AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Two Hands (Priv. Sabrina)
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Two Hands (Priv. Sabrina)
Qué curiosa es la vida, cuando de repente se van apareciendo otra raza de personas, humanos..., los humanos son muy extraños poseen varios cargos en la sociedad, cada uno con su forma de vida sus privilegios, vaya destrucción de la razón...aun así la naturaleza es ambiciosa con ellos, a algunos les dan poderes y a otros el poder de quitarlos, los brujos y los inquisidores. La noche era temprana, aun no había quedado con la señorita Sabrina para cenar, una chica que conoció esa misma tarde, bastante hermosa, y de carácter simpático, era muy agradable.
Esa noche, caminando , encontró el cuerpo de la chica, era una bruja, una de estos extraños humanos con poderes exclusivos, Ralph, se acercó le observó las heridas, un corte en cada brazo y uno en la parte central del abdomen, viendo las heridas sabría que no le quedaba mucho tiempo, rozando su dedo sobre la herida, probó la sabre, estaba fresca, algo le hizo tener tos, su garganta se secó, no era agradable el tacto de la sangre de la bruja, la recogió del suelo llevándosela sobre sus hombros , rápidamente hacia su mansión, la puso en la cama, empezó a masticar varias hierbas y luego colocándoselas en las heridas a modo de ungüento, eso la ayudaría a cicatrizar, tomo su temperatura...puede que se salve, la arropó, tapándola del frío invernal que se colaba por las rendijas de la ventana.
Ralph estaba confuso, como podría haber acabado la bruja de esa forma, estaba agujereada...no llevaba nada mas con ella, viendo el efecto de las hierbas la muchacha empezó a revolverse en la cama, él cogió un trapo húmedo y se lo puso en la frente, tomándole la temperatura, estaba ardiendo, pero era el efecto de las hierbas medicinales, preparó una cena improvisada, un par de ardillas que cazó en el bosque la noche anterior, haciendo un puchero con ellas, el olor a comida empezó a inundar el sitio.
Se sentó cercano a ella en un taburete, hasta que este cruzado de brazos se quedó dormido con la cabeza apoyada en la pared.
Esa noche, caminando , encontró el cuerpo de la chica, era una bruja, una de estos extraños humanos con poderes exclusivos, Ralph, se acercó le observó las heridas, un corte en cada brazo y uno en la parte central del abdomen, viendo las heridas sabría que no le quedaba mucho tiempo, rozando su dedo sobre la herida, probó la sabre, estaba fresca, algo le hizo tener tos, su garganta se secó, no era agradable el tacto de la sangre de la bruja, la recogió del suelo llevándosela sobre sus hombros , rápidamente hacia su mansión, la puso en la cama, empezó a masticar varias hierbas y luego colocándoselas en las heridas a modo de ungüento, eso la ayudaría a cicatrizar, tomo su temperatura...puede que se salve, la arropó, tapándola del frío invernal que se colaba por las rendijas de la ventana.
Ralph estaba confuso, como podría haber acabado la bruja de esa forma, estaba agujereada...no llevaba nada mas con ella, viendo el efecto de las hierbas la muchacha empezó a revolverse en la cama, él cogió un trapo húmedo y se lo puso en la frente, tomándole la temperatura, estaba ardiendo, pero era el efecto de las hierbas medicinales, preparó una cena improvisada, un par de ardillas que cazó en el bosque la noche anterior, haciendo un puchero con ellas, el olor a comida empezó a inundar el sitio.
Se sentó cercano a ella en un taburete, hasta que este cruzado de brazos se quedó dormido con la cabeza apoyada en la pared.
Ralph G. Anderson- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 29/08/2013
Edad : 34
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
Recordé el momento que había conocido a Ralph G. Anderson. Era una persona muy buena y agradable y me entristecía sobremanera pensar que alguien quisiera hacerle daño. Era bastante inteligente, pues en seguida adivinó mi naturaleza, probablemente gracias a su percepción del aura, dada su condición de cambiaformas. a mi me había resultado más difícil averiguar lo que era, pues aún estaba algo verde en conocimientos sobre el aura y los cambiaformas. Por ello, había decidido documentarme mejor sobre ellos antes de ir a casa de Ralph, que muy amablemente me había invitado a cenar. Conseguí algunos libros en casa de mi tía, que seguramente ignoraba poseer. Mi tía siempre había tenido miedo de su magia y del peligro que conllevaba poseerla, así que decidió abstraerse de utilizarla y hacer como si de echo no la tuviera. A mi, por mi parte, me prohibía usarla bajo ningún concepto mis poderes porque, según palabras de ella misma "Tus padres no murieron para que andes por ahí poniéndote en peligro". Personalmente, me parecía un poco rastrero utilizar la muerte de mis padres de aquel modo. Mi opinión, que por supuesto para mi tía no contaba, era que debía utilizar mis poderes para hacer el bien y ayudar a la gente.
Salí por la ventana de la parte de atrás mientras mi tía dormía, pues también me tenía prohibido salir mucho, para que no llamara la atención. Cuando pasaba por un callejón oscuro, cerca de la casa de Ralph, un hombre me cortó el paso. Me pedía explicaciones sobre los cambiaformas. Entonces le reconocí, había estado cerca de Ralph y de mi un día que hablábamos. Decidí darle una información equivocada para despistarlo y que no sospechara de Ralph. Pero las cosas se torcieron y el cazador, porque estaba segura de que lo era, me clavó sus dagas en ambos brazos y, como remate final, me inflingió una herida no demasiado grave en el abdomen.
Eso era lo último que recordaba, cuando me desperté en una cama con las heridas vendadas. La cabeza aún me daba vueltas, probablemente por la pérdida de sangre. Suspiré de alivio cuando vi a Ralph sentado en un taburete, observándome.
-Hola, Ralph...-Dije con una débil sonrisa
Salí por la ventana de la parte de atrás mientras mi tía dormía, pues también me tenía prohibido salir mucho, para que no llamara la atención. Cuando pasaba por un callejón oscuro, cerca de la casa de Ralph, un hombre me cortó el paso. Me pedía explicaciones sobre los cambiaformas. Entonces le reconocí, había estado cerca de Ralph y de mi un día que hablábamos. Decidí darle una información equivocada para despistarlo y que no sospechara de Ralph. Pero las cosas se torcieron y el cazador, porque estaba segura de que lo era, me clavó sus dagas en ambos brazos y, como remate final, me inflingió una herida no demasiado grave en el abdomen.
Eso era lo último que recordaba, cuando me desperté en una cama con las heridas vendadas. La cabeza aún me daba vueltas, probablemente por la pérdida de sangre. Suspiré de alivio cuando vi a Ralph sentado en un taburete, observándome.
-Hola, Ralph...-Dije con una débil sonrisa
Sabrina Richards- Hechicero Clase Media
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Fecha de inscripción : 03/09/2013
Localización : En París
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
Al fin la joven bruja se despertó, la miró y ella le miró, se encontraba en mejor estado de la vez anterior, que la recogió , al menos ahora estaba consciente, era un alivio, las hierbas que le puso, tenían posibilidad de curarla o no depende siempre de su organismo, pero seguía necesitando tratamiento.
Ralph la cogió delicadamente de la mano , dándole seguidamente un beso en la frente.
Todo está bien ya, mi dulce brujita, tengo que terminar de curarla...
-Le dijo con tono gracioso-
Se levantó, y empezó a buscar entre sus cosas, encontró otro tipo de hierbas, estas cicatrizarían mas rápido y le ayudaría a ponerse mucho mejor, las masticó, mientras que volvía a quitar la prenda de la zona afectada, primero untó en los brazos.
Voy a tener que volver a tratarle el abdomen señorita, no se asuste.
Le desabrochó un poco del vestido para poder darle tratamiento, muy cariñosamente intentando no causarle mucho dolor, mientras la hablaba.
Pero, en qué se ha metido...¿quién ha podido hacerle esto?, son cortes bien trazados, iban a zonas nerviosas, seguramente sea un profesional. Pero ahora no se preocupe mi Sabrina, ahora está en mi mansión, debe descansar, yo cuidaré de usted.
Se levantó para coger un cuenco del puchero, para darle de comer a la bruja, el puchero estaba un poco caliente aún pero se lo empezó a dar poco a poco, soplando para que no se quemara la lengua de la muchacha.
Ralph la cogió delicadamente de la mano , dándole seguidamente un beso en la frente.
Todo está bien ya, mi dulce brujita, tengo que terminar de curarla...
-Le dijo con tono gracioso-
Se levantó, y empezó a buscar entre sus cosas, encontró otro tipo de hierbas, estas cicatrizarían mas rápido y le ayudaría a ponerse mucho mejor, las masticó, mientras que volvía a quitar la prenda de la zona afectada, primero untó en los brazos.
Voy a tener que volver a tratarle el abdomen señorita, no se asuste.
Le desabrochó un poco del vestido para poder darle tratamiento, muy cariñosamente intentando no causarle mucho dolor, mientras la hablaba.
Pero, en qué se ha metido...¿quién ha podido hacerle esto?, son cortes bien trazados, iban a zonas nerviosas, seguramente sea un profesional. Pero ahora no se preocupe mi Sabrina, ahora está en mi mansión, debe descansar, yo cuidaré de usted.
Se levantó para coger un cuenco del puchero, para darle de comer a la bruja, el puchero estaba un poco caliente aún pero se lo empezó a dar poco a poco, soplando para que no se quemara la lengua de la muchacha.
Ralph G. Anderson- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 29/08/2013
Edad : 34
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
No podía alegrarme más de que Ralph me hubiera encontrado. Sabía que si no hubiera sido por él, habría muerto desangrada, así que le debía mi vida. En cuanto me besó en la frente, evoqué un recuerdo del pasado. Mi padre me cuidaba mientras me recuperaba de un resfriado. Me besaba en la frente, tanto como para mostrarme su afecto como para comprobar si tenía fiebre. Decidí entonces, que ,a partir de ahora, dejaría de ser tan temeraria y pensaría un poquito más en mi seguridad. La verdad, mi interés por sobrevivir se debía únicamente a mi deseo de venganza contra aquellos que me habían arrebatado mi hogar y a mi familia, después me daría igual vivir o morir. Me erguí un poco en la cama ayudándome del brazo, acordándome tarde de que también tenía heridas ahí. Gruñí un poco por el dolor, pero lo medio contuve, no quería que Ralph se preocupara demasiado.
-Lo sé, gracias... Si, sobre todo dulce-Me reí, lo cual me provocó dolor en el abdomen
Observé como se levantaba y preparaba medicinas, masticando hierbas. Pensé que sería interesante y útil aprender ciertos fundamentos de la medicina, así que decidí que más adelante le pediría a Ralph que me enseñara lo básico.
-Deberías saber a estas alturas que no le tengo miedo a muchas cosas, y menos a que un atractivo chico me trate mis heridas-Sonreí
Apreté los dientes mientras me aplicaba sus medicinas, aunque estaba siendo realmente cuidadoso, por lo que no me hizo demasiado daño. Y cuando me lo hacía, trataba de disimularlo con mis mejores sonrisas. Suspiré, sabía que tarde o temprano llegarían las preguntas.
-Bueno, verás, es que cuando caminaba hacia tu casa me encontré con que un hombre me cortaba el paso. A dicho hombre le reconocí, porque estaba segura de haberlo visto un día que tu y yo hablábamos sobre la información que había encontrado sobre los cambiaformas. El hombre comenzó a hacer preguntas y deduje que se trataba de un cazador que te tenía en su punto de mira, así que le di información falsa para que no pudiera encontrarte. La cosa se torció cuando dije algo que le dio a sospechar que yo era una cambiaformas, así que me clavó sus cuchillos en los brazos y después iba a matarme, clavándome otro en el corazón. No lo hizo porque se dio cuenta de que no era una cambiaformas y aseguró que no mataba a los de su especie, pero me hizo otra herida en el abdomen. Aseguró que volveríamos a vernos y se fue, me desmayé por la pérdida de sangre y aquí estoy ahora, bajo excelentes cuidados-
Finalmente, él comenzó a alimentarme. La verdad, me sentí un poco ridícula mientras me daba de comer, pero no dije nada.
-Lo sé, gracias... Si, sobre todo dulce-Me reí, lo cual me provocó dolor en el abdomen
Observé como se levantaba y preparaba medicinas, masticando hierbas. Pensé que sería interesante y útil aprender ciertos fundamentos de la medicina, así que decidí que más adelante le pediría a Ralph que me enseñara lo básico.
-Deberías saber a estas alturas que no le tengo miedo a muchas cosas, y menos a que un atractivo chico me trate mis heridas-Sonreí
Apreté los dientes mientras me aplicaba sus medicinas, aunque estaba siendo realmente cuidadoso, por lo que no me hizo demasiado daño. Y cuando me lo hacía, trataba de disimularlo con mis mejores sonrisas. Suspiré, sabía que tarde o temprano llegarían las preguntas.
-Bueno, verás, es que cuando caminaba hacia tu casa me encontré con que un hombre me cortaba el paso. A dicho hombre le reconocí, porque estaba segura de haberlo visto un día que tu y yo hablábamos sobre la información que había encontrado sobre los cambiaformas. El hombre comenzó a hacer preguntas y deduje que se trataba de un cazador que te tenía en su punto de mira, así que le di información falsa para que no pudiera encontrarte. La cosa se torció cuando dije algo que le dio a sospechar que yo era una cambiaformas, así que me clavó sus cuchillos en los brazos y después iba a matarme, clavándome otro en el corazón. No lo hizo porque se dio cuenta de que no era una cambiaformas y aseguró que no mataba a los de su especie, pero me hizo otra herida en el abdomen. Aseguró que volveríamos a vernos y se fue, me desmayé por la pérdida de sangre y aquí estoy ahora, bajo excelentes cuidados-
Finalmente, él comenzó a alimentarme. La verdad, me sentí un poco ridícula mientras me daba de comer, pero no dije nada.
Sabrina Richards- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 03/09/2013
Localización : En París
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
Ralph escuchó como la bella señorita, decía sus argumentos, al escuchar sus piropos hacia él no pudo contener una sonrisa, seguía tratando las heridas de la chica cuidadosamente acariciando la piel de la muchacha para intentar estimularla y no sintiera tanto dolor, expresando el cariño e intentando relajarla.
Empezó a responder tras el largo discurso de la muchacha.
Ser temeraria mi dulce Sabrina, es algo que debería de cuidarse, hay muchos enemigos fuera, gente que sin que te dieras cuenta clavaría una daga en su corazón y luego irse, no me gustaría que usted muriera además usted...
Algo atrajo la atención del cambia formas, un ruido en el salón, el crujir de la ventana y alguien entrando dentro.
Señor Anderson, sabemos que tiene aquí encerrada a una muchacha, una bruja, entréguenosla y no le haremos daño.
El cambia formas miró a la bruja apostándole confianza y cariño.
Sabrina intente confiar en mí.
Le dijo en voz baja mientras agarrándola desvelando su traje medio rasgado, la cogió al peso, seguidamente la cogió y la situó en el armario y seguidamente dándole un tierno beso cerca de los labios, la encortinó entre las ropas y abrigos para que no se dieran cuenta de su existencia y la cerró.
Ralph empezó a sonreir, sentándose de forma vacilante en la silla de su cuarto, los agresores rebuscando la casa llegaron hasta la habitación del cambiaformas, mirándolo algo extrañados, eran inquisidores, llevaban armas de plata junto con biblias y demas aparatos religiosos.
Señor Anderson, estamos obligados a matarle si es necesario...¿Dónde está la muchacha?
Levantándose de la silla, los miró riendose.
¿Qué muchacha? Oh...aquí no hay ninguna muchacha, es más venís a mi morada, destrozáis una ventana de mucho valor y ¿encima me exigís?
-Dijo lentamente acercándose a uno de los inquisidores, el cual estaba algo nervioso-
Con un leve meneo de brazos partió el cuello del humano, propinando una patada el otro que estaba a su lado, Ralph se acercó al cuerpo del hombre el cual clavó una de sus dagas de plata en la pantorrilla del cambia formas, el dolor empezó a florecer de nuevo en la piel del cambia formas, dolorido y enfadado se transformó en leopardo de las nieves y rasgó con su zarpa el pecho del inquisidor sacándo órganos y demás entrañas fuera, dejándolo muerto. Transformándose en humano de nuevo, se quitó el arma de plata de su pantorrilla.
Qué poco me gusta este material
-Dijo asqueado-
Abrió nuevamente el armario, sacando a la dama de ahí y posándola de nuevo en la cama. El cuerpo de Ralph estaba desnudo, algo en su boca empezó a expulsar un poco de sangre, se dió la vuelta y empezó a vestirse, desvelando multitud de cicatrices en su cuerpo.
Dije que la cuidaría Sabrina, aun no es su hora.
Empezó a responder tras el largo discurso de la muchacha.
Ser temeraria mi dulce Sabrina, es algo que debería de cuidarse, hay muchos enemigos fuera, gente que sin que te dieras cuenta clavaría una daga en su corazón y luego irse, no me gustaría que usted muriera además usted...
Algo atrajo la atención del cambia formas, un ruido en el salón, el crujir de la ventana y alguien entrando dentro.
Señor Anderson, sabemos que tiene aquí encerrada a una muchacha, una bruja, entréguenosla y no le haremos daño.
El cambia formas miró a la bruja apostándole confianza y cariño.
Sabrina intente confiar en mí.
Le dijo en voz baja mientras agarrándola desvelando su traje medio rasgado, la cogió al peso, seguidamente la cogió y la situó en el armario y seguidamente dándole un tierno beso cerca de los labios, la encortinó entre las ropas y abrigos para que no se dieran cuenta de su existencia y la cerró.
Ralph empezó a sonreir, sentándose de forma vacilante en la silla de su cuarto, los agresores rebuscando la casa llegaron hasta la habitación del cambiaformas, mirándolo algo extrañados, eran inquisidores, llevaban armas de plata junto con biblias y demas aparatos religiosos.
Señor Anderson, estamos obligados a matarle si es necesario...¿Dónde está la muchacha?
Levantándose de la silla, los miró riendose.
¿Qué muchacha? Oh...aquí no hay ninguna muchacha, es más venís a mi morada, destrozáis una ventana de mucho valor y ¿encima me exigís?
-Dijo lentamente acercándose a uno de los inquisidores, el cual estaba algo nervioso-
Con un leve meneo de brazos partió el cuello del humano, propinando una patada el otro que estaba a su lado, Ralph se acercó al cuerpo del hombre el cual clavó una de sus dagas de plata en la pantorrilla del cambia formas, el dolor empezó a florecer de nuevo en la piel del cambia formas, dolorido y enfadado se transformó en leopardo de las nieves y rasgó con su zarpa el pecho del inquisidor sacándo órganos y demás entrañas fuera, dejándolo muerto. Transformándose en humano de nuevo, se quitó el arma de plata de su pantorrilla.
Qué poco me gusta este material
-Dijo asqueado-
Abrió nuevamente el armario, sacando a la dama de ahí y posándola de nuevo en la cama. El cuerpo de Ralph estaba desnudo, algo en su boca empezó a expulsar un poco de sangre, se dió la vuelta y empezó a vestirse, desvelando multitud de cicatrices en su cuerpo.
Dije que la cuidaría Sabrina, aun no es su hora.
Ralph G. Anderson- Cambiante Clase Alta
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Fecha de inscripción : 29/08/2013
Edad : 34
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
Ralph, continuó tratando mis heridas. Me dolían, pero estaba segura de que gracias a sus medicinas me pondría bien. Hacía tiempo que no me sentía tan desvalida, la última vez había sido cuando perdí a mis padres. Sus palabras y su actitud conmigo, dejaban claro que se preocupaba por mi y eso me hacía muy feliz. Hacía algún tiempo que escuchaba una voz en mi interior que me repetía siempre las mismas palabras "No le importas a nadie". Pues bien, ahora parecía que si le importaba a alguien. Parecía que iba a decirme algo importante, pero justo en ese momento alguien llamó a la puerta, interrumpiéndole. Escuché una voz exigiéndole a Ralph que me entregara, lo cual hizo que mis mejillas perdieran ya todo el color que les quedaba. Sin embargo, la manera en la que él me miró, me transfirió tanta confianza que no pude sentir miedo alguno.
-Confío en ti, siempre lo he hecho-Le dije con una sonrisa.
Él, se acercó a mi, me cogió y me metió en un armario, escondiéndome entre las prendas, que conservaban el olor de el. Antes de cerrar las puertas me besó, cerca de los labios, cosa que me confundió un poco, pero no me enfadó ni nada parecido. Me pregunté si realmente había querido dar el beso ahí o si con las prisas en vez de dármelo en la mejilla o en los labios, se había quedado allí, a medias. Mi primer y último beso, me lo había dado un joven brujo al que había salvado de la muerte. Nunca había vuelto a verle.
Miré a través de la rendija del armario lo que pasaba. Al principio sólo hablaron, después, Ralph mató a uno, se transformó en una hermosa criatura y acabó con el resto. Nunca había visto un animal semejante, era como un leopardo blanco o algo parecido. Observé que él había salido herido y sentí una punzada de culpabilidad. Él estaba así por mi culpa ¿Por qué las personas que estaban a mi alrededor siempre acababan heridas o muertas? La respuesta era simple, porque era una bruja. Al rato me di cuenta de que el estaba completamente desnudo y aparté la mirada avergonzada. Jamás había visto a un hombre desnudo y no me parecía decoroso observarle así. Me sacó del armario y procuré no mirarle mucho, aunque pude apreciar su herida provocada por la estaca de plata y sus otras cicatrices, ¿Como se las habría hecho?. Mientras, el procedió a vestirse.
-Yo... Gracias. Siento mucho que hayas salido herido, no quería que nada de esto ocurriera. Y la ventana, si quieres te la pagaré, no soy rica pero tampoco vivo en la miseria, quizás la pueda pagar a plazos. Ya sé que no es mi hora, mi hora será cuando vaya a Salem a vengar a mi familia. Creo que ibas a decir algo antes de que estos hombres interrumpieran.-Le miré directamente a los ojos
-Confío en ti, siempre lo he hecho-Le dije con una sonrisa.
Él, se acercó a mi, me cogió y me metió en un armario, escondiéndome entre las prendas, que conservaban el olor de el. Antes de cerrar las puertas me besó, cerca de los labios, cosa que me confundió un poco, pero no me enfadó ni nada parecido. Me pregunté si realmente había querido dar el beso ahí o si con las prisas en vez de dármelo en la mejilla o en los labios, se había quedado allí, a medias. Mi primer y último beso, me lo había dado un joven brujo al que había salvado de la muerte. Nunca había vuelto a verle.
Miré a través de la rendija del armario lo que pasaba. Al principio sólo hablaron, después, Ralph mató a uno, se transformó en una hermosa criatura y acabó con el resto. Nunca había visto un animal semejante, era como un leopardo blanco o algo parecido. Observé que él había salido herido y sentí una punzada de culpabilidad. Él estaba así por mi culpa ¿Por qué las personas que estaban a mi alrededor siempre acababan heridas o muertas? La respuesta era simple, porque era una bruja. Al rato me di cuenta de que el estaba completamente desnudo y aparté la mirada avergonzada. Jamás había visto a un hombre desnudo y no me parecía decoroso observarle así. Me sacó del armario y procuré no mirarle mucho, aunque pude apreciar su herida provocada por la estaca de plata y sus otras cicatrices, ¿Como se las habría hecho?. Mientras, el procedió a vestirse.
-Yo... Gracias. Siento mucho que hayas salido herido, no quería que nada de esto ocurriera. Y la ventana, si quieres te la pagaré, no soy rica pero tampoco vivo en la miseria, quizás la pueda pagar a plazos. Ya sé que no es mi hora, mi hora será cuando vaya a Salem a vengar a mi familia. Creo que ibas a decir algo antes de que estos hombres interrumpieran.-Le miré directamente a los ojos
Sabrina Richards- Hechicero Clase Media
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Fecha de inscripción : 03/09/2013
Localización : En París
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
El veneno de la plata, recorría como ácido los nervios del cambia formas, es una de las únicas formas de matar a un cambia formas, el dolor era excesivo al principio duele bastante, marea y causa nauseas incluso dolores internos bastantes serios, por otro lado las heridas de un cambia formas sanan rápidamente en cambio las de plata, crean una no tan sólida cicatriz y el cuerpo de Ralph estaba llena de ellas, muchos combates ha presenciado este extraño ser.
Aguantando el dolor, empezó a escuchar a muchacha.
Mi Sabrina, no se preocupe por la ventana, el dinero no me es imprescindible, la única forma que tiene de pagarmelo es no ire de aquí, quédese conmigo, no me pasará nada y a usted tampoco, y sobre lo que quería comentarte, creo que usted tiene algo que me llama la atención, me ha embrujado señorita...espero que no se sienta incomoda, ahora intente dormir...
Dijo expresando una mueca de dolor intentando desvelar una pequeña sonrisa honesta, se levantó y se puso al lado de la mesa, intentando obtener una de sus medicamentos, escupiendo seguidamente sangre de su boca, puso las hierbas sobre su herida, al menos eso absorbería parte de la plata aliviando el dolor.
Mareado, cogió a los dos cadáveres, llevándoselos dentro de la casa...tras esto agarrando la daga de plata, se acercó a Sabrina, acercándosela.
Tome, algún día lo necesitará.
Dijo mientras se desplomaba en el borde de la cama, con los brazos sobre la muchacha.
Aguantando el dolor, empezó a escuchar a muchacha.
Mi Sabrina, no se preocupe por la ventana, el dinero no me es imprescindible, la única forma que tiene de pagarmelo es no ire de aquí, quédese conmigo, no me pasará nada y a usted tampoco, y sobre lo que quería comentarte, creo que usted tiene algo que me llama la atención, me ha embrujado señorita...espero que no se sienta incomoda, ahora intente dormir...
Dijo expresando una mueca de dolor intentando desvelar una pequeña sonrisa honesta, se levantó y se puso al lado de la mesa, intentando obtener una de sus medicamentos, escupiendo seguidamente sangre de su boca, puso las hierbas sobre su herida, al menos eso absorbería parte de la plata aliviando el dolor.
Mareado, cogió a los dos cadáveres, llevándoselos dentro de la casa...tras esto agarrando la daga de plata, se acercó a Sabrina, acercándosela.
Tome, algún día lo necesitará.
Dijo mientras se desplomaba en el borde de la cama, con los brazos sobre la muchacha.
Ralph G. Anderson- Cambiante Clase Alta
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Edad : 34
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
Le observé muy preocupada. Se notaba que la plata le había causado un gran daño y me sentí más culpable aún que antes. Mientras yo me sentía cada vez mejor respecto mis heridas, él se ponía mal por la suya. Odiaba de verdad, verle sufrir de ese modo. De alguna manera, él había conseguido convencerme de que no debía pagar su ventana, aunque la habían roto por mi culpa. Lo último que dijo terminó de confundirme,¿ que querría decir con que le había embrujado? Esperaba que no se estuviera enamorando ni nada semejante, porque si sólo siendo amigos ya salía herido, no quería pensar lo que pasaría si terminásemos juntos. Lo mas probable es que corriera la misma suerte que sus padres y acabara muerto Lo último que quería era perderle. Pero bueno, estaba haciendo una montaña de un grano de arena, pues quizás no había querido decir eso, pues aún no nos conocíamos tanto como para que tuviera sentimientos por mi. La verdad, yo hacía tiempo oque había perdido la esperanza de que pudiera amar a alguien, aunque sentía algo por Ralph, el deseo de protegerlo a toda costa.
Observé sus muecas de dolor y como se llevaba los cadáveres de allí. Al volver, me tendió la daga de plata, alegando que la necesitaría algún día
-Pues entonces, espero que ese día tarde en llegar-
Ya me iba a dormir cuando el se desplomó sobre mi. Arrugué el ceño por la preocupación y decidí que ya que estaba mejor, cuidaría de el, así que como pude y con cuidado le cogí y lo puse sobre la cama. Fue un trabajo costoso, ya que él para mi pesaba y además estaba aún débil por la pérdida de sangre y las heridas me dolían al moverme. Finalmente, conseguí que descansara en la cama. Fui despacio apor un vaso deagua, ayudándome de las paredes para no caerme. Regresé al cuarto donde él descansaba y coloqué el vaso sobre una mesilla por si tenía sed al despertar. Finalmente me desplomé a su lado en la cama por el cansancio y el dolor.
Observé sus muecas de dolor y como se llevaba los cadáveres de allí. Al volver, me tendió la daga de plata, alegando que la necesitaría algún día
-Pues entonces, espero que ese día tarde en llegar-
Ya me iba a dormir cuando el se desplomó sobre mi. Arrugué el ceño por la preocupación y decidí que ya que estaba mejor, cuidaría de el, así que como pude y con cuidado le cogí y lo puse sobre la cama. Fue un trabajo costoso, ya que él para mi pesaba y además estaba aún débil por la pérdida de sangre y las heridas me dolían al moverme. Finalmente, conseguí que descansara en la cama. Fui despacio apor un vaso deagua, ayudándome de las paredes para no caerme. Regresé al cuarto donde él descansaba y coloqué el vaso sobre una mesilla por si tenía sed al despertar. Finalmente me desplomé a su lado en la cama por el cansancio y el dolor.
Sabrina Richards- Hechicero Clase Media
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Fecha de inscripción : 03/09/2013
Localización : En París
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
El joven cambia formas llevaba muchas batallas conseguidas , muchas batallas, muchas heridas, muchas veces al borde de la muerte, a veces el cambia formas se acordaba de aquel chaval que hizo florecer nuevos sentimientos de humanidad, amistad, respeto, etc..., el antes era una bestia sin razón de ser, mataba por placer por alimento, era retorcido y malvado, esto también lo ha hecho despertar esta bruja, algo en ella le daba muy buenas vibraciones, sentía cariño, y sentía un sentimiento que nunca experimentó, no buscaba su carne, la sangre que probó de ella le hizo tener malestar puede que sea otra cosa.
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(...)
(...)
Ralph se despertó miró su herida, ya estaba cicatrizada, almenos las hierbas hicieron su efecto, estaba tumbado en la cama y enfrente estaba ella, algo en el hizo reaccionar, hacía frío, la arropó con sus brazos en en tierno abrazo, para evitar que su cuerpo se enfriara, le gustaba el contacto con esta mujer, era agradable, acariciaba su cabello, demostrandole cariño.
Extraño sentimiento...
-Dijo en voz baja, mientras rozaba sus mejillas con su cabeza-
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Ralph se despertó miró su herida, ya estaba cicatrizada, almenos las hierbas hicieron su efecto, estaba tumbado en la cama y enfrente estaba ella, algo en el hizo reaccionar, hacía frío, la arropó con sus brazos en en tierno abrazo, para evitar que su cuerpo se enfriara, le gustaba el contacto con esta mujer, era agradable, acariciaba su cabello, demostrandole cariño.
Extraño sentimiento...
-Dijo en voz baja, mientras rozaba sus mejillas con su cabeza-
Ralph G. Anderson- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 29/08/2013
Edad : 34
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
Tardé exactamente tres segundos en darme cuenta de donde estaba: En Salem. Sabía que aquello era un sueño, pero no un sueño cualquiera, era un sueño de bruja. Sentía que alguien quería contactar conmigo, pero le costaba hacerlo. Sin pensarlo, eché a andar por las calles que tan bien conocía y acabé en mi casa. Me acerqué a la entrada con paso tembloroso y abrí la puerta. No era capaz de hablar, pero si hubiera podido, habría llamado a alguien o habría anunciado mi entrada con un simple hola. Ni me molesté en cerrar la puerta, ya que aquello era un sueño. Caminé, pues hacia el vestíbulo y allí me encontré con una mujer cuyos ojos eran idénticos a los míos. Esa mujer era, por supuesto, mi madre, que me miró con una sonrisa en los labios. Y sin hablar, únicamente con su mirada, me dijo un montón de cosas. Me dijo que me quería, me dijo que estaba orgullosa de mi y lo más importante, me dijo que no me vengara, que su muerte debería servirme para ser más cuidadosa y para aliarme con otro brujos para ayudarlos. Traté de decir algo, pero sentí que algo o alguien me tocaba, perdí la concentración y el sueño se evaporó.
Lo primero que sentí al despertar, era que alguien me tenía abrazada, pensé que probablemente sería Ralph. Seguramente lo habría hecho para protegerme del frío del invierno francés. Me fiaba de el, sabía que no era un aprovechado ni nada parecido. Decidí abrir los ojos justo cuando sentí su cabeza en mi mejilla derecha.
-Buenos días, noches o tardes, realmente no sé que hora es- Dije sonriendo
Lo primero que sentí al despertar, era que alguien me tenía abrazada, pensé que probablemente sería Ralph. Seguramente lo habría hecho para protegerme del frío del invierno francés. Me fiaba de el, sabía que no era un aprovechado ni nada parecido. Decidí abrir los ojos justo cuando sentí su cabeza en mi mejilla derecha.
-Buenos días, noches o tardes, realmente no sé que hora es- Dije sonriendo
Sabrina Richards- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 03/09/2013
Localización : En París
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
Ralph veía como la jóven bruja se movía en sueños, la abrazó en la noche para que no pasara frío , hasta que llegó el momento de que se desperaron, escuchó lo que dijo, le hizo algo de gracia creando una sonrisa en la cara de Ralph. Intentándo levantarse salió de la cama, y empezó a buscar una manta no muy gruesa, y se la puso sobre la bruja, hacía frío el dia acababa de amanecer y posiblemente el peligro tambien..
Buenos dias preciosa, espero que haya podido dormir algo...
Algo pasaba desaparecibido ante la bruja y el cambiformas, pero algunos ojos estaban posados en ellos, el se sentía bien con ella aprender el comportamiento humano y sentirlo no era comparable a vivir una mentira, creía que no, pero el sentimiento humano crea amistad, amor, relaciones con otros seres amigables, algo que nunca hubiera podido hace unos meses comprender Ralph.
Señorita Sabrina, ¿tiene alguna idea de donde ira ahora?
Dijo mientras se acicalaba el pelo y se ponía su traje para salir.
Buenos dias preciosa, espero que haya podido dormir algo...
Algo pasaba desaparecibido ante la bruja y el cambiformas, pero algunos ojos estaban posados en ellos, el se sentía bien con ella aprender el comportamiento humano y sentirlo no era comparable a vivir una mentira, creía que no, pero el sentimiento humano crea amistad, amor, relaciones con otros seres amigables, algo que nunca hubiera podido hace unos meses comprender Ralph.
Señorita Sabrina, ¿tiene alguna idea de donde ira ahora?
Dijo mientras se acicalaba el pelo y se ponía su traje para salir.
Ralph G. Anderson- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 29/08/2013
Edad : 34
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
Aún estaba confusa por el sueño. ¿De verdad quería mi madre que no los vengara?. Era bastante creíble, seguro que mi madre deseaba que yo viviera en paz mi vida y no la entregara luchando por su memoria. Quizás debía hablar de ese sueño con mi mentor, pues no era un sueño normal, después de todo. Y eso lo sabía porque normalmente cuando soñaba con mi madre, la veía quemándose junto al resto de mi familia entre alaridos de dolor. Con todo esto en la cabeza, casi había olvidado la presencia de Ralph.
-Si, bueno, he dormido bastante bien- Mentí
Tampoco quería preocuparle con mis asuntos familiares de bruja. Observé como se vestía y pestañée confusa ante su pregunta ¿Que haría ahora?. Gemí. Tendría que contarle a tía Josephine por qué su respetable sobrina no había dormido esta noche en casa. Y también tendría que contarle lo de las heridas y mentirle lo mejor que pudiera sobre como me las había hecho... ah, mentiras y más mentiras. Odiaba tener que decirlas, pero a veces era necesario. Sólo imaginar sus gritos ya hacía que me doliera la cabeza. miré a Ralph y le repondí.
-Pues tendré que irme a mi casa y explicarle a mi tía donde he pasado la noche. No te preocupes, no le diré donde he estado, ya se me ocurrirá alguna cosa que decirle-
-Si, bueno, he dormido bastante bien- Mentí
Tampoco quería preocuparle con mis asuntos familiares de bruja. Observé como se vestía y pestañée confusa ante su pregunta ¿Que haría ahora?. Gemí. Tendría que contarle a tía Josephine por qué su respetable sobrina no había dormido esta noche en casa. Y también tendría que contarle lo de las heridas y mentirle lo mejor que pudiera sobre como me las había hecho... ah, mentiras y más mentiras. Odiaba tener que decirlas, pero a veces era necesario. Sólo imaginar sus gritos ya hacía que me doliera la cabeza. miré a Ralph y le repondí.
-Pues tendré que irme a mi casa y explicarle a mi tía donde he pasado la noche. No te preocupes, no le diré donde he estado, ya se me ocurrirá alguna cosa que decirle-
Sabrina Richards- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 03/09/2013
Localización : En París
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
Acabando de vestirse, se giró preocupado hacia Sabrina, la agarró suavemente de los brazos y le dijo seriamente intentando transmitirle cariño y amistad.
Querida, se que la preocupación es demasiado fuerte para ti, y por ello, la acompañaré, ciertamente pocas cosas me quedan en la vida, y al conocerla usted ha rellenado un poquito mí, así que desde ahora estaré con usted.
-Le dijo finalizando con un beso en su frente-
Salieron de la casa, algo apurados, yendo a casa de su Tía con gran rapidez ya que a Ralph no le daba buena espina lo que estuviera pasando, llegaron a una casa, grande pero algo había ocurrido, la puerta estaba extraña, estaba como rota, sin mucho esfuerzo abrieron la puerta, había en la entrada un cadáver de una persona, con una biblia en la mano, las paredes ensangrentadas, rociado aire moribundo a las personas que entraban. Ralph se acercó a la sangre y la tocó con el dedo , sin que Sabrina mirara mucho la probó...era bastante reciente.
Subieran rápidamente hacia el primer piso a la habitación de su tía pero no estaba, habían bastantes prendas tiradas por el suelo, una montaña de libros quemados, y más cadáveres dos en este caso.
Lo siento Sabrina...
Querida, se que la preocupación es demasiado fuerte para ti, y por ello, la acompañaré, ciertamente pocas cosas me quedan en la vida, y al conocerla usted ha rellenado un poquito mí, así que desde ahora estaré con usted.
-Le dijo finalizando con un beso en su frente-
Salieron de la casa, algo apurados, yendo a casa de su Tía con gran rapidez ya que a Ralph no le daba buena espina lo que estuviera pasando, llegaron a una casa, grande pero algo había ocurrido, la puerta estaba extraña, estaba como rota, sin mucho esfuerzo abrieron la puerta, había en la entrada un cadáver de una persona, con una biblia en la mano, las paredes ensangrentadas, rociado aire moribundo a las personas que entraban. Ralph se acercó a la sangre y la tocó con el dedo , sin que Sabrina mirara mucho la probó...era bastante reciente.
Subieran rápidamente hacia el primer piso a la habitación de su tía pero no estaba, habían bastantes prendas tiradas por el suelo, una montaña de libros quemados, y más cadáveres dos en este caso.
Lo siento Sabrina...
Ralph G. Anderson- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 29/08/2013
Edad : 34
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
Otro beso en la frente. No me molestaba, pero me recordaba mucho a mi padre, que siempre me daba uno antes de dormir o cuando había tenido una pesadilla "Un beso para alejar el miedo" solía decir. Miré mi vestido y suspiré, yo mucho no podía arreglarme, aunque tampoco es que se me viera nada por los rotos. Las palabras de Ralph me hicieron sospechar que algo no iba bien y el sentimiento de preocupación la tía Josephine creció en mi interior.
-Vamos rápido, tengo un mal presentimiento...-
Caminamos juntos lo más rápido posible hacia mi casa, algo en mi interior me decía que había pasado algo, solo esperaba que no fuera nada relacionado con tía Josephine. Pero, cuando llegamos, se me cayó el alma a los pies y se me hizo un nudo en la garganta. La puerta principal de madera de roble estaba destrozada. Miré a Ralph con preocupación t entramos en la casa con cautela. Lo primero que noté al entrar fue el olor, a muerte ya sangre. Después me fije en la sangre que salpicaba el suelo y las paredes y los cadáveres tirados por doquier. Subimos al primer piso, al cuarto de tía Josephine. Mi corazón estaba desbocado y yo rezaba para no encontrar su cadáver allí. dejé a Ralph solo en la habitación y me dirgí a la mía. Mis ojos se abrieron de espanto al ver el cuerpo de mi tía sobre mi cama, con una daga clavada en el pecho junto con una nota "Tu serás la siguiente, brujita".
-Tía Josephine...-Susurré mientras las lágrimas afloraban en mis ojos.
Me desplomé sobre ella y lloré en silencio, para que Ralph no me escuchara, no quería que me viera llorar y pensara que soy débil.
-Vamos rápido, tengo un mal presentimiento...-
Caminamos juntos lo más rápido posible hacia mi casa, algo en mi interior me decía que había pasado algo, solo esperaba que no fuera nada relacionado con tía Josephine. Pero, cuando llegamos, se me cayó el alma a los pies y se me hizo un nudo en la garganta. La puerta principal de madera de roble estaba destrozada. Miré a Ralph con preocupación t entramos en la casa con cautela. Lo primero que noté al entrar fue el olor, a muerte ya sangre. Después me fije en la sangre que salpicaba el suelo y las paredes y los cadáveres tirados por doquier. Subimos al primer piso, al cuarto de tía Josephine. Mi corazón estaba desbocado y yo rezaba para no encontrar su cadáver allí. dejé a Ralph solo en la habitación y me dirgí a la mía. Mis ojos se abrieron de espanto al ver el cuerpo de mi tía sobre mi cama, con una daga clavada en el pecho junto con una nota "Tu serás la siguiente, brujita".
-Tía Josephine...-Susurré mientras las lágrimas afloraban en mis ojos.
Me desplomé sobre ella y lloré en silencio, para que Ralph no me escuchara, no quería que me viera llorar y pensara que soy débil.
Sabrina Richards- Hechicero Clase Media
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Localización : En París
Re: Two Hands (Priv. Sabrina)
TERMINADO
Ralph G. Anderson- Cambiante Clase Alta
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