Los Secretos... [Adneris]

Las noches de parís mostraban al igual que la oscuridad, lo peor del mundo, sacando a la superficie cosas que ni deberían de existir, quizás no todos eran iguales pero a ojos inocentes lo eran… la misión de un cazador era el eliminar el mal y restaurar en parte ese equilibrio o al menos eso fue lo que le enseñaron a Sirius, su maestro jamás lo había llamado por su nombre, siempre se refería a él como “Franklyn” algo que a él no le gustaba, se sentía comparado con alguien fallecido pero jamás lo expreso y su maestro jamás le explico el por qué de ese nombre…

Vivan las noches de parís, donde el pecado, la depravación y la maldad florecen como una flor en un campo primaveral, uno jamás se cansaba de las noches, los días eran aburridos, solo habían mascaras y obligaciones, la noche era la liberación igual que la oscuridad que se hallaba en la muerte, en una muerte tan dulce como el mejor placer del mundo, Sirius tenía una presa en mente y el hallar su posición actual había costado lo suyo, tuvo que sacar la información de unas formas nada ortodoxas, pero aceptables a la hora de conseguir su objetivo, quizás sus métodos no eran muy humanos pero él ni se consideraba uno, solo era un juez y verdugo, traía su máscara puesta igual que todas las noches, deteniéndose frente a un burdel, no le interesaban esos lugares pero hoy si, hoy era una noche especial, ya que ahí dentro se hallaba lo que más había estado buscando.

Se adentro en el lugar, la madame en la entrada se sorprendió y le pregunto si deseaba algo, pero rápido se cayó al reconocer a un cazador, quizás fuese por las armas o por que había estado con algunos a lo largo de su vida, lo dejo pasar ya que no era bueno detener a un cazador, aun así ella le dijo que si deseaba algo mas, que se lo pidiese… “estúpida mujer… tú no tienes nada que yo busque” pensó Sirius mientras andaba por el lugar, sabia en donde estaba, la ultima pista se la había dado en efecto, una dama de este lugar, aunque el llamarla dama era decir mucho pero el pasaba de las distinciones y los rangos sociales, se detuvo frente a una puerta, la abrió con sumo cuidado aunque era una estupidez sabiendo que lo que había venido a buscar tenia mejor oído que el mismo…

Al abrir la puerta las miradas de ambos se encontraron, ese… ser se hallaba de pie con solo los pantalones puestos, sus ojos mostraban cierto desprecio pero también terror al saber su destino al ver a Sirius, el cual avanzo hacia dentro de la habitación, acto seguido ese ser huyo por la puerta contigua, que daba a otra habitación, así que tocaba perseguirlo, el correr por un burdel normalmente era algo divertido pero si seguía uno a una dama, al menos eso había oído de la boca de algunos borrachos del bar, pero en su caso, a Sirius le complacía mas el perseguir a ese ser sin importarle el lugar, cuando lo vio bajando rápido las escaleras, Sirius ni lo pensó, salto directamente abajo sin usar las escaleras, dolió, no lo iba a negar pero ni un ruido ni molestia salió de su boca, rápido corrió y agarro a la bestia metiéndola en un cuarto.

- Es hora de que pagues por tus pecados – dijo Sirius con una voz siniestra, tenía dos voces, la que usaba de cazador y otra más… humilde y humana cuando estaba de día sin la máscara. Era evidente que ese ser, que era un vampiro se iba a resistir pero ni tiempo le dio ya que Sirius sin más le corto la cabeza cuando este intento huir, la cabeza voló un poco por el aire hasta caer sobre la alfombra igual que el cuerpo, tiñendo la alfombra beis de rojo… Solo cuando paso el “peligro” Sirius noto la presencia de… quizás dos pero solo uno consiente, alzo la vista viendo ahí a una joven.

Sirius contemplo a la mujer que parecía aterrada, bien, eso era justo lo que deseaba con su apariencia, hacer que los demás temieran su mera presencia, luego contemplo al hombre que estaba sobre la cama, normalmente con cualquier ajetreo una persona despertaría sobresaltada pero ese hombre seguía durmiendo, algo extraño pensó Sirius, por lo que se adelanto, acortando su distancia con la cama, alargo su mano enguantada y le toco el pulso del cuello, notándolo tranquilo, al parecer estaba vivo pero inconsciente, vaya cortesana… una de dos, o era tan buena que lo había dejado agotado o dos, lo había drogado, su mente se iba más a la segunda opción la verdad, quizás porque mal pensaba de todos, así que se giro y se encamino hacia la joven, que estaba paralizada de miedo, parecía que se había fusionado con la pared.

El cazador se detuvo justo frente suya, contemplándola con sus ojos negros y vacios, o más bien, ella veía los ojos de la máscara que eran dos círculos negros sin ningún brillo, la mascara carecía de algún orificio, solo los cordones de atrás que servían para atar y desatar la máscara a la hora de ponérmela o quitármela, aquella cortesana no parecía serlo, quizás fuese una estafadora, era lo más sensato viendo como estaba su supuesto cliente, algo interesante, no todos los estafadores y más mujeres se atrevían con semejante negocio como lo era la prostitución ya que era arriesgada si a uno le descubrían y era evidente que era lo que mas temía la joven, buen no, ahora parecía temer mas a Sirius, seguro que pensaba que le quitaría la vida, idea errónea la verdad pero ella no sabía nada.

- Guarda mi secreto y yo guardare el tuyo – le dijo con un tono frio y casi de ultratumba, pero solo era el efecto de la máscara, pareciendo la voz de un ser monstruoso – revélalo y será tu cabeza la siguiente en rodar – quizás sonase a amenaza y en realidad lo era, pero falsa, a Sirius le daba igual que se supiese, ya que él era cazador y siempre había actuado así, pero la joven estaba tan asustada que solo parecía haber ese modo de tranquilizarla, al menos solo esa se le ocurrió a Sirius, el no era de esos que decían “tranquila, no te hare nada” sonaba falso y mucha gente ni se lo creía, por lo que una amenaza a veces resultaba más eficiente que unas palabras tranquilizadoras, al menos en ese momento es lo que parecía ser mejor la verdad.

Al decir aquello se separo de ella dejándole espacio nuevamente, volviendo la luz al cuerpo femenino, ya que la silueta del cazador la había puesto a oscuras, como si todo a su alrededor de la joven hubiese tornado a negro, pero al separarse volvió la luz cálida de la chimenea, el dio varios pasos hasta llegar al cadáver, lo tomo, primero el cuerpo y lo lanzo al fuego, este prendió de un color diferente y el cuerpo en poco rato se deshizo, luego agarro la cabeza y la lanzo también al fuego, deshaciéndose de las pruebas físicas, solo quedaba la sangre pero eso le daba totalmente igual, un recuerdo quizás…



[IDEA: se me ocurrio que podria ella conocerlo de dia XD aunque quizas no lo reconoceria sin mascara y voz diferente .w. podria ser que el la salvara del tipo al que durmio ahora, que a la mañana siguiente el fuese a buscarla al mercado y le exiguiese que le devolviese su dinero, y bueno, Sirius trabaja en el mercado vendiendo pescado -w- podria verlo y salvarla de una agresion fisica ¿que te parece?]

Off: ¿Empezamos tu idea en el siguiente post?

Estaba a punto de marcharse cuando vio como la joven se ponía nerviosa, no por la presencia ajena sino por el temor de la sangre y el ser descubierta, seguramente eso podría ser su despido, en parte le daba igual al cazador, pero por otra la joven carecía de culpa alguna en ese asunto, fue el vampiro el culpable de colarse en una habitación ocupada, pensando que no lo mataría… gran error, suspiro negando y se agacho rápido, tomando un borde de la alfombra, esta era de tamaño mediano sin ocupar toda la habitación, pero sí que estaban algunas partes bajo muebles, pero no era problema, Sirius tiro con fuerza arrancando la alfombra del suelo, haciendo que algunos muebles se moviesen por la fuerza y sin decir palabra alguna la uso como escudo al lanzarse contra la ventana, la cual se rompió en miles de trozos, algunos cayeron hacia el cuarto pero la mayoría fuera de este.

Ahora el destino de la joven quedaba en sus manos, fácilmente podría decir que el cazador era el culpable de que su cliente estuviese desmayado, por un golpe o algo, le daba totalmente igual la verdad, no le interesaba tener su imagen intacta ni nada, solo le interesaba su trabajo y nada más, al aterrizar sobre un tejado bajo de delante, tiro la alfombra por otro lado al no serle de mas utilidad y se fue hacia su casa, ya había completado la tarea de esta noche y mañana le tocaba trabajar con su otro rostro que tanto odiaba, pero que era necesario para tener cierta vida social y que nadie sospechara de su casa ni presencia, debía pasar desapercibido pero pasaba de hacer amigos, no era de esos ya que ni le interesaba demasiado lo de tener a alguien metiéndose en la vida de otros.


[por mi genial :Dperdon la tardanza, estaba con un virus que me impedia el levantarme de la cama -_____- ¿abres tu el nuevo? .w.]