Demian Resnick

Demian es un "joven" alto, mide al rededor de un metro con ochenta y dos centímetros. Su contextura es media, amplia espalda y torso bien tonificado. Prefiere llevar el pelo corto, color castaño. Sus ojos son grandes y azules, de seguro herencia del padre que nunca conoció. Siempre va bien vestido y arreglado a diferencia de como se vestía en su vida anterior.

Hoy en día es un hombre libre, llevado a sus ideas, sencillo. humilde, algo tosco y poco inteligente para todo el conocimiento que ha conseguido en su larga no-vida. A diferencia de su maestro, Charles y su compañero de aprendizaje; Lyam, es un vampiro que se le da muy mal los poderes psicológicos. Ademas de encontrarlos muy vanos y aburridos, por lo que prefiere dejarlos de lado y divertirse de otras maneras, lo que no significa que no pueda manipular a su antojo la mente humana, él simplemente lo hace a su manera.

Demian Resnick nació en la tercera ciudad más poblada de Francia; Lyon, el nueve de junio de mil trecientos cuarenta y cuatro. Frieda Resnick, su madre, soltera, una inmigrante Alemana, que viajó a Lyon posando todas sus esperanzas en la nueva industria de la seda, no pudo dar frutos en aquel rubro, quebrando sus inversiones completamente. Calló rápidamente en la pobreza más extrema con una boca más que alimentar.
Demian, a pesar de vivir desde su nacimiento en la pobreza más absoluta, fue un niño alegre y sociable, que jugueteaba por las calles de Lyon donde todo el mundo le conocía. Sin embargo su feliz niñez fue completamente desmoronada cuando a la edad de 15 años su adorada madre cayó en una letal enfermedad que le costó la vida poco meses después. Solo, huérfano y triste vagaba por las calles sin rumbo fijo. Vivía sin vida... Solo por el contrato que tenía con Dios. A pesar de eso pensó una y miles veces en el suicidio pero las ultimas palabras de su madre antes de fallecer le daban ánimos pare seguir adelante. Así llegó a la edad de los 26 años, sumido en la tristeza, el alcohol y toda clase de extrañas hiervas que podía conseguir.
Una fría noche, un pálido hombre le tendió una mano, mientras estaba muerto en vida recostado y hambriento cerca de un basurero. Aquel hombre lo vistió, lo alimentó y bañó sin pedir nada a cambio, ofreciéndole una nueva vida solo con hacer lo que él le ordenara. Así fue como conoció el nombre de su nuevo "jefe": Charles Baudelaire. Aquel hombre le inculcó y enseñó muchas cosas útiles, entre ellas modales, lectura, escritura, esgrima, entre muchas otras. Pero aquel hombre no estaba solo, tenía alguien a quien hacía llamar su maestro; el gran Íkaro y una joven y atractiva compañera llamada Nicolette Peltier, quien le atrajo notoriamente desde el primer momento en que la vio.

A Demian lo preparaban para algo... pero no le decían nada al respecto. por su parte él solo se conformaba con que le alimentaran y siguieran enseñando diversas artes y manualidades. Si había algo que Demian deseaba era el hambre del conocimiento. Hasta que un día le tocó presenciar con sus propios ojos la desintegración del maestro Íkaro. Fue ahí cuando comprendió y le explicaron lo que ellos eran: Vampiros. Ese fue el día su muerte y transformación, donde Charles y Nicolette le enseñaron todo lo que sabían. Así pasaron al rededor de 100 años junto a ellos cuando encontraron al su compañero Lyam. Junto con Lyam crearon grandes lazos de amistad y compañerismos. Los cuatros eran invencibles, sin embargo cuando Nicolette se enteró que Charles quería dejar el país junto a sus discípulos para recorrer el mundo, algo se quebró. Lyam y Demian no entendían cual era el problema o cual era el motivo de las constantes discusiones entre sus maestros. Hasta que un día Nicolette le pidió a Demian que la siguiera y le demostrara su confianza dejando de lado así a su maestro y su mejor amigo para marcharse junto a la mujer que le robó el corazón. Juntos recorrieron el mundo aprendiendo de las diversas culturas y divirtiéndose de sus estúpidas creencias. Así pasaron poco más de 400 años donde pudieron conocer todos los rincones del planeta para volver hasta Francia donde pretendían descansar por una eternidad... Pero nadie esperaba que se encontrarían con su antiguo maestro y mejor amigo, acompañado de una nueva compañera vampirica, dando paso a una nueva historia.

En éste largo viaje junto a su maestra, Demian pudo experimentar cosas que jamás imaginaría, ganando también una tendencia a la atracción del mismo sexo.
Le importa un bledo de quien se alimenta, pero siempre procura no dejar evidencias de sus victimas.
A pesar de llevar varios años transformados no es muy bueno desempeñando sus poderes psicológicos, aunque no le importa mucho, ya que prefiere llevarse con la gente y divertirse con ella de una forma más natural, relacionándose con ellas y logrando sus objetivos sin la necesidad de utilizar sus habilidades vampirescas.