Un placer....? [Privado Zdenka & Di Sàbbat & Resnick]

Demian y yo habíamos platicado ya sobre mi catastrófica y desquiciate existencia al lado de Aleera. Aquella plática me pareció como si hubiera durado una noche y un día entero de lo mucho que comentamos además de mi "odiada amanda" y de todos los viajes que el hizo, los regalos que trajo y las anécdotas que teníamos que poner al corriente, y aún faltaba mucho. Un día no se comparaba a 400 años de recuerdo.

Uno de los temas que Demian sacó a relucir en aquella corta plática fué una vampireza que conoció en Italia, Zdenka Vasiliu. Una chica que por lo que me contaba Demian me encantaría conocer. Ella era una vampireza muy joven, no tenía ni 50 años de haber sido convertida y al parecer aún llevaba mucha de la vitalidad que caracterizaba a los neonatos. Algo en la manera en la que me hablaba mi mejor amigo de esa chica me llamó mucho la atención haciéndome querer conocerla. Él me dijo que la joven se reuniría pronto con él en parís ya que en Italia comenzaba a aburrirse de su clan, o eso fué lo que le entendí a Demian y me emocioné cuando me dijo que la veríamos en el bar de sangre.

Esa noche me desperté temprano como ya se me había hecho costumbre desde antes de que Demian llegara porque escapaba a penas se ponía el crepúsculo para que Aleera no me atrapara dentro de la capilla y no me dejara salir a alimentarme. Pero esa noche fué diferente ya que no vì ni rastro de mi joven "hermanita" lo cuál me deprimió un poco pero después de las últimas noches debía comenzarme a hacer a la idea de que las cosas ya no serían como antes lo eran en la capilla. Sobre todo porque ahora ya no dormía en mi habitación debido a la intensa pelea que tuvieron Demian y Aleera, aún no podía creer como pensaba él que después de 400 años de largarse sin mandar si quiera una postal de saludos, su habitación seguiría igual si Charles tenía una nueva hija.

En mi nueva habitación, en la que solo decidí poner sillones porque no iba a usarla, ya que descansaría por los días en el baño que acondicioné para que no tuviera ventanas y una gran bañera en donde poder dormir sumergido en agua fría; me alisté lo más normal que mis nervios me permitireron porque debía de reconocer que aquella "cita" me ponía algo nervioso. Hacía mucho que no conocía a una vampireza tan joven y con tanta vitalidad, por lo que Demian me había dicho tenía una belleza muy característica y me moría, metaforicamente por supuesto, por conocerla.

Salimos de la capilla y nos encaminamos hacia el hacia el bar de sangre ambos. No se encontraba muy lejos de la casa y llegamos muy pronto. -Es un lugar magnífico, ya verás, hay de todas las bebidas que puedas imaginarte y las que no también. Puedes beber en copa o de la misma chica, o chico...- dije recordando los gustos de mi amigo, alguna vez yo mismo había degustado un chico en aquel bar, una sangre llena de adrenalina que me hizo estar eufórico toda la noche. -mis favoritos son con ajenjo.- le informé mientras llegabamos al lugar y nos acomodaban en uno de los sillones. Miré en todas las direcciones algo nervioso para saber si la chica había llegado aunque no tenía ni idea de como era físicamente, solo sabía que era rubia.

Después de todos los años de vivir en Italia ya estaba un poco deseosa de salir a conocer el mundo. Una de mis amigas y compañeras de clan, Zdenka Vasiliu me había comentado que salían comitivas hacia Marsella. Desde el momento en el que me lo dijo estuve muy emocionada con irme a conocer Francia.
Después de mucho hablarlo con Thomas, mi creador, aceptó a dejarme ir pero no me prometía que me dejara sin protección. Me mandó a alguien a cuidarme pero le exigí que no quería ni siquiera enterarme de la presencia de ese "guarda espaldas" en mi viaje. Así que me fuí en una de las comitivas que salió hacia Marsella y para mi gran sorpresa Zdenka iba en ella. No dudé ni un momento y compartimos el viaje. Disfrutamos de él y cuando llegamos a París después de una conexión y descansamos dos noches enteras.
Esa sería LA noche.
Emocionada por conocer al amigo de Zdenka me arreglé de la manera más perfecta y seductora que encontré dejando ver mis finos rasgos femeninos que seducirían a cualquier hombre o a cualquier mujer.
Zdenka mencionó que aquel era un bar de sangre, en Florencia había algunos de aquellos bares de sangre pero estaban perfectamente custodiados por seguridad Ventrue. El príncipe tenía omnipotencia en todos ellos. Estaba pensando en buscar pronto al Principe de París para presentarme pero por como se veían las calles llenas de muerte y vicio pensé que no sería nada urgente hacerlo.
Entramos al lugar y nos sentamos en una de las mesas. Crucé mis piernas sobre la silla y dejé que mis rizos calleran por mis hombros.
-No hay nada de malo con mi salud Zdenka, lo sabes bien... Además de que sirve la inmortalidad si no se corren riesgos?.-
Recordé aquella noche en donde Zdenka y yo casi nos dejamos ver a los rayos solares, aquello fué tan emocionante que casi podía sentir adrenalida en mi cuerpo.

Con Lyam las cosas ya estaban mejor, y había desistido, gracias a él, de la idea de acabar con mi eterna no-vida. El plus para tomar ésta decisión fue cuando Lyam comenzó a hablarme acerca de los diversos clanes que había en París, lo que me hizo recordar a Zdenka y su clan en Italia. No seria mala idea formar un clan en París y quizás ella también se nos uniría, ya que últimamente había tenido muchos conflictos con su líder y los demás miembros.

A aquella hermosa rubia la conocí una noche que decidí salir a cazar solo por las noches en Italia. Fue la primera vampiresa que conocí en aquel País y luego de una extensa conversación me contó de su trágica historia y la de su familia. Cuando dejamos Italia para seguir nuestro viaje por el mundo con Nicolette, quedamos en reencontrarnos en Francia antes de dar fin a mi no-vida. Me había prometido un inolvidable “regalito” para ésta noche, me preguntaba si seguiría aquella propuesta cuando se enterase que había desistido de mi alocada idea.

Me vestí como siempre de traje, camisa blanca, corbata azul y mi infaltable sombrero, con el mismo traje con el que Zdenka me había conocido para así me reconociera mejor.
Llegamos junto a Lyam al bar donde nos encontraríamos con ella. Mi amigo necesitaba un aire nuevo y me pareció buena idea que èl le enseñara todo lo que había aprendido con Charles a èsta novata de no más de 60 años en las andanzas nocturnas dependiente de la sangre. Reì ante el comentario de mi hermano, me preguntaba que pensaría si supiera los verdaderos motivos por los que me fui con Nicolette sin dar una explicación a nadie. Entré tras él al “La Fee Verte” y busque con la vista a mi vieja amiga. La cual pude apreciar contemplando minuciosamente a mi amigo. Sonreí de lado al ver su expresión. “Zdenka, tu no pierdes el tiempo” –le dije transmitiendole mis pensamientos desde la puerta. Fue entonces cuando me vio y le sonreí ladeando un poco mi cabeza. Gesto me dio la oportunidad de contemplar el alrededor de mi vieja amiga. Una hermosa rubia le acompañaba. Miré a Lyam y moví mi cabeza señalando la mesa donde se encontraban aquellas hermosuras. Alcé mis cejas rítmicamente una y otra vez luego de que Lyam las viera y me volviera la vista.

- ¡Zdenka, hermosa Zdenka! – exclamé abriendo los brazos de par en par mientras me quitaba el sombrero con una mano y me acercaba a ellas – “Sigues igual que hace 10 años” – dije èsta vez con la mente para que no se ofendiera por insinuar su edad en publico, aunque ella era una vampira muy joven y no debía ofenderse por ello.
Una vez llegué a su lado tomé su mano entre la mía, y entrelazando mis sombrero por la espalda con la otra mano, me incliné y posé mis labios sobre sus finos y tersos dedos. Me aparté y con una sonrisa asentí con la cabeza a modo de saludo a la chica que le acompañaba.

-Éste es mi hermano - anuncié dando media vuelta para abrazar a mi amigo – Lyam Kromer, ¿recuerdas que te hablé de él? - Esperé un instante a ver reacciones y me acomodé entre las chicas corriendo la silla para sentarme, esperando que mi amigo se presentara y se sentara, rodeando la mesa, en la única silla que quedaba libre frente a mí entre las dos hermosas chicas que nos acompañaban esa noche.

Mientras mis ojos traviesos recorrieron el lugar en busca de alguna rubia preciosa mi hermano me indicó con la mirada en donde estaba y para mi gran sorpresa estaba acompañada de otra chica también rubia... lástima que me gustaran mas las morenas....

Caminé con porte al lado de Demian hasta llegar a las chicas y no pude evitar hacerme innecesariamente para adelante chocando con la espalda de Demian cuando una de las muñecas del lugar pasó embarrando sus caderas en mi glúteo de manera muy morbosa y por increíble que eso pareciera no me dibujó ningún pensamiento pecaminoso en mi demoniaca mente.

Sonreí a las chicas que estaban ahí mientras Demian me presentaba a la susodicha Zdenka, que nombre más provocador, al igual que esa belleza tan peculiar que desvocaba toda la clase de una ventrue, estaba casi seguro de que ella lo era y al parecer su acompañante también lo era, ambas llamaron mi atención, con aquel porte y de pronto tuve miedo de los poderes que un ventrue podía infringir sobre cualquier otro de nosotros pero negué mentalmente ellas eran 'amigas' aunque no podía evitar sentirme ligeramente nervioso en presencia de uno de ellos sin mi caracteristico pañuelo azul en el cuello.

Extendí mi mano hacia una de ellas, Zdenka, que fué a la que me presentó mi hermano y besé caballerosamente su mano -Lyam Kromer, es todo un placer conocerte, he escuchado solo maravillas por parte de mi hermano.- retiré mi contacto de el de ella y dirigí mi mirada hacia la otra chica que tenía un aire notoriamente Italiano haciendome soltar un suspiro emocionado. La saludé de la misma manera con aquella ligera reverencia de espalda y traté de no profundizar demasiado mi mirada en sus ojos.