquier modo, el encapuchado se acercó a la pequeña que parecía estar en dolor extremo, sin piedad, vio como aquel desconocido se acercaba a la pequeña, la agarraba de pelo, Terpsichore corrió hacia la niña, para salvarla- ¡Suéltala!-Dijo tomando la mano con el cuchillo que amenazaba por acercarse al cuello de la pequeña, intento hacer algo de fuerza, apartarlo de ella y finalmente lo consiguió, lo alejo de ella lentamente, empujándolo, llevándose Terpsichore un corte superficial en su brazo de nuevo, esto le pasaba por defender a los más pequeños, pero no le importaría, si ella tuviera alguna oportunidad, ella misma se dedicaría a proteger a sus hijos si alguna vez los tuviera, pero al no tenerlos, solo le bastaba por el momento con los niños del orfanato.

-¡VETE!-Gruño suave a la pequeña desconocida-..Ve al callejón…ahí…hay….-murmuro, cogió de la mano de la pequeña sin preocuparse de lo que pasara y llevándola lejos de aquella persona que parecía acabar con la vida de la pequeña. ¿Terpsichore ignoraba la naturaleza de la pequeña? No, unas experiencias previas y unas lecturas le habían hecho creer lo imposible, de que existían los vampiros. No sabía si eran buenos, o malos, pero eso se vería hasta que el otro actuara. Pensó que tendría que haber una lógica, el haberlo asimilado tan deprisa, todo lo pensaba mientras se metía en el callejón, sacándola del peligro.

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