AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Encuentro?, Reencuentro! (Dalmau)
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Encuentro?, Reencuentro! (Dalmau)
Habia terminado de trabajar hacia unos 20 minutos y queria distraerme estos ultimos dias estaban peor que antes gracias a Dimitri, en mi vida quisiera volver a encontrarme ese tipo el cual habia temido y aun tenia pesadillas de el como cuando era una chiquilla ahora tenia sentido todo el era el tipo que me perseguia en sueños, raro pero cierto y aun peor la pesadilla se volvió realidad.
Habia oido de una laguna hermosa que habia en este lugar, sin pensarlo pregunte por donde ir y me fui directo no sin antes pasar por mi chaqueta y unos caramelos, a ese paso terminaria con unos kilos de más por comer tanto chocolate y además caramelos.
Llegue a la laguna aun era temprano podia verse el atardecer apoderarse de todo y el agua hacia reflejos hermosos.
Habia oido de una laguna hermosa que habia en este lugar, sin pensarlo pregunte por donde ir y me fui directo no sin antes pasar por mi chaqueta y unos caramelos, a ese paso terminaria con unos kilos de más por comer tanto chocolate y además caramelos.
Llegue a la laguna aun era temprano podia verse el atardecer apoderarse de todo y el agua hacia reflejos hermosos.
Invitado- Invitado
Re: Encuentro?, Reencuentro! (Dalmau)
Un cielo fogoso se alzaba sobre mí, inundado de aquel extraño color tan etéreo y con esa calma que en mi infancia había contrastado con el mudo terror de haber creído que ese resplandor rojizo era reflejo de los fuegos del infierno que se abría más allá, al otro lado del mar que tanto gustara de contemplar. Aquella tarde del inicial otoño me hallaba sumido en aquellos felices recuerdos, mostrando al mundo una amarga sonrisa que inundaba mi corazón de añoranza, a la orilla de aquel remanso de agua, a las afueras de la ciudad de París.
Había pasado ya al menos un mes desde que llegáramos a la ”Ciudad de las Luces” y mi hermana Laia no parecía tener intención de que regresáramos a Barcelona. Había comenzado a hacer cuentas y el gasto que había supuesto permanecer en el ”Hôtel Crillon” casi hubiera cubierto el alquiler de varios meses en uno de los pisos que se emplazaban en el centro de la ciudad, por lo cual me había decidido a hablar sobre ello esa misma noche. Lo cierto era que yo mismo prefería permanecer en la ciudad, no ya por su magnificencia o esa magia particular, que de una forma u otra poseen todas las ciudades, si no por razones mucho más personales; una razón en concreto: Caroline. Suspiré pensando en la muchacha de cabellos dorados, de la cual hacía ya dos semanas que no tenía noticias, pero que aún así parecía seguir tan presente en mi mente como lo llegara a estar en un primer momento, desde nuestro fortuito encuentro bajo la arboleda que inundaba la ”Place du Tertre”.
El sol ya amenazaba con ocultarse completamente, dejando el lugar en la más absoluta oscuridad, por lo cual decidí que sería mejor abandonar el lugar y dirigirme hacia la Plaza de Luis XV, o ”place de la Révolution”, como muchos acostumbraban a llamarla desde que allí fueran ejecutados el último rey de Francia y su esposa, la austríaca Maria Antonieta que, curiosamente, frecuentaba el mismo hotel donde yo me hospedaba. Puesto en pos de llegar allí antes de que terminara de hacerse de noche, me levanté y comencé a andar a paso apresurado por el camino que atravesara el bosque camino a la ciudad. Creía por aquel entonces que llegaría a lograr mi propósito, pero no contaba con un imprevisto que me hizo frenar mi ritmo hasta casi detenerme. A unos metros de distancia pude contemplar una figura que parecíame recordar a una muchacha que haría ya casi un año que hubiera visto por última vez, en aquella ciudad española, instalada en la desembocadura del Turia. A pesar de repetirme la imposibilidad de que fuera ella, mis ojos se hallaban clavados en su figura, sin poder dar crédito a lo que veían.
Había pasado ya al menos un mes desde que llegáramos a la ”Ciudad de las Luces” y mi hermana Laia no parecía tener intención de que regresáramos a Barcelona. Había comenzado a hacer cuentas y el gasto que había supuesto permanecer en el ”Hôtel Crillon” casi hubiera cubierto el alquiler de varios meses en uno de los pisos que se emplazaban en el centro de la ciudad, por lo cual me había decidido a hablar sobre ello esa misma noche. Lo cierto era que yo mismo prefería permanecer en la ciudad, no ya por su magnificencia o esa magia particular, que de una forma u otra poseen todas las ciudades, si no por razones mucho más personales; una razón en concreto: Caroline. Suspiré pensando en la muchacha de cabellos dorados, de la cual hacía ya dos semanas que no tenía noticias, pero que aún así parecía seguir tan presente en mi mente como lo llegara a estar en un primer momento, desde nuestro fortuito encuentro bajo la arboleda que inundaba la ”Place du Tertre”.
El sol ya amenazaba con ocultarse completamente, dejando el lugar en la más absoluta oscuridad, por lo cual decidí que sería mejor abandonar el lugar y dirigirme hacia la Plaza de Luis XV, o ”place de la Révolution”, como muchos acostumbraban a llamarla desde que allí fueran ejecutados el último rey de Francia y su esposa, la austríaca Maria Antonieta que, curiosamente, frecuentaba el mismo hotel donde yo me hospedaba. Puesto en pos de llegar allí antes de que terminara de hacerse de noche, me levanté y comencé a andar a paso apresurado por el camino que atravesara el bosque camino a la ciudad. Creía por aquel entonces que llegaría a lograr mi propósito, pero no contaba con un imprevisto que me hizo frenar mi ritmo hasta casi detenerme. A unos metros de distancia pude contemplar una figura que parecíame recordar a una muchacha que haría ya casi un año que hubiera visto por última vez, en aquella ciudad española, instalada en la desembocadura del Turia. A pesar de repetirme la imposibilidad de que fuera ella, mis ojos se hallaban clavados en su figura, sin poder dar crédito a lo que veían.
Dalmau Bonmatí- Humano Clase Alta
- Mensajes : 391
Fecha de inscripción : 08/08/2010
Re: Encuentro?, Reencuentro! (Dalmau)
Habia olvidado lo que pasaba por mi vida, queria borrar los momentos que habia vivido con Dimitri si se podia llamar de esa manera, las cosas se habian salido de control y toda mi vida se habia venido abajo, segui mirando la laguna estremeciendome un poco puesto me recordaba el puerto al que jamás me volvería aparecer, tenia miedo de toparme de nuevo con ese ser tan ruin y terminar igual que mi padre aunque seguia sin creer mucho de lo que habia dicho las dudas aun rondaban mi cabeza y mi corazón, suspire algo pesado mientras sentia la mirada de alguien, no la note hasta que ladee un poco la cabeza para quitar esas horribles imagenes de mi cabeza.
Lo mire algo confundida frunciendo un poco los labios, su cara se me hacia conocida pero no sabia donde lo habia visto, talvez solo estaba mal, aunque eso era algo normal mi cordura andaba por los suelos y no me servia para nada.
Caminé un poco acercandome esperando reconocer algo de su cara y poder dar con el, a medida que me acercaba mi corazón latia algo rapido, no entendia la razón talvez las malas experiencias confiando en todo habian hecho porfin efecto en mi.
Cuando estuve algo cerca de el pude reconocerlo solo un poco, no estaba segura que fuera el pero debia sacar esa duda.-Dalmau?.-Pregunté con la voz firme mirando al chico algo sorprendida.
Lo mire algo confundida frunciendo un poco los labios, su cara se me hacia conocida pero no sabia donde lo habia visto, talvez solo estaba mal, aunque eso era algo normal mi cordura andaba por los suelos y no me servia para nada.
Caminé un poco acercandome esperando reconocer algo de su cara y poder dar con el, a medida que me acercaba mi corazón latia algo rapido, no entendia la razón talvez las malas experiencias confiando en todo habian hecho porfin efecto en mi.
Cuando estuve algo cerca de el pude reconocerlo solo un poco, no estaba segura que fuera el pero debia sacar esa duda.-Dalmau?.-Pregunté con la voz firme mirando al chico algo sorprendida.
Invitado- Invitado
Re: Encuentro?, Reencuentro! (Dalmau)
Sus pasos se iban acercando, al tiempo que los mis pies hacían lo propio en dirección hacia ella. Un nudo se instaló en mi garganta a medida que la distancia que nos separara se fuera acortando, temeroso de estar equivocándome y que, realmente, no fuera ella, la que había supuesto, quien se encontrara a tan solo unos cuantos metros de mí. Pero el tiempo pasado solo hacía que hacerme más certera la evidencia. Ese cabello oscuro, tan propio de gente del sur, que caía grácilmente a ambos lados de su rostro, contrastando con esa pálida piel y casi haciendo juego con esos ojos que ahora se mostraban de un color ambarino, pero que, si bien no me equivocaba, sabía que, en un entorno con una luminosidad más clara, adquirían un tono inconfundiblemente verdoso. Al final, con el corazón palpitando grácilmente en mi pecho, una única palabra pronunciada desde sus finos labios terminó despejando todas las dudas que habían surgido en aquel momento, dando origen a un sinfín de nuevas incógnitas que no es menester de enumerar ahora mismo.
- Mia – no pregunté, afirmé con una gran sonrisa inundando la parte baja de mi faz. No podía creer la colosal coincidencia de que ambos estuviéramos en la misma ciudad, ambos tan lejos del hogar, sin saber el uno del otro por una larga temporada de tiempo. De pronto sentí la necesidad de dar gracias a algo, fuera Dios o destino, por haberme dado una nueva oportunidad en la que explicar el motivo de mi apresurada marcha de Valencia o de retomar una amistad que había quedado malamente truncada -. No me lo puedo creer. ¿En serio eres tú? – pregunté obviando la evidencia y terminando de acabar con la separación que nos apartaba el uno del otro y extendiendo mis brazos en pos de rodearla y apretarla contra mí, volviendo a sentirla físicamente después de casi un año de tardanza - ¿Qué haces por aquí? – pregunté intentando desvelar una de mis dudas, quizás la primordial - ¡Aún no me puedo creer esto! – exclamé feliz por tal casual coincidencia
- Mia – no pregunté, afirmé con una gran sonrisa inundando la parte baja de mi faz. No podía creer la colosal coincidencia de que ambos estuviéramos en la misma ciudad, ambos tan lejos del hogar, sin saber el uno del otro por una larga temporada de tiempo. De pronto sentí la necesidad de dar gracias a algo, fuera Dios o destino, por haberme dado una nueva oportunidad en la que explicar el motivo de mi apresurada marcha de Valencia o de retomar una amistad que había quedado malamente truncada -. No me lo puedo creer. ¿En serio eres tú? – pregunté obviando la evidencia y terminando de acabar con la separación que nos apartaba el uno del otro y extendiendo mis brazos en pos de rodearla y apretarla contra mí, volviendo a sentirla físicamente después de casi un año de tardanza - ¿Qué haces por aquí? – pregunté intentando desvelar una de mis dudas, quizás la primordial - ¡Aún no me puedo creer esto! – exclamé feliz por tal casual coincidencia
Dalmau Bonmatí- Humano Clase Alta
- Mensajes : 391
Fecha de inscripción : 08/08/2010
Re: Encuentro?, Reencuentro! (Dalmau)
Note como el también iba a cercandose, no me habia equivocado era el el chico que habia conocido en mi ciudad de origen, no podia ser nadie más su rostro habia cambiado sus rasgos se habian hecho más finos y su piel seguia igual algo palida, una sonrisa se dibujo en mi rostro después de lo que habia pasado esto era demasiado bueno para ser verdad.
Escuché como pronunciaba mi nombre con claridad, era el y se veia que tambien le daba gusto verme, hacia mucho no me sentía asi solo el y mi padre que en el cielo estuviese me hacian sentir de tal manera, con mi madre solo eran pleitos y demás pero no importaba era la unica familia que habia tenido y encontrar a Dalmau en esta ciudad muy lejos de donde nos habiamos conocido me parecia un sueño habia soñado con el un par de veces con volverlo a ver pero nunca pense que se hiciera realidad.
Si Dalmau soy yo... me alegra tanto verte.- No sabia si aun habia confianza entre nosotros pero cuando extendio los brazos me apresuré a acercarme y abrazarlo también, se sentia diferente mi corazón empezaba a tranquilizarse y lo miré incredula no pensaba que fuera real extrañaba mucho a mi mejor amigo y las palabras que salian de sus labios hicieron que sonriera más ampliamente.
Estaba despejandome un poco después del trabajo y vine a conocer más esta ciudad... y tu?, es un gusto encontrarte aqui te he extrañado mucho.-Solte las palabras casi arrastrandolas, la felicidad que sentia era unica y lo miraba aun espernado que no desapareciera mientras lo sentia apretarme más hacia el, después de un año de no verlo y encontrarlo aqui era un regalo que jamás dejaría de agradecer me habia hecho tanta falta y se habia ido sin decir más.
No puedo creerlo yo tampoco, me pone tan feliz verte pensé que no volveríamos a encontrarnos.-Susurré ligeramente pero sabia que me escucharía a la perfección. Recarge mi cabeza en su pecho ahora me sentia protegida al menos esto compensaba en mayoria lo que habia pasado antes.
Escuché como pronunciaba mi nombre con claridad, era el y se veia que tambien le daba gusto verme, hacia mucho no me sentía asi solo el y mi padre que en el cielo estuviese me hacian sentir de tal manera, con mi madre solo eran pleitos y demás pero no importaba era la unica familia que habia tenido y encontrar a Dalmau en esta ciudad muy lejos de donde nos habiamos conocido me parecia un sueño habia soñado con el un par de veces con volverlo a ver pero nunca pense que se hiciera realidad.
Si Dalmau soy yo... me alegra tanto verte.- No sabia si aun habia confianza entre nosotros pero cuando extendio los brazos me apresuré a acercarme y abrazarlo también, se sentia diferente mi corazón empezaba a tranquilizarse y lo miré incredula no pensaba que fuera real extrañaba mucho a mi mejor amigo y las palabras que salian de sus labios hicieron que sonriera más ampliamente.
Estaba despejandome un poco después del trabajo y vine a conocer más esta ciudad... y tu?, es un gusto encontrarte aqui te he extrañado mucho.-Solte las palabras casi arrastrandolas, la felicidad que sentia era unica y lo miraba aun espernado que no desapareciera mientras lo sentia apretarme más hacia el, después de un año de no verlo y encontrarlo aqui era un regalo que jamás dejaría de agradecer me habia hecho tanta falta y se habia ido sin decir más.
No puedo creerlo yo tampoco, me pone tan feliz verte pensé que no volveríamos a encontrarnos.-Susurré ligeramente pero sabia que me escucharía a la perfección. Recarge mi cabeza en su pecho ahora me sentia protegida al menos esto compensaba en mayoria lo que habia pasado antes.
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Re: Encuentro?, Reencuentro! (Dalmau)
Al parecer mis ojos no me engañaban y aquella fémina que se alzaba delante de mí era realmente Mia Waldorf, cuyo apellido siempre me había intrigado, por parecer más extranjero que nacional. Sentía la felicidad embargando mi corazón, llenándolo por completo por tan fortuito como inesperado reencuentro, alegría que se mostraba en la gran sonrisa que inundaba mi rostro. Al parecer ella también se mostraba contenta por aquella nueva oportunidad que la vida nos prestaba. Dándome cuenta de lo indecoroso de la situación, me terminé separando de ella, no sin mantener aún la mueca en la que se curvaban mis labios.
- No, no – dije negando y llevando mi cabeza hacia ambos lados al tiempo que soltaba una leve risotada -. Me refiero a que qué haces en París – dije, arrepintiéndome de aquella aclaración por haberme dado cuenta que ella había preguntado por lo mismo. De todas formas intenté sortear esa contrariedad omitiendo las sospechas del verdadero motivo que nos había acercado a la capital del Sena -. Laia, mi hermana. Ya sabes, al parecer se ha cansado de la aburrida vida de Barcelona y ha decidido que necesita unas pequeñas vacaciones de su relajado día a día y explorar un poco el territorio foráneo – le expliqué con naturalidad, intentando que esa aclaración sirviera para aplacar su curiosidad respecto al tema
Separándome unos centímetros más de ella la evalué. Había cambiado, aunque no lo suficiente como para ser irreconocible, al fin y al cabo había pasado un año, fuera mucho o poco tiempo. Su mirada seguía siendo la misma, más o menos, aunque mejor no quería aventurar a adivinar que todo siguiese igual.
- Pero cuéntame, ¿qué ha sido de ti? ¡Hace tanto que no tengo noticias tuyas! – exclamé sintiendo cómo la efusividad me embargaba, aunque sin olvidar el motivo que me había llevado a comenzar a caminar -. Se está haciendo de noche; quizás debiéramos regresar a París – sugerí amablemente, a pesar de ser consciente de que el lugar era bastante idílico y, por lo tanto, demasiado apetecible
- No, no – dije negando y llevando mi cabeza hacia ambos lados al tiempo que soltaba una leve risotada -. Me refiero a que qué haces en París – dije, arrepintiéndome de aquella aclaración por haberme dado cuenta que ella había preguntado por lo mismo. De todas formas intenté sortear esa contrariedad omitiendo las sospechas del verdadero motivo que nos había acercado a la capital del Sena -. Laia, mi hermana. Ya sabes, al parecer se ha cansado de la aburrida vida de Barcelona y ha decidido que necesita unas pequeñas vacaciones de su relajado día a día y explorar un poco el territorio foráneo – le expliqué con naturalidad, intentando que esa aclaración sirviera para aplacar su curiosidad respecto al tema
Separándome unos centímetros más de ella la evalué. Había cambiado, aunque no lo suficiente como para ser irreconocible, al fin y al cabo había pasado un año, fuera mucho o poco tiempo. Su mirada seguía siendo la misma, más o menos, aunque mejor no quería aventurar a adivinar que todo siguiese igual.
- Pero cuéntame, ¿qué ha sido de ti? ¡Hace tanto que no tengo noticias tuyas! – exclamé sintiendo cómo la efusividad me embargaba, aunque sin olvidar el motivo que me había llevado a comenzar a caminar -. Se está haciendo de noche; quizás debiéramos regresar a París – sugerí amablemente, a pesar de ser consciente de que el lugar era bastante idílico y, por lo tanto, demasiado apetecible
Dalmau Bonmatí- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 08/08/2010
Re: Encuentro?, Reencuentro! (Dalmau)
Notaba la sonrisa de ambos o al menos me imaginaba la mia, no podia creer que me encontrara con el presisamente en estos momentos los cuales no tenia muchas ganas si quiera de vivir, ese vampiro habia acabado con mi pasado pero no con el, a el jamás lo tocaría, me habia robado el corazón hacia un año el cual lo recupere siendo solo amor de jovencillos y no era que fuera tan grande simplemente me habia ilucionado con la idea del amor, además me habia deslumbrado su forma de ser y demás, lo cierto era que el no seria nunca algo más que mi mejor amigo y daba gracias por eso, jamás tendria a alguien como mi padre pero si un hermano que debia ser eso para mi Dalmau.
Noté como se separaba un poco de mi, me sonroje un poco habia olvidado que esto pareceria más incomodo para el, a mi me daba igual me daba demasiada emocion habia extrañado nuestras platicas tontas y algunas muy importantes, lo cierto era que habia cambiado un poco solamente, sus facciones se afilaron más y su cuerpo adquirió más madurez., talvez algunos detalles más se me habian pasado pero ahora mismo no iba a encontrarlos.
Escuché sus palabras con atencion y uni mis risas a las de el, habia entendido mal, todo esto de la emocion talvez me volvia más despistada de lo comun.
Oh. oh ya entiendo, pues me he venido a mil cosas, desde que abandonaste España han pasado muchas cosas y he tenido que venir a vivir aqui.-Le expliqué mordiendo mi labio un poco, después que el partió todo se vino abajo no le culpaba pero si habia necesitado su apoyo cuando mi padre murió pero cada quien tenia sus propios problemas.
Asi que su hermana habia decidido volver, le daría las gracias a ella por dar consecuencia a encontrarme con el, mis sonrisas iban hasta donde mis mejillas me lo permitian poco a poco me tranquilizaba más estando a su lado nada me parecia mal ahora.
Pues ahora como os he dicho vivo aqui en Paris y bueno trabajo en un café y ahora mismo estaba en dia libre y vine a distraerme un poco, pero que buena sorpresa me he llevado!!, no creia cuando desapareciste de España, te fui a buscar y me dijeron que os habias marchado para no volver, después espere alguna carta pero nada.-Le conte aun con una sonrisa dibujada en mi rostro.-Pero me alegra tanto encontrarte te extrañe demasiado!, eras el unico amigo que tenía.-Solte lo ultimo con algo de tristeza, era cierto el era al unico que le contaba todo y además de eso siempre estaba ahi para ayudarme a no llorar o alguna cosa de esas.
Escuché lo ultimo que dijo y miré como la noche empezaba a apoderarse de la laguna y asenti levemente.-Vale me parece bien, ahora cuentame por donde has estado?, que ha sido de ti?-Pregunté sintiendo la curiosidad brillar en mis ojos a esperas de sus historias, queria saber que habia sido de el en todo este año que habiamos estado lejos uno del otro.
Noté como se separaba un poco de mi, me sonroje un poco habia olvidado que esto pareceria más incomodo para el, a mi me daba igual me daba demasiada emocion habia extrañado nuestras platicas tontas y algunas muy importantes, lo cierto era que habia cambiado un poco solamente, sus facciones se afilaron más y su cuerpo adquirió más madurez., talvez algunos detalles más se me habian pasado pero ahora mismo no iba a encontrarlos.
Escuché sus palabras con atencion y uni mis risas a las de el, habia entendido mal, todo esto de la emocion talvez me volvia más despistada de lo comun.
Oh. oh ya entiendo, pues me he venido a mil cosas, desde que abandonaste España han pasado muchas cosas y he tenido que venir a vivir aqui.-Le expliqué mordiendo mi labio un poco, después que el partió todo se vino abajo no le culpaba pero si habia necesitado su apoyo cuando mi padre murió pero cada quien tenia sus propios problemas.
Asi que su hermana habia decidido volver, le daría las gracias a ella por dar consecuencia a encontrarme con el, mis sonrisas iban hasta donde mis mejillas me lo permitian poco a poco me tranquilizaba más estando a su lado nada me parecia mal ahora.
Pues ahora como os he dicho vivo aqui en Paris y bueno trabajo en un café y ahora mismo estaba en dia libre y vine a distraerme un poco, pero que buena sorpresa me he llevado!!, no creia cuando desapareciste de España, te fui a buscar y me dijeron que os habias marchado para no volver, después espere alguna carta pero nada.-Le conte aun con una sonrisa dibujada en mi rostro.-Pero me alegra tanto encontrarte te extrañe demasiado!, eras el unico amigo que tenía.-Solte lo ultimo con algo de tristeza, era cierto el era al unico que le contaba todo y además de eso siempre estaba ahi para ayudarme a no llorar o alguna cosa de esas.
Escuché lo ultimo que dijo y miré como la noche empezaba a apoderarse de la laguna y asenti levemente.-Vale me parece bien, ahora cuentame por donde has estado?, que ha sido de ti?-Pregunté sintiendo la curiosidad brillar en mis ojos a esperas de sus historias, queria saber que habia sido de el en todo este año que habiamos estado lejos uno del otro.
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Re: Encuentro?, Reencuentro! (Dalmau)
Me pareció realmente extraño que aquella chica que me había salvado de aquel castigo no me preguntaran las causas de mi regreso a Barcelona, aunque seguramente debí de achacarlo la impresión que debía de haberle causado aquel imprevisto encuentro, tan alejados de cualquiera de nuestras ciudades. Valencia o Barcelona eran mi pasado que, de alguna forma u otra, sentía ya algo lejano, como si fuera un lejano recuerdo que no iba a regresar. Quizás solo era una forma de escapar de los sucesos acaecidos en la Ciudad Condal hacía ya más de medio año.
- Lo cierto es que no me he marchado de España hasta hace un mes, más o menos – le aclaré -. Solo regresé a Barcelona – en mi fuero interno sentía como, poco a poco, aquella sensación de severidad iba creciendo poco a poco, inundándome. Quizás lo hubiera podido tildar de angustia, quizás miedo o, por otro lado, pesar. Lo cierto era que no me importaba realmente cómo denominarlo, aunque, quizás hubiese preferido no llegar a sentirlo -. Mis padres fueron asesinados; por eso tuve que abandonar Valencia tan rápido – suspiré retirando unos segundos la mirada hacia el verdor del bosque solo para, a continuación, volverla a posar sobre ella -. Luego tuve que hacerme cargo de las textilerías y cuidar de mi hermana, a quien el asesino contagió con una enfermedad que le hace extremadamente sensible a la luz del sol, por lo cual no puede salir a la calle hasta llegado el ocaso. Estuve demasiado ocupado y con la cabeza en otros lugares; lo siento – me disculpé por mi falta de consideración al no haber contactado con ella. Lo cierto era que, la conversión de mi hermana en un vampiro había sido lo que más me había afectado, también por abrirme las puertas de un mundo totalmente oculto para mí hasta ese momento, sumiéndome en un estado de inconsciencia, de infinito, pero de una eternidad muerta, sin sentido -. Pero dime, ¿por qué has tenido que trasladarte a París? ¿Está tu madre aquí contigo? – intenté dibujar una sonrisa en mis labios para calmar la situación y, sobretodo, calmarme a mí mismo
Al tiempo que pronunciaba aquellas últimas palabras, dirigí mis pasos hacia el camino que estaba llevando, invitándola con un gesto y un movimiento de manos a acompañarme, si no tenía realmente ningún inconveniente en aquello. Su presencia me agradaba en extremo, me hacía revivir un pasado que, al contrario que los recuerdos que me atenazaban, se presentaba ameno y feliz, quizás incluso despreocupado.
- Lo cierto es que no me he marchado de España hasta hace un mes, más o menos – le aclaré -. Solo regresé a Barcelona – en mi fuero interno sentía como, poco a poco, aquella sensación de severidad iba creciendo poco a poco, inundándome. Quizás lo hubiera podido tildar de angustia, quizás miedo o, por otro lado, pesar. Lo cierto era que no me importaba realmente cómo denominarlo, aunque, quizás hubiese preferido no llegar a sentirlo -. Mis padres fueron asesinados; por eso tuve que abandonar Valencia tan rápido – suspiré retirando unos segundos la mirada hacia el verdor del bosque solo para, a continuación, volverla a posar sobre ella -. Luego tuve que hacerme cargo de las textilerías y cuidar de mi hermana, a quien el asesino contagió con una enfermedad que le hace extremadamente sensible a la luz del sol, por lo cual no puede salir a la calle hasta llegado el ocaso. Estuve demasiado ocupado y con la cabeza en otros lugares; lo siento – me disculpé por mi falta de consideración al no haber contactado con ella. Lo cierto era que, la conversión de mi hermana en un vampiro había sido lo que más me había afectado, también por abrirme las puertas de un mundo totalmente oculto para mí hasta ese momento, sumiéndome en un estado de inconsciencia, de infinito, pero de una eternidad muerta, sin sentido -. Pero dime, ¿por qué has tenido que trasladarte a París? ¿Está tu madre aquí contigo? – intenté dibujar una sonrisa en mis labios para calmar la situación y, sobretodo, calmarme a mí mismo
Al tiempo que pronunciaba aquellas últimas palabras, dirigí mis pasos hacia el camino que estaba llevando, invitándola con un gesto y un movimiento de manos a acompañarme, si no tenía realmente ningún inconveniente en aquello. Su presencia me agradaba en extremo, me hacía revivir un pasado que, al contrario que los recuerdos que me atenazaban, se presentaba ameno y feliz, quizás incluso despreocupado.
Dalmau Bonmatí- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 08/08/2010
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