AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
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Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
No estaba preparado seguramente a sentir de nuevo la sensación de estar perdido en los susurros de la oscuridad. La noche se reflejaba en la inmensidad del lago de aquella noche, las almas en pena aguardaban bajo sus lapidas y simplemente no pensaria pasearse por allí mismo, no por el cementerio en estos momentos. Sus pies se encaminaban por los desierticos rincones vacios de Paris, buscando aquel que le robó parte de su infancia, parte de la que ya no puede recuperar debido a que lo mantuvo oculto y siendo un esclavo durante toda su vida hasta que cierto cazador le descubrio y lo llevo de vuelta con sus padres.
Todo aquello paso hace muchisimo tiempo. Ha conocido a personas, a conocido a una persona que dejo marca en él, ha conocido a personas que ahora son feliz juntas y mientras él aún anda en algo que no desearía para nadie. Estaria dispuesto a volver a tener compañia a su lado pero tal y como estaba en estos momentos se disponia a querer mas bien a estar solo y sin nadie a su lado. Queria la soledad por un tiempo, si, eso sería buena idea al parecer, no querria para nada huir de nuevo en un plan que por poco salía mal.
-¡AYUDA! - Un grito escuchó cerca de donde estaba y en cuanto llegó al lugar del grito se descubrio a si mismo alrededor de un teatro al aire libre. Suspirando de repente, él mismo se ajusta la corbata de nuevo y presta atención al teatro libre en la calle. Muchas personas observan entretenidos la interpretación de los actores enmascarados. Una joven se tropieza con el brujo que este la observa detenidamente todo lo que puede y lo máximo que llega a ver son unos ojos azules llenos de pena. La cosa es que el brujo no le hizo mucho caso, él seguía ahi parado viendo la entrenida obra.
Cuando hubo terminado después de un rato largo, se encontro bien a lo lejos la figura de Ragnar entrelazando manos con su amor de infacia, Desari, aunque ahora era la señora Lothbrok. Menuda boda fue aquello. No, sin embargo todo fue a tomar de boca. Desari recordó y Ragnar estaba feliz desde hace mucho tiempo. Aún recuerda como se puso por querer hacerle aquello a Desari cuando estaba hechizada. Solamente quería desaparecer y asi hizo.
Desaparecio de su vista y lo siguiente que encontró fue a la joven de vista de pena. Fue un momento solo hasta que se dio cuenta de algo diferente en ella. Sangre en sus fauces. Keith estuvo un rato pensando en si ir hacia ella o si huir de verdad. No sabía y escogio la primera opción frente a todas las consecuencias que pudieran ocurrir en cuanto se acercara. Bien, ya estaba delante de ella.
¿Que pasaria entonces?
Keith Lanington- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Y entonces, el lobo mostró las fauces ante la victima que solo reía con una mirada retorcida.
-Sabrina De la Vega-
-Sabrina De la Vega-
La noche había llegado y con ello el paso de las bestias del infierno hacían su aparición, toda la mañana había pasado metida en su ataúd bajo la cama de aquel pequeño hogar por la zona costera, vivía sola gracias a que su madre adoptiva le había dejado algunas propiedades, de las cuales tuvo que vender unas que no eran de su agrado y otras ponerlas en renta, pero de todas ella la que más le gustaba era la que se situaba en Paris cerca a la Playa. Se las ha arreglado sola para mantener ese hogar tan cálido como de su gusto se tratará, húmedo, frío y oscuro, lleno de muerte y sombras.
Se va dando paso aquella jovencita vestida como una muñequita, su mirada inocente y dulce que es el reflejo de su habilidad de “seducción” otorgada por la muerte misma, aquel vestidito blanco para ella que era un ser oscuro quedaba perfecto, tomo sus zapatitos de igual color con las mediecitas con arandas de tul, toda una muñeca, sus cabellos cepillados perfectamente y un listo negro que se ata en un lazo sobre su cabeza de una manera muy inocente e infantil no puede verse, quizás lo hace para atraer a su futuro alimento.
Por las calles va caminando hasta que el sonido de risas y música la atrae lentamente por su apetito infernal que va corriendo hasta ese lugar, las miradas de todos los que se encuentran reunidos con sus sonrisas y expresiones de sorpresa la llenan de una expectación mayor, se acerca a unos pocos que estaban alejados de aquel paradigma, sus manos se ocuparon de la vida de los que ahí estaban, uno a uno los cuerpos iban cayendo hasta que le grito de socorro de uno de ellos podría alertar a cualquiera, solo que la rapidez de aquellas manos terminaron con el cuello de la pobre infeliz.
La sangre y los cuerpos que terminan en suelo como una ferviente muestra de obra y pasión, sus ropajes manchados con la marca de la vida arrancada, su mentón y ojos son la muestra de su estado, uno muy alejado de la realidad, del momento hasta que la presencia ajena de uno que sigue en pie la despierta, con una sonrisa le saluda y una mano que se extiende, una mano junto a una de sus habilidades especiales, la seducción, va acercándose lentamente al joven, agitando sus cabellos dorados.
–No te pedí que vinieras, ¿por qué estás aquí? ¿Acaso alguien te contrato para estar tras de mí?– sonríe con aquel cinismo, con la intención de una locura oscura e irreal.
Sabrina De la Vega- Vampiro Clase Media
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 11/03/2014
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
La verdad que eso podía parecer a primera vista frente a la joven. El brujo se situó un poco más cerca pero demasiado lejos para sentirse a salvo de alguna manera inocua. Keith siguió sus instintos y pronuncio unas palabras de protección contra cualquier cosa que intentara la joven desconocida, rubia y con ojos claros – No, te vi, o bueno escuche gritos desde aquí así que no pensé encontrarme con…alguien como tú – Dijo al final cortando su voz tras ver aun en sus fauces un pequeño rastro de sangre. Era algo asqueroso.
Las palabras del brujo no parecieron ejercer convencimiento hacia la desconocida. Simplemente pensó que tal vez todos estarían de acuerdo en que todo se quedara en paz, pero Keith intuía que iba a ser una noche con muchas noticias o muchas cosas que contar en un futuro. El brujo siempre intuyendo, siempre yendo a favor de su imaginación, de su “ki” interior que podría decirle todo tipo de auras o cada tipo de necesidad que la parte ajena tuviera de él.
-Deberías hacer lo que haces no en estos lugares tan públicos –Dijo Keith mostrándose medianamente cauteloso, situándose en el momento adecuado, apoyándose contra la pared del edificio en el que estaban acorralados. En donde estaban, había un edificio en el que habían colgados carteles de “SE BUSCA” de un delincuente que atraparon hace una semana gracias a su ayuda, Keith se apoyaba cerca de unos cubos de basura, se apoyaba sobre la pared de dicho edificio decorado con carteles policiales de “SE BUSCA” pero Keith observaba las acciones presentes y futuras de quien estaba con él en ese instante.
Podía escuchar las risas de las mujeres tras escuchar chistes horrendos de sus esposos o acompañantes. Estaba harto de estar solo al parecer era él quien tenía que estar solo, pero él pensó que probablemente no estaba escribiendo bien su destino. Observo a la joven que lo miraba con interés excepto él hacia la extraña. Tomó un leve suspiro antes de volver a reincorporarse completamente de pie, caminando hacia la extraña, lentamente con cuidado de no hacer nada imprudente.
Keith Lanington- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Intentar hacer algo imposible es de locos, pero creer que se puede lograr es de demencia absoluta, por esos sus dedos con gracia se movían tratando de limpiar la muestra de sus actos, pero solo se incrementaban dando un aspecto siniestro que aterrorizaría a quien le viera, y eso era algo que ella no deseaba al contrario su intención era atraer gente como los que yacían a sus pies. El joven frente a ella le miraba como si no quisiera verla y eso le molestaba aún más que las manchas que se negaban a salir de su prenda.
El viento agita los cabellos y las hojas de los árboles, tan despacio como el camino que recorre hasta estar frente a frente con aquel joven, sus ojos se clavan en la del muchacho y su sonrisa sangrienta se muestra como si fuese la irrealidad del momento, pero solo era la farsa de su mente cínica que jugaba con los demás y con ella mismo –¿Alguién como yo? Te atreves a hablarme de esa manera y a regañarme también ¿Por qué no alzas y escondes los cuerpos por mí?– sonríe a modo de una risita maliciosa y sin esperarse lanza sus brazos alrededor del cuello del joven abrazándolo para dejar que sus uñas recorran con peligro por el cabello y nuca de él.
–Yo sé que él te envió para ayudarme, para no dejarme sola ¿verdad? Fue mi padre quien te dijo dónde buscarme y me mientes y hablas así, por eso quizás te perdone– le roba un beso y a la vez deja la sangre sobre los labios del joven, ella se ríe separándose de él, va dando saltos con sus piecitos, como si de una danza se tratara mientras revisa los cuerpos inertes de las femeninas para encontrar una prenda que le guste y sea de su medida para cambiarla.
Ladea la cabeza viendo por sobre su hombro con la sonrisa que no se borra de su rostro –Vamos, no te quedes ahí mirándome, ya dije que acepto tu presencia solo porque padre te ha enviado, así que ve haciendo tu trabajo mientras yo…hago el mio– encuentra un vestido en tono cielo pastel; su blanco impoluto con las prueba roja es retirado de su cuerpo blanquecino mostrando sin pudor alguno las ropas intimas que lleva en tonos negros. El vestido se ajusta a su cuerpo lo que la pone de buen humor más los lazos no los puedo anudar –Antes de que te manches las manos con esas basuras, ¿puedes anudarme este vestido? Me lo he comprado hoy recien– rie a sabiendas de lo que ha hecho. Quizás solo mide la paciencia de quien no tiene nada que ver con ella.
El viento agita los cabellos y las hojas de los árboles, tan despacio como el camino que recorre hasta estar frente a frente con aquel joven, sus ojos se clavan en la del muchacho y su sonrisa sangrienta se muestra como si fuese la irrealidad del momento, pero solo era la farsa de su mente cínica que jugaba con los demás y con ella mismo –¿Alguién como yo? Te atreves a hablarme de esa manera y a regañarme también ¿Por qué no alzas y escondes los cuerpos por mí?– sonríe a modo de una risita maliciosa y sin esperarse lanza sus brazos alrededor del cuello del joven abrazándolo para dejar que sus uñas recorran con peligro por el cabello y nuca de él.
–Yo sé que él te envió para ayudarme, para no dejarme sola ¿verdad? Fue mi padre quien te dijo dónde buscarme y me mientes y hablas así, por eso quizás te perdone– le roba un beso y a la vez deja la sangre sobre los labios del joven, ella se ríe separándose de él, va dando saltos con sus piecitos, como si de una danza se tratara mientras revisa los cuerpos inertes de las femeninas para encontrar una prenda que le guste y sea de su medida para cambiarla.
Ladea la cabeza viendo por sobre su hombro con la sonrisa que no se borra de su rostro –Vamos, no te quedes ahí mirándome, ya dije que acepto tu presencia solo porque padre te ha enviado, así que ve haciendo tu trabajo mientras yo…hago el mio– encuentra un vestido en tono cielo pastel; su blanco impoluto con las prueba roja es retirado de su cuerpo blanquecino mostrando sin pudor alguno las ropas intimas que lleva en tonos negros. El vestido se ajusta a su cuerpo lo que la pone de buen humor más los lazos no los puedo anudar –Antes de que te manches las manos con esas basuras, ¿puedes anudarme este vestido? Me lo he comprado hoy recien– rie a sabiendas de lo que ha hecho. Quizás solo mide la paciencia de quien no tiene nada que ver con ella.
Sabrina De la Vega- Vampiro Clase Media
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 11/03/2014
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Acabando equitativamente lo que pensaba en ese momento, en su mente se imaginó por un segundo a la muchacha que se insinuaba delante de él con él haciendo algún que otro acto impulsivo, pero solamente sacudió su cabeza mostrando que volvía a estar presente en la realidad, observando cómo le pedía que le anudase las cuerdas del corsé.
Él miso fue a acatar aquella petición que tan solo él siguió el juego. ¿Su padre? No sabía de quien hablaba pero entonces para no ser comida prefirió seguirle el juego – Claro –Comenzó a anudarle las cuerdas con lo que se lio al principio, pero enseguida supo cómo iba el patrón del vestido y acabo por cerrar el cierre y que quedara ajustado al cuerpo de la joven.
Varias personas pasaron por su lado pero que no presto demasiado atención a lo que pudieran mostrar por el exterior. Keith entonces pronuncio algunas palabras que terminaron por ser calmantes en su alma, en su subconsciente, en sus nervios por si hizo algo mal o bien en contra de su aun continuo amor hacia Desari quien vio hace poco junto con su nuevo amor. Eso le hizo recordar la sangre que no brotaba más de su labio, se tocó, pudo ver un poco de sangre que se quedaba ahí sin salir más pero no le manchaba mas parte del rostro.
Tuvo que haberle mordido cuando le robo el beso de sus labios, simplemente estaba pendiente de que nada más le pasara. No ahora – Bueno, ehm, No podré hacer yo todo el trabajo, son varios cuerpos los que has dejado a la vista – Dijo importando el hecho que había sido un poco descuidada, sin embargo Keith se acercó a la joven y le dio la vuelta tomándola del hombro, la dejo mirándola cara a cara, la tomo del mentón y le limpio parte de unas gotas de sangre que aun brotaba de haberle mordido con anterioridad.
– Deberías limpiarte, no te vayan a hacer preguntas inadecuadas – Dice estando cara a cara con los ojos cristalinos de la desconocida – Y una criatura como tú no debería de estar sola entre tantas sombras –Decía con simpatía, sin embargo una flecha se clavó cerca de los cuerpos inertes haciendo que Keith se alarmara, moviendo hacia un lado a la joven.
Keith Lanington- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Sonata invernal que suena lentamente como pieza musical fantástica mientras la sonrisa blanca se muestra perfectamente entre las rosas marchitas que se descansan sobre el carmesí campo, teñido con del mismo tono de quienes eran aquellas flores. Unos cabellos rubios como el sol se agitan lento a medida que sus movimientos se hacen más cercanos al otro ente que le acompaña y ¿protege?.
Manos expertas terminan por entallar aquella prenda que la hace feliz por tener algo a su medida, tan lindo como ella mismo, sonríe muy emocionada por ello acercándose más y más al joven tanto que puede sentir su respiración cálida así como el sonido de su corazón latiendo con fervor como una danza; muerde su labio inferior al sentir los dedos tibios de aquel extraño, tan fuerte es la mordida que deja una herida que se cierra cuando la punta de su lengua pasa para llevarse su propia sangre –Podría bailar con los latidos de tu corazón, no me digas ¿te excitaste al sujetarme las cuerdas de la ropa?– muerde la punta de su dedo con malicia mientras ladea la cabeza a un lado con la fingida inocencia y locura, sus palabras en vez de suponer vergüenza solo muestran calma.
Rompe el silencio con una risilla pequeña justo para dar paso a sus brazos que nuevamente se cuelan por el cuello del joven, ambos labios están a escasos centímetros –Soy una criatura temible y detestable y podría desaparecer rápido, pero antes podría incendiar toda la ciudad o bebérmela, ya que mi padre me ha abandonado al punto de no reconocerme, me ha dejado sola como todos, incluso tu– besa la comisura del labio ajeno pero antes de sentar sus besos es la punta de su lengua la que traviesamente juega en la piel ajena. Nuevamente una risilla que se corta con el silbido del aire siendo cortado por una flecha, que iba directo al corazón inexistente de ella.
Se guarda tras la figura masculina mostrando una inocencia y victimizada apariencia, con unos ojos cándidos y dulces de quien solo es una doncella –No dejes que me arranquen el corazón, por favor mi amor– el tono de su voz era bajo, casi como un susurro que se mezcla con una manera melosa, pero en el fondo había un toque de preocupación y miedo, aunque el dolor era atractivo para sus ojos tenía en mente otro plan –Son cazadores y quieren mi corazón– susurra desapareciendo tras de él para estar subida en una de las ramas de los árboles –Aunque no te lo pedí haz tu mejor esfuerzo, guardián o no le diré cosas buenas a mi padre de ti– arroja un beso que se acompaña de una sonrisa malvada.
Manos expertas terminan por entallar aquella prenda que la hace feliz por tener algo a su medida, tan lindo como ella mismo, sonríe muy emocionada por ello acercándose más y más al joven tanto que puede sentir su respiración cálida así como el sonido de su corazón latiendo con fervor como una danza; muerde su labio inferior al sentir los dedos tibios de aquel extraño, tan fuerte es la mordida que deja una herida que se cierra cuando la punta de su lengua pasa para llevarse su propia sangre –Podría bailar con los latidos de tu corazón, no me digas ¿te excitaste al sujetarme las cuerdas de la ropa?– muerde la punta de su dedo con malicia mientras ladea la cabeza a un lado con la fingida inocencia y locura, sus palabras en vez de suponer vergüenza solo muestran calma.
Rompe el silencio con una risilla pequeña justo para dar paso a sus brazos que nuevamente se cuelan por el cuello del joven, ambos labios están a escasos centímetros –Soy una criatura temible y detestable y podría desaparecer rápido, pero antes podría incendiar toda la ciudad o bebérmela, ya que mi padre me ha abandonado al punto de no reconocerme, me ha dejado sola como todos, incluso tu– besa la comisura del labio ajeno pero antes de sentar sus besos es la punta de su lengua la que traviesamente juega en la piel ajena. Nuevamente una risilla que se corta con el silbido del aire siendo cortado por una flecha, que iba directo al corazón inexistente de ella.
Se guarda tras la figura masculina mostrando una inocencia y victimizada apariencia, con unos ojos cándidos y dulces de quien solo es una doncella –No dejes que me arranquen el corazón, por favor mi amor– el tono de su voz era bajo, casi como un susurro que se mezcla con una manera melosa, pero en el fondo había un toque de preocupación y miedo, aunque el dolor era atractivo para sus ojos tenía en mente otro plan –Son cazadores y quieren mi corazón– susurra desapareciendo tras de él para estar subida en una de las ramas de los árboles –Aunque no te lo pedí haz tu mejor esfuerzo, guardián o no le diré cosas buenas a mi padre de ti– arroja un beso que se acompaña de una sonrisa malvada.
Sabrina De la Vega- Vampiro Clase Media
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Fecha de inscripción : 11/03/2014
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Tonterías de una chica descuidad que dejaba la evidencia a su paso. No mas pudo entretenerse mientras la escuchaba, mientras ella estaba resguardándose detrás de su figura masculina y que había conseguido mantener en forma debido al gran esfuerzo, debido al ejercicio de cada dia. Sin embargo no estaba para hacer de niñera de nadie, debería de proteger a la dichosa muchacha que por ser descuidada ha dejado la evidencia a su paso, se repitió Keith en su mente.
Cazadores, incluso había mas de esos por el mundo pero Keith nunca hizo muestra de sus poderes en público, nunca demostró sus habilidades mágicas delante de personas que pudieran echarle directamente hacia la hoguera sin juicio previo. Bueh, tonterías de la gente, de siglos pasados cuando se enteraron los aldeanos de Salem que en una muchacha joven de 14 años corría sangre maldita, sangre del mismísimo Satanás. Hoy en dia eso no se toma en cuenta. Probablemente en los círculos más cerrados seguramente, las ideas podrían ser retrogradas, incluso prohibiendo la retirada de la misma aldea.
Solamente suspiró como si todo el peso del mundo cargara sobre sus anchos hombros. Todo le daba prácticamente igual, no confiaba en la muchacha que con sandez dedicaba su labia a embaucarle en situaciones comprometidas aun siquiera estando delante de personas posiblemente influenciados en el mundo. Él siempre busca la paz para sí mismo y el calvario de su derrota que no quiere llegar a venganza. Desde siempre quiso una vida para si mismo. Estuvo varios años cautivo, a las órdenes de un malvado brujo por casi el resto de su vida. Casi mas de 15 años bajo el yugo del brujo. Casi toda una vida desperdiciada.
Ahora ¿Podría ser capaz de vérselas con esos cazadores ayudando a una desconocida? –Solo dame una razón por la que ayudarte, tan solo me has traído aquí por tu rastro de cadáveres y meterme en este problema –murmura sin mas para darse cuenta que nada más le importaba en absoluto. Solamente paz, encontrarse a si mismo posiblemente para sentirse feliz aunque fuera consigo mismo. Sentía que se ha salido del camino, necesita encontrarse y poder seguir recto sin ningún obstáculo de por medio que le produzca alguna que otra distracción innecesaria como supuestamente lo son las mujeres.
Solamente necesitaría una razón válida y consistente. No le valía el que fuera un vampiro. Eso saltaba a la vista, pero no por tu aspecto te localizan como una amenaza.
Keith Lanington- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Sonrisa que se pierde como un trago amargo, la mano fría que se mece lentamente sobre la piel ajena, del cuello, adentrándose al pecho masculino mientras oye por la espalda el latido de un corazón que demuestra la vida inexistente en otros; la sonrisa se apaga adentrándose en otro estado uno más frío y lejano, casi cortante. Se separa de aquel cuerpo ajeno y sus ojos se colocan en blanco rodándolos frente a aquellos que tiene por delante, pero más que nada por aquel brujo al que lo mira y chasquea la lengua.
La tierna sonrisa se muestra a los intrusos en su banquete, está molesta sobre todo por haber arruinado su insana diversión; camina lentamente como si de una bailarina se tratase, con los pies den punta cual danza macabra, sus ojos cerrados a la expectativa de sus atacantes que elevan sus armas contra ella, pero no se queda quieta, sus ojos se abren justo cuando con el viento desaparece del campo visual de sus enemigos quedando tras la espalda de aquel hombre al que abraza con todas sus fuerzas hasta hacerle crujir los huesos, los demás compañeros se preparan a atacarle lanzándole flechas pero caen el cuerpo de su regente, de aquel líder que los maldice, pero la boca es tomada por los labios fríos y muertos de aquella jovencita que entrona sus piernas delgadas en la cintura del hombre mientras bebe de los labios ajenos corriendo un río de sangre sobre sus labios y mentón, lo abraza usando la seducción de su habilidad que se mezcla con una orden la persuasión –Encárgate de ellos, han tratado de lastimar a tu pequeño ángel amado y no merecen el perdón, mátalos a todos– Baja del hombre regresando con tanta inocencia justo cuando una flecha corre por su rostro dejando la marca que se cierra y la sangre secándose cual huella de lo que ha ocurrido, toma aquella marca que se va secando lamiéndola, es ahí que su mirada se endurece al estar frente al joven
Agita sus cabellos rubios caminando para alejarse de aquella escena –¿Por qué debería darte una razón? ¿Crees que soy tan débil como tú? Te equivocas, si quieres hacer algo hazlo no te refugies en otros y si lo haces al menos finge algo, eres tan aburrido que hiciste que usara mis propias manos, si hubieras jugado el juego del amor hubiera sido más interesante, pero no. Quieres una razón te la daré– se gira mirando al hombre y antes de que diga algo le calla la boca con un beso, no un beso suave si no uno demandante donde ambas lenguas se encuentran.
Luego de unos segundos se separa limpiándose el mentón y con la sonrisa que ha vuelto a su jovial rostro –La razón es ¿por qué no hacerlo? No quieres algo diferente y con más adrenalina en tu vida, bueno ya veo que no, entonces este es el fin, para ti– señala todo su reguero y el que los cazadores han dejado sonriendo con la malicia correspondiente a los de su clase.
La tierna sonrisa se muestra a los intrusos en su banquete, está molesta sobre todo por haber arruinado su insana diversión; camina lentamente como si de una bailarina se tratase, con los pies den punta cual danza macabra, sus ojos cerrados a la expectativa de sus atacantes que elevan sus armas contra ella, pero no se queda quieta, sus ojos se abren justo cuando con el viento desaparece del campo visual de sus enemigos quedando tras la espalda de aquel hombre al que abraza con todas sus fuerzas hasta hacerle crujir los huesos, los demás compañeros se preparan a atacarle lanzándole flechas pero caen el cuerpo de su regente, de aquel líder que los maldice, pero la boca es tomada por los labios fríos y muertos de aquella jovencita que entrona sus piernas delgadas en la cintura del hombre mientras bebe de los labios ajenos corriendo un río de sangre sobre sus labios y mentón, lo abraza usando la seducción de su habilidad que se mezcla con una orden la persuasión –Encárgate de ellos, han tratado de lastimar a tu pequeño ángel amado y no merecen el perdón, mátalos a todos– Baja del hombre regresando con tanta inocencia justo cuando una flecha corre por su rostro dejando la marca que se cierra y la sangre secándose cual huella de lo que ha ocurrido, toma aquella marca que se va secando lamiéndola, es ahí que su mirada se endurece al estar frente al joven
Agita sus cabellos rubios caminando para alejarse de aquella escena –¿Por qué debería darte una razón? ¿Crees que soy tan débil como tú? Te equivocas, si quieres hacer algo hazlo no te refugies en otros y si lo haces al menos finge algo, eres tan aburrido que hiciste que usara mis propias manos, si hubieras jugado el juego del amor hubiera sido más interesante, pero no. Quieres una razón te la daré– se gira mirando al hombre y antes de que diga algo le calla la boca con un beso, no un beso suave si no uno demandante donde ambas lenguas se encuentran.
Luego de unos segundos se separa limpiándose el mentón y con la sonrisa que ha vuelto a su jovial rostro –La razón es ¿por qué no hacerlo? No quieres algo diferente y con más adrenalina en tu vida, bueno ya veo que no, entonces este es el fin, para ti– señala todo su reguero y el que los cazadores han dejado sonriendo con la malicia correspondiente a los de su clase.
Sabrina De la Vega- Vampiro Clase Media
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Fecha de inscripción : 11/03/2014
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Completamente angustiado por la contestación ajena todo supuso el final de aquel encuentro con aquella joven vampiresa. Mitad de él le decía que tenía que seguir ahí mismo, donde estaba pero otra parte le decía que estaba harto de estar ahí plantado como idiota, como alguien a quien nadie valorará jamás en la vida. Keith tenia simplemente la certeza de que no daría nunca una con escoger a las mujeres, podría pasar eras o días por encontrarse a si mismo y al mismo tiempo encontrar un sentido a su vida.
- Conviérteme – dijo con sequedad pero seguro de sus palabras.
Tal vez Keith estaba destinado a ser alguien mejor e importante y no lo había valorado hasta ahora. Tal vez estuviera ciego por el amor no correspondido de su amiga de la infancia que no vio su verdadero destino. Tal vez su destino no era con ella, si no con la joven con la que posiblemente le convertiría si llegara a razonar con ella, pero no como su amante o algo, probablemente como aprendiz de una nueva vida.
- Conviérteme en lo que tú eres – Repitió con insistencia – Hazme uno como tú. Odio mi vida. Con diez o nueve años un brujo me secuestró y me tuvo como su esclavo. Tras quince años de cautiverio al final me encontraron y pude volver con mi familia pero todo ha ido de mal en peor y todo ha sido fallos en mi vida más de las que puedo contar. Hace poco perdí toda esperanza de vivir en este mundo. Vago por ahí y no hago más que malgastar el tiempo que ahora está en mi contra a excepto de ti – sus palabras se quedaron mudas, no dijo más palabras que las que mantenía en su cabeza por miedo a un rechazo.
Solamente estaba ahora dubitativo.
¿De verdad quería tal cosa para sí mismo? ¿Estaba tan desesperado? Posiblemente así era como podría estar en este mismo instante, perdido, descontrolado, agotado, exhausto….Muerto en vida estaba vagando sin rumbo alguno. ¿Quería perderse aún más? ¿Entre más sombras aun? Keith iba a cometer posiblemente un error del que no podrá salir y no podrá volver atrás en el tiempo. Tenía que estar seguro.
- Hazlo rápido.
Keith Lanington- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Y el viento que agita aquellos cabellos como jugando con las hebras hilándolas en sentidos opuestos, alzándolas y llevándolas a encontrase contra el rostro perdido y perverso de aquella jovencita que sonreía de una manera muy extraña y hasta cierto punto podría catalogarse como insana, observando al joven que hablaba palabras extrañas y ajenas a su entendimiento al menos en el exterior, porque en el interior, había desentrañado un millón de posibilidades de éxito y fracaso para su plan.
Con la cabeza ladeada se acercó al joven, sus pies parecían más los de una pequeña bailarina que se hace paso por el escenario con varias flores regadas por su hermosa actuación, estando casi a unos cinco pasos del joven desaparecer apareciendo tras de él con sus manos tocando el pecho de él, su cabeza reposando sobre la espalda de él escuchando el latir de su corazón como una canción mal entonada –¿Ser cómo yo?– pregunta un susurro muy débil y enseguida la sonrisa se muestra pero su rostro cambia al mostrarse frete al joven, a quien toma sus mejillas con ambas manos para que le mire a los ojos, unos que mienten y engañan vilmente.
Con un suspiro profundo e innecesario acerca sus labios a los de él moviéndolos lentamente –Yo no puedo hacerte como yo, porque mi padre no me enseñó, pero…– el tiempo pareció detenerse cuando aquellos ojos claros se clavaron sobre los del joven lentamente acercando los labios hasta posarlos en los ajenos robando un beso de que duró lo mismo que aquella fuerte ventisca que azotó el lugar levantando el aroma a sangre. Separando los labios degusta aquel beso relamiéndose como si hubiera bebido el mayor de los jugos o ambrosías divinas, y esa sonrisa vuelve a aparecer en su rostro –Puedo darte otro tipo de vida, uno en el que ganemos por igual– aquella mano delicada recorre el camino del cuello hasta el hombre y regresa hasta quedarse en el punto de la carótida donde siente el pulso de aquel joven hechicero.
Con la cabeza ladeada se acercó al joven, sus pies parecían más los de una pequeña bailarina que se hace paso por el escenario con varias flores regadas por su hermosa actuación, estando casi a unos cinco pasos del joven desaparecer apareciendo tras de él con sus manos tocando el pecho de él, su cabeza reposando sobre la espalda de él escuchando el latir de su corazón como una canción mal entonada –¿Ser cómo yo?– pregunta un susurro muy débil y enseguida la sonrisa se muestra pero su rostro cambia al mostrarse frete al joven, a quien toma sus mejillas con ambas manos para que le mire a los ojos, unos que mienten y engañan vilmente.
Con un suspiro profundo e innecesario acerca sus labios a los de él moviéndolos lentamente –Yo no puedo hacerte como yo, porque mi padre no me enseñó, pero…– el tiempo pareció detenerse cuando aquellos ojos claros se clavaron sobre los del joven lentamente acercando los labios hasta posarlos en los ajenos robando un beso de que duró lo mismo que aquella fuerte ventisca que azotó el lugar levantando el aroma a sangre. Separando los labios degusta aquel beso relamiéndose como si hubiera bebido el mayor de los jugos o ambrosías divinas, y esa sonrisa vuelve a aparecer en su rostro –Puedo darte otro tipo de vida, uno en el que ganemos por igual– aquella mano delicada recorre el camino del cuello hasta el hombre y regresa hasta quedarse en el punto de la carótida donde siente el pulso de aquel joven hechicero.
Sabrina De la Vega- Vampiro Clase Media
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Fecha de inscripción : 11/03/2014
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Las palabras y acciones de la joven que tenia en frente le parecian extrañas - A que te refieres? - preguntó con curiosidad, murmurando en subcabeza palabras que emergen otras mas preocupantes y que hacen su petición de antes algo alocado - uhmm....explícate - Dijo mirando atentamente, apoyandose contra la pared hasta caer en el fresco de los adoquines sin importar como se pusiera el traje de sucio.
Su alma estaba negra y sucia de tantas cosas que hizo en el pasado. Habia tenido un alma negra, oscura que no había ni una pizca de luz pero que siempre lo ocultaba bajo su galanteria que le hacía estar siempre rodeado de hermosas doncellas casaderas pero que no le atraia ninguna en realidad. La única se fue de sus manos y no ha vuelto a saber de ella.
Los pies del brujo se deslizaron por el suelo hasta quedar la palma del pie levantada, sus muslos apoyados en el suelo y sin embargo su alma le acompañaba de la misma manera. Todo le pesaba, todo lo veia oscuro en este momento. Lo mismo no necesitaba ningún cambio.
Solamente la muerte era lo único que le esperaba.
Su alma estaba negra y sucia de tantas cosas que hizo en el pasado. Habia tenido un alma negra, oscura que no había ni una pizca de luz pero que siempre lo ocultaba bajo su galanteria que le hacía estar siempre rodeado de hermosas doncellas casaderas pero que no le atraia ninguna en realidad. La única se fue de sus manos y no ha vuelto a saber de ella.
Los pies del brujo se deslizaron por el suelo hasta quedar la palma del pie levantada, sus muslos apoyados en el suelo y sin embargo su alma le acompañaba de la misma manera. Todo le pesaba, todo lo veia oscuro en este momento. Lo mismo no necesitaba ningún cambio.
Solamente la muerte era lo único que le esperaba.
Keith Lanington- Hechicero Clase Alta
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Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
La suave sonrisa que va tomando la forma de una melodiosa voz, algo apagada y muerta casi al punto de rallar en un momento insano y preocupante. Sus ojos se clavan en los ajenos entrecerrándose lentamente hasta quedarse en la mayor oscuridad, sus manos se extienden como si volara pero solo sus dedos danzan al ritmo que las frías brisas van tocando en su cuerpo, llevándola a perderse en el momento de la noche.
Al abrir los ojos estos se han tornado completamente rojos y en un instante desaparece ante la vista del joven pero una risilla resuena en aquel campo de batalla donde los cuerpos lloran sangre, el sonido de su voz se materializa con un eco apagado como una canción mal entonada –Tú quieres morir realmente, entonces muérete en vida, que tal si te hago parte de mi colección de ciencias y así me ayudas a encontrar lo que busco y yo te ayudo a encontrar la muerte oscura, luego de que me sirvas bien pues quizás te ayude a encontrar quien te de ese beso nocturno que te haga como yo, aunque no te aseguro nada porque los adultos se ponen quisquillosos a la hora de aceptar a nosotros los más jóvenes, dicen que estamos locos– susurra sentada en la rama de uno de los árboles sonriendo con suma elegancia .
El silencio impera en aquel lugar uno que se rompe abruptamente –¿Aceptarás nuestro acuerdo?– pregunta curiosa y cargada de aquel entusiasmo tan característico de ella que la embelesa y la mata.
Al abrir los ojos estos se han tornado completamente rojos y en un instante desaparece ante la vista del joven pero una risilla resuena en aquel campo de batalla donde los cuerpos lloran sangre, el sonido de su voz se materializa con un eco apagado como una canción mal entonada –Tú quieres morir realmente, entonces muérete en vida, que tal si te hago parte de mi colección de ciencias y así me ayudas a encontrar lo que busco y yo te ayudo a encontrar la muerte oscura, luego de que me sirvas bien pues quizás te ayude a encontrar quien te de ese beso nocturno que te haga como yo, aunque no te aseguro nada porque los adultos se ponen quisquillosos a la hora de aceptar a nosotros los más jóvenes, dicen que estamos locos– susurra sentada en la rama de uno de los árboles sonriendo con suma elegancia .
El silencio impera en aquel lugar uno que se rompe abruptamente –¿Aceptarás nuestro acuerdo?– pregunta curiosa y cargada de aquel entusiasmo tan característico de ella que la embelesa y la mata.
Sabrina De la Vega- Vampiro Clase Media
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Fecha de inscripción : 11/03/2014
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Palabras que acuchillaban sus pensamientos.
Está pensando en aquella florista que ve poner flores nuevas en su tienda cerca de la gran catedral de París. Algo hace que cambie de opinión - ¿Mu…Colección de ciencias? –Pregunto extrañado volviendo un segundo a la realidad, levantándose vigorizado de repente del suelo, sacudiéndose la suciedad, pero aquello de “Ciencias” no le daba buena espina – Si no quieres mi alma, no me hagas tratos con el demonio – suspira – Pero si puedo ayudarte en lo que supuestamente buscas, puedo ayudarte pero no tengo porque ser tu muñeco de ciencias como según tus palabras describen tus malévolos planes de tiempo libre..
Se ajustó mejor la chaqueta, observando detenidamente la muchacha a la cual enseguida se acercó a pesar de que esta estuviera colgando de una rama de un árbol.
– Yo te ofrezco uno mejor – Dice – La muerte ahora puede esperar pues algo en mi repentinamente se ha despertado y no deseo tan prematura despedida de este horrible mundo, pero por que sea un mundo mejor lucharé por supervivencia, es más, ayudaré a un ser como tú a sobrevivir en la noche aunque de eso puedes apañártelas perfectamente según he podido ver hace una hora antes de nuestros diálogos prematuros.
Se apoyó en la corteza de dicho árbol, pensando bien en sus palabras – Propongo posponer ese encuentro con tan repentina antigua amiga a cambio de ayudarte en lo que tu necesites, digamos que podría ser un amigo para ti, un cómplice sin apenas implicarme, alguien que quiere de vuelta a una persona, alguien que quiere volver a ver sangre de su sangre bajo el mismo techo y sobre el mismo suelo, alguien que puede ayudarte al menos en conseguirte objetos extremadamente extraños para algún propósito oscuro siempre y cuando no se me implique del todo – Keith recalcaba siempre que podía que no fuera implicado en nada de lo que la vampira tuviera en mente, solo la ayudaría en lo que fuera, probablemente a cambio, él le pedirá algo en el futuro.
Algo realmente importante.
Está pensando en aquella florista que ve poner flores nuevas en su tienda cerca de la gran catedral de París. Algo hace que cambie de opinión - ¿Mu…Colección de ciencias? –Pregunto extrañado volviendo un segundo a la realidad, levantándose vigorizado de repente del suelo, sacudiéndose la suciedad, pero aquello de “Ciencias” no le daba buena espina – Si no quieres mi alma, no me hagas tratos con el demonio – suspira – Pero si puedo ayudarte en lo que supuestamente buscas, puedo ayudarte pero no tengo porque ser tu muñeco de ciencias como según tus palabras describen tus malévolos planes de tiempo libre..
Se ajustó mejor la chaqueta, observando detenidamente la muchacha a la cual enseguida se acercó a pesar de que esta estuviera colgando de una rama de un árbol.
– Yo te ofrezco uno mejor – Dice – La muerte ahora puede esperar pues algo en mi repentinamente se ha despertado y no deseo tan prematura despedida de este horrible mundo, pero por que sea un mundo mejor lucharé por supervivencia, es más, ayudaré a un ser como tú a sobrevivir en la noche aunque de eso puedes apañártelas perfectamente según he podido ver hace una hora antes de nuestros diálogos prematuros.
Se apoyó en la corteza de dicho árbol, pensando bien en sus palabras – Propongo posponer ese encuentro con tan repentina antigua amiga a cambio de ayudarte en lo que tu necesites, digamos que podría ser un amigo para ti, un cómplice sin apenas implicarme, alguien que quiere de vuelta a una persona, alguien que quiere volver a ver sangre de su sangre bajo el mismo techo y sobre el mismo suelo, alguien que puede ayudarte al menos en conseguirte objetos extremadamente extraños para algún propósito oscuro siempre y cuando no se me implique del todo – Keith recalcaba siempre que podía que no fuera implicado en nada de lo que la vampira tuviera en mente, solo la ayudaría en lo que fuera, probablemente a cambio, él le pedirá algo en el futuro.
Algo realmente importante.
Keith Lanington- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Cual muñeca de porcelana olvidada del tiempo sonrió aquella pequeña jovencita mientras descendía de aquel árbol con la gracia de una doncella, dejándose caer como si la muerte no le importara, como si burlara de su madre muerte. Con una carcajada se pone de pie dejando que esos suaves y blancos dedos surquen el pecho del joven hasta llegar a su cuello al ritmo de la pequeña melodía que tararea con esos inocentes labios que atrapan vidas .
Aquella danza de sus pestañas solo son el colorido énfasis del engaño –Entonces serías algo así como mi compañero de cena, aquel que estaría siempre ayudándome a conseguir esos deliciosos bocados y luego de un festín me ayudarías a recuperar la compostura tal como lo has hecho ahora, eso te convierte en mi ángel guardián el que me cuidará y me ayudará en todo verdad, incluso a vestirme y comer– esas manos bajan hasta los hombros del muchacho como si quitara pequeñas esporas o pelusas de su chaqueta pero solo son sus uñas que pasen por la tela hasta que la mirada se cruza con la de él mostrando en sus ojos la diversión que obtiene de dichas palabras.
Abrupto y repentino abrazo que ejerce con fuerza al joven apoyando luego su cabeza contra el pecho del chico escuchando el latir de su corazón a cada paso, rápido, lento, lento y rápido en momentos como esos, esbozó una sonrisa relamiéndose las fauces –Gracias por los alagos, harás que me sonroje, pero de verdad hubiera deseado tener entre mi colección, hubieras sido el más aclamado de todos, pero bueno, un amigo tampoco está mla, un cuidado mucho menos ¿quieres ir a mi casa entonces?– susurra alzando la vista con esa inocencia fingida.
Aquella danza de sus pestañas solo son el colorido énfasis del engaño –Entonces serías algo así como mi compañero de cena, aquel que estaría siempre ayudándome a conseguir esos deliciosos bocados y luego de un festín me ayudarías a recuperar la compostura tal como lo has hecho ahora, eso te convierte en mi ángel guardián el que me cuidará y me ayudará en todo verdad, incluso a vestirme y comer– esas manos bajan hasta los hombros del muchacho como si quitara pequeñas esporas o pelusas de su chaqueta pero solo son sus uñas que pasen por la tela hasta que la mirada se cruza con la de él mostrando en sus ojos la diversión que obtiene de dichas palabras.
Abrupto y repentino abrazo que ejerce con fuerza al joven apoyando luego su cabeza contra el pecho del chico escuchando el latir de su corazón a cada paso, rápido, lento, lento y rápido en momentos como esos, esbozó una sonrisa relamiéndose las fauces –Gracias por los alagos, harás que me sonroje, pero de verdad hubiera deseado tener entre mi colección, hubieras sido el más aclamado de todos, pero bueno, un amigo tampoco está mla, un cuidado mucho menos ¿quieres ir a mi casa entonces?– susurra alzando la vista con esa inocencia fingida.
Sabrina De la Vega- Vampiro Clase Media
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Fecha de inscripción : 11/03/2014
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
La imagen que veía cuando miro hacia abajo era una mezcla de inocencia y mal en el cuerpo de una pequeña adolescente - ….- Obviamente no dijo nada pero en su mente pasaron imágenes que en su interior hicieron hervirle por dentro. Aquella mirada que le lanzaba era de lujuria y estaba dispuesto a correr el riesgo, pero ¿Qué hay de aquella mujer que a veces se queda mirando desde lejos? Nunca le dijo una palabra, sabía que se arrepentiría y no, no se estaba refiriendo a Desari.
Apartó a Sabrina.
-Estamos en público. Cualquiera podría pensar mal de mí –Se ajustó mejor la corbata descolocada de su cuello - y no querría eso para mí mismo si me lo permites….al menos no ahora –Sonrió una sonrisa falsa sobre su rostro con la que intento convencer la mente sádica de la muchacha – Aún no se el nombre de tal criatura que quiere llevarme a su escondite en el agujero del conejo que llega tarde – Al parecer dada a la indumentaria de la joven parecía que era lo adecuado para decir. Ambos parecían haber salido de una novela sádica de Edward Louis carrol ya que estaban ambos vestidos para la ocasión y cubiertos de sangre seca en cada esquina de la ropa de cada uno.
Y si se movían, que lo hicieran de inmediato –Vamos – Dijo simplemente haciendo que se moviera del sitio, evitando estar pegados de nuevo. Necesitaba tiempo y cerciorarse de lo que estaba haciendo en ese momento. Ayudando a una vampira con hambre descontrolada.
Era algo de locos.
¿Hasta dónde había llegado?
Ni si quiera cuando buscaba a su hermano pensaba en aliarse con tales criaturas, pero ahí estaba, dispuesto a pasar unos instantes con tal criatura y por experiencia estas leían la mente por lo que cualquier pensamiento que tuviera ella lo leería. Pensar menos en aquella muchacha de las flores y pensar más en cosas que de verdad no le fueran de interés a la muchacha – Dime tu nombre – Comenzó a andar, a alejarse de los cadáveres apilados en un rincón de los suburbios de la noche victoriana en París.
Apartó a Sabrina.
-Estamos en público. Cualquiera podría pensar mal de mí –Se ajustó mejor la corbata descolocada de su cuello - y no querría eso para mí mismo si me lo permites….al menos no ahora –Sonrió una sonrisa falsa sobre su rostro con la que intento convencer la mente sádica de la muchacha – Aún no se el nombre de tal criatura que quiere llevarme a su escondite en el agujero del conejo que llega tarde – Al parecer dada a la indumentaria de la joven parecía que era lo adecuado para decir. Ambos parecían haber salido de una novela sádica de Edward Louis carrol ya que estaban ambos vestidos para la ocasión y cubiertos de sangre seca en cada esquina de la ropa de cada uno.
Y si se movían, que lo hicieran de inmediato –Vamos – Dijo simplemente haciendo que se moviera del sitio, evitando estar pegados de nuevo. Necesitaba tiempo y cerciorarse de lo que estaba haciendo en ese momento. Ayudando a una vampira con hambre descontrolada.
Era algo de locos.
¿Hasta dónde había llegado?
Ni si quiera cuando buscaba a su hermano pensaba en aliarse con tales criaturas, pero ahí estaba, dispuesto a pasar unos instantes con tal criatura y por experiencia estas leían la mente por lo que cualquier pensamiento que tuviera ella lo leería. Pensar menos en aquella muchacha de las flores y pensar más en cosas que de verdad no le fueran de interés a la muchacha – Dime tu nombre – Comenzó a andar, a alejarse de los cadáveres apilados en un rincón de los suburbios de la noche victoriana en París.
Keith Lanington- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Andar entre las calles de Paris ahora con aquel joven provocó en aquella criatura de cabellos dorados una sonrisa de autosatisfacción viendo lo incomodo que se ponían con su presencia, actos y palabras. Le siguió en silencio por donde la llevaba admirando su obra de arte en aquellos cadáveres que dejaba a cada pasado que daba alejándose de la escena de horror que se había suscitado. Su cabeza se mantiene ladeada observando como un mundo de cabeza se formaba ante sus ojos, pero más que nada la espalda de aquel que le era incapaz de mirar a los ojos.
Detuvo el andar, quedó inmóvil por unos segundos con la cabeza gacha, cuando la alzo el uso de su habilidad de “seducción” comenzó a aparecer en aquella muñeca del mal, sus ojos brillaban al igual que sus labios que se tornaban en un tono rojo más oscuro y llamativo –Sabrina– susurró al viento acercándose al hombre de espaldas jugando con sus manos subiendo por la espalda de este hasta la nuca en una caricia seductora y engañosa –¿Qué o Quién podría pensar mal de ti, si te abrazo o beso? Acaso estás interesado en alguna joven doncella y por eso rechazas la invitación de esta pequeña e indefensa, casi infantil vampira– el tono de su voz es dulce, bajo como un susurro melodioso que va envolviendo a su presa, sus colmillos están más que dispuestos pero no, se mantiene a raya por unos momentos, sonriendo lentamente mientras profundia las caricias en aquel brujo hasta que sus dedos se deslizan por el cuello hasta desaparecer, al igual que ella.
Aparece frente a él echándole los brazos alrededor del cuello lo suficiente como para quedarse de puntitas de pie sonriéndole ampliamente con tal diversión –¿Serás amable y atento en decirme el nombre del conejo que se muere por deslizarse por mi agujero, por propia invitación engañosa?– pregunta y relame los labios ajenos soltando una risa mientras ladea la cabeza de lado a lado.
Detuvo el andar, quedó inmóvil por unos segundos con la cabeza gacha, cuando la alzo el uso de su habilidad de “seducción” comenzó a aparecer en aquella muñeca del mal, sus ojos brillaban al igual que sus labios que se tornaban en un tono rojo más oscuro y llamativo –Sabrina– susurró al viento acercándose al hombre de espaldas jugando con sus manos subiendo por la espalda de este hasta la nuca en una caricia seductora y engañosa –¿Qué o Quién podría pensar mal de ti, si te abrazo o beso? Acaso estás interesado en alguna joven doncella y por eso rechazas la invitación de esta pequeña e indefensa, casi infantil vampira– el tono de su voz es dulce, bajo como un susurro melodioso que va envolviendo a su presa, sus colmillos están más que dispuestos pero no, se mantiene a raya por unos momentos, sonriendo lentamente mientras profundia las caricias en aquel brujo hasta que sus dedos se deslizan por el cuello hasta desaparecer, al igual que ella.
Aparece frente a él echándole los brazos alrededor del cuello lo suficiente como para quedarse de puntitas de pie sonriéndole ampliamente con tal diversión –¿Serás amable y atento en decirme el nombre del conejo que se muere por deslizarse por mi agujero, por propia invitación engañosa?– pregunta y relame los labios ajenos soltando una risa mientras ladea la cabeza de lado a lado.
Sabrina De la Vega- Vampiro Clase Media
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Fecha de inscripción : 11/03/2014
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
A Keith los nervios le estaban reconcomiendo. Se sentía tan mareado que se detuvo y dejo que aquella muchacha de cabellos dorados llamada Sabrina le rodeara el cuello, indefenso se quedó a su lado y apoyado en la pared, dejando a esta que hiciera lo que ella quisiera, pero ¿Y él? ¿Qué podría hacer inmediatamente? Se sentía sin poder alguno, sin dominio, sublevado, en completa sumisión.
– Keith…me llamo Keith –Respondió si eso es lo que la joven de cabellos dorados buscaba de él, inconscientemente coloco las manos en ambas caderas de Sabrina, las quiso retirar pero ya se sentía mal de quitarlas de ahí, así que las mantuvo en aquel lugar, las apretó, las estrujo y subió sus manos hasta colocarlas en los hombros ajenos.
- ¿qué me has hecho? -Se preguntó aun mareado, se sentía eufóricamente acalorado, pero ¿Esto era cosa de su magia o de que simplemente necesitaba dormir o morir y desaparecer de la eternidad de la humanidad? No lo sabía, solo sabía que su persona estaba malgastada, desequilibrada, no habría salida para él nunca más. Tan atrapado estaba en la necesidad de desahogarse que no veía salida por ninguna parte, quería morir, quería desaparecer – Me noto…mareado –dijo en un murmuro apenas audible antes de que cayera al suelo en redondo, medio ausente, su visión estaba borrosa y ciegamente pensaba mantenerse de pie.
¿Por qué era así? Un defecto de la humanidad, un defecto de Dios al haberle creado. Todo se ha ido a la mierda. Sólo una frase - No tengo un motivo válido para estar contigo...Dolor, eso es, por su culpa, por querer estar al lado del contable de los sentimientos, el contable del amor, el hábil comerciante que logra hacerle ahorrar una sonrisa…..-Y palabras sin sentido a una persona que no estaría por nunca a su lado en lo que le queda de vida.
– Keith…me llamo Keith –Respondió si eso es lo que la joven de cabellos dorados buscaba de él, inconscientemente coloco las manos en ambas caderas de Sabrina, las quiso retirar pero ya se sentía mal de quitarlas de ahí, así que las mantuvo en aquel lugar, las apretó, las estrujo y subió sus manos hasta colocarlas en los hombros ajenos.
- ¿qué me has hecho? -Se preguntó aun mareado, se sentía eufóricamente acalorado, pero ¿Esto era cosa de su magia o de que simplemente necesitaba dormir o morir y desaparecer de la eternidad de la humanidad? No lo sabía, solo sabía que su persona estaba malgastada, desequilibrada, no habría salida para él nunca más. Tan atrapado estaba en la necesidad de desahogarse que no veía salida por ninguna parte, quería morir, quería desaparecer – Me noto…mareado –dijo en un murmuro apenas audible antes de que cayera al suelo en redondo, medio ausente, su visión estaba borrosa y ciegamente pensaba mantenerse de pie.
¿Por qué era así? Un defecto de la humanidad, un defecto de Dios al haberle creado. Todo se ha ido a la mierda. Sólo una frase - No tengo un motivo válido para estar contigo...Dolor, eso es, por su culpa, por querer estar al lado del contable de los sentimientos, el contable del amor, el hábil comerciante que logra hacerle ahorrar una sonrisa…..-Y palabras sin sentido a una persona que no estaría por nunca a su lado en lo que le queda de vida.
Keith Lanington- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
La dulce melodía de una vida que se extingue minuto a minutos, un latir que va terminando en pulsaciones lentas que solo llaman a los hambrientos como aquella que sonríe y acaricia al brujo para tranquilizarlo. Sus manos joviales de doncella inocente recorren el rostro, cuello y torso ayudándole a descansar en aquel jardín de flores marchitas y bellas a los ojos de los buitres que van llegando a uno a un digno banquete.
Aquellos dedos danzan traviesamente sobre el torso masculino siguiendo el suave tarareo de su dueña que armónicamente sube hasta los labios del brujo –Shhh Keith no gaste energías en algo que ya fue– susurró con la sonrisa perdida y demente de quien ha recobrado la idea perdida –entonces ¿por qué no aceptas mi trato? Todos salimos ganando, tú, yo, y ella– soltó una risilla agarrándose del cuello ajeno quedando sobre él donde sus uñas rosan los labios que buscan negarse pero le es impedido –Quien sabe que trabajando para mi encuentres aquello que buscas, o quizás yo te la encuentre – aspira el aroma del joven y de la nada desaparece de su lado.
El viento frío y desolado de la noche que mece como hilos el caminar de aquella jovencita que en puntitas va andando lentamente de lado a lado meciéndose conforme el viento la llevaba por aquel jardín –Solo piénsalo, ella te dejó y abandonó a tu suerte ¿Qué más puedes perder? ¿La vida? Psss ya la perdiste en aquel momento cuando ella te dejó, soltó tu mano y se marchó. Quizás si hacemos otro trato te pueda convencer de venir conmigo– se marcha. Silencio es lo que gobierna aquel lugar por el momento en que cuando todo se oscurece aparece sentada a horcajadas sobre el joven con sus manos tomando con fuerza el cuello de la camisa de él acercando ambos labios hasta un roce inocente de beso, pero que no tiene nada de inocente –Te enseñaré mi arte, mi dolor y agonía, el engaño de la ciencia y experiencia, de lo que es y no existe a la vez. Lo maestro de la demencia y la cordura hilados en un solo hilo del destino pero a cambio me darás a ti hasta que venga aquella con la que puedas ser tu sin tener que estar mi merced, es una apuesta alta y por ello harás todo lo que digo sin objeción alguna– de la nada tomó el labio inferior del joven brujo mordiéndolo con sus colmillos con las gotas de sangre que salpican la ropa y su bella muestra de belleza y arte con sus flores y juguetes de primera.
Le observa relamiéndose los labios ante la expectativa del contrato entre la oveja y le lobo.
Aquellos dedos danzan traviesamente sobre el torso masculino siguiendo el suave tarareo de su dueña que armónicamente sube hasta los labios del brujo –Shhh Keith no gaste energías en algo que ya fue– susurró con la sonrisa perdida y demente de quien ha recobrado la idea perdida –entonces ¿por qué no aceptas mi trato? Todos salimos ganando, tú, yo, y ella– soltó una risilla agarrándose del cuello ajeno quedando sobre él donde sus uñas rosan los labios que buscan negarse pero le es impedido –Quien sabe que trabajando para mi encuentres aquello que buscas, o quizás yo te la encuentre – aspira el aroma del joven y de la nada desaparece de su lado.
El viento frío y desolado de la noche que mece como hilos el caminar de aquella jovencita que en puntitas va andando lentamente de lado a lado meciéndose conforme el viento la llevaba por aquel jardín –Solo piénsalo, ella te dejó y abandonó a tu suerte ¿Qué más puedes perder? ¿La vida? Psss ya la perdiste en aquel momento cuando ella te dejó, soltó tu mano y se marchó. Quizás si hacemos otro trato te pueda convencer de venir conmigo– se marcha. Silencio es lo que gobierna aquel lugar por el momento en que cuando todo se oscurece aparece sentada a horcajadas sobre el joven con sus manos tomando con fuerza el cuello de la camisa de él acercando ambos labios hasta un roce inocente de beso, pero que no tiene nada de inocente –Te enseñaré mi arte, mi dolor y agonía, el engaño de la ciencia y experiencia, de lo que es y no existe a la vez. Lo maestro de la demencia y la cordura hilados en un solo hilo del destino pero a cambio me darás a ti hasta que venga aquella con la que puedas ser tu sin tener que estar mi merced, es una apuesta alta y por ello harás todo lo que digo sin objeción alguna– de la nada tomó el labio inferior del joven brujo mordiéndolo con sus colmillos con las gotas de sangre que salpican la ropa y su bella muestra de belleza y arte con sus flores y juguetes de primera.
Le observa relamiéndose los labios ante la expectativa del contrato entre la oveja y le lobo.
Sabrina De la Vega- Vampiro Clase Media
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Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Daba igual lo que el pudiera pensar sobre todo si lo que quería era a una persona en concreto. Sabrina le estaba dando la oportunidad de sobrevivir y vengarse? era eso lo que le proponia? tenia que estar loco por querer matar a su amigo de la infancia, Pero estaba desesperado, sin embargo, estaba tan pendiente de querer algo para el esa noche que lo que le ofrecia esa niña con ropas ensangrentadas le parecia una oferta de oro.
Estaba dudando seriamente de la oferta que le brindaba - ¿Dolera? - Pregunto Keith asustado pero que mas daba el dolor si era lo que él queria terminar. Estaba completamente loco. Sinceramente queria algo y ella se lo podia dar a pesar de su corta apariencia infantil pero sencillamente sensual e irrevocable tentadora.
- Vale, hazme tuyo, o como tu me da igual pero quiero vengarme de lo que me han hecho sentir todos estos años, no he tenido su amor ni su respeto al menos ni compasión....-tosio por lo mareado que estaba en esos momentos - Dame la oportunidad de tener en mis manos sus corazones palpitantes y hacer que se los tragen!!! - De la furia estaba desatado, queria inundarse en aquello que disfrutaba Sabrina con tal libre albedrio.
La idea de tener el poder sobre todas las cosas y sobre todos era algo que Sabrina podria imaginarse y él no, queria sentir eso. Queria sentirse poderoso por lo menos una vez en su vida. Queria desatar la furia sobre todo aquel, no solo sobre la parejita feliz con su cuento de hadas, sino con todo aquel que le ha brindado la deshonra y le han dado de lado. Buscar a su hermano y proponerle a él la misma idea.
Estaba dudando seriamente de la oferta que le brindaba - ¿Dolera? - Pregunto Keith asustado pero que mas daba el dolor si era lo que él queria terminar. Estaba completamente loco. Sinceramente queria algo y ella se lo podia dar a pesar de su corta apariencia infantil pero sencillamente sensual e irrevocable tentadora.
- Vale, hazme tuyo, o como tu me da igual pero quiero vengarme de lo que me han hecho sentir todos estos años, no he tenido su amor ni su respeto al menos ni compasión....-tosio por lo mareado que estaba en esos momentos - Dame la oportunidad de tener en mis manos sus corazones palpitantes y hacer que se los tragen!!! - De la furia estaba desatado, queria inundarse en aquello que disfrutaba Sabrina con tal libre albedrio.
La idea de tener el poder sobre todas las cosas y sobre todos era algo que Sabrina podria imaginarse y él no, queria sentir eso. Queria sentirse poderoso por lo menos una vez en su vida. Queria desatar la furia sobre todo aquel, no solo sobre la parejita feliz con su cuento de hadas, sino con todo aquel que le ha brindado la deshonra y le han dado de lado. Buscar a su hermano y proponerle a él la misma idea.
Keith Lanington- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: Grandes desilusiones [Sabrina - Priv]
Una sonrisa cruzó en el rostro jovial de aquella niña que de inocente no tenía nada, sus manos surcaron por el cuerpo ajeno hasta tomar las mejillas del muchacho frente a ella besando sus labios en un peso que fue más a la fuerza por la intensidad de sus dedos que se marcaron en la piel del hombre pero que al separarse había algo de sangre en los de la joven, si ella se había atrevido a morder los labios del joven manchando ese beso con la sangre de él.
Aquel contrato quedaba hecho con ese beso que ahora ella relamía saboreando la sangre en un tiento que solo le produjo malestar, en su rostro se dibuja por el sabor de la sangre de su oveja –Tu sangre sabe extraño habrá que ver la razón de ello quizás sea por tu enojo e ira por odiar a la persona que te ha llevado así el corazón– su mano toca donde está el corazón del joven clavando un poco las uñas en la camisa hasta sentir la piel en sus dedos en el que detiene su avance aunque le ha lastimado viendo la sangre en sus filosas uñas –Si vas a tomarme espero que no sea para irte tras otra mujer y colgarla para ti lo que te ofrezco es el mundo de la oscuridad y locura conmigo pero si estas tras los pies de otra niña entonces ¿por qué estas aquí? ¿qué haces aquí que no haces nada? Es tu culpa, solo tu culpa el que esto pase– empuja al hombre furiosa tanto que su semblante cambió de un momento a otro.
Ya no estaba la niña juguetona, ahora estaba el verdadero rostro de aquella muñeca endemoniada –Dime ¿quién es ella? Para ahora mismo ir por esa persona y destruirla así estarás más atento a mi, te entregarás a mi hasta que te convierta en mi mejor experimento agónico y placentero– una sonrisa algo maliciosa se dibuja en aquel rostro de niña pero que ha borrado toda dulzura.
Aquel contrato quedaba hecho con ese beso que ahora ella relamía saboreando la sangre en un tiento que solo le produjo malestar, en su rostro se dibuja por el sabor de la sangre de su oveja –Tu sangre sabe extraño habrá que ver la razón de ello quizás sea por tu enojo e ira por odiar a la persona que te ha llevado así el corazón– su mano toca donde está el corazón del joven clavando un poco las uñas en la camisa hasta sentir la piel en sus dedos en el que detiene su avance aunque le ha lastimado viendo la sangre en sus filosas uñas –Si vas a tomarme espero que no sea para irte tras otra mujer y colgarla para ti lo que te ofrezco es el mundo de la oscuridad y locura conmigo pero si estas tras los pies de otra niña entonces ¿por qué estas aquí? ¿qué haces aquí que no haces nada? Es tu culpa, solo tu culpa el que esto pase– empuja al hombre furiosa tanto que su semblante cambió de un momento a otro.
Ya no estaba la niña juguetona, ahora estaba el verdadero rostro de aquella muñeca endemoniada –Dime ¿quién es ella? Para ahora mismo ir por esa persona y destruirla así estarás más atento a mi, te entregarás a mi hasta que te convierta en mi mejor experimento agónico y placentero– una sonrisa algo maliciosa se dibuja en aquel rostro de niña pero que ha borrado toda dulzura.
Sabrina De la Vega- Vampiro Clase Media
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