Nosotros no pertenecemos aquí...

por **Leonor Daxmins** Dom Sep 29, 2013 1:50 pm

Aveces nuestros impulsos, y curiosidad, nos llevan a los lugares mas extraños...

Su mirada se perdia entre la inmensidad de aquella casona, sabía exactamente a donde la habían llevado a para sus pies, mas no estaba segura del por que ¿Acaso esperaba ser acogida en ese lugar? ¿Unas noches de insomnio? ¿O solo aumentar sus pesadillas? Miles de preguntas, sin embargo ninguna respuesta coherente llegaba a su mente, y solo se dedicaba a rodear el lugar. Se encontraba algo deteriorada y cubierto de arbustos, sin mencionar la considerable capa de nieve que cubría casi por completo el suelo.

La noche se encontraba sombría, con un silencio espectral, digno de erizar la piel de cualquiera. Negros nubarrones cubrían el cielo nocturno, borrando de la visión aquel manto de estrellas, haciendo imposible divisar a "Selene" entre tanta obscuridad, por lo que en esos momentos la vampiresa se alegraba de contar con sus sentidos mas desarrollados, logrando ubicarse a la perfección, sin dar algún tembloroso he incierto paso.

Todo estaba en calma, hasta que sintió un jadeo proveniente del interior del lugar, por lo que se apresuro hasta una de las ventanas, la cual tenía levemente la cortina abierta, por lo que observar parte del interior le era tarea fácil. Sus ojos se abrieron de par en par, cuando diviso a una joven llorando con sumo pesar, estaba atada a su cama, los brazos por sobre la cabeza, enganchados a las correspondientes esquinas de la cama.
Era sencillo descubrir el motivo por el que estaba en aquel lugar, bastaba con observar las dos grandes cicatrices desde el antebrazo hacia las muñecas, un lamentable suicidio fallido.

Estaba tan concentrada en observar la escena, que no se percato que los desorbitados ojos de la muchacha se había posado en ella, mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa cálida, como si acabara de ver a alguien muy cercano, o a un ser de su familia, aunque Leonor estaba segura de no conocerla, por que tuvo que adentrarse en su cabeza, intentando descubrir el motivo de aquello. -"Viene a terminar lo que empecé, permiteme terminar lo que empecé... no quiero vivir mas así... no puedo vivir así... ¡Ya estoy muerta!"- la inmortal se vio en la obligación de alejarse de la ventana, mientras movía su cabeza con brusquedad, intentando disipar de su mente las palabras llenas de dolor que acaba de escuchar. La joven pedía ayuda a gritos, estaba viviendo un martirio en ese lugar, y fue precisamente eso, lo que despertó los deseos de ayudarla, mientras podía ayudarse a si misma.

De pronto escucho pasos aproximándose hasta ella, y suspirando con pesadez tomo impulso, ocultándose entre las ramas de un árbol, de seguro podían ser los cuidadores, o quizás otra criatura similar a ella, y si ese era el caso, puede que haya ocultado su cuerpo, mas su aroma seguía fresco en el ambiente, las posibilidades de ser descubierta eran altas, por lo que no le quedó mas remedio de fijar su mirada hasta el espacio por el cual provenían los sonidos, y esperar.

por **Alam Lestrange** Vie Oct 25, 2013 9:25 am

El recorrido hacia el interior de aquella casa desconocida no le había parecido realmente largo, realmente no tenía gran idea del lugar en el que se encontraba en ese momento cuando, usando el bastón como guía, se dirigía hacia la entrada del lugar. El viento frío que acompañaba al sonido de las ramas de los árboles al mecerse por su causa, sólo ayudaban a constatar lo solitario del recinto y su alrededor.

Sus sentidos lograban, aún a pesar de su carencia de visión, darle cuenta de aquello a lo que se acercaba cada vez para darse cuenta de que, contrario a su parecer, el lugar no se encontrase totalmente desierto. Voces cuchicheantes se dejaban oír mientras el ser oscuro recorría el lugar con paso tranquilo, uno que otro murmullo desatado en una risa apenas audible sofocadas casi en su totalidad por el sonido del exterior.

Mikael continuó su camino manteniendo su postura erguida, dejando entrever aquellos ojos claros carentes de cualquier capacidad de percepción... una capacidad que estuviese suplantada por la agudeza del resto de sus sentidos que, al ser inmortal, le conferían aún más aquél extraño pero muy necesario don. Don que le permitió escuchar un sonido que rompió con su distracción.

El sonido cada vez más claro de una voz evidentemente femenina, provocaron en el vampiro la curiosidad necesaria para dirigirse hacia el lugar del cual creyese que surgía la misma. Con paso tranquilo mientras sostenía el bastón en su mano, continuó su recorrido hasta percatarse de una presencia no humana. Detuvo su andar de repente y se dispuso a escuchar en silencio.

―Buenas noches ―saludó el vampiro una vez que decidió romper el silencio, mientras en su interior esperaba no fuese un error haber dado a notar que él sabía que no se encontraba solo o de lo contrario, se tendría que defender una vez más.

por **Leonor Daxmins** Dom Nov 03, 2013 12:45 pm

La curiosidad es insubordinación en su más pura forma.
-Vladimir Nabokov-

Su mirada se encontraba clavada en un lugar, desde el cual poco a poco comenzaban a volverse mas audible los pasos, aunque estos denotaban ser bastante tranquilos, y solo de una persona. Leonor esperaba que no se tratara de alguien enemigo natural ni mucho menos. No se sentía con ganas de comenzar peleas ni mucho menos, y si su curiosidad la había llevado ahí para eso, realmente se comenzaría a odiar a si misma.

De pronto sus ojos de entrecerraron al divisar a la silueta que hacía aparición, y conforme eso ocurría, las facciones de su rostro comenzaban a relajarse, y una sonrisa mezclada con algo de sorpresa y alegría se dibuja en sus labios. Conocía a la perfección al hombre que acortaba la distancia, entre el y el improvisado escondite que mantenía ella.
- Pero si es... -susurró en voz baja, cuando finalmente el vampiro estuvo de pie, bajo el árbol, y una fría brisa alzaba las hojas secas del suelo. El invierno se dejaba sentir, hacía presencia, y mas aún frente a un escenario tan macabro como el que tenían ambos seres, al encontrarse frente al sanatorio.

La joven abandono la rama y se dejo caer suavemente, poniéndose frente al hombre que sabía le era imposible verla, pero conocía su aroma y su voz, y al momento de nombrarle como ambos se consideraban hace mucho, dispersaría cualquier duda que podría quedar en el.
- Mikael, hermano... - sonrío al hablarle, formulando todo con un dulce tono de voz, y aguardó que el la reconociera.
- ¿Que haces aquí, y tan solo? - preguntó, frunciendo sus labios, sin comprender el por que de su presencia en el lugar, si para ella había sido solo una chispa de curiosidad, al ir a un pintoresco sitio que jamas había conocido, ¿Que habría ahí para el? Dudaba que sus pasos hubieran sido conducidos por la misma razón personal; aunque siempre se puede estar equivocado.

Se alegraba de verlo, y mas de tener su compañía, una inesperada claro está, pero finalmente ya estaba ahí, y si debían cuidarse de algo, podrían hacerlo de manera mutua, aunque a juzgar por lo solitario del lugar, no sería una noche complicada, o al menos rastros de eso no había.

Una nueva señal de la estación se presentó, y comenzó a nevar, primeramente muy sutil, he imperceptible, pero fue suficiente para que Leonor tomara la capucha de su capa y cubriera su cabeza, acomodando la misma sobre sus hombros, dándose el lujo de desviar su mirada hacía la ventana en la que había estado de pie antes, podía escuchar los acelerados latidos del corazón de la joven que se hallaba ahí, y aquello la distraía, aunque intentaba concentrarse en el vampiro, esperaba sus respuestas, una aclaración a una extraña decisión.

por **Alam Lestrange** Miér Dic 04, 2013 10:02 am

Poco a poco la distancia entre ambos era menor, el sonido del viento y el aroma de la humedad mezclada con el de la hierba penetraron en el olfato del vampiro, quien mantenía cada uno de sus sentidos útiles puestos en su alrededor. El sonido de sus pasos pronto se acercarían hacia aquella dama que permaneciese oculta hasta que un sonido conocido le indujo a responder.

―Hermana, es un placer encontrarte ―respondió Mikael al descubrir en el mismo momento el aroma tan conocido de la mujer vampiro ―curiosamente podría preguntarte lo mismo, desconozco el motivo por el cual has decidido caminar por un lugar tan inusual.

Mencionó con tranquilidad mientras permanecía de pie frente a la joven con el bastón entre sus manos. El frío aumentaba su intensidad y ahora caía una leve nevada que comenzaría a cubrir de blanco a su alrededor, sin embargo aquella temperatura no era algo que preocupara al ser de la noche, debido a su incapacidad para sufrir por aquellos cambios bruscos que le afectaban en el pasado...

―Supongo, Leonor... ―comenzó su respuesta con tranquilidad ―que me ha traído mi constante tendencia a recorrer caminos intransitados por mí en el pasado y que en infinidad de ocasiones me ha llevado a desviar el camino ―confesó. Había llegado a aquél lugar por simple casualidad.

El frío viento rozaba levemente contra el rostro pálido y carente de expresión del vampiro al momento que éste permanecía totalmente inmóvil, postura erguida al esperar respuesta de la joven a quien, aún a pesar de que no lo demostrase, le tuviera bastante cariño y aprecio. Fue en ese momento que una respiración ajena hizo presencia invadiendo su sentido del oído.

―Alguien se encuentra cerca... ¿no es así? ―preguntó con curiosidad no evidente en la expresión de su semblante frío. Esa sensación innata en el vampiro comenzaba a aumentar de intensidad, por lo que su deseo de ingresar en el recinto para explorar un poco el interior le hizo confesar ―me gustaría entrar ¿quisieras venir? ―preguntó sin más y esperó su respuesta.

por **Leonor Daxmins** Lun Dic 23, 2013 6:07 pm

El viento sopló una vez mas con intensidad, arremolinando los cabellos de la joven, quien mantenía su mirada fija en el hombre que tenía frente a ella. Aunque en ocasiones se desviaba por su cuerpo, observando como los pequeños copos de nieve caían sobre sus hombros y cabeza. Hasta que lentamente se inclinó a quitar una con cuidado, mientras sus ojos regresaban en ocasiones a la ventana.

Los hombros de la vampiresa se encogieron levemente, al escuchar sus palabras. Ella tampoco estaba ahí por un motivo en particular, solo la mas inocente y pura: curiosidad.
- Creo que no son muy diferentes nuestros motivos. Solo he venido a recorrer, nunca antes había estado aquí, y sentía esa chispa de curiosidad muy latente, ya sabes como soy.- se excusó a su visita al sanatorio para luego caminar unos pasos alrededor del vampiro, mas para asegurarse que nadie le hubiera seguido, o algo similar.

Cuando finalmente se aseguró que solo estaban ellos, volvió a ubicarse mas cerca de el, y aunque sabía que no vería su gesto, inevitablemente asintió suavemente con su cabeza.
- Si, hay una chica adentro, y ella no...- intentó continuar pero los recuerdos de las visiones, la atacaron por unos segundos.
- ... Ella no está para nada bien. Sin mencionar lo obvio, este no es un hospital para personas..."cuerdas".- le contó con algo de dificultad, mientras le daba un golpecito en el brazo, indicando que la siguiera. A pesar de la ceguera de el, la joven sabía lo independiente que era, no lo llevaría del brazo ni mucho menos, el sabía caminar y orientarse bastante bien.

Al llegar a la puerta principal la joven necesito usar un poco mas de fuerza para conseguir abrirla, ingresando lentamente, para sostener la puerta y permitir el paso a Mikael.
Una vez adentro observo el largo pasillo, atestado de puertas a menos de dos metros de distancia.
- Muy bien ¿quieres que solo caminemos, o te atreves a visitar a la muchacha que te mencioné?- preguntó con curiosidad, mientras daba unos temblorosos pasos hacía adelante, siempre buscando que el la acompañara de cerca, aquel lugar no dejaba de provocarle un escalofrío, bastante difícil de ignorar.

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